Está claro que el eje derecha-izquierda no nos sirve para entender a los enemigos de España, pero tampoco a la España misma (a la Hispanidad).
El eje izquierda-derecha fractura la Hispanidad. Se podría perfectamente decir que la derecha es heredera de los conquistadores, y la izquierda de los misioneros. Ambos han de estar.
Una derecha de conquistadores sin Misión, toman la nación, pero no la mantienen. Vencen, pero no convencen. Ejemplos, miles. Franco, Aznar y los neoliberales hispanos, Pinochet, en el próximo capítulo, Bolsonaro, etcétera.
Una izquierda de misioneros sin Conquista, mantienen cierto estado cultural de cosas, pero no son capaces de tomar ni estructurar nada, son un cuerpo blando sin hueso. Convencen, pero no vencen. Ejemplos, también miles. Todo el indigenismo, socialismo, etcétera.
La Hispanidad consiste en seguir el camino sin irse por el andén derecho ni por el izquierdo. Hay que vencer y hay que convencer. Conquistar y mantener la conquista, evangelizar y proyectar la evangelización.
En vez de un eje bipolar, proyectemos un tripolo, un triángulo, con izquierda y derecha abajo, en la base, y en la cúspide la idea de Vertebración universal, la que manejó la Hispanidad.
El peronismo sí creo que se escoró, y por tanto se salió del carril, por la izquierda, ojo, igual que el franquismo, que es el que montó este chiringo estructuralmente socialista que tenemos.