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Hispanorromano

Una crítica a "La opción benedictina"

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Lo mismo que señalo algunas cosas que me disgustan de Prada, no tengo inconveniente en reconocer sus aciertos. Publica una interesante crítica a la "La opción benedictina", libro de un converso a la ortodoxia y militante del Partido Republicano que extrañamente se viene promocionando en ambientes católicos. La crítica de Prada está muy inspirada en argumentos desarrollados previamente por el profesor Miguel Ayuso.

Cita

‘La opción benedictina’ (I)

Aunque, tristemente, los debates del mundo católico hace mucho que dejaron de resultar relevantes para el común de las gentes, sospecho que entre las tres o cuatro lectoras que todavía me soportan sigue existiendo interés hacia estas cuestiones. No me resisto, por ello, a echar un cuarto a espadas en la polémica suscitada por el libro La opción benedictina, de Rod Dreher, publicado en España por Encuentro y saludado encomiásticamente por el catolicismo pompier. Creo, además, que este cuarto a espadas puede resultar también interesante para los detractores del catolicismo, que así descubrirán con pasmo que el enemigo está hecho unos zorros.

La opción benedictina se subtitula elocuentemente Una estrategia para los cristianos en una sociedad postcristiana. Su autor es un periodista conservador estadounidense que, después de criarse como metodista, se hizo católico; para después, escandalizado por los abusos pedófilos de cierto clero católico, hacerse ortodoxo. Este baile de San Vito religioso ya nos presenta a Dreher como un converso saltimbanqui y con poco fundamento (amén de fácilmente impresionable); pero la lectura de su libro, de un estilo literario mazorral y una línea argumentativa simplona, nos confirma que la cultura católica se halla sumida en un estado de postración preocupante. Nada nos ha parecido, sin embargo, tan molesto en la lectura como el tufillo de falso chestertonismo con que el autor ha envuelto sus tesis, tan poco chestertonianas.

Dreher propone como espejo o inspiración para los cristianos de nuestro tiempo las comunidades monacales instituidas por San Benito de Nursia, tan importantes en la cristianización de una Europa acechada por la barbarie. También los cristianos de nuestra época deberían, a su juicio, abandonar un mundo infestado por ideas y actitudes adversas y retirarse a los márgenes de la sociedad, fundando pequeñas comunidades desde las que sea posible la restauración del orden cristiano. Una restauración que debe abandonar cualquier esperanza de reconstruir ‘desde arriba’ (o sea, desde instancias políticas, en poder del enemigo), para centrarse en una restauración ‘desde abajo’.

El primer error de Dreher se halla en la sublimación kitsch y típicamente yanqui de la encomiable labor realizada por San Benito de Nursia. Pues lo cierto es que la extensión de la forma de vida benedictina hubiese sido inconcebible si Carlomagno no la hubiese impuesto en todos los monasterios que se hallaban bajo su protección. Sin el amparo del poder político, la labor de San Benito no hubiese obtenido los resultados espectaculares de todos conocidos; y omitir este hecho denota (amén de una ignorancia notable) un pensamiento caótico típicamente moderno, construido con retazos de mitificaciones emotivistas que sólo conducen a visiones idealizadas (y, a la postre, delirantes) de la Historia. La época dorada de la Cristiandad, como señala León XIII en su encíclica Inmortale Dei, «fue un tiempo en que la filosofía del Evangelio gobernaba los Estados». Y para que esto ocurriera, tal filosofía tuvo que ser impulsada desde los palacios. Por lo demás, hubo otras muchas ‘opciones’, aun dentro de la vida religiosa, que hicieron posible la Cristiandad, aparte de la benedictina: hubo un clero secular que –con apoyo político– se encargó de construir las catedrales; hubo órdenes más ‘mundanas’, como la Compañía de Jesús, que se encargaron –con apoyo político– de evangelizar el Nuevo Mundo o de presentar batalla a Lutero y sus mariachis. Dreher, en fin, además de ignorar el apoyo político que recibió San Benito, atribuye a la ‘opción benedictina’ logros que corresponden a otras ‘opciones’ de vida religiosa, incurriendo en el llamado ‘arqueologismo’, un arbitrario y selectivo modo de mirar hacia el pasado, tomando lo que de él nos conviene para urdir un falso relato histórico y luego meterlo con calzador como argumento de autoridad en defensa de una tesis que se presenta disfrazada de tradicional, cuando en realidad es una tesis típicamente liberal, como veremos en el próximo artículo.

Renunciar a la política, como propone Dreher, es siempre un dislate; pero además –como denuncia Carmelo López-Arias en una reseña sobre La opción benedictina publicada en la revista Verbo– equivale a sustraerse cobardemente de las obligaciones que tenemos contraídas con la comunidad a la que pertenecemos: «El hombre es un ser social porque nace vinculado a otros con lazos que no puede sustituir por otros de su elección, por elevadas que sean las motivaciones. Nuestro deber de contribuir al bien común persiste incluso en condiciones de disociedad».

'La opción benedictina' (I). Juan Manuel de Prada

La crítica de Prada ha causado inquietud en The Wanderer, un blog argentino que agrupa a antifrancisquistas, antiperonistas, tradicionalistas, criptonazis y anglófilos.

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Muy interesante, 

Se ha dado mucho pábulo a ese libro y se hacía de rogar una crítica autorizada. 

Uno de los peores defectos de USA es esa afición suya por convertir en negocio cualquier cosa, incluso la literatura religiosa. 

Este hecho basta para justificar el restablecimiento de la censura eclesiástica y evitar así que este tipo de libros "prefito para best-seller" hagan tanto daño entre el pueblo fiel. 

 

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La opción benedictina no es incompatible con la opción "asturiana", esto es, núcleos de resistencia que se arranquen a ganarle territorio al enemigo.

La guerra es transversal y la respuesta también es transversal.

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hace 10 horas, javier dijo:

Se ha dado mucho pábulo a ese libro y se hacía de rogar una crítica autorizada. 

Uno de los peores defectos de USA es esa afición suya por convertir en negocio cualquier cosa, incluso la literatura religiosa.

Muy buena tu crítica a Yanquilandia.

El libro lo edita Homo Legens, es decir, Intereconomía.

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Cristo nos decía que fuéramos mansos y astutos. Según los códigos actuales, parece un oxímoron pues ser manso se nos plantea como una especia de santurrón medio ido o un cobarde que ha encontrado el modo de convertir su cobardía en decoro... Del astuto tenemos la idea de una persona "larga", desconfiada e hiperactiva en la defensa de lo suyo. El típico que cuando tu vas, él vuelve y se ríe de ti o te compadece seguro ya de que eres poco rival, poca cosa.

El Papa decía hace poco que no debíamos ocultar nuestra cristianidad y no se refería, supongo, a un modo concreto de cristiano predicador de la palabra pero poco o nada atractivo por su carisma y sus obras. Esa creo que era la intención de Francisco sin poner vallas al campo, pues donde no hay astucia pero si mucha mansedumbre, encontrará también quien lo escuche muy a pesar de tantos que se reirán de él.

Mansos frente a Él y al prójimo errático. Astutos frente al astuto y sus.... No, no usaré la coletilla coloquial de Prada porque es ofensiva en sí contra hermanos nuestros a los que presenta como una banda alegre pero sin carácter. Y astutos en tanto que inteligentes, con personalidad, con entrañas. Sabedores de los recursos del enemigo.

El mundo se mueve a golpe de mareas. Los que no conoce la piedad, los tratan como borregos apestados siempre disponibles a lo último en cantos de sirena. Y es cierta esa tendencia en una sociedad que sabe que las cosas no van bien pero que nadie se las explica como si fueran seres humanos... Todo mascado, predigerido o vomitado sin vergüenza alguna sobre "orgullositos" que después de todo viven la confusión de nuestro tiempo.

No se si la política puede ser una tribuna, creo que no. Por ahí y por ahora, todo el pescado está vendido. En algo tienen razón los niuayers que decían que la revolución futura empieza en uno mismo. Sabemos que su intención es que cada uno se perdiera en "su propio camino". Pero sabemos que el nuestro no es el de perdimiento ni el de la experiencia íntima como única manera de hacer posible la emergencia de la semilla de Dios. Sabemos que tenemos nuestras parroquias, nuestra familias, nuestro entorno... Nuestra Re-ligión.

Algunos del mío se sorprenden al oírme decir ciertas cosas. Como quiera que dijera otras pero siempre con parecida pasión, su sorpresa les deja como fritos, como preguntándose cómo aquel al que recuerdan diciendo otras cosas, hoy sigue siendo en el fondo el mismo, con más carácter que paciencia, como más corazón que cabeza, pero cabeza después de todo.

El jaleo "franciscano" nos llama a quitarnos el miedo y la rigidez.

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Por cierto, BGA, con motivo de otro hilo comentamos el problema que tiene siempre el diferente significado de las palabras a lo largo del tiempo. Cuando leemos un texto de hace, qué se yo, hace dos o tres siglos, habitualmente tenemos "falsos amigos" dentro de un mismo idioma.

A veces me pregunto a qué errores no nos llevará el leer según qué textos con "contínentes" idénticos a los de hoy pero con "contenidos" distintos.

Sencillamente, los campos semánticos van mutando, o cuando menos cambiando su aplicación.

 

Por ejemplo, sabemos que "pagano" en la Biblia venía a significar lo que "gentil". Si, por ejemplo, nos vamos tres siglos atrás... "liberal" significa "generoso". Y así un largo etcétera. Desde luego, el dominio de las letras el la base.

Manso: puede ser apacible o también pusilánime.

Astuto: puede ser un taimado o también se puede ver como persona que no se deja engañar fácilmente.

Esas palabras pueden utlizarse como insulto o como alabanza hoy día.

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hace 2 horas, Gerión dijo:

La opción benedictina no es incompatible con la opción "asturiana", esto es, núcleos de resistencia que se arranquen a ganarle territorio al enemigo.

La guerra es transversal y la respuesta también es transversal.

la opción "asturiana" se sembró de forma misionera uno o dos siglos antes.... llegaron allí a tierra semihostil y al cabo de dos siglos estaban liderando a los indígenas contra el invasor sarraceno, lo mismo que un milenio después llegaron los jesuítas mansamente y al cabo del tiempo formaron un ejército formidable contra los esclavistas portugueses.

cada momento tiene su via.

no subestimemos ni a Francisco ni a sus jesuítas, ni a ninguna de las órdenes católicas.

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hace 13 horas, Vanu Gómez dijo:

Por cierto, BGA, con motivo de otro hilo comentamos el problema que tiene siempre el diferente significado de las palabras a lo largo del tiempo. Cuando leemos un texto de hace, qué se yo, hace dos o tres siglos, habitualmente tenemos "falsos amigos" dentro de un mismo idioma.

A veces me pregunto a qué errores no nos llevará el leer según qué textos con "contínentes" idénticos a los de hoy pero con "contenidos" distintos.

Sencillamente, los campos semánticos van mutando, o cuando menos cambiando su aplicación.

 

Por ejemplo, sabemos que "pagano" en la Biblia venía a significar lo que "gentil". Si, por ejemplo, nos vamos tres siglos atrás... "liberal" significa "generoso". Y así un largo etcétera. Desde luego, el dominio de las letras el la base.

Manso: puede ser apacible o también pusilánime.

Astuto: puede ser un taimado o también se puede ver como persona que no se deja engañar fácilmente.

Esas palabras pueden utlizarse como insulto o como alabanza hoy día.

Hay una manipulación del lenguaje evidente. La más común es invertir su significado de manera indirecta, es decir, proclamar la libertad, por ejemplo, dando a entender que para conseguirla es necesaria una etapa de tiranía.

Respecto a los contenidos cambiantes en el tiempo, yo funciono "de oído", asumiendo el significado corriente que para la mayoría tienen en lenguaje coloquial. La guerra lo es también del lenguaje y en Burbuja se expresa en todo su esplendor. Me sorprende la apelación a las definiciones de la Academia de la lengua tan frecuente entre muchos foreros como dando a entender que ya es un hecho que cada cual tiene su propio criterio.

Astuto es una palabra que a mi me suena mal y supongo que los matices de la palabra original no pudieron ser expresados en lengua castellana con palabras igual de sutiles. Pero tenemos al contexto como apoyo, de manera que no sería lo mismo ser astuto en los negocios -actividad carente de moral en última instancia pues su razón de ser es el beneficio, necesario por otra parte y en conflicto "necesariamente" con la mora-l, que en palabras de Cristo, a pesar de no tener en nuestro idioma la mejor traducción.

Dice que seamos astutos como la serpiente y debo pensar que no hacía mención al animal sino al diablo, pues la astucia de la serpiente, hasta donde yo se, no es superior a la de otros animales de sangre caliente capaces de devorarlas.

Si fuera correcta esta interpretación, habría que considerar si la astucia obedece a alguna otra consideración al margen de su propósito directo y no a una formulación limitada a la defensa, al apercibimiento realista y despierto de la circunstancia que podría ser peligrosa.

Se ha vendido la idea del cristiano manso y de suyo confiado, bien en la calidad humana o bien, y en última instancia, respecto al socorro Divino. Es como si dudar, desconfiar, prevenirse... fueran contrarios al espíritu cristiano. Entonces habría que recordar cómo los evangelistas y el propio San Pablo, ponían pies en polvorosa en cuanto eran advertidos de algún peligro, como el propio Cristo.

Me quedo entonces en ésto: astucia para que los malos no precipiten una conclusión contraria a la misión. Dejarse matar no es una opción salvo que no quepa otra alternativa o milagro, en cuyo caso debe existir una disposición sincera a aceptar el designio...

Tengo la impresión de que se manejan mal estos conceptos opuestos pues muchas veces son escusa para malversarlos, siendo mansos ante los hombres y astutos ante Dios. Ni el hombre perdonará tu mansedumbre ni Dios esa presunción de astucia en Su contra.

Podría decirse que el mundo camina al revés porque empleamos la voluntad para dirimir asuntos de en los que intervienen "las grandes aptitudes" a causa de un idealismo o un pragmatismo mal entendidos y confundidos.

Somos conscientes de que nuestra libertad absoluta en la vida diaria no existe; que existen grados de libertad articulados en nuestra realidad humana y social. Sin embargo, qué reacios somos a acepta Su dulce yugo a pesar de que bajo él comprendemos mucho mejor la naturaleza y alcance de todo el resto de nuestra libertad.

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Prada publica la segunda parte del artículo, de la que destaco algunos pasajes en negrita:

Cita

‘La opción benedictina’ (y II)

 

Anunciábamos en un artículo anterior que la tesis que propone Dreher en La opción benedictina es típicamente liberal, bajo su disfraz tradicional. Su ‘comunitarismo’ presupone, en realidad, la atomización de la comunidad; lo que no es otra cosa sino la adaptación del individualismo liberal a pequeños grupos de individuos, congregados en torno al disfrute de su particular forma de vida. Para que este falso ‘comunitarismo’ (que, llevado hasta sus últimas consecuencias, descompondría la sociedad en un archipiélago de sectas) sea viable, Dreher reclama al Estado que garantice la libertad religiosa y se mantenga neutral ante las diferentes visiones del bien que existan dentro de la sociedad; es decir, pretende fundar una solución tradicional en tesis radicalmente liberales. Y a continuación, en un rasgo de maquiavelismo bastante taimado, añade que «los cristianos necesitamos hacernos con todos los aliados que podamos» y buscar «el apoyo de otras religiones» y «tender una mano amistosa a los gays y lesbianas que no están de acuerdo con nosotros pero luchan por la libertad religiosa y de pensamiento». Un cristiano debe, desde luego, tender una mano amistosa a todo el mundo; pero no buscando hipócritamente fines utilitarios en medio del zurriburri.

Como señala Juan Retamar Server en Verbo, Dreher concibe la comunidad como una formación artificial derivada –al más puro estilo roussoniano– de la voluntad de un grupo de personas o familias. Y una comunidad que nace de un contrato, y no de las raíces vivas que la nutren, es siempre una sociedad liberal, por muy conservadora que se pretenda. Como buen liberal, Dreher es partidario de la «privatización de la verdad», entendiendo que los cristianos debemos ‘construir’ comunidades que protejan nuestra fe y la fe de nuestros hijos, con una falta de caridad hacia el resto de la sociedad que consiste, a la postre, en aferrarse egoístamente al bien particular, dimitiendo del bien común.

Esta propuesta antipolítica de Dreher es el reverso de otra propuesta igualmente errónea que invita a los cristianos a allanarse ante las modas impuestas por el mundo. Ambas son radicalmente opuestas a la que nos propone la hermosísima y antiquísima Carta a Diogneto (siglo II), donde leemos: «[Los cristianos] viven en ciudades griegas y bárbaras, según les cupo en suerte, siguen las costumbres de los habitantes del país, tanto en el vestir como en todo su estilo de vida y, sin embargo, dan muestras de un tenor de vida admirable y, a juicio de todos, increíble. Habitan en su propia patria, pero como forasteros; toman parte en todo como ciudadanos, pero lo soportan todo como extranjeros; toda tierra extraña es patria para ellos, pero están en toda patria como en tierra extraña. Igual que todos, se casan y engendran hijos, pero no se deshacen de los hijos que conciben. Tienen la mesa en común, pero no el lecho. Viven en la carne, pero no según la carne. Viven en la tierra, pero su ciudadanía está en el Cielo. Obedecen las leyes establecidas, y con su modo de vivir superan estas leyes. Aman a todos, y todos los persiguen. Se los condena sin conocerlos. Se les da muerte, y con ello reciben la vida. Son pobres, y enriquecen a muchos; carecen de todo, y abundan en todo. Sufren la deshonra, y ello les sirve de gloria; sufren detrimento en su fama, y ello atestigua su justicia. Son maldecidos, y bendicen; son tratados con ignominia, y ellos, a cambio, devuelven honor. Hacen el bien, y son castigados como malhechores; y, al ser castigados a muerte, se alegran como si se les diera la vida. (…) Para decirlo en pocas palabras: los cristianos son en el mundo lo que el alma es en el cuerpo. La carne aborrece y combate al alma, sin haber recibido de ella agravio alguno, sólo porque le impide disfrutar de los placeres; también el mundo aborrece a los cristianos, sin haber recibido agravio de ellos, porque se oponen a sus placeres. El alma ama al cuerpo y a sus miembros, a pesar de que éste la aborrece; también los cristianos aman a los que los odian. El alma está encerrada en el cuerpo, pero es ella la que mantiene unido el cuerpo; también los cristianos se hallan retenidos en el mundo como en una cárcel, pero son los que mantienen la trabazón del mundo».

La Carta a Diogneto nos hace una propuesta política valerosa y auténticamente cristiana. La opción benedictina de Dreher es una propuesta antipolítica para burgueses que disfrazan su cobardía con los oropeles del catolicismo pompier. Decía Chesterton que los burgueses se dividen en dos grupos: los pretenciosos y los mojigatos. «Los primeros –añadía– son los que quieren entrar en sociedad; los segundos, los que quieren salir de ella y entrar en asociaciones vegetarianas, colonias socialistas y cosas por el estilo». Las opciones benedictinas se hallan, sin duda, entre esas ‘cosas por el estilo’.

'La opción benedictina' (y II). Juan Manuel de Prada

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En 3/9/2019 a las 13:28, BGA dijo:

Astuto es una palabra que a mi me suena mal y supongo que los matices de la palabra original no pudieron ser expresados en lengua castellana con palabras igual de sutiles. Pero tenemos al contexto como apoyo, de manera que no sería lo mismo ser astuto en los negocios -actividad carente de moral en última instancia pues su razón de ser es el beneficio, necesario por otra parte y en conflicto "necesariamente" con la mora-l, que en palabras de Cristo, a pesar de no tener en nuestro idioma la mejor traducción.

En realidad la traducción literal y más correcta sería prudentes: "Prudentes como las serpientes y simples como las palomas". La Biblia Vulgata, que es la versión oficial que maneja la Iglesia, traduce el versículo del griego al latín de la siguiente forma (Mat. 10, 16) :

"Ecce ego mitto vos sicut oves in medio luporum. Estote ergo prudentes sicut serpentes, et simplices sicut columbæ."  

Y en la traducción bíblica oficial de la Iglesia española, lo traducen como "sagaces":

"Mirad que yo os envío como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas."

Las demás traducciones católicas al español, también recogen las palabras, "prudentes", "cautos" "sagaces" o "precavidos".

(Nueva Biblia  de Jerusalén traducción Descleé de Brower (la de uso más común))
"Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas."

(Traducción Nacar Colunga) 
"Os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como palomas."

(Traducción Bover Cantera)
"Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas."

(Biblia Latino Americana) 
"Miren que los envío como ovejas en medio de lobos: sean, pues, precavidos como la serpiente, pero sencillos como la paloma."

(Traducción de Serafín Ausejo)
"Mirad que os envío como ovejas en medio de lobos; sed, por tanto, cautos como las serpientes y sencillos como las palomas."

(Traducción Torres Amat) 
"Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, habéis de ser prudentes como serpientes, y sencillos como palomas."

(Biblia de Navarra - Traducción de la Universidad de Navarra) 
"Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Por eso, sed sagaces como las serpientes y sencillos como las palomas."

(Los Santos Evangelios - Traducción de Felipe Scío de San Miguel S.XVIII)
"Ved que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed pues prudentes como serpientes, y sencillos como palomas."

Y en la traducción literal de la Septuaginta, que fue la primera traducción bíblica de la historia, hecha del hebreo original al griego, aparece también la palabra "prudentes" que recoge posteriormente la traducción al latín de la Vulgata

El uso de la palabra "astutos" viene de algunas traducciones novo protestantes que, como consecuencia de la intensa difusión de sus biblias e interpretaciones bíblicas, se ha extendido casi hasta hacerse de uso común y generalizado. De hecho, si uno busca el pasaje en Google, la traducción que aparece primero es esa, pese incluso a que las primeras y más importantes traducciones protestantes al español, realizadas desde la Septuaginta por Casiodoro de Reyna, y que hoy se conoce como Biblia Reina Valera, también tradujeron la palabra original como "prudentes".

 

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En Wanderer* se han picado con Prada a raíz de estos artículos:

The Wanderer: Los sofismas de Juan Manuel de Prada

* Blog argentino muy influyente. Fernández de la Cigoña (Infovaticana) empezó a insultar al recién nombrado Papa a partir de las "informaciones" que le suministraba este blog. Tiene cosas interesantes, pero a pesar de que se presentan como tradicionalistas tienen un odio larvado hacia España y son anglófilos. Debí haberme dado cuenta cuando observé que los principales directores del cotarro utilizan seudónimos en inglés: Wanderer, Jack Tollers, Walter Kurtz.

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Lo de los seudónimos parece una tontería pero no lo es.

Lo del falso tradicionalismo es un problema gordísimo.

He llegado a la conclusión de que es una grieta por donde mete cuña el enemigo  Incluso Dugin creo que ha encontrado vena en esos ambientes.

Una pena.

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El carruselero yanqui de las religiones le ha respondido a Prada:

Cita

Respuesta a De Prada. Por Rod Dreher

"Juan Manuel de Prada ha dedicado no uno sino dos artículos a malinterpretar “La Opción Benedictina”. Por eso sabemos que es un escritor profesional, imagino.

En ninguno de sus pomposos artículos el escritor afronta el corazón de la crisis: el colapso de la fe cristiana. Según el informe “Laicidad en cifras, 2018” de la Fundación Ferrer i Guardia, aproximadamente la mitad de los españoles entre 18 y 24 años son no creyentes. Otros estudios presentan estadísticas aún más inquietantes. El hecho alarmante es que el cristianismo en España, al igual que otros lugares de Europa y Norteamérica, está en pleno colapso demográfico.

Las estrategias que yo propongo en “La Opción Benedictina” pueden no ser correctas, pero al menos intento afrontar el mundo tal como es realmente. Los reaccionarios de salón como De Prada, que viven en un mundo de abstracciones, son inútiles para ayudar a los cristianos normales a entender este mundo post-cristiano, y a actuar cabalmente para preservar la fe. Es extraño que la crisis espiritual y religiosa que constituye de manera abrumadora el objetivo de mi libro parece no preocupar a De Prada.

De Prada me acusa de aconsejar que los cristianos abandonen la política. ¡Falso! Eso es una calumnia, que se refuta fácilmente leyendo mi libro.

Lo que sí es cierto es que aconsejo a los cristianos que dejen de poner tantas esperanzas en la política convencional. En mi país, nosotros los cristianos conservadores hemos hecho depender solo de la política la protección de la familia de la Iglesia. Hemos votado durante cuarenta años al Partido Republicano, mientras la creencia y la práctica religiosa descendían aceleradamente. Pero el aborto sigue siendo legal, los colectivos LGBT avanzan victoriosos en todos los frentes, y la libertad religiosa está en retirada.

Y ahora, por no haber formado en la fe los corazones y las mentes de los jóvenes, nos encontramos que la mayoría de ellos se han pasado a las filas del laicismo y las políticas de izquierdas.

La política está aguas abajo de la cultura, y la cultura debe estar enraizada en el culto (la religión). ¿De dónde piensa De Prada que van a salir los votantes pro-cristianismo? Los cristianos no pueden actuar como cristianos en el campo de la política si antes no conocen ni practican la fe. ¿Piensa honestamente De Prada que las iglesias españolas se están vaciando por la mala política?

De Prada en sus artículos alza su espada contra “La Opción Benedictina”. Es muy bonito, pero me parece que esta no es la primera vez que las palabras de un novelista español me traen a la cabeza a un romántico delirante atacando molinos de viento". 

Rod Dreher

Autor de “Opción Benedictina” responde a Prada: “Reaccionario"

Puede que tenga algo de razón en que la solución no es solo política, y puede que algunos aspectos del artículo de Prada sean matizables, pero el tipo es un friki vendemotos de los que sólo pueden existir en Yanquilandia. Es muy llamativo que cite como autoridad la Fundación Ferrer i Guardia, de signo laicista, o que considere que la única posibilidad de hacer política es el Partido Republicano. Otros libros de este sujeto:

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Por cierto, cuando vi la alusión de Prada a los LGTB en relación con Dreher pensé que era una exageración del español. Pero estuve mirando en el blog de Rob Dreher y comprobé que, efectivamente, era cierto:

Gays And Orthodoxy, Again | The American Conservative

Menudo ojo tienen en Intereconomía. Y menudo ojo tienen en otro foro en el que andan defendiendo a este carruselero de las religiones.

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Al final, lo que este señor dice, se basa bastante en esa falsa idea de que participar en política significa limitarse a ir a votar cada cierto tiempo en unas elecciones, por aquellas opciones mayoritarias que consideremos más cercanas a nuestros intereses cristianos, y por tanto perpetuando los actuales sistemas mayoritarios de interés, que en esencia son anticristianos.

Pero participar en la política es algo más que eso. Significa formación, discernimiento, compromiso y participación sobre todas las áreas del saber y las relaciones humanas, para convertir el conjunto poco a poco hacia ese ideal cristiano de vida, que este hombre pretende realizar en cambio, apartándose de la realidad y fundando nuevas comunidades de vida al margen de la misma.

Para explicar un poco esto e ir también sobre seguro, me limito a citar un extracto de un discurso del Papa emérito Benedicto XVI, a los miembros del Consejo Pontificio para los Laicos, con motivo de la XXIV Asamblea Plenaria, bajo el tema “Testigos de Cristo en la comunidad política”, donde explica magníficamente este sentido de la participación política que debemos tener los católicos.

Cita

Ciertamente, no forma parte de la misión de la Iglesia la formación técnica de los políticos. De hecho, hay varias instituciones que cumplen esa función. Su misión es, sin embargo, «emitir un juicio moral también sobre las cosas que afectan al orden político, cuando lo exijan los derechos fundamentales de la persona o la salvación de las almas, aplicando todos y sólo aquellos medios que sean conformes al Evangelio y al bien de todos, según la diversidad de tiempos y condiciones» (Gaudium et spes, 76). La Iglesia se concentra de modo especial en educar a los discípulos de Cristo, para que sean cada vez más testigos de su presencia en todas partes. Toca a los fieles laicos mostrar concretamente en la vida personal y familiar, en la vida social, cultural y política, que la fe permite leer de una forma nueva y profunda la realidad y transformarla; que la esperanza cristiana ensancha el horizonte limitado del hombre y lo proyecta hacia la verdadera altura de su ser, hacia Dios; que la caridad en la verdad es la fuerza más eficaz capaz de cambiar el mundo; que el Evangelio es garantía de libertad y mensaje de liberación; que los principios fundamentales de la doctrina social de la Iglesia, como la dignidad de la persona humana, la subsidiariedad y la solidaridad, son de gran actualidad y valor para la promoción de nuevas vías de desarrollo al servicio de todo el hombre y de todos los hombres. Compete también a los fieles laicos participar activamente en la vida política de modo siempre coherente con las enseñanzas de la Iglesia, compartiendo razones bien fundadas y grandes ideales en la dialéctica democrática y en la búsqueda de un amplio consenso con todos aquellos a quienes importa la defensa de la vida y de la libertad, la custodia de la verdad y del bien de la familia, la solidaridad con los necesitados y la búsqueda necesaria del bien común. Los cristianos no buscan la hegemonía política o cultural, sino, dondequiera que se comprometen, les mueve la certeza de que Cristo es la piedra angular de toda construcción humana (cf. Congregación para la doctrina de la fe, Nota Doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política, 24 de noviembre de 2002).

Retomando la expresión de mis predecesores, puedo afirmar yo también que la política es un ámbito muy importante del ejercicio de la caridad. Esta pide a los cristianos un fuerte compromiso en favor de la ciudadanía, para la construcción de una vida buena en las naciones, como también para una presencia eficaz en las sedes y en los programas de la comunidad internacional. Se necesitan políticos auténticamente cristianos, pero antes aún fieles laicos que sean testigos de Cristo y del Evangelio en la comunidad civil y política. Esta exigencia debe estar bien presente en los itinerarios educativos de las comunidades eclesiales y requiere nuevas formas de acompañamiento y de apoyo por parte de los pastores. La pertenencia de los cristianos a las asociaciones de fieles, a los movimientos eclesiales y a las nuevas comunidades puede ser una buena escuela para estos discípulos y testigos, sostenidos por la riqueza carismática, comunitaria, educativa y misionera propia de estas realidades.

Se trata de un desafío exigente. Los tiempos que estamos viviendo nos sitúan ante problemas grandes y complejos, y la cuestión social se ha convertido, al mismo tiempo, en cuestión antropológica. Se han derrumbado los paradigmas ideológicos que, en un pasado reciente, pretendían ser una respuesta «científica» a esta cuestión. La difusión de un confuso relativismo cultural y de un individualismo utilitarista y hedonista debilita la democracia y favorece el dominio de los poderes fuertes. Hay que recuperar y vigorizar de nuevo una auténtica sabiduría política; ser exigentes en lo que se refiere a la propia competencia; servirse críticamente de las investigaciones de las ciencias humanas; afrontar la realidad en todos sus aspectos, yendo más allá de cualquier reduccionismo ideológico o pretensión utópica; mostrarse abiertos a todo verdadero diálogo y colaboración, teniendo presente que la política es también un complejo arte de equilibrio entre ideales e intereses, pero sin olvidar nunca que la contribución de los cristianos sólo es decisiva si la inteligencia de la fe se convierte en inteligencia de la realidad, clave de juicio y de transformación. Hace falta una verdadera «revolución del amor». Las nuevas generaciones tienen delante de sí grandes exigencias y desafíos en su vida personal y social. Vuestro dicasterio las sigue con particular atención, sobre todo a través de las Jornadas mundiales de la juventud, que desde hace 25 años producen ricos frutos apostólicos entre los jóvenes. Entre estos se cuenta también el del compromiso social y político, un compromiso no fundado en ideologías o intereses de parte, sino en la elección de servir al hombre y al bien común, a la luz del Evangelio.

Texto completo en: http://w2.vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2010/may/documents/hf_ben-xvi_spe_20100521_pc-laici.html

 

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 Me posiciono a favor de Prada completamente. La respuesta del autor del libro me parece que peca de esas dos falacias tan comunes que estoy viendo, la de la autoridad que pretende dejar al oponente sin palabras a riesgo de parecer que está en contra de esa autoridad, y la del hombre de paja. Añadiría una tercera que es capaz de encontrar la cuadratura del círculo como es el argumento non sequitur que tanta atención exige para ser delatado.

Todo ésto tiene un tufo puritano -en el sentido del puritanismo calvinista- que espanta. Trata de poner la virtud y la vida cristiana en un arca bajo siete llaves. Congelar el tiempo y el espacio hasta mejor ocasión, como si una suerte de milagro científico puede abrir un tiempo en que la salida del congelador se convierta en un hecho de apoteosis triunfal del cristianismo "resistente".

La de cosas que aprende uno del enemigo, oyes...

Ambas, la Carta a Diogneto como el extracto del discurso de Benedicto XVI deberían estar clavadas con chinchetas en nuestro tablón "consciente". No se pueden enlazar mejor los dos extremos de la historia de la Iglesia para tener el material necesario que nos permita abordar el tiempo presente.

Francisco lo ha dicho bien claro: quiere jaleo. Pues bien hagámosle caso.

No me extraña que los conservacionistas-congelacionistas anden a la greña sin entrar en esos particulares procurando defenestrarlo por otros motivos. Muchos se dirán católicos sin comprender o rechazando su carácter de "universales".

 

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      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





        • Excelente 25 puntos positivos y de mejora)
      • 32 respuestas
    • La libertad sexual conduce al colapso de la cultura en tres generaciones (J. D. Unwin)
        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
        • Extraordinario (100 puntos positivos y de mejora)
    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
        • Me gusta (5 positivos y 3 puntos de mejora)
        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
        • Correcto (3 positivos y 1 punto de mejora)
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