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Mostrando el contenido mejor valorado desde 01/10/19 en Contenidos

  1. 105 puntos
    Liberado ya bastante de la carga de trabajo que me ha tenido estos días atrás ausente del foro, recojo hoy un interesante artículo que pública El Confidencial a raíz de la celebración de la Cumbre del Clima, que me parece interesante por tanto plantea una cuestión que entiendo crucial para comprender muchos de los procesos sociales y políticos actuales, como es el hecho de la apropiación ideológica de la conservación ambiental que, en España ha desarrollado la izquierda política y el, a mi juicio insensato desprecio de este asunto que ha hecho la derecha española durante las últimas décadas, facilitando así que el ecologismo ideológico se haya convertido en una de las patas fundamentales de esa suerte de nueva religión laica a través de la cual, la izquierda política está monopolizando un nuevo orden moral en la sociedad, que se arroga la facultad de señalar lo que es bueno o malo para la vida, en detrimento del orden moral natural y las buenas costumbres tradicionales. Enlazo primero el artículo, subrayando algunos puntos que me parecen relevantes, y a continuación añado algunos comentarios y reflexiones particulares al respecto. En primer lugar me gustaría señalar que comparto plenamente la idea que plantea el artículo, acerca de que la izquierda progresista ha monopolizado el discurso medio ambiental, a la par que la derecha ha descuidado su labor de conservar, entre otras cosas, el orden natural, en el cual también se circunscribe por definición la propia naturaleza del hombre y su entorno, es decir, la Creación. Con su viraje hacia los postulados liberales norteamericanos, la derecha ha hecho suya esa corriente de pensamiento protestante que se cita en el artículo y da forma a "La doctrina del destino manifiesto", pasando así a entender la naturaleza como una simple fuente de recursos para producir la riqueza que nos lleve a ser una potencia política y económica, es decir, una nación superior, sin que importen mucho las consecuencias que dicha producción pueda ocasionar en el equilibrio natural, tanto del entorno como de las sociedades, puesto que asume la errada idea que de la riqueza y el mercado son las bases para lograr su objetivo, de acuerdo con la formulación del laissez-faire liberal. Sin embargo esto no siempre ha sido así y España goza de una amplia historia en materia medioambiental, que ya desde los tiempos de Afonso X 'El Sabio', da testimonio de haber tenido muy en cuenta la conservación y cuidado del entorno en las leyes y costumbres, como consta por ejemplo en la ordenación forestal de 'El Pinar Grande' en el norte de la provincia de Soria. En el S.XVI, hay también una exhaustiva legislación en materia minera, agraria y ganadera, tanto en la Península como en las Américas, que da cuenta de la sensibilidad ambiental presente en aquella época tan lejana, legislando entre otras cosas sobre la protección de los bosques o el trabajo de los indios, para evitar abusos y desmanes. Y así podemos recorrer nuestra historia comprobando como la cuestión que hoy denominamos protección medio ambiental, fue siempre uno de los objetivos del antiguo régimen, hasta llegar al S.XIX donde comienzan a aparecer las primeras figuras legales de protección ambiental, que podrían considerarse creadas al efecto, por estar las anteriores suscritas a otras políticas más amplias aunque no por ello carentes de dicha sensibilidad. Por ejemplo, en 1877 se promulga la 'Ley de Mejora, Fomento y Repoblación de los Montes Públicos', donde aparecen los 'Capataces de cultivos', considerados estos como los primeros agentes forestales de nuestra historia, sin que ello no impida reconocer anteriormente otras figuras precursoras como fueron los guardas de montes, campos y sembrados, los migueletes y fusileros guardabosques, o los celadores de montes, monteros, ballesteros y lanceros entre otros. Prueba todos ellos de la importancia que antaño se le daba a la conservación y cuidado de nuestro entorno. Y la historia siguió a comienzos de nuestro siglo, mientras las demás potencias mundiales se mataban en las trincheras europeas, entre otras con la promulgación de la primera Ley de Parques Nacionales que data de 1916, y dos años después sirvió para declarar el primer parque nacional español, que es el de la Montaña de Covadonga, hoy Picos de Europa, o el del Valle de Ordesa que actualmente conocemos como Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. La naturaleza per se protegía ahí sin otro objetivo que el de la pura conservación y protección ambiental (estamos hablando de los tiempos de Alfonso XIII, cuando el marxismo aún era una novedad filosófica y todavía no había estallado la revolución soviética), y durante el régimen de Franco también hubo una abundante actividad ambiental que produjo entre otras cosas importantísimas reforestaciones, que ha hecho que España sea hoy el segundo país de Europa con un mayor crecimiento forestal. Todo esto lo digo con el ánimo de recordar que es ABSOLUTAMENTE FALSO que el ecologismo y la preocupación ambiental sean una iniciativa de la izquierda, que tan solo está utilizando una preocupación siempre presente de una forma u otra en nuestras sociedades, para hacer de ella un vector de crecimiento ideológico y, como decía al comienzo del tema, edificar desde ahí un nuevo orden moral que señale sobre lo bueno y lo malo para la vida, obviamente desplazando el orden moral tradicional, con la complicidad inane de una derecha descastada que ha olvidado su deber de conservar lo que es bueno, justo y necesario en pos de un desarrollismo que en otros tiempos sería propio de la izquierda más antinatural. Es hora de que en los círculos de pensamiento tradicional y conservador, se dejen de economicismos y charlatanería liberal, y vuelvan a recuperar el espíritu conservador proteccionista que nuestra historia siempre supo darle, tanto al ambiente como a las personas que viven en él, antes de que la izquierda haga de ello una nueva religión.
  2. 101 puntos
    Cuenta una piadosa tradición que había un cuarto Rey Mago, llamado Artabán, que también vio brillar la estrella sobre Belén y decidió seguirla. Como regalo quiso ofrecerle al Niño un cofre lleno de perlas y piedras preciosas. Sin embargo, en su camino se fue encontrando con diversas personas que le iban solicitando su ayuda. Artabán las atendía con alegría y diligencia, y como no podía hacer otra cosa, iba dejándoles una perla o una gema a cada uno. Pero eso fue retrasando su viaje y vaciando su cofre. Encontró muchos pobres, enfermos, encarcelados y miserables en el camino, y sentía que aunque su misión era importante, no podía dejar a aquellas gentes desatendidas. Así es que, se quedaba con ellos el tiempo necesario para aliviarles sus penas, para luego continuar su marcha, que nuevamente era interrumpida por otro desvalido. Sucedió que con tantos retrasos, cuando por fin llegó a Belén, ya no estaban los otros Magos y la familia del Niño había huido hacia Egipto, pues el Rey Herodes quería matarlo. El Rey Mago no se dio por vencido y siguió buscándolo, aunque ya sin la estrella que antes lo guiara. Buscó y buscó y buscó… y dicen que estuvo más de treinta años recorriendo la tierra, buscando al Niño aunque sin dejar de ayudar a los necesitados. Hasta que un día llegó a Jerusalén, justo en el momento que una turba enfurecida pedía la muerte de un pobre hombre. Mirándolo, reconoció en sus ojos algo familiar. Entre el dolor, la sangre y el sufrimiento, pudo ver en aquellos ojos el brillo inmaculado de la estrella con la que años atrás inició su camino, y entonces comprendió que aquel miserable que estaba siendo ajusticiado, era el Niño que durante tanto tiempo había buscado. La tristeza y la desesperanza llenaron su corazón, ya viejo y cansado por el tiempo y las fatigas. Aunque aún guardaba una perla en su bolsa, era demasiado tarde para ofrecérsela al Niño que ahora, convertido en hombre, colgaba de una Cruz. Sentía que había fallado en su misión. Y sin tener ahora otro lugar donde ir, se quedó en Jerusalén a esperar que llegara su hora. Apenas habían pasado tres días de aquel suceso cuando de repente, una luz aún más brillante que mil estrellas llenó su habitación. ¡Era el Resucitado que venía a su encuentro! El Rey Mago, cayendo de rodillas ante Él, tomó la perla que le quedaba en la bolsa y extendió su vieja mano mientras hacía una temerosa reverencia. Jesús la tomó tiernamente y dicen que le dijo: “Alégrate Artabán, pues tu misión no fracasó. Al contrario, me acompañaste durante toda tu vida. Estaba desnudo, y me vestiste. Tuve hambre, y me diste de comer. Tuve sed y me diste de beber. Estuve preso, y me visitaste. Pues yo estaba en todos los pobres que tú atendiste en tu camino. ¡Te doy las gracias por tu presente, pero sobre todo, por tantos regalos de amor como me hiciste! Alégrate pues a partir de ahora, estarás para siempre conmigo, pues el Cielo eterno es tu recompensa.” Feliz noche de Reyes a todos, especialmente a aquellos que hacen su viaje en solitario, en busca de la verdad que ilumina y da sentido a la vida.
  3. 100 puntos
    Jarauta: El fraile carlista que luchó contra los Estados Unidos. Aunque las ansias apuntaban hacia el Palacio Nacional, la cita se estrellaría justo en la confluencia de las calles Tacuba y Santo Domingo, la frontera norte de la Plaza Mayor, el Zócalo. Por el empedrado de la primera golpeaban las botas, las bayonetas caladas y las banderas ebrias de victoria. Por la segunda marchaba el tumulto en himno de garrotes, piedras, pistolones, fusiles y escupitajos. Era el general Winfield Scott. Era el padre Celedonio Domeco de Jarauta. El caballo más albo del batallón. La mula más cerril de la ciudad. Las barras y las estrellas. El pendón de las 3 garantías. Orgullo. Dignidad. Heridas. Sudores. Coraje. Lágrimas: 14 de septiembre de 1847, 08:30 horas. - ¡Viva México, mueran los yankees! Remangado el hábito franciscano, desnudas las piernas y sandalias, el ardor remeda galope sobre el cuadrante de Santa Catarina, hoy calle Nicaragua, para seguir hasta La Perpetua, hoy calle de Venezuela. Tenso el ambiente tras las inesperadas descargas desde el callejón de López, desbocada la fiebre, desnuda la sed de muerte, desatado el instinto, la tropa avanza por dos vías: las calles de San Francisco, hoy Francisco I. Madero, y la de San Andrés, luego Tacuba. “Una descarga de fusilería ordenada por el fraile -narra, puntual, testigo de los hechos, Antonio García Cubas en su libro Mis Recuerdos, fue contestada por los yanquis-, a la vez que por otros puntos lejanos se escuchaban las detonaciones de las armas de fuego, pues eran los momentos de la conflagración general en la ciudad.” (Alberto Barranco Chavarría; Septiembre Negro, Yankees en el Zócalo.) ¿Pero quién era el fraile franciscano Celedonio Domeco de Jarauta? Nuestro protagonista nació el 3 de marzo de 1813 en el poblado de Malón, Zaragoza, España. Fue hijo de Ramón Domeco de Jarauta e Ignacia Micaela Ortiz. Celedonio realizó sus primeros estudios en Malón tomando muy joven el hábito de la orden de San Francisco. Al suprimirse las comunidades monásticas en la primera mitad de la década de 1830 se unió a la lucha que sostuvo Don Carlos María Isidro de Borbón por la causa tradicional, iniciando su primera participación en las guerrillas y estando bajo el mando de Ramón Cabrera. De esta forma entró en esa interesante tradición que se ha llamado “curas de trabuco” y que se ha presentado en España y en toda Iberoamérica. En 1840 Celedonio Domeco Jarauta sale de España ante el Abrazo de Vergara y las campañas de Espartero que pondrían fin a la primera guerra carlista. Primero sale a Francia y de ahí a Cuba, isla en la que permanecería durante cuatro años. (González Esparza Mauricio. Español de nacimiento, Mexicano de corazón. Celedonio Domeco de Jarauta: Un sacerdote guerrillero en el mundo de la guerra México-Estados Unidos. UAA. Ags. 2018). Lamentablemente lo turbulento del periodo ha hecho difícil encontrar bibliografía acerca de la participación de Domeco Jarauta durante los años dentro de la lucha carlista. En 1844 Jarauta sale de Cuba para llegar a México. En Puebla es donde Celedonio obtiene una parroquia que obtuvo del Obispo Francisco Pablo Vázquez. El período de 1844 a 1847 se convierte en una etapa que le permite a Jarauta conocer a los mexicanos y a los extranjeros que pasan por la antigua ruta de Cortés. Sin embargo, esa tranquilidad se rompe al estallar la guerra entre México y Estados Unidos. Rápidamente el padre Jarauta se une como capellán en el ejército mexicano, pero no satisfecho con sólo brindar el indispensable apoyo religioso, decide tomar las armas para actuar de forma directa ante la invasión estadounidense. Pasa de ser capellán a líder de una guerrilla que con el tiempo sumaría más de cien hombres y que se convertiría en una de las más temidas por las tropas norteamericanas. El antiguo soldado carlista pide ser dado de alta como guerrillero, junto con Domingo Tovar, para luchar contra las tropas estadounidenses el 13 de marzo de 1847. Con una montura, dos pistolas y algunos caballos, que recibe del ayuntamiento de Veracruz, inicia una lucha desigual que lo inmortalizaría. Una de sus acciones más destacadas ocurrió el 3 de junio de 1847, cuando el padre Jarauta atacó en la comunidad de San Vicente, población cercana al puerto de la Antigua, a una fuerza de Estados Unidos que conducía un convoy de barriles de aguardiente, la lucha fue reñida, pero luego de haber perdido 100 hombres los estadounidenses se retiraron dejando el cargamento en manos del fraile. (Zamacois, Historia de México, Desde sus tiempos más remotos, hasta nuestros días. Tomo XII, 1880, pag.701). Rápidamente la fama del padre español Celedonio crece a tal grado que los estadounidenses envían a uno de sus hombres más hábiles y crueles, el capitán “texano” Samuel H. Walker, para encabezar la contraguerrilla en la región de Puebla y Veracruz. La tropa de Walker estaba compuesta en su mayoría de voluntarios “texanos” que habiendo luchado durante la llamada guerra de independencia de Texas tenían un especial rencor contra los mexicanos. En el poblado de Huamantla, Tlaxcala, se enfrentarían los dos hombres en una de las últimas batallas de la guerra. El fraile carlista contra el aventurero estadounidense, el guerrillero de fe contra el soldado de fortuna. Walker tenía como objetivo capturar una batería de cañones, pero no contaba que el padre Celedonio y sus hombres le harían frente. Una lanza y un disparo acabarían con la vida del capitán estadounidense y la retirada desordenada de los llamados “diablos texanos”. Es de esta forma que se convierte en “el dirigente guerrillero más famoso de la guerra […] Su fama se propagó y generó la escritura de poemas sobre sus proezas y la acusación de los estadounidenses en el sentido de que, en realidad, ni siquiera era un sacerdote: para los estadounidenses, Jarauta se convirtió en el odiado símbolo tanto de los guerrilleros como de los curas que alentaban la resistencia”. (Guardiano Peter. La marcha fúnebre). “Muy pronto, la fuerza invasora comprendió que todo hombre, dinero o provisiones que necesitara hacer llegar desde Veracruz hasta el altiplano sólo podía desplazarlos en caravanas escoltadas por cientos o incluso miles de soldados; no obstante, incluso esas caravanas a menudo perdieron muchos hombres y carromatos de provisiones […] Jacob Oswandel escribió que los guerrilleros ‘combatieron como otros tantos tigres’: más tarde, dijo que él y sus camaradas voluntarios preferían enfrentar a diez soldados mexicanos regulares que a un guerrillero. No obstante, no todos los mexicanos apoyaban la guerra de guerrillas y algunos se mostraban de acuerdo con los estadounidenses respecto de que la línea que separaba a los guerrilleros de los bandidos era realmente muy delgada. […] Los daños que la guerrilla causó entre la población civil fueron superados por la respuesta de los estadounidenses, quienes cada vez con mayor frecuencia hacían responsable a la población civil de las actividades de los guerrilleros. […] Winfield Scott decretó que multaría a las autoridades que no capturaran y entregaran a los guerrilleros, a los que el general describió como ‘asesinos y ladrones’ […] Levinson afirma que la guerra de guerrillas desgastó a los estadounidenses[…] La posibilidad de que esa guerra hubiera podido continuar de manera indefinida provocó que los soldados y los civiles estadounidenses se mostraran ansiosos por salir de México […] y también hizo que algunos estadounidenses comprendieran que la anexión de todo el país llevaría a una guerra interminable. Además, es probable que la guerrilla haya provocado que las exigencias territoriales del gobierno de James K. Polk se redujeran. Sin embargo, la acción de los guerrilleros fue extremadamente costosa para la población civil mexicana (por las represalias de los norteamericanos) y por sí misma no habría sido suficiente para derrotar al ejército estadounidense mientras éste pudiera aprovisionarse comprando sus alimentos en México”. (Guardiano Peter. La marcha fúnebre). Lamentablemente la victoria de los ejércitos estadounidenses y la traición del gobierno liberal de México frustraron los planes del padre Celedonio, siendo capturado y fusilado en Guanajuato el 18 de julio de 1848, sin respetar su condición eclesiástica ni tener un juicio, tal era el miedo que provocaba el padre Jarauta entre estadounidenses y liberales mexicanos. Dejo para la posteridad su patriotismo y su fe, tal y como lo recogieron contemporáneos: “Soy español de nacimiento, mexicano de corazón y amante de Aguascalientes con el alma y con la vida. El pueblo le aplaudía, le rodeaba, le amaba.” (González, 1992, 157).
  4. 100 puntos
    Hola gente de Corazón Español. Esta vez les traigo un trabajo visual que hemos ido desarrollando en Mundo Republiqueto. Un par de mapas listando todas las guerras civiles, rebeliones, conflictos y demás que han ocurrido en Hispano América desde las independencias. La versión más actualizada se podrá encontrar aquí: https://www.mundorepubliqueto.com/conflictos-y-guerras-internas-en-america/
  5. 100 puntos
    Aunque el tema que a continuación paso a exponer, bien podría haberlo integrado en otros abiertos al efecto del seguimiento de conocidos grupos políticos, he preferido dedicarle un tema aparte por la relación que tiene con el estado actual de cosas en nuestra sociedad, cada vez más dividida, polarizada y en suma destruida de sus principios y valores fundamentales. También podría haberlo titulado haciendo alguna referencia a las técnicas del populismo para extender su mensaje en la sociedad, pero pienso que es más adecuado generalizarlo en el orden de la propaganda política ya que creo que la dinámica que a continuación se retrata, no es exclusiva del populismo, sino que ya es ampliamente utilizada por todas las formaciones políticas que aspiran a alguna forma de gobierno o presencia en la sociedad. Para exponerlo voy a utilizar un artículo que publica hoy el digital "El Confidencial.es", acerca de los métodos que utiliza Vox para propagarse en la redes, aunque me gustaría que lo tratásemos de manera general, referida a todos los partidos y movimientos que aspiran a mejorar la sociedad -resalto en negritas lo que me parece interesante para apoyar el tema-: De todos es conocida la extendida costumbre que tienen los partidos de izquierdas, de dividir y polarizar la sociedad para alcanzar el poder. No basan su existencia en ningún esfuerzo conjunto por un alcanzar un ideal superior sino en la ruptura de los ideales que dan sentido y unidad a las cosas del bien común existente. De hecho, el propio movimiento de los indignados del 15M, que supuso el renacer del comunismo renovado en España, aparte de encontrar su justificación material en las corruptelas políticas de PP y PSOE, la crisis económica o los recortes de prestaciones sociales, debe también sin duda su existencia ideológica a dicha polarización, astutamente utilizada por lo que después pasó a denominarse "Podemos", cuya denominación refleja como ninguna la verdadera aspiración de ese movimiento, que no es otra que la del poder pretendido para destruir lo creado y organizar desde sus ruinas una nueva sociedad a imagen y semejanza de sus líderes, como bien ha demostrado ya la historia en cada ocasión donde han alcanzado el poder absoluto, y con ello la propia ruina o destrucción del ser humano integrado en esa unidad que es la comunidad social donde vive y se identifica. No vamos a descubrir nada si decimos que la generación de tensiones y divisiones es lo que tradicionalmente ha alimentado y mantenido viva a la izquierda, desde la más antigua revolucionaria lucha de clases, pasando por la división entre bandos, hasta llegar a la más moderna guerra de sexos donde, el hombre y la mujer han dejado de ser potencialmente la unidad humana para dividirse y convertirse así en dos potencias enfrentadas. Se trata en suma del lema "Divide et impera", tan antiguo como el mundo y aplicado en su más perversa expresión para dominar al propio ser humano que pretende liberar. Desde la persona humana, pasando por la familia, el clan, el gremio, el municipio, la nación o la patria y así hasta llegar a la metafísica de la Comunión, todas las estructuras que mantienen vivas y unidas nuestras sociedades se sustentan sobre unidades fundamentales formadas por elementos complementarios, que se multiplican generando nuevas unidades: cuerpo y alma, hombre y mujer, amigos, vecinos, paisanos, fieles, etc. El propio ser nacional y en nuestro caso, la democracia, se sustenta sobre esa realidad. La propia ley natural tiene esa forma de estructura. La raíz cristiana de nuestras sociedades se fundamenta también en buena medida, en aquel milagro de la multiplicación de los panes y los peces donde, lo milagroso no fue hacer aparecer el alimento de la nada sino convertir el corazón egoísta de los que allí estaban invitándoles a compartir sus propios bienes para que de esta forma se multiplicase el bien de todos. Ese milagro de la multiplicación ha sido el que los españoles han sabido reproducir mejor por el mundo, dando origen a aquella comunión de pueblos y naciones que fuera nuestro imperio, y sentando las bases de la actual hegemonía occidental. De otro lado, la existencia de las derechas en nuestro marco político, desde su origen en la revolución francesa representando la defensa del orden tradicional frente al veto real de los revolucionarios, hasta llegar a la más moderna "ultraderecha" reclamando la supuesta vuelta a los valores tradicionales, no se entiende sino como una fuerza de contraposición necesaria para conservar la unidad social sobre la que constantemente atenta la división del progreso de la izquierda, y que configura el bien común. Así, izquierdas y derechas vendrían a ser la manifestación social de las expresiones matemáticas de la división y la multiplicación respectivamente pues, de alguna forma la izquierda representa siempre ese proyecto privativo de "lo nuestro" que trata de dividir y repartir el "bien de todos", y que pretendidamente trataría de conservar y multiplicar la derecha. Digo pretendidamente porque por supuesto, el factor humano es clave en ese análisis de izquierdas y derechas ya que, no se puede afirmar que todos los afectos a las izquierdas y derechas operen en sentido estricto al que orienta su ideología: ni todos los afines de la izquierda pretenden dividir la sociedad, ni todos los de la derecha pretenden conservar y multiplicar el bien común. Es más, por mi propia experiencia casi que me atrevería a afirmar que, por lo general, existe una gran masa invertida en ambos bandos, unos creyendo ingenuamente que mediante la división van a lograr la igualdad deseada y otros actuando astutamente a sabiendas que de la multiplicación van a obtener un beneficio que les sitúe por encima de los demás, pero así de torpe es la condición humana. Lo importante y curioso en ambos casos es que, tanto las izquierdas como las derechas, aunque operen a conciencia y honestamente, tratan en teoría de lograr una unidad que podríamos definir como bien común, sin embargo, el camino que hoy emprenden ambos extremos dominados por el populismo, es el de la generación de tensiones y la división constante que imposibilitan la construcción y conservación de un bien común y con ello la de la propia identidad nacional y dignidad humana. ¿Por qué partidos de izquierdas, como Podemos que, pretendidamente apuestan por la igualdad o la solidaridad, emplean para sus fines la división constante entre bandos, sexos o regionalismos, o buscando el favor de grupos separatistas que procuran en definitiva la ruptura del bien común, generando así mayor insolidaridad y desigualdad entre todos? ¿Por qué partidos de derechas como Vox, que pretendidamente claman por preservar la unidad y libertad nacional atacadas por la izquierda, emplean esa misma técnica incendiaria de la división social, generando de esta manera una mayor desunión y tiranía entre los sujetos que componen la nación, y en definitiva con ello procurando también la ruptura del actual bien común? Sé que no vivimos en la sociedad perfecta y que a día de hoy estamos muy lejos de alcanzar ese ideal pero ¿Se trata en ambos casos de proyectos y actuaciones legítimas, surgidas desde la sociedad y para el bien de todos, en función dicho esto de los deseos y promesas expresados por todas esas formaciones en sus respectivos mítines y programas, o en cambio responden a otros intereses superiores que, por encima de ellos mismos y valiéndose del populismo que mueve hoy toda la política, buscan dividir, tensionar y destruir el bien social para hacerse así con el dominio de nuestras vidas? ¿Todo lo que hay es en realidad lo que se ve, o lo que se ve en cambio está ahí para ocultar la realidad? Porque, tan contradictorio e hipócrita me parece clamar por la justicia social, empobreciendo y privando aún más al pobre de sus propios bienes humanos y materiales, como pretender la unidad y la concordia nacional al mismo tiempo que se paga a unos pirómanos para incendiar la sociedad. Por ejemplo, me he leído varias veces las cien propuestas de Vox para el gobierno y pese a estar conforme con la inmensa mayoría, no tolero de ninguna manera el uso que se hace del tema de la inmigración pues, de igual forma que la izquierda no puede abrir de par en par las puertas de las fronteras si se quiere mantener la paz y el orden en la sociedad, la derecha tampoco puede abrir la puerta de la xenofobia por el mismo motivo pues, en ambos casos de cosifica y deshumaniza a la persona hasta convertirla en simple materia de voto y presupuesto, sin tener en cuenta la dignidad humana y necesidades básicas de los que vienen y de quienes los reciben. Es decir, al igual que lo que comentaba anteriormente, la vía del orden no puede ser generar un mayor desorden. La tolerancia, solidaridad y acogida que caracterizan a los españoles, es una virtud conquistada durante siglos que no podemos permitirnos perder por seguirle el juego a un puñado de intereses políticos y económicos, sean de izquierda o de derecha. Seamos rebaño pero no borregos. Por todo esto y otras cosas me declaro a menudo objetor de conciencia en materia de voto, cada día más consciente, porque no entiendo como todos esos grupos que supuestamente pretenden mejorar esta sociedad, son incapaces de entender que, sus dinámicas de funcionamiento se orientan a empeorarla. El fin no puede justificar los medios y si se carece de un proyecto ilusionante, capaz de movilizar el voto y aunar voluntades en pos de un futuro mejor para todos, antes de unirse al bando de los incendiarios, es preferible seguir defendiéndo honradamente la casa y quedarse esperando a ver como pasa por delante el cadaver de tu enemigo pues, sin duda en esta vida, todo pasa. Yo de momento me seguiré absteniendo, y ojalá fueran millones los que lo hiciesen pues así entenderían nuestros políticos que, para construir una sociedad mejor, es más efectivo y humano sacrificarse uno mismo que andar promoviendo el sacrificio de los demás. El origen cristiano de nuestra civilización así nos lo demuestra.
  6. 75 puntos
    Trump y la orfandad de la derecha En 2016 Trump sacudió el tablero del mundo entero, no fue el primero, pero su victoria en la primera potencia del mundo dio un gran impulso a los políticos de lo que se ha llamado derecha populista o derecha alternativa. Estos políticos comparten el rechazo a una globalización que diluye los poderes nacionales, el temor, a veces justificado y en otros casos infundado, a la inmigración, una actitud distante a la cultura y la ciencia por considerarlas emparentadas con las élites tecnócratas y políticamente correctas. Desde la familia Le Pen, pasando por Orbán, Farage, Wilders, Abascal, Duterte y Bolsonaro, los líderes de hablar directo, de apelar al pueblo, de soluciones rápidas y firmes, han marcado la agenda política en el mundo con un impacto del que aún no sabemos su duración y alcance, pero del que podemos vislumbrar consecuencias funestas. Las victorias de estos personajes son efímeras, semejan reacciones de cuerpos moribundos que tratan de luchar contra los síntomas, pero no contra la enfermedad que los origina. Los movimientos políticos basados en la división, en la revancha en lugar de la justicia, en el reclamo de pasados mejores, no tienen un futuro prometedor a largo plazo por diversos motivos, desde el declive demográfico de sus votantes hasta la fragilidad ideológica que los sustenta, una fragilidad que los orilla a aceptar como campeones a personajes sin escrúpulos como Trump o Duterte, que si bien son capaces de proporcionar deslumbrantes victorias, serán un lastre que terminará hundiendo estas nuevas derechas, así como los esfuerzos de personas sinceras, por los escándalos y abusos de estos personajes. Este hundimiento ya ha comenzando de manera visible en Estados Unidos con la derrota de Trump ante Biden, un triunfo por demás simbólico pues incluso la televisora aliada de Trump, Fox, se sumó hace unos días a la censura del todavía presidente estadounidense cómo un ejemplo de lo que dijo Nicolás Gómez Dávila: Cualquier derecha en nuestro tiempo no es más que una izquierda de ayer deseosa de digerir en paz. Los escándalos de Trump seguirán dañando a aquellos que lo respaldaron o emularon. Una vez liquidado el hombre naranja, sea por la persecución de la justicia norteamericana a manos de la élite dominante, o capitulando al negociar con esos grupos de poder, los demás líderes de la derecha alternativa en el mundo comenzarán a perder fuelle. No hay un referente con el cual puedan sustituir la pérdida de la Casa Blanca ni un sustento ideológico en el que puedan replegarse. Lamentablemente prefirieron la coyuntura al destino, el del caudillismo al de la construcción de un movimiento vivo y que trascendiera personalismos, eligieron los temores y los odios en lugar de las ideas, únicamente les queda agitar la bandera del miedo ante el creciente horror del Islam en Europa, pero siguen sin tener una base más allá sobre la que puedan descansar un pensamiento a futuro, podrán con suerte instaurar regímenes autoritarios para responder al desafío musulmán, pero enfrentaran el mismo destino que sus predecesores del siglo XX porque carecen de un proyecto real más allá del pánico y la nostalgia. La derecha alternativa al final del día son los hombres insensatos que edificaron su casa sobre arena. No permitamos los católicos que nos devoren las arenas ni los cantos de sirena.
  7. 50 puntos
    Hay tres concupiscencias que llevan a la perdición, representadas en las tres tentaciones de Jesús en el desierto. Y esas tres tentaciones son en las que ha caído la derecha española, como abanderada de la salvaguarda de nuestras raíces cristianas. La tentación de la carne, la de la soberbia y la de las riquezas. Aunque todas se relacionan con todas y todos comen del plato común, la derecha liberal encarna sobre todo la caída en la tentación de la carne, al amparar la libertad sexual, el consumismo, etc. La derecha tradicionalista encarna sobre todo la caída en el orgullo, al creerse mejores y más puros que los demás, a quienes a menudo niegan incluso su dignidad natural. Y finalmente, la derecha conservadora encarna la caída en la tentación de las riquezas, al amparar la usura y el economicismo como medio de vida. En definitiva, todo aquello que supuestamente debiera defender la derecha, en realidad lo pervierte generando una reacción que es aún peor, ya que se basa en la negación de todo aquello que dicen defender, y esa reacción es la izquierda. De algún modo todo eso está en el origen propio de derechas e izquierdas, y por más que se hayan confundido los términos con el tiempo, su fundamento persiste hasta hoy: perversión y revolución. Por eso es tan necesario trascender esa dicotomía.
  8. 45 puntos
    Seguramente habéis leído en internet sobre una supuesta "Guía de la buena esposa" que se viene atribuyendo con persistencia a la Falange, con la intención de ridiculizarla y también de hacer avanzar la causa feminista. El bulo es de tales dimensiones que ha pasado a numerosos libros editados en España y en el extranjero. Desde que me conecté a internet he visto circular este bulo y, aunque me he esforzado en explicar que ese texto no es de España sino de los idolatrados Estados Unidos, no he conseguido que me hagan mucho caso. Pero dejo que lo explique MALDITO BULO y al final añadiré una breve reflexión: Vergüenza para los izquierdistas que inicialmente difundieron este bulo con la intención que es fácil adivinar. Con especial mención a los autores, incluso del ámbito académico, que lo recogieron en su libros. Más valdría tirar a la basura esos libros. Pero todavía mayor vergüenza para los fachas imbéciles que, no sólo se tragaron el bulo, sino que se sintieron identificados con el repugnante texto y se dedicaron a difundirlo incluso con mayor vigor que los izquierdistas antes mencionados. Con eso demuestran que no son más que una caricatura que han elaborado otros. Nada que ver con la Falange original ni con el fascismo: son caricaturas andantes, sectas y tribus urbanas que florecen en el mundo capitalista. Son de la Falange como podían ser de Apple o de Adidas. Honor a MALDITO BULO por tener la honradez y la gallardía de desmontar un bulo que beneficia a sus posiciones ideológicas, pero también por hacer una excelente labor desmontando otros muchos bulos en esta internet de la mentira. En alguna ocasión he visto alguna cosa de MB (por ejemplo, en relación con la homosexualidad) en la que me pareció que se dejaban arrastrar por sus posturas ideológicas. ¿Pero quién no se deja arrastrar por su ideología en algún momento? Nadie es perfecto. El caso es que ellos se esfuerzan en ser objetivos y en buscar la verdad, a diferencia de muchos derechistas que están entregados a la mentira con pasión demoníaca. No es la primera vez que MB desmonta bulos que afectan negativamente a la derecha; también ha rebatido bulos sobre Vox y sobre otros asuntos que perjudican a ese ámbito ideológico, así que me parece que han acreditado su independencia de juicio. Muchos fachas enloquecidos, de estos que son un subproducto del capitalismo, le tienen particular manía a MB porque también rebate sus asquerosos bulos, y hasta han montado varias cuentas específicas en Twtter desde las que se dedican a difamarlos. A ese tipo de derecha, que se enorgullece de la mentira y que prospera gracias la estupidez cibernética, hay que combatirla sin cuartel, lo mismo que a los izquierdistas que mientan, aunque yo diría que hay que ser más severos con los derechistas mentirosos, porque además de falsear la realidad hunden en el descrédito a unas ideas dignas. Como dijo Manuel Hedilla: "Todos sabemos que en muchos pueblos había (y hay) derechistas que eran peores que los rojos". En internet la cosa ha ido todavía a peor. Hay que aplaudir al honrado y al que procura ceñirse a la verdad, sea de derechas o de izquierdas. Otra cosa es pura modernidad disolvente, del tipo que le gusta al Padre de la Mentira.
  9. 31 puntos
    A mí también me harta ese afán de subversión y rebeldía que se ha extendido dentro de la derecha, cuyo origen, dicho sea de paso, hay que buscarlo netamente en doctrinas modernas e izquierdistas. Y más allá de lo cansinos que resultan, el peligro de este tipo de comportamientos es muy grave. Porque llevan al relativismo de aceptar todo lo que (supuestamente) se oponga al "discurso hegemónico" y de rechazar todo lo que pueda siquiera parecérsele (véase la confusión entre justicia social y comunismo, sin ir más lejos). Y porque, en el fondo, los que se conducen de esta manera lo hacen por una exaltación de la libertad mal entendida -a saber, como algo sin guía ni sujeción a ningún principio ni autoridad- que les lleva simplemente a "llevar la contraria" por el puro placer de hacerlo. Es decir, que cabría suponer que muchas de estas personas habrían sido comunistas de haber vivido en la España de los años 50, falangistas de haber vivido en el Madrid de 1936 y protestantes (¡o hasta musulmanes!) de haber vivido en la España del siglo XVI, ya que, en todos los casos, ésas eran las opciones disidentes, "políticamente incorrectas" de la época y el lugar. Es decir, algo completamente de locos que sólo puede servir para destruir, jamás para construir, en la línea de la peor izquierda más extrema y recalcitrante, y hasta tocante con una psicología anarquista (probablemente lo peor dentro de la izquierda, si es que tiene sentido hacer tal clasificación). Además de todo esto, se acentúan las tendencias antisociales, de aislamiento del resto de la sociedad por considerarla una masa de borregos estúpidos echados a perder por el discurso dominante. Es decir, los sectores políticos invadidos por esta plaga, en lugar de mostrarse el mundo y tratar, concienzudamente, de convencer a los corazones de sus compatriotas, acaban aislados en sí mismos, despreciando a todos e ignorados por todos. Una imagen que puede parecer muy romántica vista desde desde fuera, como lo es la figura del rebelde, pero que, insisto, es puramente destructiva (algo que quizá se deba, precisamente, al trasfondo romántico, y por tanto irracional, de esa imagen).
  10. 30 puntos
    Me parece que algunos confunden la patria con la ideología, y así entienden que lo patriota es ser de derechas o de izquierdas, despreciando a todos aquellos que por ser de otro bando, no los consideran como a paisanos. El problema es que la cosa es al revés. Patriota no es quien ama las ideas nacionales y políticas de un grupo de personas que piensan igual a él o votan a un mismo partido, sino el que ama a toda su nación, incluidos aquellos que no piensan como él. Porque la patria es el ser y el estar terrenal de todos y amarla, no es solo envolverse en la bandera o emocionarse con el himno, sino también razonar e intentar comprender el porqué de las miserias del otro, emocionarse y llorar con su desgracia, agradecer cuanto de bueno aporte al bien común y sobre todo, luchar hasta dar tu vida por la de todos. Porque ser patriota es ofrecer tu vida, tus dones, tu memoria, tu inteligencia, tu voluntad para el bien de todos aquellos que comparten contigo la patria que te vio nacer. Y tratar de que a través de tus palabras y tu ejemplo, se unan a esa misma noble causa que debería ser la de todos, en lugar de andar generando conflictos, odios y divisiones que al final acaban destruyendo aquello que más amas: Tu propia vida. Amar la patria no significar imponer tu ideología y despreciar al otro, no, sino precisamente procurar para todos cuanto de bueno y verdadero hay en ella. Valorar y agradecer lo que todos aportaron antes y ahora para el bien común, y sobre todo agradecer el sacrificio de aquellos que, de buena fe, dieron su vida o lucharon y se esforzaron por defender y engrandecer la patria que hoy disfrutamos, aunque en algunos casos fuese en un bando equivocado. Ser patriota es compartir una misma carne y un mismo espíritu, que se esfuerza unido por el bien de todos.
  11. 25 puntos
    Propongo un pequeño juego: ¿Quién crees que escribió estas palabras? ¿Que orientación política crees que tiene? Más adelante soluciono la incógnita y añado alguna información más. En la URSS estas ideas eugenistas y socialdarwinistas se descartaron parcialmente con Stalin, por una cuestión de estrategia, pero antes de eso estuvieron en vigor. De hecho, en otros textos que traeré más adelante se verá que los eugenistas ponían como ejemplo de algunas de estas políticas a Rusia, sobre todo en lo relativo al aborto y la liberación sexual. Por lo que tiene razón elprotegido en que no se debería descartar a priori el origen comunista o socialista del texto. Por el espíritu exterminador que demuestra, el texto lo podría firmar perfectamente un ideólogo nazi o algún científico alemán. Lo que pasa es que en ese caso tendría que ser una traducción del alemán, porque a España nunca llegaron ese tipo de aberraciones. Formulo dos matizaciones al respecto: 1) Los nazis no sólo esterilizaban a los discapacitados. Eso fue en una primera fase. Cuando empezó la guerra, activaron de forma secreta el programa de eutanasia Aktion-T4, que básicamente hacía lo que dice ese texto. Es la única vez que se ha llevado a la práctica algo así (eutanasia involuntaria contra discapacitados y tarados). Finalmente, ante las reiteradas protestas del obispo de Münster, Clemens von Galen, parece que detuvieron el programa de eutanasia, pero sólo temporalmente y en tanto no cambiase el signo de la guerra. 2) Estas ideas eugenistas sólo estaban más o menos generalizadas en el mundo protestante (Alemania, Holanda, países escandinavos, Suiza, Reino Unido y EEUU). En los países católicos y latinos nunca se adoptaron estas políticas y sólo las defendía la extrema izquierda (anarquistas, comunistas, socialistas, liberales radicales), pues la Iglesia católica siempre se opuso con tenacidad a estas ideas criminales. Es un mérito que el mundo tendrá que reconocer a la Iglesia. Nos queda la opción de que fueran anarquistas, grandes defensores de la eugenesia, del darwinismo, del determinismo biológico, del neomalthusianismo, y de la revolución sexual; aunque hay que reconocer que en esto seguían a buena parte del estamento médico y científico de la época. En particular, señalaba elprotegido que el texto podría provenir del anarquismo catalán, siempre más abierto que el resto a las corrientes innovadoras de Europa. Y, efectivamente, es así. El texto procede de la revista feminista y anarquista Mujeres libres, editada en Barcelona, que habitualmente exhiben con orgullo los nostálgicos de la Segunda República. La referencia completa es: Nuevas conquistas para Asistencia Social, Mujeres libres, Barcelona, n.º 10, julio de 1937, p. 10. [Ver documento en hemeroteca de Barcelona] https://postimg.cc/YhYxH1hd El artículo, con ese título tan siniestro de Nuevas conquistas para Asistencia Social, no va firmado por nadie, por lo que hay que interpretar que lo firma o respalda el comité editorial de la revista, formado por las anarcofeministas Amparo Poch y Lucía Sánchez. En concreto, parece que el texto sería obra de la citada Amparo Poch, médico de profesión que ya había manifestado antes ideas exterminadoras de este tipo en relación con el aborto. Aunque no he podido acceder a la revista original (Orto. Revista de Documentación Social. Año II. 1932; 20:58-9), en una tesis doctoral sobre Amparo Poch se citan fragmentos de otro artículo suyo, titulado La cuestión del derecho a la vida, en el que manifiesta ideas similares: He visto que, en algún libro anarquista que glorifica a esta feminista, la intentan disculpar por estas crueles palabras argumentando que era "lo normal en la época" tanto en la izquierda como en la derecha. ¡Mentira! ¡Nadie en la derecha española formuló ningún pensamiento remotamente similar a ése! ¡Nadie en la derecha defendió la eutanasia o la esterilización de los discapacitados! ¡Al contrario, criticaron esas ideas por criminales! La realidad es que este icono anarcofeminista proponía ni más ni menos que lo que llevó a cabo secretamente Adolf Hitler con el programa Aktion-T4. Lo que a hurtadillas llevaba a cabo Hitler con la oposición radical de la Iglesia católica, Amparo Poch lo proponía a la luz del día con el aplauso de sus compañeros anarquistas y republicanos. Y sin embargo, esta médico anarquista que quería asesinar discapacitados en nombre de la raza tiene dedicadas en España calles, placas y centros de salud: Si algún anarquista de buena fe nos lee, simplemente le pìdo que reflexione sobre estas cuestiones y vea que ni ellos eran tan buenos ni la Iglesia era tan mala como ellos decían. Una ideología, como la anarquista, que ha defendido una idea tan monstruosa y que a día de hoy no ha abjurado de ella, tiene un mal muy profundo en su interior. Ténganlo muy en cuenta cuando se saque a relucir en el parlamento la legalización de la eutanasia. ¡La eutanasia era esto, amigos! Editado hoy a las 00:21:13 por Hispanorromano. Motivo: (ver el historial de edición) Aviso: Solo el equipo de moderadores puede ver este mensaje
  12. 25 puntos
    Las fiestas populares ya hace tiempo que están muy paganizadas. Por ejemplo, las fiestas en honor a San Fermín han ido perdiendo su esencia religiosa y cada vez más son una verdadera orgía pagana, donde el sexo y el alcohol fluyen con una naturalidad que asustaría a los antiguos paganos. No entiendo cómo las autoridades religiosas no han tomado cartas en el asunto. De otro lado, ese carácter de desenfreno sexual y alcohólico, unido a la presencia masiva de la juventud, hace que estas fiestas resulten proclives a la violencia. Donde hay sexo —o simplemente competición sexual— hay violencia. Donde hay alcohol hay una desinhibición que en algunos individuos hace que afloren la agresividad y los peores instintos tribales. Si todo ello lo aderezamos con la presencia masiva de la juventud —de por sí proclive a la violencia, por simple condición física y por la necesidad de afirmar su personalidad— en espacios muy reducidos, donde abundan los involuntarios pisotones, empujones y codazos para abrirse paso entre la multitud, tenemos un cóctel explosivo. En ese ambiente de competición sexual y desinhibición alcohólica, cualquier pisotón involuntario es susceptible de interpretarse como una agresión y dar lugar a una pelea. La música tampoco acompaña. La música moderna, desde el rock hasta el tecno, se basa en ritmos sincopados que despiertan instintos tribales y generan agresividad en el oyente. Esa agresividad musical puede ser positiva si, en un momento dado, estoy deprimido en casa y necesito algo que me anime. Me pongo una canción de hard rock o de tecno industrial y por momentos me siento mejor. Pero a la larga ese tipo de música no despierta instintos sanos en el individuo y mucho menos en la masa. Las tribus urbanas y la ultraviolencia tipo La naranja mecánica están muy unidas a toda esa música moderna. En suma, con esos precedentes, es lógico que en las fiestas populares se produzcan de forma regular episodios de violencia graves. Desde que empecé a salir por la noche, a principios de los noventa, recuerdo siempre peleas de las que resultaba difícil escapar por muy buena voluntad que le echases. En la zona de los bares copas y discotecas, todos los fines de semana se libraba una guerra que a algunos les dejó simples magulladuras pero que a otros les supuso una estancia en el hospital o la muerte. Esta violencia era especialmente notoria en las fiestas populares, donde las aglomeraciones, el alcohol y la competición sexual alcanzaban su punto más alto. De siempre, recuerdo que en las fiestas de mi ciudad se producían todo tipo de peleas y reyertas que a veces acababan en muertes. No sé desde cuando es así, pero he leído algunas crónicas locales de los años 60 en las que se retrataba una violencia parecida, aunque no tan nihilista. En los últimos tiempos la novedad es que a los episodios de violencia pura se unen los de abusos y violencias sexuales, con frecuencia sodomíticas, que al menos en mi época eran una cosa rara en las fiestas populares. Supongo que algo tendrá que ver que desde la infancia se tenga un acceso ilimitado a la pornografía más escabrosa que se pueda imaginar desde el PC o desde el teléfono móvil. O el hecho de que, gracias al feminismo, se considere a la mujer igual al hombre, con lo que no debería ser objeto de especial respeto o protección, y se considere que es un derecho de la mujer hacer uso de los reclamos sexuales que estime oportunos. En los últimos tiempos los medios publican muchas noticias sobre agresiones en fiestas. Pero, sinceramente, no creo que haya un aumento significativo de la violencia. Incluso diría que, desde hace una década, las zonas de copas son mucho más tranquilas que antaño. La diferencia es que ahora abren los telediarios y copan las redes sociales informaciones que antes no pasaban de la crónica de sucesos en la prensa local. Y me parece que esa sobreexposición mediática no aporta nada positivo. Por el contrario, puede hacer que surjan imitadores, de lo que conozco más de un caso. Ahora bien, el problema de la violencia de la juventud existe y lo venimos arrastrando desde hace tiempo. ¿Cómo solucionarlo? Una parte de la violencia es inherente a la juventud y al ligoteo. Ayudaría frecuentar otro tipo de músicas, moderar el consumo de alcohol, evitar las aglomeraciones y proponer a la juventud otros cauces para encontrar "pareja". Pero veo difícil que se solucione si no vamos a la raíz, que es la paganización de unas fiestas que en origen eran cristianas. Si la sociedad no vuelve a ser católica, seguirán estas violencias o, en el caso de que se reduzcan por la falta de juventud o por la creciente reclusión de ésta en lo "virtual", como de hecho podría estar sucediendo, se trasladarán al ámbito privado, sobre todo al terreno sexual.
  13. 25 puntos
    A veces me sorprendo cuando descubro de qué forma Dios va enderazando los reglones torcidos de los hombres. En referencia a todo este tema del arte moderno y el fraude ético y estético que supone en gran medida pues, en realidad la mayoría de esas obras se hacen relevantes, no tanto por su contenido artístico sino cuánto más por los intereses económicos que hay detrás (y esto daría para un tema propio dada la conexión entre izquierda política y arte moderno), hay que recordar también que el arte siempre ha estado conectado con el mundo religioso, pues trata de una de las más altas expresiones creativas del hombre y por tanto expresión de su cernacía al verbo Creador. Desde la pinturas rupestres del arte conceptual prehistórico, hasta la aún incabada catedral de la Sagrada Familia de Gaudí, el arte ha manifestado siempre la relación del hombre con el Creador, creando él mismo en esa relación una estructura de comunicación divina. Quizás por este motivo, la degeneración del arte moderno viene dada desde entornos ideológicos mayoritiariamente progresistas y ateos, pues si el arte es la forma intelectualmente más elevada que tiene el hombre de manifestar su cernacía a Dios, también es la forma más elevada que tiene para oponerse al Creador y a las tradiciones que han venido salvaguardando su orden a través de los siglos. Y ahora recordemos en este punto que la palabra "satán" significa literalmente "el que se opone", porque exactamente eso es lo que expresa todo ese arte moderno separado de la concepción religiosa que fundamenta al arte, y por tanto creador de una nueva visión conceptual del mundo donde el hombre ya no refleja a su creador -deja de ser imagen y semejanza- y pasa a querer reflejarse a sí mismo, es decir a ocupar su lugar, a imagen de aquel que llaman "Satán". Cuando Miguel Ángel esculpe la Piedad, amén de transmitir una serie de canónes estéticos de su época, también transmite una esencia superior que sirve para mover a reflexión a cualquier observador. Hace arte con mayúsculas, tanto por la perfecta ejecución de la obra como por su capacidad para transmitir significados elevados que mueven al propio perfeccionamiento del ser humano. Decimos que es arte porque es capaz en definitiva de elevar el pensamiento y el corazón del hombre, trascender su animalidad y acercarlo a su Creador. El sufrimiento más profundo del ser humano, la fe inquebrantable de una madre, el sacrificio perfecto de un hijo, la esperanza de una vida nueva, y sobre todo el Amor en su más alta expresión. Todo cabe y emana de esa obra, ejecutada además con la más perfecta fidelidad a la realidad que cabe elaborar sobre una piedra muerta, como si la propia piedra fuera la expresión de la esperanza en la resurrección del propio artista. Sin embargo, el arte moderno, a menudo se muestra como transgresor y destructor de ese orden natural, y sirve así de plataforma de comunicación de todo concepto opuesto a dicho orden. Por tanto, es una herramienta muy útil para todos aquellos que quieren establecer su propia estructura de poder en el mundo o en cualquier forma alejar al ser su humano de su divinidad o fuente de poder, como siempre pretenden las distintas ideologías ateas. Esta obra de Dalí titulada "El rostro de la guerra" representa, al contrario de la Piedad de Miguel Angel, el terror más profundo y ancestral de la soledad humana, la pérdida de la fe puesta en los monstruos de la razón, la destrucción y muerte de la creación, y sobre todo la consecuencia del odio y la indiferencia, como antítesis del amor, en su más alta expresión que es la guerra. La Iglesia se ha valido del arte para "poder reflejar la fe y transmitirla por generaciones" por tanto, el arte es una "herramienta de poder y control social" muy antigua, incluso prohibida durante el tiempo del Antiguo Testamento dada su capacidad de conducir al hombre por caminos equivocados. Con los siglos, muchas obras artísticas sacras, han llegado a producir emociones y condicionantes humanas que ni el mismo autor pensó que podrían ocasionar en los demás, siglos después incluso de haber muerto el artista. Podría decirse que, Dios se vale de nuestras creaciones (o visiones de él) para llegar hasta los lugares y tiempos que escapan de nuestra sencilla imaginación, como muestra por ejemplo una de las más importantes obras de arte sacro realizada por Velazquez: La Coronación de la Virgen, que refleja la más alta aspiración humana de entronización celestial, nada menos que en la figura de la mujer, siglos antes de la aparición del feminismo. Ni el más furibundo feminista podría concebir pretensión semejante, dicho sea de paso. No obstante todo, el arte sigue siendo lo que es, a pesar de que haya artistas que se empeñen hoy en llevar a su público por auténticos despeñaderos conceptuales. Sigue habiendo artístas hoy que, a pesar de que los cánones artísticos de nuestro tiempo no sean los del Renacimiento que expresaba Miguel Ángel, por estar más condicionados por la realidad destructiva del S.XX y la incertidumbre siempre abundante de un mundo liberal sin otro relato común que el darwinismo, sin embargo también como entonces tratan de ejecutar, según los cánones actuales, ese mismo acto creativo que acerca al hombre a Dios y le mueve a la reflexión sobre su cercanía con el creador. A continuación rescato un artículo del pasado año donde se habla de tres artistas contemporáneas que hacen arte religioso, según los cánones actuales: La pregunta entonces sería, ¿Sigue siendo el arte sacro, creación y expresión de lo sagrado? ¿Es precisamente esa la función del arte, conectar al hombre con Dios, es decir, con la perfección del ser? De ser así, cada obra capaz de conectar un alma con el Creador, podría ser considerada arte en su más alta definición. E igualmente, todo aquello que por el contrario busca privar al hombre de su filiación divina, podría considerarse anti-arte o arte destructor, independientemente de la época o situación en la que se produzca.
  14. 20 puntos
    Con respecto a lo que discutíais sobre la deportación los inmigrantes que delinquen, para mí la conclusión es clara: El principio existe y es correcto, sin embargo se aplica de manera demasiado laxa. Lo mismo con la obligación que tienen los parados de asistir a cursos y a coger los trabajos que les den. De hecho, ése es muchas veces mi problema con el actual estado de cosas y con el sistema llamado "Estado del bienestar". Los principios son algunas veces correctos, pero se aplican con demasiada indulgencia y laxitud. Eso provoca problemas sociales varios como la proliferación de delincuentes y caraduras -inmigrantes o autóctonos- que no quieren trabajar y pretenden vivir del esfuerzo de los demás. También provoca un sesgo según el cual parece que se premia la holgazanería y se castiga el trabajo duro. Aparte de eso, el tema de la inmigración tiene sin duda una importante dimensión teológica. Es como si Dios hubiera permitido la inmigración caótica, desordenada y trágica que presenciamos hoy, precisamente para señalar de manera clara a la humanidad que no puede renunciar al deber sagrado de la procreación (y otros). La inmigración ha cambiado el rostro de muchas ciudades europeas y de ésta manera le indica claramente al europeo, occidental, que busque la raíz del problema, diciéndole que está enfermo a través de un síntoma evidentísimo. Según esta interpretación (no sé si válida a la luz de lo que nos enseña la Iglesia) la inmigración no sería un castigo divino, mas al contrario, pues revela un mal que de otro modo quedaría oculto. Es evidente, por tanto, que la respuesta identitaria al problema es completamente errada, pues pretende acabar con una enfermedad atajando un mero síntoma. La respuesta izquierdista es, por su parte, también errada, por inexistente. La mayoría de izquierdistas se hallan en una postura que consiste en una negación infantil de cualquier problema derivado de la inmigración en su forma actual, así como del origen de ésta. Por otro lado, debido a sus esquemas marxistas, asocian de manera simplista "inmigrante" con "oprimido" y, por lo tanto, con "bueno". Por lo que a mí me interesa, me parece que ni la izquierda ni la derecha van en el sentido constructivo y razonable en el que deberían ir: La búsqueda de la asimilación y la convivencia. La izquierda por azuzar los resentimientos (una especie de "lucha de clases" reeditada en "lucha de razas") y la derecha por ahondar severamente en esa propuesta de confrontación. Un lado y otro parecen tender, cada uno a su modo, a la sectorialización y a la confrontación. Sin embargo, reconozco que sí existen ciertas tendencias constructivas entre algunas personas "derechistas": Hace unos días veía una entrevista que hicieron a Marine Le Pen en la televisión francesa en la que afirmaba estar en contra de las clasificaciones étnicas al estilo USAno y defendió la idea de la unión de todos los franceses (independientemente de su origen) bajo los principios de su República, lo cual le aplaudo. El problema es que no me parece coherente con otras actuaciones de su partido ni con las ideas de sus bases y, por lo demás, se queda en un brindis al Sol viendo lo grave que es el problema de la "guetización" en Francia*. *recuerdo una ocasión en la que me encontraba en un tren, que circulaba por las afueras de una gran ciudad francesa, en el que yo era el único blanco (literalmente) dentro de un vagón lleno a rebosar. Y no es una situación en absoluto inusual allí.
  15. 20 puntos
    La Hispanidad como problema y destino Juan Ramón Sepich, Mundo Hispánico, Julio de 1948, pp. 8- 10*. AMÉRICA no es una entidad cultural aislada y sin antecedentes; América es también Europa, toda vez que el concepto de Europa no es de puro valor geográfico o un área espiritual cerrada como hecho pretérito irreversible. Hispanomérica ha entrado en la historia universal, ya desde el descubrimiento, por la puerta grande. Comenzó a sentir la fraternidad de Europa en el inmenso y maternal regazo de aquella España imperial por su corazón y por el entendimiento de la vida histórica. Hispanoamérica hizo sus primeros pasos como provincia de un Imperio que tiene escritas las páginas más profundamente humanas y generosas de la historia entera. La gloria de aquel postrer esfuerzo heroico para salvar la sustancia de la cristiandad imperial, también es nuestra por herencia y por título de nacimiento. Y esto es lo que no tanto nos enorgullece, ya que no es obra nuestra, cuando nos acicatea la conciencia para que respondamos, en nuestra hora, a la dignidad de nuestro linaje. Nuestra Hispanidad se nos transforma en problema y en conciencia de un destino histórico que pesa sobre nosotros como mandato de nuestros muertos que esperan revivir de nuestro esfuerzo. El filósofo analiza la masa de hechos culturales que es Europa, a la manera como analiza también un concepto. Lo puede hacer porque sus categorías y sus valores son suficientemente universales para abarcar tales contenidos. También una circunstancia, accidental como ésa, nos empuja a poner mano a este otro problema de nuestra Hispanidad. Fuerzas oscuras subrepticiamente nos han ido infiltrando un falso pudor y casi vergüenza de nuestro origen. En muchos años de historia falsificada, se logró enlodar la memoria de España y manchar nuestras almas con una leyenda criminal y cobarde, agazapada en el anónimo e hipócritamente disimulada en la actitud de la defensa del hombre de nuestra tierra. Con ello se lograba producirnos cierto sonrojo de nuestro origen hispánico, en cuanto pueblo, y mirar con envidia a los hijos de otros pueblos que escribieron con oro y sangre inocente su historial para las generaciones futuras. Se logró así frenar el empuje de nuestros pueblos y radiar de la memoria de los mismos las gestas, los principios y las hazañas que configuraron su mundo, del cual hoy se siente una nostalgia inmensa en el ahogo de la mefítica atmósfera espiritual que se nos obliga a respirar en el mundo. Ya no es posible continuar ese estado de conciencia. Hemos de saber si nuestro pasado remoto es una honra o una deshonra. Queremos poder tener la tranquilidad de nombrarnos como hijos de tal hogar. Pues sabemos que .el honor, tan lejos hoy de ser una consoladora vigencia, es el indeleble sello que sobre el alma de los pueblos hispanoamericanos ha impreso España como primer bautismo natural para incorporarnos a la vida civilizada. Esta es la razón por la que, para nosotros, la Hispanidad se nos convierte en un problema que se ha de examinar. Es menester que en la conciencia de nuestra Hispanidad se deposite el sentido de nuestro hispano origen. Pero, ¿qué es la Hispanidad? No es España ni el españolismo. El artista que crea su obra le transfiere lo mejor de su alma, le da lo que de ella es conferible. Y un padre comparte con su hijo su carne y su temperamento, mas no puede infundirle su propia alma. Así España ha puesto su alma, lo que de ella era transfundible; nos ha configurado según su corazón y su mente. Hispanoamérica es su obra; única que en la historia pueda ostentar pueblo alguno. Una pléyade de naciones que amplían el alma de Europa con su espíritu y con su propia enjundia. La Hispanidad somos, pues, los pueblos de Hispanoamérica; cuya gloria es de España, así como la de España es nuestra, porque fuimos y somos de una misma estirpe y de un mismo espíritu. La Hispanidad es tomada en su sentido objetivo, como una realidad que vive aquí y ahora, en este momento crucial y fundacional de la historia. No somos aún la realidad madura que puede dar su tono al momento en que actúa. En el fondo de nuestro ser viven unas raíces capaces de germinar una obra fundacional que sirva para reencontrarnos con aquella línea europea, imperial y cristiana, de la cual fue España su última y gloriosa abanderada. He ahí por qué nuestra Hispanidad se nos configura como un destino histórico y como una empresa que no puede preterirse o como un deber que no hay derecho a eludir. Nuestra Hispanidad, objetivamente, comprende primordialmente: 1. los millones de aquel hombre que al decir de Darío, «aún cree en Jesucristo y reza en español». 2. A ello se suma nuestra tierra, regada por sangre y lágrimas que hicieron fértiles sus días y años; 3. nuestras riquezas materiales, que sirven de soporte a la vida digna y familiar; 4. nuestras instituciones, legadas por la prudencia secular de un sentido paternal del gobierno y de la vida; 5. nuestra lengua, vehículo espiritual de la manera de ser que nos configura; 6. nuestra fe religiosa, que nos une como hermanos en el amor, y la actitud generosa de una mutua servidumbre libre y espontánea; nuestra historia común, que actúa como un mandato para prescribir nuestro futuro comportamiento. 7. Por último, nuestro propio estilo de vida, de pensamiento y de amor, que nos perfila a la manera caballeresca de nuestros antepasados. Todo eso es nuestra Hispanidad. Todo eso es honorable; todo eso no se puede perder; todo eso merece el respeto de quienes no lo poseen. A quienes, desde lejos o desde cerca, desde fuera o desde dentro, nos miran con un cierto menosprecio, nosotros tenemos que decirles: habéis destruido vuestro mundo y el nuestro; dejadnos en paz, construidnos otro según nuestro ser. Porque el día en que nuestra densidad de conciencia de Hispanidad llegue a donde debe y el número de nuestros pueblos sumen los cientos de millones que su casta fecundidad anuncia, entrará la Hispanidad en la historia por donde entran los vencedores que han abatido primero las murallas que pretendían atajarles el paso. Esa es nuestra empresa y la afirmación de una primogenitura espiritual a que no hemos renunciado jamás. Yo sé que se nos recuerda, con más ahínco del debido, que nuestro indio, nuestro mestizo y nuestro criollo no pueden ser arquitectos de una nueva edad. A ello solamente responderé: si queréis las acciones maduras y fuertes de un hombre, dejad crecer al niño. No corrompáis su cuerpo ni su alma: a su tiempo hará las acciones del hombre. El abandono de nuestro indio —y Argentina es quien menos siente ese vital problema— y su aplastamiento no es obra de nuestra Hispanidad ni de España. Es obra de todas las fuerzas que nos han querido sonrojar recordándonos que la inserción de nuestro indio en la cepa española es una mezcla. El mestizo y el criollo son un renuevo. Es menester cuidarlo, criarlo, educarlo y hacerlo. Los hombres que así nos reprochan fueron también de la selva, y el imperio cristiano los hizo dignos. Dejadnos cultivar nuestro hombre; dejadnos cuidar nuestro elemento poético, con el elemento racional, de una Europa que nos ha sido infundida en la sangre por España y con la sangre de España. Y entonces daremos la respuesta al problema y destino de nuestra Hispanidad. ___________ * Nota: la numeración y las negritas son nuestras. Marcan una definición de la idea de Hispanidad que complementa a las de Vizcarra y Maeztu y que creemos que merece tenerse en cuenta.
  16. 20 puntos
    Como ya os habréis dado cuenta, llevo algún tiempo callado con este tema pues cada vez se presta más a la controversia y la división de partes allá donde se discute. Lo he visto en este y otros foros, y lo he vivido también en la vida real fuera de las redes, asistiendo a discusiones bastante agrías a causa de la guerra contra el Papa. El nivel de intoxicación es enorme y a mi no me quedan dudas de que estamos ante el penúltimo gran ataque de destrucción de la Iglesia Católica, y lo que es peor, del ser católico, con el agravante de que además, en esta ocasión, los mayores esfuerzos vienen desde dentro, causando más bajas si cabe el fuego amigo que el enemigo. Muchos parece que han olvidado la historia de la Iglesia, yo no sé si inocentemente o por algún motivo oculto pero por ejemplo, en todo este tema del Sínodo de la Amazonía encuentro una hipocresía muy grande, tanto entre quienes lo utilizan para ideologizar el magisterio de la Iglesia como entre quienes lo denuncian por alterar supuestamente la tradición de la misma. Se está diciendo, entre muchas otras cosas, que se pretende cambiar el culto sagrado a Jesucristo por el culto pagano a madre tierra; que se están venerando símbolos paganos; o que se está defendiendo herejías, por el hecho por ejemplo de poner en cuestión el celibato sacerdotal, pero veamos. Para empezar, la "Madre tierra", lejos de ser una concepción pagana del indigenismo, es tradicionalmente una expresión original de la propia Iglesia desde el S. XIII, que aparece por primera vez en la obra del propio San Francisco de Asís, en su conocidísimo "Cántico del Hermano Sol" o "Alabanzas de las creaturas": "Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra, la cual nos sustenta y gobierna, y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba." Posteriormente la liturgia castellana adaptó los versos de San Francisco para integrarlos en los textos litúrgicos donde hasta hoy permanecen y se celebran, pese al "escándalo" de quienes hoy se hacen pasar por tradicionalistas aunque ignoren el tesoro de nuestra tradición: "Y por la hermana tierra, que es toda bendición, la hermana madre tierra, que da en toda ocasión las hierbas y los frutos y flores de color, y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor! " Es decir, cuando la Iglesia o el Papa Francisco hablan de la Madre Tierra, en realidad se está tratando de proclamar la misma alabanza a Dios que en su día hizo San Francisco, en ese mismo Espíritu de Gracia que caracterizó al Poverello de Asís. La encíclica "Laudato Si" del papa recoge su mismo título de aquellos versos, que no por casualidad son los más antiguos que se conocen de la lengua italiana: "Laudato si’, mi’ Signore, per sora nostra matre terra, la quale ne sustenta et governa, et produce diversi fructi con coloriti flori et herba." Nada más lejos pues, de las intenciones de Francisco, que paganizar el Magisterio o contaminar la Tradición. Al contrario, lo que se pretende es santificar lo pagano para hacer de la vida algo sagrado, como siempre ha ocurrido en la historia de la Iglesia y es también su misión. Al respecto de la adopción de elementos paganos por parte de la Iglesia, bastaría con citar también un párrafo del recientemente elevado a los altares Cardenal Newman, que a finales del S. XIX, en su "Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana", dejó escrito lo siguiente: “El uso de templos y de los dedicados a santos particulares, y a veces decorados con ramas de árboles, incienso, lámparas y velas; las ofrendas ex voto en caso de curación de enfermedades; el agua bendita, el asilo; las fiestas y los tiempos litúrgicos, el uso de calendarios, las procesiones, las bendiciones en los campos, los ornamentos sacerdotales, la tonsura, el anillo utilizado en el matrimonio, el dirigirse hacia el oriente, y en una fecha posterior también las imágenes, tal vez incluso el canto eclesiástico y el Kyrie Eleison: todos son de origen pagano, y han sido santificados por su adopción en la Iglesia”. La iglesia, en comunión con aquella oración que nos enseñó el propio Jesucristo: "Padre nuestro..., santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino..." siempre ha tratado de santificar a Dios sacralizando la Creación, es decir, convirtiendo lo pagano en sagrado y volviendo así el corazón del hombre hacia el Corazón de Dios. Mienten pues y desde luego pecan de hipocresía, y quizás me atrevo a decir que incluso también de gnosticismo ya que parecen adorar una pureza espiritual despreciativa de la materia, quienes hoy pretenden desechar todo elemento pagano del diálogo que la Iglesia mantiene con todos esos pueblos indígenas del Amazonas, pues la propia historia de la Iglesia se ha construido mediante la santificación de aquellos símbolos y conceptos paganos de la antigüedad, que imperfectamente acercaban al hombre a Dios hasta convertir su alma. Lo que han hecho esos tarados iconoclastas que han tirado las estatuillas indígenas al Tiber, no está muy lejos de lo que decían en su día algunos europeos que no querían ver en los indianos de América, seres humanos dotados de alma. Ignoro si incluso no habrá cierta dosis de racismo inconfeso en sus motivaciones, porque en definitiva se trata de un desprecio del otro y sus cosas por considerarlo inferior, lo cual no es otra cosa que un desprecio de la Creación y de los medios que Dios ha dispuesto para acercar todas esas almas a su santidad. Que unos indígenas acudan a Roma y adoren allí una estatuilla de su Pachamama, no debería escandalizar a nadie. Lo que si debería escandalizar es que unos católicos desprecien a esa gente y tiren al río sus estatuillas porque se consideren más puros y mejores que otros católicos que tratan en cambio de santificarlas para con ello llevar hasta Dios y convertir las almas de esos mismos indígenas. En algunos debates he visto los enconados desprecios que se hacían de los indígenas y sus estatuillas, y la ingenua defensa que se ha hecho de ello tratando de hacer pasar por la Virgen a la Pachamama. Seamos sinceros, muchos de esos indígenas adoran a la Pachamama y esas estatuillas son la forma en que la representan, lo cual no debería ser venerado por la Iglesia, pero ¿Acaso la infinidad de advocaciones marianas que hoy existen en el mundo, no fueron originalmente cultos iniciáticos a la diosa madre (Isis, Isthar, Astarté, Afrodita, Venus, Maya, Gea, Rea, Cibeles, Artemisa, Hera, Minerva, Mari, Freyja, Coatlicue o Chimalma, solo por citar algunas que en la antigüedad recibieron culto igual que lo recibe hoy la Pachamama), y que fue la Iglesia la que convirtió, que no destruyó, todos esos cultos paganos al culto de hiperdulia a la Santísima Madre de Dios, para mediante ella conocer a Cristo? ¿Desde cuando ha sido misión de la Iglesia señalar y maldecir, y no enseñar y bendecir; destruir en lugar de construir; condenar en lugar de salvar? ¿Quién se equivoca, el indígena que trata de conocer y venerar a Dios desde su humilde e imperfecto entendimiento pagano de la vida o el ultracatólico perfecto que condena al indígena y al Papa a los infiernos por haber tratado de santificar una imagen en origen pagana? Más preguntas a los críticos ¿Desde cuando la Iglesia considera un dogma el celibato sacerdotal? ¿Dónde está la herejía pues? No es lo mismo castidad que celibato pues lo primero es ordenar el don de la sexualidad a la santificación de la vida, y lo segundo prescindir de ella para atender mejor dicha santificación en la vida de los demás, es decir, un sacrificio de lo propio en beneficio de lo común pero, si en aquella región fuese hoy necesario establecer la figura de los Viri Probati para asegurar la permanencia de Cristo en aquellas gentes y el desarrollo de la Iglesia en sus comunidades, como en su día ocurrió en los orígenes de la cristiandad ¿No sería eso preferible a que desapareciese todo? ¿Cuáles son realmente los intereses que hay detrás de impedir el desarrollo de la Iglesia en todas esas tierras vírgenes? ¿Alguna cuestión geopolítica? ¿Cuáles son los intereses que se esconden tras toda esa gente que pretende desacralizar la creación e impedir la evangelización del ecologismo o el indigenismo, para convertirlos de ideologías paganas que son, en ideales de santidad, tal cual obró la Iglesia y España en los siglos de la conquista? ¿Quién es el que emporca la historia de la Conquista española, el Papa por pedir perdón por los abusos cometidos en nombre de la Iglesia o aquellos que quieren impedir hoy que la Iglesia vuelva a civilizar y hacer santo lo que los hombres hemos pervertido a causa del pecado? No sé cuando se publicarán los resultados de este sínodo. El borrador del documento final se presentó el día 21 y tienen cinco días para reflexionarlo y debatirlo. Imagino que en acabar sabremos algo pero desde luego, lo que sí sé es que el sínodo está dejando claras las intenciones de mucha gente que usa de la Iglesia para hacer de este un mundo sin Dios a beneficio propio. Y lo mismo me atrevería a decir de todos esos que aquí en España utilizan ahora la polémica con Franco para difamar a la Iglesia y hacer del Caudillo un ídolo más importante casi que Dios. Es más, pienso que son unos hipócritas que ni siquiera veneran la figura y el ideal del propio Caudillo, a quién personalmente, con todas sus faltas y aciertos, tengo por un buen católico al que no se le ocurriría hacer lo que estos hacen en su nombre contra la propia Iglesia que él defendió con su alzamiento. Vivimos un tiempo de hipocresía en grandes letras mayúsculas.
  17. 15 puntos
    Me ha gustado la crítica de La conjura de los necios de Mundo Republiqueto, pues tengo una visión similar de la novela. Recomiendo su lectura encarecidamente, aunque sólo sea por su humor excepcional... John K. Toole, el autor del libro, no es un escritor católico (si habría evolucionado en este sentido de haber vivido más años, sólo Dios lo sabe), pues de hecho era probablemente no católico en lo personal. No creo que, en este sentido, sea comparable a Chesterton (aunque no he leído nada de este último, y por tanto, me abstengo de afirmarlo categóricamente). A este autor lo califico políticamente más bien de tendencia de izquierda moderada, pero con una indudable fascinación hacia el catolicismo -pues Ignatius J. Reilly, el personaje protagonista, a pesar de poseer muchos de los rasgos del antihéroe, es sin duda caracterizado como un genio "católico" incomprendido en su época y existe una intención clara de hacerlo simpático para el lector- probablemente debido a su tradición familiar. También desliza críticas a izquierda y derecha, algunas de ellas muy puntiagudas y afinadas. En particular, sorprende el retrato que hace, a través de un personaje femenino, de toda la fauna "progre" de extrema izquierda que empezaba a germinar (en los años 60) en las universidades de EEUU. Contrasta su finura e inteligencia con la brocha gorda que acostumbra a utilizarse hoy en día. Para entendernos, y dejando de lado matices, mi opinión sobre John K Toole no dista mucho de mi opinión sobre George Orwell: Ninguno de los dos es propiamente "de los míos", pero su enorme inteligencia y lucidez hace que aprenda y disfrute mucho leyéndoles.
  18. 11 puntos
    Antes de que se me olvide, traslado al foro un párrafo de Menéndez Pelayo que encontré hace unas semanas por casualidad. En este fragmento el insigne santanderino critica la excesiva influencia francesa —además, de autores no muy ortodoxos— sobre el tradicionalismo español que entonces emprendía la lucha contra las innovaciones liberales. El tema no es la primera vez que lo oigo. Hace poco leí un un libro de un carlista de raza, Jesús Evaristo Casariego, donde se venía a decir algo parecido. Esa influencia de Francia en el tradicionalismo español siempre me parecido palpable. Algunos de estos tradicionalistas franceses fueron masones —quizá sinceramente arrepentidos, pero ello no impide que quede algún poso— y algunas de sus doctrinas fueron condenadas por la Iglesia. Intentaré aportar más textos sobre este asunto en un futuro. El tema me parece de gran interés y creo que no se ha estudiado lo suficiente. No se trata de fustigar a los tradicionalistas ni a los carlistas, pues de hecho algunos de ellos consideran negativa esa excesiva influencia de Francia. Cualquier aportación es bienvenida. He aquí el texto de Menéndez Pelayo: _____________________________ Como lo prometido es deuda, transcribo un texto del carlista Jesús Evaristo Casariego que versa sobre el mismo asunto. En un capítulo dedicado a Donoso Cortés del libro La verdad del tradicionalismo, J. E. Casariego alaba a aquel escritor pero nos pone en guardia sobre algunas de sus doctrinas: La verdad es que el texto sigue y sigue sobre el mismo tema pero no quiero transcribirlo todo. Critica también la retórica algo afrancesada de Donoso. Abunda en la idea de que el verdadero tradicionalismo no pretende recuperar todo lo anterior ni rechazar todo lo nuevo. Y se apoya en cartas de reyes carlistas que admiten que no todo era de color rosa en el Antiguo Régimen y que no es malo todo lo nuevo: Una foto de Jesús Evaristo Casariego que figura el en el mismo libro: Dos libros he leído de este hombre y los dos me han parecido de gran provecho. Me parece un pensador digno, honrado y españolísimo. Intuyo la razón por la que no es muy citado por los carlistas en la actualidad. J. E. Casariego se muestra muy comprensivo con el falangismo y aboga por una colaboración. Se muestra también comprensivo con algunos fenómenos en Hispanoamérica, como el peronismo, que levantan ronchas en los sectores conservadores e integristas. Muy antiyanqui y claramente antirracista, a pesar de su abierta simpatía por el fascismo. Casa mal con el espíritu de los tiempos. No quiero imaginar lo que pensaría si viese el actual espectáculo de seudocarlistas y seudocatólicos que llaman “comunista” y “peronista” al Papa al tiempo que reverencian a un presidente yanqui chiflado que odia a los hispanos; que beben los vientos por un chekista ruso y te hablan de un plan maestro para acabar con la raza blanca mediante el mestizaje, generalmente con gran profusión de palabras en inglés. Por cierto, en su día transcribí en el foro otro inspirador texto de J. E. Casariego pero de otro libro: España y los visigodos. La interpretación de J. E. Casariego - Memoria de las Españas - Corazón Español
  19. 10 puntos
    ESPAÑA Y EL RACISMO Quizá sea España el único pueblo que tiene como fiesta nacional la Fiesta de la raza. Se celebra —como es sabido— el 12 de octubre, conjuntamente en España y en América española, en recuerdo del descubrimiento, ese día, del Nuevo Mundo. ¿Y queriéndose aludir con esa fiesta a qué? ¿A la expansión de la Raza española por un nuevo continente? ¿A una afirmación rotunda de la raza española como raza única y aparte de las otras razas? No. Si España es el único pueblo que tiene una Fiesta de la Raza —solemne y nacional— también es el único pueblo España que no tiene sobre «la raza» prejuicio alguno. Es el único pueblo «que no entiende ni quiere entender de razas». Esa Fiesta del 12 de octubre quiere significar lo contrario de su título. Quiere significar que «España se fundió con todas las razas de America». Como se había fundido y se fundiría con razas africanas, asiáticas y europeas. Para España —una paradoja más de España— la «Fiesta de la Raza» significa la «Fiesta de la no raza en el mundo». ¿Entonces por qué se utilizó la palabra «raza» para designar a esa fiesta? Pues por un simple motivo circunstancial. Esa fiesta se instituyó en España en aquellas épocas finiseculares en que las teorías racistas de los Chamberlain, y aquellas de la supremacía de los anglo-sajones estaban en su auge. En que era una moda hablar de las razas, su diferenciación y sus superioridades. Y a ello se debió que los institutores de esa fiesta utilizasen ese equívoco término de «raza». Equivoco especialmente para el genio español. ¿Cuál era y es el genio español? Justamente: el antirracista. El considerar la distinción de las razas como un pecado. Un genio esencialmente Cristiano. Un genio «fraternizante». El español genuino jamás tuvo reparos en unirse a mujeres de color y en procrear hijos mestizos. ¿Se expli­caría de otro modo el que hoy hablen español cerca de cien millones de almas? ¿Se explicaría si no el que la América española sea hoy un continente civilizado y autónomo? Para España el problema judío no fue ni es ni será nunca un problema de raza. Sino un problema de fe. Es cierto que en la Alta Edad Media española y en el Renacimiento, cuando ya la unidad política de la nación se acercaba a su triunfo (1492) se hizo una teórica clasificación de san­gres, de «limpieza de sangre». Y se distinguieron los cristia­nos viejos —o verdaderos cristianos— de los cristianos nue­vos, o conversos. Es cierto que la Inquisición se basó a veces para sus pesquisas en ciertos caracteres somáticos. Pero no pasó de la forma de las narices. Como lo testimonian escri­tores coetáneos. Así Lope en su comedia «Lealtad en el agravio» decía: « No hay en toda la Corte qué encubra cierto defecto. ¿Cuál es? Las narices grandes ». Y Quevedo en «el Buscón»: «Hay muy grande cosecha de esta gente y de la que tiene sobradas narices y solo les faltan para oler tocino». Y el mismo Quevedo atacando a Góngora le maliciaba de ser judío por esa razón de las narices: «En lo sucio que has cantado y en lo largo de narices demas de que tu lo dices que no eres limpio has mostrado ». Pero la Inquisición española no iba mucho más allá de las narices, de ese rasgo elemental, por lo demás muy común en la raza morena y algo semítica de los más rancios cristianos españoles. El español no tenía ni tiene esa sensibilidad racista de los nórdicos. Yo recuerdo el caso de un amigo mío holandés. Una vez, yendo conmigo, se nos acercó un estudiante negro conocido, y se acercó sin que el holandés lo advirtiera, poniéndole una mano en la espalda. Y con el mayor asombro mío observé que el holandés se estremecía involuntariamente como si una descarga misteriosa le corriera por las venas. Ese estremecimiento era señal de raza pura, me explicó luego un amigo etnólogo de gran prestigio. * * * Los españoles no nos estremecemos más que por lo contrario. Cuando vemos a un inglés, a un irlandés, o a un alemán rehuir el contacto del hombre de color. Yo, por ejemplo, tengo en mi familia, parientes nacidos en Cuba, en la India, en Filipinas, en Italia. ¿Cómo voy a hacer cuestiones de razas, en mi familia? Pues mi caso es el corriente de todos los más castizos españoles, que descienden de los emigrantes, aventureros, conquistadores de América, Asia y África. Mi caso es el típico del «cristiano español». Por eso tuvimos los españoles «capacidad universal de expansión». Y si el Fascismo en el porvenir será todavía más universal y católico que en la actualidad, será porque España lo tomará en sus manos, lo interpretará con su genialidad cristianamente humana, y zanjará con su corazón —como con una espada celeste— los nudos gordianos de «la raza aria» y de «la raza latina». * * * Nosotros comprendemos que un alemán sueñe y crea firmemente en eso de lo ario. Conocemos la profundidad y antigüedad de ese mito germánico. Remonta nada menos que a los orígenes indo-germanos de las primeras inmigraciones europeas. Sabemos que ya desde aquella remota época la palabra arya significaba «señor» (o sea la gente alta y rubia) y «dasya» (moreno) significaba «esclavo». Esa idea primigenia y fundamental persistiría a través de la historia: desde Lutero hasta Hitler. Nosotros lo sabernos y comprendemos. Pero no lo compartimos. Porque compartirlo seria dejar de ser «cristianos», «católicos», «universalistas». Por tanto: españoles. * * * No solo son los arios el único pueblo racista. Hay otro pueblo, tan importante como ese, que cree en la raza y hace de la raza una razón de ser, de existencia y perduración: el pueblo judío. Es otro pueblo, el judío, pagano, bárbaro, somaticista, con culto del «jus sanguinis». Por eso judíos y hitlerianos tienen tan feroces rencores unos de otros. Para un español el protestante alemán o el judío talmúdico se convierten en hermanos desde el momento que abju­ran sinceramente de sus herejías, de sus Credos heréticos. Solo así se explica que altos inquisidores, y dignatarios fa­mosos de la Iglesia española, y gran parte de la Nobleza his­pánica, procedan de conversos judíos. No hubo católicos más fervientes, por ejemplo, que aquellos Alonso de Espina o Gerónimo de Santa Fe, judíos conversos que persiguieron a sus hermanos de raza con más celo que Torquemada, de quien también se duda de su pureza de sangre. * * * Nosotros hace mucho tiempo que lanzamos la profecía de que el triunfo final del Fascismo solo llegará el día que lo recoja genialmente España. Nosotros previmos la lucha inevitable, ineluctable, de los derechos de la «raza latina» (Roma) con los de la «raza aria» (Berlín). Si no surge una cruzada contra el comunismo ruso —como otrora, contra los sarracenos, y todas las diferencias se diluyen frente al común y terrible enemigo— no habrá más salvación para el Fascismo en el futuro que el genio crismático de España, como en el Renacimiento salvó el Catolicismo bajo la espada del Cesar germánico Carlos V al servicio del Dios de Roma. España, puede ser otra vez en la Historia, la solución generosa al conflicto de razas que se avecina en el seno mismo de la doctrina fascista. E. Giménez Caballero Antieuropa. Rasegna dell'espansione fascista nel mondo, Numero dedicato al razzismo, pp. 367-370. ————————————————————————————————— Comentario de Hispanorromano He querido compartir con vosotros este artículo, inédito en España, que publicó Ernesto Giménez Caballero en la revista fascista italiana «Antieuropa», dirigida por el jerarca Asvero Gravelli. Quedaba sólo un ejemplar a la venta en las librerías de viejo italianas y a precio de oro, por la ley de la oferta y la demanda. Pero he pensado que merecía la pena hacerse con esta revista y con el artículo de Giménez Caballero, ya que describe a la perfección lo que pensaba la Falange fundacional sobre el racismo y sobre la misión histórica de España, que coincide en líneas generales con lo que pensaba el tradicionalismo carlista y la derecha católica, es decir, las fuerzas contrarrevolucionarias y profundamente españolas. Este testimonio tiene gran valor porque quien afirma esto es un falangista (al que algunos, en su miopía, le adjudicarían un pensamiento cercano al nazismo en esta cuestión), y además lo hace en una importante revista italiana de doctrina fascista, donde los participantes italianos van en una línea parecida a la del escritor español. Sobre el director de esta revista italiana, Asvero Gravelli, y sobre los planes que tenía, dejo una breve reseña, extraída de un artículo de E. Milá, que puede servir de introducción: Ahora que algunos cuestionan estas ideas universalistas incluso en ambientes católicos; ahora que muchos desprecian la Hispanidad por albergar diversas razas en su seno; ahora que se ha extendido la delirante idea de que el antirracismo es un pérfido invento de Soros, de la Escuela de Frankfurt, de Trotski, de los comunistas, de los judíos, de los masones o de vaya usted a saber quién, considero interesante traer este testimonio histórico, inédito en España. Que, por otra parte, no hace sino expresar la doctrina católica tradicional sobre este particular, que asumió España en sus empresas históricas.
  20. 10 puntos
    Como ya he comentado en alguna ocasión anterior, aunque no me canso de insistir, para mí la verdadera "Gran Conspiración", se basa en difundir ideas, datos, teorías y conceptos que llevan a desconfiar de todo y de todos hasta dinamitar así la cohesión social. Es la estrategia revolucionaria que posiblemente más frutos esté cosechando pues no se limita solo a reafirmar y propagar las ideas del revolucionario, sino que permea todos los ámbitos sociales y niveles intelectuales, destruyendo así toda clase de vínculos sociales y humanos. Hasta qué punto afectan la difusión de estas teorías el entendimiento personal de las cosas y las relaciones sociales, podemos intuirlo fácilmente si cogemos un diccionario de sinónimos, y nos encontramos con que, para el término "Confianza", que es el más afectado por la actividad conspiranóica, aparecen como homólogas las palabras: seguridad, esperanza, fe, credulidad, decisión, determinación, certidumbre, tranquilidad, creencia, presunción, aliento, ánimo, vigor, empuje, amistad, familiaridad, intimidad, llaneza, franqueza, naturalidad, valimiento, cordialidad. En resumen, podría decirse que son los pilares de la vida misma los que se ven atacados por las teorías de la conspiración. Por eso insisto tanto en afirmar que, independientemente de la veracidad o no que pueda haber en cada teoría conspirativa, sí existe de fondo una "Gran Conspiración", sumamente peligrosa y destructiva, que sin embargo pasa desapercibida porque se da de una forma distinta a cómo nos las presenta habitualmente el mundillo de los conspiranóicos. Creo que es importante entender que, el conspiranóico es habitualmente parte, voluntaria o involuntaria, de la peor conspiración: aquella que permanece oculta. Es un poco como el efecto de la guerra nuclear pero aplicado a un nivel psicológico. Cuando se dispara una bomba atómica, la explosión puede tener un gran efecto destructivo, pero la verdadera y mayor destrucción se produce después por los efectos de la radiación invisible, que destruyen la continuidad de la vida. En este caso la bomba atómica vendría a ser semejante a la difusión de una tesis conspirativa, y la radiación igual a la desconfianza que genera dicha difusión, que se instala y permanece invisible en el ser personal y colectivo para ir minándolo y destruyéndolo poco a poco. Destruye la memoria de los acontecimientos al poner en cuestión lo que creemos saber; destruye el entendimiento de las cosas al no tener una base clara de los hechos ni de en quién confiar; y finalmente destruye la voluntad de las personas que acaban hastiadas de vivir en un mundo de mentiras. Es decir, la “Gran Conspiración" destruye las potencias del alma -memoria, entendimiento y voluntad- y con ello la vida de las personas y la sociedad. Y digo que se trata de una conspiración y no de un simple comportamiento humano porque en efecto soy creyente, y tal como creo que realmente existe Dios, verdad y vida, también creo que existe el diablo, a quién desde siempre hemos conocido como el padre de la mentira.
  21. 10 puntos
    Recomiendo aplicarle la óptica pragmática a la idea de "estudiar el secreto de las instituciones prósperas y desentrañar sus principios". Es perfectamente posible abandonar el derrotismo y aprender de los principios que otros emplearon con éxito. En realidad, la ruptura definitiva de España con América no se dio con las independencias sino con el corte del flujo de las últimas cadenas de comerciantes españoles en aquellas tierras. Si bien aquella constituyó el punto que marcó el que como nación política apartásemos nuestros ojos a otro lado, sobre el terreno esto no terminó por consumarse hasta más o menos los años sesenta del pasado siglo, en que aún todavía se mantenían algunos flujos. Recomiendo leer este artículo una y otra vez porque creo que uno de los grandes errores de España ha sido abandonar este frente, quizás porque nuestros dirigentes proceden del extracto aludido por el autor en el artículo, de esa clase española "más culta pero menos educada". Atención a esto, porque uno de los grandes problemas velados de la despoblación rural en nuestro país es que ha hecho desaparecer de un plumazo ese semillero de "gente inculta pero educada", que es probablemente la mayor carencia que tendremos al abordar la misión de recuperar España. Los cultos siguen careciendo de buena educación, y los hijos de los que eran solo educados ahora son más cultos pero fueron rebajándole grados a la educación de sus mayores, pasando a engrosar la masa de cultos, con cierta educación pero sin pedigrí. que es el perfil mayoritario de los modernos emigrantes españoles en Europa, los jóvenes a los que Felipe González entusiasmó con el ideal europeo mientras él hacía sus Américas particulares, muy dudosas ellas. Me atrevo a sentenciar que el único gran éxito empresarial español de nuestros tiempos, no surgido de la acumulación estatal del monopolio del régiment anterior y posterior privatización al gusto de la élite de pedigrí, -me refiero al éxito de Inditex- procede de un entorno de aquella mentalidad. Es falso que España carezca de tradición empresarial y comercial. Bueno, para no hacer muy duro el tostón paso a poner el texto... una vez más:
  22. 10 puntos
    Estas definiciones y afirmaciones acerca de la santidad, son palabras del Papa emérito Benedicto XVI, o mejor dicho, son palabras de la Iglesia en boca de uno de los sucesores de los apóstoles. Hoy es el día en que la Iglesia católica celebra la festividad de Todos los Santos que, a la postre, sigue siendo una de las pocas que aún se celebran también en el ámbito civil. Celebrar el día de los Santos, y también el de difuntos, es una tradición de nuestra patria que rememora el nombre de todos aquellos hombres buenos que alcanzaron la santidad, es decir, aquellos que se distinguieron por hacer visible en sus vidas el testimonio, la presencia y el amor de Dios entre los hombres. Y celebramos también el día de difuntos en memoria de todos aquellos antepasados nuestros que, como mejor supieron, nos legaron la vida y la patria que hoy disfrutamos. Son días de agradecimiento y favor. De sentimientos encontrados y deseos de recuperar el amor. Esa es la verdadera naturaleza de las fiestas que celebramos estos días, la primera como agradecimiento y forma de recordarnos aquel alto ideal de santidad al que estamos llamados a alcanzar. Y el segundo en memoria y favor de las almas de nuestros difuntos, con los que aún aspiramos a reencontrarnos en la eternidad del más allá. Se trata de un verdadero culto a la vida, a través también de la muerte. De recordar y celebrar que la vida vence a la muerte y se recrea en la memoria y encarnación de todo aquello que es bueno, bello y verdadero en el corazón humano. Se trata del alma humana al fin traspasando viva el umbral de la muerte, es decir, de celebrar su trascendencia divina. Sin embargo y desde hace algunos años, sobre todo a partir de la década liberal de los 90 (en España), se ha ido imponiendo la moda de celebrar a los monstruos, las brujas y los demonios, con la aquiescencia y el beneplácito de muchas de nuestras instituciones públicas, especialmente en los centros educativos y áreas culturales de municipios y gobiernos, que no dudan en promover y subvencionar todo tipo de festejos relacionados con una cultura de la muerte que ni siquiera es nuestra, por mucho que se pretenda excavar en el origen etimológico de la palabra Halloween. Halloween representa el olvido de la santidad; la preferencia de la muerte sobre la vida; el desprecio de lo bueno y hermoso de nuestra memoria en beneficio del negocio y la pérdida de la identidad individual y nacional. Celebrar Halloween es olvidarse del verdadero sentido de estos días, de la memoria viva de quienes nos precedieron. De preferir lo diabólico a lo sagrado. De transformar el nombre sagrado de nuestros padres y seres queridos en un ridículo baile de máscaras cuyo único objetivo final es hacernos olvidar la santidad y el sentido trascendente de la vida. Santidad, ese estado que significa la bondad, la hermosura, la dicha y la felicidad de Dios en el corazón humano, y que no en vano la Iglesia lo rememora celebrando la lectura del sermón de las bienaventuranzas, que es sobre todo un programa de vida hecho para alcanzar la auténtica felicidad y la verdadera libertad del hombre. Todos estamos llamados a ser santos, eternamente felices, desposeídos por completo de la magia, la oscuridad, el terror y la superstición ignorante de los viejos cultos paganos. Y para eso Dios nos regaló con su sacrificio eterno el Don de la Fe, que es el regalo más hermoso y sagrado que cualquier creatura pude aspirar a poseer, y que los católicos recibimos cuando nos bautizan. Un Don que ha llegado también hasta nosotros por el esfuerzo, el amor y la gratuidad de quienes nos precedieron, y que es más grande que la magia y más poderoso que la fuerza del terror. El Don de la Fe significa en definitiva esperanza, amor, libertad, sentido común y pertenencia del ser. Celebrar Halloween o acoger con buenos ojos las festividades y cultos paganos que se esconden tras esa celebración, significa perder un poco cada año más nuestra propia identidad. Y lo que es peor, contribuir a un mañana en el que nunca seamos recordados, mientras nuestros descendientes se recreen ebrios bailando sobre nuestro recuerdo y nuestras tumbas. ¿De verdad queremos ser así recordados? ¿De verdad queremos recordar así a quienes nos precedieron? No seamos necios, digamos no a esa impostura cultural pagana y celebremos estos días como verdaderamente nos enseña la tradición milenaria que ha dado origen a nuestras vidas. Vayamos un paso más allá de las flores, las velas y las visitas a los cementerios, que son una hermosa muestra de amor, y sobresalgamos por encima del fulgor efímero de las caretas y los monstruos, con auténticos testimonios de una vida santa y comprometida con el bien y la verdad, para que sean el mejor ejemplo de la presencia de Dios en nuestras vidas, que mañana otros quieran celebrar. En memoria de todos aquellos hombres y mujeres buenos que nos precedieron, y de todos aquellos que perdieron sus vidas confundidos por el engaño y el error, cuyas almas pertenecen ya en exclusiva a la voluntad de Dios.
  23. 5 puntos
    Doy a conocer una serie de crónicas que el escritor falangista Eugenio Montes escribió desde Alemania para ABC. No sigo un orden cronológico, pues en verdad los artículos toman como pretexto alguna noticia de Alemania para reflexionar sobre cuestiones morales y políticas de gran calado. Por ejemplo, este artículo que traigo hoy trata de cuestiones religiosas y de filosofía política. ¿Quién fue Eugenio Montes? Muchos neofalangistas ni lo conocen, pero fue uno de los fundadores de la Falange y un íntimo colaborador de José Antonio, además de un escritor, periodista, intelectual y ensayista muy reconocido antes de la Guerra Civil. En la Wikipedia se puede leer una escueta biografía, aunque contiene alguna inexactitud. No tuvo ningún cargo político en la Falange pero sí contribuyó a elaborar su marco teórico, como nos recuerda esta columnista gallega que protesta por la retirada de un busto dedicado a Eugenio Montes en su localidad natal: Se desilusionó pronto del nuevo régimen, pero a diferencia de otros no abdicó de su ideal falangista y tradicionalista. No se unió a ningún grupo de falangistas disidentes y colaboró en lo que se le pidió desde arriba, pero fue progresivamente marginado y yo diría olvidado. En los años cincuenta escribió el guion de la película Surcos, la que algunos dicen que fue la única película falangista rodada durante el franquismo. En la película se plantea una crítica al éxodo rural hacia las grandes ciudades, con el desarraigo y la corrupción de costumbres que ello conlleva. Un tema muy falangista, como ya he comentado aquí alguna vez, aunque los neofalangistas ni han oído hablar del asunto. En sus memorias, Dionisio Ridruejo se refiere en estos términos a Eugenio Montes: En las crónicas que Eugenio Montes publicó desde Alemania se puede ver su franco recelo ante el régimen nazi y ante la doctrina racista, de cuyo carácter pagano advertía a los lectores. Se expresa siempre de forma muy correcta y en ocasiones dice cosas positivas de aquella Alemania, lo que también es de justicia, pero se adivina su preocupación ante lo que se estaba gestando en ese país. Y ¡ojo!, las críticas que realiza a las concepciones nazis las publica en un momento (años 30) y en un lugar (ABC) donde más bien lo políticamente correcto era hablar bien de Hitler por su lucha contra la amenaza bolchevique. Así que Eugenio Montes no decía lo que decía para quedar bien con la sociedad de su época. Eugenio Montes conoció el nacionalsocialismo en la propia Alemania y su visión no estaba contaminada por la propaganda posterior a la Segunda Guerra Mundial. Además, Eugenio Montes no era ningún rojo que tuviese un interés especial en dejar mal a los nazis. Eugenio Montes era asiduo de la revista Acción Española, participó en la fundación de la Falange y tenía una gran simpatía por el régimen fascista de Mussolini. Y, sin embargo, se muestra crítico con el nacionalsocialismo y avisa del peligro que se está gestando. Eugenio Montes era muy apreciado por los carlistas y algunas de estas crónicas para ABC fueron republicadas, acompañadas de grandes elogios, en la prensa tradicionalista. En este artículo toca varias cuestiones muy interesantes: 1) la patria no se puede someter a plebiscito; 2) el nacionalismo excluyente, que reniega de la universalidad, empequeñece a la patria; 3) el carácter herético y anticristiano del racismo; 4) la desesperación no es virtud cristiana y no es correcto ese «catolicismo desesperado» que se muestra indiferente ante la propia patria y ante su ruptura si no tiene como oficial la Religión católica. En este último punto se refiere al plebiscito de la región del Sarre, pero tiene todavía mayor aplicación a España, donde no es raro que algunos católicos tradicionalistas (o eso dicen ellos) muestren indiferencia ante la ruptura de España o ante su desgraciada suerte con el pretexto de que ha dejado de ser católica. Craso error que ya hemos comentado aquí en algún momento y que este artículo rebate a la perfección. Creo interesante y necesario rescatar estas crónicas de Eugenio Montes por varias razones: 1) por el valor literario de estas crónicas; 2) por reivindicar a un «gran olvidado» y a un escritor al que no se le ha hecho justicia en España; 3) por su especial interés histórico, al mostrarnos un retrato de la Alemania nacionalsocialista que no está sesgado por la ideología izquierdista o por las vicisitudes posteriores de la Guerra Civil y de la Segunda Guerra Mundial; 4) porque ilustra muchas cuestiones del presente, entre ellas la del racismo que parece florecer hoy en algunos sectores patrióticos y católicos por influencias extranjeras, pero también otros muchos asuntos relacionados con la religión, la moral, la política o la cultura; 5) para estudiar el pensamiento de la derecha tradicional sobre un gran número de cuestiones que se han visto oscurecidas con el paso de los años y la degradación progresiva de Occidente; 6) por el carácter genuinamente católico e hispánico de Eugenio Montes, que pienso que cuadra muy bien con los principios que defiende este foro. Disculpad esta larga introducción, que he entendido que era necesaria para el primer artículo de la serie. Os dejo con la prosa de Eugenio Montes.
  24. 1 punto
    Inserto una entrevista a una profesora estadounidense que, por desgracia, probablemente haya pasado desapercibida en foros y redes sociales. Su libro se va a traducir próximamente al español. Trata de lo que ella llama "el capitalismo de la vigilancia", o sea, del modelo actual de internet, que salvo pequeños rincones como este foro, se basa en extraer datos de los ciudadanos para que se enriquezca un sector muy reducido de la población mientras que la mayoría se empobrece. Pero también tiene aplicaciones políticas: el mismo sistema de vigilancia, acompañado de estímulos y recompensas, puede usarse -y se está usando- para moldear el pensamiento de la sociedad y para producir cambios en su comportamiento. He subrayado las partes que me parecen más acertadas.
  25. 1 punto
    En relación con esta noticia: Degeneración absoluta: Palma organiza una «chocho charla» bajo el lema «Empoderándonos desde nuestros coños» - Noticias de prensa nacional - Corazón Español Yo, la verdad, no sé de dónde sacan a esta chusma. Y la del PP hablando de "empoderamiento" en sentido positivo, el otro hablando de "violencia de género" (sic), en fin, un circo nada menos que en la ciudad de Antonio Barceló. Aunque bien mirado, es bueno dar visibilidad a estos esperpentos para que la gente se vaya dando cuenta de lo que es realmente el feminismo. En este sentido, la tibia y economicista respuesta de Jorge Campos es una oportunidad perdida para arremeter contra los fundamentos del feminismo a partir de esta expresión desquiciada (mas legítima y genuina) del mismo. En general VOX no tiene un posicionamiento completamente bueno con respecto al feminismo, tratando de defender un feminismo "clásico" frente al feminismo llamado "de tercera ola". Ignoran, conscientemente o no, que ese feminismo de tercera ola es la única continuación coherente del feminismo anterior, dentro del afán siempre destructivo y nihilista del hombre de izquierdas. Aunque si uno tiene claro que el objetivo final es otro, siempre puede contentarse momentáneamente con una postura como la de VOX, si bien esta táctica puede aparecer como maquiavélica y peligrosa. Pero asi, siempre a mi juicio, las cosas: Cuando el feminismo clásico hubo destruído todo lo que debía destruír, la izquierda lo abandonó -en realidad nunca creyó en él, como nunca cree en nada- para abrazar teorías con un potencial destructivo renovado. Pretender que se va a poder llegar a un punto "estacionario" de consenso, entra en contradicción con la misma lógica interna y subterránea del izquierdismo Cuando se entienda de verdad que la mentalidad revolucionaria izquierdista no busca ni siquiera su beneficio particular ni la imposición de un determinado "orden", sino el caos porque sí (por resentimiento hacia lo funcional, ordenado y armonioso), la derecha habrá conseguido avanzar mucho. Pero en realidad este enfoque no ha sido muy trabajado: A parte de un usuario de otro foro que tiene una visión bastante sistemática del asunto, por lo demás el tema sólo suele salir tangencialmente.
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