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Mostrando el contenido mejor valorado desde 12/07/19 en Contenidos

  1. 120 puntos
    Arthur de Gobineau, quien inventó el racismo moderno y es el padre intelectual de los identitarios (lo sepan o no), basa su famosa obra "Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas" sobre una tesis principal: El auge y la decadencia de las civilizaciones se explica solamente por la composición racial de la nación y, en particular, de su élite. Mientras ésta se mantenga blanca, afirma Gobineau, y sólo entonces, la nación sobrevivirá. El declive de las civilizaciones se explicaría, por tanto, solamente por la "bastardización" racial de la élite blanca. Éste podría ser un resumen bastante tosco y rápido de lo esencial de la obra de este pensador. A partir de ahí, Gobineau se dedica a recorrer todas las civilizaciones humanas una por una y tratando de ligar la caída de cada una de ellas con su tesis central. Tras exponer esta tesis, Gobineau, que no es estúpido, afirma explícitamente su consecuencia directa, que contradice lo que había enseñado siempre la recta filosofía cristiana: La irreligión, la impiedad, las malas costumbres, etc, no son la causa del declive de las civilizaciones. En todo caso, una simple consecuencia de haber mezclado la raza. La tesis de Gobineau, que sienta las bases de todo el pensamiento racista posterior (sin ir más lejos, Hitler la sostiene en el Mein Kampf), se revela, pues, de naturaleza tremendamente subversiva y progresista: Observar las buenas costumbres -como siempre ha enseñado la Iglesia- tiene una importancia a lo sumo secundaria, pues lo que cuenta de verdad es mantener la pureza de la raza. No necesito demostrar que semejante tesis habría sido calificada de delirante e inconcebible por cualquier filósofo escolástico. Todo lo anterior es plenamente asumido por los identitarios actuales -como he dicho, herederos directos de Gobineau- aunque en la mayoría de los casos no han leído a Gobineau. Por ejemplo, considero "progre" todo lo que no sea denigrar a los negros, pero no me hables de la castidad, de la que me burlo en cualquier ocasión. Occidente puede ser todo lo degenerado que quiera si se mantiene blanco. Por concluír, a título de curiosidad, sólo veo dos ideas de Gobineau no asumidas por el identitarismo actual: En primer lugar, Gobineau pone a las razas negra y amarilla al mismo nivel (el del betún) por lo que respecta a sus capacidades. La raza amarilla es retratada con la misma crueldad que la raza negra. Eso contrasta fuertemente con el identitarismo actual, que considera a la raza amarilla como igualmente capacitada que la blanca y a la negra como muy inferior. El motivo se debe probablemente a cuestiones de índole "geopolítica" que interfieren en el asunto. En segundo lugar, Gobineau es un erudito amante de cierto rigor. Y, más importante, es hombre de su tiempo. Por lo tanto, en su obra no vemos aparecer en ningún momento al George Soros o al judío de turno tratando por todos los medios de bastardear a la raza blanca. Nada de "Plan Kalergi": Todos los fenómenos de mestizaje son descritos por Gobineau como procesos espontáneos y en gran parte inevitables, no como llevados a cabo por la acción premeditada de una minoría de poderosos. Esta segunda apreciación enlaza con el hilo sobre las conspiraciones, pues se confirma una vez más que el pensamiento de tipo conspiracionista es de origen recentísimo y que antes nadie pensaba en estos términos.
  2. 110 puntos
    Creo que sería bueno elaborar un listado de las xenofilias que circulan en España al objeto de catalogarlas y estudiarlas, quizá por separado en hilos específicos. Estas xenofilias pueden ser ligeramente inocuas o pueden dar lugar a la constitución de una especie de quinta columna que trabaje, consciente o inconscientemente, para los intereses de una nación extranjera. Esas naciones extranjeras conocen la utilidad de esos sentimientos y por ello dedican recursos para promoverlos y para capitalizarlos en su provecho. FRANCOFILIA Es quizá la más antigua de todas las xenofilias. Desde la Ilustración y la Revolución Francesa, gran parte de la opinión española gira en torno al país vecino. Tiene gran incidencia en los partidos liberales, especialmente en los de cuño más radical, que hacen gala de republicanismo, laicismo, anticlericalismo, etc. El posmodernismo ha influido mucho en la extrema izquierda. Pero, a mi juicio, Francia ha tenido también gran influencia sobre la extrema derecha. En algunos sectores del tradicionalismo se advierte una importante influencia de los legitimistas franceses y de otros sectores contrarrevolucionarios menos santos. De Francia viene la Revolución, pero también la reacción contra esa revolución, con lo que hasta cierto punto es normal esa influencia. Durante la Segunda República, los tradicionalistas no carlistas se agruparon en Acción Española, que era un calco, hasta en el nombre, de la Acción Francesa. En el ámbito religioso, quizá se ha prestado demasiada atención a la espiritualidad católica que venía de Francia y a fenómenos como el de la FSSPX, mientras que se desdeñaron fenómenos más genuinamente españoles como la Hermandad Sacerdotal Española, también tradicionalista pero que no cuestionaba tanto la autoridad papal. Otras dos influencias, éstas claramente perniciosas, se extienden desde Francia a la extrema derecha española: por un lado, la derecha que juega con el gnosticismo y el ocultismo, cuyo exponente más conocido sería Guénon; por otro, la famosa Nueva Derecha y algunos precedentes como Gobineau, aunque yo diría que estos últimos en realidad constituyen el Partido Alemán en Francia. ANGLOFILIA La distingo de la americanofilia aunque con frecuencia se dan juntas. La anglofilia afecta también al liberalismo español, pero más bien a los sectores conservadores, a diferencia de la francofilia, que afectaba a los sectores más progresistas. De siempre ha habido en España un sector conservador que simpatiza con la flema y con el clasismo típicamente británicos. También hay anglofilia en la extrema derecha: unos, por racismo, admiran el tratamiento que los británicos dieron a los habitantes de sus colonias, lo mismo que admiran fenómenos británicos como el de las tribus urbanas, especialmente el de los cabezas rapadas y los ultras futboleros. Otros, desde un punto de vista católico, le prestan una excesiva atención a Chesterton y al Movimiento de Oxford. De repente, parece que dentro del pensamiento católico no existan más que Chesterton, Belloc, Evelyn Waugh, C. S. Lewis y el Cardenal Newman. Algunos llegan a cabrearse si la Iglesia no beatifica a Chesterton y lo tienen todo el día en los labios. Soy un apasionado lector de Chesterton, y de hecho tengo previsto traer al foro algunos de sus artículos menos conocidos, pero me parece un poco desmedido ese culto a Chesterton y a los intelectuales ingleses que se da en el catolicismo español. Sobra decir que hay una anglofilia transversal que se manifiesta en el uso constante del inglés y en su defensa como lengua vehicular en la escuela. AMERICANOFILIA Se puede dar en conjunción con la anterior filia o por separado. Inicialmente era la izquierda la que sentía mayor admiración por los Estados Unidos, la más importante república moderna y también fuente de toda clase de movimientos utópicos que a veces se plasmaban en comunas, con una libertad de costumbres sin igual. No en vano, Estados Unidos se constituyó inicialmente con toda suerte de herejes que no tenían hueco en Europa. Aunque ha decaído esta admiración por Yanquilandia, por su enfrentamiento con Rusia, la izquierda sigue importando buena parte de su ideario de los Estados Unidos. La derecha era radicalmente antiyanqui: veía en Estados Unidos el gran enemigo de Hispanoamérica y el que nos usurpó los últimos restos del Imperio, pero también veía en este país el gran coloso de la modernidad inhumana, junto a Rusia. A partir de 1953, y quizá desde unos años antes, la derecha va abandonando esta animadversión contra Estados Unidos. Influye el giro de Franco, pero también la inundación de películas americanas y el hecho de que este país se promocione como el gran bastión contra el comunismo. La americanofilia también alcanza a la extrema derecha: en Estados Unidos hay toda suerte de chiflados racistas en los que encuentran inspiración. Admiran a Reagan; admiran a los vaqueros que lo solucionan todo a tiros (Hollywood marca la pauta); admiran la Segunda Enmienda y el ideal libertario; admiran el Sur racista y esclavista; y admiran a la masonería sana del KKK. Lo mismo que en la extrema izquierda, esta americanofilia no es incompatible con encendidas declaraciones verbales contra el imperialismo yanqui; en cuanto se despistan, empiezan a mascullar chulerías sacadas de la película de El Sargento de Hierro, te sueltan frases completas en inglés o se cuadran ante la bandera sudista. El subconsciente les delata. Es quizá la más fuerte de todas las filias. De alguna manera, la política española gira en torno a la política americana. También el imaginario popular. Y la hegemonía de la cultura anglosajona viene de EEUU más que de Inglaterra. GERMANOFILIA Para la izquierda, Alemania siempre fue el país prometido del progresismo. Es verdad que en Alemania se gobernaba a base de taconazos, pero de ahí también venían el ecologismo, el nudismo, el vegetarianismo, el neopaganismo, la admiración por la India y tantas otras cosas que hoy son seña de identidad de la izquierda más lunática. También viene de Alemania la rebelión contra la Iglesia romana y una filosofía que se utiliza como ariete contra el cristianismo. Marx y Nietzsche son los grandes heraldos de la modernidad sin Cristo. Esta admiración progresista por Alemania se nubla un poco con la Segunda Guerra Mundial, sobre todo después de la ruptura del pacto Molotov-Ribbentrop, pero a día de hoy sigue fuerte. Porque gran parte de los libros de cabecera de la izquierda se escribieron originalmente en alemán. La izquierda sería impensable sin Alemania. Hay también una germanofilia de derechas y otra de extrema derecha. La de la derecha se manifiesta en una admiración por la destreza técnica, la laboriosidad, la supuesta moralidad superior y la capacidad de progreso del pueblo alemán, frente a una supuesta incapacidad de los pueblos latinos. La admiración llega al punto de que basta anunciar un producto como alemán para que tenga éxito. La germanofilia de extrema derecha añade a lo anterior una admiración rendida por la raza aria, de la que los alemanes serían sus más genuinos representantes, por el militarismo prusiano, por el materialismo biológico, por el darwinismo social y por la eugenesia. Estos últimos tres aspectos también eran compartidos abiertamente por la extrema izquierda. Y en el fondo los siguen compartiendo, aunque más soterradamente porque ahora se asocian en el imaginario colectivo con el nazismo. La cultura pop está llena de guiños a Alemania y al nazismo. Muchos grupos de rock, desde los Rolling Stones a los Led Zeppelin, han usado símbolos nazis como provocación estudiada. Hay multitud de foros y asociaciones que están dedicados al estudio de la Segunda Guerra Mundial, con especial énfasis en Alemania. Teóricamente estudian toda la guerra, pero se centran obsesivamente en Alemania y se saben hasta el más pequeño detalle de los uniformes. Aunque este estudio se haga desde presupuestos izquierdistas o neutros, hay en esta corriente una secreta admiración hacia Alemania, hacia sus valores estéticos y hacia sus supuestas virtudes guerreras. Considero esta filia de las más preocupantes, sobre todo porque no se ha estudiado y ni siquiera se llega a reconocer su existencia. RUSOFILIA Inicialmente es la izquierda la que rinde culto a este país a raíz de la Revolución de 1917. Rusia se convierte en la patria de la izquierda, aunque sin abandonar del todo su admiración por Francia y por Alemania. Cerca de la Segunda Guerra Mundial y, en contraste con el comunismo soviético, cierta derecha manifiesta destellos de admiración por la antigua Rusia zarista. Pero estos destellos son relativamente raros y siempre hay una derecha que recuerda que los zares eran también bastante bárbaros. Caída la URSS y llegado al poder Putin, la izquierda sigue manteniendo la admiración por Rusia. Aunque Putin se presente a veces como un conservador y su régimen sea capitalista, la izquierda sigue viendo en Rusia un país que se contrapone al imperialismo yanqui y a todo lo que detestan. Sin que la izquierda haya abandonando esta antigua simpatía, desde la llegada al poder de Putin se produce un fenómeno inesperado: la extrema derecha se hace rusófila, tanto o más que la izquierda. El fenómeno es mucho más visible a partir de 2010. De repente, en la derecha se habla mucho de de los zares, de Dostoyevski, de Bizancio, de la Tercera Roma, de Eurasia, de los rusos blancos que apoyaron al bando nacional en la Guerra Civil (aunque la mitad se pasó al bando rojo), de las bondades de la iglesia ortodoxa, del hondo conservadurismo cristiano que viene del Este y que será la salvación de Occidente. No faltan quienes dentro de la derecha revisan su concepción historiográfica de la URSS y le adjudican un papel muy positivo. Lo esquizofrénico de este cambio indica hasta qué punto la rusofilia es una corriente irracional que ha arraigado con fuerza en la derecha. Al final quienes más se destacan en la rusofilia son los sectores más extremos del arco político, aunque no faltan rusófilos en los sectores intermedios. Considero esta filia bastante preocupante en la medida que no es reconocida ni abordada. FILIAS CULTURALES En este apartado no hablo de países concretos sino de culturas dispersas que tienen legiones de admiradores. Por un lado, existe un orientalismo que se puede manifestar en una admiración o querencia por la cultura musulmana, por la cultura judía o por las culturas y religiones del Oriente Lejano, con especial hincapié en el hinduismo y el budismo. Considero mucho más grave este último tipo de orientalismo, pues gran parte del pensamiento débil del actual Occidente se inspira en él y nadie lo combate. Por otro lado, se da una eslavofilia de corte conservador que se manifiesta en admiración por los países eslavos que, como Polonia, se resisten a los embates de la modernidad (supuestamente). Cursa generalmente con rusofilia asociada, aunque lo más habitual es que, en caso de conflicto entre la eslavofilia y la rusofilia, se opte por esta última. Para una parte de la derecha los eslavos serían como los nuevos arios. Y finalmente un nordicismo, que conjuga muy bien con la germanofilia y que se manifiesta en una admiración por todos los países del norte de Europa, por sus progresos técnicos y morales, y por sus virtudes raciales, en contraposición con el supuesto atraso de los países del sur, latinos o mediterráneos. FILIAS PINTORESCAS O MENORES Derechistas de corte libertario, al estilo Anxo Quintana, que ven en Suiza el país ideal. Jóvenes adictos a internet que están obsesionado con la cultura japonesa. Fanáticos desmelenados de Hungría a causa de Víktor Orbán. Cierta admiración por el Imperio austrohúngaro que, en lo que tenga de compatible con el Imperio español, no me parece mal. Admiración por Irán o por China derivada de la rusofilia geopolítica. Admiración por Israel como vanguardia antimusulmana y, como contrapunto en la izquierda, cierta obsesión por la causa palestina. Periódicamente surgen corrientes de admiración hacia países a los que se presenta como modélicos en algún aspecto (Islandia, etc.) CARÁCTER NO EXCLUSIVO DE LAS FILIAS Se da el caso de personas que cultivan una única filia. Pero lo más habitual es que se den varias filias en el mismo sujeto. Un caso corriente podría ser el de un militante ultraderechista que lleva imaginería del Tercer Reich al tiempo que ondea una bandera rusa y porta una pancarta con algún lema en inglés. Un caso más concreto sería el de César Vidal: ha hecho de su vida una defensa de Alemania y de la aberración protestante; pero lo mismo se fotografía con el sombrero de cowboy y la bandera sudista que con el típico gorro ruso, como muestra de su admiración por estas dos naciones y de su profundo desprecio por España. Los que antecede es un resumen de las xenofilias que vengo captando en las últimas décadas. Puede que la enumeración no sea exhaustiva y puede que las descripciones de las filias no sean las más adecuadas. He dedicado tiempo a meditar sobre el tema, pero quizá no el suficiente, y por otra parte no he encontrado libros que aborden esta cuestión de forma monográfica, con lo que voy un poco a tientas. Por ello, no dudéis en rectificar los puntos que consideréis desacertados o en añadir los que falten. Abramos el debate. Una vez que delimitemos las filias, se pueden estudiar concienzudamente por separado, en hilos monográficos.
  3. 105 puntos
    Liberado ya bastante de la carga de trabajo que me ha tenido estos días atrás ausente del foro, recojo hoy un interesante artículo que pública El Confidencial a raíz de la celebración de la Cumbre del Clima, que me parece interesante por tanto plantea una cuestión que entiendo crucial para comprender muchos de los procesos sociales y políticos actuales, como es el hecho de la apropiación ideológica de la conservación ambiental que, en España ha desarrollado la izquierda política y el, a mi juicio insensato desprecio de este asunto que ha hecho la derecha española durante las últimas décadas, facilitando así que el ecologismo ideológico se haya convertido en una de las patas fundamentales de esa suerte de nueva religión laica a través de la cual, la izquierda política está monopolizando un nuevo orden moral en la sociedad, que se arroga la facultad de señalar lo que es bueno o malo para la vida, en detrimento del orden moral natural y las buenas costumbres tradicionales. Enlazo primero el artículo, subrayando algunos puntos que me parecen relevantes, y a continuación añado algunos comentarios y reflexiones particulares al respecto. En primer lugar me gustaría señalar que comparto plenamente la idea que plantea el artículo, acerca de que la izquierda progresista ha monopolizado el discurso medio ambiental, a la par que la derecha ha descuidado su labor de conservar, entre otras cosas, el orden natural, en el cual también se circunscribe por definición la propia naturaleza del hombre y su entorno, es decir, la Creación. Con su viraje hacia los postulados liberales norteamericanos, la derecha ha hecho suya esa corriente de pensamiento protestante que se cita en el artículo y da forma a "La doctrina del destino manifiesto", pasando así a entender la naturaleza como una simple fuente de recursos para producir la riqueza que nos lleve a ser una potencia política y económica, es decir, una nación superior, sin que importen mucho las consecuencias que dicha producción pueda ocasionar en el equilibrio natural, tanto del entorno como de las sociedades, puesto que asume la errada idea que de la riqueza y el mercado son las bases para lograr su objetivo, de acuerdo con la formulación del laissez-faire liberal. Sin embargo esto no siempre ha sido así y España goza de una amplia historia en materia medioambiental, que ya desde los tiempos de Afonso X 'El Sabio', da testimonio de haber tenido muy en cuenta la conservación y cuidado del entorno en las leyes y costumbres, como consta por ejemplo en la ordenación forestal de 'El Pinar Grande' en el norte de la provincia de Soria. En el S.XVI, hay también una exhaustiva legislación en materia minera, agraria y ganadera, tanto en la Península como en las Américas, que da cuenta de la sensibilidad ambiental presente en aquella época tan lejana, legislando entre otras cosas sobre la protección de los bosques o el trabajo de los indios, para evitar abusos y desmanes. Y así podemos recorrer nuestra historia comprobando como la cuestión que hoy denominamos protección medio ambiental, fue siempre uno de los objetivos del antiguo régimen, hasta llegar al S.XIX donde comienzan a aparecer las primeras figuras legales de protección ambiental, que podrían considerarse creadas al efecto, por estar las anteriores suscritas a otras políticas más amplias aunque no por ello carentes de dicha sensibilidad. Por ejemplo, en 1877 se promulga la 'Ley de Mejora, Fomento y Repoblación de los Montes Públicos', donde aparecen los 'Capataces de cultivos', considerados estos como los primeros agentes forestales de nuestra historia, sin que ello no impida reconocer anteriormente otras figuras precursoras como fueron los guardas de montes, campos y sembrados, los migueletes y fusileros guardabosques, o los celadores de montes, monteros, ballesteros y lanceros entre otros. Prueba todos ellos de la importancia que antaño se le daba a la conservación y cuidado de nuestro entorno. Y la historia siguió a comienzos de nuestro siglo, mientras las demás potencias mundiales se mataban en las trincheras europeas, entre otras con la promulgación de la primera Ley de Parques Nacionales que data de 1916, y dos años después sirvió para declarar el primer parque nacional español, que es el de la Montaña de Covadonga, hoy Picos de Europa, o el del Valle de Ordesa que actualmente conocemos como Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. La naturaleza per se protegía ahí sin otro objetivo que el de la pura conservación y protección ambiental (estamos hablando de los tiempos de Alfonso XIII, cuando el marxismo aún era una novedad filosófica y todavía no había estallado la revolución soviética), y durante el régimen de Franco también hubo una abundante actividad ambiental que produjo entre otras cosas importantísimas reforestaciones, que ha hecho que España sea hoy el segundo país de Europa con un mayor crecimiento forestal. Todo esto lo digo con el ánimo de recordar que es ABSOLUTAMENTE FALSO que el ecologismo y la preocupación ambiental sean una iniciativa de la izquierda, que tan solo está utilizando una preocupación siempre presente de una forma u otra en nuestras sociedades, para hacer de ella un vector de crecimiento ideológico y, como decía al comienzo del tema, edificar desde ahí un nuevo orden moral que señale sobre lo bueno y lo malo para la vida, obviamente desplazando el orden moral tradicional, con la complicidad inane de una derecha descastada que ha olvidado su deber de conservar lo que es bueno, justo y necesario en pos de un desarrollismo que en otros tiempos sería propio de la izquierda más antinatural. Es hora de que en los círculos de pensamiento tradicional y conservador, se dejen de economicismos y charlatanería liberal, y vuelvan a recuperar el espíritu conservador proteccionista que nuestra historia siempre supo darle, tanto al ambiente como a las personas que viven en él, antes de que la izquierda haga de ello una nueva religión.
  4. 100 puntos
    Recojo a continuación una entrevista publicada por el digital argentino Pagina/12, donde el corresponsal francés en Roma para el diario La Croix, Nicolas Senèze, presenta un avance de su libro de investigación “Cómo América quiere cambiar de Papa”. Remarco lo que me parece más destacable del contenido. A continuación y con el objeto de aclarar y contextualizar el origen y los fundamentos de la corriente teológica de la prosperidad, que al parecer está contaminando la teología católica detrás de la "guerra contra el Santo Padre", recojo un extenso artículo publicado en 2018 por la revista de los jesuítas "La Civiltà Cattolica -Iberoamericana-", donde se detalla el sentido y procedencia de la misma, y de qué forma es contraria al sentido tradicional. Entender todo esto, creo que resulta clave para entender también lo que está ocurriendo en el seno de la Iglesia con respecto al Papa, el desprecio de las élites católicas blancas por los latinos que se mencionan en la entrevista anterior, y en general un poco también la deriva política de muchos católicos actuales.
  5. 100 puntos
    Realizo una crítica del optimismo que reina con respecto a internet en la mayoría de ámbitos contrarrevolucionarios; pero lo hago desde el terreno de las hipótesis y adoptando por comodidad el papel imaginario de fiscal, por lo que ruego que no se corte nadie si quiere ejercer de abogado defensor en este caso: el contraste de ideas puede ser bueno. El ciberoptimismo del que hablo suele tener ribetes utópicos. En realidad, la ciberutopía está muy presente en toda la sociedad desde hace un par de décadas, pero me extraña la facilidad con la que también ha penetrado en ambientes católicos, generalmente más dados a la mesura. Pongo como ejemplo un reciente comentario del periodista católico Eulogio López: Eulogio tiene razón en una cosa: ya no se leen periódicos, se leen noticias (filtradas por las redes sociales en función de nuestros afinidades). Esto en mi opinión es malo, y no entiendo que Eulogio acoja esa novedad con neutralidad o indiferencia. Pero me llama sobre todo la atención la parte que he resaltado en negrita: esa idea de que el más humilde bloguero puede hacer temblar a un imperio. Para empezar, no conozco a ningún bloguero de Almería que haya hecho temblar al imperio. El imperio sigue vivo y coleando. Y no será ningún bloguero de Almería el que lo derribe. ¿De qué manera podría hacer temblar al imperio ese bloguero? Podría dar una noticia que muestre la hipocresía del imperio, pero un bloguero no tiene la capacidad de acceder a esa clase de noticias desde su doritocueva almeriense. Entonces sólo nos queda la opinión del bloguero. Pero con una simple opinión, lanzada al inmenso océano de internet, no se puede derribar un imperio. Esa opinión tendrá que competir con millones de opiniones y de distracciones -entre ellas, el porno- que pugnan por la atención del internauta. Y aun en caso de que en bloguero consiga una gran repercusión, una mera opinión no es capaz de hacer temblar a un imperio. Opiniones las hay para todos los gustos y téngase también en cuenta que, mientras ese bloguero almeriense da su opinión, hay otros blogueros que lanzan una opinión contraria desde Oklahoma o desde Michigan. ¿Ha reflexionado Eulogio sobre el hecho de que ese bloguero almeriense publique su opinión en una plataforma que es propiedad del imperio? Las plataformas condicionan los contenidos y, en caso de que un contenido desafíe de verdad a la plataforma -y al imperio que la sustenta- estas dos entidades pueden optar por desalojar al bloguero. Un bloguero no tiene fuerza para hacer temblar un imperio, y casi mejor que sea así, en mi opinión. Porque si de verdad un bloguero cualquiera fuese capaz de derribar un imperio viviríamos en un caos permanente. Eulogio supone que ese bloguero almeriense quiere derribar el imperio por buenas y católicas razones. ¿Pero por qué no tiene en cuenta que a lo mejor otros blogueros -quizá la mayoría- usan ese supuesto poder para promover otro imperio todavía más opresor o simplemente para destruir los cimientos cristianos de la sociedad? Si un bloguero almeriense tiene tan grande poder, lo tendrá para el bien y para el mal. Tampoco tiene en cuenta Eulogio que a lo mejor el imperio moviliza a sus propios ejércitos de blogueros contra los que resulta imposible luchar desde un dormitorio almeriense. Pero quizá puede ocurrir algo peor, y es que mafias o entidades privadas oscuras usen ese infinito poder que otorga internet para moldear la sociedad a su gusto, en un sentido nada cristiano. Esa idea de que un bloguero aislado puede hacer temblar al imperio o al sistema me parece ilusoria pero, de ser cierta en alguna medida, representaría un peligro más que una oportunidad. Creo que así lo vería un católico contrarrevolucionario del siglo pasado. Un católico de esos tiempos no vería bien que cualquiera pueda opinar y que todas las opiniones valgan lo mismo; como tampoco vería bien que cualquier persona, desde su doritocueva almeriense, pudiese darle la vuelta a la sociedad como un calcetín a base de opiniones y memes. Contemplaría con verdadero pavor que ese poder tan grande pudiera estar en manos de personas malvadas y vería que la evolución natural de esto es que dicho poder lo terminen acumulando las mafias, grupos de presión y Estados que tengan más fuerza y menos escrúpulos a la hora de actuar en internet. Por supuesto, un contrarrevolucionario del siglo pasado tampoco vería bien que en internet circulen las informaciones, las ideas y las imágenes sin ninguna censura o límite. Los contrarrevolucionarios siempre fueron partidarios de la censura a pesar de que indirectamente les pudiese perjudicar. En la concepción católica, las ideas nocivas no deben fluir alegremente y sin censura; la pornografía tampoco. De poco me sirve que un bloguero almeriense pueda hacer temblar al imperio si la contrapartida es que dicho imperio puede meter en mi mente y en la de mis hijos gigas y gigas de imágenes pornográficas e ideas disolventes. Y se engaña quien crea que el flujo de información es simétrico. El bloguero almeriense tiene muy poca capacidad de contaminar la mente del imperio, pero el imperio tiene una inmensa capacidad de contaminar la mente del bloguero. Por no hablar de los imperios paralelos o alternativos que también suministran aberraciones a la mente del internauta para captar su atención. En suma, me parece exagerado ese optimismo con respecto a internet que reina en los círculos contrarrevolucionarios; en poco se diferencia del típico utopismo izquierdista. Creo que harían mejor en tomarse lo de internet con más calma y con un espíritu más crítico, sin dejar de utilizarlo pero al mismo tiempo denunciando sus peligros. Creo que conviene hacerse a la idea de que ningún bloguero católico va a derribar el imperio anticristiano desde su dormitorio almeriense. Internet no es la panacea. De igual forma, me parece una traición a la filosofía católica esa idea que se ha extendido de que las ideas deben fluir sin cortapisas y de que la censura es algo negativo. Me parece una idea verdaderamente revolucionaria, en el peor sentido de esta palabra.
  6. 100 puntos
    Aunque el tema que a continuación paso a exponer, bien podría haberlo integrado en otros abiertos al efecto del seguimiento de conocidos grupos políticos, he preferido dedicarle un tema aparte por la relación que tiene con el estado actual de cosas en nuestra sociedad, cada vez más dividida, polarizada y en suma destruida de sus principios y valores fundamentales. También podría haberlo titulado haciendo alguna referencia a las técnicas del populismo para extender su mensaje en la sociedad, pero pienso que es más adecuado generalizarlo en el orden de la propaganda política ya que creo que la dinámica que a continuación se retrata, no es exclusiva del populismo, sino que ya es ampliamente utilizada por todas las formaciones políticas que aspiran a alguna forma de gobierno o presencia en la sociedad. Para exponerlo voy a utilizar un artículo que publica hoy el digital "El Confidencial.es", acerca de los métodos que utiliza Vox para propagarse en la redes, aunque me gustaría que lo tratásemos de manera general, referida a todos los partidos y movimientos que aspiran a mejorar la sociedad -resalto en negritas lo que me parece interesante para apoyar el tema-: De todos es conocida la extendida costumbre que tienen los partidos de izquierdas, de dividir y polarizar la sociedad para alcanzar el poder. No basan su existencia en ningún esfuerzo conjunto por un alcanzar un ideal superior sino en la ruptura de los ideales que dan sentido y unidad a las cosas del bien común existente. De hecho, el propio movimiento de los indignados del 15M, que supuso el renacer del comunismo renovado en España, aparte de encontrar su justificación material en las corruptelas políticas de PP y PSOE, la crisis económica o los recortes de prestaciones sociales, debe también sin duda su existencia ideológica a dicha polarización, astutamente utilizada por lo que después pasó a denominarse "Podemos", cuya denominación refleja como ninguna la verdadera aspiración de ese movimiento, que no es otra que la del poder pretendido para destruir lo creado y organizar desde sus ruinas una nueva sociedad a imagen y semejanza de sus líderes, como bien ha demostrado ya la historia en cada ocasión donde han alcanzado el poder absoluto, y con ello la propia ruina o destrucción del ser humano integrado en esa unidad que es la comunidad social donde vive y se identifica. No vamos a descubrir nada si decimos que la generación de tensiones y divisiones es lo que tradicionalmente ha alimentado y mantenido viva a la izquierda, desde la más antigua revolucionaria lucha de clases, pasando por la división entre bandos, hasta llegar a la más moderna guerra de sexos donde, el hombre y la mujer han dejado de ser potencialmente la unidad humana para dividirse y convertirse así en dos potencias enfrentadas. Se trata en suma del lema "Divide et impera", tan antiguo como el mundo y aplicado en su más perversa expresión para dominar al propio ser humano que pretende liberar. Desde la persona humana, pasando por la familia, el clan, el gremio, el municipio, la nación o la patria y así hasta llegar a la metafísica de la Comunión, todas las estructuras que mantienen vivas y unidas nuestras sociedades se sustentan sobre unidades fundamentales formadas por elementos complementarios, que se multiplican generando nuevas unidades: cuerpo y alma, hombre y mujer, amigos, vecinos, paisanos, fieles, etc. El propio ser nacional y en nuestro caso, la democracia, se sustenta sobre esa realidad. La propia ley natural tiene esa forma de estructura. La raíz cristiana de nuestras sociedades se fundamenta también en buena medida, en aquel milagro de la multiplicación de los panes y los peces donde, lo milagroso no fue hacer aparecer el alimento de la nada sino convertir el corazón egoísta de los que allí estaban invitándoles a compartir sus propios bienes para que de esta forma se multiplicase el bien de todos. Ese milagro de la multiplicación ha sido el que los españoles han sabido reproducir mejor por el mundo, dando origen a aquella comunión de pueblos y naciones que fuera nuestro imperio, y sentando las bases de la actual hegemonía occidental. De otro lado, la existencia de las derechas en nuestro marco político, desde su origen en la revolución francesa representando la defensa del orden tradicional frente al veto real de los revolucionarios, hasta llegar a la más moderna "ultraderecha" reclamando la supuesta vuelta a los valores tradicionales, no se entiende sino como una fuerza de contraposición necesaria para conservar la unidad social sobre la que constantemente atenta la división del progreso de la izquierda, y que configura el bien común. Así, izquierdas y derechas vendrían a ser la manifestación social de las expresiones matemáticas de la división y la multiplicación respectivamente pues, de alguna forma la izquierda representa siempre ese proyecto privativo de "lo nuestro" que trata de dividir y repartir el "bien de todos", y que pretendidamente trataría de conservar y multiplicar la derecha. Digo pretendidamente porque por supuesto, el factor humano es clave en ese análisis de izquierdas y derechas ya que, no se puede afirmar que todos los afectos a las izquierdas y derechas operen en sentido estricto al que orienta su ideología: ni todos los afines de la izquierda pretenden dividir la sociedad, ni todos los de la derecha pretenden conservar y multiplicar el bien común. Es más, por mi propia experiencia casi que me atrevería a afirmar que, por lo general, existe una gran masa invertida en ambos bandos, unos creyendo ingenuamente que mediante la división van a lograr la igualdad deseada y otros actuando astutamente a sabiendas que de la multiplicación van a obtener un beneficio que les sitúe por encima de los demás, pero así de torpe es la condición humana. Lo importante y curioso en ambos casos es que, tanto las izquierdas como las derechas, aunque operen a conciencia y honestamente, tratan en teoría de lograr una unidad que podríamos definir como bien común, sin embargo, el camino que hoy emprenden ambos extremos dominados por el populismo, es el de la generación de tensiones y la división constante que imposibilitan la construcción y conservación de un bien común y con ello la de la propia identidad nacional y dignidad humana. ¿Por qué partidos de izquierdas, como Podemos que, pretendidamente apuestan por la igualdad o la solidaridad, emplean para sus fines la división constante entre bandos, sexos o regionalismos, o buscando el favor de grupos separatistas que procuran en definitiva la ruptura del bien común, generando así mayor insolidaridad y desigualdad entre todos? ¿Por qué partidos de derechas como Vox, que pretendidamente claman por preservar la unidad y libertad nacional atacadas por la izquierda, emplean esa misma técnica incendiaria de la división social, generando de esta manera una mayor desunión y tiranía entre los sujetos que componen la nación, y en definitiva con ello procurando también la ruptura del actual bien común? Sé que no vivimos en la sociedad perfecta y que a día de hoy estamos muy lejos de alcanzar ese ideal pero ¿Se trata en ambos casos de proyectos y actuaciones legítimas, surgidas desde la sociedad y para el bien de todos, en función dicho esto de los deseos y promesas expresados por todas esas formaciones en sus respectivos mítines y programas, o en cambio responden a otros intereses superiores que, por encima de ellos mismos y valiéndose del populismo que mueve hoy toda la política, buscan dividir, tensionar y destruir el bien social para hacerse así con el dominio de nuestras vidas? ¿Todo lo que hay es en realidad lo que se ve, o lo que se ve en cambio está ahí para ocultar la realidad? Porque, tan contradictorio e hipócrita me parece clamar por la justicia social, empobreciendo y privando aún más al pobre de sus propios bienes humanos y materiales, como pretender la unidad y la concordia nacional al mismo tiempo que se paga a unos pirómanos para incendiar la sociedad. Por ejemplo, me he leído varias veces las cien propuestas de Vox para el gobierno y pese a estar conforme con la inmensa mayoría, no tolero de ninguna manera el uso que se hace del tema de la inmigración pues, de igual forma que la izquierda no puede abrir de par en par las puertas de las fronteras si se quiere mantener la paz y el orden en la sociedad, la derecha tampoco puede abrir la puerta de la xenofobia por el mismo motivo pues, en ambos casos de cosifica y deshumaniza a la persona hasta convertirla en simple materia de voto y presupuesto, sin tener en cuenta la dignidad humana y necesidades básicas de los que vienen y de quienes los reciben. Es decir, al igual que lo que comentaba anteriormente, la vía del orden no puede ser generar un mayor desorden. La tolerancia, solidaridad y acogida que caracterizan a los españoles, es una virtud conquistada durante siglos que no podemos permitirnos perder por seguirle el juego a un puñado de intereses políticos y económicos, sean de izquierda o de derecha. Seamos rebaño pero no borregos. Por todo esto y otras cosas me declaro a menudo objetor de conciencia en materia de voto, cada día más consciente, porque no entiendo como todos esos grupos que supuestamente pretenden mejorar esta sociedad, son incapaces de entender que, sus dinámicas de funcionamiento se orientan a empeorarla. El fin no puede justificar los medios y si se carece de un proyecto ilusionante, capaz de movilizar el voto y aunar voluntades en pos de un futuro mejor para todos, antes de unirse al bando de los incendiarios, es preferible seguir defendiéndo honradamente la casa y quedarse esperando a ver como pasa por delante el cadaver de tu enemigo pues, sin duda en esta vida, todo pasa. Yo de momento me seguiré absteniendo, y ojalá fueran millones los que lo hiciesen pues así entenderían nuestros políticos que, para construir una sociedad mejor, es más efectivo y humano sacrificarse uno mismo que andar promoviendo el sacrificio de los demás. El origen cristiano de nuestra civilización así nos lo demuestra.
  7. 45 puntos
    Seguramente habéis leído en internet sobre una supuesta "Guía de la buena esposa" que se viene atribuyendo con persistencia a la Falange, con la intención de ridiculizarla y también de hacer avanzar la causa feminista. El bulo es de tales dimensiones que ha pasado a numerosos libros editados en España y en el extranjero. Desde que me conecté a internet he visto circular este bulo y, aunque me he esforzado en explicar que ese texto no es de España sino de los idolatrados Estados Unidos, no he conseguido que me hagan mucho caso. Pero dejo que lo explique MALDITO BULO y al final añadiré una breve reflexión: Vergüenza para los izquierdistas que inicialmente difundieron este bulo con la intención que es fácil adivinar. Con especial mención a los autores, incluso del ámbito académico, que lo recogieron en su libros. Más valdría tirar a la basura esos libros. Pero todavía mayor vergüenza para los fachas imbéciles que, no sólo se tragaron el bulo, sino que se sintieron identificados con el repugnante texto y se dedicaron a difundirlo incluso con mayor vigor que los izquierdistas antes mencionados. Con eso demuestran que no son más que una caricatura que han elaborado otros. Nada que ver con la Falange original ni con el fascismo: son caricaturas andantes, sectas y tribus urbanas que florecen en el mundo capitalista. Son de la Falange como podían ser de Apple o de Adidas. Honor a MALDITO BULO por tener la honradez y la gallardía de desmontar un bulo que beneficia a sus posiciones ideológicas, pero también por hacer una excelente labor desmontando otros muchos bulos en esta internet de la mentira. En alguna ocasión he visto alguna cosa de MB (por ejemplo, en relación con la homosexualidad) en la que me pareció que se dejaban arrastrar por sus posturas ideológicas. ¿Pero quién no se deja arrastrar por su ideología en algún momento? Nadie es perfecto. El caso es que ellos se esfuerzan en ser objetivos y en buscar la verdad, a diferencia de muchos derechistas que están entregados a la mentira con pasión demoníaca. No es la primera vez que MB desmonta bulos que afectan negativamente a la derecha; también ha rebatido bulos sobre Vox y sobre otros asuntos que perjudican a ese ámbito ideológico, así que me parece que han acreditado su independencia de juicio. Muchos fachas enloquecidos, de estos que son un subproducto del capitalismo, le tienen particular manía a MB porque también rebate sus asquerosos bulos, y hasta han montado varias cuentas específicas en Twtter desde las que se dedican a difamarlos. A ese tipo de derecha, que se enorgullece de la mentira y que prospera gracias la estupidez cibernética, hay que combatirla sin cuartel, lo mismo que a los izquierdistas que mientan, aunque yo diría que hay que ser más severos con los derechistas mentirosos, porque además de falsear la realidad hunden en el descrédito a unas ideas dignas. Como dijo Manuel Hedilla: "Todos sabemos que en muchos pueblos había (y hay) derechistas que eran peores que los rojos". En internet la cosa ha ido todavía a peor. Hay que aplaudir al honrado y al que procura ceñirse a la verdad, sea de derechas o de izquierdas. Otra cosa es pura modernidad disolvente, del tipo que le gusta al Padre de la Mentira.
  8. 35 puntos
    Viene a ser un poco el mecanismo que utilizaron en su día los nazis y siguen utilizando hoy los nacionalistas de otorgar o arrogarse una superioridad sobre el resto, utilizando un prestigio preexistente. Ensoberbecimiento y vanidad. Al final con esas alabanzas lo que haces es crear falsas expectativas o incluso atontar a dicho colectivo. En el caso de los nazis sí es verdad que consiguieron imantar a toda una nación tras la creencia arrogante de superioridad. Algo así posibilita logros que en "estado normal" no son posibles por las resistencias internas naturales inherentes a cualquier colectivo. Pero, si lo miramos con un poco de perspectiva, lo que logró el nazismo fue agilipollar a toda una nación. Con los ingenieritos, a otra escala, pasa algo similar. El prestigio previo procede de épocas pasadas en que escaseaban los titulados, los pocos que había solían pertenecer a familias bien posicionadas, etc, y automáticamente alcanzaban un estatus. Cuando Felipe González "democratizó" las universidades y abrió puertas a amplios sectores que antes no habían accedido pues... como que esa idea influyó mucho a la hora de encauzar a la chavalería por el título de ingenierito. Pero lo que no se democratizó fue un poco la mentalidad elitista, que parece siguió impregnando a cada título expendido y firmado por el Rey. La realidad del mercado laboral español no permitió llevar a la realidad estas expectativas y, más que favorecer un salto espectacular en la aplicación ingenieril de las empresas, prácticamente lo que se dió fue el clásico reequilibrio oferta/demanda... dando lugar a sueldos bastante más modestos de los que se suponía el recién licenciado. Automáticamente vienen las frustraciones, con estas las búsquedas de culpables, etc., pero como que no queremos readaptar la actitud elitista originaria. Creo que el desprecio por las letras entre los ingenieritos viene por ahí. Además de la necesidad del frustrado de encontrar otro que sea más pringado que ellos... en esto me recuerda a los identitarios encantados de tener razas supuestamente de menos capacidad que ellos. No es original lo que estoy escribiendo pero viene un poco a ser mi percepción. En cualquier caso, a día de hoy, pongo jerárquicamente por encima a las letras o humanidades que a las técnicas, ya ni siquiera al mismo nivel. Al final, diría que el buen ingeniero lo que hace es aplicar esquemas lingüísticos a la hora de acometer los problemas. Una cosa que llama la atención de los ingenieros alemanes, por ejemplo, es su gran nivel retórico -en el buen sentido, no en el de charlatanería- su capacidad de expresión verbal, de comunicación y estructuración en las reuniones de trabajo. No solo de los ingenieros, sino de cualquier persona de un mínimo de estudios.
  9. 30 puntos
    Me parece que algunos confunden la patria con la ideología, y así entienden que lo patriota es ser de derechas o de izquierdas, despreciando a todos aquellos que por ser de otro bando, no los consideran como a paisanos. El problema es que la cosa es al revés. Patriota no es quien ama las ideas nacionales y políticas de un grupo de personas que piensan igual a él o votan a un mismo partido, sino el que ama a toda su nación, incluidos aquellos que no piensan como él. Porque la patria es el ser y el estar terrenal de todos y amarla, no es solo envolverse en la bandera o emocionarse con el himno, sino también razonar e intentar comprender el porqué de las miserias del otro, emocionarse y llorar con su desgracia, agradecer cuanto de bueno aporte al bien común y sobre todo, luchar hasta dar tu vida por la de todos. Porque ser patriota es ofrecer tu vida, tus dones, tu memoria, tu inteligencia, tu voluntad para el bien de todos aquellos que comparten contigo la patria que te vio nacer. Y tratar de que a través de tus palabras y tu ejemplo, se unan a esa misma noble causa que debería ser la de todos, en lugar de andar generando conflictos, odios y divisiones que al final acaban destruyendo aquello que más amas: Tu propia vida. Amar la patria no significar imponer tu ideología y despreciar al otro, no, sino precisamente procurar para todos cuanto de bueno y verdadero hay en ella. Valorar y agradecer lo que todos aportaron antes y ahora para el bien común, y sobre todo agradecer el sacrificio de aquellos que, de buena fe, dieron su vida o lucharon y se esforzaron por defender y engrandecer la patria que hoy disfrutamos, aunque en algunos casos fuese en un bando equivocado. Ser patriota es compartir una misma carne y un mismo espíritu, que se esfuerza unido por el bien de todos.
  10. 25 puntos
    Las fiestas populares ya hace tiempo que están muy paganizadas. Por ejemplo, las fiestas en honor a San Fermín han ido perdiendo su esencia religiosa y cada vez más son una verdadera orgía pagana, donde el sexo y el alcohol fluyen con una naturalidad que asustaría a los antiguos paganos. No entiendo cómo las autoridades religiosas no han tomado cartas en el asunto. De otro lado, ese carácter de desenfreno sexual y alcohólico, unido a la presencia masiva de la juventud, hace que estas fiestas resulten proclives a la violencia. Donde hay sexo —o simplemente competición sexual— hay violencia. Donde hay alcohol hay una desinhibición que en algunos individuos hace que afloren la agresividad y los peores instintos tribales. Si todo ello lo aderezamos con la presencia masiva de la juventud —de por sí proclive a la violencia, por simple condición física y por la necesidad de afirmar su personalidad— en espacios muy reducidos, donde abundan los involuntarios pisotones, empujones y codazos para abrirse paso entre la multitud, tenemos un cóctel explosivo. En ese ambiente de competición sexual y desinhibición alcohólica, cualquier pisotón involuntario es susceptible de interpretarse como una agresión y dar lugar a una pelea. La música tampoco acompaña. La música moderna, desde el rock hasta el tecno, se basa en ritmos sincopados que despiertan instintos tribales y generan agresividad en el oyente. Esa agresividad musical puede ser positiva si, en un momento dado, estoy deprimido en casa y necesito algo que me anime. Me pongo una canción de hard rock o de tecno industrial y por momentos me siento mejor. Pero a la larga ese tipo de música no despierta instintos sanos en el individuo y mucho menos en la masa. Las tribus urbanas y la ultraviolencia tipo La naranja mecánica están muy unidas a toda esa música moderna. En suma, con esos precedentes, es lógico que en las fiestas populares se produzcan de forma regular episodios de violencia graves. Desde que empecé a salir por la noche, a principios de los noventa, recuerdo siempre peleas de las que resultaba difícil escapar por muy buena voluntad que le echases. En la zona de los bares copas y discotecas, todos los fines de semana se libraba una guerra que a algunos les dejó simples magulladuras pero que a otros les supuso una estancia en el hospital o la muerte. Esta violencia era especialmente notoria en las fiestas populares, donde las aglomeraciones, el alcohol y la competición sexual alcanzaban su punto más alto. De siempre, recuerdo que en las fiestas de mi ciudad se producían todo tipo de peleas y reyertas que a veces acababan en muertes. No sé desde cuando es así, pero he leído algunas crónicas locales de los años 60 en las que se retrataba una violencia parecida, aunque no tan nihilista. En los últimos tiempos la novedad es que a los episodios de violencia pura se unen los de abusos y violencias sexuales, con frecuencia sodomíticas, que al menos en mi época eran una cosa rara en las fiestas populares. Supongo que algo tendrá que ver que desde la infancia se tenga un acceso ilimitado a la pornografía más escabrosa que se pueda imaginar desde el PC o desde el teléfono móvil. O el hecho de que, gracias al feminismo, se considere a la mujer igual al hombre, con lo que no debería ser objeto de especial respeto o protección, y se considere que es un derecho de la mujer hacer uso de los reclamos sexuales que estime oportunos. En los últimos tiempos los medios publican muchas noticias sobre agresiones en fiestas. Pero, sinceramente, no creo que haya un aumento significativo de la violencia. Incluso diría que, desde hace una década, las zonas de copas son mucho más tranquilas que antaño. La diferencia es que ahora abren los telediarios y copan las redes sociales informaciones que antes no pasaban de la crónica de sucesos en la prensa local. Y me parece que esa sobreexposición mediática no aporta nada positivo. Por el contrario, puede hacer que surjan imitadores, de lo que conozco más de un caso. Ahora bien, el problema de la violencia de la juventud existe y lo venimos arrastrando desde hace tiempo. ¿Cómo solucionarlo? Una parte de la violencia es inherente a la juventud y al ligoteo. Ayudaría frecuentar otro tipo de músicas, moderar el consumo de alcohol, evitar las aglomeraciones y proponer a la juventud otros cauces para encontrar "pareja". Pero veo difícil que se solucione si no vamos a la raíz, que es la paganización de unas fiestas que en origen eran cristianas. Si la sociedad no vuelve a ser católica, seguirán estas violencias o, en el caso de que se reduzcan por la falta de juventud o por la creciente reclusión de ésta en lo "virtual", como de hecho podría estar sucediendo, se trasladarán al ámbito privado, sobre todo al terreno sexual.
  11. 25 puntos
    A veces me sorprendo cuando descubro de qué forma Dios va enderazando los reglones torcidos de los hombres. En referencia a todo este tema del arte moderno y el fraude ético y estético que supone en gran medida pues, en realidad la mayoría de esas obras se hacen relevantes, no tanto por su contenido artístico sino cuánto más por los intereses económicos que hay detrás (y esto daría para un tema propio dada la conexión entre izquierda política y arte moderno), hay que recordar también que el arte siempre ha estado conectado con el mundo religioso, pues trata de una de las más altas expresiones creativas del hombre y por tanto expresión de su cernacía al verbo Creador. Desde la pinturas rupestres del arte conceptual prehistórico, hasta la aún incabada catedral de la Sagrada Familia de Gaudí, el arte ha manifestado siempre la relación del hombre con el Creador, creando él mismo en esa relación una estructura de comunicación divina. Quizás por este motivo, la degeneración del arte moderno viene dada desde entornos ideológicos mayoritiariamente progresistas y ateos, pues si el arte es la forma intelectualmente más elevada que tiene el hombre de manifestar su cernacía a Dios, también es la forma más elevada que tiene para oponerse al Creador y a las tradiciones que han venido salvaguardando su orden a través de los siglos. Y ahora recordemos en este punto que la palabra "satán" significa literalmente "el que se opone", porque exactamente eso es lo que expresa todo ese arte moderno separado de la concepción religiosa que fundamenta al arte, y por tanto creador de una nueva visión conceptual del mundo donde el hombre ya no refleja a su creador -deja de ser imagen y semejanza- y pasa a querer reflejarse a sí mismo, es decir a ocupar su lugar, a imagen de aquel que llaman "Satán". Cuando Miguel Ángel esculpe la Piedad, amén de transmitir una serie de canónes estéticos de su época, también transmite una esencia superior que sirve para mover a reflexión a cualquier observador. Hace arte con mayúsculas, tanto por la perfecta ejecución de la obra como por su capacidad para transmitir significados elevados que mueven al propio perfeccionamiento del ser humano. Decimos que es arte porque es capaz en definitiva de elevar el pensamiento y el corazón del hombre, trascender su animalidad y acercarlo a su Creador. El sufrimiento más profundo del ser humano, la fe inquebrantable de una madre, el sacrificio perfecto de un hijo, la esperanza de una vida nueva, y sobre todo el Amor en su más alta expresión. Todo cabe y emana de esa obra, ejecutada además con la más perfecta fidelidad a la realidad que cabe elaborar sobre una piedra muerta, como si la propia piedra fuera la expresión de la esperanza en la resurrección del propio artista. Sin embargo, el arte moderno, a menudo se muestra como transgresor y destructor de ese orden natural, y sirve así de plataforma de comunicación de todo concepto opuesto a dicho orden. Por tanto, es una herramienta muy útil para todos aquellos que quieren establecer su propia estructura de poder en el mundo o en cualquier forma alejar al ser su humano de su divinidad o fuente de poder, como siempre pretenden las distintas ideologías ateas. Esta obra de Dalí titulada "El rostro de la guerra" representa, al contrario de la Piedad de Miguel Angel, el terror más profundo y ancestral de la soledad humana, la pérdida de la fe puesta en los monstruos de la razón, la destrucción y muerte de la creación, y sobre todo la consecuencia del odio y la indiferencia, como antítesis del amor, en su más alta expresión que es la guerra. La Iglesia se ha valido del arte para "poder reflejar la fe y transmitirla por generaciones" por tanto, el arte es una "herramienta de poder y control social" muy antigua, incluso prohibida durante el tiempo del Antiguo Testamento dada su capacidad de conducir al hombre por caminos equivocados. Con los siglos, muchas obras artísticas sacras, han llegado a producir emociones y condicionantes humanas que ni el mismo autor pensó que podrían ocasionar en los demás, siglos después incluso de haber muerto el artista. Podría decirse que, Dios se vale de nuestras creaciones (o visiones de él) para llegar hasta los lugares y tiempos que escapan de nuestra sencilla imaginación, como muestra por ejemplo una de las más importantes obras de arte sacro realizada por Velazquez: La Coronación de la Virgen, que refleja la más alta aspiración humana de entronización celestial, nada menos que en la figura de la mujer, siglos antes de la aparición del feminismo. Ni el más furibundo feminista podría concebir pretensión semejante, dicho sea de paso. No obstante todo, el arte sigue siendo lo que es, a pesar de que haya artistas que se empeñen hoy en llevar a su público por auténticos despeñaderos conceptuales. Sigue habiendo artístas hoy que, a pesar de que los cánones artísticos de nuestro tiempo no sean los del Renacimiento que expresaba Miguel Ángel, por estar más condicionados por la realidad destructiva del S.XX y la incertidumbre siempre abundante de un mundo liberal sin otro relato común que el darwinismo, sin embargo también como entonces tratan de ejecutar, según los cánones actuales, ese mismo acto creativo que acerca al hombre a Dios y le mueve a la reflexión sobre su cercanía con el creador. A continuación rescato un artículo del pasado año donde se habla de tres artistas contemporáneas que hacen arte religioso, según los cánones actuales: La pregunta entonces sería, ¿Sigue siendo el arte sacro, creación y expresión de lo sagrado? ¿Es precisamente esa la función del arte, conectar al hombre con Dios, es decir, con la perfección del ser? De ser así, cada obra capaz de conectar un alma con el Creador, podría ser considerada arte en su más alta definición. E igualmente, todo aquello que por el contrario busca privar al hombre de su filiación divina, podría considerarse anti-arte o arte destructor, independientemente de la época o situación en la que se produzca.
  12. 20 puntos
    La Hispanidad como problema y destino Juan Ramón Sepich, Mundo Hispánico, Julio de 1948, pp. 8- 10*. AMÉRICA no es una entidad cultural aislada y sin antecedentes; América es también Europa, toda vez que el concepto de Europa no es de puro valor geográfico o un área espiritual cerrada como hecho pretérito irreversible. Hispanomérica ha entrado en la historia universal, ya desde el descubrimiento, por la puerta grande. Comenzó a sentir la fraternidad de Europa en el inmenso y maternal regazo de aquella España imperial por su corazón y por el entendimiento de la vida histórica. Hispanoamérica hizo sus primeros pasos como provincia de un Imperio que tiene escritas las páginas más profundamente humanas y generosas de la historia entera. La gloria de aquel postrer esfuerzo heroico para salvar la sustancia de la cristiandad imperial, también es nuestra por herencia y por título de nacimiento. Y esto es lo que no tanto nos enorgullece, ya que no es obra nuestra, cuando nos acicatea la conciencia para que respondamos, en nuestra hora, a la dignidad de nuestro linaje. Nuestra Hispanidad se nos transforma en problema y en conciencia de un destino histórico que pesa sobre nosotros como mandato de nuestros muertos que esperan revivir de nuestro esfuerzo. El filósofo analiza la masa de hechos culturales que es Europa, a la manera como analiza también un concepto. Lo puede hacer porque sus categorías y sus valores son suficientemente universales para abarcar tales contenidos. También una circunstancia, accidental como ésa, nos empuja a poner mano a este otro problema de nuestra Hispanidad. Fuerzas oscuras subrepticiamente nos han ido infiltrando un falso pudor y casi vergüenza de nuestro origen. En muchos años de historia falsificada, se logró enlodar la memoria de España y manchar nuestras almas con una leyenda criminal y cobarde, agazapada en el anónimo e hipócritamente disimulada en la actitud de la defensa del hombre de nuestra tierra. Con ello se lograba producirnos cierto sonrojo de nuestro origen hispánico, en cuanto pueblo, y mirar con envidia a los hijos de otros pueblos que escribieron con oro y sangre inocente su historial para las generaciones futuras. Se logró así frenar el empuje de nuestros pueblos y radiar de la memoria de los mismos las gestas, los principios y las hazañas que configuraron su mundo, del cual hoy se siente una nostalgia inmensa en el ahogo de la mefítica atmósfera espiritual que se nos obliga a respirar en el mundo. Ya no es posible continuar ese estado de conciencia. Hemos de saber si nuestro pasado remoto es una honra o una deshonra. Queremos poder tener la tranquilidad de nombrarnos como hijos de tal hogar. Pues sabemos que .el honor, tan lejos hoy de ser una consoladora vigencia, es el indeleble sello que sobre el alma de los pueblos hispanoamericanos ha impreso España como primer bautismo natural para incorporarnos a la vida civilizada. Esta es la razón por la que, para nosotros, la Hispanidad se nos convierte en un problema que se ha de examinar. Es menester que en la conciencia de nuestra Hispanidad se deposite el sentido de nuestro hispano origen. Pero, ¿qué es la Hispanidad? No es España ni el españolismo. El artista que crea su obra le transfiere lo mejor de su alma, le da lo que de ella es conferible. Y un padre comparte con su hijo su carne y su temperamento, mas no puede infundirle su propia alma. Así España ha puesto su alma, lo que de ella era transfundible; nos ha configurado según su corazón y su mente. Hispanoamérica es su obra; única que en la historia pueda ostentar pueblo alguno. Una pléyade de naciones que amplían el alma de Europa con su espíritu y con su propia enjundia. La Hispanidad somos, pues, los pueblos de Hispanoamérica; cuya gloria es de España, así como la de España es nuestra, porque fuimos y somos de una misma estirpe y de un mismo espíritu. La Hispanidad es tomada en su sentido objetivo, como una realidad que vive aquí y ahora, en este momento crucial y fundacional de la historia. No somos aún la realidad madura que puede dar su tono al momento en que actúa. En el fondo de nuestro ser viven unas raíces capaces de germinar una obra fundacional que sirva para reencontrarnos con aquella línea europea, imperial y cristiana, de la cual fue España su última y gloriosa abanderada. He ahí por qué nuestra Hispanidad se nos configura como un destino histórico y como una empresa que no puede preterirse o como un deber que no hay derecho a eludir. Nuestra Hispanidad, objetivamente, comprende primordialmente: 1. los millones de aquel hombre que al decir de Darío, «aún cree en Jesucristo y reza en español». 2. A ello se suma nuestra tierra, regada por sangre y lágrimas que hicieron fértiles sus días y años; 3. nuestras riquezas materiales, que sirven de soporte a la vida digna y familiar; 4. nuestras instituciones, legadas por la prudencia secular de un sentido paternal del gobierno y de la vida; 5. nuestra lengua, vehículo espiritual de la manera de ser que nos configura; 6. nuestra fe religiosa, que nos une como hermanos en el amor, y la actitud generosa de una mutua servidumbre libre y espontánea; nuestra historia común, que actúa como un mandato para prescribir nuestro futuro comportamiento. 7. Por último, nuestro propio estilo de vida, de pensamiento y de amor, que nos perfila a la manera caballeresca de nuestros antepasados. Todo eso es nuestra Hispanidad. Todo eso es honorable; todo eso no se puede perder; todo eso merece el respeto de quienes no lo poseen. A quienes, desde lejos o desde cerca, desde fuera o desde dentro, nos miran con un cierto menosprecio, nosotros tenemos que decirles: habéis destruido vuestro mundo y el nuestro; dejadnos en paz, construidnos otro según nuestro ser. Porque el día en que nuestra densidad de conciencia de Hispanidad llegue a donde debe y el número de nuestros pueblos sumen los cientos de millones que su casta fecundidad anuncia, entrará la Hispanidad en la historia por donde entran los vencedores que han abatido primero las murallas que pretendían atajarles el paso. Esa es nuestra empresa y la afirmación de una primogenitura espiritual a que no hemos renunciado jamás. Yo sé que se nos recuerda, con más ahínco del debido, que nuestro indio, nuestro mestizo y nuestro criollo no pueden ser arquitectos de una nueva edad. A ello solamente responderé: si queréis las acciones maduras y fuertes de un hombre, dejad crecer al niño. No corrompáis su cuerpo ni su alma: a su tiempo hará las acciones del hombre. El abandono de nuestro indio —y Argentina es quien menos siente ese vital problema— y su aplastamiento no es obra de nuestra Hispanidad ni de España. Es obra de todas las fuerzas que nos han querido sonrojar recordándonos que la inserción de nuestro indio en la cepa española es una mezcla. El mestizo y el criollo son un renuevo. Es menester cuidarlo, criarlo, educarlo y hacerlo. Los hombres que así nos reprochan fueron también de la selva, y el imperio cristiano los hizo dignos. Dejadnos cultivar nuestro hombre; dejadnos cuidar nuestro elemento poético, con el elemento racional, de una Europa que nos ha sido infundida en la sangre por España y con la sangre de España. Y entonces daremos la respuesta al problema y destino de nuestra Hispanidad. ___________ * Nota: la numeración y las negritas son nuestras. Marcan una definición de la idea de Hispanidad que complementa a las de Vizcarra y Maeztu y que creemos que merece tenerse en cuenta.
  13. 20 puntos
    Como ya os habréis dado cuenta, llevo algún tiempo callado con este tema pues cada vez se presta más a la controversia y la división de partes allá donde se discute. Lo he visto en este y otros foros, y lo he vivido también en la vida real fuera de las redes, asistiendo a discusiones bastante agrías a causa de la guerra contra el Papa. El nivel de intoxicación es enorme y a mi no me quedan dudas de que estamos ante el penúltimo gran ataque de destrucción de la Iglesia Católica, y lo que es peor, del ser católico, con el agravante de que además, en esta ocasión, los mayores esfuerzos vienen desde dentro, causando más bajas si cabe el fuego amigo que el enemigo. Muchos parece que han olvidado la historia de la Iglesia, yo no sé si inocentemente o por algún motivo oculto pero por ejemplo, en todo este tema del Sínodo de la Amazonía encuentro una hipocresía muy grande, tanto entre quienes lo utilizan para ideologizar el magisterio de la Iglesia como entre quienes lo denuncian por alterar supuestamente la tradición de la misma. Se está diciendo, entre muchas otras cosas, que se pretende cambiar el culto sagrado a Jesucristo por el culto pagano a madre tierra; que se están venerando símbolos paganos; o que se está defendiendo herejías, por el hecho por ejemplo de poner en cuestión el celibato sacerdotal, pero veamos. Para empezar, la "Madre tierra", lejos de ser una concepción pagana del indigenismo, es tradicionalmente una expresión original de la propia Iglesia desde el S. XIII, que aparece por primera vez en la obra del propio San Francisco de Asís, en su conocidísimo "Cántico del Hermano Sol" o "Alabanzas de las creaturas": "Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra, la cual nos sustenta y gobierna, y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba." Posteriormente la liturgia castellana adaptó los versos de San Francisco para integrarlos en los textos litúrgicos donde hasta hoy permanecen y se celebran, pese al "escándalo" de quienes hoy se hacen pasar por tradicionalistas aunque ignoren el tesoro de nuestra tradición: "Y por la hermana tierra, que es toda bendición, la hermana madre tierra, que da en toda ocasión las hierbas y los frutos y flores de color, y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor! " Es decir, cuando la Iglesia o el Papa Francisco hablan de la Madre Tierra, en realidad se está tratando de proclamar la misma alabanza a Dios que en su día hizo San Francisco, en ese mismo Espíritu de Gracia que caracterizó al Poverello de Asís. La encíclica "Laudato Si" del papa recoge su mismo título de aquellos versos, que no por casualidad son los más antiguos que se conocen de la lengua italiana: "Laudato si’, mi’ Signore, per sora nostra matre terra, la quale ne sustenta et governa, et produce diversi fructi con coloriti flori et herba." Nada más lejos pues, de las intenciones de Francisco, que paganizar el Magisterio o contaminar la Tradición. Al contrario, lo que se pretende es santificar lo pagano para hacer de la vida algo sagrado, como siempre ha ocurrido en la historia de la Iglesia y es también su misión. Al respecto de la adopción de elementos paganos por parte de la Iglesia, bastaría con citar también un párrafo del recientemente elevado a los altares Cardenal Newman, que a finales del S. XIX, en su "Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana", dejó escrito lo siguiente: “El uso de templos y de los dedicados a santos particulares, y a veces decorados con ramas de árboles, incienso, lámparas y velas; las ofrendas ex voto en caso de curación de enfermedades; el agua bendita, el asilo; las fiestas y los tiempos litúrgicos, el uso de calendarios, las procesiones, las bendiciones en los campos, los ornamentos sacerdotales, la tonsura, el anillo utilizado en el matrimonio, el dirigirse hacia el oriente, y en una fecha posterior también las imágenes, tal vez incluso el canto eclesiástico y el Kyrie Eleison: todos son de origen pagano, y han sido santificados por su adopción en la Iglesia”. La iglesia, en comunión con aquella oración que nos enseñó el propio Jesucristo: "Padre nuestro..., santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino..." siempre ha tratado de santificar a Dios sacralizando la Creación, es decir, convirtiendo lo pagano en sagrado y volviendo así el corazón del hombre hacia el Corazón de Dios. Mienten pues y desde luego pecan de hipocresía, y quizás me atrevo a decir que incluso también de gnosticismo ya que parecen adorar una pureza espiritual despreciativa de la materia, quienes hoy pretenden desechar todo elemento pagano del diálogo que la Iglesia mantiene con todos esos pueblos indígenas del Amazonas, pues la propia historia de la Iglesia se ha construido mediante la santificación de aquellos símbolos y conceptos paganos de la antigüedad, que imperfectamente acercaban al hombre a Dios hasta convertir su alma. Lo que han hecho esos tarados iconoclastas que han tirado las estatuillas indígenas al Tiber, no está muy lejos de lo que decían en su día algunos europeos que no querían ver en los indianos de América, seres humanos dotados de alma. Ignoro si incluso no habrá cierta dosis de racismo inconfeso en sus motivaciones, porque en definitiva se trata de un desprecio del otro y sus cosas por considerarlo inferior, lo cual no es otra cosa que un desprecio de la Creación y de los medios que Dios ha dispuesto para acercar todas esas almas a su santidad. Que unos indígenas acudan a Roma y adoren allí una estatuilla de su Pachamama, no debería escandalizar a nadie. Lo que si debería escandalizar es que unos católicos desprecien a esa gente y tiren al río sus estatuillas porque se consideren más puros y mejores que otros católicos que tratan en cambio de santificarlas para con ello llevar hasta Dios y convertir las almas de esos mismos indígenas. En algunos debates he visto los enconados desprecios que se hacían de los indígenas y sus estatuillas, y la ingenua defensa que se ha hecho de ello tratando de hacer pasar por la Virgen a la Pachamama. Seamos sinceros, muchos de esos indígenas adoran a la Pachamama y esas estatuillas son la forma en que la representan, lo cual no debería ser venerado por la Iglesia, pero ¿Acaso la infinidad de advocaciones marianas que hoy existen en el mundo, no fueron originalmente cultos iniciáticos a la diosa madre (Isis, Isthar, Astarté, Afrodita, Venus, Maya, Gea, Rea, Cibeles, Artemisa, Hera, Minerva, Mari, Freyja, Coatlicue o Chimalma, solo por citar algunas que en la antigüedad recibieron culto igual que lo recibe hoy la Pachamama), y que fue la Iglesia la que convirtió, que no destruyó, todos esos cultos paganos al culto de hiperdulia a la Santísima Madre de Dios, para mediante ella conocer a Cristo? ¿Desde cuando ha sido misión de la Iglesia señalar y maldecir, y no enseñar y bendecir; destruir en lugar de construir; condenar en lugar de salvar? ¿Quién se equivoca, el indígena que trata de conocer y venerar a Dios desde su humilde e imperfecto entendimiento pagano de la vida o el ultracatólico perfecto que condena al indígena y al Papa a los infiernos por haber tratado de santificar una imagen en origen pagana? Más preguntas a los críticos ¿Desde cuando la Iglesia considera un dogma el celibato sacerdotal? ¿Dónde está la herejía pues? No es lo mismo castidad que celibato pues lo primero es ordenar el don de la sexualidad a la santificación de la vida, y lo segundo prescindir de ella para atender mejor dicha santificación en la vida de los demás, es decir, un sacrificio de lo propio en beneficio de lo común pero, si en aquella región fuese hoy necesario establecer la figura de los Viri Probati para asegurar la permanencia de Cristo en aquellas gentes y el desarrollo de la Iglesia en sus comunidades, como en su día ocurrió en los orígenes de la cristiandad ¿No sería eso preferible a que desapareciese todo? ¿Cuáles son realmente los intereses que hay detrás de impedir el desarrollo de la Iglesia en todas esas tierras vírgenes? ¿Alguna cuestión geopolítica? ¿Cuáles son los intereses que se esconden tras toda esa gente que pretende desacralizar la creación e impedir la evangelización del ecologismo o el indigenismo, para convertirlos de ideologías paganas que son, en ideales de santidad, tal cual obró la Iglesia y España en los siglos de la conquista? ¿Quién es el que emporca la historia de la Conquista española, el Papa por pedir perdón por los abusos cometidos en nombre de la Iglesia o aquellos que quieren impedir hoy que la Iglesia vuelva a civilizar y hacer santo lo que los hombres hemos pervertido a causa del pecado? No sé cuando se publicarán los resultados de este sínodo. El borrador del documento final se presentó el día 21 y tienen cinco días para reflexionarlo y debatirlo. Imagino que en acabar sabremos algo pero desde luego, lo que sí sé es que el sínodo está dejando claras las intenciones de mucha gente que usa de la Iglesia para hacer de este un mundo sin Dios a beneficio propio. Y lo mismo me atrevería a decir de todos esos que aquí en España utilizan ahora la polémica con Franco para difamar a la Iglesia y hacer del Caudillo un ídolo más importante casi que Dios. Es más, pienso que son unos hipócritas que ni siquiera veneran la figura y el ideal del propio Caudillo, a quién personalmente, con todas sus faltas y aciertos, tengo por un buen católico al que no se le ocurriría hacer lo que estos hacen en su nombre contra la propia Iglesia que él defendió con su alzamiento. Vivimos un tiempo de hipocresía en grandes letras mayúsculas.
  14. 20 puntos
    Traduzco para el foro una impactante carta que hace unas semanas dirigió a sus seguidores Márton Gyöngyösi, vicepresidente del partido húngaro Jobbik*. * Jobbik es un partido de extrema derecha que siempre ha contado con una importante representación en el Parlamento de Hungría. Tradicionalmente ha sido un partido antiinmigración y no ha dejado de serlo, pero la inmigración es sólo uno de los muchos ejes de su programa nacionalista y, por otra parte, están escandalizados con la demagogia y las malas artes de Víktor Orbán, con lo que han adoptado una postura más moderada y muchos de los extremistas que había en el partido se han ido a Fidesz. Han perdido el apoyo de Rusia y consideran que Orbán es un pelele ruso. No estoy seguro de que sea un partido fiable el cien por cien, más que nada porque es un poco difícil para un occidental comprender lo de Hungría, pero me ha parecido que la carta es muy correcta y merecía ser conocida por nuestros lectores y en general por los católicos españoles. También es muy interesante lo que comenta Márton Gyöngyösi de los ataques al Papa Francisco por parte de los lacayos de Orbán, así como la disyuntiva que plantea de cristianos frente a cristianistas. No se entiende que en su día la ACdP invitase al calvinista Orbán en calidad de caudillo católico o que en los portales de información religiosa le presenten como un modelo a imitar. Tampoco se entiende muy bien que hace años en la ultraderecha española estuviesen todo el día dando la vara con Jobbik y que de repente se haya hecho sobre ellos el más absoluto de los silencios. O quizá se entiende demasiado bien la razón de esas conductas. La carta me parece digna de aplauso, si es sincera, y por lo demás coincide con muchas de las cosas que veníamos comentando por aquí. Así que vale la pena conocerla y difundirla. Abre también un debate muy interesante que no entiendo por qué no ha llegado a la derecha española. Me perdonaréis que la traducción no sea muy brillante. Para finalizar, dejo breve charla que dio Márton Gyöngyösi en la Conferencia de Familias Católicas celebrada en Irlanda:
  15. 20 puntos
    Aunque cada vez menos gente se acuerda de ello, hoy es el día de Santiago Apostol, Santo Patrón de España y discípulo mártir de Jesús. Por este motivo abro este tema con objeto de homenajear a nuestro Santo Patrón, a quién siempre llevo en mi avatar, y que durante siglos tantos han amado guardando nuestra patria en Cristo. Las fuentes de su hagiografía provienen del Nuevo Testamento, que lo diferencia del otro Santiago con el comparativo de Santiago "El Mayor". Además existen otras fuentes derivadas de los escritos neotestamentarios, como son las noticias sobre el Apóstol puestas por escrito durante los primeros siglos por los Santos Padres y escritores eclesiásticos tales como Orígenes, Nicéforo de Constantinopla, san Epifanio ó san Jerónimo, de gran importancia este último por haber sido secretario personal del papa español san Dámaso. Existen además otros escritores que han documentado la vida y obra de este Santo Patrón, aunque todos beben de la Escritura o se apoyan en lo dicho por los ya mencionados. Según la historia, Santiago era de familia trabajadora y adinerada. Eran pescadores y propietarios de embarcación por lo que también contrataban el servicio de jornaleros. Su padre era conocido como Zebedeo, y Santiago y Juan eran sus dos hijos. San Nicéforo afirma que tenían casa en el interior de la ciudad, junto al palacio del Sumo Pontífice, en lo que se llamaba ciudad de David. Este dato explica el hecho de que Juan fuera «conocido del Pontífice», y que esa fuera precisamente la zona de la ciudad donde se encuentra la basílica de la ‘Dormición’, lugar donde la tradición dice que vivió y murió la Virgen. Además corrobora el dato histórico del Evangelio que dice que «Juan la recibió en su casa», cumpliendo fielmente el deseo de Jesús cuando le entregó a su Madre. La madre de Juan y Santiago era Salomé, quién fue una de las mujeres que, según los evangelios permanecieron junto a la Cruz, y de las protagonistas en la mañana de la Resurrección. Se deduce de la escritura que Salóme, también conocida como María la de Cleofás, era hermana de María y que por tanto, Santiago y Juan debieron ser primos hermanos de Jesús. Jesús llamó a Santiago a seguirle mientras trabajaba en las redes, poco después de llamar a Simón y Andrés. Pasó tres años en la escuela itinerante del joven Rabí, contemplando sus maravillosos prodigios y escuchando la novedosa y más profunda doctrina teológica que el ser humano jamás había oído hasta entonces. También sufrió las severas correcciones del Maestro cuando se dejó llevar por su impulsiva naturaleza o pretendió honores como segundo de Dios, cosa que le hizo ganarse, junto a Juan, el sobrenombre de «Boanerges» o «hijos del Trueno». Santiago fue uno de los apóstoles predilectos de Jesús, junto a Pedro y a Juan. Estuvo presente en la trasfiguración del Tabor y en otros hechos milagrosos que recoge la escritura. Y fue también de los que se durmió mientras el Maestro rezaba y sudaba sangre en Getsemaní, en el preámbulo de La Pasión. Su propia pasión le llegaría años después, tras haber evangelizado Hispania y dado origen a la fe de nuestros mayores, cuando el rey Herodes le decapitó en el año 44. Hasta aquí la historia con datos que se conoce de Santiago. A partir de este momento se relata lo conservado por la tradición. Cuenta la tradición que Santiago fue un ejemplo de ‘aprovechamiento del tiempo’ porque, toda su predicación transcurrió en apenas diez o doce años, a partir de Pentecostés. Viajo a las ‘ tres hispanias’, como refiere san Jerónimo: la Hispania Tarraconense, la Bética y la Lusitania, para ser «testigo hasta el fin de la tierra», y predicar en ella aquella fe tan poco apreciada inicialmente por los hispanos quienes, pasados los siglos, lo nombraron en cambio su Santo Patrón y fueron los garantes de su fe en el Occidente Cristiano. Según la tradición viajó desde Jerusalén hasta Cádiz, donde sus predicaciones no fueron bien recibidas, por lo que se trasladó a Zaragoza donde convirtió a muchos. En Hispania llegó a estar prisionero junto a sus discípulos y cuenta la tradición que, María, que por entonces aún vivía en Jerusalén, intercedió por él y Dios les liberó del cautiverio, pidiéndole que se trasladase a Galicia a predicar y volver después a Zaragoza. Este milagro por intercesión de Maria es el primer testimonio mariológico que se conserva, por lo que de alguna manera puede decirse que la veneración mariana comenzó en tierras hispanas. Cuenta la tradición que, una noche, mientras el apóstol Santiago rezaba con sus discípulos junto al río Ebro, cerca de los muros de la ciudad de Zaragoza, pidiendo que Dios le iluminase sobre qué debía hacer, de repente un resplandor le iluminó permitiéndole ver a unos ángeles que, acompañados de un sonido celestial, traían una columna de luz cuyo pie señalaba un lugar a escasos metros de donde estaban. Sobre aquella columna pudo ver a la Virgen María, quién le pidió que erigiese una iglesia en aquel lugar, pues desde allí y por su intercesión, iba a extenderse la fe por todas las tierras hispanas, prometiéndole permanecer en aquel lugar hasta el fin de los tiempos. Pero una vez terminada la iglesia, él debería volver a Jerusalén para terminar de ofrecer su servicio a Dios. En aquel lugar, Santiago y aquellos primeros discípulos hispanos levantaron la primera iglesia del mundo dedicada a la Virgen María, que con el tiempo fue creciendo y transformándose en lo que hoy conocemos como la Basílica de Nuestra Señora del Pilar. Terminada la obra, Santiago partió de España hacia Éfeso, lugar donde vivían su hermano Juan y Maria, a quién quería agradecer su intercesión y compartirle su historia en las provincias hispanas. Allí la Señora le acogió como a un hijo confortándole pues, también le predijo su próxima muerte en Jerusalén. Tras despedirse de María y de Juan, se dirigió a Jerusalén donde, tal y como María le había predicho, fue hecho prisionero y ejecutado en el mismo lugar que su Maestro, cortándole la cabeza, no sin antes convertir a muchos de los que presenciaron su ejecución. El cuerpo de Santiago estuvo durante algún tiempo en Jerusalén hasta que unos discípulos lo llevaron de vuelta a Galicia huyendo de la persecución. Hoy se venera en la Catedral de Santiago Apostol, Patrón de España. En siglos posteriores y hasta el día de hoy, numerosos fieles, principalmente de Europa, recorren el "Camino de Santiago" que les conduce a la tumba del Santo, con el fin de pedir perdón por sus pecados. Toda esta segunda parte de la historia, en realidad no hay modo absoluto de demostrarla, pues se trata de la parte legendaria de la tradición, que por más que sea posible o creíble, se basa en dichos y escritos que la fe y el tiempo han ido acumulando, según el espíritu de quienes han participado activa o pasivamente en la historia. Y decir esto tampoco es ser mejor o peor cristiano porque, para ser un buen creyente no hace falta creer en más milagros que los se cuentan en el Evangelio, ni otra cosa que no sea amar a Dios y al prójimo. E igualmente, para ser español, no hace falta otro requisito que haber nacido en España y amar a los españoles como Dios los ama. Nadie peca ni es menos español porque niegue lo legendario de la tradición popular, sin embargo los que así piensan, sería más que deseable que considerasen sus razones o al menos manifestasen su incredulidad con el debido respeto porque, siendo honestos, la leyenda de Santiago Apostol y el Pilar de Zaragoza, son las raíces mismas de Europa y por extensión de las Américas, y han dado cuerpo real y sentido durante muchos siglos a la cristiandad.
  16. 16 puntos
    Un tema que no se nombra mucho es que la entrada de España globalizó el conflicto. Las mayores batallas en la Guerra de la Independencia de los EEUU se dieron fuera de sus fronteras, por ejemplo en Centroamérica (la expedición a San Juan en Nicaragua, el mayor desastre en número de hombres del ejército británico en toda la guerra, comparable a la defensa de Cartagena décadas antes), la captura del doble convoy inglés en medio de la inmensidad del Océano Atlántico, un golpe terrible que hundió sus finanzas o el larguísimo asedio de Gibraltar (esta fue una derrota francoespañola finalmente). En todos estos sitios la Corona Británica estuvo obligada a desviar recursos. Visto con perspectiva, se puede decir que los EEUU acabaron siendo una mayor amenaza para España que el Imperio británico sin ninguna duda, y que la intervención fue un fallo. Gran Bretaña nos quitó Jamaica, Gibraltar, Menorca, Malvinas, Belice o Guyana, apoyó a los libertadores y nos fracturó con las independencias hispanoamericanas, pero si hablamos de cómputos materiales puros y duros, no entró hasta en la cocina en México ni nos robó 7 millones de kilómetros cuadrados en Norteamérica (todos los territorios al Oeste del Misisipí) o la presencia entera en Asia (Filipinas) como sí ha sido el caso de EEUU. Gran Bretaña fue rival para la España peninsular, pero EEUU ha sido la némesis de la España americana. EEUU ha usurpado y agotado el papel histórico que estaba destinado a cumplir la España americana, como verdadero eje entre dos Océanos y centro de Continentes. Realmente más que la intervención, que fue impecable, lo que ocurrió es que la diplomacia británica se alió rapidísimamente con los recién independizados EEUU (entregándoles en negociación secreta y a espaldas de Francia y España todo el territorio entre los Apalaches y el Misisipí, territorio que la misma Gran Bretaña había reservado a los indios para que sus Colonias no crecieran y se le rebelaran), y en el mismísimo año 1783 ya contaba con ellos como una nación amiga contra España. Ocurrió que el Imperio británico en vez de dividirse, multiplicó sus cabezas por dos, como si de una Hidra se tratara. Tuvimos que esperar hasta 1950 para deshacernos de uno, dos Guerras Mundiales mediante, y a saber cuánto tendremos que esperar para deshacernos del otro.
  17. 15 puntos
    Me ha gustado la crítica de La conjura de los necios de Mundo Republiqueto, pues tengo una visión similar de la novela. Recomiendo su lectura encarecidamente, aunque sólo sea por su humor excepcional... John K. Toole, el autor del libro, no es un escritor católico (si habría evolucionado en este sentido de haber vivido más años, sólo Dios lo sabe), pues de hecho era probablemente no católico en lo personal. No creo que, en este sentido, sea comparable a Chesterton (aunque no he leído nada de este último, y por tanto, me abstengo de afirmarlo categóricamente). A este autor lo califico políticamente más bien de tendencia de izquierda moderada, pero con una indudable fascinación hacia el catolicismo -pues Ignatius J. Reilly, el personaje protagonista, a pesar de poseer muchos de los rasgos del antihéroe, es sin duda caracterizado como un genio "católico" incomprendido en su época y existe una intención clara de hacerlo simpático para el lector- probablemente debido a su tradición familiar. También desliza críticas a izquierda y derecha, algunas de ellas muy puntiagudas y afinadas. En particular, sorprende el retrato que hace, a través de un personaje femenino, de toda la fauna "progre" de extrema izquierda que empezaba a germinar (en los años 60) en las universidades de EEUU. Contrasta su finura e inteligencia con la brocha gorda que acostumbra a utilizarse hoy en día. Para entendernos, y dejando de lado matices, mi opinión sobre John K Toole no dista mucho de mi opinión sobre George Orwell: Ninguno de los dos es propiamente "de los míos", pero su enorme inteligencia y lucidez hace que aprenda y disfrute mucho leyéndoles.
  18. 10 puntos
    Como ya he comentado en alguna ocasión anterior, aunque no me canso de insistir, para mí la verdadera "Gran Conspiración", se basa en difundir ideas, datos, teorías y conceptos que llevan a desconfiar de todo y de todos hasta dinamitar así la cohesión social. Es la estrategia revolucionaria que posiblemente más frutos esté cosechando pues no se limita solo a reafirmar y propagar las ideas del revolucionario, sino que permea todos los ámbitos sociales y niveles intelectuales, destruyendo así toda clase de vínculos sociales y humanos. Hasta qué punto afectan la difusión de estas teorías el entendimiento personal de las cosas y las relaciones sociales, podemos intuirlo fácilmente si cogemos un diccionario de sinónimos, y nos encontramos con que, para el término "Confianza", que es el más afectado por la actividad conspiranóica, aparecen como homólogas las palabras: seguridad, esperanza, fe, credulidad, decisión, determinación, certidumbre, tranquilidad, creencia, presunción, aliento, ánimo, vigor, empuje, amistad, familiaridad, intimidad, llaneza, franqueza, naturalidad, valimiento, cordialidad. En resumen, podría decirse que son los pilares de la vida misma los que se ven atacados por las teorías de la conspiración. Por eso insisto tanto en afirmar que, independientemente de la veracidad o no que pueda haber en cada teoría conspirativa, sí existe de fondo una "Gran Conspiración", sumamente peligrosa y destructiva, que sin embargo pasa desapercibida porque se da de una forma distinta a cómo nos las presenta habitualmente el mundillo de los conspiranóicos. Creo que es importante entender que, el conspiranóico es habitualmente parte, voluntaria o involuntaria, de la peor conspiración: aquella que permanece oculta. Es un poco como el efecto de la guerra nuclear pero aplicado a un nivel psicológico. Cuando se dispara una bomba atómica, la explosión puede tener un gran efecto destructivo, pero la verdadera y mayor destrucción se produce después por los efectos de la radiación invisible, que destruyen la continuidad de la vida. En este caso la bomba atómica vendría a ser semejante a la difusión de una tesis conspirativa, y la radiación igual a la desconfianza que genera dicha difusión, que se instala y permanece invisible en el ser personal y colectivo para ir minándolo y destruyéndolo poco a poco. Destruye la memoria de los acontecimientos al poner en cuestión lo que creemos saber; destruye el entendimiento de las cosas al no tener una base clara de los hechos ni de en quién confiar; y finalmente destruye la voluntad de las personas que acaban hastiadas de vivir en un mundo de mentiras. Es decir, la “Gran Conspiración" destruye las potencias del alma -memoria, entendimiento y voluntad- y con ello la vida de las personas y la sociedad. Y digo que se trata de una conspiración y no de un simple comportamiento humano porque en efecto soy creyente, y tal como creo que realmente existe Dios, verdad y vida, también creo que existe el diablo, a quién desde siempre hemos conocido como el padre de la mentira.
  19. 10 puntos
    Estas definiciones y afirmaciones acerca de la santidad, son palabras del Papa emérito Benedicto XVI, o mejor dicho, son palabras de la Iglesia en boca de uno de los sucesores de los apóstoles. Hoy es el día en que la Iglesia católica celebra la festividad de Todos los Santos que, a la postre, sigue siendo una de las pocas que aún se celebran también en el ámbito civil. Celebrar el día de los Santos, y también el de difuntos, es una tradición de nuestra patria que rememora el nombre de todos aquellos hombres buenos que alcanzaron la santidad, es decir, aquellos que se distinguieron por hacer visible en sus vidas el testimonio, la presencia y el amor de Dios entre los hombres. Y celebramos también el día de difuntos en memoria de todos aquellos antepasados nuestros que, como mejor supieron, nos legaron la vida y la patria que hoy disfrutamos. Son días de agradecimiento y favor. De sentimientos encontrados y deseos de recuperar el amor. Esa es la verdadera naturaleza de las fiestas que celebramos estos días, la primera como agradecimiento y forma de recordarnos aquel alto ideal de santidad al que estamos llamados a alcanzar. Y el segundo en memoria y favor de las almas de nuestros difuntos, con los que aún aspiramos a reencontrarnos en la eternidad del más allá. Se trata de un verdadero culto a la vida, a través también de la muerte. De recordar y celebrar que la vida vence a la muerte y se recrea en la memoria y encarnación de todo aquello que es bueno, bello y verdadero en el corazón humano. Se trata del alma humana al fin traspasando viva el umbral de la muerte, es decir, de celebrar su trascendencia divina. Sin embargo y desde hace algunos años, sobre todo a partir de la década liberal de los 90 (en España), se ha ido imponiendo la moda de celebrar a los monstruos, las brujas y los demonios, con la aquiescencia y el beneplácito de muchas de nuestras instituciones públicas, especialmente en los centros educativos y áreas culturales de municipios y gobiernos, que no dudan en promover y subvencionar todo tipo de festejos relacionados con una cultura de la muerte que ni siquiera es nuestra, por mucho que se pretenda excavar en el origen etimológico de la palabra Halloween. Halloween representa el olvido de la santidad; la preferencia de la muerte sobre la vida; el desprecio de lo bueno y hermoso de nuestra memoria en beneficio del negocio y la pérdida de la identidad individual y nacional. Celebrar Halloween es olvidarse del verdadero sentido de estos días, de la memoria viva de quienes nos precedieron. De preferir lo diabólico a lo sagrado. De transformar el nombre sagrado de nuestros padres y seres queridos en un ridículo baile de máscaras cuyo único objetivo final es hacernos olvidar la santidad y el sentido trascendente de la vida. Santidad, ese estado que significa la bondad, la hermosura, la dicha y la felicidad de Dios en el corazón humano, y que no en vano la Iglesia lo rememora celebrando la lectura del sermón de las bienaventuranzas, que es sobre todo un programa de vida hecho para alcanzar la auténtica felicidad y la verdadera libertad del hombre. Todos estamos llamados a ser santos, eternamente felices, desposeídos por completo de la magia, la oscuridad, el terror y la superstición ignorante de los viejos cultos paganos. Y para eso Dios nos regaló con su sacrificio eterno el Don de la Fe, que es el regalo más hermoso y sagrado que cualquier creatura pude aspirar a poseer, y que los católicos recibimos cuando nos bautizan. Un Don que ha llegado también hasta nosotros por el esfuerzo, el amor y la gratuidad de quienes nos precedieron, y que es más grande que la magia y más poderoso que la fuerza del terror. El Don de la Fe significa en definitiva esperanza, amor, libertad, sentido común y pertenencia del ser. Celebrar Halloween o acoger con buenos ojos las festividades y cultos paganos que se esconden tras esa celebración, significa perder un poco cada año más nuestra propia identidad. Y lo que es peor, contribuir a un mañana en el que nunca seamos recordados, mientras nuestros descendientes se recreen ebrios bailando sobre nuestro recuerdo y nuestras tumbas. ¿De verdad queremos ser así recordados? ¿De verdad queremos recordar así a quienes nos precedieron? No seamos necios, digamos no a esa impostura cultural pagana y celebremos estos días como verdaderamente nos enseña la tradición milenaria que ha dado origen a nuestras vidas. Vayamos un paso más allá de las flores, las velas y las visitas a los cementerios, que son una hermosa muestra de amor, y sobresalgamos por encima del fulgor efímero de las caretas y los monstruos, con auténticos testimonios de una vida santa y comprometida con el bien y la verdad, para que sean el mejor ejemplo de la presencia de Dios en nuestras vidas, que mañana otros quieran celebrar. En memoria de todos aquellos hombres y mujeres buenos que nos precedieron, y de todos aquellos que perdieron sus vidas confundidos por el engaño y el error, cuyas almas pertenecen ya en exclusiva a la voluntad de Dios.
  20. 10 puntos
    Confieso que yo he tenido esa tendencia conspiranoica que desarrollé en los primeros años de BBJ coincidiendo con la crisis que fue mi propia crisis de manera extraordinaria. Poco leído -me maravilla en muchos de vosotros el manejo de libros que tenéis- y a la vez curioso, el tiempo libre y la avalancha de "información", fueron los ingredientes de abrir mis ojos como platos ante tantos datos y secretos pregonados como si efectivamente "algo" distinto estuviera pasando. Distinto y extraordinario pues venía en auxilio de aquellas dudas, fracasos y frustraciones para cuya explicación en mi fuero interno, no encontraba nada que no fuera: qué mundo más hi de pu nos toca vivir. Pero esa conclusión te dejaba postrado, incapaz, sin esperanza. Entonces todas esas teorías venían a explicar la razón de ser de las cosas. Precisamente, nuestra mente estructurada (alienada, controlada, aborregada.... que tanto se decía y se dice) era la responsable de no detenerse en el efecto caótico en que se había convertido la realidad como es... Tenía que haber una explicación, si no para todo, si para lo más acuciante. Y además, tenía que haber un voluntad expresa detrás de todo, pues era yo incapaz de desprenderme de la idea de que había una inteligencia finísima detrás de todo. Finísima y tenaz, de "larga data", en la que "algo", movido por "algo" había sido capaz de pergeñar "algo" a lo largo de siglos y que por fin había empezado a dar señales claras de éxito y premio a esa voluntad pétrea, al mismo tiempo que "otros" conseguían traernos la explicación adecuada. Desde la antigüedad (muy variable según el caso), pasando por sucesos históricos a los largo de siglos, se habían ido gestando lo mismo grandes venganzas que grandes resistencias. Un mundo "mítico" de sociedades, dragones de diferente color, que siguiendo la largura de sus raíces nos llevan a las edades védicas, a las deidades paganas transmutadas en seres de otras galaxias, a Yavé, a los judíos y a Egipto pasando por Babilonia... Todo apuntaba a que había, efectivamente, una explicación "racional" a los eventos nuevos para los dormido, pero que los despiertos habían estado predicando milenios como quien grita en el desierto. En cierto modo estábamos adorando a nuestros ídolos de oro haciendo caso omiso a la "inteligencia", a la consciencia cósmica, a los "hermanos ascendidos".... Moisés había bajado del monte y comprobando cuán fácil es para las masas caer en la idolatría del dinero, de la vida sin más que el horizonte pequeño y personal, rompió furioso de nuestra flojera las tablas de la Ley que debían orientar nuestras vidas más acá de que las comprendiéramos. Pero bajó -descendió- con otras palabras que Yavé le había dicho y que nos parece razonable fueran secretas, pues si tan fácil fuera dejarnos llevar por la materialización inmediata en aquellos ídolos dando respuesta a nuestra inclinación trascendente en su modo tanrústico, no hubiéramos sido capaces de comprender los códigos tras la exigencia de cumplirlos sin hacer preguntas. Y aquí encuentro el meollo de todo ésto: "no quiere que comáis de este árbol porque sabe que seréis como Él". Destripar esta frase tiene su aquel: ¿Puede una criatura ser igual a su creador?. ¿Podría Dios ser capaz de crear a otros dioses idénticos -clónicos- a Él sin tener en cuenta ninguna consideración al margen de querer hacerlo?. ¿Podría la Causa incausada dar origen a entidades clónicas que no serían sino causas "causadas"?. ¿Cómo podrían "Ser" lo mismo si no hay en ellos "la primera voluntad"?. Preguntas -ejemplos- que ponen de manifiesto la necesidad humana de ir al fondo de las cosas pero inspirados por una voluntad que no se detendrá en respuestas "insatisfactorias" que acoten la libertad de llegar al fondo de las cosas... De hecho, cuanto más complejas las respuestas, y más contradictorias, más estimulantes nos resultan como modo de eludir una realidad que nos aplasta como bota indiferente pisando un hormiguero. Estoy convencido de que la "intención" de todo es "romper" la estructura de la civilización cristiana identificada ya en la "Matrix" (matriz, estructura, filas y columnas, planos "acotados"). Tal vez tenga que ver con las "meditaciones" de un "pueblo" que tampoco quiso aceptar la realidad de aquel Mesías que no cumplía con su interpretación de lo que habría de ser el Mesías, y como niño frustrado por no ver entre los regalos aquel de su máxima preferencia, elucubra que los reyes magos le estaban gastando una broma y busca, revuelve en lugares raros, aquello que de ninguna manera habría de serle negado... Ingenuidades infantiles (y no tanto) que en tantos casos duran toda la vida resistiéndose a la realidad buscando explicaciones "alternativas" que dejan a Dios fuera del centro ahora ocupado por nosotros y nuestras "necesidades", convirtiéndolo en un "bromista" que juega al escondite o a los dados... Antes que todo ésto había tenido "contactos" con el Mal. Nunca se trató de temas complejos ni elaborados sino de cosas sencillas y de "miradas". Mis casos "diabólicos", en lo que atañe al caso concreto, son cosas muy ordinarias. Lo extraordinario era "la sensación" de estar frente a algo súbitamente negro y desconcertante por sí mismo y por el hecho de que escapaba completamente del ámbito del hecho. Por eso digo "sensación" y no reacción más o menos iracunda ante un hecho vulgar y predecible. Cinco años "interno" en colegios de curas de los que renegué en cierto modo sin llegar a ningún drama hasta la "crisis", pasando por el Zen y la vida sana y natural, me libraron de caer en la red anti-matrix... Si había experimentado el mal de manera tan viva -y subjetiva siendo sinceros- debía por fuerza existir el Bien. Y si existe el Bien -o el mal personificado, no como mera tragedia o dolor- , éste debía ser "racionalmente" también personal. Una vaga idea de Dios sostenida "a mi manera" en mis años de Zen pero que venía de mi adolescencia, volvía así a tomar un protagonismo primero en mi mente con hecho racional, y luego permeando poco a poco mi corazón... Inescrutables son los caminos de Señor. Al caso que nos ocupa El Español ha vuelto a dar con las claves adecuadas. El mal y sus efectos "domésticos" ha estado y siempre estará en la Ciudad del Mundo por mucho que insistamos en convertirlo en la Ciudad de Dios. La buena noticia es que la Ciudad de Dios triunfará cuando Cristo regrese y la otra buena noticia en que la Ciudad de Dios "ya está" en nuestros corazones. Todas las teorías conspirativas, ciertas o no, son un reflejo de los afanes por lograr el poder a costa de todo y de todos; de sembrar cizaña y desorientación; de romper la relación entre causas y efectos proponiendo idealidad misteriosas que están más allá, intocables, de las causas y sus efectos. Así como tuve aquellas experiencias "malignas" en circunstancias del todo ordinarias, hoy veo que se ponen de manifiesto en las circunstancias extraordinarias. Si era necesario un "sexto sentido" -o locura- para apreciar a la entidad perversa en medio de lo cotidiano, no es apenas necesario para justificar los sucesos extraordinarios. Confundir o procurar confundir la naturaleza real de los "entes implicados" en este mundo tan confuso, forma parte de lo mismo: la mentira es muy poderosa porque consigue destruirlo todo, y la verdad que nos aproxima a Dios, tomada como simple hecho racional, dejando al margen la Revelación, es un camino tortuoso lleno de incertidumbres y de fracasos. Destruir es más fácil que construir y la "cama" de subjetividad y al final siempre de sospecha, se abre camino entre las murallas frágiles del sentido común y de la reflexión orientada por la Fe, la cual no es obra nuestra y por ello es tan repudiada por quienes sin saberlo han interiorizado que los "dioses" creados por Dios, son igual de poderosos y además comprensivos con nuestra naturaleza imperfecta frente a un Dios justiciero y celoso...
  21. 10 puntos
    A casi 48 horas del atentado dirigido contra nuestros compatriotas hispanos, la única reacción positiva que he observado ha sido ésta: Pero Falange Auténtica es un grupo muy minoritario (no creo que pase de 50-100 afiliados en toda España) y por lo demás no suele ser muy ortodoxo en sus planteamientos. En el resto de grupos falangistas, carlistas, piñaristas e identitarios no he observado ninguna reacción dentro de sus medios oficiales. Tampoco en VOX. Parece que no hubiera tenido lugar el atentado. Insisto en que se trata de un asunto muy grave: es un atentado terrorista dirigido contra nuestros compatriotas hispanos (el mayor de este tipo en los últimos cien años) y de alguna manera ha sido inspirado por las personas que ocupan el poder en Estados Unidos. Porque decir que que esto no tiene nada que ver con Trump sería como decir que la Noche de los Cristales Rotos no tiene ninguna relación con Adolf Hitler. Este tipo de atentados hay que combatirlos desde nuestras convicciones católicas: sean quienes sean los asesinados, no está bien matar a gente de forma indiscriminada. Pero en este caso a las consideraciones católicas se unen las patrióticas: han ido a por los nuestros (si el hispanismo es algo más que retórica) y no de forma aleatoria, sino siguiendo orientaciones propagandísticas muy precisas. Es un atentado contra España que en otros tiempos más viriles habría sido considerado casus belli por la mayoría de españoles. Por tanto, sorprende poderosamente que no haya habido ninguna reacción ni en Vox ni el resto de partidos que se consideran patriotas. La única explicación que se me ocurre a esta ausencia de reacciones es que de alguna manera simpaticen con el asesino antiespañol, como simpatizaron abiertamente con el asesino antimusulmán de Nueva Zelanda y como simpatizan con el trumpismo identitario de cuño moscovita que viene inspirando estas acciones. Y esto es casi más grave que el propio atentado. Porque algo muy grave ha tenido que suceder en nuestra psique española para que unas personas que se proclaman patriotas apoyen a la basura yanqui que asesina a nuestros compatriotas en Tejas y que niega la españolidad de Tejas. Si Vázquez de Mella o José Antonio viesen este espectáculo, sacarían el látigo y quizá algo más. Una aberración de estas características sólo puede explicarse por una dirección internacional que impone a los patriotas ideologías y estrategias que van contra los intereses españoles. Una cuestión todavía más grave que la ausencia de reacciones es la existencia de reacciones que de algún modo banalizan, justifican o apoyan el atentado contra nuestros compatriotas hispanos. Desde las primeras horas, uno de los que ha jugado a ese juego ha sido el Coronel Pakez sobre el que abrí un hilo crítico hace unas semanas. Pakez además pone en copia a dos políticos anglosajones. Puede parecer un brote aleatorio de conspiranoia, pero lo cierto es que Pakez considera que el pueblo tiene derecho a tomarse la justicia por su mano con los inmigrantes: Y dice que el atentado es una campaña contra Trump o para desarmar al "noble pueblo de los USA": En el artículo que critiqué, Pakez daba a entender que su hondo amor hacia España y sus esencias católicas le llevaba a cierta indiferencia ante la suerte de Cataluña, dado que España, según él, era eterna y por tanto indestructible. ¡Qué bonitos pensamientos! Pero ya se ve que ese hondo amor hacia España no le llega para lamentar la muerte de unos compatriotas hispanos asesinados por un bastardo yanqui; no le llega ni siquiera para respetar a los muertos y a los que son perseguidos por su condición de hispanos. Sí para hacer un canto al "noble pueblo de los USA". Uno de los que retuitea las majaderías de Pakez es un tal American Requeté: En este otro mensaje cita a un agente ruso para afirmar que el atentado es obra de la Red Gladio con la colaboración del Vaticano: No es un cualquiera este American Requeté. Es una cuenta muy citada por cuentas oficiales de la CT, como se puede comprobar en la sección de cuentas sugeridas por Twitter, a la derecha. Verdaderamente, internet está produciendo una demencia generalizada en sectores políticos que antes parecían cuerdos. Javier Villamor, miembro del HSM y de Hazte Oír, también juega a lo mismo: Son unos pocos ejemplos. Me parece extremadamente grave todo esto y confío en que también os lo parecerá a vosotros. Es grave que se produzcan atentados terroristas contra nuestros compatriotas, pero es casi más grave que la reacción de algunos españoles, en particular de los que se consideran patriotas y católicos, sea de apoyo al terrorista a nivel extraoficial y de una indiferencia cómplice a nivel oficial. Algo ha cambiado, para mal, en la derecha y en el patriotismo. Sea cual sea el origen de este comportamiento traidor y anticristiano, debemos poner todo nuestro empeño en combatirlo.
  22. 10 puntos
    Pego aquí una traducción del catalán, hecha por mí, de un texto que me dio a conocer el amigo Hispanorromano. El artículo original en catalán puede encontrarse en el siguiente enlace del blog llamado "el jardí de Klingsor": https://jardideklingsor.wordpress.com/2019/06/29/russia-la-roma-bolxevic/. El texto trata ciertos aspectos del carácter ruso, y de la relación entre el mismo y el carácter que podríamos llamar occidental o europeo. Me parece un artículo bastante meritorio y razonado, alejado de la mayoría de simplismos y lugares comunes que abundan en el debate político actual. Como tesis principal del mismo, si se me permite el resumen, se sostiene que existe una suerte de trasfondo esencial en el carácter ruso, que marca una diferencia esencial con el mundo occidental, que trasciende el intervalo bolchevique, esto es, ya estaba presente durante el zarismo y sigue estándolo actualmente. Así, por ejemplo, la Revolución Rusa no podría entenderse solamente como una calamidad aislada en la historia de Rusia, sino que ésta toma ciertos elementos del carácter nacional ruso que ya existían durante el zarismo. Sin ser la tesis novedosa en su totalidad, pues ya la hemos discutido algunos aspectos de la misma anteriormente en este foro*, sí lo son, hasta donde mi conocimiento alcanza, varios de los argumentos en los que se sostiene. *véase, por ejemplo: Las tesis son avaladas con una envidiable erudición de la que muchos carecemos, lo que, junto con la señalada indudable originalidad que inspira el texto, hacen que se trate de una lectura, a mi juicio, de enorme interés. Habiendo dicho esto, debo añadir también que no comparto necesariamente todos los puntos de vista que ahí se exponen. En particular, el autor parece sostener una especie de europeísmo en el que yo desde luego no creo y que, por tanto, sólo aceptaría muy a regañadientes como mal menor y no con convencimiento ideológico. Tampoco me sumo a las alabanzas deslizadas al Imperio austrohúngaro y al mundo germánico en general. En cualquier caso, estos aspectos no afectarían el núcleo de la tesis del autor. Tras este preámbulo, he aquí el texto:
  23. 10 puntos
    En mi opinión, a veces no se incide lo suficiente en el vínculo que existe entre el conspiracionismo y el izquierdismo o el revolucionarismo en general. A pesar de que la derecha tiene tendencia a créerse las conspiraciones, sostengo que su gestación es casi siempre de naturaleza izquierdista. Así, por ejemplo, tenemos el caso de Léo Taxil. Este izquierdista inventó a finales del XIX una gran teoría de la conspiración sobre la masonería y mantuvo el engaño durante años. Su objetivo era tomarle el pelo a católicos de buena fe (hasta el Papa León XIII le dio crédito), explotando su justificado temor hacia la masonería, con el objetivo de reírse de ellos y dejarles en ridículo. A pesar de que el engaño quedó totalmente al descubierto, esto no quita que prácticamente en todos los análisis derechistas sobre la masonería pueden encontrarse trazas de los embustes urdidos por Léo Taxil. Luego está el ejemplo del asesinato del Almirante Carrero. El entorno de la inteligencia/propaganda soviética se inventó en el 82 (8 años después del magnicidio) que la CIA lo había asesinado y esta teoría de la conspiración fue, en sus inicios, difundida en nuestro país solamente por la izquierda más despreciable y extrema del panorama nacional, pues ésta era, como ha sido siempre, un mero tentáculo de intereses extranjeros desestabilizadores. La derecha de entonces, en su mayoría, no le dio crédito al embuste y algunos (Fuerza Nueva, pongamos por caso) lo identificaron certeramente como una maniobra de desinformación perpetrada por los hombres del Kremlin. Sin embargo, algo muy importante ha pasado entre los años ochenta y los principios de los 2000, pues hoy en día dicha teoría de la conspiración es la teoría "de gala" en bastantes ambientes de la "derecha dura", donde negarla resulta sospechoso o algo peor. Y así podríamos seguir, con muchos otros ejemplos. Concluyo copiando lo que he escrito en burbuja (https://www.burbuja.info/inmobiliaria/threads/la-teoria-de-ominae-sobre-vinculos-psicopatia-izquierda.1188487/page-49#) en una línea relacionada: Uno de los rasgos más comunes de los agitadores y revolucionarios es, desde luego, su desprecio por la verdad y su predisposición a la propaganda. Ya pueden sus soflamas ser desmontadas, ellos no sufren ningún ataque de vergüenza como sufrirían el resto de personas, simplemente buscan un nuevo lugar en el que lanzar su mensaje, como si nada. Saben perfectamente que repetir lo mismo una y otra vez es mucho menos costoso que hacer un esfuerzo para construír un refutación. Por ejemplo, acaba de abrirse en este subforo [Temas Calientes en burbuja.info] el hilo de rigor que atribuye el asesinato del Almirante Carrero a la CIA. Entrar en una discusión para desmontar esta rocambolesca teoría de la conspiración es algo que cuesta gran cantidad de tiempo y esfuerzo, pero eso no impide que posteriormente las mismas personas abran más hilos con el tema, algo que les lleva pocos minutos. Desde luego, Internet y las redes sociales han ayudado mucho a satisfacer los objetivos de esta clase de personas y grupos. No sólo su propaganda puede ser difundida de manera más rápida y eficaz, sino que la misma naturaleza del medio privilegia sus mensajes por encima de las eventuales refutaciones. Es, desde luego, inquietante el hecho que este patrón se repita continuamente a lo largo de la historia. Desde los sofistas que eran refutados por Sócrates y Platón hasta la propaganda a la que se dedican hoy en día ciertos países, nada ha cambiado realmente.
  24. 1 punto
    Publico un interesante artículo de Raivis Zeltits, Secretario General de la Alianza Nacional de Letonia, partido conservador que forma parte del grupo europeo ECR, capitaneado por los polacos de Ley y Justicia, donde también está Vox. Le pondría algunas pegas al artículo, pero tiene pasajes de gran provecho que abordan distintos temas: el posmodernismo, la pérdida de significado y de propósito tras la "muerte de Dios", el relativismo, los medios de comunicación de masas y las redes sociales, la desconexión de la realidad, el ISIS como fenómeno nihilista, la propaganda rusa, etc. Lo que dice sobre Rusia es del máximo interés, pero el resto de temas no le van a la zaga. La traducción la ha realizado Álvaro Peñas, antiguo dirigente de DN, pero he introducido algunos retoques. Álvaro tuvo la gentileza de realizar esta traducción y publicarla en su perfil de Facebook, pero apenas obtuvo unos pocos "me gusta" y en gran parte eran de ciudadanos extranjeros. No recibió ni una puñetera respuesta, porque las redes sociales sólo sirven para emitir consignas simples, casi al nivel del berrido. Este interesante texto se perdería en el limbo de Facebook si no lo trajésemos a este foro y desde luego es contenido cien por cien original para Google. El artículo, como decía, aborda aspectos muy poco tratados en el ámbito patriótico y con un nivel que es raro en los líderes derechistas. Tiene interés en sí mismo. Pero también puede servir para conocer un poco más a esos partidos europeos de los que sabemos tan poco. Podéis ver información breve sobre este partido en la Wikipedia española o bastante más ampliada en la Wikipedia inglesa. La impresión que me da es que este partido tiene ramalazos identitarios y de las nuevas derechas que afloran en Europa, pero que va más allá y tiene cierto sentido cristiano que hoy por hoy es un lujo en esos ambientes. Es una impresión preliminar en función del artículo. Pero juzgad vosotros mismos:
  25. 1 punto
    En relación con esta noticia: Degeneración absoluta: Palma organiza una «chocho charla» bajo el lema «Empoderándonos desde nuestros coños» - Noticias de prensa nacional - Corazón Español Yo, la verdad, no sé de dónde sacan a esta chusma. Y la del PP hablando de "empoderamiento" en sentido positivo, el otro hablando de "violencia de género" (sic), en fin, un circo nada menos que en la ciudad de Antonio Barceló. Aunque bien mirado, es bueno dar visibilidad a estos esperpentos para que la gente se vaya dando cuenta de lo que es realmente el feminismo. En este sentido, la tibia y economicista respuesta de Jorge Campos es una oportunidad perdida para arremeter contra los fundamentos del feminismo a partir de esta expresión desquiciada (mas legítima y genuina) del mismo. En general VOX no tiene un posicionamiento completamente bueno con respecto al feminismo, tratando de defender un feminismo "clásico" frente al feminismo llamado "de tercera ola". Ignoran, conscientemente o no, que ese feminismo de tercera ola es la única continuación coherente del feminismo anterior, dentro del afán siempre destructivo y nihilista del hombre de izquierdas. Aunque si uno tiene claro que el objetivo final es otro, siempre puede contentarse momentáneamente con una postura como la de VOX, si bien esta táctica puede aparecer como maquiavélica y peligrosa. Pero asi, siempre a mi juicio, las cosas: Cuando el feminismo clásico hubo destruído todo lo que debía destruír, la izquierda lo abandonó -en realidad nunca creyó en él, como nunca cree en nada- para abrazar teorías con un potencial destructivo renovado. Pretender que se va a poder llegar a un punto "estacionario" de consenso, entra en contradicción con la misma lógica interna y subterránea del izquierdismo Cuando se entienda de verdad que la mentalidad revolucionaria izquierdista no busca ni siquiera su beneficio particular ni la imposición de un determinado "orden", sino el caos porque sí (por resentimiento hacia lo funcional, ordenado y armonioso), la derecha habrá conseguido avanzar mucho. Pero en realidad este enfoque no ha sido muy trabajado: A parte de un usuario de otro foro que tiene una visión bastante sistemática del asunto, por lo demás el tema sólo suele salir tangencialmente.
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