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Buenos días, Agradecer a todos los miembros de la comunidad y al administrador el recibimiento a Corazón Español. Desde hace años, me apasiona la cuestión de la Hispanidad, especialmente desde el ámbito histórico y filosófico, y busco continuamente como profundizar en mis conocimientos sobre esta gran realidad que agoniza, pero que existe. Como supongo que ocurre lo mismo para muchos miembros de este foro, mi principal referente en el pensamiento hispanista contemporáneo es Manuel García Morente, sin desmerecer la obra de los clásicos titanes Vázquez de Mella, Vizcarra o Maeztu, entre otros. Actualmente, me encuentro a las puertas de comenzar tesis doctoral, D.m, sobre la configuración de la Hispanidad en base a los pensadores de Salamanca, y me gustaría poder nutrirme de los conocimientos de todos los miembros de este foro para aprender y poder aportar un humilde grano de arena a esta gran obra que nos precede y supera a todos. Abrazos, y gracias por aceptarme

En este tema me permito hacer una sencilla reflexión: La izquierda comunista grita que hay que acabar con la Monarquía porque el Rey Juan Carlos ha obrado indignamente. ¿Qué pasará cuando se instaure la república y en un momento dado llega al poder un presidente de la república que obra indignamente? ¿También gritarán que hay que acabar con la república, o por el contrario dirán que una cosa es la institución y otra cosa bien distinta son las personas, humanas, falibles, imperfectas y muchas veces indignas del cargo que ostentan?

Un ejemplo de este conspiracionismo de factura estadounidense, que suele situar a la Iglesia católica y al Vaticano en la cúspide de la conspiración: Observad cómo el montaje se hizo originalmente en inglés, por lo que algunas palabras han quedado sin traducir (precisamente la de "Vatican"). Montajes de este tipo son cada vez más comunes en el ámbito derechista español que toma internet como principal fuente de información.

Isaac, es cierto que el nacionalsocialismo no pretendía subvertir los roles del sexo, pero tampoco se le puede considerar un defensor del rol tradicional de la mujer, a diferencia del fascismo o del franquismo. Lo primero porque promueve un tipo de mujer activa, que hace mucho deporte y que deja atrás el pudor, considerado un absurdo prejuicio "judeocristiano". Lo segundo porque equipara (legal y moralmente) a las madres solteras con las madres casadas. Está bien que se reconozca y se cuide también a los hijos fuera del matrimonio, pero si equiparas ambas realidades te estás cargando el modelo tradicional de mujer y familia. Hitler, en sus conversaciones privadas, se burla del "prejuicio de la virginidad" en la mujer, que achaca de nuevo al "judeocristianismo"; cree que es preferible que la mujer no llegue virgen al matrimonio. Lo tercero porque, además de darle poca importancia a la virginidad de la mujer, el régimen nacionalsocialista llega a fomentar la poligamia de hombres "racialmente selectos" de las SS. Ya en el movimiento völkisch, luego incorporado al nacionalsocialismo, había algunos teóricos que defendían esa poligamia y que llegaron a montar alguna comuna. Algunos de estos aspectos se tratan en el libro "La revolución cultural nazi", de Johan Chapoutot. Pero, por lo demás, son temas bastante conocidos. No hay más que comparar fotos de la Sección Femenina con fotos de las organizaciones femeninas alemanas, que hacen deporte prácticamente en bragas. Del papel tradicional de la mujer, al nacionalsocialismo sólo le interesa el de "paridora" y "criadora de la raza", pero ese papel resulta escasamente compatible con esos otros aspectos que he señalado anteriormente. Cambiando de tema, pongo una portada del periódico Der Stürmer que deja claro el poco aprecio que tenían por la Iglesia católica y por el cristianismo: Caricatures from Der Stuermer Puedes comprobar en esa página (que estudia de manera bastante objetiva las propagandas nazis y comunistas) que ésta que he puesto no es ni mucho menos la única caricatura anticatólica de esas publicaciones nacionalsocialistas.

Monseñor Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, ha realizado en Twitter unas declaraciones a mi juicio muy "políticamente incorrectas" y muy de celebrar, ya que hace bastante tiempo que los obispos españoles no decían algo así: Una lectura superficial puede hacer creer que se trata de una afirmación trivial o hueca de las muchas que leemos en Twitter, pero analicemos bien la frase: Lo que dice Argüello es que hay una serie de principios, como la vida, la dignidad, la verdad o la historia compartida de la nación, que están por encima de la democracia y que no pueden someterse a votación. Si esos principios no están bien asentados y protegidos, no hay democracia que valga. Monseñor Luis Argüello está cuestionando grandes dogmas del mundo actual: que todo se puede someter a votación, que la mayoría siempre lleva razón, que importa más la cualidad democrática de las decisiones políticas que su encaminamiento al bien y a la verdad. De un plumazo, ha puesto en solfa todos los dogmas democráticos. Algunos lo han entendido al revés: Pero yo creo que el tema está bastante claro y el calumniado Monseñor Luis Argüello merece un aplauso por estas declaraciones tan "políticamente incorrectas" incluso para el estándar de Vox y de las nuevas derechas que presumen de romper tabúes. Pero más que por su incorrección política (cuestión esta de raíz relativista), Argüello merece el aplauso por decir la pura verdad y por recordar la doctrina tradicional de la Iglesia en sus aspectos más controvertidos para el mundo actual.

Bravo, Jose María, eso es una entrada en el foro. No se por qué me temo que vamos a ser otros los que aprendamos de tí. En realidad, algunos como yo, intuímos más que saber. Bienvenido al foro, espero que participes! PD: por cierto, el concepto del "caballero cristiano" perfilado por García Morente es todo un referente en toda esta cuestión de la hispanidad.

Desde el principio sospechaba que Juan Carlos iba a recalar en algún país árabe, por un sencilla razón: es el único sitio donde le dejarían en paz y no se vería acosado por la "prensa". En el llamado "mundo libre" los periodistas, provistos de cámaras y micrófonos, le acosarían con preguntas capciosas en cuanto cruzase la puerta de su casa. También podrían acosarle activistas republicanos y montar "performances" a su costa. Quizá se montaría una tangana con los guardaspaldas, lo que daría pie a nuevos escándalos y acusaciones que seguirían abriendo el camino a la Tercera República. También es preocupante lo que comenta el Español. Es indudable que los separatistas catalanes van a aprovechar todo este barullo para avanzar en sus proyectos independentistas. En un artículo de ABC se dice que Felipe VI no era partidario de esta operación, ya que daña la imagen internacional de España y, lejos de calmar a los republicanos, los ha enardecido. Aunque tampoco se puede uno fiar mucho del ABC en los últimos tiempos. El monárquico Tom Burns Marañón escribe un artículo muy pesimista en el que dice que la Tercera República es cuestión de tiempo. El podemita Verstrynge da como segura la caída de la monarquía en una entrevista de Vozpopoli. Por cierto, en esa entrevista reconoce abiertamente que es un "nazbol", incide en sus habituales proclamas antiinmigración (con un trasfondo racial muy claro) y le hace algún guiño a Vox. Siguen los artículos incendiarios en Infocatólica. Más adelante comentaré otras posturas que se han producido en la derecha; de momento no abundo en ellas porque no le quiero restar importancia a los podemitas como principales impulsores de este proceso. Los reyes visitan mañana Petra, en Mallorca, para realizar un homenaje a San Junípero Serra. Me parece una excelente idea y habrá que estar atentos al acto y a las reacciones.

Pues tienes razón, Hispano, no había caído en lo que comentas. En esos sitios es donde únicamente tendría garantizada un férreo corte por parte de la seguridad al acoso descarado de la prensa y alborotadores.

Además de lo que se mencionas se nota en ese cuadro cierta influencia "LeRouchiana", con la inclusión además del Papa también de los Windsor.

Bienvenido, José María.

Excelente.

Bien visto, Benedetta. Con esta pregunta que les planteas a los republicanos de izquierdas les acabas de desmontar el chiringuito.

Bienvenido, José María.

Independentistas antifascistas y, sin embargo, racistas:

La cosa está poniéndose bastante fea y parece que nos adentramos de nuevo en un otoño movidito, con "la ayuda" de nuestros socios europeos:

Pues parece ser que finalmente el émerito se ha trasladado a Abu Dabi, no a República Dominicana o Portugal como se había especulado. Preparémonos para otra campaña anti-árabe.

Me sumo a lo que ya se ha comentado, Chipa. Si no llegas a decir que tu lengua madre no es el español, no lo habría notado.

A mí también me harta ese afán de subversión y rebeldía que se ha extendido dentro de la derecha, cuyo origen, dicho sea de paso, hay que buscarlo netamente en doctrinas modernas e izquierdistas. Y más allá de lo cansinos que resultan, el peligro de este tipo de comportamientos es muy grave. Porque llevan al relativismo de aceptar todo lo que (supuestamente) se oponga al "discurso hegemónico" y de rechazar todo lo que pueda siquiera parecérsele (véase la confusión entre justicia social y comunismo, sin ir más lejos). Y porque, en el fondo, los que se conducen de esta manera lo hacen por una exaltación de la libertad mal entendida -a saber, como algo sin guía ni sujeción a ningún principio ni autoridad- que les lleva simplemente a "llevar la contraria" por el puro placer de hacerlo. Es decir, que cabría suponer que muchas de estas personas habrían sido comunistas de haber vivido en la España de los años 50, falangistas de haber vivido en el Madrid de 1936 y protestantes (¡o hasta musulmanes!) de haber vivido en la España del siglo XVI, ya que, en todos los casos, ésas eran las opciones disidentes, "políticamente incorrectas" de la época y el lugar. Es decir, algo completamente de locos que sólo puede servir para destruir, jamás para construir, en la línea de la peor izquierda más extrema y recalcitrante, y hasta tocante con una psicología anarquista (probablemente lo peor dentro de la izquierda, si es que tiene sentido hacer tal clasificación). Además de todo esto, se acentúan las tendencias antisociales, de aislamiento del resto de la sociedad por considerarla una masa de borregos estúpidos echados a perder por el discurso dominante. Es decir, los sectores políticos invadidos por esta plaga, en lugar de mostrarse el mundo y tratar, concienzudamente, de convencer a los corazones de sus compatriotas, acaban aislados en sí mismos, despreciando a todos e ignorados por todos. Una imagen que puede parecer muy romántica vista desde desde fuera, como lo es la figura del rebelde, pero que, insisto, es puramente destructiva (algo que quizá se deba, precisamente, al trasfondo romántico, y por tanto irracional, de esa imagen).