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Contenido popular

Mostrando el contenido mejor valorado el 23/12/17 en todas las áreas

  1. 3 puntos
    Queridos amigos, por la presente me dirijo a ustedes con mis mejores deseos . Pasen unos días felices con sus familias. Nos vemos en breve.
  2. 3 puntos
  3. 3 puntos
    Me gustaría matizar mi anterior mensaje, ya que ha podido parecer que soy partidario del centralismo o de aplicar un castigo colectivo. No es así. Hay varias posturas equivocadas sobre Cataluña. Están los que insultan a Cataluña o desprecian a los catalanes. Esos se equivocan gravemente. Luego hay quienes no desprecian a los catalanes pero sin embargo son partidarios de aplicar un centralismo asfixiante que no respete las peculiaridades regionales. Estos también se equivocan. Finalmente hay quienes creen que el problema de Cataluña se arregla dándole más competencias o aumentando las libertades forales. En mi opinión, estos también se equivocan en las actuales circunstancias. Si en Cataluña no se cuestionase la pertenencia a España, no habría problema en aumentar estas libertades forales; pero en el último siglo se cuestiona muy seriamente esta pertenencia a la patria común, por lo que entiendo sería un error ahondar en esa vía. Yo me sitúo en el campo del respeto exquisito a las peculiaridades regionales, pero creo que ahora no es momento de ahondar en esa vía, sino más bien de desandar el camino hasta que se calme la situación, lo cual puede llevar décadas. Decía que toda España tiene responsabilidad, pero que no me parece correcto atribuir al conjunto de españoles la misma responsabilidad que a los catalanes. En cuanto a la degeneración moral estamos muy a la par todas las regiones, pero en lo que se refiere a la cuestión separatista el impulso parte de Cataluña. Por otra parte, he observado en algunos catalanes (incluidos algunos patriotas que defienden con mérito la unidad en estas últimas semanas) cierta tendencia a desviar culpas. Por ejemplo, "Madrid" tendría la culpa del separatismo por haber anulado los fueros y haber practicado el centralismo en el último siglo. El centralismo castellano generó el separatismo catalán. Pero luego, cuando Madrid les concede a los catalanes las anheladas libertades regionales, la culpa también sería de Madrid, por haber sido demasiado permisivo con los regionalistas. Total, que se centralice o se descentralice, la culpa siempre es de Madrid. No soy madrileño y a mí Madrid me parece una urbe degenerada donde no florece nada bueno. Además donde vivo sufrimos el centralismo de Madrid mucho más que en otros sitios. Pero no se puede estar permanentemente echando la culpa de todo a Madrid. Que en realidad cuando se dice "Madrid" se quiere decir toda España. Los catalanes deben empezar a asumir sus responsabilidades. Tanto los que han sido desleales como los que, pese a ser leales, no han hecho gran cosa por oponerse a ese rumbo. En los últimos tres años un sector de patriotas catalanes se ha movilizado por España con gran mérito. Bravo por ellos. Pero muchos de estos patriotas hace menos de diez años apoyaban a un partido que votaba en los ayuntamientos a favor de las mociones separatistas y que no tenía ningún discurso sobre la unidad de España, argumentando que ese tema quitaba votos. Muchos de esos patriotas aseguraban que el problema del Régimen de 1978 es que es demasiado centralista, que ahoga demasiado las libertades regionales de los catalanes. Ahora dicen que no, que es al contrario, que el problema es que les da demasiadas libertades. Entonces lo mínimo que se impone es que esos patriotas reflexionen y, si procede, hagan autocrítica. En suma, que asuman sus responsabilidades, lo que no implicar eximir de culpa al resto de España. Creo que una de las causas que ha exacerbado esta situación es que España se articule administrativamente en torno a reinos históricos, lo que, además de ser un desastre a nivel organizativo, da pie a toda suerte de sentimientos identitarios en contra de la patria común española. Entonces creo que sería mejor que España se dividiese administrativamente en regiones más pequeñas al margen de reivindicaciones históricas. Estas regiones bien podrían ser las provincias, pero si esto suena demasiado liberal, se podría dividir en comarcas, merindades, etc. Cójase el modelo que se prefiera, pero no conviene seguir con este modelo de continuas querellas históricas y étnicas en torno a fronteras artificiales derivadas de un accidente histórico como la invasión de los moros. Pongamos fin al festival identitario que escarba en las pequeñas diferencias y resaltemos lo que nos une. Está bien que haya fueros y libertades regionales, pero éstos no tienen por qué ser eternos o indiscutibles, porque entonces se estaría idolatrando una simple construcción humana. Mientras en unos territorios se discuta la pertenencia a la patria común, no conviene aflojar los vínculos con el gobierno de la nación. Los recientes sucesos han demostrado que esto funciona así, pero me parece que las formaciones patrióticas no han tomado nota y tampoco proponen un modelo alternativo al autonómico. Sería bueno ir hablando de todo esto.
  4. 2 puntos
    Se ha utilizado el elemento identitario como coartada para fines ilegítimos. Esto ha producido un daño grande sobre cuestiones de identidad que en sí mismas no tendrían por qué necesariamente servdañinas. Y por otro lado también algo que va en línea con lo que dicen Hispanorromano y Destraler. Hacer de realidades históricas en la fecha X que a su vez derivan de avatares históricos como si la historia hubiera de ser una foto fija o como si en el mismo Régimen Tradicional no hubiera dinamismo y readaptaciones contínuas del entramado administrativo y de diversas organizaciones, pues es un disparate. Es decir, habría que desvincular la correspondencia automática que se estableció entre identidad y administración. Y, por otro lado, reconciliar la autonomía o autárquía tradicional hispánica a la lealtad de sus actividades. Mi fuero Corazón Montañés está íntimamente relacionado con estas ideas que ya medio boceteé en burbuja y van en la línea de la provincialidad por la que aboga Hispanorromano.
  5. 2 puntos
    Ciertamente, fechas de amor y gracia para todos. Un abrazo amigos
  6. 2 puntos
    Feliz Navidad, BGA, y también a todos los que nos leemos y nos leen por aquí.
  7. 2 puntos
    Igualmente querido amigo BGA. Que sean también para ti y los tuyos unas fechas de amor y gracia. Un abrazo de corazón
  8. 2 puntos
    Pues sí. Creo que más o menos pensamos lo mismo. Lo que decía elprotegido de la izquierda española tiene toda la razón: ni le importa el bien de España ni le importan siquiera los ideales tradicionales que se supone sustentan su razón de ser. Ayer eran internacionalistas y hoy son nacionalistas. Oportunismo, ansia de notoriedad, búsqueda de poder político: es lo único que entienden. Allá donde puedan meter la garra para arrancar un puñado de votos y dividir si cabe un poco más la nación, de forma que ellos puedan pescar en río revuelto, allá que se zambullen. No queda más. Cualquier otra cosa es lenguaje vacío y populismo barato. Y con la derecha liberal ocurre otro tanto de lo mismo, aunque trajeado. Andan siempre más preocupados en sostener la unidad de sus intereses que la de España. Al interés general por el bien común se le ha hurtado su sentido, quedándose no más en interés general, formado por las distintas sumas de intereses particulares. Como si el bien común fuese algo que definiese los negocios y beneficios de unos pocos, obtenidos con el sacrificio de muchos. Al final el bien común de la patria ha quedado reducido a un guiñapo, que para unos es la suma de los gustos más o menos mayoritarios que controlan, y para otros el negocio más o menos exclusivo que les motiva, pero que en ambos casos se busca por sí mismo y no para las personas que conforman la unidad de la patria, y que solo en ella pueden alcanzar su verdadero bien. Finalmente, y en cuanto a centralismo o regionalismo, siempre he pensado que hay un exceso de regiones que no responden a ninguna auténtica realidad histórica sino a determinados intereses modernos sobre los que se sostiene ese falso bien común que mencionaba antes, y que tiene más que ver con la aplicación del conocido lema Divide et impera, tras la muerte del Caudillo, que con un verdadero reconocimiento de quienes somos. Históricamente siempre ha habido cuatro o cinco grandes regiones sobre las que se ha organizado la vida social y política, desde la división de las provincias romanas, hasta las coronas cristianas que conforman finalmente la unidad nacional que conocemos. Y como fuese cierto lo que indica Hispanorromano de que todo ese festival histórico identitario, no hace más que enquistar nuestras diferencias en lugar de procurar nuestro bien común, yo también considero que tal vez, un gobierno central que respondiese a una división territorial por provincias, sería una forma más adecuada y conforme a realidad de organizarnos. Todo lo demás solo produce desencuentros, gastos, deuda, humo, conflictos y por supuesto mucha ganancia para quienes lo administran.
  9. 2 puntos
    También hay que señalar la rastrera y ambigua actitud de la izquierda española en la cuestión separatista, permanentemente saboteando cualquier discurso españolista bajo la coartada de imparcialidad y compadreando con el separatismo, muchas veces de manera poco disimulada, para poder presumir de demócratas, que es lo único que les importa. Semejante basura sería impensable en muchas izquierdas de otros países europeos, y no digamos la francesa. Hasta el socialdemócrata Macron habría sido más contundente en sus medidas que Rajoy de haberse encontrado en una situación similar, y sin complejo ninguno. En España la izquierda sólo odia a España, ni puede ni quiere otra cosa. Ese es el verdadero motivo por el que la izquierda española guarda esa especie de respeto reverencial a un "prusés" capitaneado por la burguesía más capitalista y caciquista. El pegamento es el odio a España, porque el odio suele unir mucho. Por lo demás, es obvio que lo de convocar elecciones sin más era una estupidez. Un Gobierno con sentido patriótico habría aprovechado el desmadre para prohibír que los partidos lleven en su programa atentar contra la integridad de la Nación. O por lo menos aprovechar el 155 para desmontar un poco el chiringuito de adoctrinamiento que se han establecido en Cataluña durante estas décadas. Porque de suprimir las autonomías ni hablamos, para eso no se hará un referéndum. Pero nada, la genial táctica del PP ha sido esperar que se arregle solo lo que va de mal en peor. Por lo demás, estoy de acuerdo con Hispanorromano. Es indignante la manipulación torticera que hacen los separatistas, cuando por un lado chulean y menosprecian al resto de españoles y por otro lloriquean por ser tratados mal en España (falsedad de tomo y lomo). El nacionalismo catalán se ha basado en insultar y denigrar al resto de españoles (con especial fijación en andaluces y quizá extremeños), por lo que es inconcebible que vayan de víctimas. Por eso nunca me ha gustado que los carlistas tomen por consigna la frase "ni separatistas ni separadores" y adopten cierta actitud comprensiva con el separatismo viéndolo como una respuesta al centralismo y un supuesto desprecio a Cataluña, cuando la única realidad es que si hay españoles que sienten desafección hacia Cataluña es porque las clases dirigentes de allí les han tachado de idiotas parásitos hacia arriba. No veo el tema muy claro. El separatismo catalán se sustenta sobre ese sentimiento de superioridad presente en la mentalidad de muchos catalanes. Y ese sentimiento no parece que sea fácil de erradicar. Y al ser el separatismo catalán de carácter anexionista, de producirse la secesión catalana pueden ir preparándose en Baleares y en Valencia, porque tendrán emisarios de la "República Catalana" haciendo proselitismo cada dos por tres. La única esperanza es que les pueda su afán de protagonismo y victimismo y que por ello prefieran seguir en España para tener siempre a quien echarle la culpa, quejándose de opresiones milenarias y cavilando sobre los gloriosos tiempos en los que la corona catalanoaragonesa dominaba el mundo. P. D. Lo que de verdad me temo, más allá de una secesión explicíta que me extrañaría que sucediese, es una segunda Transición que pase del estado de las autonomías a una "confederación de repúblicas ibéricas", fórmula que daría satisfacción al rojoseparatismo de manera menos traumática para sus (abultadas) cuentas corrientes. En este caso tendríamos la autodisolución de España en sus mismos cimientos, habiendo ya prácticamente nada para reivindicar. A largo plazo es donde apuntan PSOE y Podemos, y el PP, como siempre, acabará llegando a donde esté la izquierda aunque con 5 años de retraso.
  10. 1 punto
    Sí, la orientación del discurso papal hacia estas cuestiones está levantando escamas. La furibunda reacción derechoide contra su persona es un indicador que apunta a una visión de la Iglesia como instrumento de apoyo a la organización social que les interesa.
  11. 1 punto
    O puede que de derecha tengan lo que yo de obispo, y en realidad estén tan torcidos como la izquierda. Lo de ir derecho es algo que no se estila, pues exige sacrificio pero no produce dividendos.
  12. 1 punto
    Yo en este tema ya hago algo similar a como con gentes de Indias. Conozco perfectamente el discurso leyendanegrista que les insertan desde pequeños pero solo me centro en la gente de buen trato. Lo mismo que no me junto con "nosrobaroneloro" tampoco lo hago con separatistas de la región que sea. Volviendo al tema, el resto de España también manifiesta su enfermedad en las urnas. En Cataluña la única diferencia es que la enfermedad se ha organizado y añadido espejismos febriles que le han proporcionado un sucedáneo de ilusión al pople, articulado en una utopía a la que se llega por el famoso procés. Yo antes era más de la opinión de Hispanorromano o más beligerante verbalmente, de hecho tenía cierta recurrencia a las palabras "regiones desleales"... hasta que comprendí que la deslealtad comienza con quien accede al chantaje de partidos separatistas dándole una patada al resto. Luego acaba sucediendo lo que dice El Español, se hace pagar a justos por pecadores y se hace mofa o escarnio de quien de forma más justa hace una reivindicación sensata aunque sin desafíos. Mina más esta forma de gobierno entregada la cohesión nacional que los propios intentos de los nacionalistas. Yo ya estoy harto de este dotarle la píldora al rebelde y patearle la espinilla al excesivamente dócil. Pero sobre todo por parte de quien concede. Tras mucho deliberar acabé por desechar la idea del boicot induscriminado a productos catalanes. Y mis tentaciones tuve...
  13. 1 punto
    Yo sí estoy de acuerdo pero quiero matizar algo. La fidelidad y el respeto con conceptos mutuos pero, el problema de estas cosas es que, cuando se habla de regiones, provincias, etc, suele meterse a todos en el mismo saco, y al final las manzanas podridas acaban pudriendo a las sanas, cosa que no ocurre a la inversa. Es como los políticos que salen al escenario a presentarse como representantes de todo el pueblo, cuando en realidad lo son de apenas una pequeña parte, que si conociese de sus manejos entre bambalinas, tampoco tengo muy claro si les votarían. El problema es que vivimos en un estado de cosas fundamentado en mentiras, vanidades, intereses y un sin fin de hechos que están acabando con la buena esencia de las cosas, que se ha generalizado precisamente por que generalizamos nuestros juicios sobre las cosas. No se si eso será una herencia de ese socialismo que no entienden de personas sino de masas, o si se trata de algo natural nuestro, pero al final las generalizaciones acaban por engullir las virtudes y generalizar la miserias. Llevo desde pocos días después de que se decretara el famoso 155 y se estableciera que iban a volver a haber elecciones, sin seguir en absoluto el tema catalán, y cuando digo en absoluto quiero decir nada. Ni siquiera telediarios o titulares en diarios. Fue tal la desgana que me entró de ver como nos iban a llevar de nuevo al mismo sitio, y el profundo asco que me estaba generando en el alma el tema, que preferí desconectar al vacío. Pensaba en unos y otros y no hacía más que ponerme de mal humor, pensando en toda esa banda de merluzos que bailan la conga del odio o el separatismo, y eso no podía ser. Así que deconecté e hice el propósito firme de no pensar en ellos y hacerlo en cambio en esas personas anónimas que cada dían van a su trabajo a ganar el pan de sus familias; en toda esa gente que cada día hace lo que puede por mejorar las cosas; en toda esa gente que se afana en pequeños detalles que hacen la vida más justa y digna para muchos. En toda esa gente que en definitiva se esfuerza por la vida y los valores que son verdaderos, y que está por todas partes, en España y Cataluña. Y se me pasó la mala leche… hasta ayer que volví a encender la tele. No se si explico el matiz que trato de exponer.
  14. 1 punto
    Pues me parece muy acertado todo lo que dice el Papa sobre este tema. Quizá la manera de decirlo no sea muy elegante y quizá su retórica no pasará a la Historia, pero el contenido está en perfecta consonancia con la doctrina católica. Esta sensibilidad social del Papa es una de las razones por las que no le traga la derecha liberal, por mucho que lo encubran con otras razones doctrinales. En estos ambientes se califica al papa de "comunista". Lo grave es que la derecha antiliberal ha adoptado este discurso. De nuevo la derecha antiliberal baila al son que le marca la derecha liberal. En el fondo puede que no sean tan antiliberales como dicen ser.
  15. 1 punto
    En lo único que no estaría de acuerdo es en que en la responsabilidad sea de toda España por igual. Evidentemente, España está enferma en su totalidad, pero no en la misma medida que Cataluña. El principal foco del problema es Cataluña, y no es de ahora, del Régimen de 1978, sino que se viene arrastrando desde hace siglos. No me gusta que los catalanes, a la hora de dirimir responsabilidades, las repartan por igual a todos los españoles. Es hora de que asuman sus responsabilidades también ellos. Tanto los separatistas como los que han dejado hacer a los separatistas. Y creo que va pasando el tiempo de las buenas maneras y del respeto exquisito a las peculiaridades regionales. Se ha demostrado que esa vía conduce a esto. Mientras no sean leales a España, no hay razón para ser tan respetuosos con la sensibilidad regionalista que fácilmente se transforma en nacionalista. (Imagino que en este punto no estaréis muy de acuerdo.)
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