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Ranking de popularidad


Contenido popular

Mostrando el contenido mejor valorado el 15/04/19 en todas las áreas

  1. 20 puntos
    Permitidme que explique algunas razones por las que no considero el franquismo un modelo de éxito. En otros contextos haría de abogado defensor de Franco. Permitidme que aquí haga un poco de fiscal y adoptad vosotros, si queréis, el papel de abogados de la defensa, de lo que podría resultar un debate enriquecedor. Se me cae el alma a los pies al leer este artículo sobre las diferencias entre la versión inicial de la película Raza, dirigida por el propio Franco, y la versión remozada de 1949: Puedo entender que se eliminasen las alusiones fascistas. Me importa más España que la Falange y, si en aquel momento era necesario prescindir de los símbolos falangistas, lo habría entendido perfectamente. Pero no puedo entender que eliminasen las críticas a Estados Unidos, a la democracia y al liberalismo. Ojo, no hablamos de los últimos años del franquismo, sino de fecha tan temprana como 1949. Ahora que Vox ha popularizado la expresión, ¿no será en el fondo la derechita cobarde una herencia de aquel periodo? La forma de gobernar de Rajoy, por la que le llamaban despectivamente Don Tancredo, ¿no recuerda un poco a la de Franco? Ojo, siempre será preferible ese tipo de gobernante prudente que el desmelenado Aznar o el enloquecido Hitler que lleva a su nación al suicidio por un exceso de ambición. Pero hay algo que no me termina de gustar en esa forma de conducirse. Leo también que en Italia varios nietos y bisnietos de Mussolini participan activamente en la política sin renunciar a los símbolos y a la herencia fascista. Y que además son profesionales de éxito. ¿Por qué en España no se produce algo similar? Los nietos, unos golfos que ni tienen profesión conocida ni se han interesado nunca por la política. A lo más que llegan es a defender la tumba del Valle con el argumento de que su abuelo trajo la democracia. Quizá mi problema es que soy demasiado utópico. A la hora de juzgar el franquismo, pienso en lo que pudo haber sido y no fue. No obstante, creo que es un error guiarse por criterios exclusivamente pragmáticos. Sabemos que las utopías llevan a grandes desastres, pero quizá es bueno conservar un puntito de utopía para no caer en la mediocridad de la que España necesita salir desesperadamente. El otro día echaron una película interesante en La 2 (no sé cuánto tiempo estará disponible en internet): Versión española - La conspiración - RTVE.es Trata de la conspiración del General Mola para alzarse contra el Gobierno de la República. La película la metió en el cajón el Gobierno de Rajoy argumentando que no quería seguir hablando de la Guerra Civil. Pero es una película bastante interesante que para mí retrata lo que pudo haber sido. Indudablemente, en algunas escenas se busca perjudicar la imagen del General Mola con las tretas habituales de los progres, pero no creo que en el cómputo global su imagen sea negativa, por lo menos si se visiona la película con una mentalidad contrarrevolucionaria.
  2. 15 puntos
    Un forista de BBJ ha traducido parte de un texto que desmitifica un poco lo de GLADIO. Me parece que es algo ingenuo pensar que GLADIO sólo sólo se usó en función anticomunista, pero esta versión me parece más acorde con la realidad que la que circula por internet en diferentes versiones. De cualquier forma, creo que es interesante dar a conocer el texto en este hilo sobre conspiraciones. Luego cada uno juzgará con qué parte se queda. Extraído de: Diamonds (and Disinformation) Are Forever https://www.burbuja.info/inmobiliaria/threads/lo-de-gladio-eran-patriotas-anticomunistas.1155257/#
  3. 15 puntos
    Aunque se sitúa en plano cultural, esta noticia podría tener consecuencia geopolíticas a la larga, y desde luego es algo digno de celebrar:
  4. 12 puntos
    Se suele asociar la idea de Imperio a la de "dominación", si bien aquí hay confusión entre Imperio e Imperialismo. Más que una forma concreta de gobierno, una estructura de poder y administración, en el Imperio (Universal) existe la idea de servicio: ¿Qué podemos dar a esa Concordia Universal?. Un pensador llamado Robert Steuckers, vinculado a la "Nueva Derecha", habla de esa vocación de servicio como esencia espiritual, y antes que nada como espiritual. Iglesia e Imperio se identifican en ese sentido: todos, en la milicia, en el clero, en el tajo o con la pluma, todos -desde nuestra lealtad- seríamos funcionarios consagrados a esa Concordia.
  5. 10 puntos
    ¡Bienvenido.! Yo creo que es positivo que se copien los contenidos del foro siempre que se cite su procedencia.
  6. 10 puntos
    Plantearemos en este texto una estructura para la historia geopolítica de la Hispanidad, entendida ésta como el conjunto de reinos y entidades políticas derivadas de los imperios nacidos en Hispania. 1) La Edad Regional o Preimperial (722-1492) Cubre desde Covadonga al Descubrimiento de América. Los reinos hispánicos no han abandonado la Península. Aún así, constituyen imperios de potencial universal aunque en fase larvaria. Mientras tanto, las culturas e imperios indoamericanos se constituyen, uno detrás de otro, en diferentes áreas de América independientes entre sí, siendo las dos principales Mesoamérica y los Andes. El paisaje es por tanto de una constelación de regiones aún sin conectar. Los esquemas de integración mundial son ejercitados en esta época por los imperios terrestres del Centro del Mundo (entendido éste como centro afroeurasiático), principalmente el Islam pero también otros como el mongol. 2) La Edad Universal, Esférica o Austríaca (1492-1700) Corresponde con el Imperio de los Austrias, quizás se puede llamar Primer Imperio. Los reinos de Hispania consuman su expansión en tres ejes y formalizan su Dominio del Orbe o esfera mundial: -El eje castellano o del Occidente (Oeste de la Península), que incluye el Descubrimiento y Conquista de América y el Pacífico, integrando las unidades regionales mesoamericana y andina. -El eje portugués o del Sur, que se extiende por la expansión portuguesa por toda África y el Índico, integrado finalmente con los demás en 1580. -El eje aragonés o del Oriente (Este de la Península), ejercitado por Fernando el Católico y su política dinástica y militar de expansión europea y aislamiento y contención de Francia, único rival de altura en la región; primero con la conquista italiana y luego llegando a la unidad con el Sacro Imperio, asegurando la supremacía en Europa. El imperio Habsburgo austríaco y el imperio Habsburgo español se comportarán en todo este período como una antigua diarquía romana, el Occidente y el Oriente, dos cabezas del mismo cuerpo. De 1580 a 1640 estos tres ejes convergen en la dinastía Habsburgo, que reclama la hegemonía sobre todas las tierras cristianas y por cristianizar, uniendo los hemisferios océanicos castellano y portugués, donde había exclusividad por bula papal de Conquista y Evangelio, y defendiendo la corona imperial sobre las tierras de la Cristiandad. El imperio triunfa, no hay ningún sitio más a donde ir, la Tierra se queda pequeña: el lema es "Orbis non sufficit", el Orbe no es suficiente. Este lema proviene de Alejandro Magno, que se lamentaba de sólo poder conquistar Un Mundo de los infinitos del Universo; los españoles de la época enhebraban así su ejercicio imperial con el de la Antigüedad grecolatina. El esquema de integración mundial es el opuesto geopolítico del de los imperios terrestres, ya que es ahora el Océano el Nuevo Centro del Mundo. Los océanos del mundo entero, el Atlántico, el Índico y el Pacífico se reclaman como "mare clausum" o mar cerrado, donde la navegación está vetada al resto de las naciones. El Viejo Centro, el terrestre, ocupado por el Islam, languidece: hasta el día de hoy no ha vuelto a tener la supremacía. Curiosamente la geopolítica Habsburgo es similar a la norteamericana actual, con esa obsesión por rebajar la importancia geopolítica del Medio Oriente, y en el proceso, llevando el centro imperial a América, la antípoda geopolítica del Medio Oriente, en nuestro caso a México, nuevo nodo de comunicaciones entre Europa y Asia. 3) La Edad Hemisférica o Borbónica (1700-1825) Corresponde con el Imperio de los Borbones, o Segundo Imperio, hasta las Independencias americanas. Este período transcurre tras la fragmentación del Orbe de los tres ejes comentados en tres espacios, y sólo en uno de ellos se mantendrá la hegemonía. -Se pierde entre Westfalia y Utrecht el eje "aragonés" o hegemonía en el espacio terrestre europeo, que es ocupado por las nuevas potencias terrestres, una Austria que transita otros caminos, Prusia y Rusia. -Se pierde con la independencia portuguesa y el ascenso angloholandés el eje "portugués" o espacio afroíndico, lo que supone una fragmentación del espacio océanico global en dos estructuras oceánicas irreconciliables: la lusobritánica y la francoespañola. España se une a Francia y Portugal a Inglaterra. Huelga decir que Portugal no recupera ninguna "independencia", simplemente su imperio pasa de ser un subimperio de la estructura hispánica, a un sub-sub-subimperio de la estructura británica. El eje francoespañol, de todas formas, mantiene su supremacía en el Hemisferio occidental durante todo el siglo, consiguiendo expulsar a los ingleses con la independencia de los Estados Unidos, una entidad que en origen es dependiente del eje francoespañol a finales del siglo XVIII. Esa supremacía hemisférica incluía las Américas pero también el Pacífico. España sólo reconoció la libre navegación en el Pacífico (acabando con el concepto de "Lago español") en las convenciones de Nutca de 1790. Sin embargo, el espacio oceánico índico o Hemisferio oriental cae definitivamente en manos británicas: acabarán organizando su imperio alrededor de África y la India, heredados de Portugal. 4) La Edad Nacional o Postimperial (1825-hoy) El desencadenante de la transición de la tercera a la cuarta edad es Napoleón Bonaparte, el peor geoestratega que ha conocido la Historia humana en los últimos tres milenios. Napoleón destruye por completo el eje francoespañol con la invasión de España y regala el Hemisferio occidental, a través de la entrega de Luisiana, al protoimperio anglo que son los Estados Unidos, constituyendo sin darse cuenta una futura Unidad global entre Hemisferios en clave anglo, siendo el Oriente británico y el Occidente angloamericano. Por otra parte, Bolívar, Miranda y el resto de libertadores hispanoamericanos regalan Hispanoamérica a la Corona Británica y acaban en la práctica como vasallos suyos. Al igual que Portugal en 1640, el acto no es de independencia, sino de trasvase de dependencia hacia otro imperio, no hispánico. La América española es destruida y obligada a posicionarse en situación de postración ante los nuevos imperios anglosajones. La implosión y fragmentación del imperio español en las Américas tras la intervención napoleónica y la traición de los libertadores permite un crecimiento exponencial de los Estados Unidos, que a lo largo del XIX sustituye a Gran Bretaña en el señoreado de la América al sur del Bravo. Las Guerras Mundiales, consecuencia de la fragmentación desde Westfalia, permiten la aniquilación temporal de las potencias terrestres (Alemania, Rusia) y del Oriente oceánico británico, que es entregado a los EEUU. Todas las naciones hispanas, junto con las tres cuartas partes del mundo, acaban, antes o después, como súbditas del imperio norteamericano. En este período muere definitivamente la geopolítica imperial hispana y nos limitamos a una geopolítica nacional, donde sólo se nos permite defender intereses menores, como son los de la expansión patagónica-antártica de Argentina y Chile, la microproyección pacífica de Ecuador y Chile, la tímidísima y escasa política africanista española... 5) La Edad Anfictiónica (?) Se postula aquí una edad anfictiónica que permita una geopolítica supranacional de las naciones hispanas, organizadas a través de comunidades y desarrollos diversos que hemos ido tratando en textos anteriores. El reto será encontrar, primero, un espacio supranacional de soberanía. La hegemonía global queda muy lejos, así que el único desarrollo posible en plazos razonables será el de la hegemonía compartida con otras estructuras. Es esperable que el imperio norteamericano tenga que encontrar geometrías de acomodo en su fase de decadencia, y de surgimiento de nuevos imperios como el chino o el indio. En los nuevos conciertos, la Hispanidad puede y debe presentarse como una entidad con una voz y una estructura detrás que trascienda las de la mera nación, que no tiene la escala suficiente. No me extenderé más.
  7. 8 puntos
    Gerión y resto de foreros: ¿Qué opinión tenéis de estos conflictos que se ha desatado recientemente y de cómo nos pueden afectar a España? 1) Turbulencias en Sudán. Cristianos en el Sur. 2) Turbulencias en Argelia. Creo que España tiene intereses en Argelia. 3) Guerra en Libia entre el General Haftar (Emiratos, Arabia Saudí, Egipto, Rusia y dicen que Francia) y el Gobierno de Trípoli (Italia, etc.). Creo que los acuerdos de inmigración de Salvini con el Gobierno de Trípoli quedarán en papel mojado. Me parecen peligrosas estas turbulencias en países de Mediterráneo. Y creo que se les presta menos atención de la que se debería.
  8. 6 puntos
    En estos tiempos en los que hay un intenso movimiento revisionista en contra del simbolismo de Covadonga, por parte de historiadores "progresistas" y maurófilos (quizá con el soporte financiero de los petrodólares), creo que fijar el momento del parto de la Nación Española debe ser empresa de importancia. La Hispania de los godos, dentro del Occidente bárbaro-cristiano, era una sucesora parcial y deficiente de la Cristiandad grecorromana, pero de mucha mayor altura que sus supuestos homólogos (San Isidoro, Concilios). De haber expurgado y sublimado su barbarie, no habría caído en manos de los mahometanos. Por otro lado, los análisis del 98, aunque estimulantes y bellamente escritos, han desenfocado mucho el "problema de España". Gracias por vuestros comentarios.
  9. 5 puntos
    Como católico soy del pensar que España tiene su fundamento nacional en la fe católica, que informa y orienta su legado grecolatino, hasta darle la forma que le lleva a ser portadora y estandarte de la civilización occidental. Es decir, de la excelencia del orden terrenal grecolatino, subordinada a la universalidad de la fe católica, surge la nación española. Pero sin esa fe, que Ganivet no comparte pues su espiritualidad es la de la pureza de las ideas, España no hubiera podido extender ni mantener su imperio durante tantos siglos. Ni por la falta de una fuerza inspiradora, ni por la de una justificación entre las naciones de su época, pues el legado grecolatino por si solo era incapaz ya de fecundar nada nuevo pues había sido superado, o quizás cabría decir perfeccionado, por la revelación del cristianismo. Es posible que ese desprecio de la escolástica, que el autor describe en el artículo, se deba al hecho de que, para el escritor, las ideas son el verdadero motor del hombre a quién ve como centro de todas las cosas, y no Dios o la religión, que solo son para él algo accesorio, buenos en la medida que sirvan a las ideas del hombre pero descartables en la medida que no sean útiles a ese propósito.
  10. 5 puntos
    Muy interesantes los mensajes que has recogido. Concuerdo en que hay un problema alemán, del que por desgracia se conoce poco en España, y en la necesidad de olvidar a Kant, Marx y Nietzsche, arquitectos del mundo actual. Y en general de prescindir de la sobrevalorada filosofía alemana para volver a una filosofía razonable. Menos hablar de la irreal conspiración judía y más hablar del nefasto papel de los alemanes en el mundo moderno, ya desde Lutero. Freud era más alemán que judío. Menos hablar del origen judío de la revolución bolchevique y más hablar de la responsabilidad alemana en la llegada al poder de Lenin. Sin olvidar a los rusos y sus siniestras conexiones con los alemanes, en esa zona de contacto de Prusia con Rusia, en lo que respecta nazismo y a las dos guerras mundiales. Menos hablar de una abstracta banca judía y más hablar de los usureros alemanes, desde los Fugger hasta el Deutsche Bank y el rescate europeo a la banca alemana. Por no hablar del tema catalán y de cómo Alemania revienta Europa cada vez que asume alguna responsabilidad. Menos hablar de la tecnología alemana o de la radiante ética gernánica y más hablar del gigantesco fraude de Volkswagen y otras empresas. ¡Basta de despreciar a los latinos como atrasados o corruptos! Menos benedictos que, después dejar la casa hecha unos zorros, intentan dinamitar el papado romano subrepticiamente* y más franciscos que intentan cristianamente arreglar los errores de sus antecesores. Menos Tercer Reich y más Imperio Español. ¡Viva Roma! En España no hay conciencia del problema alemán. La había antes, sobre todo en las derechas, que veían en Alemania el mayor baluarte del progresismo, pero se ha perdido. Conviene recuperar esta conciencia. Por eso me parece muy adecuado este hilo.
  11. 2 puntos
    Horrible. Hemos de recuperar el espíritu y levantar Cien Mil catedrales por cada una que nos tumbe el Mal.
  12. 2 puntos
    Un posible "hack" al bioconservatismo antrópico: formar especies "transhumanas" a partir de simios. Hablaríamos de la Parahumanidad, más que la Transhumanidad. Es necesario recordar o afinar la teoría para el consentimiento o no, o la gestión, de la Parahumanidad (el moderno Prometeo, una vez más), a ver si alguno se anima y lo desarrolla aquí.
  13. 2 puntos
    Tremendo, acabo de verlo y no encuentro palabras.
  14. 2 puntos
    Hola muchas gracias por tan amable recibimiento Un abrazo
  15. 2 puntos
    Bienvenido. En general se puede citar sin problemas, simplemente pon la fuente y un enlace (link). Si te da pereza o reparos, pon solamente el enlace y un pequeño comentario tuyo si quieres de resumen u opinión, para que así nos metamos el resto. Es lo que suelo hacer yo.
  16. 2 puntos
    Densísimo escrito. En varias ocasiones nos ha salido ya el debate acerca de España, que si desde los romanos, que si desde los visigodos, que si desde Pelayo. Yo en esto sí que tiendo a estar más cerca de la escuela de Oviedo, en el sentido de ver el siglo VIII como el fundamental. De lo que no recuerdo haber hablado por aquí es sobre el condicionamiento tan importante de la peninsularidad ibérica. Me ha gustado y tiene mucho sentido.
  17. 1 punto
    En el hilo sobre los chalecos amarillos cité un discurso de Don Sixto de Borbón. Me gustaría citar ahora otro fragmento que, a diferencia del otro, me ha sorprendido positivamente. Don Sixto habla del imperio y lo hace en términos espirituales pero también materiales, si no lo he interpretado mal: Este discurso me sorprende positivamente por varias razones. Primero, porque habla del imperio sin complejos, a diferencia de bastantes carlistas que siempre lo han mirado con cierta precaución, cuando no con desdén. Segundo, porque para Don Sixto el imperio no parece ser únicamente un recurso retórico. Entiende el imperio como algo espiritual, por supuesto, pero también como algo material, que es bueno que se concrete en estructuras políticas. En los años 40 y 50 se hablaba mucho del imperio, pero en la mayoría de casos era una vaga alusión retórica que no aspiraba a concretarse en nada. Se hablaba, por lo general, de un imperio espiritual, pero no se explicaba en qué consistía ni cómo se llegaba a él. El discurso de Don Sixto me plantea otra reflexión. ¿Es posible el imperio espiritual sin el imperio material? Teóricamente sería posible, pero en la práctica me parece que no se ha dado el caso de ninguna nación que impere espiritualmente antes de imperar materialmente. ¿Cómo pueden dominar los anglosajones el plano cultural si no es habiéndose asegurado previamente el dominio político-militar? Por descontado, no me refiero a la naturaleza profunda de todos los imperios, que debe estar siempre subordinada a lo espiritual, y más en concreto a la única religión verdadera, la católica. No concibo ningún imperio español que no parta de la fe católica o que no tenga como fin último el de servir a Dios. Pero, incluso desde esa realidad católica, creo que no es posible influir espiritualmente en el mundo, en el sentido católico que queremos, sin procurarnos previamente ciertas conquistas materiales. Que no tienen por qué ser bélicas. Podría ser la reunificación voluntaria de Puerto Rico con España o la firma de un tratado por el que todas las naciones hispanas establecen cierta coordinación económica o política. Aunque tampoco se puede renunciar definitivamente a lo bélico si se aspira a influir en el mundo. Puede que no compartáis mi punto de vista o el de Don Sixto. O puede que de las palabras de Don Sixto deduzcáis otra cosa muy diferente. Pero me parece un tema de debate muy interesante y me gustaría conocer vuestras opiniones.
  18. 1 punto
    Dentro de los pensadores identitarios, valoro a Steuckers entre otras cosas porque ha ido derecho a la idea tradicional de Imperio, y toma el contraste entre las ideologías del Eskhaton (las modernas) frente al Katehon (la tradicional), análisis que considero correcto, frente a otros que se han quedado más en la raza como Faye, o se han ido a un espiritualismo equivocado como el paganismo antiimperialista de Benoist. El tema que se puede ajustar desde nuestro entendimiento hispanocatólico (además de consideraciones doctrinales que ya entendemos, posibles infiltraciones gnósticas o cesaropapistas por el cristianismo zoroastrizado de Santo Tomás) es que Steuckers ve más al Imperio como un algo radicado en el Heartland iranio, donde aparece a través de la idea del Shahanshah, luego pasa a Europa con Roma pero luego de alguna forma vuelve a Rusia, la gran Sarmatia, como si el Imperio fuera propiedad de la tierra (teluroimperialismo). Lo que se propone por aquí, por darle como digo un ajuste, puede más bien entenderse como un Imperio en movimiento, una propiedad y construcción de los hombres que se mueven por la tierra, el mar y el aire, frente al Dios eterno y fijo, así justificamos la continuidad que va (por tomar la secuencia de Mariana) de los asirios, a los persas, a los griegos, a los romanos, a los españoles, y finalmente a América, y de ahí el Orbis non sufficit, ni siquiera la Esfera entera nos basta, mucho menos la Tierra. Pego el texto:
  19. 1 punto
    Por otro lado la raíz de España hay que hacerla enganchar convenientemente con Roma, siendo los godos algo subsidiario, y de Roma a Grecia y a Cristo. España sería así otra "parada" más de la Civilización, siendo la siguiente América, y quizás última, porque el mundo es una esfera y no hay tres hemisferios.
  20. 1 punto
    Una idea que prefigura este texto, es que el consenso tan "noreuropeo" de dividir la geopolítica en talasocracia o telurocracia no tiene ningún sentido, porque el Orbe es Tierra y es Mar, las dos cosas. Por lo que solamente las Penínsulas, que son medio Tierra, y medio Mar, son capaces de llevar la geopolítica a su punto más alto. Y así, fue, con Grecia, con Roma, y con España, tres penínsulas y tres imperios. En el Norte de Europa, sólo hay islas (las Británicas) o sólo hay tierra (la llanura europea), por lo que entre otras muchas cosas, en esto se vuelven a quedar cojos, caen en la trampa dualista y no entienden absolutamente nada.
  21. 1 punto
    Por mi parte, si citas la procedencia sin problemas. ?
  22. 1 punto
    Cervantes lo resuelve. Quijote y Sancho van juntos. Quijote puede tener la idea de salir a desfacer entuertos, pero es Sancho quien lo recoge, lava la cara y cuida cuando el molino le mete el golpe y lo deja tirado en el suelo. Así que espíritu y materia van unidos, y se van relevando, como dos escaladores en una montaña, atados por una cuerda, a veces sube uno, otras veces el otro. No hay Apostolado por el Viejo Mundo sin los caminos empedrados hechos por los romanos, no se construyen caminos en América si no es para su Evangelización.
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