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Contenido popular

Mostrando el contenido mejor valorado el 25/06/22 en todas las áreas

  1. 10 puntos
    Leyendo la transcripción completa de las palabras del Papa uno puede ver que los medios españoles han ofrecido resúmenes parciales e interesados, destacando en titulares la parte en la que habla de una posible provocación y obviando por completo todo un párrafo en el que habla de la heroicidad del pueblo ucraniano y de su condición de "pueblo martirizado", expresión que ha usado en reiteradas ocasiones y que, en mi opinión, expresa a las claras que el Pontífice se solidariza con la nación invadida por Rusia, lo que no le impide hacer una análisis de la guerra que va más allá de la dialéctica maniquea. Precisamente en Infovaticana un redactor de VOX ha atacado últimamente al Papa por referirse a los ucranianos como "pueblo martirizado". Luego resulta que esa página la sigue o la promociona gente que dice estar de parte de Ucrania -con banderita incluida- o que le achaca falsamente al Papa el estar de parte de Rusia. A veces son los mismos: no faltan Los que acusan al Papa de ser un peronista que odia a los ucranianos mientras por otro lado se dedican a hacer propaganda de Rusia. Entre hipócritas, quintacolumnistas y gente que no se entera de nada, reina una confusión pavorosa. Aquí el malicioso artículo:
  2. 10 puntos
    Recupero este hilo interesantísimo que no había leído aún desde que inicié mi andadura por el foro. Me parece un tema que abarca muchos otros, ya que la expresión “procesos disolventes” es de lo más acertada, y la consideración de que éstos se han acelerado de manera dramática en los últimos veinte años también lo es. Un proceso implica una serie de fases sucesivas en el tiempo, por lo que un debate interesante sería el de determinar el punto cronológico en donde podemos situar el inicio de dicha progresión. Creo que en definitiva, la disolución que se ha producido en los últimos veinte años tiene unas raíces muy profundas que, como bien apuntaba Español, tienen que ver con la rebelión del hombre ante Dios y con su animalización; esta animalización implica de manera lógica una rebelión contra su propia naturaleza, puesto que lo que nos diferencia esencialmente del resto de animales es la presencia de la razón (el logos griego y cristiano) en nosotros. No recuerdo si era Chesterton quien decía algo así como que cuando el hombre se olvida de lo sobrenatural daña también lo natural. Pues hoy vemos que este olvido de lo sobrenatural, esta apostasía silenciosa, acaba destruyendo también nuestra naturaleza personal y social. En mi opinión, las raíces profundas de este fenómeno, desde el punto histórico (no teológico, pues estas se encuentran en el pecado original) se hallan en la reforma protestante, que en cierto sentido fue el germen del liberalismo. La rebelión en masa contra Dios en la sociedad, y también contra su propia naturaleza, desde el punto de vista histórico, surge cuando se pone en cuestión la autoridad de la Iglesia fundada por Él, que es su arca “natural” en esta tierra. A lo largo de los últimos siglos esta rebelión se ha visto claramente frenada por las estructuras que aún pervivían en muchos ámbitos, como la familia, las parroquias, la convivencia rural, los gremios… Estoy muy de acuerdo cuando apuntáis al surgimiento de los medios de comunicación de masas (radio y televisión) como un punto clave en la proliferación de estas ideas perniciosas. Y me parece acertadísima la hipótesis de Hispanorromano que abre este hilo, ya que Internet y las redes sociales logran esquivar todos esos frenos que mencionaba antes, creando mónadas de individuos aislados y desvinculados. Ojalá que al final de este proceso de aniquilación de la naturaleza humana y de la razón, que durante siglos había custodiado la Iglesia, se produzca un renacer, un redescubrimiento de esta vocación natural que tenemos al Logos, que nunca deja de atraernos hacia sí. Creo, sin embargo, que haríamos mal en poner todo el foco de culpabilidad en los medios materiales, ya que éstos, de manera paradójica, también nos sirven para sembrar la semilla del Bien por todas partes, véase el ejemplo de este foro. Por eso, cuanta más irritabilidad nos causen las consecuencias nefastas de estos medios, más celosos tenemos que ser de plantar la batalla también en dichos medios.
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