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Contenido popular

Mostrando el contenido mejor valorado el 01/05/19 en Contenidos

  1. 20 puntos
    Acabo de ver el vídeo de aquella entrevista que le hizo un provocador inglés a Borrell -en la que el Ministro de Exteriores español amagó con largarse- y eso me ha llevado a varios planteamientos sobre el Ministerio de Exterior como institución que quisiera someter a debate en el Foro. En primer lugar, considero que el Ministro de Exteriores no debería recibir, por parte de la oposición (sea política, mediática o intelectual), el mismo trato que el resto de ministros. Siendo esta figura ministerial la encargada de representar a España en el exterior, lo que correspondería es que todos los partidos en bloque (exceptuando Podemos y separatistas, que naturalmente no accederían) respaldaran al Ministro en sus acciones exteriores. En los tiempos que corren, y con lo que ha sucedido en Cataluña, el Ministro de Exteriores debería sentir el aliento de la Nación cuando se dirige al extranjero. El Ministerio de Exteriores es quien debe coordinar toda la acción exterior de España, algo que no puede hacer correctamente si su acción está condicionada por reproches internos. Esta última oración resumiría mi visión del asunto. Hablando claro, no creo que haciendo una crítica corrosiva a Borrell (aunque no guste y con razón) se derive nada bueno para España. En segundo lugar, para que la medida anterior tenga más sentido, quizá habría que introducir algunas modificaciones de más calado para que el Ministerio de Exteriores lo fuera menos del Gobierno en cuestión y más de España. Estas modificaciones podrían ir desde un pacto tácito entre los partidos que asegure una tendencia a elegir ministros de carácter más independiente y menos significados políticamente, a cambios de más calado como la obligación nombrar al Ministro de entre los diplomáticos de carrera, por poner un ejemplo. El Ministro de Exteriores podría plantearse como un "primus inter pares" con respecto a los embajadores. Como digo son sólo algunas ideas no muy meditadas y quizá algunas absurdas. En cualquier caso, abro el debate.
  2. 20 puntos
    Hola a todos los miembros del foro. He estado ausente de las redes sociales durante un tiempo, pero estos últimos días he vuelto a leer algunos de los hilos de este magnífico foro y quisiera dar mi opinión sobre el voto a VOX. Ahora, después de los resultados, se está diciendo que se ha de volver a aglutinar el voto en torno al PP apelando al miedo, al miedo a que gobierne la izquierda. Apelar al miedo es una estrategia política legítima para obtener el poder, que es lo que, lamentablemente, interesa a la mayoría de los políticos en lugar de buscar el bien común. El miedo es un sentimiento humano que sirve de protección ante un peligro. Apelar al miedo es apelar, de alguna forma, a la resignación de que algo no se puede cambiar y, por tanto, es mejor para la salvaguarda personal no enfrentarse a ello. El temor, en cambio, es un sentimiento que nos detiene a hacer algo que pueda causar daño o mal a otros. Al miedo hay que enfrentarse, en cambio el temor no es malo. A modo de ejemplo, un cristiano no ha de tener miedo del mal, ha de enfrentarse a él y no vivir en connivencia con él y tampoco ha de tener miedo de Dios, pues Dios es el Amor Supremo. En cambio ha de tener temor a ofender a Dios con sus actos, puesto que un acto contra Dios implica un acto contra el Bien Supremo y, por tanto, es malo. Naturalmente entiendo que haya gente que ha votado a VOX por principios y que ahora piense en volver a votar al PP porque tengan miedo a que gobiernen las izquierdas y los enemigos de España, ya que, como he mencionado anteriormente, el miedo es un sentimiento humano. El PP podrá gobernar y, a lo mejor, se evitará un gobierno de izquierdas, pero creo que seguirían cediendo ante el marxismo cultural y haciendo más concesiones a las regiones desleales de España para “tenerlos contentos” apelando a conceptos como el diálogo o el sentido de estado. Es decir, aunque no gobernaran “los malos”, los que gobiernan estarían en connivencia con ellos, porque no ofrecerían ninguna batalla ideológica, sino que asumirían implícitamente las ideas del contrario (Tanto Aznar como Rajoy lo hicieron durante sus gobiernos). Yo, como votante, me haría una pregunta. Debo votar a un partido por miedo para evitar el peligro de un gobierno que no quiero o debo votar por principios a un partido con el que puedo tener más afinidades en cuanto a ideología, aún sabiendo que es minoría? Yo, personalmente, no votaría al primero por miedo, sino que votaría al segundo por temor a ir contra mis principios si votara al primero, ya que me estaría resignando de alguna manera a aceptar implícitamente lo que no pienso con tal de evitar un mal a corto plazo, además de que estaría renunciando a que se escucharan ideas que comparto en el congreso. Podrán destruir España (por acción o por omisión) convirtiéndola en una suerte de repúblicas ibéricas bolivarianas, catanazis y bilduetarras, pero tendré la conciencia tranquila de que yo no contribuí a eso ni por acción, ni por omisión. En cuanto al resultado obtenido por VOX, éste es muy bueno. Hace dos años no los conocía casi nadie y ahora han obtenido 24 escaños y 2,7 millones de votos. Cuando en el siglo VIII España fue invadida por los musulmanes, sólo había un pequeño foco de resistencia en el norte de España formado por “cuatro asnos salvajes” (así se referían las crónicas musulmanas a ellos) que no aceptaron vivir bajo el “yugo musulmán”, se rearmaron “ideológicamente” en torno al cristianismo e iniciaron la reconquista de España, que fue larga, pero lo lograron. Que conste que no tengo nada que ver con el partido político de VOX (ni soy afiliado, ni tampoco simpatizante), ni tampoco estoy pidiendo el voto para ellos. Yo los he votado en las generales y los votaré en las europeas y regionales, pero que cada cual vote (o no vote) atendiendo a sus criterios personales.
  3. 20 puntos
    En mi opinión el pecado de VOX ha venido por parte del grupo de Espinosa de los Monteros. Un niño bien, criado en Chicago y en colegios británicos, luego en ICADE (que será muy católico, pero no veo que sus egresados trabajen por traer justicia social e instalar el reino de Dios en la tierra, sino más bien todo lo contrario) que se tira la mitad de la campaña gritando "callad progres", que busca hacerle la pelota al mundo anglosajón/protestante y reproducirlo en España cuando es un cuerpo de ideas totalmente ajeno a nuestra ideosincrasia y nuestros intereses apostando por un darwinismo social que como estamos comprobando está matando desde dentro a EEUU. Palabras como "competitividad" "libertad" "libre mercado" que sabemos perfectamente que son canelos, ideas felices, pues el mercado nunca es libre, y por lo tanto nunca habrá una competencia perfecta. Además del agotamiento que le supone a las sociedades está depredación a sí misma llamada competitividad y aumento de la productividad ad infinitum. Estamos llegando a un punto en el que la sociedad se canibaliza a sí misma y de ahí salen muchos de los monstruos que tenemos encima, por pura necesidad vital de los más desprotegidos. Que desprestigia a la izquierda por el mero hecho de serlo. Nunca podremos reconstruir una relación con Hispanoamérica hasta que no consigamos convencer a las izquierdas de esos países a la idea de hispanidad, y que se den cuenta de que por ejemplo, los Indios tenían un trato infinitamente mejor en el imperio español que en otros imperios y que por lo tanto desde una idea de justicia social, el imperio español es un ejemplo a seguir y a reproducir hoy en día para acabar con los múltiples problemas que tiene Hispanoamérica. Podrás estar más o menos de acuerdo con ciertas ideas de la izquierda, pero no demonizarla como tal. En eso han caído en la trampa diría yo y tanto el PSOE como Podemos han agitado el fantasma de la extrema derecha con un gran éxito. Eso sólo hace que la Hispanidad se relacione como una idea de derechas con olor a naftalina y que gran parte de los votantes de izquierdas tengan alergia al término. Así que en ese sentido, si alguien de VOX me escucha, por favor, que eliminen ese ramalazo neocon del grupo de Chicago Boys de Espinosa & Cía (aunque él se define como liberal clásico), e intenten convencer a todo el espectro político de la idea de hispanidad. Añado que Espinosa forma parte de esa élite que denuncia Elvira Roca Barea que no siente ningún deber con España, o al menos dice querer mejorarla pero al final la jode (como los afrancesados y la administración Borbónica). Espinosa me recuerda mucho a estos últimos. Todos sabemos que la solicion a nuestros problemas debe venir desde dentro, de nosotros mismos, no desde La City, Chicago, Paris o Frankfurt. Ya hemos hecho caso demasiado tiempo a sus ideas con el resultado actual. Comparto con vosotros una carta que le envié a Elvira Roca, sobre mi opinión de las élites españolas por experiencia propia ( a Espinosa, a Roberto Centeno y a Abascal los veo a veces por mi localidad) y como ellos gran parte de la élite española, viendo como se relacionan, como se educan, como se comportan.
  4. 10 puntos
    El resultado de VOX es un fracaso que va a ser complicado remontar. Pasar de cero diputados a veintipico no está mal, pero habían hinchado tanto las expectativas y los líderes se habían comportado con tanta petulancia que sólo puede analizarse como fracaso. VOX va a tener que trabajar mucho si no quiere acabar como UPyD. A mi juicio el responsable del fracaso es el propio VOX. Se han fiado en exceso de internet. El friki que ejerce como responsable de propaganda de VOX aseguraba con arrogancia: Han declinado participar en debates de televisión a los que habían sido invitados, por ejemplo, en 13TV, y han rechazado entrevistas a El País. En las últimas semanas se han ausentado voluntariamente de los medios tradicionales. Cuando la Junta Electoral les impidió participar en los debates oficiales, respiraron aliviados y no hicieron nada para impugnar la decisión. Creían que conquistarían España sólo con internet y se han llevado un baño de realidad. No se han molestado en mandar papeletas a las casas, como sí hicieron hace 4 años, cuando apenas eran conocidos. No se han preocupado de la gente mayor, que sigue patrones de voto muy diferentes. Como los mítines estaban abarrotados de gente joven, han creído que España era eso y se han olvidado de la gente mayor. Han olvidado que España es esencialmente un país de gente mayor que apenas se mueve en internet. Se han regodeado mandando mensajes extremistas para provocar sarpullidos en una parte de la sociedad. Y con eso han logrado movilizar el voto contrario de mucha gente sencilla que en el fondo no odia a España. Han buscado la confrontación a propósito en vez de lanzar un mensaje de concordia que llegase a todos los españoles. Y eso puede servir para darte el gustazo, pero no para gobernar una nación, salvo que que sea de pacotilla como los Estados Unidos. El ridículo de esta estrategia lo ejemplifica a la perfección este tuit publicado el 25 de abril por una de las cuentas de propaganda de VOX: https://twitter.com/i/web/status/1121544304030289921 ¿Ahora qué? ¿Piensan seguir en la burbuja de internet, copiando estrategias foráneas, o van a bajar por fin al mundo real? Están a tiempo de rectificar, pero insisto, van a tener que esforzarse mucho si no quieren terminar como UPyD. Cuando uno lo fía todo a las emociones puede conseguir avances fabulosos, pero estas emociones se van tan rápido como han venido. * * * El sector del taxi siempre ha sido muy proclive a la derecha. Con el tema de Uber, VOX podría haber aprovechado para ganarse a los taxistas, pero inexplicablemente se ha situado a favor de Uber, muy posiblemente por influencia de Espinosa de los Monteros. Resultado: le he regalado miles de votos a la izquierda: El sector del taxi se vende a Podemos y celebra eufórico "la derrota de la derecha" - Libre Mercado El resultado de VOX no es malo: ha entrado en el Congreso con 24 diputados. El problema es que han bajado con respecto a las elecciones andaluzas y eso supone, como mínimo, un estancamiento que preludia un descenso. UPyD se quemó en pocos años. Podemos va camino de quemarse. Y con VOX puede que se acelere el ciclo si no toman medidas a tiempo. Yo voté a VOX el domingo y logré convencer a dos personas (un abstencionista y un antiguo votante del PP) para que los votase. Creo que esas dos personas no volverán a votar a VOX en las elecciones que tenemos dentro de tres semanas. Y aquí puede venir el bajón y la desesperanza. Mucha gente que abandonó el "voto útil" para votar a VOX, volverá al PP en las próximas elecciones. Y los desencantados del sistema que votaron a VOX quizá vuelvan a la abstención por haberse alimentado expectativas desmesuradas. VOX se ha equivocado en muchas cosas y creo que conviene decírselo para que las subsanen. Un error claro es su ausencia deliberada de los medios y su encastillamiento en la repugnante Intereconomía. Según mis informaciones, han rechazado intervenciones en 13TV, El País, Canal Sur, Cuatro y La Sexta. Vamos, que ha sido una decisión estratégica la de no acudir a los medios tradicionales. Abascal se vanagloriaba de que no necesitaban "intermediarios", pues se dirigían directamente a sus seguidores a través de las redes sociales. Grave error. Además, a mí, que también sigo las redes sociales, me da muy mala impresión que VOX rechace entrevistas o que prefiera no participar en el debate oficial. Me indica cobardía y posible falta de honradez. Es muy fácil participar sólo en los foros donde sabes que vas a ser aclamado. En 13TV, Abascal podría habernos explicado a los católicos que en realidad no odia al Papa Francisco (como se trasluce del libró de Dragó y de otros detalles) y que su postura sobre la inmigración no desecha los principios de la caridad cristiana. En El País o en La Sexta, Abascal le podría haber explicado a los progres que en realidad no es la amenaza contra las libertades que ellos le suponen o que su patriotismo no pretende excluir a una parte de la nación. Pero Abascal ha preferido ausentarse de esos foros y fiarlo todo a una campaña de internet, con memes para personas con pocas luces. En los que han votado al PSOE o en los que se han abstenido no hay que suponer enemigos de España. Yo he votado a VOX a pesar de que me repugnan algunas partes de su programa y de su actuación pública. Me da asco su liberalismo económico y moral. No me gusta su enfoque de la inmigración y detesto especialmente la parte en la que plantean una guerra contra el islam en nombre de valores que en el fondo son masónicos aunque adopten una retórica cruzada. Me repugna su sionismo descarado, con Iván Espinosa haciéndose eco de una felicitación del Likud en las horas previas a la contienda electoral, y me preocupa su poca claridad con el tema ruso y estadounidense. Me disgustó profundamente que apoyasen a Uber frente a los taxistas. Me dio arcadas que varios líderes de VOX dijesen que el incendio de Notre Dame había sido un atentado y que semanas antes mostrasen simpatía por la matanza identitaria de Nueva Zelanda. Sólo eso me parece motivo suficiente para no votarlos, lo mismo que sus insultos al Papa. Me repugnan muchas cosas de VOX, pero pese a todo hice de tripas corazón y decidí votarlos en la creencia de que serían la opción menos mala para España. ¿Por qué no concebimos que algunas personas habrán votado al PSOE, no por sus pactos con los separatistas catalanes o por su feminismo, sino porque veían amenazadas las conquistas sociales o por otras muchas razones? Desde el principio VOX ha adoptado un enfoque divisivo. Esto le ha permitido crecer muy rápido a costa de buscar un enfrentamiento sistemático con la gente que no es de derechas. Pero este enfoque se revela insuficiente a largo plazo. Si se dedican a publicar memes como aquel según el cual Abascal se alimentaba de las lágrimas de los progres, era de esperar que los progres —y mucha gente que no es progre pero que no es de derechas o que teme una guerra civil— se movilizase en contra de VOX. ¿Acaso se podía esperar otra cosa con ese tipo de mensajes? Lo que ha valido para conquistar un hueco en el parlamento andaluz no te vale ahora para expandirte en el resto de España. Es posible que no nos lea nadie de VOX. Pero yo creo que es nuestro deber proponer soluciones para rectificar este pequeño fracaso que supone afianzar a Pedro Sánchez y conseguir sólo 24 diputados cuando se había alimentado la expectativa de ser el partido de derechas más votado. Las elecciones que tendrán lugar dentro de tres semanas van a resultar fundamentales. Si VOX baja en esas elecciones —cosa bastante posible— puede iniciar una línea descendente que termine con todas las esperanzas de un cambio real. Así que yo creo que es bueno que, desde el respeto a VOX que hemos acreditado y que incluso nos ha llevado a votarlo, propongamos remedios para superar este bache.
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