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Imagino que conoceréis la noticia que sucedió a comienzos de este año, cuando en la población alicantina de Callosa del Segura, el tripartito formado por el 'PSOE', 'Izquierda Unida' y la marca blanca local de Podemos 'Somos Callosa', que gobierna el ayuntamiento de la ciudad, retiró una cruz levantada en la década de los años cuarenta para conmemorar a los callosinos caídos en el bando nacional durante la guerra civil, alegando que dicho monumento atentaba contra la memoria histórica al tratarse de un símbolo franquista vinculado originalmente a la Falange.
Ante la decisión municipal de eliminar un símbolo que durante más de 70 años ha formado parte del paisaje y la memoria de aquella ciudad, se organizó una plataforma vecinal en defensa de la cruz, que estuvo manifestándose y custodiando el monumento durante más de un año para impedir su retirada. Hasta el punto que, el desmontaje de la cruz tuvo que hacerse a las cuatro de la madrugada de una fría mañana de enero, al objeto de coger por sorpresa a los vecinos y evitar trifulcas. Sin embargo y con todo, el desmontaje no estuvo exento de polémicas como puede verse en el video que enlazo a continuación, llegandose incluso a la detención por parte de la guardia civil, de dos vecinos que trataron de oponerse.
Tras la retirada de la Cruz, la plataforma vecinal continuó sus reivindicaciones instalando nuevas cruces en otros puntos de la ciudad, repartiendo cubrebalcones con la imagen del monumento eliminado, o proyectando una gran cruz luminosa desde un balcón, sobre el punto donde originalmente se situaba el monumento. Y la respuesta del ayuntamiento ha sido en todos los casos perseguir y multar a aquellos que desde 2016 tratan de impedir la impostura histórica y antirreligiosa del gobierno local, con el silencio cómplice de los populares que hasta la fecha han venido manifestándose contrariados pero siempre con la boca pequeña y al parecer más por 'cumplo-y-miento' que por convencimiento real.
Hoy de nuevo el diario provincial Información, publica una nueva noticia sobre este asunto, que hace referencia a una multa de gran importe que al parecer ha recibido una vecina de 72 años por proyectar desde su balcón una cruz luminosa sobre la fachada de la Iglesia donde estaba situada la cruz original.
El asunto tiene dividido al pueblo literalmente en dos facciones, que han provocado no pocas disputas y enfrentamientos en una zona rural por lo general de pacífica y amable convivencia. Doy fe de ello que he trabajado en la zona muchos años y no puedo sino guardar un grato recuerdo de las gentes callosinas en general. Pero actualmente se encuentran divididos, por un lado con el sector católico y tradicional que trata de defender sus símbolos e identidad, y por otro los defensores de una nueva memoria excluyente, que insisten en perseguir y multar a todos aquellos que ofrezcan resistencia a su impostura ideológica. El odio y la división siguen extendiéndose, y no no creo que sea casual que esté ocurriendo en Callosa del Segura, ya que se trata de la población vecina de Orihuela, que es el principal núcleo católico del levante español.