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Mostrando el contenido mejor valorado el 06/12/22 en todas las áreas

  1. 10 puntos
    Respecto a la Oración, @Un pensador789 yo comprendo su postura y la de muchos. Pero no la comparto. Comprendo porque doy por supuesto que no han sabido comprender, disfrutar, beneficiarse y oír testimonios de personas que han rezado según nos insta la madre Iglesia. En mi caso, desde niña mi abuela me inculcó el rezarle a la Virgen, cuando iba a las parroquias con ella, me contaba historias. He escuchado las de otras señoras de cómo ha actuado en su vida. Entonces, para mí nunca ha supuesto un problema ni mínimo en entender a la Virgen como parte de Dios, de tal manera, que ha tenido una importancia enorme, enormísima. Puedo entender a las personas que no habiéndola conocido a fondo, buscando su acercamiento a Dios, la dejen a un lado. A quienes no entiendo es a quienes la desprecian en toda su plenitud Mariana. Creo que es un pecado muy grave. Incluso si creen en Dios, Yah-ve, Alá.. Porque sencillamente, La Virgen es una ayuda que Dios envío aquí. Que odies su papel, desprecies la dimensión santificadora y purísima que Dios preparó, para Encarnarse, también me parece un pecado muy grave. Pero Dios juzgará, no yo. La Iglesia como una madre, nos puso los deberes, de repetir y repetir Oraciones, para que con el mismo aliento mundano que nos servimos para rezar, por ahí nos entre por llamadas directas, la santidad de Dios. Cuando entras a una Iglesia y ves arte en pintura, grabados, estatuas.. Todo son llamadas, recordatorios, todos son los mismo. Dios está aquí. En cada gesto, cosa, planta y oración. Eso se busca. Llamar y se os abrirá. Óyeme Israel. Primero hay que llamar, escucharle en sus manifestaciones. La Virgen María también es una manifestación divina, como San Pablo o San Ananías curándole la vista. Porque quien hizo el Milagro fue Dios. Con sus instrumentos, manifestaciones, medios.. Además de sernos la Reina del Cielo, es también otra humilde y pequeña sirvienta del Señor, de la que se sirvió Dios Padre. A mí me pasa al contrario que a otros, lo que se me atraganta es que haya personas que no la conozcan, me parece muy penoso. En cuanto a la reencarnación no he leído del tema. Porque no creo en eso. La disposición final de los espíritus que sobrevivan a los juicios, el personal y el comunal; ignoro cuál será. Creo que nadie lo sabe. Tantos millones de almas, ignoro como las organizará Dios en La Salvación y Vida Eterna. Tiene que haber buenos tratados de la Eclessia histórica sobre esto.
  2. 10 puntos
    @Un pensador789 Yo creo que hizo mal ocultando a su esposa, mintiendo. Cierto que ahí vemos cómo es un Patriarca de errores humanos, como igual los tendrá su esposa, mandándole su sirvienta para tener ella misma un hijo. Dios les dijo en varias ocasiones que serían sus hijos como la arena de abundante. Pero a pesar de todos sus errores, Dios los siguió amando. Ambos eran mayores, desde que salen de Ur. Confiaron en Dios, pero con sus flaquezas, que les metieron en serios problemas. Por eso, Dios le puso tremenda prueba al Patriarca, me inmolarlas a tu propio hijo. Dios nos deja patente así, que debemos confiarnos a ÉL, en lo más duro que nos pueda pasar, que sea aquí o allá, ÉL nos recompensará. Abraham es un gran ejemplo para todo tiempo y persona. Yo incluso diría que la trifulca tan grave que hay en tierra Santa, que tienen los musulmanes con los judíos, es fruto de errores de tiempos Abrahámicos. Curiosamente, el Patriarca mantuvo unas buenas relaciones con todo vecino, aún sin ser monoteístas. Curiosamente fue un Peregrino Patriarca, responsable Justo, hombre ejemplar, que antepuso hasta los caprichos de los demás por amor. Tiene mil curiosidades Abraham. Merecedor de que entendamos hasta el hoy presente muchos asuntos. Tal vez, si lográsemos desentrañar cada movimiento y suceso que le aconteció al Patriarca, pudiésemos lograr una paz entre los creyentes. Ya que todos somos hijos de la promesa eterna. Promesa que se inicia en edad tardía, pero sin dudas, a salir de sí mismo para su prole futura y la grey de Dios, a la aventura en confianza a Dios. Nada menos que a la futura tierra Santa. Donde un rey cananeo, Melquisedec, le ayuda sosteniendo a los soldados de Abraham. Recibe el diezmo del Patriarca, y es como una vieja/futura Jerusalén, que sale al encuentro del Elegido. San Pablo explica muy bien el sacerdocio y el culto desde Melquisedec. Y como la fe con sus obras, no sólo por herencia sanguínea salva, como las obras de Abraham Isaías enseña que recordemos siempre ese pedazo de roca que Dios extrajo, que fue Abraham. Todos iguales si, de igual materia como el Dueño nos ha hecho, pero si Dios cogió un pedazo de la roca, sería para tallarla. Con lo que pasa a ser una roca igual de dura, pero formada por Dios. Abraham fue bautizado así por Dios, junto a su mujer Sara. Porque ambos, renombrándolos es como una marca que Dios les pone para que resuene en este mundo. Hasta San Juan Bautista con Nuestro Señor. Con Abraham se inicia el sacerdocio, el templo, la promesa futura imperecedera. La confianza y entrega a Dios, pase lo que pase de paz y abundancia a guerra y hambre. Incluso a no renegar de ÈL si hay peligro para la vida humana. Con Abraham podemos ver, como el vio, la prefiguración de La Santísima Trinidad, en uno de los versos más bellos de toda la Sagrada Biblia. Habría que repasar a Abraham para entender el presente y cómo afrontarlo. Me ha despertado mi propia curiosidad. En la edad de oro del Cristianismo, (Por qué comienza a extenderse la palabra junto a la cultura filosófica y social. Pues de oro es desde el mismo Cristo) hubo un Santo y Obispo en Milán llamado San Ambrosio, que hizo un Tratado de Abraham, además del Espíritu Santo La Virginidad, la viudez, la penitencia.. Poeta y tratadista; precursor y en parte hacedor de San Agustín; digno de ser leído. Yo me lo apunto. Si alguien consigue enlace a su tratado sobre Abraham que lo pase por aquí. Y bueno, La Palabra, que siempre sigue dando de si. Tan eterna y hermosa. Nuestro Jesús ya estaba en esa parte bíblica también, Abraham en Génesis. En San Juan Evangelista se enseña que no sólo por ser roca de Dios se llegará a ÉL. Es Dios quien elige, tú en tu libre elección confías pase lo que pase, y ÉL te va formando. La recompensa la tendrás con toda seguridad. Exactamente la vida de Abraham. Que alguien podrá decir que fue colmado, nunca le faltó de nada. Cierto, pero también fue colmado de sufrimientos y pruebas. Lo que demuestra que Dios está hasta en lo más mísero que te pueda estar pasando. Esa mamá de Isaac, ya desfallecida con un hijo, a la que Dios revive con su retoño. En San Mateo 1.1. Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.(2). Abraham engendró.. Jesús está en toda la Biblia.
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