Si por un momento dejamos aparte el tema de los EE.UU., que es el gran escollo en este asunto, seríamos un país de auténticos acojonaos si anduviésemos con historias tiquismiquis ante el reto de una reintegración, ya sea en forma de comunidad autónoma con estatuto especial o estado libre asociado (pero de verdad, no en plan colonial como es ahora con los USA).
Que ahora no se dan las circunstancia geopolíticas, etc, pues de acuerdo pero que no hay excusa para evitar el escenario también lo hemos de tener claro.