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HIstorial de publicaciones de Español

  1. Español

    Noticias falsas: estado de la cuestión y estrategias para combatirlas

    El prblema es que, si bien hay medios y páginas para tratar de informarse acerca de la veracidad de ciertas noticias, en toda esta deriva hacia la irrealidad, tampoco se puede estar cien por cien seguro de que dichos medios puedan estar ofreciendo la versión real de las cosas. Con el tiempo, y tal y como indica el primer artículo, corremos el riesgo de vivir en una distopía donde la realidad solo exista bajo capas y capas de mentiras. Nuestro mundo se construye (o destruye) mediante la palabra, fuera de eso solo somos animales, y me temo que estamos al borde de un abismo de magnitudes históricas.
  2. Español

    IU incendia la Navidad

    Me alegro por el Sr. Llamazares, pero esta gente tiene mando en Madrid y en muchas otras plazas a tavés de sus alianzas con Podemos, y esa radicalización, unida al efecto propagación de las redes, puede ser muy peligrosa. No hay más que ver los tuits de respuesta que le dan al propio Llamazares. A poco acabarán llamándolo 'facha'. Me gustaría ver alguna reacción de repulsa de la propia IU o de sus aliados, o más aún, de alguna instancia oficial, porque si eso no es alentar el odio religioso ya no se que puede ser.
  3. Español

    IU incendia la Navidad

    El grupo de Izquierda Unida de Madrid ha publicado en Twitter una felicitación navideña en la pasada tarde de Nochebuena, con un contenido que no sabría si calificar de delictivo, dado el carácter público y político de la formación, y que desde luego vuelve a dejar a las claras que clase de ideas e intenciones mueven a quienes se mueven en esos ambientes políticos, que a la postre forman parte de la gestión de las instituciones públicas. Os dejo captura de pantalla: ¿No es esto un delito de odio, dada la historia de nuestro país y las consignas a menudo utilizadas en ese ámbito político? ¿Es lícito que gente con estos 'ideales' tenga parte en la administración de la cosa pública? A veces no se si vivo en una democracía o en una distopía propia de una novela de Orwell
  4. Hola a todos. Tras el breve paréntesis navideño en el foro, retomo la actividad con este tema que entronca de raíz con la temática general del mismo. Como cada año, su majestad el rey pronunció la noche del pasado domingo, el discurso televisado de Navidad. Entre los diversos temas tratados por el Rey, destaca sobre todos la mención al tema de Cataluña tras las elecciones, advirtiendo que no se debe retomar el camino del enfrentamiento social, e hizo un recorrido histórico por los cuarenta años de democracia, que calificó como «la historia de un gran triunfo de todos los españoles», a la que no debemos renunciar. También se refirió a otros temas como el terrorismo islamista, la justicia social, el empleo y la economía, la unidad europea y el peso de España en Europa, o la siempre presente corrupción política. Destaca también la mención explicita al cambio climático o la violencia de género, temas que, aparte de tener un gran transfondo ideológico, no recuerdo haberlos escuchados otros años en este tipo de discursos. Si os parece reproduzco el texto tomado de la web de la Casa Real, por si creéis oportuno hacer alguna valoración. Un saludo. ********************* Mensaje de Navidad de Su Majestad el Rey Buenas noches, Me dirijo a todos vosotros para felicitaros la Navidad y transmitiros junto a la Reina, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía nuestros mejores deseos para el año 2018. Y os agradezco que en esta noche de encuentro de familias y de seres queridos, me permitáis acompañaros unos minutos para compartir con vosotros algunas reflexiones cuando estamos ya a punto de terminar el año. 2017 ha sido en España, sin duda, un año difícil para nuestra vida en común; un año marcado, sobre todo, por la situación en Cataluña, a la que luego me referiré. Pero también ha sido un año en el que hemos comprobado el compromiso muy sentido, firme y sincero de los españoles con la España democrática que juntos hemos construido. Porque lo largo de los últimos 40 años, hemos conseguido hacer realidad un país nuevo y moderno, un país entre los más avanzados del mundo: Hemos asentado definitivamente la democracia, incluso superando hace décadas un intento de involución de nuestras libertades y derechos. Somos una parte esencial de una Unión Europea con la que compartimos objetivos y una misma visión del mundo. Frente al terrorismo hemos conseguido hacer prevalecer la vida, la dignidad y la libertad de las personas con la fuerza de nuestras convicciones democráticas. Y hemos llevado a cabo, en fin, la transformación más profunda de nuestra historia en muchos ámbitos de nuestra vida: en educación y en cultura, en sanidad y en servicios sociales, en infraestructuras y en comunicaciones, o en defensa y seguridad ciudadana. En definitiva, a lo largo de todos estos años de convivencia democrática, los derechos y libertades, el progreso y la modernización de España, y también su proyección y relevancia internacional, han ido de la mano. Y todo ese gran cambio, todo ese gran salto sin precedentes en nuestra historia, ha sido posible gracias a una España abierta y solidaria, no encerrada en sí misma; una España que reconoce y respeta nuestras diferencias, nuestra pluralidad y nuestra diversidad, con un espíritu integrador; una España inspirada en una irrenunciable voluntad de concordia. En el camino que hemos recorrido, desde luego, hay que reconocer que no todo han sido aciertos; que persisten situaciones difíciles y complejas que hay que corregir, y que requieren de un compromiso de toda la sociedad para superarlas. A pesar de todo ello, el balance tan positivo de todos estos años es innegable. Tenemos que apreciarlo y valorarlo. Merece la pena y nos lo merecemos como país y como sociedad. Porque la historia de la España que juntos hemos construido es la historia de un gran triunfo de todos los españoles. Una España a la que no debemos renunciar, que debe ilusionar y motivarnos, y que debemos seguir construyendo, mejorándola, actualizándola, sobre la base sólida de los principios democráticos y los valores cívicos de respeto y de diálogo que fundamentan nuestra convivencia. Unos principios y valores que, como hemos comprobado incluso en este año 2017, están profundamente arraigados en nuestra sociedad, en la vida diaria de nuestros ciudadanos, y tienen raíces muy hondas en las conciencias y en los sentimientos de los españoles. Mucho más de lo que nos podíamos imaginar. España es hoy una democracia madura, donde cualquier ciudadano puede pensar, defender y contrastar, libre y democráticamente, sus opiniones y sus ideas; pero no imponer las ideas propias frente a los derechos de los demás. Respetar y preservar los principios y valores de nuestro Estado social y democrático de Derecho es imprescindible para garantizar una convivencia que asegure “la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político”, tal y como señala nuestra Constitución. Porque cuando estos principios básicos se quiebran, la convivencia primero se deteriora y luego se hace inviable. Hace unos días, los ciudadanos de Cataluña han votado para elegir a sus representantes en el Parlament, que ahora deben afrontar los problemas que afectan a todos los catalanes, respetando la pluralidad y pensando con responsabilidad en el bien común de todos. El camino no puede llevar de nuevo al enfrentamiento o a la exclusión, que –como sabemos ya– solo generan discordia, incertidumbre, desánimo y empobrecimiento moral, cívico y –por supuesto– económico de toda una sociedad. Un camino que, en cambio, sí debe conducir a que la convivencia en el seno de la sociedad catalana –tan diversa y plural como es– recupere la serenidad, la estabilidad y el respeto mutuo; de manera que las ideas no distancien ni separen a las familias y a los amigos. Un camino que debe conducir también a que renazca la confianza, el prestigio y la mejor imagen de Cataluña; y a que se afirmen los valores que la han caracterizado siempre en su propia personalidad y le han dado los mejores momentos de su historia: su capacidad de liderazgo y de esfuerzo, su espíritu creativo y vocación de apertura, su voluntad de compromiso, y su sentido de la responsabilidad. Pero superar los problemas de convivencia que ha generado esta situación no nos puede hacer olvidar, por supuesto, otras serias preocupaciones y desafíos de la sociedad española, que también condicionan nuestro futuro y a los que me voy a referir muy brevemente: Nuestra economía y el empleo han mejorado sustancialmente, pero la creación de puestos de trabajo estables tiene que ser siempre un objetivo esencial y prioritario. Como igualmente no puede caer en el olvido la obligación y la responsabilidad de afrontar la desigualdad y las diferencias sociales, sobre todo tras las consecuencias generadas por la reciente crisis económica, que tanto daño ha hecho a no pocas familias, y ha afectado tanto al futuro de muchos jóvenes. El terrorismo yihadista sigue siendo una amenaza mundial y este año nosotros lo hemos sufrido directamente en Barcelona y Cambrils. Los españoles sabemos muy bien que solo desde la unidad democrática, la firmeza del Estado de Derecho, y la eficacia de la cooperación internacional, podremos vencerlo y derrotarlo. Y así lo haremos, teniendo siempre muy presentes el recuerdo y el respeto permanente a sus víctimas. La corrupción se mantiene también como una de las principales preocupaciones de la sociedad, que demanda que sigan tomándose las medidas necesarias para su completa erradicación y que los ciudadanos puedan confiar plenamente en la correcta administración del dinero público. Por otra parte somos Europa, y Europa se encuentra en estos momentos en una encrucijada histórica. España debe recuperar su protagonismo en un proyecto europeo que ahora requiere una mayor vitalidad e impulso. Europa –y España con ella– tiene que hacer frente a unos retos que son globales y ante los que no cabe la debilidad o la división sino la fortaleza de la unión. La defensa del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático no son problemas menores ni secundarios por la dimensión y los riesgos que acarrean y que ya estamos sufriendo. Debemos ser muy conscientes de ello, e implicarnos todos mucho más. Y España debe mantenerse firme en sus compromisos ante un problema que afecta a todo el planeta y que requiere soluciones no sólo globales, sino verdaderamente urgentes. Tenemos otras muchas preocupaciones –desde luego– pero esta noche no quiero olvidarme de las mujeres que, en un silencio tantas veces impuesto por el miedo, sufren la violencia de género. Una lacra inadmisible que nos hiere en nuestros sentimientos más profundos y nos avergüenza e indigna. Mantengamos la firmeza y el apoyo político para ayudar y defender a las víctimas y concienciemos a toda la sociedad contra esa violencia, criminal y cobarde, que degrada nuestra convivencia. 2018 nos espera en unos días y debemos seguir construyendo nuestro país, porque la historia no se detiene. Y no hemos llegado hasta aquí para temer al futuro sino para crearlo. Y estoy seguro de que nadie desea una España paralizada o conformista, sino moderna y atractiva, que ilusione; una España serena, pero en movimiento y dispuesta a evolucionar y a adaptarse a los nuevos tiempos. Sintámonos, sin complejos, orgullosos de todo lo que hemos conseguido porque es mérito de todos; confiemos en lo que siempre nos ha unido, en lo que somos, tal y como somos, y sobre todo en lo que podemos alcanzar juntos con una fe firme en nuestras convicciones y en nuestras capacidades. Si seguimos por ese camino, si lo hacemos así, y con todas nuestras energías, yo estoy convencido de que el año que viene –y los que vendrán después– serán mucho mejores. Sin duda. Ese es mi deseo para todos en esta noche tan especial. Muchas gracias. Feliz Navidad, Eguberri on, Bon Nadal y Boas festas. Buenas noches. Y Feliz y próspero año 2018.
  5. El Papa Francisco se dirigió ayer a los cerca de 50.000 fieles congregados en la Plaza de San Pedro, y a todos aquellos que lo siguieron por radio o televisión, con objeto de ofrecer el rezó el Ángelus, la bendición de Urbi y Orbi, y su tradicional mensaje de Navidad. A continuación reproduzco la traducción del texto completo del mensaje de Navidad del Papa, tomada de la web Zenit.org: ************ Mensaje del Papa Francisco Queridos hermanos y hermanas, feliz Navidad. Jesús nació de María Virgen en Belén. No nació por voluntad humana, sino por el don de amor de Dios Padre, que «tanto amó al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna» (Jn 3,16). Este acontecimiento se renueva hoy en la Iglesia, peregrina en el tiempo: en la liturgia de la Navidad, la fe del pueblo cristiano revive el misterio de Dios que viene, que toma nuestra carne mortal, que se hace pequeño y pobre para salvarnos. Y esto nos llena de emoción, porque la ternura de nuestro Padre es inmensa. Los primeros que vieron la humilde gloria del Salvador, después de María y José, fueron los pastores de Belén. Reconocieron la señal que los ángeles les habían dado y adoraron al Niño. Esos hombres humildes pero vigilantes son un ejemplo para los creyentes de todos los tiempos, los cuales, frente al misterio de Jesús, no se escandalizan por su pobreza, sino que, como María, confían en la palabra de Dios y contemplan su gloria con mirada sencilla. Ante el misterio del Verbo hecho carne, los cristianos de todas partes confiesan, con las palabras del evangelista Juan: «Hemos contemplado su gloria: gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad» (Jn 1,14). Por esta razón, mientras el mundo se ve azotado por vientos de guerra y un modelo de desarrollo ya caduco sigue provocando degradación humana, social y ambiental, la Navidad nos invita a recordar la señal del Niño y a que lo reconozcamos en los rostros de los niños, especialmente de aquellos para los que, como Jesús, «no hay sitio en la posada» (Lc 2,7). Vemos a Jesús en los niños de Oriente Medio, que siguen sufriendo por el aumento de las tensiones entre israelíes y palestinos. En este día de fiesta, invoquemos al Señor pidiendo la paz para Jerusalén y para toda la Tierra Santa; recemos para que entre las partes implicadas prevalezca la voluntad de reanudar el diálogo y se pueda finalmente alcanzar una solución negociada, que permita la coexistencia pacífica de dos Estados dentro de unas fronteras acordadas entre ellos y reconocidas a nivel internacional. Que el Señor sostenga también el esfuerzo de todos aquellos miembros de la Comunidad internacional que, movidos de buena voluntad, desean ayudar a esa tierra martirizada a encontrar, a pesar de los graves obstáculos, la armonía, la justicia y la seguridad que anhelan desde hace tanto tiempo. Vemos a Jesús en los rostros de los niños sirios, marcados aún por la guerra que ha ensangrentado ese país en estos años. Que la amada Siria pueda finalmente volver a encontrar el respeto por la dignidad de cada persona, mediante el compromiso unánime de reconstruir el tejido social con independencia de la etnia o religión a la que se pertenezca. Vemos a Jesús en los niños de Iraq, que todavía sigue herido y dividido por las hostilidades que lo han golpeado en los últimos quince años, y en los niños de Yemen, donde existe un conflicto en gran parte olvidado, con graves consecuencias humanitarias para la población que padece el hambre y la propagación de enfermedades. Vemos a Jesús en los niños de África, especialmente en los que sufren en Sudán del Sur, en Somalia, en Burundi, en la República Democrática del Congo, en la República Centroafricana y en Nigeria. Vemos a Jesús en todos los niños de aquellas zonas del mundo donde la paz y la seguridad se ven amenazadas por el peligro de las tensiones y de los nuevos conflictos. Recemos para que en la península coreana se superen los antagonismos y aumente la confianza mutua por el bien de todo el mundo. Confiamos Venezuela al Niño Jesús para que se pueda retomar un diálogo sereno entre los diversos componentes sociales por el bien de todo el querido pueblo venezolano. Vemos a Jesús en los niños que, junto con sus familias, sufren la violencia del conflicto en Ucrania, y sus graves repercusiones humanitarias, y recemos para que, cuanto antes, el Señor conceda la paz a ese querido país. Vemos a Jesús en los niños cuyos padres no tienen trabajo y con gran esfuerzo intentan ofrecer a sus hijos un futuro seguro y pacífico. Y en aquellos cuya infancia fue robada, obligados a trabajar desde una edad temprana o alistados como soldados mercenarios sin escrúpulos. Vemos a Jesús en tantos niños obligados a abandonar sus países, a viajar solos en condiciones inhumanas, siendo fácil presa para los traficantes de personas. En sus ojos vemos el drama de tantos emigrantes forzosos que arriesgan incluso sus vidas para emprender viajes agotadores que muchas veces terminan en una tragedia. Veo a Jesús en los niños que he encontrado durante mi último viaje a Myanmar y Bangladesh, y espero que la comunidad internacional no deje de trabajar para que se tutele adecuadamente la dignidad de las minorías que habitan en la Región. Jesús conoce bien el dolor de no ser acogido y la dificultad de no tener un lugar donde reclinar la cabeza. Que nuestros corazones no estén cerrados como las casas de Belén. Queridos hermanos y hermanas: También a nosotros se nos ha dado una señal de Navidad: «Un niño envuelto en pañales…» (Lc 2,12). Como la Virgen María y san José, y los pastores de Belén, acojamos en el Niño Jesús el amor de Dios hecho hombre por nosotros, y esforcémonos, con su gracia, para hacer que nuestro mundo sea más humano, más digno de los niños de hoy y de mañana. Saludos navideños A vosotros queridos hermanos y hermanas, llegados a esta plaza de todas las partes del mundo, y a cuantos os unís desde diversos países por medio de la radio, la televisión y otros medios de comunicación, os dirijo mi cordial felicitación. Que el nacimiento de Cristo Salvador renueve los corazones, suscite el deseo de construir un futuro más fraterno y solidario, y traiga a todos alegría y esperanza. Feliz Navidad. © Librería Editorial Vaticano
  6. Ayer día 21 de diciembre, el Papa ofreció un discurso ante los empleados vaticanos y sus familias con motivo de felicitarles la Navidad, que por su contenido me gustaría compartirlo en el foro, pues trata temas que son como tortas en los morros de los libremercaderes de almas. A ver si aquí, por estas tierras patrias, algúna alma santa se queda con la copla en esa pseudo derecha torcida rancio-liberal que gobierna los intereses comunes y roba los votos católicos, para mayor desgracia de todos, y toma nota de como deberían ser las cosas realmente. Aunque no creo que tarden los guardas en soltar a los perros a tachar de comunista al Papa en los diverses ambientes que controlan. La pela es la pela, en Catalonia y en Majadahonda. ---------------------------------------------------- Discurso del Papa Francisco ¡Buenos días! Antes que nada, me gustaría daros las gracias. Gracias a cada uno de vosotros por vuestro trabajo aquí. Dentro. Cada uno tiene su trabajo, lo conoce… También hay equipos de trabajo en el Vaticano… Este trabajo es lo que hace que funcione este “tren” que es el Vaticano, la Santa Sede, que parece tan pesado, tan grande, con tantos problemas, tantas cosas… Y cada uno de vosotros da lo mejor de sí para hacer este trabajo. Soy consciente de que sin vuestro trabajo… uno de vosotros me dijo que ha estado trabajando aquí durante 43 años; ¡Cuánta memoria! – sin el trabajo que hacéis, las cosas no marcharían bien, y esto significa que el trabajo de la Iglesia no marcharía bien, no se podría hacer tanto trabajo para la predicación del Evangelio, para ayudar a muchas personas, a los enfermos, a las escuelas, tantas cosas… Vosotros formáis parte de esta “cadena” que lleva a cabo nuestro trabajo en la Iglesia. La primera palabra que quisiera deciros es trabajo. Pero no para deciros: ¡trabajad más duro, daos prisa! No, no, para agradecéroslo. Gracias. Pero en el Vaticano, cuando se habla de trabajo, también hay un problema. Una señora de vosotros cuando entró, señalando a un joven dijo: “Ayudad a los trabajadores precarios”. El otro día tuve una reunión con el Cardenal Marx, que es el presidente del Consejo de la Economía, y con Mons. Ferme, el secretario, y dije: “No quiero trabajo ilegal en el Vaticano”. Os pido disculpas si todavía lo hay. El famoso artículo 11, que es un artículo válido para una prueba, pero una prueba de uno o dos años, no más. Así como he dicho que no se debe dejar a nadie sin trabajo, es decir, despedirlo, a menos que haya otro trabajo fuera que le convenga, o que haya un acuerdo que sea conveniente para la persona, lo mismo digo: tenemos que trabajar aquí dentro para que no haya ni trabajo ni trabajadores precarios. También es un problema de conciencia para mí, porque no podemos enseñar la doctrina social de la Iglesia y luego hacer estas cosas que no son buenas. Se entiende que durante un tiempo determinado una persona puede estar en prueba, sí, prueba un año, tal vez dos, pero basta. Trabajo sumergido, nada. Esta es mi intención. Ayudadme vosotros, ayudad también a los superiores, los que dependen de la Gobernación, el Cardenal, el Secretario, ayudad a resolver estos problemas de la Santa Sede: los trabajos precarios que aún existen. Entonces, la primera palabra es trabajo, para daros las gracias, hablar de trabajo precario y también, una última cosa: el trabajo es vuestro camino de santidad, de felicidad, de crecimiento. Hoy, quizás la maldición más fea es la de no tener trabajo. Y tanta gente -seguramente conoceréis mucha- no tiene trabajo. Porque el trabajo nos da dignidad, y la seguridad laboral nos da dignidad. No quiero decir nombres, pero los encontraréis en los periódicos. Hoy vi en un periódico estos dos problemas, de dos compañías importantes, aquí en Italia, que corren peligro, y para salvar la vida, se debe “racionalizar” –esa es la palabra- el trabajo, y despedir a entre 3 y 4 mil personas . Esto es malo, muy malo. Porque se pierde la dignidad. Y es un problema no solo aquí, en el Vaticano, en Italia o en Europa: es un problema mundial. Es un problema que depende de muchos factores en el mundo. Mantener el trabajo y mantener la dignidad, llevar el pan a casa: “Lo traigo, porque lo gano. No porque pasa a Caritas para que me lo den, no. Lo gano yo “. Esto es dignidad. Por lo tanto, el trabajo. Gracias. Ayudad a vuestros superiores a acabar con las situaciones desiguales de trabajo irregulares y conservad el trabajo porque es vuestra dignidad. Yo diría: mantened el trabajo, ¡pero hacedlo bien! ¡Esto es importante! La segunda palabra que viene a la mente para deciros es: familia. Me gustaría deciros sinceramente: cuando sé que una de vuestras familia está en crisis, que hay niños que están angustiados porque ven que la familia es… un problema, yo sufro. Pero dejad que os ayudemos. En la Gobernación, quería que el Secretario General fuera un obispo para que tuviera esta dimensión pastoral. Por favor salvad a las familias. Sé que no es fácil, hay problemas de personalidad, problemas psicológicos, problemas … tantos problemas en un matrimonio. Pero tratad de pedir ayuda a tiempo, para proteger a las familias. Sé que hay algunos separados entre vosotros; lo sé y sufro, sufro con vosotros… la vida ha ido así. Pero también me gustaría ayudaros en esto; dejaos ayudar . Si ya está hecho, al menos que los niños no sufran; porque cuando los padres riñen, los niños sufren, sufren. Y un consejo que os doy: nunca riñáis delante de los niños. Nunca.Que no lo sepan, Proteger a la familia. Y para esto tenéis aquí a Mons. Verges y también a los capellanes; ellos os dirán a dónde ir para que os ayuden. La familia: esta es la gran joya, porque Dios nos ha creado familia. La imagen de Dios es el matrimonio, hombre y mujer, fecundos: “multiplicaos”, tened hijos, avanzad. Hoy me he sentido feliz viendo tantos niños aquí. Es una familia. Proteger a la familia es la segunda palabra que me viene a la mente. La tercera palabra que me viene a la mente – tal vez algunos de vosotros querría decirme: “¡Pero basta ya!”. Es una palabra recurrente: el cotilleo. Tal vez estoy equivocado… en el Vaticano no se chismorrea… tal vez, no sé… Uno de vosotros, un trabajador como vosotros, un día que yo había predicado acerca de los cotilleos, y él había venido con su esposa a la misa, me dijo: “Padre. Si no se cotillea en el Vaticano, uno se queda aislado “. ¡Tremendo, tremendo! Vosotros habéis escuchado lo que digo sobre el cotilleo: el cotilla es un terrorista, porque es como los terroristas: arroja la bomba, se va, la bomba explota y daña a tantos otros, con la lengua, esa bomba. ¡No seáis terroristas ! No hagáis terrorismo con los chismes, por favor. Esta es la tercera palabra que se me ocurre. Pero alguien podría decirme: “Padre, denos un consejo: ¿cómo podemos hacer, para no chismorrear?”. ¡Muérdete la lengua! Seguramente se te hinchará, pero habrás hecho bien en no chismorrear. Los chismes, también, de algunas personas que tienen que dar ejemplo y no, no lo dan. Y aquí, la cuarta palabra que me gustaría deciros: perdón. “Perdón” y “disculpa”. Porque no siempre damos buen ejemplo; nosotros – hablo de “la fauna clerical” – nosotros [sonríe] no siempre damos buen ejemplo. Hay errores en la vida que hacemos nosotros los clérigos, pecados, injusticias, o a veces tratamos mal a las personas, un poco neuróticos, injusticias… Perdón por todos estos ejemplos que no son buenos. Debemos pedir perdón. También pido perdón, porque a veces “me vuelan los gorriones” [ríe] [la paciencia se me acaba]… Queridos colaboradores, hermanos y hermanas. Aquí están las palabras, las cuatro palabras que me han salido del corazón: trabajo, familia, cotilleo, perdón. Y la última palabra es la felicitación de Navidad: ¡Feliz Navidad! Pero feliz Navidad en el corazón, en la familia, incluso en la conciencia. No tengáis miedo, también vosotros, de pedir perdón si la conciencia te reprende; buscad un buen confesor y ¡haced una buena limpieza! Dicen que el mejor confesor es el sacerdote sordo [sonríe]: ¡no te hace sentir avergonzado! Pero sin ser sordos, hay tantos misericordiosos, muchos, que te escuchan y te perdonan: “¡Adelante!”. La Navidad es una buena oportunidad para hacer las paces también dentro de nosotros. Todos somos pecadores, todos. Ayer hice la confesión de Navidad: el confesor vino… y me hizo bien. Todos tenemos que confesar. Os deseo una Feliz Navidad, de alegría, pero esa alegría que viene de dentro. Y no quisiera olvidarme de los enfermos, que tal vez haya en vuestra familia, que sufren, y enviarles, también a ellos, una bendición. Muchas gracias. Protejamos el trabajo, que sea justo; protejamos a la familia, protejamos la lengua; y, por favor, perdonadnos por los malos ejemplos; y hagamos una buena limpieza del corazón en esta Navidad, para estar en paz y felices. Y antes de irme, me gustaría daros la bendición, a vosotros y a vuestras familias, a todos. Muchas gracias por vuestra ayuda. Recemos un Ave María a Nuestra Señora: “Dios te salve María …” [Bendición] Y rezad por mí: ¡no os olvidéis!
  7. Como veo que esta noche estamos todos un pendientes de lo de Cataluña y no se ha abierto ningún tema, aprovecho para abrir uno al respecto y ver que opinión nos merece los resultados del referendum catalán. ¿Volveremos a repetir la historia? ¿se arreglará todo con nuevas inyecciones económicas, tal como proponen los socialistas? ¿Creeis que el derrumbe del PP es definitivo? ¿Gobernara 'naranjita'? A mi entender, y muy a groso modo porque el tema me tiene bastante harto, estamos viviendo una farsa para enquistar el problema y seguir obteniendo priviigios y silencios. Y si de paso mañana se abre e melón constitucional y hay reparto de dividendos, pues mejor para muchos y peor para los españoles. No se que pensáis vosotros. Un saludo
  8. O puede que de derecha tengan lo que yo de obispo, y en realidad estén tan torcidos como la izquierda. Lo de ir derecho es algo que no se estila, pues exige sacrificio pero no produce dividendos.
  9. Español

    Feliz Navidad

    Ciertamente, fechas de amor y gracia para todos. Un abrazo amigos
  10. Español

    Feliz Navidad

    Igualmente querido amigo BGA. Que sean también para ti y los tuyos unas fechas de amor y gracia. Un abrazo de corazón
  11. Pues sí. Creo que más o menos pensamos lo mismo. Lo que decía elprotegido de la izquierda española tiene toda la razón: ni le importa el bien de España ni le importan siquiera los ideales tradicionales que se supone sustentan su razón de ser. Ayer eran internacionalistas y hoy son nacionalistas. Oportunismo, ansia de notoriedad, búsqueda de poder político: es lo único que entienden. Allá donde puedan meter la garra para arrancar un puñado de votos y dividir si cabe un poco más la nación, de forma que ellos puedan pescar en río revuelto, allá que se zambullen. No queda más. Cualquier otra cosa es lenguaje vacío y populismo barato. Y con la derecha liberal ocurre otro tanto de lo mismo, aunque trajeado. Andan siempre más preocupados en sostener la unidad de sus intereses que la de España. Al interés general por el bien común se le ha hurtado su sentido, quedándose no más en interés general, formado por las distintas sumas de intereses particulares. Como si el bien común fuese algo que definiese los negocios y beneficios de unos pocos, obtenidos con el sacrificio de muchos. Al final el bien común de la patria ha quedado reducido a un guiñapo, que para unos es la suma de los gustos más o menos mayoritarios que controlan, y para otros el negocio más o menos exclusivo que les motiva, pero que en ambos casos se busca por sí mismo y no para las personas que conforman la unidad de la patria, y que solo en ella pueden alcanzar su verdadero bien. Finalmente, y en cuanto a centralismo o regionalismo, siempre he pensado que hay un exceso de regiones que no responden a ninguna auténtica realidad histórica sino a determinados intereses modernos sobre los que se sostiene ese falso bien común que mencionaba antes, y que tiene más que ver con la aplicación del conocido lema Divide et impera, tras la muerte del Caudillo, que con un verdadero reconocimiento de quienes somos. Históricamente siempre ha habido cuatro o cinco grandes regiones sobre las que se ha organizado la vida social y política, desde la división de las provincias romanas, hasta las coronas cristianas que conforman finalmente la unidad nacional que conocemos. Y como fuese cierto lo que indica Hispanorromano de que todo ese festival histórico identitario, no hace más que enquistar nuestras diferencias en lugar de procurar nuestro bien común, yo también considero que tal vez, un gobierno central que respondiese a una división territorial por provincias, sería una forma más adecuada y conforme a realidad de organizarnos. Todo lo demás solo produce desencuentros, gastos, deuda, humo, conflictos y por supuesto mucha ganancia para quienes lo administran.
  12. Español

    Ampliado el tiempo de edición de mensajes

    Si vas al menú principal: Actividad/Mis intereses/Crear flujo de actividad, puedes definir la forma en cómo se muestran los temas al hacer clic sobre ellos: ir al primer mensaje no leído o ir a la primera página del tema. No se si es eso a lo que te refieres.
  13. Yo sí estoy de acuerdo pero quiero matizar algo. La fidelidad y el respeto con conceptos mutuos pero, el problema de estas cosas es que, cuando se habla de regiones, provincias, etc, suele meterse a todos en el mismo saco, y al final las manzanas podridas acaban pudriendo a las sanas, cosa que no ocurre a la inversa. Es como los políticos que salen al escenario a presentarse como representantes de todo el pueblo, cuando en realidad lo son de apenas una pequeña parte, que si conociese de sus manejos entre bambalinas, tampoco tengo muy claro si les votarían. El problema es que vivimos en un estado de cosas fundamentado en mentiras, vanidades, intereses y un sin fin de hechos que están acabando con la buena esencia de las cosas, que se ha generalizado precisamente por que generalizamos nuestros juicios sobre las cosas. No se si eso será una herencia de ese socialismo que no entienden de personas sino de masas, o si se trata de algo natural nuestro, pero al final las generalizaciones acaban por engullir las virtudes y generalizar la miserias. Llevo desde pocos días después de que se decretara el famoso 155 y se estableciera que iban a volver a haber elecciones, sin seguir en absoluto el tema catalán, y cuando digo en absoluto quiero decir nada. Ni siquiera telediarios o titulares en diarios. Fue tal la desgana que me entró de ver como nos iban a llevar de nuevo al mismo sitio, y el profundo asco que me estaba generando en el alma el tema, que preferí desconectar al vacío. Pensaba en unos y otros y no hacía más que ponerme de mal humor, pensando en toda esa banda de merluzos que bailan la conga del odio o el separatismo, y eso no podía ser. Así que deconecté e hice el propósito firme de no pensar en ellos y hacerlo en cambio en esas personas anónimas que cada dían van a su trabajo a ganar el pan de sus familias; en toda esa gente que cada día hace lo que puede por mejorar las cosas; en toda esa gente que se afana en pequeños detalles que hacen la vida más justa y digna para muchos. En toda esa gente que en definitiva se esfuerza por la vida y los valores que son verdaderos, y que está por todas partes, en España y Cataluña. Y se me pasó la mala leche… hasta ayer que volví a encender la tele. No se si explico el matiz que trato de exponer.
  14. Lo cierto es que abrí el tema, un poco por que no quedase vacío de opinión ese asunto en el foro, pero a mi me sucede como a vosotros. Estoy hastiado del tema, no me trago las versiones ofciales y tengo la impresión de que juegan con las vidas y haciendas ajenas, unos y otros, como si jugaran a una extraña mezcla de monopoly y ajedrez, a espaldas de la gente. Están troceando la tarta poco apoco, e imagino que tarde o temprano llegará el reparto, y con ello las personas cada vez más desafectas de las instituciones legítimas, y el bien común. Lo siento, hoy llevo desde las cinco y media de la mañana en pie, y entre la dichosa loteria y el blablaba catalán, estoy más que cansado y desde luego nada optimista con el futuro nacional. Es como si temetieran un chute de mala leche para tirar por tierra cualquier posible fruto de adviento, y meternos en Navidad con la cabeza bien cargada de ambigüedades, mentiras, idolatrías, falsos intereses y memeces. Al final te queda la familia, alguna amistad y esos ratitos de las misas en que el espíritu consigue elevarse un poco y trascender tanta mundanidad. Así que yo tampoco ando hoy muy de buen tono, don Fernandito. No eres tu solo.
  15. Leyendo un medio católico me encuentro hoy con esta noticia, que no se muy bien como encajar, ya que no me queda muy claro si este hombre está haciendo apología de su condición (yo no voy por ahí diciendo que soy hetero), o está tratando de acompañar a aquellos que tienen su mismo problema. Entiendo que si es sacerdote será célibe, y por tanto deberá abstenerse de relaciones afectivas con otros hombres. Si esto es así, puede ser una buena manera de decirles a quienes sí lo hagan, que se puede vivir sin caer en la tentación, pese a la atracción que sienten entre ellos. Aunque yo entendería que sería más adecuado hacerlo en privado que no en medio de una misa. La verdad, si me ocurre a mi no sabría que pensar. En cambio, si se trata de convertir la iglesia en un gay parade religioso, ya le vale al cura este… ¿Cómo lo entendéis vosotros?
  16. Español

    Propuesta para el foro

    Hola a todos. He estado pensando una manera de promocionar el foro y se me ha ocurrido la idea, a ver qué os parece, de hacer una lista de personas a las que nos gustaría entrevistar, al objeto de invitarles a participar a través de una entrevista online por parte nuestra. Obviamente deberían ser personas accesibles y antes de lanzar la invitación, tendríamos que tener programada la temática de la entrevista y una serie de preguntas base sobre las que dialogar y desarrollar el diálogo posterior. Creo que una iniciativa así, que podría publicitarse en otros foros y redes, supondría un impulso importante a estos foros y una fuente de inscripciones que a medio y largo plazo pueden suponer una buena plantilla de usuarios. ¿Qué os parece la idea?
  17. Español

    Propuesta para el foro

    Vi el video hace poco y es toda una joya, Un testimonio cristiano de primer orden; sincero, cercano, natural, actual, que puede perfectamente reflejar la realidad de muchas personas. Un testimonio de los que hace falta difundir. Gracias por traerlo
  18. Español

    "¡Soy sacerdote y sí, soy gay!"

    Completamente de acuerdo. Esa es la impresión que da esta historia, la de un señor haciendo profesión de sus apetencias de notoriedad, más que la de un sacerdote tratando de ayudar a las almas. Creo que lo has resumido perfectamente.
  19. Español

    "Llenen la Tierra, sean fecundos"

    ¡Huy! Yo en esa pista de patinaje no me metería. Tratar de averiguar el por qué de las decisiones íntimas de los matrimonios, me parece que es meterse en jardines ajenos. El cualquier caso yo diría que se trata más bien de un hecho natural, que de cuestiones religiosas. Me explico. Uno, que ya peina basantes canas, sabe por experiencia que pasado cierto umbral de edad, la líbido no es la misma que cuando se tienen veinte años, y que el deseo de atracción física, se va convirtiendo con el tiempo, en un deseo cada vez mayor de bien espiritual en la pareja. Eso es precisamente el amor: el deseo de buscar el bien del otro. Es decir, el "eros" se va convirtiendo en "ágape" en la medida que se cultiva ordenadamente con el trancurso de la vida, y así la atracción física se va convirtiendo en espiritual, a medida que envejecemos y que de su lado, las hormonas también van dejando de ejercer su función procreativa. Dios tuvo en cuenta hasta el más mínimo detalle cuando nos creó. Lo que ocurre es que estamos muy acostumbrados al discurso sexual moderno de que si la líbido falla es por un problema que tenemos que resolver mediante terapia. Una terapia dicho sea de paso, que mueve miles de millones y permite a l mismo tiempo tener entretenido el sentido de las cosas, en funciones que ya no son necesarias; tratamientos hormonales, viagras, implantes y no se que más. Sin embargo es precisamente esto lo que yo considero un error. Cuando uno cumple cierta edad, si su alma está orientada en el sentido correcto, le interesan más otro tipo de cosas diferentes a las delicias de la carne que le interesan cuando es más joven, y ¡ay! de aquel que se vea de viejo persiguiendo jovencitas. La clásica expresión que tacha a este tipo de personas como 'viejos verdes', no es baladí, pues hace referencia a su falta de maduración como personas. De ahí que entiendo que nuestros padres y abuelos, llegada cierta edad, les fuese más cómodo para descansar y cuidarse, dormir en camas separadas que andar jugueteando como si tuvieran veinte años. En todo lo demás, cada cual sabrá lo que hace o deja de hacer dentro de su matrimonio.
  20. Español

    "¡Soy sacerdote y sí, soy gay!"

    Hola. Perdonar que discrepe con ambos en lo que respecta a definir el hecho como una enfermedad, pero siempre he tratado de ser muy riguroso con el significado de las palabras ya que, entiendo, es por ahí, por la modificación habitualmente falaz que se hace de los significados, que llegamos a perder el sentido de lo que son las cosas, y aceptamos o dejamos de aceptar lo que tradicionalmente se ha considerado bueno o malo, en favor de modernidades o 'arcaicismos' que no buscan precisamente el bien de dichas cosas, en este caso la salvación de las almas. Una enfermedad es, por definición expresa: « 1. f. Alteración más o menos grave de la salud. 2. f. Pasión dañosa o alteración en lo moral o espiritual. La ambición es enfermedad que difícilmente se cura. Las enfermedades del alma o del espíritu. 3. f. Anormalidad dañosa en el funcionamiento de una institución, colectividad, etc.» Y la salud es por su parte: «1. f. Estado en que el ser orgánico ejerce normalmente todas sus funciones. 2. f. Conjunto de las condiciones físicas en que se encuentra un organismo en un momento determinado. 3. f. Libertad o bien público o particular de cada uno. 4. f. Rel. En el cristianismo, estado de gracia espiritual. 5. f. Rel. En el cristianismo, salvación (‖ consecución de la gloria eterna). 6. f. germ. Inmunidad de quien se acoge a lo sagrado. 7. f. pl. p. us. Actos y expresiones corteses. 8. interj. U. para saludar a alguien o desearle un bien.» Por tanto y según mi humide entender, la sodomía es una enfermedad en tanto que se trata de una alteración del orden natural que Dios le ha dado a las cosas, que afecta gravemente a la salud del alma de la persona. No mantengo que se trate de una enfermedad orgánica o genética, sino de una enfermedad espiritual que en cada individuo que la padece, se contraerá por muy diversos motivos, seguramente y en la mayoría de los casos por un acto voluntario que en origen da pie a la misma, pero que en cualquier caso es un acto desordenado, ya sea por voluntad propia como por la de un tercero; malos ejemplos, carencias afectivas, desordenes familiares, incitación a menores, abuso, violación, marginación social, etc. Desde mi punto de vista, y esto creo que es importántisimo entenderlo, tanto este como cualquier otro pecado son enfermedades del alma, de ahí que a los sacerdotes les llamemos 'curas', y perder de vista este punto, es perder de vista el sentido fundamental que tiene la religión en nuestras vidas, potencialmente afectas de la enfermedad que supone el pecado de nuestros primeros padres. Dios vino al mundo para salvarnos, para curarnos, para restaurar la salud perdida de nuestras almas, es decir, el estado de gracia original que perdimos por el pecado. De otra forma nos estaríamos haciendo a nosotros mismos, jueces y doctores. Y eso no es lo que nos corresponde como siervos de Dios y hermanos de nuestros semejantes. En todo lo demás, de acuerdo con vosotros. Saludos
  21. Español

    Por qué las redes sociales podrían estar dañando las naciones

    Si he entendido bien el artículo, creo que es más acertado el título que tu le has dado que el original. A fin de cuentas la democracia se basa en el conocimiento y la opinión que tiene la gente de su realidad y de las distintas altenativas que se dan para cambiarla o mejorarla, y en ese aspecto el artículo viene a decir que dicha opinión, es fácilmente manipulable a través de la información que se recibe, orientada hacia líneas concretas del pensamiento, que pueden llegar a cambiar gobiernos. Pero la nación como entidad política se basa en un sentido del ser común, y en definitivas cuentas esas manipulaciones, parten y orientan el pensamiento de la gente, hacia un sentido del ser, trascendente de las propias naciones, y orientado hacia los intereses de corporaciones transnacionales, que ponen a la gente a los pies de sus caballos. Con el tiempo, esas burbujas (que gracia me ha hecho leer el término), acaban estableciendo sus límites más allá de las fronteras nacionales, y por tanto la gente que vive en ellas, acaba pensando y sirviendo, según los intereses de quienes las crean y administran más allá de los propios gobiernos. Casí se podría llegar a pensar que asistimos al nacimiento de una nueva forma de estado nación, bajo los parámetros de la globalización. Al final, solo concepciones como la católica, universal por definición, podrán hacer frente al peso y la influencia de esos nuevos estados transnacionales. De ahí que también se esmeren tanto en las redes, en tratar de dominar el pensamiento católico con noticias falsas sobre el Papa, la Iglesia o el sursum corda.
  22. Español

    "¡Soy sacerdote y sí, soy gay!"

    Pues hombre, que quieres que te diga, muy en desacuerdo no estoy. En general coincido con todo, pero no soy beligerante con esas personas, de hecho creo que sufren una enfermedad y por lo tanto, como todo enfermo, debe procurárseles una cura. No veo con buenos ojos que se les trate indignamente, como no lo vería con cualquier otro enfermo de lo que que fuese. Sin embargo si me parece una aberración, que un médico por ejemplo, dijese que un cancer no es una enfermedad, para liberar así al enfermo de su enfermedad. Como tampoco entiendo que la confesión pública de las apetencias sexuales de un cura, pueda ayudar a otras personas a superar su problema. Ni pies ni cabeza. La homosexualidad, desde mi punto de vista es un desorden, psicológico o psíquico no lo se, pero desde luego sí del alma, que tiene que ver y mucho con los afectos dados y recibidos en las primeras etapas de la persona. Yo no soy ningún experto en esa materia, apenas conozco un par de personas, que aunque no lo hayan confesado abiertamente, me consta que tienen ese problema y al menos luchan contra ello, y por lo que conozco de ellas y de su historia familiar, puedo intuir por donde van los tiros. Lo que sí se es que hay estupendos profesionales que han curado a muchas personas de dicho desorden, al menos hasta que comenzó a pervertirse la comprensión del mismo y pasó a ser poco a poco algo incluso deseable actualmente. En definitiva, no creo que Dios haya querido crear a nadie así, como tampoco creo que quiera la condenación de nadie, Dios es amor y misericordia. Creo sin embargo que en este mundo hay muchas cosas que pueden llevar a alguien a entender en cierto momento de su vida, que esa es una vía legítima para satisfacer su deseo de felicidad. La búsqueda innata de placer, como camino hacia la felicidad, hará luego el resto. Y por esto es que digo que a mi tampoco me acaba de cuadrar lo que ha hecho este sacerdote. Si le dices a alguien que sus deseos son naturales, pero que no debe satisfacerlos, tarde o temprano acabará tratando de satisfacerlos. Lo que debería ocuparse este hombre, es en tratar de orientar a esas personas por el camino correcto en lugar de confundir a nadie. Respecto al término homosexual, yo también he pensado algunas veces que no es correcto porque la sexualidad es innata al hombre y necesaria para la procreación de la especie, "creced y multiplicaos", por tanto, en puridad del término, todos seríamos homosexuales en la medida que 'homo' significa hombre en términos genéricos y 'sexual' hace referencia a nuestra faceta sexual. Creo que se trata de otra apropiación indebida de significados, con la intención de doblegar el entendimiento (potencia del alma) hacia lo que no es, es decir, a entender en última instancia que, la sexualidad en si misma es el camino que nos conduce a la felicidad, sin ninguna otra consideración y en detrimento de la santidad, lo que nos lleva por los derroteros que ahora estamos. Casi entendería más que se denominase homofilia que homosexualidad, pero bueno, así están las cosas. Finalmente, respecto a lo que comentas de la pertenencia de este sacerdote a la rama más conservadora, no se que pensar si eso es así. Quizás alguna artimaña para abocar la opinión dentro de la Iglesia, hacia posturas contrarias al Papa, habida cuenta del afecto que el santro Padre ha demostrado tener con estas personas ¿crees que se trata de algo así o simplemente es otra salida de pata de banco?
  23. Español

    "Llenen la Tierra, sean fecundos"

    En Burbuja me he cogido yo solo unos cabreos leyendo según que cosas… pero da igual, la gente que suele meterse en esos berenjenales, lo hacen más bien con la idea de enmerdar y extender su incapacidad para entender a sus semejantes. Cualquiera de ellos podría ser hijo de inmigrantes o tener mañana que emigrar fuera de su país, especialmente si se anda vertiendo odio en la sociedad, pero la mayoría no se ha parado nunca a reflaxionar seriamente sobre lo que opinan, simplemente siguen la corriente de odio manifiesta. El problema lo tenemos con quienes promueven esas corrientes.
  24. Español

    "Llenen la Tierra, sean fecundos"

    Si os fijáis, con ese tipo de razonamientos, poco a poco se avanza en la idea de que es uno mismo de quién dependen en último término las cosas. Se acaba abandonando a Dios y erigiéndose uno mismo en su lugar. Es un peligro real y muy cierto. De otro lado tenemos otro peligro, grave a mi entender, que es el hecho de que cuando instituciones como la Iglesia hablan en esos términos, aunque lo hagan con la mejor de las intenciones, se acaba difundiendo una idea subyacente de que, si eres pobre y tienes muchos hijos, eres culpable. Y eso puede ser un lastre insuperable para muchas personas. Frases de esas del tipo "esa familia pare hijos como conejos" o similares, todos las hemos oído en alguna ocasión. Y eso, además de implicar un juicio injusto, conlleva una perdida del sentido original de quienes somos.
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