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  1. El segundo artículo tiene ya unas semanas y se basa en algunos estudios científicos, aunque personalmente dudo de que este tipo de cuestiones sean cuantificables. Se muestra pesimista en cuanto a la posibilidad de contrarrestar esta desinformación, pero apunta qué estrategias podrían resultar más efectivas. De nuevo, contiene algún prejuicio progre, pero creo que aporta información útil que procuro señalar en negrita.

    Cita

    ¡Fake news! ¿Qué hacer? ¿Cómo combatir los bulos?

    diciembre 12, 2017 por Guido Corradi

    Recibes un WhatsApp con una noticia: la Comisión Europa quiere prohibir el kebab. Vas a Twitter: la misma información ya tiene miles de ‘retuit’. Incluso el periódico y el telediario están diciéndolo. ¡Alarma! El kebab a las cuatro de la mañana peligra y con ello un pilar fundamental en lo que a tu vida fiestera respecta. Al rato tu cuñado -por suerte- te confirma que es un bulo. Podemos respirar tranquilos de nuevo. Sin embargo, estos bulos, misinformations, fake news, pueden llegar a convertirse en problemas de salud pública, educación, historia de la psicología, influencia política; un arma más en el panorama actual que la sociedad tiene que afrontar. Recientemente se ha publicado un meta-análisis (estudio de estudios en el que se combinan y sintetizan resultados de múltiples fuentes) que aporta pruebas cuantitativas respecto a la efectividad de los métodos para contrarrestar la desinformación mediante facilitar información. Podríamos pensar que la información falsa se combate con información correcta y que ‘la verdad acaba brillando más fuerte’, pero no el razonamiento humano no siempre funciona de forma tan simple. Entonces, para combatir las creencias erronéas, ¿qué hacer?

    Cambiar las creencias equivocadas, desmontar los mitos y persuadir son tareas complicadas para las que no tenemos todas las claves. Sin embargo, la investigación avanza para entender qué es efectivo y esos avances, se pueden traducir en estrategias para que cuando el bulo de la prohibición del kebab nos llegue a nuestro a WhatsApp, podamos reestablecer efectivamente el orden y la verdad. El meta-análisis citado pretende establecer la efectividad de varios factores para cambiar las creencias equivocadas de personas y las consecuencias que estas creencias puedan tener. Para ello se analizaron 52 trabajos científicos sobre el tema donde, en conjunto, se estudiaron a 6878 personas. Estos estudios meta-analizados son experimentos donde tratan de reducir las creencias erróneas de los participantes en distintos ámbitos, como información política, supuestas investigaciones criminales o sobre la supuesta existencia de comités que deciden quien merece vivir en USA, los conocidos como “death panels”. Los autores investigan los efectos de tres estrategias: a) argumentar a favor de una desinformación, b) argumentar en contra de la desinformación y c) la forma en que se presenta información correctiva según el nivel detalle (mucho o poco detalle). Esto se podría traducir en a) ¿dejo a mi primo segundo disertar y argumentar al detalle respecto al peligro de los tampón vodka? b) ¿Debo pedir a mis alumnos que argumenten en contra del mito de los estilos de aprendizaje? c)¿Decir en el grupo de Facebook familiar “esto que pones, Papá, es una chorrada” es suficiente o tengo que darle una explicación detallada para ser más eficiente convencerle?

    El que golpea primero tiene ventaja

    El primer mensaje es descorazonador: es más fácil crear un bulo que desmontarlo. Algo que ya intuíamos, ahora tiene un valor numérico. Este valor, el tamaño del efecto, mide cuántas desviaciones estándar cambia el nivel de convencimiento de los participantes tras someterse una información.  En concreto, estiman que el tamaño del efecto de presentar desinformación está entre 2.08-2.41, mientras que para el desmontaje está entre 1.14-1.33. En otras palabras: la desinformación entra fácil (tamaño del efecto: 2.08-2.41) y sin embargo las tareas de desmontaje tienen un efecto mucho menor (1.14-1.33). Esto es debido, quizá, al modo en el que las personas vamos acomodando nuestras creencias sobre la base de las informaciones anteriores. Una vez establecemos una creencia, acomodamos las nuevas informaciones y creencias encima de los cimientos que ya existen, pese a que estos cimientos sean información falsa. Al final, como cualquier discutidor nato sabe, acabamos defendiendo más la coherencia con nosotros mismos que la verdad.

    Y de mantener la coherencia con nosotros mismos -y ganar esa maldita discusión en Twitter de una vez, tarea imposible- viene el efecto de la siguiente estrategia. El generar argumentos para defender una desinformación, incrementa la persistencia de esas creencias iniciales, pues la tendencia siempre es hacia confirmar nuestras creencias en vez de desacreditarlas. Parece, entonces, que fomentar que la gente defienda esas creencias erróneas pueda tener un efecto negativo. Algo obvio: elaborar un argumento -en este caso en base a premisas falsas- nos lleva a organizar, actualizar e integrar mejor nuestras creencias falsas en nuestra estructura de pensamientos. Es básicamente permitir a la persona construir un muro cada vez más tupido de argumentos entrelazados que va enterrando y protegiendo la desinformación original.  Es algo que nos tiene que llevar a una reflexión respecto a dar pie a la gente a defender sus posiciones en base a desinformación. El efecto de esta elaboración, por otra parte, tiene su contra parte positiva. El estudio muestra que elaborar argumentos en contra de la desinformación, debilita la creencia en esa desinformación inicial de manera efectiva. La explicación de este efecto positivo sea seguramente que el efecto de repetir hechos, los fija. De cara a estrategias de comunicación centrarse en los hechos es más importante que marcar la información como incorrecta.

    El diablo está en los detalles

    Como efecto positivo, el estudio indica que el nivel de detalle que muestra la corrección sí está relacionado con la efectividad de la corrección. Cuanto más detallado y argumentado es el mensaje, más efectivo es el desmontaje del bulo en tanto y en cuanto desacredita el mensaje. Sin embargo, también está asociado a una mayor “persistencia de la desinformación”, es decir, a pesar de aceptar la información como falsa a través de la corrección detallada, los participantes de los experimentos igualmente seguían pensando en la misma línea general que la desinformación. La primera impresión cuenta, al menos a la hora de formarnos una idea de algo, pues siempre iremos actualizando nuestras informaciones, creencias y pensamientos en base a lo anterior. De esta manera generamos modelos mentales como estructuras sólidas que es cada vez más difícil desmantelar.

    El panorama no parece alentador: la información incorrecta entra fácilmente en el público, cuando lo hace, combatirla es difícil. Dejar a la gente construir sus argumentos los fortalece y limitarnos a decir que algo es falso no es efectivo respecto a dar explicaciones detallas. Reducir la información falsa parece ser la clave. El artículo propone tres implicaciones prácticas para editores, comunicadores y responsables de opinión pública:

    1) Reducir la posibilidad de generar argumentos que estén a favor de la desinformación. Cuando se desmiente una noticia en muchas ocasiones se repiten los detalles, argumentos y se los ataca generando un efecto paradójico: la información falsa se recuerda mejor que el desmentido. Por ello, es importante centrarse la información correcta en vez de la incorrecta y reducir al mínimo la presencia de información incorrecta, puesto que como hemos visto es difícil de contrarrestar. Hay que centrarse en hechos detallados en vez de repetir incorrecciones que buscamos desmentir.

    2) Informar facilitando el escrutinio y la verificación de la información, así como dar pie a la argumentanción. El escepticismo es sano y se ha de promover, pues la investigación muestra que contra-argumentar a favor de la información correcta debilita la creencia en la incorrecta. A la hora de corregir desinformación es efectivo que la audiencia pueda tener pie a generar contra-argumentos a favor de la información correcta.

    3) Corregir la desinformación con nueva información detallada, pero manteniendo la expectativas de la efectivad bajas. Aquellas personas que creen en una desinformación necesitan una información coherente y detallada que pueda sustituir a la información equivocada y elaborarse, procesarse e integrarse en el sistema de creencias del individuo. En ese caso, parece ser que solo señalar la información como falsa puede incluso ser contraproducente. Aun así, el mostrar información coherente y detallada dependerá de cómo se percibe inicialmente esta información por parte de la persona a la que queremos persuadir.

    La comunidad científica va descifrando algunas claves del intrincado puzzle de la cognición humana en cuanto a cómo se forman las creencias y como desmontarlas. Los resultados, como ven, no son (muy) esperanzadores, pero porque persuadir no sea fácil, no significa que no haya que intentarlo y hacerlo usando las herramientas que la propia comunidad científica pone a disposición. La lucha contra la información incorrecta –y las fake news– es uno de los grandes retos para la sociedad. El ámbito de actuación es variado, desde minimizar la presencia de información errónea en medios a proveer de correcciones efectivas en nuestro grupo de WhatsApp. Algo está claro: debemos usar las herramientas más efectivas que encontremos para que la sociedad progrese libre de bulos.

     

    Si te ha interesado este post, seguramente te interesará: ¿Cómo desmontar un bulo? Usando ciencia para explicar ciencia, Antivacunas, equivocados, pero no estúpidos y la cuenta de Maldito Bulo en Twitter.

    PD: Este post debe algunas ideas importantes a la mesa “Cultura científica y ciudadanía democrática” que tuvo lugar en el marco de la VI Edición del Congreso de Comunicación Social de la Ciencia de la que aquí podéis encontrar una crónica . Muchas gracias a los miembros de la mesa y a la organización.

    http://rasgolatente.es/fake-news-que-hacer-como-combatir-la-informacion-falsa/


  2. Publico dos artículos que creo que pueden resultar de interés. El primero, publicado hoy mismo, pregunta a varios pensadores sobre el fenómeno de las noticias falsas, que podríamos calificar simplemente como bulos o mentiras. Naturalmente, el artículo ha levantado sarpullidos en Burbuja, uno de los principales puntos de creación y difusión de noticias falsas. El artículo contiene algún tópico progre, como es normal cuando se pregunta a profesionales de prestigio, pero creo que en conjunto es interesante. Señalo en negrita lo que me parece más acertado.

    Cita

    ‘Fake news’: cuando la opinión vale más que los hechos

    • Diversos pensadores tratan la imparable proliferación de noticias falsas en un mundo hiperconectado
    ‘Fake news’: cuando la opinión vale más que los hechos Oriol Malet para Cultura (Oriol Malet)
     
    Josep Massot, Barcelona
     
    26/12/2017 00:01 | Actualizado a 26/12/2017 00:47

    Una consultora líder mundial en tecnologías de la información, Gartner, sostiene en su último informe que en el 2022 el público occidental consumirá más noticias falsas que verdaderas y que no habrá suficiente capacidad ni material ni tecnológica para contrarrestarlas. ¿Quién lo dice? Gartner, con sede en Stamford, tuvo como mayor accionista a la compañía de capital riesgo Silver Lake, participada por varios gigantes de la informática que siguen manteniendo sus posiciones en el consejo directivo. ¿Cómo saber si una noticia sobre ‘fake news’ puede ser también una fake new o un vaticinio interesado?

    Las informaciones circulan tan masiva y aceleradamente en las redes sociales que tendemos a agarrarlas y retransmitirlas con el mismo instinto compulsivo que el de un jugador de ping-pong: las capta y rebota, sin detenerse a comprobar su veracidad. Cuando el ritmo de las comunicaciones iba a paso de diligencia o de telégrafo, había más noticias falsas que en la actualidad, con consecuencias a veces trágicas, difíciles de revertir, aun después de haber sido comprobada su falsedad. Hay personas que aún ­creen en El protocolo de los sabios de Sión, un texto redactado por la policía zarista y atribuido a los judíos para justificar los pogromos.

    Hoy es cierto que las fake news proliferan y se reproducen a gran velocidad, pero, a diferencia de otras épocas, es más fácil desmentirlas. A pesar de ello, el periodismo riguroso tiene dificultades para hacerse oír entre el griterío.

    Palabras de doble lengua

    No sólo hay noticias falsas, las técnicas de simulación de la realidad llegan también a la imagen en un mundo que se ha acostumbrado a no distinguir la realidad de la ficción, en literatura, cine, televisión o en las redes sociales. La palabra vive una crisis similar a la de entreguerras y queda como carcasa hueca cuando su significado es alterado según quien la diga. En Catalunya, palabras o conceptos como democracia, nazi, Estado de derecho, nacionalismo, dictadura, legitimidad, ley, autoritario, exclusión, libertad, presos políticos... han quedado huérfanas del pacto social que fijaba sus contenidos para que todo el mundo se entendiera al em­plear­las.

    Iván de la Nuez afirma que “la historia ha demostrado que Orwell y no Marx es quien tenía razón”, no sólo por el triunfo de la sociedad vigilada, el Gran Hermano permanente de internet, sino también por la perversión de las palabras. Orwell habla en su libro 1984 del doublespeak y el doublethink Xenófobos o autoritarios ejerciendo la xenofobia o el autoritarismo en nombre de la democracia y la tolerancia. En los mapas europeos que muestran el auge de fuerzas autoritarias y excluyentes, suele verse todo el continente coloreado en diversos tonos, menos la península Ibérica, que aparece en blanco. ¿Dónde están la extrema derecha y el populismo en España? En Twitter las fake news ayudan a cultivar el odio. Y en muchos casos, el odio étnico.

    “Si no compartes, no es noticia”

    “Si no sale en la tele, no existe”, solían decir los publicistas. Ahora, el lema es otro: “Si no la compartes, no es noticia”. El tuit, comentario en Facebook o vídeo en YouTube que no se comparte está condenado a no dejar huella. Es fácil distinguir los bots que han invadido Twitter, activados por una empresa o un partido político para apoyar a sus clientes o denigrar a sus rivales, pero, una vez visto el truco, van mutando rápidamente para camuflarse mejor. Hoy es posible que uno discuta con un robot o sean los robots quienes debatan con otros robots. Un detalle más para la confusión del ser humano con la inteligencia artificial.

    La verificación de las noticias a cargo de profesionales solventes es cara; por eso, en una reciente visita a Barcelona, el músico Brian Eno no dudó en afirmar que el buen periodismo se ha de pagar. “Si es barata, no es noticia”.

    Monique Leibovici: “Los hechos no importan, sólo las opiniones”

    Monique Leibovici es filósofa y miembro del Laboratorio de Cambio Social y Político de la Universidad París Diderot-París VII. Recientemente ha intervenido en el CCCB en una charla sobre Verdad y mentira en la política, un libro de Hannah Arendt que, reeditado por Página Indómita, vive un fulgurante boom de ventas. Leibovici señaló cómo en 1971 Daniel Ellsberg, un analista militar del Pentágono, filtró al The New York Times un informe secreto que demostraba cómo un grupo de estrategas falseó datos para provocar que Johnson hubiera decidido embarcarse en la guerra de Vietnam antes del hecho que oficialmente desató la intervención: los incidentes de Tonkin de 1964.

    “La mentira organizada –dice la pensadora– no concierne a tal o cual hecho aislado, sino que fabrica un sustituto de la realidad que no se contenta con deformar la realidad o esconderla, sino negarla”. La mentira como una obligación moral. Leibovici señala cómo los asesores de Johnson mentían no para conquistar el mundo sino para ganar la batalla de imagen en una operación gigantesca de relaciones públicas, alejados en sus cálculos de toda realidad: “Para salvar a los vietnamitas del peligro comunista no dudaban en incendiarlos con napalm”.

    ¿Y hoy?, Monique Leibovici cita un tuit de Donald Trump: “Él escribió que el concepto de cambio climático fue creado por los chinos para hacer la industria norteamericana menos competitiva”. “Eso –dice la pensadora– es una perla. Pone en el mismo plano un dato que ha quedado establecido por la ciencia y una opinión. Al decir que era un invento contra la industria norteamericana le daba cierta coherencia y manipulaba los hechos, y la opinión se imponía de forma mecánica”. ¿Qué antídoto hay”. Según Arendt, “una prensa libre y no corrompida, el derecho a una información verídica y no manipulada, sin la cual la libertad de opinión no es más que una cruel mistificación”.

    Fina Birulés: “Hay autoengaño, nos gusta vivir en la posverdad”

    La filosofa Fina Birulés dice que la palabra posverdad no se ha aceptado tan rápidamente como parece, pues surgió en 1992, en un artículo de un dramaturgo serboamericano. “Hay mucho autoengaño. Parece que queremos vivir en la posverdad. Los hechos no nos importan en nuestra país. Saber la corrupción que hay no genera nada. Si ya es difícil que conozcamos los hechos, cuando llegan, no importan, las dinámicas políticas hacen que se conviertan en irrelevantes. Si Arendt nos enseña algo es que tanto el pesimismo como el optimismo son formas de protegernos. Haga lo que haga, o todo irá bien o todo irá mal”.

    Birulés dice que Hannah Arendt vio que en las sociedades democráticas una de las vías para negar la realidad objetiva y conseguir la manipulación masiva de los hechos y de las opiniones es la de que, “con el pretexto de que todo el mundo tiene derecho a su propia opinión, se sustituyen los hechos por opiniones, se miente de manera que incluso algunos consideran que esta es la esencia de la democracia, pero se puede afirmar que, aunque los hechos creen opiniones, la libertad de opinión es una farsa a menos que garantice la información objetiva y no estén en discusión los hechos mismos”. Es la anécdota de Clemenceau. El político francés estaba discutiendo con un alemán sobre a quién culparía la historia del inicio de la Primera Guerra Mundial. Las interpretaciones tienen un limite: “Estoy seguro –dijo Clemenceau– que no dirá que Bélgica invadió Alemania”. “La realidad tiene la desconcertante costumbre de enfrentarnos a lo inesperado”.

    Daniel Gamper: “El galimatías no distingue verdad y mentira”

    Daniel Gamper es profesor de Filosofía Moral y Política en la Universitat Autònoma de Barcelona. “No es que haya más mentiras o que sean más invasivas –dice–, sino que no hay manera de distinguir entre verdad y mentira. Sin duda los canales por los cuales circulan los mensajes, es decir preferentemente las redes sociales, son en gran parte responsables de eso. La brevedad es necesaria para conseguir una gran difusión. El galimatías no permite distinguir entre verdad y mentira. Se ha destruido el criterio de verificación: los hechos”.

    La mayoría de los mensajes –prosigue Gamper– en realidad no son mensajes cuyo contenido sea medianamente objetivable. Son más bien estímulos producidos por imágenes. La falacia en el argumento está vinculada al lenguaje. En una sociedad en que impera la comunicación visual, las palabras pierden peso y pueden ser maltratadas de muchas maneras”.

    “Hoy –constata– estamos en el eslogan y, sobre todo, en la imagen. No es ninguna novedad; sin embargo, ya hace tiempo que las imágenes y por consiguiente las relaciones públicas son imprescindibles en política y por los poderes fácticos. La imagen asociada a un mensaje comprensible y lo bastante transversal mueve las masas. Al mismo tiempo, la sociedad es cínica, y todo el mundo ya ha aprendido a dudar, o mejor dicho, cada uno escoge de quién no desconfía. La economía capitalista y su aparato publicista han colonizado la esfera pública, y las relaciones corren el peligro de medirse con patrones economicistas. ‘Gestionamos’ las emociones y ‘administramos’ la vida. Son dos ejemplos de pérdida de humanidad en el lenguaje público. Quizás una de las enfermedades del lenguaje actual sea el imperio del eufemismo: el hecho de que los discursos se muevan entre la sinceridad y el cinismo. Trump es el ejemplo: se le valora por decir lo que piensa y no por pensar antes de hablar”.

    Ruiz Simón: “La mentira siempre se ha entendido con la política”

    “La mentira –dice Josep Maria Ruiz Simón– siempre se ha entendido bien con la política. No se puede descartar que el incremento de este recurso sea directamente proporcional al de la politización de la sociedad”.

    El filósofo y politólogo cree que “probablemente la cultura de la emprendeduría, que es la forma de religión más extendida en las sociedades contemporáneas, ha contribuido a modificar la relación de los individuos con los relatos. En esta cultura no hay lugar para la vieja ética ilustrada que consideraba valioso no engañar a los otros y sobre todo no engañarse a uno mismo. Lo único que valora es el éxito o el fracaso de los relatos en el mercado de la opinión pública”.

    ¿Cómo se crean los mecanismos de engaño? “El mecanismo que explica por qué alguien compra una realidad en lugar de otra alternativa –sostiene– es parecido al del consumo de otros bienes. Ante versiones diversas de los mismos hechos, cada uno tiende a comprar la que interpreta que satisface mejor sus deseos. Y el deseo de verdad no acostumbra a ser un deseo dominante”.

    Fernández-Martorell: “Aprender a pensar por sí mismo”

    Mercedes Fernández-Martorell es profesora de Antropología en la Universitat de Barcelona. “Cuando la persona recurre a la mentira en foros o discusiones públicas –explica– expone lo que le gustaría pensar, sentir o saber y convencer a los demás de lo mismo. Rasgos de la mentira: adquirir notoriedad dañando a alguien que tiene reconocimiento; inducir a un error en beneficio propio; encubrir objetivos; proyectar malas prácticas que se cree que autobenefician… Lo que llamamos realidad procede de ideaciones del propio ser humano, al igual que lo que denominamos mentira, así la sustitución de la verdad por la mentira funciona por idéntica fórmula: por consenso. Es decir, por acuerdo, por consentimiento del colectivo”.

    Desculturización de la población

    Los recortes en educación y cultura acentúan la desculturización de la población, que, así, se encuentra con menos armas para pensar por sí misma y absorber sin crítica alguna los mensajes del marketing político. En un tiempo de relativismo (“una verdad para cada cual”) que Colin Crouch ha definido como posdemocracia, el anuncio de que en cinco años habrá más noticias falsas que verdaderas puede que se cumpla. Pero nada es gratis. Puede servir para que la industria venda cortafuegos, como excusa para que el gobierno limite la libertad de expresión o de acicate para que el periodismo riguroso trate con objetividad los hechos y los separe claramente de la opinión.

    http://www.lavanguardia.com/cultura/20171226/433873048868/fake-news-noticias-falsas-ano-2017-opinion-hechos.html

     


  3. Repugnante. Cómo será la cosa que hasta han cosechado el rechazo de Gaspar Llamazares, antiguo coordinador de IU:

    Cita

    Cuánto me alegro de que hace ya tiempo estos señores del fuego purificador me hayan mandado a pastar. Cuanto más lejos, mejor.

    https://twitter.com/GLlamazares/status/945318642253811714

    Ese tuit de la actual IU muestra una voluntad clara de buscar la confrontación civil.  Están empeñados en repetir los peores excesos de la II República. Y, sumando la grave situación de Cataluña, soplan vientos de cambio de régimen que hacen esperar lo peor.


  4. Lo que generalmente pasa cuando no se sigue el mandato bíblico de ser fecundos:

    Cita

    Una generación de japoneses se enfrenta a una muerte solitaria

    En un Japón donde se ha degradado el sentido de comunidad y de familia, los ancianos viven cada vez más solos y a veces fallecen sin que nadie lo note hasta que llega el olor. Esta es la historia de dos personas que quieren evitar la última soledad.

    Sigue aquí: https://www.nytimes.com/es/2017/12/22/una-muerte-solitaria-japon/

    El artículo es un poco sensacionalista, pero lo que describe es real y suele ocurrir en las sociedades envejecidas que no le han dado ningún valor a la fecundidad. Observando a Japón podemos ver lo que ocurrirá en España dentro de unas décadas, salvando las distancias culturales y religiosas. Ellos van un paso por delante de nosotros.

    Curiosamente, los identitarios toman a Japón como modelo ideal, cuando debería ser contramodelo. Eso ya indica hasta qué punto está averiado todo su pensamiento.


  5. Me gustaría matizar mi anterior mensaje, ya que ha podido parecer que soy partidario del centralismo o de aplicar un castigo colectivo. No es así.

    Hay varias posturas equivocadas sobre Cataluña. Están los que insultan a Cataluña o desprecian a los catalanes. Esos se equivocan gravemente. Luego hay quienes no desprecian a los catalanes pero sin embargo son partidarios de aplicar un centralismo asfixiante que no respete las peculiaridades regionales. Estos también se equivocan. Finalmente hay quienes creen que el problema de Cataluña se arregla dándole más competencias o aumentando las libertades forales. En mi opinión, estos también se equivocan en las actuales circunstancias. Si en Cataluña no se cuestionase la pertenencia a España, no habría problema en aumentar estas libertades forales; pero en el último siglo se cuestiona muy seriamente esta pertenencia a la patria común, por lo que entiendo sería un error ahondar en esa vía. Yo me sitúo en el campo del respeto exquisito a las peculiaridades regionales, pero creo que ahora no es momento de ahondar en esa vía, sino más bien de desandar el camino hasta que se calme la situación, lo cual puede llevar décadas.

    Decía que toda España tiene responsabilidad, pero que no me parece correcto atribuir al conjunto de españoles la misma responsabilidad que a los catalanes. En cuanto a la degeneración moral estamos muy a la par todas las regiones, pero en lo que se refiere a la cuestión separatista el impulso parte de Cataluña. Por otra parte, he observado en algunos catalanes (incluidos algunos patriotas que defienden con mérito la unidad en estas últimas semanas) cierta tendencia a desviar culpas. Por ejemplo, "Madrid" tendría la culpa del separatismo por haber anulado los fueros y haber practicado el centralismo en el último siglo. El centralismo castellano generó el separatismo catalán. Pero luego, cuando Madrid les concede a los catalanes las anheladas libertades regionales, la culpa también sería de Madrid, por haber sido demasiado permisivo con los regionalistas. Total, que se centralice o se descentralice, la culpa siempre es de Madrid.

    No soy madrileño y a mí Madrid me parece una urbe degenerada donde no florece nada bueno. Además donde vivo sufrimos el centralismo de Madrid mucho más que en otros sitios. Pero no se puede estar permanentemente echando la culpa de todo a Madrid. Que en realidad cuando se dice "Madrid" se quiere decir toda España. Los catalanes deben empezar a asumir sus responsabilidades. Tanto los que han sido desleales como los que, pese a ser leales, no han hecho gran cosa por oponerse a ese rumbo. En los últimos tres años un sector de patriotas catalanes se ha movilizado por España con gran mérito. Bravo por ellos. Pero muchos de estos patriotas hace menos de diez años apoyaban a un partido que votaba en los ayuntamientos a favor de las mociones separatistas y que no tenía ningún discurso sobre la unidad de España, argumentando que ese tema quitaba votos. Muchos de esos patriotas aseguraban que el problema del Régimen de 1978 es que es demasiado centralista, que ahoga demasiado las libertades regionales de los catalanes. Ahora dicen que no, que es al contrario, que el problema es que les da demasiadas libertades. Entonces lo mínimo que se impone es que esos patriotas reflexionen y, si procede, hagan autocrítica. En suma, que asuman sus responsabilidades, lo que no implicar eximir de culpa al resto de España.

    Creo que una de las causas que ha exacerbado esta situación es que España se articule administrativamente en torno a reinos históricos, lo que, además de ser un desastre a nivel organizativo, da pie a toda suerte de sentimientos identitarios en contra de la patria común española. Entonces creo que sería mejor que España se dividiese administrativamente en regiones más pequeñas al margen de reivindicaciones históricas. Estas regiones bien podrían ser las provincias, pero si esto suena demasiado liberal, se podría dividir en comarcas, merindades, etc. Cójase el modelo que se prefiera, pero no conviene seguir con este modelo de continuas querellas históricas y étnicas en torno a fronteras artificiales derivadas de un accidente histórico como la invasión de los moros. Pongamos fin al festival identitario que escarba en las pequeñas diferencias y resaltemos lo que nos une. Está bien que haya fueros y libertades regionales, pero éstos no tienen por qué ser eternos o indiscutibles, porque entonces se estaría idolatrando una simple construcción humana. Mientras en unos territorios se discuta la pertenencia a la patria común, no conviene aflojar los vínculos con el gobierno de la nación. Los recientes sucesos han demostrado que esto funciona así, pero me parece que las formaciones patrióticas no han tomado nota y tampoco proponen un modelo alternativo al autonómico. Sería bueno ir hablando de todo esto.


  6. Pues me parece muy acertado todo lo que dice el Papa sobre este tema. Quizá la manera de decirlo no sea muy elegante y quizá su retórica no pasará a la Historia, pero el contenido está en perfecta consonancia con la doctrina católica. Esta sensibilidad social del Papa es una de las razones por las que no le traga la derecha liberal, por mucho que lo encubran con otras razones doctrinales. En estos ambientes se califica al papa de "comunista". Lo grave es que la derecha antiliberal ha adoptado este discurso. De nuevo la derecha antiliberal baila al son que le marca la derecha liberal. En el fondo puede que no sean tan antiliberales como dicen ser.


  7. En las votaciones de la ONU, me han llamado la atención varias cuestiones:

    - La abstención de México, Colombia y Argentina. Imagino que se debe a que en esos países gobiernan conservadores que no se llevan mal con EEUU.

    - La abstención de Hungría, Polonia y República Checa (grupo de Visegrado). Es evidente que este grupo viene haciendo lobby en Europa a favor de los intereses de Israel.

    - El voto negativo de Guatemala y Honduras. Si no me equivoco, son dos países con mucha presencia protestante y que tienen en buena consideración a los EEUU.


  8. En lo único que no estaría de acuerdo es en que en la responsabilidad sea de toda España por igual. Evidentemente, España está enferma en su totalidad, pero no en la misma medida que Cataluña. El principal foco del problema es Cataluña, y no es de ahora, del Régimen de 1978, sino que se viene arrastrando desde hace siglos. No me gusta que los catalanes, a la hora de dirimir responsabilidades, las repartan por igual a todos los españoles. Es hora de que asuman sus responsabilidades también ellos. Tanto los separatistas como los que han dejado hacer a los separatistas. Y creo que va pasando el tiempo de las buenas maneras y del respeto exquisito a las peculiaridades regionales. Se ha demostrado que esa vía conduce a esto. Mientras no sean leales a España, no hay razón para ser tan respetuosos con la sensibilidad regionalista que fácilmente se transforma en nacionalista. (Imagino que en este punto no estaréis muy de acuerdo.)


  9. Es un hilo que tenía que abrirse tarde o temprano. Estoy desolado con los resultados en Cataluña. Que los secesionistas ganen por mayoría es una pésima noticia para España. La unidad de España es incuestionable al margen de cualquier votación. Pero como vivimos en un régimen débil, que idolatra la democracia y que tiene escaso sentido patriótico, estos resultados sólo pueden hacer que empeoren las cosas. Se demuestra que convocar elecciones anticipadas fue una nefasta idea. Los separatistas han sabido jugar sus cartas. No se atisban soluciones, ni siquiera corto plazo. O desde luego yo no las veo. Espero equivocarme. Y de todas formas habrá que hacer todo lo posible para que no triunfe la secesión.


  10. Bueno, yo creo que en lo importante estamos de acuerdo.  Este mensaje del Papa es muy necesario. Y contiene la solución de varios de los problemas que aquejan al mundo moderno. Incluso los que no son católicos deberían entender que la solución a la inmigración pasa necesariamente por que los nacionales tengan hijos.

    El Papa también habla de fecundidad espiritual. Si no nos es dada la posibilidad de tener hijos, podemos apadrinar a "hijos espirituales" y podemos hacer buenas obras.

    Quería poner una cita que me sorprendió bastante en su día. Era muy conocido que los gnósticos y sus diferentes vertientes (maniqueos, cátaros, etc.) eran radicalmente contrarios a la procreación. Pero me sorprendió encontrar esta cita de San Agustín en la que da a entender que conocían el tipo de métodos que hoy se encuadran dentro del concepto de "planificación familiar natural":

    Cita

    "¿No sois vosotros quienes consideráis que la generación de los hijos es un pecado mucho más grave que la unión de los sexos, ya que por la generación el alma queda ligada a la carne?... ¿No sois vosotros quienes nos aconsejabais que nos abstuviésemos del comercio sexual durante el período en que la mujer es más apta para engendrar para evitar que el alma quedase así atada a la carne? Las nupcias unen al hombre y a la mujer por causa de la generación de los hijos... no es un matrimonio donde se procura que la mujer no sea madre, por lo cual, ciertamente, prohibís las nupcias y no podéis defenderos de este crimen que ya fue profetizado de vosotros por el Espíritu Santo."

    San Agustín, De moribus ecclesiae catholicae et de moribus manicheorum, Lib. II, párrafo XVIII).

    http://www.hispanidad.info/18maniqueo.htm

    No sé si bastaría esta cita de San Agustín para considerar probado el conocimiento de estos métodos en la Antigüedad. Quizá habría que buscar confirmación en algún autor más. Pero en principio parece posible que conocieran esos métodos aunque no tuviesen la precisión científica de hoy en día. ¿Cómo es que no volvimos a saber nada de estos métodos hasta principios del siglo XX? Quizá estos viejos conocimientos se olvidaron o cayeron en desuso por la condena del cristianismo. En el siglo XX alguien los descubrió de nuevo y los presentó como como un descubrimiento. La Historia está llena de casos similares. Con frecuencia el moderno cree que inventa o descubre algo, pero en realidad sólo lo redescubre. Casi todas las ideas que se presentan como nuevas son reformulaciones de ideas muy antiguas. El caso es que si se probase que los antiguos conocían esos métodos, se podría concluir que la Iglesia de entonces los conocía y no los aprobaba. Con lo que habría sido un error que la Iglesia los aprobase en las últimas décadas del siglo XX.

    Lo apunto sólo como idea a explorar para contribuir al bien de la Iglesia y de la sociedad. Como decía, me atengo a lo que determine la Iglesia y no pienso juzgar a nadie por los hijos que tenga.


  11. Has hecho un buen resumen del artículo. Las naciones se forman porque sus ciudadanos comparten una serie de creencias y sentimientos. Esas creencias  comunes ya estaban muy debilitadas en los últimos tiempos, pero las redes sociales las fragmentan todavía más, al encerrar a cada individuo en una burbuja que tiene escaso contacto con la realidad. Con lo que, como dice el artículo, las redes sociales corren el riesgo de inducir una realidad social en la que los diferentes grupos no solo disientan acerca de qué hacer, sino acerca de cuál es la realidad.

    Tocas también dos temas muy interesantes. Los que crean y administran esas burbujas tienen un inmenso poder sobre los Estados nacionales; esos administradores pueden ser sectas, grupos de presión, macroempresas y Estados extranjeros. De tal suerte que las viejas fronteras cada vez importan menos. Internet ha hecho posible una aldea global en la que los individuos no se agrupan ya en naciones o religiones, sino en infinidad de burbujas cuyos administradores son desconocidos y pueden ser opuestos a la propia nación y religión, tal vez sin que el individuo lo advierta.


  12. En 21/12/2017 a las 2:44, El Español dijo:

    Finalmente, respecto a lo que comentas de la pertenencia de este sacerdote a la rama más conservadora, no se que pensar si eso es así. Quizás alguna artimaña para abocar la opinión dentro de la Iglesia, hacia posturas contrarias al Papa, habida cuenta del afecto que el santro Padre ha demostrado tener con estas personas ¿crees que se trata de algo así o simplemente es otra salida de pata de banco?

     

    Aciertas al dudar de mi afirmación. Y es que he confundido el National Catholic Reporter (NCR) con el National Catholic Register (NCR), que sí es una publicación conservadora. Mea culpa. No obstante, este tipo de planteamientos eran comunes en ámbitos conservadores hace tiempo. Ahora los muy cucos aparentan no haber apoyado nada de eso en un pasado, para así sacudir a Francisco más fácilmente. Francisco está haciendo lo mismo que ellos proponían hace cuatro años.

    El término homosexual lo inventó Karl-Maria Kertbeny, un pionero del activismo homosexual, precisamente con la intención de normalizar esta inclinación en la sociedad. En la palabra va un poco implícito que es una orientación innata que no se podría cambiar. Creo que este enfoque es un error. No creo que la homosexualidad sea innata. Y en el momento que se considere innata tampoco se podría censurar excesivamente a los que incurran en esas prácticas.

    De la misma forma, creo que el enfoque patológico --derivado de lo anterior-- es un error. Ahora mismo decir que la homosexualidad es una enfermedad suena a reaccionario, y hasta te puede suponer algún problema legal; pero en aquel entonces fue el enfoque que se adoptó para que las prácticas homosexuales dejasen de ser sancionadas en el código penal. Porque el hombre no es culpable de las enfermedades que padece y, por lo tanto, no se le debe penalizar por ello. Todo lo que se aplica a la homosexualidad es aplicable a la pederastia, que también se podría considerar una inclinación innata o una patología. En el momento que "patologizamos" esa inclinación o la hacemos innata, abrimos la puerta a su posterior legalización. De manera sistemática, la psiquiatría ha convertido los antiguos pecados en enfermedades psicológicas, de forma que no puedan ser sancionados por la Iglesia ni por el Estado.

    La palabra desorden sí me parece más adecuada para definir esa inclinación. Aunque yo creo que sería mejor considerar que es un vicio o un pecado en el que, por cierto, todo el mundo es susceptible de caer, pues no es una cuestión de inclinaciones innatas. Pero no un pecado cualquiera: un pecado de singular gravedad, un pecado nefando que debería aterrar con su sola mención, y aun mejor sería no mencionarlo por el daño que puede causar a las almas. Creo que ése es el enfoque que adoptó tradicionalmente la Iglesia. Comprendo que todo esto suene a barbaridad, pero los problemas empezaron cuando se abandonó ese enfoque.

    De todas formas, también entiendo algunas de las afirmaciones del Papa Francisco y sobre todo soy consciente de que en esto sólo sigue la estela de papados anteriores. Los conservadores aplaudían cuando papas anteriores realizaban afirmaciones similares y ahora, cuando las hace Francisco, se hacen los indignados de manera hipócrita. Es sólo una táctica para derribarlo. Esta gente, además, hace todo lo posible por proteger a los pederastas que se infiltran en la Iglesia, con lo que no pueden dar lecciones de nada.

    Me alegra saber que mi mensaje anterior no te pareció demasiado exagerado. Y es que tampoco quiero crear polémica en aquellos temas sobre los que no haya demasiado consenso.


  13. He hecho una pequeña trampa. En el título del hilo he cambiado "democracias" por "naciones". Pero si se lee el artículo completo, se verá que este cambio es lícito y responde plenamente al espíritu del artículo, que trata de cómo la filosofía de las redes sociales rompe los vínculos que unen a la comunidad nacional y facilita la actuación de las entidades que quieren destruir estos vínculos.

    Cita

    Por qué las redes sociales podrían estar dañando la democracia

    Las redes están debilitando las condiciones sociales que han posibilitado la existencia de Estados nacionales democráticos

    Algunos de los anuncios utilizados en Facebook e Instagram durante las elecciones presidenciales de 2016.Ampliar foto Algunos de los anuncios utilizados en Facebook e Instagram durante las elecciones presidenciales de 2016. AP Photo/Jon Elswick

    Las recientes revelaciones según las cuales unos agentes rusos insertaron anuncios en Facebook que intentaban influir en las elecciones estadounidenses de 2016 plantean una cuestión inquietante: ¿es Facebook malo para la democracia?

    Como experto en las repercusiones sociales y políticas de la tecnología, pienso que el problema no es exclusivamente de Facebook, sino que es mucho más amplio: las redes sociales están debilitando algunas de las condiciones sociales que históricamente han posibilitado la existencia de Estados nacionales democráticos.

    Comprendo que es una afirmación drástica, y no espero que nadie la crea de inmediato. Pero, considerando que casi la mitad de todos los posibles votantes recibió noticias falsas promovidas por los rusos en Facebook, es un argumento que debe debatirse.

    Cómo creamos una realidad compartida

    Empecemos con dos conceptos: la “comunidad imaginada” y el “filtro burbuja”.

    El fallecido politólogo Benedict Anderson sostenía, como es bien sabido, que el Estado nacional moderno se entiende mejor como una “comunidad imaginada”, posibilitada en parte por el auge de medios de comunicación de masas como los periódicos. Anderson se refería a que el sentimiento de cohesión que los ciudadanos de las naciones modernas sentían entre sí –el grado en el que podían considerarse parte de una comunidad nacional– era artificial y estaba al mismo tiempo facilitado por los medios de comunicación de masas.

    Sin duda hay muchas cosas que permiten que Estados nacionales como Estados Unidos se mantengan juntos. Todos aprendemos (más o menos) la misma historia nacional en el colegio, por ejemplo. Aun así, el típico pescador de langostas de Maine, por ejemplo, no tiene de hecho mucho en común con el típico maestro de Dakota del Sur. Pero los medios de comunicación de masas contribuyen a ayudarles a verse a sí mismos como parte de algo más grande, es decir, la “nación”.

    Los sistemas de gobierno democráticos dependen de este sentimiento compartido de comunidad. Posibilita lo que denominamos la política “nacional”, la idea de que los ciudadanos consideran que sus intereses coinciden en algunas cuestiones. El experto jurista Cass Sunstein explica esta idea devolviéndonos a los tiempos en los que solo se emitían tres informativos y todos decían más o menos lo mismo. Como afirma Sunstein, históricamente hemos dependido de estos “intermediarios de los intereses generales” para enmarcar y articular nuestro sentimiento de realidad compartida.

    Los filtros burbuja

    El término “filtro burbuja” apareció en un libro publicado en 2010 por el activista Eli Pariser y sirve para caracterizar un fenómeno de Internet.

    El jurista Lawrence Lessig había detectado, al igual que Sunstein, este fenómeno de aislamiento grupal en Internet a finales de la década de 1990. Dentro de un filtro burbuja, los individuos solo reciben básicamente el tipo de información que ellos mismos han seleccionado previamente o, y esto es más peligroso, que terceras partes han decidido que les interesa conocer.

    Facebook sigue siendo, por un significativo margen, la fuente más destacada de noticias falsas

    La publicidad específica utilizada en las noticias de Facebook ayuda a crear estos filtros burbuja. La publicidad en Facebook funciona determinando los intereses de los usuarios a partir de los datos que recopila de sus búsquedas, sus clics de me gusta, etcétera. Es una operación muy compleja.

    Facebook no revela sus algoritmos. Sin embargo, los estudios que ha llevado a cabo Michael Kosinski, psicólogo y experto en datos que trabaja en la Universidad de Stanford, han demostrado que el análisis automatizado de los “me gusta” que las personas emiten en Facebook era capaz de determinar la información demográfica y las creencias políticas básicas de esas personas. Dicha segmentación puede ser también, en apariencia, extremadamente precisa. Hay indicios, por ejemplo, de que los anuncios contra Clinton emitidos desde Rusia consiguieron llegar específicamente a votantes individualizados de Míchigan.

    Lo malo es que dentro de un filtro burbuja la persona nunca recibe noticias con las que no esté de acuerdo. Esto plantea dos problemas: en primer lugar, nunca se produce una verificación independiente de esa noticia. Quien desee una confirmación independiente deberá buscarla activamente.

    Segundo, los psicólogos conocen desde hace mucho el “sesgo de confirmación”, la tendencia de las personas a buscar solo información con la que están de acuerdo. El sesgo de confirmación también limita la capacidad de cada uno para cuestionar una información que confirma o respalda sus propias creencias.

    Y no solo eso, la investigación efectuada en el Proyecto de Cognición Cultural de la Universidad de Yale indica que las personas se inclinan a interpretar las nuevas pruebas a la luz de las creencias asociadas con sus grupos sociales. Esto puede tender a polarizar dichos grupos.

    Todo ello significa que si estamos inclinados a sentir aversión por el presidente Donald Trump, es probable que cualquier información negativa sobre él refuerce nuestra creencia, y viceversa, seguramente no daremos crédito a las informaciones favorables a Trump, o las pasaremos por alto.

    Estas dos características de los filtros burbuja –la selección previa y el sesgo de confirmación– son las que las noticias falsas aprovechan con precisión.

    ¿Se están creando grupos polarizados?

    Todas estas características están también integradas en el modelo empresarial de redes sociales como Facebook, que se basa precisamente en la idea de que permite crear un grupo de “amigos” con los que compartir información. Este grupo es en gran medida insular, separado de otros grupos.

    El programa selecciona muy cuidadosamente la transferencia de información a través de estas redes sociales y se esfuerza al máximo por convertirse en el portal principal a través del cual sus usuarios –unos dos mil millones– acceden a Internet.

    Los ingresos de Facebook dependen de la publicidad, y esa publicidad es fácil de aprovechar: una investigación reciente de ProPublica muestra lo fácil que es insertar en Facebook anuncios individualizados dirigidos a antisemitas. Más en general, el sitio también quiere mantener a los usuarios conectados, y sabe que es capaz de manipular las emociones de estos usuarios, que están más satisfechos cuando ven cosas con las que están de acuerdo.

    Como documenta The Washington Post, son precisamente estas características las que aprovechan los anuncios rusos. Como observaba un redactor de Wired en un comentario inquietantemente clarividente, él nunca había visto un post favorable a Trump que hubiese sido compartido 1,5 millones de veces, y sus amigos progresistas, tampoco. En las noticias de sus redes sociales solo veían noticias de tendencia progresista.

    En este entorno no debería sorprender un sondeo reciente llevado a cabo por Pew Research Center. Este sondeo muestra que el electorado estadounidense está profundamente dividido por razones partidistas, incluso en cuestiones políticas fundamentales, y se está dividiendo aún más.

    Todo esto se combina para significar que el mundo de las redes sociales tiende a crear grupos pequeños y profundamente polarizados que tenderán a creer todo lo que oigan, por muy alejado que esté de la realidad. El filtro burbuja sin duda nos hará vulnerables a las falsas noticias polarizadas y nos aislará más.

    ¿El fin de la comunidad imaginada?

    En este momento, dos tercios de los estadounidenses reciben al menos parte de su información de algoritmos desconocidos, altamente depurados y personalizados.

    Facebook sigue siendo, por un significativo margen, la fuente más destacada de noticias falsas. No muy distintas de las confesiones de brujería forzadas y falsas de la Edad Media, estas historias se repiten con suficiente frecuencia como para parecer legítimas.

    Lo que estamos viendo, en otras palabras, es el posible hundimiento de una parte significativa de la comunidad imaginada que es la entidad política estadounidense. A pesar de que Estados Unidos está también dividido demográficamente y hay fuertes diferencias demográficas entre regiones dentro del país, las diferencias partidistas están eclipsando otras divisiones que se dan en la sociedad.

    Se trata de una tendencia reciente: a mediados de la década de 1990, las divisiones partidistas tenían un tamaño similar al de las divisiones demográficas. Por ejemplo, tanto entonces como ahora, mujeres y hombres mantenían la misma distancia moderada en algunas cuestiones políticas, como, por ejemplo, si las autoridades públicas deberían ayudar más a los pobres. En la década de 1990, esto era también válido para demócratas y republicanos. En otras palabras, las divisiones partidistas no eran mejores que los factores demográficos para predecir las opiniones políticas de las personas. Actualmente, si queremos saber las opiniones políticas de alguien lo mejor es que nos enteremos antes de su afiliación política.

    La realidad de las redes sociales

    Sin duda, sería muy simplista acusar exclusivamente de todo esto a las redes. Ciertamente, la estructura del sistema político estadounidense, que tiende a polarizar a los partidos políticos en las primarias, influye mucho. Y es cierto que seguimos siendo muchos los que recibimos información de otras fuentes, fuera de nuestros filtros burbuja de Facebook.

    Pero yo diría que Facebook y las redes sociales ofrecen una capa adicional: no solo tienden a crear filtros burbuja propios, sino que también ofrecen un medio abonado a quienes desean aumentar la polarización.

    Las comunidades comparten y crean realidades sociales. En su función actual, las redes sociales corren el riesgo de inducir una realidad social en la que los diferentes grupos no solo disientan acerca de qué hacer, sino acerca de cuál es la realidad.

    -o-O-o-

    Gordon Hull es profesor asociado de filosofía, director del Centro de Ética Profesional y Aplicada de la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte.

    Cláusula de divulgación:  Gordon Hull no trabaja, ni asesora, posee acciones o recibe financiación de ninguna empresa u organización que pudiera beneficiarse de este artículo, y no ha declarado ninguna afiliación aparte de su cargo académico.

    Este artículo fue publicado originalmente en inglés en la web The Conversation.

    Traducción de News Clips.

    https://elpais.com/tecnologia/2017/11/10/actualidad/1510310772_776262.html?id_externo_rsoc=TW_CM

     


  14. Me parecen por completo rechazables las declaraciones de este sacerdote.

    Voy un paso más allá en un punto que es muy posible que no compartáis. En mi opinión, el problema viene de cuando Juan Pablo II distinguió entre prácticas homosexuales y homosexualidad, dando a entender que no había ningún problema en ser homosexual con tal de que no se incurriese en prácticas homosexuales. Esto no se formula así con ningún otro pecado; por ejemplo, no se dice que no hay problema con los mentirosos o con los pederastas con tal de que no lleven a cabo sus inclinaciones.

    Esto parte de ambientes conservadores. El sacerdote del artículo escribe en el NCR, una publicación conservadora muy crítica con el Papa Francisco. Hay que reconocer que el Papa actual también ha aceptado esos planteamientos, pero creo que ahí se equivoca y, de todas formas, estos planteamientos partieron de los que ahora le están sacudiendo de lo lindo. Estos planteamientos también los ha aceptado la ultraderecha. Un conocido ultra y líder de opinión católico puso de moda hace unos años formulaciones de este tipo: "la homosexualidad no es mala; sólo es malo el homosexualismo". Con esa lógica, también se podría decir: "no es mala la pedofilia, tan solo el pedofilismo".

    Este es un punto en el que soy crítico con la Iglesia actual, aunque comprendo que está sometida a presiones muy fuertes para que dulcifique su mensaje. Creo que la sodomía es un pecado gravísimo (no necesariamente reducido a la atracción por el mismo sexo) que clama al Cielo. Creo que es malo que se haya perdido conciencia de la gravedad de este pecado, gravedad que implica tener una mala consideración del sodomita y, por ejemplo, vetarle el acceso al sacerdocio. Y creo que en la misma adopción del término homosexual, inventado precisamente por un sodomita, se empezó a perder la batalla.


  15. En 21/12/2017 a las 0:25, El Español dijo:

    Frases de esas del tipo "esa familia pare hijos como conejos" o similares, todos las hemos oído en alguna ocasión. Y eso, además de implicar un juicio injusto, conlleva una perdida del sentido original de quienes somos.

    Efectivamente, eso pasa mucho en la vida real. La gente generalmente hace comentarios negativos sobre las familias numerosas. Y si no son ricos, que es lo más habitual, estos comentarios pueden legar a ser muy maliciosos. En Burbuja este tipo de comentarios están a la orden día; mientras por otro lado echan pestes todo el día de la inmigración, aparentemente sin ver una contradicción entre ambas posturas.


  16. hace 13 horas, don Fernandito dijo:

    Yo ya comenté mi argumento de por qué lo considero un poco más tardío.

    El cristianismo en la península todavía no estaba extendido completamente en los siglos VI incluso VII, fundamentalmente en el cuadrante noroeste, que es donde gracias a las misiones monacales como San Martín, Santo Toribio o San Millán se cristianizó la zona. En el caso vascongado parece incluso que posteriormente.

    Claro, no deja de ser una cuestión de criterios. 

    ¿Pero en qué momento datarías el inicio de España?

    Puede que en siglo VII hubiese restos paganos en algunos rincones de España. Pero la Religión católica se había declarado oficial --y llegó a ser la mayoritaria-- en tiempos del Imperio romano, cuando éramos la provincia de Hispania. En mi opinión, que hubiese algunos remanentes paganos no anularía este carácter católico.

    El problema es que si nos vamos a los tiempos de la Reconquista, ahí tampoco podemos hablar de unidad, porque precisamente se fragmentó a causa de la penetración musulmana. Entonces ya nos tendríamos que ir a tiempos de los Reyes Católicos como mínimo para hablar de unidad.

    Pero bueno, como tú señalas, es una cuestión de criterios, y a veces de sentimientos, con lo que todo esto es discutible.


  17. hace 42 minutos, don Fernandito dijo:

    Hay que tener en cuánta que las mismas palabras encierran significados diferentes su se dicen con malicia.

    Este sería un caso similar al de "muerte digna". Según quién lo diga, cómo cambia el significado!!!

    Sí, es verdad que las palabras pueden tener connotaciones diferentes según quien las pronuncie. Cuando la Iglesia habla de "paternidad responsable" no lo hace con malicia. Pero a veces las palabras tienen una carga muy profunda que pasa por encima del contexto. En el caso de "paternidad responsable" parece que se esté dando a entender que el tener muchos hijos sería algo irresponsable y en definitiva pecaminoso. O que si eres pobre no deberías tener hijos. Y claro, como aquí nadie es rico, ¿quién va a tener hijos?

    La Iglesia siempre ha enseñado que el número de hijos lo decide Dios y que entrar en cálculos no es bueno. En todo caso lo preferible sería la abstinencia; los llamados métodos de planificación natural sólo serían un recurso aceptable en casos muy extremos. El problema es que de esos casos extremos para los que estaba previsto inicialmente hemos pasado a aceptarlo en todos los casos. Sucede lo mismo que cuando se acepta el aborto en casos extremos: se termina aceptando en todos.

    Supongo que en esto pueden influir las vivencias familiares. Mi padre tiene catorce hermanos y, pese a las penalidades que han podido pasar, te puedo asegurar que eran más felices que cualquier hijo único de ahora. Además eso le ha dotado de una red familiar que te puede ser mucha ayuda en momentos críticos. ¿Qué será de los hijos únicos cuando sean mayores; sin padres, sin hermanos, sin familia extensa y probablemente sin hijos? No estoy planteando que tener catorce hijos sea lo normal. Ni pretendo juzgar a las familias que, como mis propios padres, tengan pocos hijos o no los tengan. Las circunstancias sólo las conoce cada uno y no es lícito juzgar las decisiones que se tomen en conciencia, Tampoco se puede decir un número ideal de hijos, porque eso sería entrar en el cálculo. Pero la situación que tenemos en España y en Europa no se resuelve teniendo dos o tres hijos.


  18. En 20/12/2017 a las 22:49, El Español dijo:

    Sin entrar en detalles, siempre he pensado que bajo ese concepto de paternidad responsable (que en el mundo civil se podría traducir como planificación familiar), se esconde en realidad cierta falta de fe hacia la Divina Providencia. Como creyente no puedo más que pensar que, si Dios me da hijos, también me va a dar los medios necesarios para que los pueda criar y educar. En cambio, si voy poniéndole objeciones a la vida, que en definitiva puedo entenderla como creyente, como manifestación de Dios, en realidad estoy poniéndole objeciones a Dios.

    Ya digo, sin entrar en detalles aunque si queréis lo comentamos. Puede que sea algo talibán en esto pero es lo que creo.

     

     

    Pues pienso lo mismo que tú, estimado El Español. Efectivamente, "paternidad responsable" bien podría ser una traducción de la famosa "planned parenthood". A principios del siglo XX, los neomalthusianos publicaban en España una revista con el título de "Generación Consciente":

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    "Paternidad responsable" viene a ser un sinónimo de "generación consciente".  Estas revistas neolmalthusianas promovían también los métodos que hoy se conocen como "planificación familiar natural" en el ámbito católico.

    No pretendo enmendarle la plana a la Iglesia. Si la Iglesia dice que estos métodos son válidos o si maneja el concepto de "paternidad responsable", lo acepto; pero no dejo de señalar que, en mi opinión, en todo esto hay algo averiado que nos ha llevado a la situación actual.


  19. En 19/12/2017 a las 11:56, Bautista dijo:

    ¡Menuda joya…!

    Por cierto, en algún lugar, no recuerdo ahora dónde, leí un artículo donde se vinculaba  J.J. Esparza con el Yunque. Creo recordar, no estoy muy seguro, que era o en el informe de López Luengos o en algún artículo donde se trataba la sentencia de la jueza Castrillo ¿sabéis algo de eso?.

    Desde que se publicó "Complot contra la Iglesia", en tiempos del C.V.II, esa infiltración de ultra derecha no ha dejado de producirse. Si por la izquierda unos fueron ganando posiciones con la teología de la liberación, por la derecha otros lo han hecho con la teoría de la conspiración; esos han sido los dos caminos que tratan de llevar de nuevo a Cristo al Calvario. No nos engañemos, por muchos intereses ocultos o muchas infiltraciones judeo masónicas que puedan haber, el fin de todo ello no deja de ser el de romper la unidad de la Iglesia. Quebrantar la fe para mover a las almas hacia el servicio de unos u otros intereses. A fin de cuentas, Fariseos y Saduceos no han dejado de existir como formas de entender y dar culto a Dios, anteponiendo los intereses del hombre a los intereses de Dios. Y siguen estando presentes con otras denominaciones y variaciones, aunque con unos fundamentos que no se alejan mucho de los de aquellos que acabaron crucificando al Señor.

    No sé si Esparza está vinculado al Yunque. Desde luego el Yunque sí tiene participación en Intereconomía, donde Esparza tiene funciones rectoras. Y colaboración sí que la hay a muchos niveles, empezando por la constante promoción de la Alt-Right por parte de Actuall/HO, que básicamente toca las mismas temáticas que La Gaceta. Ejemplo de ayer:

    Lauren Southern, látigo de la progresía: Esto es lo que pasa cuando se demoniza la figura del padre

    Me parece muy interesante lo que comentas sobre la infiltración de la ultraderecha a lomos de la teoría de la conspiración. No se me había ocurrido plantearlo así. Pero me parece que tiene bastante lógica tu planteamiento. En la Nueva Derecha siempre han adoptado la táctica de infiltrar organizaciones e ideas ajenas. Teóricamente pretendían infiltrarse en los ámbitos de izquierdas para provocar una viraje a la derecha; en la práctica lo que han hecho es infiltrarse en la derecha para hacer que ésta adopte posturas de izquierda.

    Esparza y sus muchachos se infiltrarán en donde haga falta. Les da igual el PP que CEDADE.


  20. hace 11 horas, don Fernandito dijo:

    Este hilo podría combinarse muy bien con el sugerido por mí en el que se demuestre cómo jerarcas católicos de países focos de emigración se posicionan contra la pulsión emigrante.

    Es decir, el cuadro completo con que se manipula y recorta la posición de la Iglesia es más bien el siguiente:

    - en los países superpoblados con flujos emigrantes la Iglesia llama a la responsabilidad para no tener hijos sin ton ni son así como desaconsejan la emigración.

    - en los países gélidos y receptores de emigración, la Iglesia llama a ser piadoso en la acogida de los que, pese a las recomendaciones se lanzan sobre un espejismo paradisíaco, al tiempo que advierten del peligro antinatalista.

    Esa es la panorámica completa, el que diversos grupos de intereses cuartea con ánimo manipulador, pero que nos muestra una vez cuál es la única institución que vela por el bien común, el de todos, que no es otra cosa lo católico.

    Ese cuadro es el que, bien expuesto, aniquilará el discurso viciado de los indigenismo se de los pueblos ensoberbecidos o amedrentados.

    Como dice Francisco, el malo es el gran azuzador de este tipo de egoísmos.

    Os animaría a traer los enlaces que mejor demuestran lo expuesto.

    Como resumen: la Iglesia dice que la emigración masiva es perjudicial tanto para los pueblos emisores como para los receptores y apela a una paternidad responsable. No acepta la infecundidad ni promueve la natalidad desenfrenada, no fomenta la emigración ni la famosa "sustitución étnica".

    Hombre, yo creo que el concepto de "paternidad responsable" ya encubre una trampa que ha posibilitado que lleguemos a donde estamos hoy.

    En cuanto a la sustitución étnica, suponiendo que se dé, se daría por el abandono de los sustituidos. Es decir, primero decides no tener hijos y luego hay alguien que te sustituye. Primero te marchas y luego te sustituye alguien. El orden es importante. Los demagogos invierten el orden: según ellos, primero vienen de fuera y luego desaparecemos.

    Como no se ha cansado decir la Iglesia, la emigración no favorece a los países de origen, pues les priva de un capital humano muy importante para su desarrollo. Lo mismo sucede cuando, por ejemplo, muchos profesionales cualificados españoles se marchan a trabajar a Inglaterra. Esta emigración de sur a norte acaba favoreciendo al norte.


  21. Me parece una excelente idea que hayas abierto este hilo. El Papa acierta de pleno en esta cuestión. Y sorprende que ni siquiera cuando el Papa acierta le presten oídos esos que se dicen conservadores. En las palabras del Santo Padre está la solución al problema demográfico y al problema de la inmigración que tanto les preocupa algunos. Si fuésemos fecundos, tal como nos enseña la doctrina católica de siempre, no recibiríamos tanta inmigración. Pero estos conservadores sólo saben lloriquear como mujerzuelas y no plantean ninguna solución. Sólo quieren berrear un poquito para reclamar atención. Pero no quieren la solución, porque eso exigiría que se replanteasen su modo de vida y su fe malthusiana; por ello ni siquiera se toman la molestia de hacerse eco de las palabras del Papa.

    Aunque el Santo Padre se refiere a la fecundidad en un sentido más amplio, dejo tres noticias relacionadas con el tema:

    El noroeste envejece y se vacía mientras los jóvenes huyen a Madrid por trabajo - elEconomista.es

    Alerta roja poblacional - ESdiario

    Un demógrafo analiza el invierno demográfico de España: un problema de valores más que de dinero - ReL

    Éste es uno de los cuatro o cinco temas fundamentales que hay ahora mismo. Así que prometo tratarlo asiduamente. Perdonad que de momento no me extienda más.


  22. Pienso que España existía como unidad política en tiempos de los visigodos. Tras la invasión musulmana se rompió esa unidad y se tuvo que ir recomponiendo a lo largo de siglos. En el tradicionalismo generalmente se ha matizado que la unidad es a partir de Recaredo, pues él logra la unidad religiosa, que es fundamental en la configuración de una nación. Me parece bien ese matiz. Pero en realidad también la recompuso. Pues yo creo que ya teníamos cierta unidad cuando éramos una provincia del Imperio romano y éste asumió como oficial la Religión católica. Aunque éramos una provincia, ya ahí se sentaron las bases de España, que no deja de ser una hija de Roma, de quien tomamos lengua y religión. No en vano nuestro nombre viene de allí, a diferencia de Francia, que toma su nombre de los invasores germánicos.

    Más o menos se nos presentan estas opciones:

    1. A partir de la provincia de Hispania, fundamentalmente a partir de la conversión al catolicismo.
    2. A partir del Reino visigodo, fundamentalmente a partir de Recaredo.
    3. A partir de los Reyes Católicos.
    4. A partir de Felipe V.
    5. A partir dela Constitución de 1812
    6. A partir de la Constitución de 1978

    Las tres últimas me parecen inaceptables o peligrosas. Las tres primeras me parecen válidas. Aunque yo optaría por la primera: a partir de que la provincia de Hispania asumiese el catolicismo. Entonces la Península Ibérica dejó de ser lugar geográfico habitado por tribus dispersas. Entonces se dio una unidad política --aunque fuese como provincia de un imperio mayor--, lingüística y religiosa. Entonces nacía España. Sin menosprecio alguno por iberos y visigodos, cuyo aporte racial también fue meritorio.


  23. «La presencia cristiana en Tierra Santa está en serio peligro»

    Se marchan de Israel y Palestina empujados por el sectarismo y el sentimiento de rechazo

    Peregrinos nigerianos rezan en la gruta de la Iglesia de la Natividad, en Belén

    Peregrinos nigerianos rezan en la gruta de la Iglesia de la Natividad, en Belén - Reuters

    «Cuando los israelíes ocuparon la Ciudad Vieja en 1967 pasaron casa por casa para hacer un censo y nos dieron un papel para que, pasada una semana, fuéramos a recoger un documento de identidad. Era el cuarto documento para mi padre, que antes había tenido el turco, el británico y el jordano. Yo tenía entonces 13 años y mi padre, para enfado del soldado israelí, me mostró el papel y me dijo que yo vería un quinto documento», recuerda Harout Sandrouni en su taller de cerámica del barrio armenio de la Ciudad Vieja de Jerusalén, abierto desde 1983 y uno de los centros de referencia para los amantes del arte armenio. Dos semanas después de que Donald Trump reconociera Jerusalén como capital de Israel y anunciara el traslado de la embajada de Estados Unidos una mezcla de impotencia y malestar se ha instalado en casas como la de los Sandrouni, miembros de una minoría cristiana cada vez menos numerosa en Tierra Santa. «Todos pelean por los lugares santos, pero nadie puede pretender tener su control absoluto, diga lo que diga Trump. Israel afirma que esta es su tierra, pero a nosotros no nos quieren. No se puede ocupar tierra con gente a no ser que les eches o les mates», reflexiona con tristeza este artesano que «aunque amo profundamente Jerusalén, me iría mañana mismo».

    Pocas horas antes de su discurso sobre Jerusalén, los líderes cristianos de Tierra Santa, dejaron a un lado las diferencias internas entre comunidades y pidieron al presidente de EE.UU. que «nos ayude a todos a movernos en dirección a la paz y a un amor duraderos», una paz que «no puede ser alcanzada» si no se considera la ciudad santa como patrimonio «de todos». El Papa Francisco también solicitó a Trump «respetar el status quo» para evitar «nuevos elementos de tensión en un panorama mundial ya convulsionado». En la misma línea se pronunció el arzobispo de Canterbury, cabeza de la iglesia anglicana. Desde Egipto, el Papa copto, Teodoro II, rechazó reunirse con el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, que finalmente ha cancelado el viaje que tenía previsto a la región, en señal de protesta por la decisión Trump, que «no respeta los sentimientos de millones de árabes», y los caldeos de Irak también pidieron «respeto a las resoluciones de Naciones Unidas» sobre Jerusalén.

    Comunidad partida por el muro

    En la Ciudad Vieja de Jerusalén se encuentra el Santo Sepulcro y a menos de diez kilómetros, en Belén, la basílica de la Natividad. Los lugares santos se encuentran divididos por el muro levantado por Israel en 2004 y los cristianos que viven en Cisjordania, como el resto de palestinos musulmanes menores de 50 años, necesitan permisos especiales para poder acceder a la ciudad santa. Se estima que «el número total de cristianos en el territorio histórico de Palestina es de 170.000, de los que 120.000 viven en Israel y otros 50.000 residen en Jerusalén Este, Gaza y Cisjordania», según los datos del pastor luterano Mitri Raheb, que acaba de publicar el estudio «Cristianos de Palestina. Emigración, desplazados y diáspora» con la universidad Dar Kalima. Para este religioso nacido hace 55 años en Belén «nuestra simple existencia como cristianos es un inconveniente que imposibilita que el conflicto se pueda etiquetar de guerra religiosa entre judíos y musulmanes. No es un problema religioso, es un conflicto por la tierra y los recursos».

    El estudio, realizado en base a mil entrevistados en los territorios ocupados, 500 cristianos y 500 musulmanes, refleja que «el porcentaje de población cristiana es cada vez menor y hemos pasado de ser el 11 por ciento de la población en 1850 al 1,7 por ciento, hoy». En cuanto a los motivos para dejar Tierra Santa «los dos principales son la crisis económica y los problemas políticos, es decir, la ocupación. Aquí los problemas religiosos o de presión del islamismo radical como motivo para emigrar no son los más importantes para los encuestados». El padre Raheb lamenta que «Trump y Pence hablan de los cristianos perseguidos en Siria o Irak, pero se olvidan por completo de quienes vivimos bajo ocupación de Israel y no se dan cuenta que está en serio peligro la presencia cristiana en Tierra Santa».

    La tendencia a emigrar entre los cristianos de los territorios ocupados se extiende también a los que viven en Israel, «aunque en este caso no viven bajo ocupación y las condiciones económicas son mejores, pero eso no hace que no tengan en su mente el deseo de irse porque se sienten ciudadanos de segunda clase», apunta el padre Jamal Jader, del Patriarcado Latino de Jerusalén, que aclara que «es imposible tener cifras exactas de quienes se marchan, pero gracias a este estudio ahora sabemos la tendencia y el deseo de abandonar Tierra Santa».

    Presión de los cristianos sionistas

    Frente a este rechazo general por parte de la iglesia, la organización evangélica Cristianos Unidos por Israel (UCI, por sus siglas en inglés), liderada por el pastorJohn Hagee y con más de 3,8 millones de miembros en EE.UU., publicó un anuncio a toda página en The Washington Post de agradecimiento a Trump con el lema «nosotros y los millones de cristianos a los que representamos nunca olvidaremos tu acto de valentía». Este es uno de los grupos de presión más importante en el país y «Trump recibió el voto del 80 por ciento de la comunidad evangélica en las últimas elecciones, una cifra nunca alcanzada por otro candidato», según datos recogidos por The Washington Post.

    En opinión de la UCI, «el gran obstáculo para la paz hasta ahora ha sido el oscuro sueño palestino de que podían echar a los judíos de Jerusalén e Israel». Este medio se puso en contacto UCI para intentar recabar su opinión frente al rechazo general de la iglesia en Occidente y en Oriente Próximo a declarar Jerusalén capital e Israel, pero la respuesta fue negativa.

    Pueblos para la comunidad aramea

    Quien sí habla, y en voz alta, es Shadi Jalul, activista de la comunidad aramea de Israel e impulsor de un proyecto que persigue «la construcción de tres pueblos para la minoría aramea en Galilea porque esta es nuestra tierra y los cristianos israelíes tenemos una identidad propia, no árabe. Lo que propongo es una revolución y que, como los judíos, también los cristianos tengamos derecho a nuestro pueblo sin contaminación árabe. Lugares a los que incluso se podría traer a cristianos de Irak y Siria que buscan refugio». Jalul, católico maronita de 41 años y padre de dos hijos, fue el primer cristiano en convertirse en oficial del Ejército de Israel, con el que combatió en Líbano, acusa a los líderes de la iglesia de «debilidad» porque «tienen miedo frente al islam radical y por eso critican declaraciones como la de Trump. Además, saben que Israel, a diferencia de los terroristas, no les cortará la cabeza por decir cosas así. En este país hay democracia y todos somos iguales ante la ley».

    Jalul vive en Jish, al norte del país y muy cerca de la frontera con Líbano y Siria. Reza en arameo, la lengua empleada por Jesús, y lamenta profundamente que en Tierra Santa «los cristianos somos rehenes de los musulmanes y por eso se toman medidas como la de suspender las celebraciones navideñas en ciudades como Nazaret en señal de protesta por la decisión de Trump. ¿Alguien imagina los musulmanes cancelando un día de ramadán en solidaridad con los cristianos masacrados por el grupo yihadista Daesh en Mosul? Hay que decir la verdad de una vez y el mundo debe saber que vivimos oprimidos por la sociedad árabe, no por Israel».

    A la espera del cambio

    Alejado del debate político generado por Trump, Sandrouni prepara la Navidad y la llegada del nuevo año y ha colocado un timbre especial que arranca una serie de villancicos cada vez que un cliente se acerca al escaparate de la tienda. Un árbol iluminado preside la entrada y desde la cristalera principal, desde la que se divisa una de las rutas principales para llegar al barrio judío, ve pasar los días y observa los cambios que se producen en Jerusalén. «Amo esta ciudad, pero no me siento querido ni por mi propia iglesia, que tampoco se esfuerza en exceso porque sigamos aquí y por eso no quedamos más de 700 armenios. Ya me he sacrificado bastante, ¿para qué seguir?», se pregunta este artista en mitad de una tienda repleta de pequeñas obras de arte con colores y dibujos que solo pueden salir de sus manos. «Mi última esperanza es esperar el quinto papel del que habló mi padre en 1967 porque esto es Tierra Santa y la historia nos ha enseñado que las cosas cambian, sobre todo en Jerusalén».

    http://www.abc.es/internacional/abci-presencia-cristiana-tierra-santa-esta-serio-peligro-201712170211_noticia.html

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