Español

Mas o menos de acuerdo Gerión, pero esa propagación hacia el "Holos" griego que mencionas, y que de alguna forma me parece entender que estarías empleando para definir a Dios, no existe como tal te lo he entendido. Precisamente la fe católica lo que enseña es lo contrario, que no es el hombre el que se expande hacia Dios, sino Dios el que se hace pequeño para llegar al hombre. Es decir, el catolicismo no es una voluntad humana de propagar ideas, acometer imperios, unificar culturas o reconciliar religiones, sino una voluntad superior, que da forma al deseo humano de dominio y le impulsa a acometer esas metas en la medida que permiten manifestar la sustancia fundamental de la que esta hecha el alma católica. Cuando hablamos de catolicidad, estamos hablando de un ser sustancial, que opera por encima del ser accidental humano. Entender esto, que es racionalmente posible al margen de la religiosidad de cada uno, es imprescindible para comprender por qué la revalorización del catolicismo, es tan fundamental para la hispanidad.

Porque la grandeza que el mundo ama es la que se puede sentir y palpar, y en nuestro caso se suele hablar de una grandeza pasada que, aunque existente, es de dificil comprensión y sentimiento por quienes se dejan guiar por los meros impulsos. Hace falta una reflexión profunda que lleve a admirar la grandeza aún existente de nuestra cultura, de lo que en realidad seguimos siendo, pero la dinámica materialista y consumista del mundo la impide. Desde la perspectiva de la fe es posible pero cuando la fe que impulsó dicha grandeza desaparece, lo que queda es el yo abatido e imperceptible.

Yo sigo insistiendo en que ese reposicionamiento debe pasar sí o sí por una revalorización de nuestros principios católicos fundamentales, que son la raíz de nuestras conexiones con el resto de las naciones. Estoy absolutamente convencido de que el destino de las naciones, a largo plazo, pasa por su definición con respecto a Roma, que es a Ocidente lo que España a América. Y su importancia me la confirma el ataque continuado que está recibiendo el actual Papa, hispano de entendimiento, piamontés de corazón y estratega Jesuita, que sin que se note mucho está remodelando en cambio muchas de las lineas geoestratégicas internacionales que hasta antes de su llegada parecían selladas, y que ahora se abren a nuevos horizontes, como por ejemplo el acercamiento de posiciones entre las tres grandes religiones, el rebajamiento de la tensión entre los dos grandes bloques africanos, la apertura cubana y la reconciliación de posturas en hispanoamérica, o más recientemente el cruce de la gran muralla china, que no deja de ser la penetración dentro del mayor bloque poblacional del mundo, cerrado a la espiritualidad que ha dado origen a nuestro actual sistema de valores. Es posible que para el profano, todo esto puedan suponer minucias intrascendentes de la Iglesia, pero si se valora desde el punto de vista de la importancia que tiene para las relaciones internacionales, este Papa sea posiblemente uno de los que más está influyendo en la geoestrategia de las naciones en la historia moderna, más allá de la simple tarea evangélica, que por otra parte también está siendo muy activa y expansiva. De ahí que tenga también tantos enemigos. Insisto, nuestro futuro no pasa por un neorromanticismo que nos retrotraiga a la añoranza de lo perdido en el XIX, sino a una revalorización de lo que aún mantenemos en común con otras potencias, y nos ha fundamentado desde siempre, que nos lance a la reconquista del XXI. «España, evangelizadora de la mitad del orbe; España martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio...; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad; no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los arévacos y de los vetones o de los reyes de taifas. A este término vamos caminando más o menos apresuradamente, y ciego será quien no lo vea». La fe y la lengua son la base de lo que somos. Esa frase de D. Marcelino Menéndez Pelayo sigue siendo hay tan valida como el día en que se escribió. "España martillo de herejes y luz de Trento", pues en el entendimiento de las cosas y de la fe que permite nuestra lengua española, por estar construida sobre la base de las tres grandes culturas, se hallan las respuestas a las diferentes herejías (ideologías) que dominan el mundo compitiendo con la fe católica. "Espada de Roma y cuna de san Ignacio", pues en la pasión que nos caracteriza, cuando es animada por la fe, se encuentran la fuerza y la inteligencia necesarias para extender el ser sustancial que nos fundamenta por todo el orbe. Esa fué nuestra grandeza y lo podrá seguir siendo mientras no perdamos nuestra fe y nuestra lengua. Los principales ataques que ha recibido la hispanidad, su lengua y su fe, demuestran que son la clave de nuestra unidad, y también de nuestra existencia. Nuestras dos únicas posesiones universales son nuestra fe y nuestra lengua, y solo en ellas están las claves para poder proyectar de nuevo nuestro destino universal.

Yo pienso que el problema es que España dejó de ser soberana ya hace algún tiempo, desde el momento en que sus directrices políticas y económicas dependen del dictado exterior de Bruselas. Por eso pienso que nuestros gobernantes, aunque revestidos de una supuesta legitimidad democrática, no dejan de ser los "gobernadores regionales" de los diferentes grupos de interés que gobiernan Bruselas, con casi nula capacidad de maniobra en lo sustancial y revestidos de una impunidad casi absoluta respecto a sus actos ya que por la lógica de la democracia, los españoles con nuestros votos somos en realidad los responsables de cualquier cosas que en materia política o económica nos pueda pasar. En definitiva, pienso que nuestra democracia es poco más que una muy bien organizada obra de teatro virtual, que nos permite tener la sensación de paz y autogobierno aunque en realidad está orientada a proteger los intereses del mercado europeo que queda fuera del juego democrático. Y que la paz y la bonanza que disfrutamos no depende realmente de nuestros actos sino de la voluntad que rige nuestro destino en dicho mercado. Siento ser tan pesimista pero así es como yo lo veo, y por eso entiendo que no puede haber ningún ministerio de esas características, ni muchas otras cosas que puedan permitirnos nuestro desarrollo y responsabilidad, porque la geoestrategia de Bruselas no pasa porque España sea fuerte en Europa ni en América, así de sencillo. A Europa le interesa una España débil y sometida a sus intereses, aunque unida y estable ya que somos la cuarta potencia económica y geográfica del continente incluyendo a los británicos, y por tanto uno de los principales mercados interiores y uno de los grandes clientes financieros de los bancos e instituciones que operan en Europa. El hecho de que seamos la potencia con el mayor déficit económico continuado de todo el continente, a excepción de Malta, demuestra que existe una voluntad política específica en mantenernos postrados ante Europa. Pero es que además, de otro lado tenemos a potencias exteriores como Rusia, a quienes también les interesa una España débil y además fragmentada ya que es la vía más directa para debilitar a Europa y ejercer así su soberanía sobre los intereses de este lado del continente euroasiático, y también porque es la vía natural para consolidar sus intereses en hispanoamérica y ejercer así algún control sobre lo que ocurre en aquel continente. De alguna forma, al ser una de las pincipales potencias del mercado Europeo y cabeza de puente con América, actualmente uno de nuestros principales peligros exteriores podríamos considerar que son los rusos y por tanto, estos tampoco van a permitir que en nuestras políticas haya ninguna figura que permita ejercer algún tipo de influencia sobre nuestros hermanos del continente americano así que, ya se encargarán de dificultar cualquier iniciativa que redunde en ello como pueda ser ese ministerio que señaláis, que se desactiva promoviendo aquí todo tipo de tensiones y divisiones ideológicas, políticas y sociales, mediante la acción de la propaganda y la injerencia en grupos de opinión. Y finalmente también tenemos a los USA, a quienes tampoco les interesa una España fuerte que pueda influenciar en el mundo hispano por ser el principal rival potencial de su hegemonía continental. Ni tampoco una Europa demasiado fuerte que pueda rivalizar con ellos en los mercados, aunque lo suficientemente fuerte, aliada y estable como para frenar la expansión de los intereses rusos y permitirles seguir operando en suelo extranjero. Estos juegan a mantener un equilibrio mucho más delicado, aunque en todo caso desfavorable a nuestros intereses en el sentido que se propone en este tema. Así que, difícil lo tenemos desde mi punto de vista, y no tanto por nuestra debilidad sino por la magnitud de los intereses que operan contra nosotros. Por eso sigo pensando que la única esperanza que le queda España sigue siendo su fe católica, ya que sus principios nos permiten una proyección, una libertad de acción y unas alianzas, mucho más fuertes y universales que las que de forma natural nos puedan permitir cualquier otro tipo de intereses económicos o geoestratégicos que como nación podamos valorar. El infinito error de nuestras clases políticas y dirigentes, fue desposeernos de lo que realmente nos hacía grandes, y su gran pecado, el de contribuir con los enemigos de la hispanidad y la cristiandad a sembrarla de ideologías e intereses que han acabado por dominarla, con nuestra nación al frente pues, nunca hemos dejado de ser la cabeza de todo el resto del cuerpo hispano y así estamos, postrados y con la frente, España, pegada al suelo. A la pregunta del tema: ¿Debería España tener un Ministerio o un Instituto dedicado exclusivamente a las comunidades españolas en el exterior? Sí, debería, pero existen demasiados intereses que nos obligan a permanecer mirándonos el ombligo y hurgando en nuestras heridas.

Me identifico con bastantes de las cosas que se dicen en la presentación de esa entente de partidos, sobre todo con mucho de lo que dicen ambos representantes de Falange y FE-JONS, aunque no tanto con el de AE, y casi nada con lo que dice el representante de DN que me parece el más demagógico de todos. Sin embargo creo que, en general, el proyecto presenta el mismo problema que para mí tienen Vox u otros grupos europeos, cada vez más unificados en torno a ese mensaje de identidad racial, anti-islámica y xenófoba que se presenta como eje fundamental y vertebrador de sus discursos, y que supuestamente estaría promoviendo también "El Movimiento" del tal Bannon y los intereses que puedan haber detrás. No sé si este proyecto pretende también confluir en esa línea, aunque a decir del representante de Democracia Nacional, lo pareciera. En todo caso decía que me parece demagógico porque es precisamente esa identidad cultural que dice defender, la que desaparece en cuanto la mezclas con conceptos que le son ajenos. Me explico, en el caso de la tan "manoseada" identidad cristiana, ésta se pervierte y deja de serlo en el momento en que la mezclas con la idea de limitar la ayuda social solo al nacional, y cuando se señala al extranjero como a un invasor que supone el mayor de los problemas para los españoles, ya que no es así pues, el verdadero problema es al abandono propio de la moral y los principios y virtudes cristianos que permite al extranjero consolidar su moral y principios en nuestra propia casa. Y cuando hablo de extranjeros no me refiero solo al mundo islámico. El cristianismo, al menos el católico que es el que ha dado identidad a España, es universal y por tanto incluyente, a diferencia de ese otro nacionalismo racial, excluyente, euroexcéptico y de origen protestante, al que parece que se suman todos estos grupos ahora, de cara a las próximas elecciones europeas. En España siempre tuvimos claro que, cualquiera podía ser acogido como español si abrazaba la fe católica y la fidelidad a la corona, y con ese mismo principio conquistamos medio mundo y universalizamos nuestra cultura. Pretender ahora que lo español es levantar muros y ver al otro como a alguien a quién hay que despreciar, no forma parte de nuestra cultura ni de nuestra identidad histórica. Y esto entronca con el otro mensaje vertebrador de ese proyecto, el antieuropeísmo del que también difiero. No porque no comparta que la actual Europa mercantil sea un fraude que nos está hurtando identidad y soberanía, sino porque creo realmente que la ruptura de la Unión Europea no nos puede traer nada mejor de lo que ya tenemos, sino una situación aún peor para todos los españoles y en general para Europa, ante el dominio de los intereses de los grandes bloques americano y asiático. Creo sin embargo que el camino es el contrario, es decir, la verdadera identidad europeo-católica debería considerar la reconquista de las instituciones Europeas para expulsar de su seno los intereses (principalmente económicos del mundo protestante anglo sajón) que han pervertido el proyecto histórico de naciones cristianas herederas de Roma, y que desde siempre han sido fuente de divisiones, disputas, guerras y confrontaciones de todo tipo. La DSI debería ser la base de las políticas sociales de cualquier grupo que pretenda hacerse un hueco en el tejido social cristiano, y eso está reñido con populismos de corte nacionalista, que debilitan Europa frente a los intereses protestantes y de otras culturas que buscan su hegemonía, porque en el fondo seguimos inmersos en una guerra de religiones y de supremacía de unas determinadas corrientes ideológicas y cosmovisiones, pervertidas o contrapuestas a la cosmovisión católica que ha fundamentado Europa y Occidente. En definitiva, tanto el proyecto de Bannon, como la confluencia de todos estos grupos en esa idea identitaria y antieuropea, lo que en realidad producen es la pérdida de nuestra verdadera identidad y cultura, y el sometimiento de los europeos afines a los verdaderos intereses extranjerizantes que hay detrás de la intención de debilitar y dividir a Europa. Si el cristianismo primitivo hubiera luchado contra Roma en lugar de conquistarla, hoy probablemente seguiríamos ofreciendo sacrificios a los dioses o venerando vírgenes vestales, que es al parecer lo que pretenderían algunos de esos movimientos identitarios a los que tan alegremente se suman todos estos grupúsculos nacionales en un claro error de estrategia política desde mi punto de vista. Finalmente, y en cuanto a lo que se refiere al discurso anti inmigracionista, reproduzco a continuación un artículo publicado por la Vanguardia este pasado mes de agosto, donde se analiza la evolución del tema inmigratorio en el debate público, y donde se puede ver que, al menos en España, el problema está siendo sobreexpuesto artificialmente, de manera que beneficie determinados intereses políticos en lugar de responder a una verdadera inquietud social. Es decir, lo que entresaco de leer este artículo y de mi propia experiencia en Cáritas desde la primera década de este siglo, atendiendo a nacionales y extranjeros es que, el tema de los inmigrantes, lejos de ser hoy un grave problema en España de primera magnitud, como se está difundiendo en esos mensajes, se está utilizando artificialmente en cambio para fomentar un discurso social que sea capaz de movilizar votos en beneficio de determinados intereses ideológicos y de partido que, por estar fomentando ese discurso de odio latente hacia el extranjero, quedan en entredicho como opción moral a considerar en unas próximas elecciones. No niego que la inmigración sea un problema, y lo tiene que ser principalmente para el inmigrante que se tiene que ver fuera de su propia casa y cultura, pero ni es el principal problema que tiene España como para movilizar el voto y la aversión de millones de personas, ni se soluciona levantando muros y expulsando extranjeros, ni tampoco abriendo las puertas y allanando el camino de quién quiera venir en cualquier número y condición. El problema de la inmigración se resuelve, a mi juicio, con políticas de cooperación, pacificación y ayuda al desarrollo de los países donde se originan, y de otro lado con políticas internas que eduquen y obliguen al inmigrante a asumir completamente la cultura, costumbres y forma de vida propia de la nación que les acoge. Por supuesto también con un buen control de fronteras capaz de discernir los verdaderos motivos e intereses de aquellos que llegan de fuera. Pero en todo caso no solo con personas procedentes de fuera de la UE sino también con los propios europeos, que en muchas ocasiones llegan con intereses que no son beneficiosos para los españoles, más allá de las rentas que puedan proporcionar. En definitiva, el discurso identitario y anti inmigracionista, puede conllevar una mayor pérdida de la verdadera identidad cultural patria y más dependencia de los intereses extranjeros. Y la deriva en esa línea que están tomando los sectores, digamos patrióticos, solo puede llevarnos a consolidar los sentimientos de patriotismo chico que siempre han estado en contra del sentido y sentimiento universal que ha caracterizado nuestra cultura e identidad.

¿Qué ha ocurrido?

Yo tampoco conocía a este autor y me parece interesantísima tu reflexión por cuanto conlleva considerar el gran legado que, por causa del leyenda negrismo, estamos desperdiciando. Gracias a los constantes aportes a este foro que entre todos vamos realizando, más las busquedas particulares de información que surgen como consecuencia de esto, estoy descubriendo "un nuevo mundo" en Hispanoamérica que desconocía completamente aunque el "Nuevo mundo" fuese ya descubierto por nuestros padres hace siglos.

El problema es que esas décadas que han estado implementado la política del hijo único, han generado unos desequilibrios sociales y económicos que ahora deberán afrontar, y aunque le hayan dado la vuelta a la tortilla, los resultados que salgan como consecuencia de la nueva situación, no se sentirán hasta dentro de otras décadas. La planificación social del comunismo/socialismo siempre me pareció atroz.

The movement Volviendo al protagonista del hilo, reproduzco un perfil suyo publicado por el Huff Point, que me parece interesante recoger aquí. Marco en negrita lo que me parece de interés para conocer al personaje y enlazo algunos otros datos con informaciones de terceros que he buscado para contrastarlos: Supongo que una de las claves del personaje la da Ben Saphiro cuando describe a su antiguo jefe como alguien que desea complacer a antisemitas y nacionalistas blancos con tal de "hacer una causa común con ellas para transformar el conservadurismo europeo en populismo nacionalista de extrema derecha". Los contactos mantenidos en España y la propia deriva de algunos sectores del tradicionalismo español hacia posturas identitarias, estaría confirmando esa línea de trabajo del susodicho. "The Movement" podría ser por tanto considerado como un caballo de Troya, especialmente pernicioso en el sector conservador católico, que le habría abierto las puertas dada la cercanía del lider con los sectores ultra católicos de USA y que le estaría permitiendo influir en dicho ámbito, en principio para dirigirlo hacia esa confluencia ultra en las elecciones de 2019, aunque en definitiva para paganizar las raíces cristianas del pensamiento de muchas de las personas afines a ese sector.

Ya bueno, pero la referencia al humanismo cristiano la hace como característica de nuestra cultura, igual podría haber dicho que somos guapos y valientes, y valdría lo mismo. El PP también hacía mención de ese humanismo cristiano en sus estatutos (para captar voto católico) y luego míralos. Precisamente la canallada es esa, transformar la fe católica en un humanismo característico aunque no fundamental, que permita lograr la complicidad del creyente pero al mismo tiempo sustituirle su propia base moral por la ideológica del partido. Por eso me ha parecido tan demagógico.

En parte tiene razón, aunque no creo que el 90% de los españoles sea así. Estoy convencido de que existe una gran mayoría de Españoles que, con fe o sin ella, cuando hace las cosas no las hace por simple interés, ni tampoco por cojones, sino porque sigue existiendo una reflexión moral sobre las cosas, inercia de la fe católica que ha fundamentado nuestra cultura, que impulsa a hacerlo de una determinada manera y no de otra, aunque cada vez se esté perdiendo más esa inercia en detrimento de nuestra propia cultura. No voy a negar que seamos muy pasionales, de alguna manera el "cojonudismo" va por ahí, pero también somos muy firmes en nuestras creencias cuando nos ponemos a defender algún bastión que consideramos justo y verdadero, y eso es más una herencia de la fe y la cultura que de la testoterona. Reverte solo es otro promotor más de ese estado de amargura siempre presente en la izquierda patria, que nunca está a gusto con nada, ni lo estaría aunque las cosas fueran de otra manera ya que su inconformismo no viene de la situación a la que supuestamente han llevado a España aquellos a quienes señalan con el dedo acusador, sino de la situación a la que ellos mismos han llevado su propia alma en estado de rebelión permanente.

Los conflictos lingüisticos, hoy por hoy y le pese a quién le pese, solo existen porque existe un interés en promover la división y la tensión entre españoles, y así sacar beneficio partidario del bien común. No son más que una consecuencia de la política de partidos imperante, es decir, de una política mezquina que solo busca el beneficio de partes en perjuicio del bien de todos. Nuestras lenguas regionales siempre han existido y han llegado a ser incluso más grandes e importantes de lo que son ahora, pero no eran parte de nuestras divisiones sino de nuestras glorias, por lo menos hasta que pasaron a ser una cuestión política. Ahora forman parte del juego de dividir y azuzar tensiones para pescar votos y partidas presupuestarias, y en la medida que se fomenten esas tensiones, se fomentaránn casos como los de esa noticia, que simplemente refleja la miopía cultural de esa maestra, seguramente aleccionada ideológicamente en alguna universidad pública, que son la base de muchas de esas tensiones y divisones.

Lamento disentir pero a mí la charla del video me parece demagógica desde el primer minuto. Los primeros veinte solo preparan los otros 30, sin más. El final estratégico es llevar el pensamiento de esos chavalillos hacia el identitarismo europeo, que es hacia donde se dirige el propio partido. Sinceramente me parece bastante lamentable y canalla. Hablan mucho de libertad, solidaridad, identidad, patriotismo, del odio de los que no aman a España, o de lo grandes que hemos sido en otros tiempos, pero en ningún momento hace siquiera una mención indirecta de lo que verdaderamente hizo grande a España, su fe católica, ni de los principios y virtudes consustanciales a dicha fe que hicieron grandes a los españoles. Ni tampoco confiesa que en gran medida, el pensamiento identitario que subyace en ese discurso, se fundamenta también en el odio y la insolidaridad hacia los que no son de la tribu. En definitivas cuentas, no veo una gran diferencia entre votar Podemos o votar Vox, solo son dos caras, aparentemente opuestas, pero de una misma y falsa moneda.

Os dejo un estupendo video que he encontrado hoy, donde se hace un resumen de la historia de España a través de las diferentes banderas, escudos y símbolos nacionales que la han identificado. El final es muy bueno y contiene un mensaje que debiera difundirse.

No creas, tampoco soy yo ningún gran entendido, solo aficionado, y de oído pues, aunque me hubiera gustado mucho aprender música y sobre todo piano o guitarra, no tuve la oportunidad de hacerlo. Pero me he criado escuchando este tipo de música y para mi es muy especial, aunque no tengo reparos con casi ningún tipo de género musical. Creo que la música es un lenguaje universal.

Gerión, te devuelvo el hilo con esta estupenda "Folía" interpretada por el maestro Yepes Es que la guitarra española es una de mis debilidades, tanto clásica como flamenca.

O algo mucho más clásico e increible, "Las cantigas de Santa Maria" compuestas por el Rey Alfonso X el Sabio, e interpretadas por el inigualable Narciso Yepes con su guitarra de diez cuerdas:

Y por supuesto no se puede olvidar al mejor guitarrista de todos los tiempos, Paco de Lucía, interpretando también una de las composiciones más universales que haya dado la música española en toda su historia: "El concierto de Aranjuez", de Joaquín Rodrigo.

De nuevo otra intepretación de uno de nuestros mejores pianistas internacionales, Luis Fernando Pérez, interpretando esta vez a Enrique Granados en "Andaluza", de la obra "Danzas españolas". Quizás una de las más conocidas internacionalmente.

Atención a esas manos que son imagen viva del virtuosismo español musical. De nuevo el maestro Albeniz interpretado por Luis Fernando Pérez, en su pieza "Asturias".

Otra maravilla de Isaac Albeniz: "Malagueña"

O esta preciosidad del maestro Albeniz, "Granada". Una composición íntima y llena de sentimientos, olores, sabores, colores y recuerdos no vividos de una España universal y única que ojalá algún día vuelva a resurgir. Perdonadme que me ponga tan así pero es que me he criado escuchando este tipo de música en casa y de alguna manera forma parte de mi propia personalidad.

La habré escuchado diez mil veces desde niño y aún se me ponen los pelos como escarpias al oirla. "Canto a la espada", de la Zarzuela "El huesped del sevillano", Jacinto Guerrero, J.Ignacio Luca de Tena y Enrique Reoyo:

La revoltosa, de mi paisano Ruperto Chapí:

No me refiero al folclore. Lo decía porque uno de los periodos de mayor importancia y universalidad de la música hispana, junto a la barroca renacentista que está recopilando Gerión, es la del nacionalismo musical (o neotradicionalismo) que se da entre el S.XIX y el XX, pero que coincide con las independencias americanas por lo que poco quedaba ya del viejo Imperio o la Corona. Sin embargo hay un buen número de autores españoles y americanos de renombre que, si bien ya no eran todos españoles por lo comentado, si que supieron responder al romanticismo alemán imperante de la época, para "re-universalizar" de nuevo la cultura hispánica a través de su música. Ahí tenemos a Felipe Pedrell, Barbieri, Albéniz, Falla, Granados, Rodrigo o Turina aquí en España, o a Carlos Chávez, Silvestre Revueltas, Antonio Estévez o Manuel Ponce entre otros también muy conocidos en America, aunque por allí me pierdo más. Personalmente es el periodo musical que más me gusta de nuestra música. Y por supuesto nuestra clásica y querida "Zarzuela", que es todo un género musical propio.