No me suele gustar lo que escribe Juan Soto Ivars, pero en este caso creo que acierta de pleno y merece compartirse en el foro su artículo, que no sólo habla de los viejos y de los desprecios que sufren.
También habla de los eufemismos y de cómo sirven para detectar a grupos discriminados (en el momento que aparece un eufemismo es porque la sociedad siente repulsión ante lo que designa la palabra); de la idolatría de la juventud por razones consumistas; de cómo el desprecio por los viejos tiene mucho de desprecio por los pobres y de huida de la muerte; de cómo esta necesidad de estar siempre joven, para mantenerse dentro del "mercado", impone un yugo terrible sobre la sociedad.