Carlos Marín-Blazquez publica un brillante artículo sobre la mentira en la revista digital La Controversia. Esta revista se ubica políticamente en el campo conservador y probablemente afín a Vox. Carlos Marín-Blazquez no pone ningún ejemplo concreto, con lo que bien podría referirse exclusivamente a las mentiras de la izquierda, pero en alguna frase da a entender que es cada vez más amplio el espectro ideológico afectado por esta carcoma, que corrompe todo lo que toca y que debilita el tejido común de las sociedades hasta hacerlas inviables.
Me parece una reflexión muy lúcida por parte de Carlos Marín-Blázquez y le honra que la haya publicado en una revista de derechas, que parece el sector ideológico más afectado por esta carcoma moral en los últimos tiempos. Considero que es uno de los temas más importantes de nuestra época: el avance de la mentira, facilitado de manera extraordinaria por internet, y la capacidad de este pecado para corromper, desmoralizar y cuartear sociedades. En definitiva, el poder destructivo de la mentira y la liviandad con la que amplios sectores ideológicos y sociales se viene entregando a ella, debilitando así la nación.
Más adelante quizá ponga algunos ejemplos de esta aceptación complaciente y cínica de la mentira por parte de muchas personas y de cómo esto va erosionando la nación española.
Debo comentar que la frase que cita de Chesterton en realidad no es de este escritor sino de uno de sus biógrafos (Emile Cammaerts, The Laughing Prophet, 1937), que glosó así, con gran acierto, el espíritu de la obra chestertoniana.