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Publicaciones en foros publicados por BGA


  1. En 3/11/2018 a las 18:35, Hispanorromano dijo:

    La CTC premia Elvira Roca:

    Premio Hispanidad Capitán Etayo, recibido junto a Elvira Roca | Anotaciones de Javier Barraycoa

    Y le concede una entrevista a Ahora Información:

    Imperiofobia y leyenda negra de Elvira Roca Barea, éxito comercial y académico al mismo tiempo – Ahora Información

    Elvira Roca recoge el premio:

    Me parece un detalle que Elvira Roca recoja el premio y no tenga problema en tratar con la CTC. No todos los escritores en el candelero harían una cosa así.

    Y por la parte de la CTC me parece un gran acierto premiar a Elvira Roca obviando las diferencias ideológicas. Es bueno premiar a los que, aunque distantes en el terreno ideológico, han hecho méritos en defensa de España o de alguna causa justa.

    Algo parece que se mueve de manera poco acostumbrada. Ya veremos si es suficiente o no llega tarde, pero no cabe esperanza alguna mientras el tema de discusión sea sobre nuestra casa común, su razón de existir y el modo en que podemos habitarla.

    Tras tanto fuego, lluvia, heladas, frustración y perdimiento, quién podría negar que en un futuro no muy lejano la España que nos suceda no acabe construyéndose contra Europa a partir de sus propias ruinas...

    Lo han dicho muchos grandes, el último que yo sepa G. Bueno: España necesita un proyecto común que mire al exterior. Tengo para mí que el español tiene de quijotesco el ponerse del lado de las causas perdidas y de desfacer entuertos. Imaginen qué podrá pensar un español cuando comprenda que en esa guerra contra la injusticia se halla su propio país, su memoria e incluso su hacienda.

    La España Real y realista, que habitualmente se dedica a sus menesteres de subsistencia, deberá comprender que para seguir subsistiendo, tiene que derrotar del modo que sea a esa otra bastarda cuyo idealismo alimenta "realmente" a quienes han prometido venganza por haber creído y luchado por un Dios equivocado...


  2. Mucho me temo que quienes predican desde páginas supuestamente católicas la infiltración judeo-masónica en la Iglesia, son verdaderos agentes judeomasónicos vestidos de católicos.

    Todo esto lo veo como una partida de ajedrez entre "dos poderes" donde la Iglesia ha sido invitada a mover ficha mientras todos observan y son adiestrados para comprender que todo movimiento que haga le  llevará a sufrir un jaque mate... mediático. No son las obras lo que importa sino la interpretación de las intenciones. A tal punto hemos llegado de intoxicación mental y moral, y la Iglesia, con más razón incluso que otras organizaciones e incluso individuos, sufre en primera línea este acoso de los "fariseos".

    Dicen que el diablo sabe más por viejo que por sabio... Sorprende el modo en que su viejas estrategias sigan pareciendo nuevas a cada generación en cada época.

    Pero cuidado. Probablemente el mayor peligro de todos no sea ese ataque sino que perdamos la inocencia, o la ingenuidad o como ustedes prefieran llamar a la confianza, pues cuando ésta desaparece la única certeza, sino la última, es rezar y rogar a Dios por su Iglesia y por toda la humanidad pues está claro que el premio de acabar con el cristianismo no sería tan admirable si no es mediante el cobro de todas las almas que habrán quedado sin aliento ni sustento.

    En un cambio de paradigma que probablemente no tenga igual en la historia por su dimensión global, es más necesario que nunca tomar aliento y sustento en la inspiración cristiana.

    Vienen curvas amigos.


  3. A la velocidad que va todo, la diferencia es las prisas de unos y otros por "resolver el problema". Unos quieren la ruptura como solución de nuestros males y otros la disolución en el océano europeísta. El poli malo que resulta ser el nacionalismo periférico contra el poli bueno que después de dorarnos la píldora no estregará "enteros" a Bruselas. Nunca un cacique hubiera soñado mejor manera de legitimar sus inclinaciones que imponer -con el ferviente apoyo de tantos patriotas- su señorío sobre un cortijo que dejará ridículo al cortijismo sureño.

     


  4. Es un tema delicado, pues cuando al fin viene alguien a "hacernos crecer cuatro centímetros" (como dicen que le dijo un lector mejicano a Doña  Elvira), resulta que carga las tintas contra una de las dos patas de la Hispanidad. Hay cosas que no se pueden decir tan "francamente" cuando el ambiente no es el adecuado y cuando se trata de la Iglesia, lleva sin serlo demasiado tiempo. Así, toda crítica que pudiera ser entendida como un error humano fruto de la ambición y porqué no decirlo, de ese no querer dar un testimonio demasiado favorable a un país concreto dada su misión universal, vuelve por sus fueros anticlericales que nos pone de nuevo en la tesitura de "o ellos o nosotros"...

    Acusa a la Iglesia de habernos dejado sin referencias y eso solo lo puedo entender en quien la entiende como una "utilidad" de propaganda, de creación de mitos. Entonces, me pregunto ¿en qué cambiaría un sentimiento de orgullo español de otro que proceda de esos nacionalismos que tanto la irritan?. ¿No estaría fomentando un nacionalismo de "escala" en el que es bueno el grande pero no el chico?.

    A mi juicio la solución "pasa por las estrellas", es decir, está fuera de ese racionalismo de causas y efectos que le caben en la cabeza a las personas, como si todo tuviera un porqué, una explicación más o menos verosímil. Tal como lo entiendo, "no entienden nada".

    Un católico convencido y practicante (es importantísimo renovar "el pacto"), sabe distinguir todas esas cosas: su nación, su trayectoria, así como la trayectoria de la Iglesia. Siendo así, es posible que entienda con más calma, sin la necesidad imperiosa de concretar ningún propósito ni ningún plan de acción, que hay sutilezas ligadas a la Fe que van mucho más lejos que la "necesidad" de los mitos. De hecho, si me lo permite, uno vive "el mito de los mitos" en un solo mito y resulta tan inagotable en su acción que uno acaba comprendiendo que un intenso caminar inspirado en esa grandeza, es prácticamente obtener resultados inmediatos y constantes, y puesto que el futuro es incierto, es (como dijo el otro día El Español), la garantía de estar en al Verdad sin esperar a comprobar sus resultados.

    Desde esa perspectiva del misterio de Dios en nosotros, es más fácil entender el misterio de Dios sobre nuestra patria, la cual no necesitaría de beneplácitos ni consideraciones sino que se abastecería por sí misma de cuanto necesita. Así se hizo en aquella gloriosa España: nunca se dio la espalda a la Iglesia porque era parte esencial de la Iglesia y las cosas en familia se resuelven de otra manera.

    Hoy la cosa es muy distinta y formalmente nuestro país se ha alineado con "otros poderes" que ven a la Iglesia como una invitada de piedra incómoda y desagradecida. Aún sin poder negar que esa crítica sea válida, si niego que sea fundamental resolverla públicamente (como dice Gerión) y mucho más que su resultado sea el oportuno dado lo que se reclama. Considerar que la Iglesia sea tan decadente y que simplemente reacciona sin alguna iniciativa a todos los restos que le impone el mundo moderno, creo que no es un análisis muy fino pues de alguna manera ello constataría que ha quedado en un tizón que apenas calienta entre cenizas muertas y que Cristo no nos dijo la verdad....

    Empiezo a pensar que hay una masonería "patriótica" que pretendería poner a nuestro país en un situación mejor de cara al concierto global y ello no me impide pensar al mismo tiempo, que les va en el sueldo y en el interés personal que tal cosa se haga de esa manera. Pero es como un "resucitar" para volver a morir en la orgía mundialista.

    En todo caso, prefiero pensar en "sinergias" pues de algún modo esa recuperación del orgullo hispano, ¿quién puede afirmar que no redunde en el "regreso a casa"?. Nuestro mejores pensadores clásicos eran católicos y su obra tiene esa inspiración. ¡¡Qué diferente ha de ser cuando la gente que empieza a valorar las gestas de los nuestros, acabe preguntándose el grado de implicación de su Fe como mucho más que un mito o una referencia cualquiera!!. 


  5. He leído el hilo entero y os felicito por lo ameno, entretenido y jugoso que resulta leeros. Respecto a Mateo77 y las dudas que algunos os habéis planteado, yo no las tengo. A menos que se me escape algo, creo que lo que hace es limitarse a ofrecer su idea sobre el NOM y en mi opinión con mucho acierto, Además incluye como subproductos del mismo precisamente a grupos que presumen de ser "la resistencia" cuando lo cierto es que imprimen una mayor velocidad al proceso.

    Respecto al NOM, decir que concuerdo con todas las definiciones porque pienso que son complementarias. La parte "nueva" quizás tenga que ver con que efectivamente es nueva para muchas personas que pensaban que el mundo se había detenido, cosa por otra parte muy normal pues predomina la percepción temporal de las cosas, que resulta plana y que carece de la profundidad de campo que se obtiene de la comprensión de la historia, que antes de ser una simple descripción de hechos en la línea del tiempo, son causas y efectos concatenados que "empiezan" a describir una intención, lo cual a muchos ha pillado por sorpresa pues la idea predominante es que existe una casualidad o fatalidad en la que si cabe la idea de control pero siempre subordinada al hecho casual o excepcional.

    Por tanto es "nueva" -nuevo- en la medida en que se comprende que ha existido una voluntad anterior al hecho y que el hecho forma parte de un engranaje al igual que otros hechos. La lista del conjunto de hechos, tal como se explican en los textos escolares, carece de un relato adicional que los relacione y en sí mismos -en los textos colegiales- tampoco ofrecen más pistas en ese sentido.

    La otra acepción de "nuevo" viene como contraposición al "viejo régimen" contra el que resulta victorioso de manera diáfana en la Revolución Francesa. De la suma de ambas acepciones podría salir una tercera que haría referencia a la novedad sobre la novedad que resulta de percibir como nuevo aquello que parecería está evolucionando desde entonces como si no formara parte de su cometido inicial, en una suerte de nuevo fatalismo más o menos incontrolable del que sin embargo, "los mismos" siguen obteniendo la mejor parte.

    Por lo tanto, Nuevo de "Nuevo Régimen" o "nuevo orden" y mundial en el sentido de Imperio. Y "nuevo" como novedad que consiste en caer en la cuenta de que la casualidad no existe en las grandes pinceladas históricas y que al contrario, son el fruto de una voluntad que lleva trabajando muchos más tiempo del que la inmensa mayoría sea capaz de aceptar sin sufrir de mareos y vértigos.

    Siguiendo por esta senda añadiré lo siguiente: en realidad lo nuevo se remonta a la reacción contra lo que hace dos mil años fuera verdaderamente nuevo, es decir, la reacción del judaísmo contra la novedad del cristianismo. Así tenemos que el "viejo régimen" sería una expresión entre dos paréntesis, el de apertura expresando la reacción del judaísmo y el de cierre como expresión de la "victoria" de esa reacción sobre el cristianismo. Así tenemos que lo "nuevo" no dejaría de ser más que la victoria de la renovación de lo viejo contra la novedad cristiana...

    ¿Se nos ofrece acaso la posibilidad de poder constatar otra vez la subversión del lenguaje y de los símbolos?.

    Así como se ha dicho que la Hispanidad es una obra inconclusa, creo que la Cristiandad también quedo a medio hacer. La modernidad vino a traernos la "liberación" que si se fijan se parece a sacar a la puerta de su marco y funcionalidad para convertirla en una pieza que fuera del conjunto funcional puede servir para cualquier cosa que no sea precisamente la de servir para abrir, cerrar, ocultar, proteger... La libertad sin propósito, que se justifica en sí misma, es como una puerta tirada en el suelo o flotando en el espacio como un objeto completamente inútil. Es una libertad "revolucionaria" que sirve de ariete contra el "orden cristiano" (verdaderamente nuevo respecto a cualquier otra formulación religiosa o filosófica) y que una vez conseguido el propósito de erradicarlo de nuestra civilización, volverá a la botella como el mago. Si nos quejábamos del feudalismo medieval, lo que viene lo hará entrañable y no por cambiar a unos amos por otros, sino porque los nuevos se están convirtiendo en los nuevos dioses por encima de los cuales no hay nada, ni la más leve esperanza. Ese es a mi juicio el punto de no retorno y el fin de los tiempos....


  6. Mientra se relativiza todo al punto de que somos "capaces de entender" ciertos gestos de "acercamiento" -uniformidad catalana-, se absolutiza todo bajo nuevos paradigmas. Destruir para luego construir, como se hacía en tiempos de guerra construyendo sobre las construcciones del enemigo.

    Es evidente que la guerra ha adquirido una dimensión diferente en la que las razias violentas han sido sustituidas por sentimientos narcotizantes que obran en la facultad única de no ser sangrientas. En todo lo demás, sus objetivos y éxitos son los mismos.


  7. Buscando otras cosas me topo a menudo con debates católico vs protestante en México y Centro América. Por el número de vídeos que hay sobre esta temática como los lugares donde se desarroyan, diría que están muy vivas esas preocupaciones religiosas. Suelen se iglesias, rincones al aire libre o directamente locales y en serio, lo viven con total pasión.

    No recuerdo dónde leí que un norteamericano, probablemente un presidente, comentaba a su colega "latino" la razón del rechazo hacia lo useño., respondiendo éste último que tal vez tendría que ver con la religión y excusándose porque no pudiera dar razones de "más peso", a lo que el useño respondió algo como "no crea, me es muy útil esa opinión...". Tiempo después se producía el desembargo de nuevos evangelizadores en tierras hasta entonces católicas....

    Y en ello están y en ello está la resistencia católica que desde luego no se anda por las ramas haciendo dignísima resistencia a la penetración protestante. Ya se verá cómo concluye, pero tengo para mía que el terreno perdido por el catolicismo se debe más a evitar el enfrentamiento que a otra cosa y como sea que eso ahí no sucede, pues la cosa está interesante.

    Si el "amigo del norte" lo vio tan claro y tras su decisión, obtuvo el éxito esperado, no podemos caer en la trampa de considerar que ese asunto está fuera de lo que aquí se debate, porque si aprecian la desebvoltura de utilizar el español para promocionar valores antihispánicos, apreciarán que la lengua, siendo muy importante, no impide la introducción de otros sentires religiosos que a la postre, son la base de los sentires de cualquier otra especie.

    Así pues, hay una "guerra" de colonización religiosa con el punto de mira puesto no en la salvación de las almas sino en la colonización pura y dura que haga más atractivo, o al menos, menos rechazable, la cosmovisión anglo-protestante. Religión y lengua, nos guste o no, son el campo de batalla.

    Un ejemplo práctico: un "latino" puede asimilar mejor que ha sido engañado por la historia oficial de su país y por la propaganda, si es católico. Si deja de serlo, la adopción de la nueva religión y sus contenidos expresamente anticatólicos, harán más difícil, sino imposible, que cambien su idea del periodo Virreinal y si acaso, acabarán grabándola a fuego en versión extendida y aumentada de la leyenda negra. Este nuevo signo religioso no es incompatible con el indigenismo y antes al contrario, formarían un frente común contra el legado católico. Asumir el genocidio de indígenas por los católicos españoles, pueden hacerlo y lo hacen ambas corrientes -indigenistas y protestantes- con el agravante de que en tanto que católicos y no protestantes, justifican su pésimo devenir sobre la idea de que si hubieran sido conquistados por los británicos, ahora serían una extensión del poder y riqueza de USA.

    El reto es formidable "dentro de casa" y desde luego se está librando una batalla por todo lo alto. Si se pierde, el futuro de esa penetración hispana en USA no lo veo pues habría dejado de contar con el peso popular y otro contrapeso, más culto si quieren, no tendría la fuerza necesaria.


    Esta publicación ha sido promocionada como contenido independiente

  8. Los españoles somos como niños abiertos a toda novedad. Pensamos que no podrá haber tiempos más felices que los venideros. Podría decirse que somos uno de los pueblos más optimistas del mundo y que en el fondo nuestros pesares son más que realidades, sortilegios.

    Creo que ha llegado el momento de poner a prueba muchas cosas que hemos pensado de notros a lo largo del tiempo, que son tan grandes que no nos las creemos y por eso necesitamos que nos las digan desde fuera. Hay como una especie del mal humor ante la posibilidad del enésimo engaño, el cual, a pesar de ser tan persistente en nuestra tierra, no ha sido capaz de acabar con nuestro optimismo...

    Diría incluso que nuestro acerbo es básicamente popular. Lo han dicho otros: cuando la élite se separa del pueblo, todo empieza a ir rematadamente mal. Copiamos otras formas de pensar atribuyendo al "experto" unos saberes que no posee, pues si llega a la gente no es por su originalidad sino por saber sintetizar un pensamiento que ya estaba de esa manera desprendida y hasta inconsciente, del que sabe sin saber que sabe nada...

    Ésta especie de optimismo ingenuo muestra su peor versión ante el miedo de estar equivocado y eso ocurre cuando se carece de referencias externas a notros mismos. Entonces, donde la hallábamos en la religión y en los objetivos comunes, tratamos de encontrarlas en los expertos extranjeros porque aprendimos a no fiarnos entre nosotros ni de nosotros mismos.

    Todo este "nacionalismo" en un pueblo de esencia católicas, es como un bot que necesita ser alimentado con el objeto de parecer certero e implacable. Si algún día se dejara de hablar de ello, volveríamos a ser lo que somos en el fondo. Pero todo ésto funciona como una secta que te secuestra el sentido común y el sosiego, dándose el caso en el que se demuestra la formidable potencia del odio frente al amor. Pensar que somo "buenos" por naturaleza no hace justicia a la realidad porque si fuera cierto, tenderíamos a asediar al odio y a la falsedad y sin embargo, a nada que ocurra que nos desquicie un poco, solo un poco, acabamos asediando al amor y a la verdad...

    Y como soy español y por tanto ingenuo optimista, creo que si resistimos esta tormenta, aunque seamos pocos, España sobrevivirá, pues si es cierto que incluso siendo  analfabetos tenemos mucho de sabios, llegará un momento en que muchos se hagan las preguntas adecuadas cuando su anhelada idealidad impostora acabe demostrándoles lo mucho que han sido engañados. Ahí deben encontrar una explicación que haga del amor y la verdad su propia penitencia.

    Sorprende el parecido de causas y efectos que muestran los ataques al Catolicismo y a la Hispanidad. Es la lucha de dos imperios, el Global contra el Universal. El primero representa un producto homogéneo a partir de la síntesis de la realidad, en tanto el segundo se infiltra y ofrece una visión racional a las cosas naturales, sin romperlas, sin sintetizarlas, sin el deseo de crear una realidad de laboratorio y al contrario, de comprender la realidad del mundo y del hombre tal cual es.


  9. hace 27 minutos, El Español dijo:

    Si lo he entendido bien, esa apuesta me parece muy arriesgada porque supone dejar a un lado, anque sea temporalmente, el fundamento propio que ha dado origen a España. Si se aparta el catolicismo de la esfera pública por lograr una suerte de convivencia con el ateismo materialista, de forma que sea el propio poso católico de la cutura española, el que devuelva finalmente la catolicidad, es decir, si no hay un -por decirlo así- activismo católico manifiesto, se corre el riesgo de que ese poso cultural acabe desapareciendo por la fuerza de las corrientes que, desde dentro y desde fuera lo empujan hacia su desaparición.

    Está claro que el retorno de los valores originales es imposible sin transitar por un camino que permita también el tránsito de aquellos que apuestan por una vía distinta, pero no creo que la solución pase por abandonar el camino que uno considera verdadero. Para mi la antiespaña no es otra cosa que un intento de hacer desaparecer la catolicidad del mundo, pues España ha sido el núcleo fundamental de la expansión de la fe católica, y acabando con la España católica, se terminaría acabando con el catolicismo de Occidente. Toda esa corriente materialista, atea y pagana que nos inunda, no resulta de la simple inercia de la globalización, creo al contrario que es una apuesta manifiesta por acabar con la fe católica en España, de forma que se contagie por todo el ámbito cultural de su influencia, de ahí que no termine de entender esa tercera vía que se propone. Personalmente no creo que la fe católica sea algo que resulte de un consenso, sino al contrario, se trata de una propuesta de vida que debe crecer a medida que las personas se vayan sumando, y eso solo puede darse desde el ejemplo personal de los católicos, con su vida, su palabra y sus obras.

    En el min 2:18:40 del vídeo enlazado hay material del bueno entre Antonio Escohotado y Elvira Roca. Lo dejo a vuestra discreción sin dejar de decir que Elvira es muy lista y muy fina y que le pone al afectado Escohotado en situación harto incómoda. Hay por ahí un vídeo de Jesús G. Maestro, de la Escuela de Oviedo de G. Bueno, que le pone de aquella manera en su crítica al libro de Escohotado "los enemigos del comercio".

    En lo personal, me siento intelectualmente "cómodo" con la posición de Bueno respecto a España y la Hispanidad y que muchos llegaran hasta aquí me parecería casi un milagro, pero como dije antes, la diferencia no es el camino sino lo lejos que cada uno quiera llegar.

    Creo que la impostura de la Razón frente a la Fe, es muy parecida a la impostura de las dos Españas.

    PD. Mi esposa me ha comentado que todo ésto la huele a 15M, donde un movimiento "transversal" acabó dando lugar a otra cosa precisamente porque los acomplejados de lo nuestro nos sacrificábamos mientras la agitación izquierdista acabó usurpándolo todo. Un buen ejemplo de lo que no hay que volver a hacer.


  10. Cuando dije que la Iglesia nos marca el camino me refería a lo siguiente: Se está llevando una política de puertas afuera respetuosa con otros sentires  religiosos, quizás conscientes de que no es tiempo de convencer a nadie sin que ello implique que no exista la posibilidad de convencerlos presentando tu Fe tal cual es; cuales son sus valores y pensamiento. Eliminados  el sentimiento de enemistad y de competencia, provoca una actitud más abierta a tu interlocutor. También tu mismo te ofreces a mirar lo suyo con otros ojos. Ésto dará lugar a inter-conversiones -dado el caso- pero ahí es necesario considerar la fe en el propio camino, su capacidad de interesar y su potencialidad de crecimientos espiritual e intelectual. Es una maniobra arriesgada pero con ella se pone de manifiesto la seguridad de que es el camino correcto, pues si en verdad lo es, serán más lo que entren que los que salga, dándose además un fenómeno no menos importante que es la fuerza del converso; del que descubre un nuevo camino que resuelve inquietudes atascadas dentro de su sentir religioso acostumbrado.

    En resumen: la exposición interreligiosa beneficiará a la Verdad. ¿dudamos de estar en el camino correcto?. Pues si no dudamos, mostrémonos en nuestra autenticidad, que posiblemente requiera despojarnos de algunos signos externos que se fueron añadiendo cuando las circunstancias eran otras. Forma parte de nuestra imperfección acabar valorando con más viveza la manifestación de la esencia que la la esencia misma. Una especie de constante regreso a la adoración del Becerro de oro...

    Si aplicamos ésto a nuestra defensa de España y la Hispanidad, quedaría algo parecido: los católicos españoles, prácticamente guardianes en solitario de nuestra memoria histórica deberíamos abrirnos sin complejos pero prudentes "al hecho Hispánico" como la Iglesia "al hecho Religioso". Ello nos lleva a un acercamiento cara a cara que puede desalentar a muchos "tradicionales" y al mismo tiempo crear curiosidad en muchos modernos, cuando comprendan que no somos ni ovejas ni lobos con piel de oveja, pues del mismo modo que podemos ofrecer una visión más justa de nuestros quereres, no pesarán sobre ella ni sobre la que nos ofrezcan, los respectivos prejuicios que según entiendo, son el verdadero campo de batalla.

    Algunos sabéis que a pesar de no haber perdido nunca un cierto sentido religioso de la vida, podría decirse que soy un recién llegado a Casa. Este retorno no se debe a ninguna visión celestial y si a la "comprensión" y posterior experiencia. Quiero decir que existe en este retorno un camino racional y de curiosidad intelectual sustentado por un hálito espiritual que por fortuna mantuve durante toda mi vida. Con "España" me ocurrió exactamente lo mismo. Siempre he sido un patriota aún en mis horas más progres y el retorno al patriotismo militante, impulsado por ese espíritu permanente, pequeño pero irreductible, me ha permitido regresar a "España".

    En ambos casos un pequeño manantial "irracional" ha acabado por convertirse en un río cargado de razones, de descubrimientos, de respuestas y, porqué no decirlo, de amores.

    Toda esta parrafada quiere decir en resumen lo siguiente: Sospecho que se nos está ofreciendo un nuevo relato "étnico" de lo hispano, equiparando nuestra historia a otras sobre la base de valores "mundanos" que hoy están de moda, como el mestizaje, como la apertura a otras culturas y su incorporación a la cosmovisión imperial -por eso imperial- española dando a entender que todo ello se sustancia en nuestra posición de frontera permanente en que hubimos de bregar con todo tipo de influencias. Así, nuestra "Hispanidad" se convierte en mera circunstancia "involuntaria", en costumbrismo que nos hace moralmente superiores en base a los nuevos valores "humanistas" que pretenden imponerse globalmente.

    ¿Tengo algún problema con ésto?. No si ello no barre del panorama que se entienda la relación causa-efecto de la Catolicidad (no solo para lo malo) con la Hispanidad. Ésto no implica que todos los adeptos a la Patria tenga que ser católicos ni mucho menos, pero es de justicia "intelectual" reconocer los méritos de esa manera de ver el mundo y a las personas. De otro modo, de persistir la idea etnicista a costa de la espiritual, se abre un panorama inquietante de "igualación", de circunstancia, involuntaria.... La visión materialista del asunto no entiendo que sea contraria a la espiritual, pues si para el materialista es suficiente, para el católico también es necesaria, aunque no se detenga ahí, sino que sigue buscando....

    Véase ésto no como una rivalidad, sino como una complementariedad en la que unos se detendrán donde se sientan suficientemente justificados mientra otros, habiendo recorrido el mismo camino, siguen buceando en la verdad de las cosas.

    Comprender a nuestros compatriotas sean cuales sean sus ejes sin renunciar a los nuestros y en ningún caso convertir un camino común de diferente profundidad, en dos caminos opuestos. Eso es todo.


  11. Bueno, pues prácticamente he terminado de escuchar la conferencia de Guerra. Podría resumir que "podemos" estar de acuerdo (con muchos matices en el aire) hasta el siglo XX. Desde aquí, parece que el relato izquierdista y masón cobra, con el paso de las décadas, un carácter más petreo,, que por otra parte es el conocido por todo el mundo, y en el que la figura de un mal "exógeno", el catolicismo, compite en la escena con un bien interno e incomprendido por aquel, que es el etnicismo populista en sus diferentes versiones.

    Estoy hablando de memoria y se me perdonará sino no afino mucho en el resumen, pero como el vídeo está en cabecera, podemos discutir tantos matices como sea necesario.

    En primer lugar quiero decir que percibo una especie de ruptura argumental entre los lugares en los que podemos coincidir groso modo, es decir el periodo anterior al siglo XX y las décadas posteriores, donde cobra protagonismo "salvífico" el Partido Socialista y el resto del espectro de izquierdas. Si hasta ese momento hacía como una especie de síntesis entrañable de nuestra historia perfectamente compartible por la mayoría, a partir de ahí, las alabanzas a la libertad, al aire fresco que aportó la II R. Española y por el lado de la oscuridad, la resistencia de los poderes militar, eclesiástico y burgués, se torna un relato reivindicativo de la modernidad lastrada, como no, por esa antigüedad casposa como si a pesar de ser antigüedad en tanto era el espíritu de la época gloriosa y victoriosa, fuera en realidad un ente nuevo, que surge como reacción al progreso, como especie de maldición que lastraba el resurgir de España.

    Si había una España que había muerto de aburrimiento, ese resurgir no podía ser otra cosa, según Guerra, que elevarse sobre sus cenizas, pero dado que ese concepto parte de una materia y sustancia por decirlo de algún modo calcinada, me pregunto qué espíritu insuflaba vida al muerto y enterrado -o calcinado-. Si la materia fundamental era la misma pues el país no podía reinventarse a tal extremo de ser completamente nuevo, hay que preguntarse qué cosas toma como valiosas y cuáles no; qué descarta y porqué lo hace. Y es ahí, por ausencia de razonamiento sobre el que se pudiera discrepar, donde aparece la idea de un Ave Fénix como venido de otra galaxia y que toma de lo puramente material, su propia constitución material, dejando totalmente al margen la naturaleza espiritual que le dio su personalidad a la historia de nuestro país hasta ese momento. Y si hace alguna mención, es de pasada y con ninguna consideración positiva.

    Habla de la España militarizada como algo excepcional dada una cosmovisión idealista que no entiende de sucesos y procesos y que rechaza sin más en un relato harto conocido a lo largo de los últimos cuarenta años. No es necesario recordar que todos los regímenes de "verdadera" izquierda de la misma época no solo fueron militarizantes sino que el espíritu nacional en cada uno de ellos podía dejar al Franquismo como simple aprendiz de brujo.

    Hoy , superada probablemente su etapa más izquierdista en sentido ortodoxo, parece sentirse cómodo con una idea más centrista y próxima al liberalismo... de izquierdas.

    Si el borrón de la memoria relativa a los siglos de poderío hispánico parece estar asistiendo a una restauración como si fueran frescos de una iglesia abandonada, en llegando al siglo XX corre presuroso a repintar y reperfilar la figura de la España moderna para dejar claro que cuarenta años de propaganda antiespañola no tenían otro propósito que rebajar el tono y el perfil de la otra España y que una vez conseguido, podemos de nuevo hermanarnos entorno a una idea que recoge con más o menos displicencia lo antiguo para dar sustancia a lo nuevo y donde lo que para muchos de nosotros es esencial de lo viejo queda totalmente desdibujado cuando no pintado como anacrónico y explicación de nuestros clasicos males de retraso, pereza y falta de nervio.

    Puedo decir y digo... que han decidido colocarse en el periodo anterior al S XX asumiendo como propio un legado que a mi juicio es como una cáscara sin nuez pero que será suficiente para que ese sentir patriótico que se está despertando, encuentre el canal adecuado por el que fluir según -y lo diré sin ambages- la izquierda y el liberalismo, es decir la masonería. Así, el español sin patria y dolido por ello en su más íntima intimidad... encontrará un desatasque emocional adecuado a los intereses de aquella. Vimos recientemente en la explosión "españolista" de la crisis catalana, cómo un socialista y un liberal, bajo bandera Europea, estrujaron el cuello de la emotividad patriótica en pos de una Europa moderna y tolerante...

    El precio de no rompernos en mil pedazos, parece ser entregarnos a Europa como paquete completo.

    Y como estoy seguro de que el pensamiento católico sucumbirá sin sus fuentes, por más que ahora se le ensalce desde el punto de vista de la tolerancia cultural y étnica, del "mestizaje" tan de moda al fin y al cabo, este resurgir en su genuina naturaleza, tendrá una vida corta pues parece que han decidido que más vale ser cola de león que cabeza de ratón y más si a esa pequeña cabecita la da por pensar a fondo cuáles son los valores auténticos de nuestra españolidad y sus fuentes.

    Un discurso "etnicista" que reniega de la espiritualidad, siquiera como meta tan grande que nunca es capaz de saciarse al completo, regresa al iberismo más circunstancial, donde es posible encontrar héroes y ensalzarlos; encontrar una conexión forzada en la consanguinidad pero en unas circunstancias totalmente otras, pero con el que no podremos encontrar la única sustancia que puede estar viva aún en nosotros y no solo viva como algo testimonial, como unas gotas de sangre, sino como motor que nunca envejece, que es verdadero en todo tiempo y circunstancia y que le dice al corazón... ¡¡¡vuela!!!.

    Decía ese trío de grandes críticos del sentir hispano D. Marcelino, Menéndez y Pelayo (...) cosas como ésta:

    Cita

    «el lento suicidio de un pueblo que, engañado mil veces por gárrulos sofistas, empobrecido, mermado y desolado, emplea en destrozarse las pocas fuerzas que le restan, y corriendo tras vanos trampantojos de una falsa y postiza cultura, en vez de cultivar su propio espíritu, que es el único que redime a las razas y a las gentes, hace espantosa liquidación del pasado, escarnece a cada momento las sombras de sus progenitores, huye de todo contacto con su pensamiento, reniega de cuanto en la Historia nos hizo grande, arroja a los cuatro vientos su riqueza artística y contempla con ojos estúpidos la destrucción de la única España que el mundo conoce, de la única cuyo recuerdo tiene virtud bastante para retardar nuestra agonía».

    Pues aquí los tenemos de nuevo, haciendo un viaje mental pre-republicano para intentar cerrar de una vez por todas el penoso asunto de las dos España, eso sí, enterrando a la que más significación tiene como idea, corazón y alma.


  12. Hola Gerión gusto de verle por aquí.

    El comentario de Don Fernandito viene al pelo del suyo y creo que en eso estamos todos de acuerdo. Alabo de su parte la sinceridad y el empuje; la poesía y el corazón que tanto me gusta y a mi manera comparto. Prudencia y discernimiento. He descubierto muy recientemente este último concepto y me resulta muy grato, por su amplitud de significado y por la honestidad que implica. Pero esa honestidad casi nunca es bien entendida y mi posición es reforzarnos internamente antes de salir al paso. Ese discernimiento me pone en la tesitura de mirar las cosas con la máxima ambición sin que pierda la jerarquía de los valores. Entender la hispanidad como la entiende usted está a muchos años de ser compartida por la inmensa mayoría. Yo mismo aprendí en burbuja de Don Fernandito y Ariadna mayormente y no sin reticencias, el fundamento católico de nuestra historia, su razón de ser profunda y a la larga aceptar como un hecho cierto que no se trataba de una imposición dogmática sino de una verdad verdadera.

    A partir de ahí no busco la perfección de las personas pero si busco la claridad en las ideas. Pienso que el mundo católico tiene mucha más cintura que cualquier otro, a pesar de lo que yo mismo tenía interiorizado. Las formas de pensar, cuando son auténticas, beben de fuentes auténticas y sin ellas, como dándolas por superadas, languidecen. Ésto no es fácil de aceptar por quien permanece fuera del contexto católico por dos motivos:

    -Suponen una arrogancia insoportable de los "herederos de un poder marchito" .

    -No dejarán que vivamos España si no es bajo su tutela, adjudicándose todo el mérito como si la cualidad de lo español fuera antes del católico que del español.

    De hecho pienso que ser español, es una forma indígena de ser católico y donde hubo buena tierra creció fuerte la semilla. Este aspecto es para mi esencial pero no al punto de confundir los términos. Me vale con que no se ataque mi Fe ni el motor espiritual de la grandeza de mi patria. Fuera de esos remilgos antirreligiosos, no opondré nunca los míos.

    Y como dije, gracias por estar aquí, en un lugar más íntimo donde podremos compartir nuestros amores sin estar pendientes de las sombras.

    Saludos.

     


  13. hace 1 hora, don Fernandito dijo:

    Bffff, vaya liada, BGA. Has hilado fino pero fino de cuidado... y sí, hay cabos sueltos en el discurso de esta señora desde nuestro punto de vista.

    Ahora va la de arena. Estamos hilando tal fino que adentrarse en ese berenjenal fuera de un ámbito reducido como este es algo que el 99,9 no entenderá o no querrá entender aunque pudiera. El hambre que hay de un discurso como el suyo es tan grande que cualquiera que irrumpa en plan (desde su punto de vista) "aguafiestas" sentaría como una patá en salva las partes.

    ¿Qué pirueta dialéctica tengo que dar ante esta tesitura? Pues remitirme a un escrito de ayer a las 19:44 del fenómeno de Hispanorromano en este mismo hilo referido al tinte patriótico entre la gente de izquierdas, solo que aplicado a los liberales.

    Lo que nosotros defendemos y encontramos carente en el discurso de doña Elvira es algo que solo podría encajar una minoría, el resto nos odiaría por sacar punta cuando lo que ellos ven es la necesidad del resto del relato, que sin duda es imperiosa.

    Si queréis podemos ahondar en ello... pero aquí. Ahí afuera ni se me ocurriría, al menos de momento.

     

    En un hilo de Priede hice un avance de este comentario y ahí quedó la cosa, con un forero que vería el vídeo al que hago referencia cuando tuviera tiempo.

    No insistí precisamente por ese razonamiento que hace usted al respecto. Si los hispanchistas nos ponemos exquisitos en un momento como éste pocos lo entenderían y menos nos perdonarían.

    Tener este rincón para venir a "llorar" es un gran invento.

    Un abrazo a todos.


  14. Escuché hace unos días una conferencia de Elvira Roca en la que se quejaba amargamente de que los católicos se defendían de las difamaciones protestantes con Teología... Decía algo así: cómo vamos a comparar la potencia de una mentira con una defensa argumentada. Efectivamente, ni por complejidad ni extensión, la mentira no tiene rival y si tienes la mala suerte de ser difamado y si esa difamación cuadra perfectamente en los motivos de tus rivales y los que te envidian, date por hodido, pues cuantas más explicaciones des en tu defensa, más parecerá que ocultas algo y que quien te difama dice mucha verdad...

    Uno de los que en el turno de preguntas le preguntó  qué tenían que haber hecho los católicos después de su afirmación, recibió por respuesta, un tanto crispada, lo siguiente: si te enfrentas a un ejército que emplea armas químicas no tiene sentido que trates de combatirle con la espada...

    Señora Valera, si hubiéramos mentido ante los artistas de la mentira, no solo hubiéramos palmado igual sino que además habríamos perdido el relato moral, ese que ahora se está recogiendo y ese que su libro está exacerbando mejorando sus ingresos. Si descubrimos que nos han mentido, estamos descubriendo que además nosotros no lo hicimos, con lo cual la victoria será doble.

    Demasiado bonito como para que su manazas no nos caigan encima.

    Eso me dejo "perepléjico" y me orientó a pensar si todo su éxito editorial no tiene algún cabo suelto que merezca la pena investigar.

    Estoy escuchando la conferencia y aunque no la he terminado encuentro alguno de esos cabos sueltos que perfectamente pueden enlazarse -de hecho él lo hace- con doña Elvira. Habla de la España "diversa", racial y culturalmente hablando y pone como contrapunto al localismo nacionalista periférico, que por cierto según dice es efecto del nacional-catolicismo (sic),  el manido concepto de "pureza de sangre" practicada por la monarquía hispánica, viniendo a decir que tan ridículo es buscar una pureza de sangre por parte de los nacionalismos como cuando lo hizo la España  del periodo imperial.

    Poniendo a todos los pueblos ocupantes de la península en un plano de igualdad y derecho, no es admisible que se busque esa pureza de sangre, como si hubiera sido de suyo genética y no como una garantía mínima de que el elemento converso, del que había pruebas de su poca sinceridad, llegara a ocupar cargos de responsabilidad en el Reino.

    Malos y estúpidos reyes que fueron racistas sin venir a cuento.

    No seré yo quien se interponga en este neo-relato acerca de nuestra historia, pero uno ya está un poco harto de que le engañen constantemente. La cuestión, según creo y aquí la digo por si alguien desea comentarla, es si existe alguna orden tendente a quitarnos el peso leyendanegrista de encima y el porqué de que se haga ahora.

    Mi primera explicación y sirve de nexo entre las personan antes mencionadas, es que da la sensación de que se quiere recuperar un "patriotismo" liberal tal vez con resonancias decimonónicas  y empujando en el empeño a los guardianes de la patria de nuevo a los montes, a las montañas y al suicidio.

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