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Vivimos la cultura de la "urgencia". Todo es urgentísimo y algo habrá de cierto, pero con esa urgencia se translada la posibilidad de "hacer algo" y si no se hace es porque somos esto o aquello y para complacencia de todos, el gobierno tiene la culpa. El mundo de la urgencia obtiene sus sustancia de la otra pata de nuestra cultura: la posibilidad y detrás de ella, la responsabilidad. Si "es posible" hacer algo y no se hace, nadie piensa en costes y posibilidades reales. Primero se translada a la "gente" que la culpa es nuestra y una vez convencidos de que ya clasificamos y separamos la basura, "toda" la responsabilidad es del gobierno...
La idea de que los gobiernos sean títeres adquiere según ésto otra dimensión: son efectivamente títeres y muñecos sobre los que descargar toda frustración, sea o no razonable. Eso da igual. El cambio climático "podemos" detenerlo y la culpa de que no lo hagamos es nuestra y de los gobiernos.
No importa que no podamos pues eso sería reconocer que el "superhombre" claudica ante algo tan tonto y antiguo como la naturaleza... Sí, nos gusta mucho la naturaleza y mantenerla limpia de humanos, ellos tan depredadores, tan parásitos, pero nos gusta menos que la naturaleza en realidad nos supere pues para ser un auténtico "mascotil", hay que saberse dueño o en todo caso superior.
Dejamos de cabalgar a hombros de gigantes para hacerlo a lomos de nubes. Si en verdad existe un burbuja que sea la madre de todas las burbujas, es la confianza de la "gente" en que podemos hacer de todo sin pagar por ello demasiado.
No existe fuerza cósmica por encima de la voluntad humana... El miedo y la frustración son transiciones hacia un nuevo paraíso liberado al fin de todas las supersticiones...
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Pongamos que A lleva a B, pero B no es A sino "algo" que sumando A, dio lugar a B. No es un camino de doble dirección. De hecho A se vale de B para hablar de si mismo y B se vale de A para ser sí mismo... B es una consecuencia de A y una consecuencia no puede afectar a su causa. Solo la contiene y expresa.
La "terquedad" de Español no es terquedad. Entiendo perfectamente -o eso creo- a Gerión, pero entre nosotros hay una discontinuidad que no es por causa de A, sino por causa de que B no sabe aún quién es su "Padre".
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Os traigo del "otro" foro un comentario que escribí esta mañana en un hilo que pretendía desmontar al paganismo y está acabando con una ataque frontal contra el Papa Francisco.
Entiendo que existe correlación entre "este tocho que os coloco" y las estrategias sutiles y no tanto que se coordinan como un sistema complejo en perfecto funcionamiento. He llegado a considerar que efectivamente de ésta no salimos solos... Si alguien busca un milagro que justifique su Fe; una prueba irrefutable de la Voluntad de Señor, que empiece ahora mismo a rezar por nuestra Santa Iglesia.
CitaEstán bien estas acusaciones que se lanzan contra el Papa Francisco siempre que no nos obnubilemos mirando al dedo acusador como si el hecho de que haya un dedo implica necesariamente alguna buena voluntad capacitada para defender hasta sus últimas consecuencias la veracidad de lo que denuncia. Está bien siempre y cuando uno sea capaz de mantener la calma pues es un hecho que las cosas están poco claras, como lo es también que la maldad sabe cómo aprovecharlas, más en estos tiempos en los que a la confusión reinante en todos los ámbitos -todos- se impone al "ciudadano" no solo el derecho a juzgar, sino que prácticamente se lo impone bajo amenaza de exclusión en diferentes versiones: no eres buena gente; no eres responsable; no defiendes "valores"... De manera que para integrarse en el mundo actual es preciso que tomemos parte en una pelea asimétrica en la que muchos hablan y maldicen y otros callan mientras hacen.
La difamación bien podría ser considerada como una cruz en sentido literal para quien y quienes la sufren, pues si algo sabemos de cómo funciona este mundo, es que la difamación prevalece en el ambiente aún cuando el difamador se haya visto obligado a desdecirse de sus falsas acusaciones. Cada caso de difamación se cobra su víctima de dos modos: el que se pretende en primera instancia y que consiste en que el difamado pierda la confianza que se quiere y/o necesita tumbar, y lo que queda detrás una vez se haya dirimido la falsedad de la acusación. El difamado siempre pierde y el difamador, aunque pierda el caso, no queda igual de manchado que su víctima inocente. Podemos comprender y hasta justificar que en la guerra vale todo y por ello al que acusa en falso apenas le quedan secuelas, pero al acusado en falso, su fama y su honor dejan de contar con nuestras confianza...
Es injusto y si lo piensan bien, de lo más injusto que existe, pues si la difamación mancha, ningún juicio a favor que procure poner remedio, será capaz de borrar completamente esa mancha.
Ya se darán cuenta de que aquí no están funcionando solo las Leyes, y por tanto, la injusticia de la difamación desborda con sus efectos la capacidad real de la justicia para deshacer el entuerto. En la difamación actúa un espíritu corruptor que sobrevive al hecho en sí y al tiempo, y lo hace "gracias" a nosotros, que por alguna extraña razón ponemos más rigor contra el inculpado que contra el acusador, incluso después, cuando el inculpado es declarado inocente y culpable el acusador, como si una esencia maligna habitara en nosotros sin que nos inquiete realmente ni mucho ni poco... Esa malignidad tiene forma y contenido concreto en el gusto por lo morboso porque altera nuestra rutina y proporciona emoción. Es como si en la calma se fueran cociendo a fuego lento todas nuestras frustraciones y lo provocador, lo morboso, nos trajera un poco de "aire" fresco a una vida aburrida y mezquina.
No hubo en realidad una contra-leyenda negra católica o una leyenda negra contra los protestantes. No si entendemos que una leyenda se basa en mitos construidos de retales del mundo real. En los mitos suele haber algo de cierto pues sin ello no tendrían capacidad para enraizar, como es el caso de los ideales que arrancan en hechos ciertos, generalmente escasos y extraordinarios, para convertirse en ordinarios a fuerza de idealidad. Los ideales son buenos cuando orientan al mundo real pero son perversos cuando pretenden ser ellos el mundo real. Mitos e idealismos son sublimaciones del pasado y del futuro respectivamente y cuando la mente es moldeada por ambos, es incapaz de enfrentarse a la realidad de los recuerdos y a la realidad humana presente y futura.
En este hilo se refleja esa doble condición escapista del pasado, del presente y del futuro. Del pasado porque a su manera los que viven el presente con temor, lo imaginan perfecto y poderoso, saltando por encima de cualquier contrariedad que les estropee su ensoñación. Así tenemos a los que hablan "del cristianismo verdadero" llegando tan lejos como a los albores mismos del Cristianismo, o tan cerca en la historia como necesiten para fundar su mito.
Y es a partir del mito, como base fundacional, que se construyen las voluntades idealistas. La razón es simple: si el mito prescinde de la realidad completa de los hechos acontecidos, poniendo en su lugar interpretaciones al efecto de oscurecer en lo posible la importancia del hecho cierto, la voluntad del idealismo soslaya la potencialidad humana que contraríe su ideal. Donde se eliminan los hechos ciertos -porque ocurrieron- y los condicionantes humanos -y naturales- "que nunca deberían ocurrir", se obtiene "un relato" del pasado y del futuro cuya fuerza me parece impensable enfrentar desde los recursos meramente humanos. Una mente adoctrinada sobre su historia y su porvenir, dándose además el caso de que no siente en realidad que ni el pasado ni el futuro hayan de afectarla, es una mente disponible para aceptar cualquier "relato", convirtiéndose ella misma en su correa de transmisión, dejando en un aparte su propia realidad y en coloquio de mudos su respuesta ante las brechas abiertas entre su pasado, su presente y su futuro. Arrastrados por un torrente de relatos y contra relatos, ya no levantamos la mirada a una referencia externa, cuya necesidad queda cubierta por otras referencias "móviles" que nos acompañan en ese fluir más fruto de la adaptación "al medio" que acto de plena voluntad. Somos como peces viviendo un shock crónico que nos reduce al mismo tiempo la amplitud del campo visual y su profundidad y en el que apenas alcanzamos a manejar alguna adhesión sensible y pasajera sobre la que construiremos nuestra futura cárcel mental, pues no ha de ser sino cárcel aquello en lo que nos signifiquemos movidos por la mitificación y el idealismo que rechazan la realidad de los hechos y de la condición humana. Hubo una tiempo en que el hombre supo comprender la diferencia entre acudir a un "recurso exterior" para comprender a su vez su propia condición humana y en lo posible superarla, y otro, el actual, que ha llegado a la conclusión de que la condición humana, obstáculo insuperable para toda idealidad, se revelará a sí misma sobre sí misma como por arte de magia; como si una capa que está bajo otra, pudiera al mismo tiempo estar por encima.... ¡¡solo es cuestión de voluntad!!.
Los ataque que recibe la Iglesia ahora beben de todas esas fuentes: el mito del cristianismo primitivo; el mito del cristianismo guerrero; el mito de la puta de Babilonia y la idealización del hombre "libre"; la idealización del "conocimiento" como vía de salvación; la idealización de que todo cuanto podía entenderse acerca de la Verdad, había sido entendido hasta en sus menores detalles.... La Verdad no cambia, no muta... La Verdad en el hombre es apenas un reflejo condicionado por su temporalidad, tanto individual como cultural. La Verdad está siempre presente pero también lo está la mutabilidad del hombre que se enfrenta a situaciones nuevas y a condiciones "ambientales" nuevas a las que debe dar respuesta en comunión con la Verdad y esas respuestas son quizás, el mayor de los retos, pues como se puede constatar, los hay que "entienden" que o bien la Verdad de Dios ha sido entendida e interpretada en toda su dimensión y que por tanto es certera y de obligado cumplimiento sea cual sea el aspecto de la Verdad que compete a cada generación, o que la Verdad es tan verdadera, tan presente en cada pensamiento, que no importa qué pensamiento siempre pertenecerá a la "verdad".
Cristo habló con todos creando un profundo desconcierto entre los suyos. Sufrió en su carne los efectos perversos de la difamacion por parte de los que veían peligrar lo que para ellos era la Verdad "terminada", como un código de conducta después de todo interpretable... Mataron a los Profetas y a sus novedades porque no respondían a sus coordenadas de hombres santos y elegidos... El mismo pueblo que recibiera a Cristo como el mesías montado sobre un asno, jalearía poco después su muerte más violenta. ¿Qué sucedió a ese pueblo que pasó de la admiración al odio en apenas unos días?.
No se construyan sobre mitos, ni difamaciones, ni sobre ideales. Para el creyente honesto que viva consciente del tesoro de su Fe, será siempre más iluminadora su propia experiencia cristiana que el ruido del entorno. Si hemos de confiar en la acción del Espíritu en nuestras vidas ¿cómo podríamos prescindir del Espíritu para ponernos a las órdenes de quienes viven más pendientes de la Letra que de su Espíritu?.
¿Están tan seguros de que los que juegan con su Fe haciendo como que quieren apuntalarla se comportan como verdaderos cristianos?. Eso son hechos y no palabras pues de la palabra sin hechos se adueña el relato mítico e idealista moldeado sobre el engaño y la difamación.
Pongan en marcha su "amorómetro" porque les ayudará a discernir qué tanto de Amor de Dios habla por sus bocas y qué tanto de su gran y pequeño amor por si mismos presienten en sus conductas agresivas y fuera del cauce natural de la resolución de los conflictos. -
hace 2 minutos, Vanu Gómez dijo:mientras se ponga corazón no habrá problema en mantener esa autoestima en su sano término sin dar lugar a desvaríos soberbios... ese corazón español es el que hemos de recobrar y ponerlo otra vez a motorizar.
no solo podemos sino que... DEBEMOS.
Sí. "Corazón Español"... Que curiosas convergencias Sr. El Español....
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hace 2 horas, Español dijo:Igual se escapa también un poco del tema pero hay un disco de Manolo Sanlucar, un guitarrista gaditano que para el que no lo conozca es de lo mejorcito que ha dado el flamenco español, en el que cada pieza musical relata un paso en ese fantástico teatro de la vida que es la tauromaquia, y que va desde la vida del toro que nace en la dehesa (sublime composición) hasta que finalmente la bestia salvaje muere en la plaza y el maestro sale a hombros por la puerta del príncipe.
Todo el disco, que se titula "Tauromagia", es de una profundidad bestial y no en vano está considerada una de los mejores obras flamencas de todos los tiempos. Para mí es un poco como un relato del ser español, de lo salvaje sublimando con lo humano y elevándose a lo de Dios, pero hay una pieza en concreto que la habré escuchado centenares de veces y me sigue poniendo los pelos de punta cada vez que lo escucho. Se trata del momento dedicado a la oración del maestro en la plaza, antes de enfrentarse a la muerte, donde en la guitarra tremola un compás que aúna el temor del matador, el instinto salvaje del animal y la expectación de la gente ante el misterio de la vida que está por suceder en la arena. Más que una simple pieza musical es en verdad una oración profunda que, si se escucha en toda su plenitud, casi puede a uno transportarle al ser del alma nacional.
Igual me he puesto un poco poético, ya me disculparéis, pero es que lo de este disco siempre me ha parecido sencillamente arte español en estado puro. Os dejo las dos piezas que a mí más me gustan, aunque por ahí se puede encontrar fácilmente el disco completo.
La primera, que es la que narra el nacimiento del toro, es como una descripción a guitarra del genésis de la vida. La fuerza de lo salvaje y el sentimiento del amor natural dando paso al surgimiento de la vida misma.
Nacencia:
Y la segunda pieza es la de la oración que os comentaba.
Oración:
Espero que os guste.
Precioso. Embrujo, genio, ingenio, pasión... Hay algo arcaico, ancestral, telúrico... Si no fuéramos el país que somos con nuestras concreciones increíbles, bien podrían haber intentado elevar lo peninsular a categoría de mito, como una especie de Atlántida...
Pero prefieren convertir lo profundo en pintoresco.
Lo contrario conllevaría a que el español se mirara con mejores ojos una vez recuperara de los otros ese orgullo escondido entre tinieblas que pugna por salir pero no encuentra el modo racional de hacerlo enajenado en otras racionalidades, ni es su recuerdo falseado ni en la voz implacable y crítica de todos cuantos pretenden mantenerle dormido o loco...
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En un vídeo de esos de yutubers extranjeros que les gusta España o lo español, decía una rusa pizpireta y delicada que le asombraba la esencia de amor y calidez de las canciones en español.
El embrujo de las noches españolas es "culpable" de muchos aspectos de nuestro carácter.
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Justo ahora, Vanu Gómez dijo:pues no te rías tú porque lo del tiqui-taca como ejemplo del "buscar el camino propio y adecuado a nuestro humor o temperamento" lo utilicé en multiples conversaciones privadas... es tal cual lo dices, cuando alinea uno cabeza, tripas y corazón para desarrollar el estilo propio, como mínimo, nadie lo va a hacer mejor que el original.
en España llevamos más de dos siglos tratando de imitar modelos de otros, cuando somos de lo más original que ha parido Europa.
La realidad, como la verdad, es continua, a pesar de que no para de abrumarnos con sus paradojas aparentes. Somos luz y sombra como a su modo los son los demás. El día que comprendamos que somos al mismo tiempo luz y sombra y que ello no es más que condición humana expresada en nuestro caso con más corazón que cabeza, y empecemos a usar la cabeza para comprender nuestro corazón y no tanto nuestra cabeza (lo cual es un tanto esperpéntico), podremos salir al paso de tanta endofobia y rencor como nos ocasiona nuestra peculiar soberbia...
Hay algo de bíblico hebreo en todo ésto tan hispano....
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hace 3 minutos, Vanu Gómez dijo:me gusta el camino de conversación que estás abriendo, la "forma de ser y estar" de los españoles es un tema muy pero que muy denso que adquiere dimensiones colosales cuando una persona vive x años fuera y contempla... es algo prodigioso.
No se rían sus señorías... pero para mi la era del tiki-taka futbolero fue muy reveladora. Una genialidad sin herederos capaces de nuevas genialidades o tal vez por ser tan genial, sería irrepetible de cualquier otro modo y en cualquier otro momento. El fútbol total holandés, vertical, físico, potente... frente al futbol total español, habilidad, paciencia, osadía y por fin... un grupo de "dioses" compartiendo el Olympo...
No se me vuelva a reír si les digo que entonces recuperé la esperanza en España.
Bueno, rían lo que quieran, total, yo me lo creo.
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hace 3 minutos, Vanu Gómez dijo:la idea de trasfondo que manejan los identitarios es más o menos la que mencionas... que la cultura, incluso la religión es un producto de la materia (genética), lo cual determinaría según ellos que la Mayor o menor calidad de cultura desarrollada dependería de esa genética... que la materia da lugar al espíritu... lo que se deriva de ahí pues ya nos lo suponemos, yo tampoco me atrevo demasiado a ahondar pues carezco del nivel filosófico para ello o, igualmente, el teológico.
Todas estas teorías que relacionan estrechamente la capacidad real con la genética (blanca por supuesto y luego askenazi o china, por supuesto) se estresan fácilmente cuando tienen que justificar la historia, lo cual no parece ser obvio para muchos de sus seguidores. Si lo pienso un poco hay algo de racismo en la hispanofobia "española", pues si no equivocamos en todo, incluida la religión, es porque no andábamos muy sobrados de "aquello"... Nos movemos entre unos gobernantes pésimos o un pueblo inculto y borrego hasta la servidumbre más ciega. En éste aspecto Gustavo Bueno pone las cosas en un punto interesante y muy necesario para nuestra estima colectiva.
Somos muy autocríticos y ello demuestra cierto grado de inteligencia o al menos de un estar por encima de ciertos y cultísimos chauvinismos... Tal vez el gran proyecto que muchos han visto necesario para sacarnos de este sopor inculpatorio sea el comprender que abusan de un refinamiento del carácter que muchos pueblos desconocen. El sentido trágico de la vida, unido a la alegría de vivir expresado en el folclore y la gastronomía, ofrecen pinceladas muy interesantes para empezar a comprendernos. Hay muchas más... y tal vez ese psicologismo funesto tuviera alguna utilidad si alcanzáramos a vernos con más compasión que justicia...
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Hay por ahí escritos y propaganda que asocia la nobleza de carácter a la raza nórdica (NB y NR). Europa soberana...
Lo justificaban como se justifican las cosas inventadas, dan pábulo a una invención. Eran tan grandes, inteligentes y poderosos los NB que acostumbraban a ganar sus pleitos a fuerza de valor y nobleza y que eran los pueblos sureños, menguados o genéticamente corrompidos, los que debían usar de toda argucia para ganar de cualquier modo...
De otro lado está la literatura picaresca que tanto rédito ha dado a unos y a otros: somos pícaros y como pícaros, solo podemos sobrevivir a base de picardías, es decir, del robo, del engaño, de la persuasión, del ladinismo... ¿Dónde queda reflejado siquiera como excepción que confirme esa regla, la mítica caballerosidad española?. En ningún sitio salvo si sirve para ofrecernos desde el exterior una cierta condescendencia mascotil.
Sin embargo creo que el español, en general, es tirando a ingenuo, lo que apunta a una cierta nobleza pues es noble aquel que no hace todo lo que puede ni cree que los demás sean capaces de cruzar ciertas líneas rojas. ¿Es ese un punto flaco de nuestro carácter?.
Y es cierto también que tenemos recursos y que dado el caso, nuestra famosa chapucería, puede otorgarnos nuevas oportunidades en situaciones extremas en las que si no haces algo, ya no las cuentas.
¿Nobles y pícaros?. Pues aunque parezca una paradoja, creo que eso es lo que somos, en diferente grado según el caso. Nobles de jugar noble cuando la ocasión no es desesperada -como hacen los nobles en realidad- y pícaros capaces de superar un trance... cosa que los que solo son nobles pueden transformar en absoluta y sórdida violencia.
En cierto modo es como si la picardía fuera un término medio entre la nobleza y el desparrame violento. Tengo para mí que los "nobles" del norte buscan muchas veces una justificación para demostrar su corazón bárbaro, al modo en que los que se creen superiores se sienten engañados y luego justificados para tratar a los inferiores como se merecen. Creo que lo llaman Complejo de Popeye...
La adopción acrítica del idealismo anglosajón nos lleva ineludiblemente a aceptar que son superiores en su quehacer normal y justificados siempre en sus excesos. Y eso se enfrenta al "modo español" que cuando las cosas se ponen feas le quedan aún recursos para salir adelante sin pasarse al lado oscuro de la fuerza...
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Por alguna razón que no acabo de entender, desde bien pequeño esto de la patria me ponía...cómo me ponía (y pone). Es mi raíz primordial, la más antigua que tengo en la memoria. Las películas bélicas siempre me gustaron y en mi infancia eran habituales las de piratas. Nada nuevo será para vosotros que os recuerde cómo solíamos salir retratados los españoles...
Y pasando el tiempo vi aquella película basada en el libro del Reverte: Alatriste. Una película de "acción" protagonizada por españoles.... Ummm, sonaba bien. No había leído ningún libro de la saga y por tanto todo parecía al fin prometedor...
Poco tiempo de promesa e ilusión, pues el tono seguía siendo el gris y melancólico acostumbrado. En cierto modo derrotista, psicologista... Eso que tanto gusta a los progres cuando tienen que enfrentarse a cualquier gloria de la vieja España. Pero hubo una escena que me dejó "pereplejo" y fue esa en la que los españoles mataban a cuchillo a los sorprendidos holandeses. Luego supe que podía tratase de Empel -no recuerdo si la película mencionara esa batalla y si lo hizo aún estaba lejos de comprender de qué se trataba-.
Era una escena seguramente muy real en la que unos matan con saña para asegurarse la muerte del enemigo y asegurar por algún momento su propia vida. Pero... ¿era necesario llevar al cine tales imágenes que por su fuerza dramática crearían una impronta en el espectador superior a cual quier otra escena de esa película?.
Y si debo recordar otra, también dramática, fue el enfrentamiento con picas entre franceses y españoles. De nuevo la saña de los nuestros cortando tendones enmascarada en una hiperealismo histórico que antes de sugerir valor habría de sugerir violencia grotescamente pícara.
No me cuesta imaginar que las guerras son así; que hay poco de caballerosidad, o nada, cuando se trata de tu vida frente a la vida de tu enemigo, pero acostumbrado como estaba -como todos supongo- a un cine épico que relata victorias o derrotas realzando lo mejor del ser humano -que también se pone de manifiesto en todas las guerra- , y que siempre tiene un sesgo favorable al país que paga o subvenciona el rodaje, esa insistencia en su parte más vil, por más que cierta y relativa a los nuestros, y en una película que al fin venía a cubrir en parte la escasa producción cinematográfica sobre nuestra historia, me provocó prácticamente nauseas.
Bajezas, traiciones, sobornos, despotismo... concluyen en una derrota en la que los "güevos" de los nuestros sucumben ente el poderío francés, elegante y digno en la victoria...
La carga final de los nuestros como última y apoteósica escena es muy simbólica: morir matando y al final morir... para nada. Era el fin de una época no narrada sino en la derrota. Era el fin de una España solo recordada por sus fracasos, con un colofón heroico de esos relatados para pasar página; para aceptar los "hechos"... Para, en definitiva, dar por concluido un periodo de éxitos siempre sopesados con guantes de goma, como quien coge algo que produce profundo asco, pero que explota a los ojos del espectador en una sublime derrota como colofón a todo un regodeo sobre los "males" de España (y de los españoles).
Luego, más recientemente, vendrían otras por el estilo, como fue la de Los últimos de Filipinas, escrita por un juntaletras cubano inspirado por sus holganzas en retaguardia de cuando le guerra de Angola...
Terrible para la sensibilidad de un patriota pero no menos terrible para cualquier sensibilidad consciente de que el cine es una fábrica de sueños salvo en España, que si en algo resulta genuina en el mundo del celuloide, es por ser precisamente, una "máquina" de pesadillas.
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A estas alturas, entiendo que el pecado original es un escapismo, siempre tentador, a ser como Dios. Los polos del mismo signo se rechazan...
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Llevamos mi esposa y yo viendo películas de contenido cristiano. Una que hemos visto tres veces es "San Agustin". Muy recomendable en todos los aspectos pero la menciono en este caso por cómo empieza y acaba.
Los ocupados en desentrañar la deriva del mundo encontrarán en esta película algún punto de reflexión nada fácil de admitir. Yo no lo hice en el primer momento ni en el segundo...
Viendo el rostro de la imagen de arriba, me viene a la mente un modo ocurrente de explicar la Fe a quien carece de ella. Está respirando plácidamente y el aire es para él aromático, evocador, espiritualmente agradable... mientras otros respiran sin percibir el aroma y no dan crédito que de una simple respiración se obtenga tanto partido...
El pensamiento católico es potente gracias a la Fe pues la Fe es el vínculo con lo más grande. Nada en nuestra capacidad de pensar en lo grande supera la idea de Dios. Y si es un Dios inteligible, racional, que se deja buscar, estudiar, comprender, al punto de haber enviado a Su Hijo para concretar su divinidad en forma humana, el peligro de lo que nos resulta inabarcable, que nos desborda al punto de construir ideas de Dios que apenas son fantasmas imaginados de su naturaleza desbordante, desaparece. Por eso tantos odian a Cristo; porque es el Mesías concreto y la voluntad de Dios cuando ellos esperan otra cosa y aunque fuera otra cosa, esperarían que también fuera diferente. Ese rechazo hacia lo concreto deja libre a la imaginación humana que creará dioses a su gusto y como perro que persigue a su cola, tan interesante al principio pero que es camino a ninguna parte.
Por esa razón, el pensamiento cristiano no solo cree en Dios sino que sabe que en lo concreto es aún desbordante pero no huidizo...
Todo en el mundo de la materia se expresa "materialmente". Existe como una especie de idealización viciosa por la cual lo que es espiritual debería únicamente expresarse espiritualmente, sin el concurso de la materia. Así los procesos racionales son fruto aparente de la razón, es decir, de la mera funcionalidad de un cerebro complejo. Así lo ven muchos. Así se entienden muchos humanos.
Entonces, si la Fe puede dar frutos en el orden racional, muchos piensan que apenas es un estímulo que lleva a la razón cada vez más lejos. Entendidos los cableados complejos de nuestro cerebro inteligente, piensan que las ideas emergen gracias a la complejidad de ese sistema que además se nutre de sueños, como si fueran meros placebos inspiradores u ocurrencias afortunadas de una mente caótica que de vez en cuando acierta.
La visión gustavobuenista del pensamiento católico está bien a mi juicio por dos motivos esencialmente: que reconoce su profunda intelectualidad y que puede para algunos ser un puente entre la materia y el espíritu. Fuera de sus propios logros como sistema de pensamiento y de esa potencialidad de abrir los ojos a quienes viven en la idea de que el pensamiento cristiano es cosa de viejos y "blandos", nunca debería osar ir más allá sin renuncia a la "posibilidad de Dios". El Papa Francisco decía que frente al demonio el combate intelectual garantiza nuestra derrota...
Me parece bien el materialismo filosófico en lo que respecta a la filosofía de la materia. Si no creen en nada fuera de ella, para mi no es mala idea agotarla en lo material pues sin duda, en algún momento empezará a insinuar que existe "otra" cosa que no es materia.
Un respeto por parte de todos es necesario y en buena lid me imagino a dos que hacen el Camino de Santiago cada cual por sus motivos. En llegando a Santiago, uno da por finalizado el viaje pero el otro sigue avanzando hasta Finisterre y más allá... No ha lugar a ningún debate a ese respecto pues si fueron juntos tantas jornadas, uno y otro aprendieron a valorar recíprocamente sus motivos.
Tengo la impresión de que algunos envidian la Fe que no tienen y la quisieran alcanzar comprándola, como quiso Simón el Mago querer comprar el don de los milagros...
La Fe implica cruzar un umbral que implica el abandono de uno mismo en manos de Dios. Si existe una reserva tan poderosa que te impide dar ese paso, envidiarás la Fe de otros pero odiarás que sea tan cara...
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hace 11 horas, Hispanorromano dijo:Si el amigo BGA no tiene inconveniente, me gustaría poner aquí una cosa que ha escrito en otro sitio y que me parece de lo más acertada:
¿No veis en toda esta tendencia complotista que triunfa en internet cierta conexión con el gnosticismo? En la idea de que hay una verdad esotérica y otra exotérica, en la idea de que todos los acontecimientos tienen explicaciones ocultas, en la idea de que el conocimiento salva. Aparte de que, consultando el subforo de Conspiraciones de BBJ, uno se percata de la continua utilización de mitos y temáticas del gnosticismo o de alguna de sus variantes, como la teosofía.
También cuadraría bastante lo que dice el estudio psicológico sobre la "necesidad de caos" que tienen algunos de los complotistas. La famosa Magia del Caos de Aleister Crowley cuyo símbolo -la Estrella del Caos- utiliza Dugin en su Movimiento Euroasiático.
Ningún problema. Todo un honor para mí, aunque les confieso que leyendo cosas que he escrito, me cuesta entenderlas incluso a mí... En fin, supongo que todo es un proceso en el que madura la claridad de ideas mientras lo hace también el saber expresarlas.
¿Se ha parado a pensar en la relación del pragmatismo extremo con el idealismo extremo?. En principio parecería que son contrarios pero empiezo a barruntar que se yuxtaponen, pues ahí donde se impone ser muy pragmático, surge necesariamente una vía de escape que favorecería la expresión de otros aspectos de nuestra naturaleza humana, como por ejemplo la religión y el espíritu. Y como quiera que la integración de las cosas del espíritu y de los negocios, o las oportunidades, llevadas a su máxima expresión se niegan la una a la otra, pues se crean dos mundos, el "real" de los negocios y las oportunidades, y el "onírico" o espiritual que vendría a completar un cuadro hecho, al fin y al cabo, de retales sin continuidad.
Así como pienso que la visión católica de las cosas, su cosmovisión, va adelante con todo, con lo físico y lo espiritual; con los negocios y la moral, y ésto le resta pujanza y agilidad en un mundo que vuela... la visión angloprotestante sintetiza esa cosmovisión en dos partes (dualidad que se refleja también en la concepción conflictiva del individuo y la sociedad), creando como dos universos paralelos en los que dominando el universo material, queda un necesario, pero escaso y mal resuelto, para el universo espiritual.
Corrieron mucho y esa fuerza y empuje casi nos aplastó. Pero la Verdad se acaba imponiendo como acaba siendo un infierno vivir dos realidades distintas que pertenecen realmente a un mismo mundo, que es el mundo humano en toda su plenitud.
En cierto modo el gnosticismo, la magia, la cábala, la conspiranoia... parecerían una respuesta desde el privilegio alcanzado por un pragmatismo asfixiante pero al que nadie quiere renunciar. Es un mirada hacia allá desde aquí sin la menor intención de dejar aquí nada de lo logrado... La necesidad del agua y del aceite lleva a los idealistas-prágmáticos a imaginar una "solución" perfecta y duradera...
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¿Mundillo?. Bueno, en parte tiene razón si el recuerdo "emergente" cuando se habla de los católicos es el que nos recuerdan los medios de comunicación hostiles:capillitas, meapilas, hipócrita, "fachas", acomodados, soberbios... Pero existen otros de católicos "de acción" que por ser de acción todo parecido con lo anterior será pura coincidencia debida al carácter o a otras cosas, pero poco más. Luego "estamos" los neoconversos... que a "nuestra vez" cada uno es de su padre y de su madre pero compartiendo la energía del "descubrimiento". En la red hay muchos testimonios de personas que han vuelto a casa o han entrado en ella por primera vez y desde luego no pueden ser clasificados al uso.
La "universalidad" católica se vuelve a hacer patente de manera más clara y contundente, muy a pesar de los sambenitos en los que los guerreros del teclado y demás alimañas se quieren basar para marcar distancias a su favor.
Si acaso entonces es un mundo y no un mundillo, pero ya saben, cada negro reconoce en otros negros a una persona diferente, como los chinos y eso a pesar de que para los que no son ni chinos ni negros, todos los negro y chinos son iguales...
Fuera bromas, creo que la universalidad es un hecho en el carácter y los motivos por los que unos han sido fieles y otros lo hemos visto claro más tarde.
Sin bailar al son del enemigo, sería bueno enseñar carácter y no como expresión personal a secas, sino como expresión de la catolicidad interiorizada según cada una de nuestras personalidades.
Decir que abunda más éstos o aquellos, es irrelevante. Lo que importa es que cada persona sepa que aquí tiene su sitio y que lo mismo habla Cristo a todos como a cada uno. El temor a difuminarse en un mundillo sin sal ni pimienta es necesario superarlo.
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hace 13 horas, Vanu Gómez dijo:Por cierto, BGA, con motivo de otro hilo comentamos el problema que tiene siempre el diferente significado de las palabras a lo largo del tiempo. Cuando leemos un texto de hace, qué se yo, hace dos o tres siglos, habitualmente tenemos "falsos amigos" dentro de un mismo idioma.
A veces me pregunto a qué errores no nos llevará el leer según qué textos con "contínentes" idénticos a los de hoy pero con "contenidos" distintos.
Sencillamente, los campos semánticos van mutando, o cuando menos cambiando su aplicación.
Por ejemplo, sabemos que "pagano" en la Biblia venía a significar lo que "gentil". Si, por ejemplo, nos vamos tres siglos atrás... "liberal" significa "generoso". Y así un largo etcétera. Desde luego, el dominio de las letras el la base.
Manso: puede ser apacible o también pusilánime.
Astuto: puede ser un taimado o también se puede ver como persona que no se deja engañar fácilmente.
Esas palabras pueden utlizarse como insulto o como alabanza hoy día.
Hay una manipulación del lenguaje evidente. La más común es invertir su significado de manera indirecta, es decir, proclamar la libertad, por ejemplo, dando a entender que para conseguirla es necesaria una etapa de tiranía.
Respecto a los contenidos cambiantes en el tiempo, yo funciono "de oído", asumiendo el significado corriente que para la mayoría tienen en lenguaje coloquial. La guerra lo es también del lenguaje y en Burbuja se expresa en todo su esplendor. Me sorprende la apelación a las definiciones de la Academia de la lengua tan frecuente entre muchos foreros como dando a entender que ya es un hecho que cada cual tiene su propio criterio.
Astuto es una palabra que a mi me suena mal y supongo que los matices de la palabra original no pudieron ser expresados en lengua castellana con palabras igual de sutiles. Pero tenemos al contexto como apoyo, de manera que no sería lo mismo ser astuto en los negocios -actividad carente de moral en última instancia pues su razón de ser es el beneficio, necesario por otra parte y en conflicto "necesariamente" con la mora-l, que en palabras de Cristo, a pesar de no tener en nuestro idioma la mejor traducción.
Dice que seamos astutos como la serpiente y debo pensar que no hacía mención al animal sino al diablo, pues la astucia de la serpiente, hasta donde yo se, no es superior a la de otros animales de sangre caliente capaces de devorarlas.
Si fuera correcta esta interpretación, habría que considerar si la astucia obedece a alguna otra consideración al margen de su propósito directo y no a una formulación limitada a la defensa, al apercibimiento realista y despierto de la circunstancia que podría ser peligrosa.
Se ha vendido la idea del cristiano manso y de suyo confiado, bien en la calidad humana o bien, y en última instancia, respecto al socorro Divino. Es como si dudar, desconfiar, prevenirse... fueran contrarios al espíritu cristiano. Entonces habría que recordar cómo los evangelistas y el propio San Pablo, ponían pies en polvorosa en cuanto eran advertidos de algún peligro, como el propio Cristo.
Me quedo entonces en ésto: astucia para que los malos no precipiten una conclusión contraria a la misión. Dejarse matar no es una opción salvo que no quepa otra alternativa o milagro, en cuyo caso debe existir una disposición sincera a aceptar el designio...
Tengo la impresión de que se manejan mal estos conceptos opuestos pues muchas veces son escusa para malversarlos, siendo mansos ante los hombres y astutos ante Dios. Ni el hombre perdonará tu mansedumbre ni Dios esa presunción de astucia en Su contra.
Podría decirse que el mundo camina al revés porque empleamos la voluntad para dirimir asuntos de en los que intervienen "las grandes aptitudes" a causa de un idealismo o un pragmatismo mal entendidos y confundidos.
Somos conscientes de que nuestra libertad absoluta en la vida diaria no existe; que existen grados de libertad articulados en nuestra realidad humana y social. Sin embargo, qué reacios somos a acepta Su dulce yugo a pesar de que bajo él comprendemos mucho mejor la naturaleza y alcance de todo el resto de nuestra libertad.
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Cristo nos decía que fuéramos mansos y astutos. Según los códigos actuales, parece un oxímoron pues ser manso se nos plantea como una especia de santurrón medio ido o un cobarde que ha encontrado el modo de convertir su cobardía en decoro... Del astuto tenemos la idea de una persona "larga", desconfiada e hiperactiva en la defensa de lo suyo. El típico que cuando tu vas, él vuelve y se ríe de ti o te compadece seguro ya de que eres poco rival, poca cosa.
El Papa decía hace poco que no debíamos ocultar nuestra cristianidad y no se refería, supongo, a un modo concreto de cristiano predicador de la palabra pero poco o nada atractivo por su carisma y sus obras. Esa creo que era la intención de Francisco sin poner vallas al campo, pues donde no hay astucia pero si mucha mansedumbre, encontrará también quien lo escuche muy a pesar de tantos que se reirán de él.
Mansos frente a Él y al prójimo errático. Astutos frente al astuto y sus.... No, no usaré la coletilla coloquial de Prada porque es ofensiva en sí contra hermanos nuestros a los que presenta como una banda alegre pero sin carácter. Y astutos en tanto que inteligentes, con personalidad, con entrañas. Sabedores de los recursos del enemigo.
El mundo se mueve a golpe de mareas. Los que no conoce la piedad, los tratan como borregos apestados siempre disponibles a lo último en cantos de sirena. Y es cierta esa tendencia en una sociedad que sabe que las cosas no van bien pero que nadie se las explica como si fueran seres humanos... Todo mascado, predigerido o vomitado sin vergüenza alguna sobre "orgullositos" que después de todo viven la confusión de nuestro tiempo.
No se si la política puede ser una tribuna, creo que no. Por ahí y por ahora, todo el pescado está vendido. En algo tienen razón los niuayers que decían que la revolución futura empieza en uno mismo. Sabemos que su intención es que cada uno se perdiera en "su propio camino". Pero sabemos que el nuestro no es el de perdimiento ni el de la experiencia íntima como única manera de hacer posible la emergencia de la semilla de Dios. Sabemos que tenemos nuestras parroquias, nuestra familias, nuestro entorno... Nuestra Re-ligión.
Algunos del mío se sorprenden al oírme decir ciertas cosas. Como quiera que dijera otras pero siempre con parecida pasión, su sorpresa les deja como fritos, como preguntándose cómo aquel al que recuerdan diciendo otras cosas, hoy sigue siendo en el fondo el mismo, con más carácter que paciencia, como más corazón que cabeza, pero cabeza después de todo.
El jaleo "franciscano" nos llama a quitarnos el miedo y la rigidez.
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En el otro foro dije alguna vez que veía en la riqueza del pensamiento católico una joya, y cuando lo dije, tuve la sensación de estar haciendo mía es frase dicha antes por otro. Me pasa a menudo y al tiempo me pesa no recordar nombres ni citarlos. La originalidad no es un tema que me inquiete al expresar mis ideas y por ello ni me martiriza no recordar los nombres de quienes me inspiraron, ni por el contrario me envanecen imaginando que son de mi propia cosecha. Otro forero respondió algo así como que era bueno que hubiera caído en esa cuenta.
Embobezco a menudo cuando paulatinamente van cobrando sentido o un sentido más rico, tantas cosas como uno ha oído a lo largo del tiempo. Una idea machacona me ronda la cabeza y casi se ha convertido en mi clave para descifrar la verdad. Se trata de la "continuidad"; de comprobar que textos y frases que las entiende todo el mundo por su significado directo, con el tiempo se desdoblan en multitud de dimensiones que casi dan vértigo, pero que una vez fijadas, vuelves la vista atrás y aquel mensaje "para torpes" sigue diciendo exactamente lo mismo y es igualmente verdadero. Se formulan como mandatos, como orientaciones, como guías para una buena vida y cuando por causalidad "algo llama a tu puerta", comprendes la riqueza que antes se ocultaba a tus ojos. Sería como evitar "la causa" para evitar sus efectos, pero cuando entiendes algo del recorrido que hay entre los efectos y las causas; las sutilezas que enlazan tan elegantemente con otras formulaciones, con otras causas y sus efectos, como si fuera un tejido finísimo de seda estampada, te quedas maravillado.
Si tuviera que definir de algún modo esta sensación, lo haría diciendo que "Es Vida", dejando atrás incluso al sentido de la vida que intuyo no es la gran pregunta que muchos creen sino que abre la puerta a esa otra pregunta que muchos menos se hacen y sería ¿Vida?. Si efectivamante es Vida porque toda nuestra vida, con sus afanes, aciertos, errores, alegrías y frustraciones, tristezas.. se entrelazan para ofrecernos la experiencia de Vivir en una continuidad en la que incluso los errores son necesarios para reencontrar la buena senda. Comprender las "razones", incluso a posteriori de lo vivido y en el momento actual, ofrece un panorama "celeste" de la Vida, de la que la vida restante por vivir en este mundo, es solo una escala.
Vida porque vivimos respirando la vida sin darnos cuenta y cuando nos paramos a pensarla como que nos ahogamos, como que la vida cuando pretende entenderse, se congestionara...
Pero esos descubrimientos de la razón que con tanta facilidad se hacen verso, no son fruto de mi mismo, sino que supongo que algo de mi mismo que no es mérito mío que lo tenga, simplemente expresa mi confianza en la Verdad. Y es tanta que ni siquiera temo equivocarme y no porque no vaya a hacerlo, sino que "algo" está ya por encima de esos contratiempos y mientras ando por este camino no me pesa la idea de tener que cambiar algo.
Me dejo llevar... atentamente. Agradecidamente.
Es más que una filosofía porque no me siento solo en mis soledades. "Algo" tira de mi; algo se insinúa... Si mi corazón está contento y busco antes comprender que juzgar, aun cuando juzgo más que comprendo; si mi inteligencia encuentra casi sin buscar y lo que encuentra supera largamente cualquiera de mis espectativas; si mirar Su rostro no me devuelve horror sino algo así como un enamoramiento, sé que sigo el camino de la Verdad y de la Vida. Soy cristiano.
Somos diferentes y cada uno encuentra su modo de recorrer el mismo camino de la Verdad, en chanclas, en bicicleta, con la cabeza llena, con el corazón sangrando... Todos somos hijos muy queridos de Dios y cada cual "un pensamiento de Dios". Si cada uno es un pensamiento, no podemos ser iguales de ningún modo, pues habría bastado que nos pensara a todos al mismo tiempo.
Todos necesitamos tiempo y tiempo se necesita para abrazar la Fe. No es fácil romper ese hechizo del hombre solitario que lo mismo se suicida que lo cubren de medallas. Es dificilísimo porque afecta a lo esencial de nuestras personas, y es que lo mismo nos ahogamos en nuestros vómitos que si alguien quisiera limpiarlos nos ofendería. Creo que es la soberbia, esa arma arrojadiza para herir con su mención la falsas humildades de los demás y que bien poco espacio nos ofrece como para que la miremos de frente y no tan de cerca...
Para todo lo demás prudencia, pues es Cristo quien marca el ritmo de nuestros pasos aún para tantos que no los oyen.
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hace 39 minutos, Vanu Gómez dijo:Ah, sí, se me ocurre una cosa. Que es una lección a aprender para quienes en su día hemos coqueteado un poco más o un poco menos con el conspiraicionismo... ahora vemos cómo el centro de la diana es la cabeza visible de la Iglesia, a la que tratan de alcanzar con fuego supuestamente amigo. Dejando a un lado el que haya más o menos cosas que podamos compartir con el proceder del actual Papa.
Que las conspiraciones existen... sí, la gran conspiración también, la del Malo. Pero resulta que la actitud vital que podemos denominar "conspiracionismo" es en sí mismo una conspiración, un arma de aquel pues sirve de utilidad a la Discordia, que es la principal motivación de ese ser.
Si la conspiración se basa en el engaño, la conspiranoia se basa en el engaño sobre el engaño. Y en este caso concreto, menos multiplicado por menos no es igual a más...
La Gran Conspiración y todos sus sucedaneos adaptados a personalidades de todo tipo y circunstancia, es contra Cristo. Dios, o una idea de Dios, se libra de algún modo, precisamente en el modo en que nunca sabremos de Dios y esa es precisamente la figura de Cristo.
La "idea" más concreta y viable racionalmente hablando de Dios, resulta ser Cristo. Ahí están reflejados todas las ideas, religiones y conspiraciones que tratan de eliminar a Cristo como idea concreta de Dios.
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Buen hilo y excelentes participaciones.
Confieso que yo he tenido esa tendencia conspiranoica que desarrollé en los primeros años de BBJ coincidiendo con la crisis que fue mi propia crisis de manera extraordinaria. Poco leído -me maravilla en muchos de vosotros el manejo de libros que tenéis- y a la vez curioso, el tiempo libre y la avalancha de "información", fueron los ingredientes de abrir mis ojos como platos ante tantos datos y secretos pregonados como si efectivamente "algo" distinto estuviera pasando. Distinto y extraordinario pues venía en auxilio de aquellas dudas, fracasos y frustraciones para cuya explicación en mi fuero interno, no encontraba nada que no fuera: qué mundo más hi de pu nos toca vivir. Pero esa conclusión te dejaba postrado, incapaz, sin esperanza. Estocnsn todas esas teorías venían a explicar la razón de ser de las cosas. Precisamente, nuestra mente estructurada (alienada, controlada, aborregada.... que tanto se decía y se dice) era la responsable de no detenerse en el efecto caótico en que se había convertido la realidad como es... Tenía que haber una explicación, si no para todo, si para lo más acuciante. Y además, tenía que haber un voluntad expresa detrás de todo, pues era yo incapaz de desprenderme de la idea de que había una inteligencia finísima detrás de todo. Finísima y tenaz, de "larga data", en la que "algo", movido por "algo" había sido capaz de pergeñar "algo" a lo largo de siglos y que por fin había empezado a dar señales claras de éxito y premio a esa voluntad pétrea, al mismo tiempo que "otros" conseguían traernos la explicación adecuada. Desde la antigüedad (muy variable según el caso), pasando por sucesos históricos a los largo de siglos, se habían ido gestando lo mismo grandes venganzas que grandes resistencias. Un mundo "mítico" de sociedades, dragones de diferente color, que siguiendo la largura de sus raíces nos llevan a las edades védicas, a las deidades paganas tansmutadas en seres de otras galaxias, a Yavé, a los judíos y a Egipto pasando por Babilonia... Todo apuntaba a que había, efectivamente, una explicación "racional" a los eventos nuevos para los dormido, pero que los despiertos habían estado predicando milenios como quien grita en el desierto. En cierto modo estábamos adorando a nuestros ídolos de oro haciendo caso omiso a la "inteligencia", a la consciencia cósmica, a los "hermanos ascendidos".... Moisés había bajado del monte y comprobando cuán fácil es para las masas caer en la idolatría del dinero, de la vida sin más que el horizonte pequeño y personal, rompió furioso de nuestra flojera las tablas de la Ley que debían orientar nuestras vidas más acá de que las comprendiéramos. Pero bajó -descendió- con otras palabras que Yavé le había dicho y que nos parece razonable fueran secretas, pues si tan fácil fuera dejarnos llevar por la materialización inmediata en aquellos ídolos dando respuesta a nuestra inclinación transcendente en su modo tanrústico, no hubiéramos sido capaces de comprender los códigos tras la exigencia de cumplirlos sin hacer preguntas.
Y aquí encuentro el meollo de todo ésto: "no quiere que comáis de este árbol porque sabe que seréis como Él". Destripar esta frase tiene su aquel: ¿Puede una criatura ser igual a su creador?. ¿Podría Dios ser capaz de crear a otros dioses idénticos -clónicos- a Él sin tener en cuenta ninguna consideración al margen de querer hacerlo?. ¿Podría la Causa incausada dar origen a entidades clónicas que no serían sino causas "causadas"?. ¿Cómo podrían "Ser" lo mismo si no hay en ellos "la primera voluntad"?.
Preguntas -ejemplos- que ponen de manifiesto la necesidad humana de ir al fondo de las cosas pero inspirados por una voluntad que no se detendrá en respuestas "insatisfactorias" que acoten la libertad de llegar al fondo de las cosas... De hecho, cuanto más complejas las respuestas, y más contradictorias, más estimulantes nos resultan como modo de eludir una realidad que nos aplasta como bota indiferente pisando un hormiguero.
Estoy convencido de que la "intención" de todo es "romper" la estructura de la civilización cristiana identificada ya en la "Matrix" (matriz, estructura, filas y columnas, planos "acotados"). Tal vez tenga que ver con las "meditaciones" de un "pueblo" que tampoco quiso aceptar la realidad de aquel Mesías que no cumplía con su interpretación de lo que habría de ser el Mesías, y como niño frustrado por no ver entre los regalos aquel de su máxima preferencia, elucubra que los reyes magos le estaban gastando una broma y busca, revuelve en lugares raros, aquello que de ninguna manera habría de serle negado...
Ingenuidades infantiles (y no tanto) que en tantos casos duran toda la vida resistiéndose a la realidad buscando explicaciones "alternativas" que dejan a Dios fuera del centro ahora ocupado por nosotros y nuestras "necesidades", convirtiéndolo en un "bromista" que juega al escondite o a los dados...
Antes que todo ésto había tenido "contactos" con el Mal. Nunca se trató de temas complejos ni elaborados sino de cosas sencillas y de "miradas". Mis casos "diabólicos", en lo que atañe al caso concreto, son cosas muy ordinarias. Lo extraordinario era "la sensación" de estar frente a algo súbitamente negro y desconcertante por sí mismo y por el hecho de que escapaba completamente del ámbito del hecho. Por eso digo "sensación" y no reacción más o menos iracunda ante un hecho vulgar y predecible.
Cinco años "interno" en colegios de curas de los que renegué en cierto modo sin llegar a ningún drama hasta la "crisis", pasando por el Zen y la vida sana y natural, me libraron de caer en la red anti-matrix... Si había experimentado el mal de manera tan viva -y subjetiva siendo sinceros- debía por fuerza existir el Bien. Y si existe el Bien -o el mal personificado, no como mera tragedia o dolor- , éste debía ser "racionalmente" también personal. Una vaga idea de Dios sostenida "a mi manera" en mis años de Zen pero que venía de mi adolescencia, volvía así a tomar un protagonismo primero en mi mente con hecho racional, y luego permeando poco a poco mi corazón...
Inescrutables son los caminos de Señor.
Al caso que nos ocupa El Español ha vuelto a dar con las claves adecuadas. El mal y sus efectos "domésticos" ha estado y siempre estará en la Ciudad del Mundo por mucho que insistamos en convertirlo en la Ciudad de Dios. La buena noticia es que la Ciudad de Dios triunfará cuando Cristo regrese y la otra buena noticia en que la Ciudad de Dios "ya está" en nuestros corazones.
Todas las teorías conspirativas, ciertas o no, son un reflejo de los afanes por lograr el poder a costa de todo y de todos; de sembrar cizaña y desorientación; de romper la relación entre causas y efectos proponiendo idealidad misteriosas que están más allá, intocables, de las causas y sus efectos.
Así como tuve aquellas experiencias "malignas" en circunstancias del todo ordinarias, hoy veo que se ponen de manifiesto en las circunstancias extraordinarias. Si era necesario un "sexto sentido" -o locura- para apreciar a la entidad perversa en medio de lo cotidiano, no es apenas necesario para justificar los sucesos extraordinarios. Confundir o procurar confundir la naturaleza real de los "entes implicados" en este mundo tan confuso, forma parte de lo mismo: la mentira es muy poderosa porque consigue destruirlo todo, y la verdad que nos aproxima a Dios, tomada como simple hecho racional, dejando al margen la Revelación, es un camino tortuoso lleno de incertidumbres y de fracasos. Destruir es más fácil que construir y la "cama" de subjetividad y al final siempre de sospecha, se abre camino entre las murallas frágiles del sentido común y de la reflexión orientada por la Fe, la cual no es obra nuestra y por ello es tan repudiada por quienes sin saberlo han interiorizado que los "dioses" creados por Dios, son igual de poderosos y además comprensivos con nuestra naturaleza imperfecta frente a un Dios justiciero y celoso...
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hace 11 minutos, Vanu Gómez dijo:BGA, necesitamos reconciliarnos. Yo retiro todo lo que haya podido ofenderte.
Un abrazo, amigo.
No es enfado. De eso hace mucho y recibí con alegría sus disculpas. Mi estilo va en otra línea más de campo de batalla aunque soy consciente de que quien con fuego juega, se acaba quemando. No pierdo la esperanza ni la Fe, que se acrecienta día a día y por mi trayectoria personal puedo creer que entiendo mejor a personas que están aún al otro lado dando pruebas de que quisieran estar en éste.
Una cosa más, como recién llegado sé que adolezco de formación y puedo ofrecer imágenes distorsionadas de nuestra Fe, pero quiero decirles a todos que el escrito de El Español, que ha suscitado que entrara en esta ocasión, me parece clarividente y perfecto y lo hago mío al cien por cien. Digo ésto por dos motivos, por reconocer el merecimiento de su autor y por darme a entender mejor si desde mis rústicas entendederas pudiera dar a entender lo contrario.
Como dice de sí Gerión, a mi me mueve también la empatía y llevo mal la discordia entre los que considero mis aliados y por tanto prefiero la prudencia que un juicio temerario. Es preferible, según creo, dar oportunidades a quien busca, incluso de manera grotesca -hablo del otro foro- como hay tantos casos, que cerrar ninguna puerta.
Saludos a todos y otro abrazo para "tigo"....
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En 13/8/2019 a las 16:07, Español dijo:Pues si he de ser sincero, yo por mi parte no lo dejo, amigos. No porque, estamos en un foro en cuyas pretensiones fundamentales destaca la de intentar ofrecer una visión católica de la historia y del mundo, en la medida de nuestras limitadas posibilidades, y en ese contexto se ha vertido una crítica feroz contra el catolicismo, que moralmente me veo obligado a responder como católico que soy.
Lo hago también por que creo que se puede abordar una discusión lógica y sensata sobre el tema, sin necesidad de que nos tiremos los trastos a la cabeza ni que tengamos que recurrir a los insultos o descalificaciones personales, lo cual no sería católico ni ético. Tratemos pues de ser personas coherentes con lo que profesamos y de dar ejemplo con nuestros actos a los demás, de lo contrario, de nada serviría haber puesto en marcha este foro, que tiene también entre sus objetivos, la vocación de distinguirse de otros sitios donde a menudo se recurre a las malas artes y actitudes ya citadas.
Dicho esto, el problema a mi modo de ver, es el siguiente:
Gerión plantea que Dios solo es una mera idea humana de perfección, útil en la medida que sirve para ordenar el mundo y darle sentido a la vida, es decir, a la esfera de lo humano. Pero como tal idea puede construirse, destruirse, deconstruirse o volverse reconstruir en función de las necesidades y ambiciones humanas de cada tiempo. Visto así, es lógico pensar que, para él o quienes piensan de forma semejante, Dios solo sea una idea instalada en la mente de cada individuo y por tanto, cada uno alberguemos nuestra particular idea acerca de Dios que, en la medida que coincida con las ideas que tengan otras personas, conforman grupos corpusculares o religiones que serían entendidas así como corpus filosóficos o unidades estructurales de pensamiento humano.
Se trataría por tanto, la idea de Dios, de un mero funcionalismo utilitarista al entender que Éste solo sea el mecanismo regulador del orden humano por antonomasia. Un mecanismo tanto más perfecto en la medida que el hombre sea capaz de entender el orden físico implícito en la naturaleza de las cosas y construir sistemas capaces de dominarlo y ponerlo a su servicio, es decir, construir ideas más o menos unificadoras y perfectas de cara a lograr satisfacer sus necesidades y ambiciones comunes.
Desde ese punto de vista, defiende la idea de que, en el caso de la religión católica, actualmente se estaría dando un proceso de corrupción motivado por la introducción de la ideología progresista en su corpus doctrinal, con el objetivo de utilizarlo como mecanismo para llevar a cabo un proyecto mundialista diferente al universal que supuestamente habría estado utilizando el catolicismo tradicional. Un proyecto corruptor, que teóricamente estaría promoviendo en todo el mundo la masonería, con la Compañía de Jesús, entre otros actores, y el Papa Francisco, a la cabeza de la Iglesia. Por eso, él entiende que debe destruirse por completo su figura para evitar que dicho proyecto pueda apoderarse de manera absoluta de ese mecanismo regulador que para él son Dios y la religión, y que históricamente habría estado al servicio del imperio español hasta que el modernismo se lo arrebató.
Visto todo ello, y por favor que se me corrija si no lo he entendido bien, para quienes piensan así, la fe religiosa solo son meras ideas comunes, más o menos funcionales, unificadas y operativas, a las que se les puede dar la forma que deseemos en virtud de nuestra experiencia, conocimiento, y capacidad para alterar la realidad sobre la que operemos, de forma que a través de ellas podamos mantener el orden y lograr nuestros objetivos materiales de vida y convivencia, que se resumirían en la forma de un imperio terrenal más o menos extendido o universal. Esto significaría que, la fe en las ideas comunes y el imperio surgido de la mayor o menor perfección en la construcción de dichas ideas, serían los dos pilares sobre los que se estructurarían todas las sociedades, y que por tanto, sería deber de todos reconstruir el mecanismo dañado que hasta ahora habría servido al supuesto proyecto humano de la Hispanidad.
En resumen, Dios como concepto universal, materialismo como corpus estructural y dominación humana como objetivo a lograr, siendo el utilitarismo del concepto el medio para alcanzarlo y el funcionalismo de las ideas, las herramientas a utilizar.
Hasta aquí lo que buenamente he entendido de la idea que Gerión trata de exponer y ya digo, si me equivoco, por favor que se me corrija. Paso ahora a contestar a dicha idea desde mi perspectiva, que no a exponer mi idea pues, una cosa es la perspectiva sobre la realidad que cada uno tenga y otra bien distinta la idea que sobre dicha perspectiva, pueda cada cual elaborar. Creo que ahí está el primer gran error de Gerión cuando nos acusa de tener nuestras propias ideas de Dios pues, confunde las perspectivas con la reflexión sobre las mismas.
Como muy acertadamente señaló Vanu anteriormente, los católicos no somos un conjunto de personas con ideas propias más o menos consensuadas respecto a Dios, sino una comunidad de creyentes en un credo común que, desde que nacemos al bautismo, se nos da y va revelando a lo largo de nuestras vidas en función de la gracia y de nuestra voluntad de permanecer en él.
Me explico. El catolicismo no es un conjunto unificado y más o menos perfecto, armónico o coherente, de ideas personales respecto de la realidad existencial. Para nosotros, Dios no es un mecanismo funcional construido a lo largo del tiempo mediante la evolución y el perfeccionamiento de las ideas humanas, sino un Ser único y original, necesario y perfecto, omnipotente y eterno, esto es, Supremo. Que ha creado y dado forma necesariamente a los seres y a las cosas, al espíritu y a la materia, a la vida y a la forma. Esto lo demuestra Santo Tomás magistralmente en las "Cinco Vías", sin que hasta el momento nadie, ni científicos ni filósofos, hayan podido rebatir con contundencia definitiva la necesidad de esa primera causa necesaria que es Dios.
Por tanto, el ser humano, para nosotros no es "creador" sino "creatura", es decir, no es constructor de ideas o realidades sino reproductor de estructuras previas que le han sido confiadas por su Creador, junto a los dones de su alma y la capacidad para obrar con libertad respecto a ellas. Cosa que le diferencia del resto de seres, por haber sido creado a imagen y semejanza del Creador, y que le hace tendente a lo eterno en virtud de su conocimiento del mismo.
Para nosotros, todos los seres proceden de la voluntad divina pues, a su modo, todos tienden al bien universal eterno e infinito, en virtud de un apetito más o menos perfecto. Hay seres que únicamente tienden al bien por una relación natural con éste, aunque sin conocimiento del mismo, es lo que se denomina apetito natural, que sería el que tendrían las plantas y los seres inanimados, tendentes al orden y el equilibrio aún sin tener conocimiento de tal. Otros seres sin embargo, tienen lo que denominamos apetito sensitivo, que les hace tender al bien universal por algún conocimiento particular del mismo pero sin que conozcan en cambio la razón misma del bien, como sería el caso de los sentidos en los animales y seres que carecen de entendimiento, pero son capaces de tender a la existencia a través de lo dulce, lo salado, lo claro, lo oscuro, el placer, el sufrimiento, etc. Pero los seres humanos, además de lo anterior, también tienden al bien por el bien mismo, es decir, por un conocimiento que alcanza la razón misma del bien, de modo perfecto y no a través de bienes intermedios. A esta tendencia es a lo que llamamos Voluntad, y es junto a la memoria de las cosas y al propio entendimiento de las mismas, la potencia fundamental de nuestra alma espiritual.
Los hombres tenemos voluntad, esto es, no actuamos motivados por apetitos imperfectos, sino que el movimiento de nuestra alma espiritual, a diferencia de la animal, se origina en nuestra libertad para conocer el bien de forma perfecta, y desde ese conocimiento reproducir las estructuras ideales de vida que observamos en la naturaleza de la Creación. Aspiramos al bien, al Creador, a la Creación, pero por nosotros mismos no somos nada de eso sino que tendemos a ello por ser la causa de nuestra existencia.
La mera idea de que debamos tratar de reconstruir a Dios, o de que la fe no sea más que el ingenio puesto en cómo lo hagamos, resulta imposible de imaginar coherentemente para cualquier católico pues, desde lo finito no se puede reconstruir algo cuya esencia es infinita. La Creatura no puede crear al Creador, solo puede creer y confiar en él, o no. A lo sumo el hombre puede aspirar a reconstruir su naturaleza caída, sus ideas, sus estructuras de pensamiento y de obra, convirtiendo así su realidad a la natural que le ha sido dada por Dios originalmente, es decir, convirtiéndose de nuevo a la fe.
Concretando, los católicos no tenemos una idea de Dios sino un Credo, es decir, una serie de revelaciones del conocimiento acerca de la naturaleza misma del bien, que subyace bajo todo lo visible e invisible, y que se han ido dando a lo largo de la historia de la religión. Es decir, a o largo del proceso de restauración de la unidad perdida con el Ser Supremo que nos creó, a causa de haber hecho un uso imperfecto de nuestra libertad. Eso es lo que denominamos Voluntad salvífica de Dios frente al pecado del hombre, que encarna universalmente Jesucristo. El plan de Dios. El pan de Dios.
Y respecto al Credo que mueve nuestra voluntad hacia Dios, es decir, hacia la unidad con él en Cristo, sí es cierto que existen multitud de perspectivas, es decir, de entendimientos parciales del mismo, relativos al tiempo y la realidad de cada ser humano. Pero eso no son ideas particulares de Dios, sino entendimientos parciales de una verdad absoluta revelada por Él. Lo infinito es Dios y lo finito el hombre.
La Iglesia es unidad, de lo visible con lo invisible, de lo finito con lo infinito, de la materia con el espíritu, de nuestras vidas con la vida eterna, de los hombres con Dios. Y no solo eso, la Iglesia es el Creador mismo obrando en nuestras vidas pues, es su Cuerpo Místico, esto es, la prolongación del Hijo de Dios sobre la Tierra, encarnada en la sagrada Comunión que une a cristo con los apostoles y a estos con el Papa, con los obispos, los sacerdotes, los fieles y, de manera imperfecta, también con todos los hombres de buena voluntad, a través de la Tradición y el Magisterio de la fe. Por tanto, agredir a uno de ellos es hacerlo con cualquiera, con Dios, con la "Común-unión" universal, Católica. Y en ese contexto la fe, el credo, es lo que nos mantiene unidos a esa realidad, siendo las ideas, meras herramientas al servicio de la misma y no constructoras de esta.
No se entiende por tanto, desde cualquier perspectiva católica, la Comunión sin el Papa pues dicha idea rompe la unidad. Eso hace el protestantismo. Tampoco se entiende la Iglesia sin Dios, pues eso separa la creatura del Creador y quiebra el fundamento de la unidad. Se trata pues de ideología o gnosticismo al servicio del propio hombre. Y finalmente no se entiende la creatura cuyas ideas no se orienten a conocer, servir y adorar al Creador, y venerar su obra, pues como hemos dicho la voluntad humana tiende a Dios. Esa voluntad es la de aquel que dijo "Non serviam", cuya soberbia ambición le llevó a pretender ser Dios mismo, y desde entonces encarnamos los hombres cada vez que obramos el mal u omitimos el bien, que es el verdadero camino de nuestra voluntad. La comunión se ama toda o entonces es que no se ama nada, y quién no ama, simplemente odia.
Me dejas sin palabras.
Gerión, creo que no estás lejos. Salta y no mires atrás. El texto de El Español es tan claro como apasionante. No te pierdas a Dios..
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Así es Paloma, la guerra que nos consume en Europa y luego en el mundo, es Germania.contra Roma El Rin y es la frontera. Riqueza contra dignidad en la pobreza. Protestantes contra católicos. "Naciones" contra el Imperio...
Y lo más importante, el transfondo de todo: El Mesías. Creo que ya se entiende de qué voy.
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Hipocresía en estado puro. Ocultan sus derrotas y ensalzan a nuestro héroes derrotados. Al enemigo ni agua. No dejarse llevar por cantos de sirena.
En nuestra hambre mandamos nosotros. Tan indigno es alabar a tu opresor como alabar a tu esclavo. Nunca rendirse, hasta que nadie quede entre nosotros que pueda recordar esta frase.
La gota fría. Qué se podría hacer.
en Debate de actualidad
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Dejando al margen temas de corrupción, el asunto complejo es llegar al equilibrio entre la oportunidad y la seguridad. Al final el coste de los proyectos puede elevarse muchísimo considerando la seguridad por encima de otros aspectos, cosa que sí se hace por ejemplo de las presas, pero no tanto en el dimensionamiento de canales capaces de drenar una cuenca completa en el peor escenario. Como se ve en la fotos el terreno parece bastante plano, lo que da unas llanuras de inundación enormes que requerirían cauces de protección también enormes y una potente red de drenaje secundaria. Entre la economía y la seguridad está el asunto. En muchas zonas se vive asumiendo ese riesgo en la seguridad de que es posible que no ocurra en varias generaciones, con lo cual el beneficio actual podría compensar las pérdidas futuras...
Al margen de todo, está la lucha política y la falta de criterios de estado que eviten críticas oportunistas. Una inversión enorme que solo será apreciada cada muchos años, siempre es susceptible de convertirse en un problema entre los que dirán que todos esos recursos no eran tan necesarios "porque llueve muy poco" y los mismos que luego se quejarán de que la administración "es cortoplacista".
Del mismo modo que no confiamos en el estado, estamos seguros -queremos creerlo más bien- que siempre hace lo que debe en este tipo de tragedias. La expansión urbana de la que se nutre la especulación, deja muchas cosas en el olvido. Son costes de oportunidad en los que no es tan fácil conseguir un equilibrio, que por serlo, debe contemplar que no está haciendo todo lo necesario ante estas "singularidades".
El dicho de Santa Bárbara y la lluvia nunca dejará de ser cierto.