El pastoreo planificado como herramienta medioambiental, tanto a escala micro como global.

Este señor afirma ser uno de esos ecologistas -en este caso biólogo y botánico- que crecieron odiando la ganadería a la que consideraba la gran enemiga de su gran pasión, la fauna salvaje africana.  Según su testimonio, en su Zimbabue natal, gestionó para la administración de Caza en varias provincias del entonces llamado estado de Rhodesia del Norte. Como resultado de sus investigaciones recomendó al estado la prohibición de la caza que llevó a un aumento poblacional de elefantes a la que achacó la degradación de los suelos. Como resultado de ello tomó la decisión de sacrificar 40.000 elefantes, lo cual supone para él uno de los mayores traumas de su vida.

A raíz de aquel golpe profundizó en la investigación de los pastos llegando a la conclusión de que es, precisamente el pastoreo intermitente, la garantía de conservación de los suelos. Y que si bien el sobrepastoreo mal llevado en zonas con periodos de lluvia y seca fuertemente diferenciados -lo cual es una característica de buena parte de nuestro país- lo cierto es que la imitación de los  movimientos de las grandes manadas de herbívoros en África debe ser el verdadero antídoto contra la degradación de suelos en el planeta... (aquí añado yo que SÍ CREO QUE ESTE ES EL MAYOR IMPACTO DE LA ACTUACIÓN HUMANA SOBRE EL PLANETA).

Aquí os dejo un vídeo donde este hombre cuenta su experiencia y su caída del caballo desde perseguidor de la caza y la ganadería (recordemos que los parques naturales en África han sido una de las principales excusas que han tenido los gobiernos, frecuentemente ligados a intereses coloniales, para expulsar poblaciones de amplias regiones) a ver en ésta una herramienta fundamental en la recuperación de los suelos.

Aprovecho la ocasión para recordar que España fue una potencia ganadera en otros tiempos gracias a la magnífica costumbre ancestral de la trashumancia  en sus largas rutas que atravesaban todo el país y de organizaciones vinculadas a ellas como la Mesta. No me cabe duda de que la desaparición de éstas no han hecho más que favorecer el deterioro de suelos en las zonas interiores, pues a su manera vendrían a ser el sucedáneo de las grandes manadas de herbívoros cuya receta nos propone hoy recuperar el tal Savory. No creo que hubiera parangón en toda Europa occidental y creo que se ha menospreciado la riqueza de semejante entramado de vías pecuarias.

Pues nada, ahí os dejo con el vídeo, lamentablemente está en inglés. Si encuentro una versión subtitulada os la pongo por aquí.