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HIstorial de publicaciones de BGA

  1. Hola a toda la concurrencia, conocida y desconocida. Ésta es mi primera intervención y espero que inicie una larga serie. En cuanto al tema del hilo, es de agradecer la información proporcionada, más que nada porque algunos que merodeamos posiciones Tradicionalistas, carecemos de la información más básica, lo que no es obstáculo para simpatizar con ellas y diría que por tratarse de una atracción casi misteriosa, se hará más fácil ir digiriendo lo que sea menester para ir poblando de sustancia esta especie de vocación. El tema Tradicionalista lo veo de manera sintética en sus dos aspectos: el religioso y el político. Atendiendo al primero, la cosa pinta mal y respecto al segundo, no pinta mejor en su aspecto ortodoxo pero sí desde el punto de vista "alternativo", que es lo que aquí se denuncia. La Tradición se sostiene en esos dos pilares, o mejor dicho, en el primero y se expresa en la vida social por el segundo. Lo que estamos viendo es un intento de "modernizar" al Tradicionalismo, en el sentido de adaptarlo al "pensamiento" occidental que no tiene en la Religión ningún interés distinto a un reconocimiento de méritos inscritos en una época que no es la nuestra. Es como si se diera por amortizado el hecho religioso, necesario y consecuente con una época de "incertidumbres" donde la Religión llenaba los espacios que a la ciencia le estaban vedados. Se puede reconocer que "nuestra" religión ofreció a Occidente la vía racional y que una vez esta vía madura y se consolida, aquella va quedando relegada, como el compañero en una carrera de relevos que acaba de entregarte el testigo. Ésto no tiene solución a corto plazo a menos que algún tipo de cataclismo nos saque del confort que las "seguridades" que Occidente nos proporciona. Nadie se acuerda de Sta. Bárbara hasta que no truena. La adoración al becerro de oro es una tentación demasiado natural en el ser humano; una manera de "crear" un Dios a nuestra imagen y semejanza con la que el hombre se redime a sí mismo... cuando cree que lo tiene todo bajo control. La transición entre la Religión y la Ciencia, está muy avanzada y aunque ésta siga sin proporcionarnos ninguna de las grandes respuestas, se da por hecho que lo hará en el "futuro", lo cual no deja de ser otra forma de "fe", si no en divinidades supersticiosas, sí en un potencial que según nos dicen, solo está expresándose en un 10%.... Sin esa Fe, la derivada política viene a ser muy parecida a otras que preconiza la "nueva derecha". Y si a la "tradición" (sin Dios) la asociamos a un "rey" o a cualquier tipo de jerarquía que no tenga vocación de sintetizarse en una república, tenemos que la Tradición es una obra muerta, un cuadro en la pared que en el mejor de los casos, despertaría una gran admiración pero ningún deseo o necesidad de traerla a la actualidad, de "resucitarla". Estas afirmaciones las hago desde mi mitad mundana, como si fuera el abogado de la modernidad. Mis "afectos" van en otra dirección al punto en que me gustaría decir que la cosa no es tan grave. Pero si lo digo, lo hago también convencido de que "todo está pensado" por Quien sabe de nosotros, como humanos, más que nosotros mismos. En Él precisamente encuentro la esperanza que no encuentro si lo aparto del problema. Me maravillo de las cosas que son completas; de las cosas que "son" tan solo cuando ponen de manifiesto toda su naturaleza y de cómo, ese andar podando lo que presumimos accesorio, las deja en un reflejo distorsionado y luego en nada. Entiendo la Tradición como una consecuencia de Cristo, es decir, no es autónoma tal como me parece que la interpretan muchos. Es una huerta que necesita una fuente "específica" y para la cual otras aguas no sirven sino para ofrecer un producto estándar cuyo valor radica en que es "nuestro" y en la medida de nuestras ilusiones, distinto e inmejorable. Pero el "consumidor" no verá en nuestro celo más que un vendedor entre tantos como hoy expresan la oferta disponible. Todo ésto me ha llevado años entenderlo y por ello puedo hablar desde la experiencia que supone superar y acabar aceptando "principios" que entonces ni entendía ni me pareció necesario asumir. Ahora lo veo -como digo antes- como un TODO cuyas partes son imposibles de separar sin que el TODO deje de serlo. Es aquí donde el enemigo está dándolo todo intentando que comprendamos que la esencia se mantiene viva en sus partes. La parte positiva de mi escrito se resumen en que cuando entiendes el TODO, vas con todo incluso en dimensiones que eran insospechadas para mi hace bien poco. Si regresamos a la "fuente" eso acaba notándose pues aunque la mentira gane todas las batallas, "sabemos" que la Verdad ganará la guerra. Es una cuestión de Fe, de corazón y de dignidad. Saludos.
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