Saltar al contenido

Español

Consiliario
  • Publicaciones

    4.172
  • Registrado

  • Última visita

  • Días Top

    379

HIstorial de publicaciones de Español

  1. Español

    Sobre las vacunas del coronavirus

    Estimados amigos, con vuestro permiso, yo por mi parte abandono el debate. Tengo la sensación de que se ha enrarecido un poco el ambiente como consecuencia de esta discusión, y no quisiera que por mi causa fuese a más. Entiendo que poco más puedo aportar y además, tenemos muchos más temas que nos unen, que otros como este en los que no coincidimos, así que celebrando que hayamos podido abordar el tema educadamente y entendiendo sobre todo, que este es un tema complejo que nos afecta tanto como nos sobrepasa, y que es difícil ponerse de acuerdo dados los múltiples puntos de vista que albergamos, os agradezco vuestra cordialidad y quedo a partir de ahora a la escucha de lo que buenamente aportéis. En todo caso, gracias por compartir vuestros puntos de vista de manera amigable y por atender a quienes difieren de los vuestros, del mismo modo. Cosa que no es habitual hoy en día en las RRSS y que solo por eso, ya es un logro para este foro. Gracias y un saludo a todos.
  2. Español

    historia El grafito blasfemo.

    No tenía ni idea de esto. Y pensamos en los grafiteros de hoy como algo nuevo... vaya con el grafitero del siglo I, que ha quedado su tontuna reflejada por los siglos de los siglos.
  3. Mucho se ha hablado y es también objeto de fuertes críticas, sobre la supuesta actitud del Papa Francisco con respecto a la memoria histórica e identidad de los diferentes pueblos y naciones. Muchos le acusan, por ejemplo, de ser anti hispano y haber maltratado la memoria de la Hispanidad, cuando reiteró las disculpas ofrecidas por sus antecesores por los pecados cometidos en nombre de la Iglesia durante la conquista de América, o de "estar al servicio del NWO", simplemente por defender la identidad de los indígenas americanos, entre otras anécdotas. Todo parece valer en la guerra cultural, incluso poner en cuestión la honestidad de la Iglesia, desde el propio sector católico. Sin embargo, y aunque no sea ajena a los tiempos comunes, la Iglesia tiene también sus propios tiempos y dice y hace las cosas, no cuando las redes sociales lo demandan sino cuando realmente se necesita y ante quien corresponde. El pasado 10 de enero, el Papa Francisco, en un discurso dado ante el cuerpo diplomático acreditado en la Santa Sede, dio una contundente respuesta a este tipo de acusaciones, que pone de manifiesto una vez más, la diferencia entre lo que dicen que hace y lo que realmente hace. Igualmente, hizo también una crítica a esa misma guerra cultural que antes comentaba, trasladada a la sociedad a través dd¡e dinámicas internacionales de imposición de criterios e intereses, por parte de algunos estados, que están socavando la estabilidad internacional y la confianza pública. Expongo a continuación tres párrafos extraídos del discurso citado, que puede no obstante leerse completo en el siguiente enlace: DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LOS MIEMBROS DEL CUERPO DIPLOMÁTICO ACREDITADO ANTE LA SANTA SEDE Convendría que en el sector católico, además de prestar oídos a lo que a menudo mal informan algunos medios e informadores, supuestamente católicos aunque bastante interesados, se prestase atención también a lo que realmente dice el Papa, y dónde o ante quién lo dice.
  4. Español

    Sobre las vacunas del coronavirus

    Coincido en la idea de que estamos ante un problema de honestidad intelectual, aunque también y en gran medida, de ignorancia y orgullo intelectual. De hecho, creo que el problema se da precisamente, porque ante todo y por lo general, somos ignorantes sobre el tema y a menudo también muy orgullosos e incluso a veces soberbios. La inmensa mayoría de nosotros, ni sabemos medicina, ni somos especialistas en virus y pandemias, ni entendemos de vacunas. Honesta y humildemente, la mayoría deberíamos simplemente callar y acatar las normas dictadas por la autoridad competente, siempre que no sean contrarias a nuestro orden moral y en dicho caso, desobedecer y obrar lo que consideremos el bien, pero aceptando nuestra responsabilidad y sin necesidad de armar escándalos ni tratar de justificarnos en la muchedumbre. Sin embargo, nos movemos en un mundo y en un tiempo, en el que nos lanzamos alegremente a opinar sobre todo, motivados por las informaciones, los acontecimientos, las circunstancias personales de cada uno y sobre todo, por lo que otros dicen o comentan, sin que en la mayoría de casos podamos realmente dar fe absoluta de lo que estamos diciendo o haciendo. Nos movemos en el campo de las suposiciones y las confianzas, en este tema de manera muy especial, de ahí que hace algún tiempo comentase, que estamos ante un debate en el que la fe de cada uno, y no me refiero solo a la religiosa sino a lo que cada cual cree saber respecto al tema, tiene más peso que lo que en realidad podemos aseverar. Una cosa es tratar de mantenernos informados y transmitir la información que consideramos de bien para los demás, y otra bien distinta es, pretender ser las fuentes de la información para que la gente piense y haga lo que nosotros quisiéramos que fuera, cosa que nos ocurre a todos en bastantes ocasiones, pero que en este caso cobra un especial significado por el riesgo para la vida que entrañan nuestros actos. Por eso es tan importante considerar y tratar con exquisito mimo el tema de la confianza pública, ya que el funcionamiento de cualquier sociedad se basa en esta y este debate de las vacunas, también de manera muy especial. Si permitimos que nuestras opiniones, confianzas, intereses o querencias personales, se antepongan a la confianza pública, al saber y conocimiento de quienes están capacitados, o al interés por la verdad y a la querencia por el bien común, entre todos y aún sin pretenderlo, podemos socavar irremediablemente los cimientos del orden y la paz social, hasta llegar a un punto de no retorno que puede llegar a ser aún más grave que la propia pandemia o los posibles efectos de las vacunas. Personalmente y aunque no lo quisiera, preferiría morir con la conciencia tranquila aún como consecuencia de una vacunación mal testada, que hacerlo con la conciencia de haber inducido a otros a la rebelión, el escándalo o el error, por no querer confiar en nadie. Estoy plenamente convencido, que el juicio ante Dios sería mucho más benévolo en el primero que en el segundo caso, y al final, aunque no nos guste o lo creamos, todos tendremos que pasar por ahí y dar cuenta de nuestros actos.
  5. Español

    Sobre las vacunas del coronavirus

    Valga una muestra: Vox España maximizando el número de fallecidos en su propia web El Gobierno oculta más de 26.000 fallecidos a causa del Covid-19 Por otra parte, pero en sus redes privadas, Vox España minimizando el número de fallecidos la semana pasada. No tengo a mano más ejemplos de este tipo porque suelo borrar todo cuanto me envían, pero la propaganda antivacunas con acusaciones de cifras infladas, como las que comentas, es una constante bastante habitual en esta gente. Por supuesto, resulta muy difícil encontrar comunicados oficiales de esta formación negando la mortalidad del virus o la graveddad de la pandemia, pero en las RRSS y canales de comunicación en Telegram o WhatsApp, son una inmensa mayoría los partidarios y simpatizantes del partido que sí lo hacen, al tiempo que niegan la efectividad de las vacunas y de cualquier medida o estrategia oficial emprendida para frenar la enfermedad. De hecho, aquí en España, ese partido es el que más se identifica socialmente con los antivacunas, y eso puede comprobarse dándose una vuelta por cualquiera de las grandes redes. Son por definición, reaccionarios frente a todo lo que tenga que ver con la pandemia. La estrategia en definitiva parece ser, sembrar la desconfianza al coste que sea. De cara al público, por ejemplo acusando negligencia gubernamental a la hora de gestionar la pandemia y reforzando el mensaje con el supuesto ocultamiento de miles de víctimas. Por otro lado, de cara a sus seguidores a nivel interno, acusando las consecuencias de la mala política del gobierno, que se estarían ocultando tras la pantalla de una pandemia sobredimensionada. Sea como sea, el objetivo es siempre señalar, acusar y dividir a los españoles. Y se dicen patriotas.
  6. Español

    Sobre las vacunas del coronavirus

    Permíteme una pregunta sin ánimo de embrollar, pero ¿no te parece extraño, que los mismos que hace un año ponían en entredicho la cifras de fallecidos, argumentando que se estaban ocultando miles de fallecidos más de los que se anunciaban, para poner en duda la gestión sanitaria, ahora pongan otra vez en entredicho las cifras públicas, argumentando justamente lo contrario para dar a entender que están infladas? Igual en tu país la cosa es distinta, sinceramente lo ignoro, pero aquí en España ocurre eso, lo que para mí supone una muestra de la nula credibilidad de quienes argumentan esa duda acá. Completamente de acuerdo con esta reflexión, y teniendo en cuenta desde qué sectores políticos vienen el grueso de los ataques y movimientos antivacunas, tengo muy claro a estas alturas, que dicho argumentario es una excusa soez para sumar votos y fuerzas en torno a unas determinadas siglas políticas que todos conocemos, aunque oficialmente sus dirigentes traten de mantener las apariencias. Hoy son las vacunas como ayer eran los inmigrantes y mañana será lo que más confrontación encuentren que genere, pues en la división y confrontación de la sociedad están basando su estrategia de expansión, pasando así en muy poco tiempo, de ser unos mindundis a los que apenas nadie apoyaba en las urnas, a ser la segunda o tercera fuerza política más importante del país, sin haber gobernado nada importante en solitario y por tanto carecer de méritos para tamaño crecimiento. El populismo funciona de esta manera, alentando las bajas pasiones de sus seguidores y sembrando la desconfianza en el contrario o en las instituciones, mientras en los cuadros de mando mantienen la apariencia de orden y conocimiento. Así, al quedar la gente huérfana de referentes, tiende a posicionarse cada vez más en favor del populista, a quien "siente" como el nuevo referente a seguir. Y lo mismo da que se vistan del color que sea, pero aquí en España es un hecho que tienen el color que tienen y dicen lo que están diciendo.
  7. Español

    Villacorrupto

    Yo no pondría la mano en el fuego por nadie en política, vaya por delante, pero personalmente, la credibilidad de este señor se me antoja la misma que pueda tener una hiena. Ignoro qué pruebas podrá tener para sustentar esa acusación y de qué forma las habrá obtenido o fabricado, e ignoro también en qué chanchullos que no conocemos puede estar metido, pero una cosa tengo clara. No sé si lo que voy a decir sería posible, pero si de mí dependiese, de lo que diga una persona como esta no trascendía ni una coma a la prensa, al menos hasta haberse dictado sentencia firme en todos los juicios que tiene pendientes con la justicia. Lo único que nos faltaba es que viniera un filibustero como él a emponzoñar aún más la cada vez más escasa confianza pública que va quedando.
  8. Español

    Damos la bienvenida a Peregrinodeapie

    Bienvenido al foro, peregrino!
  9. Español

    Damos la bienvenida a Catolicodeapie

    Bienvenido al foro!
  10. Español

    cultura La tradición del Belén - Feliz Navidad

    Me alegro mucho de corazón. Esa es una de las cosas buenas que han traído las redes y que podemos agradecer.
  11. Recientemente publicaba un hilo sobre oficios perdidos y tradiciones artesanales en España, y hoy quisera retomar ese mismo tema, pero con nombre propio. Se trata de los imagineros belenistas. Esta semana he estado visitando la región de Murcia, una tierra donde aún pervive, como en todo el Levante español y pese a la presión de las modas navideñas venidas de fuera, una importante tradición belenística a la que quisiera hacer un pequeño homenaje con este hilo. La imaginería es una especialidad de arte escultórico y representación plástica de temas religiosos, por lo general de tipo realista y con finalidad catequética, devocional, litúrgica o procesional, que en nuestro país ha dado grandes artistas a lo largo de la historia, que han desarrollado su obra en torno a las celebraciones de la Navidad y la Semana Santa, y que en estas fechas vuelven a llenar iglesias, lugares públicos e infinidad de hogares, con sus recreaciones belenísticas. El origen más remoto de este tipo de representaciones plásticas de la Natividad del Señor, aparece reflejado de forma pictórica ya en los primeros siglos del Cristianismo, según se desprende de los frescos encontrados en las catacumbas romanas de Santa Priscila, siendo el más antiguo de entre los que se conocen, el de la Capella Greca de principios del S.II. Siglos después, se atribuye a la orden de los Caballeros Templarios, la extensión por Europa de la devoción al nacimiento de Jesús, que llevó aparejada diversas formas de representación artística en los diferentes lugares donde se iba asentando la tradición, si bien, a lo largo de los siglos no han faltado de manera continuada este tipo de representaciones, como demuestran los frescos en la catacumba de San Pedro y San Marcelino del S.III, en la catacumba de Domitila del S.IV, o en la mismísima construcción de un oratorio con forma similar a la Cueva de Belén, en la basílica de Santa María la Mayor en Roma durante el S.VIII. Estas representaciones de la Natividad van sucediéndose a lo largo de los siglos, y en el periodo románico toman como tema principal, el Nacimiento de Jesús y la Adoración de los Pastores y los Magos. En el siglo X, la liturgia católica se sirve de la representación del Pesebre para catequizar, y en el periodo gótico se representan labrados y relieves en los púlpitos de las catedrales, donde aparece el Niño Jesús en las rodillas de la Virgen María, bendiciendo a los magos. Durante el Renacimiento, el Niño Jesús suele representarse jugando con los corderos o acariciando la cabeza del buey, mientras que en el barroco aparecen formas más elaboradas y fastuosas, que por lo general apelan al contenido místico y simbólico del Nacimiento de Cristo. Pero es a partir del siglo VIII, que se generalizan las representaciones teatrales de la Natividad por toda Europa, inicialmente en el interior de iglesias y conventos, aunque posteriormente también en el ámbito civil por muchas plazas públicas de ciudades y pueblos, cosa esta que llegó a degenerar hacia formas paganizadas del drama litúrgico, viéndose así la Iglesia obligada a condenarlo en el Concilio de Treviri, durante el pontificado del Papa Inocencio III, que en el año 1207 prohibió las representaciones teatrales en las iglesias. No obstante todo lo anterior, el origen del belén, tal y como lo hoy conocemos, según nos dice San Buenaventura, surge en la recreación de la Natividad que en 1223 realizó San Francisco de Asís en Greccio, Italia. A su regreso de una peregrinación a Tierra Santa, el santo solicitó una dispensa al Papa Honorio III, respecto de la prohibición de las representaciones religiosas, y así escenificó en una cueva de las montañas de Asís, que había junto a una cabaña de pastores, un pesebre con paja donde colocó un buey y una mula. El Santo de Asís celebró de esta forma la Misa del Gallo, junto a los fieles y pastores que acudieron al toque de las campanas, evocando de esta manera el nacimiento y adoración del Niño en la Eucaristía, y siendo esta la puerta que abrió una de las tradiciones más bellas y extendidas de la cristiandad, que ha caracterizado en gran medida la Navidad hispana. Respecto de aquel acontecimiento, no faltan los relatos y tradiciones piadosas que narran la aparición del Niño Jesús en aquel primer pesebre franciscano, si bien el santo no incluyó en su Nacimiento a ningún actor, siendo aquel Belén una forma especial que tuvo San Francisco de representar el ceremonial litúrgico de la Navidad, centrado en la palabra y la Eucaristía. A partir de entonces, esta nueva forma de representación inanimada, se extendió primero por las iglesias italianas y posteriormente por toda Europa, con la instalación de belenes como los famosos de Andrea della Robia en el Duomo de Valterra, o el que posiblemente sea el más antiguo que se conserva, el de San Giovanni Carbonara en la cartuja de San Martino en Nápoles, que cuenta con figuras de madera de mediados del siglo XIV (en la foto). Durante el barroco después, el belén adquirió su forma definitiva con el auge de la escultura y la incorporación de los espacios escénicos y los detalles, que le llevaron a introducirse en las casas señoriales primero y posteriormente en las de la burguesía y clases populares. Se conoce que en España, la tradición belenística nos llega desde el Reino de Nápoles, con Franciscanos y Clarisas, primero al Reino de Valencia, dado que el de Valencia era el principal puerto peninsular de la Corona de Aragón en aquella época. Aunque no tardó mucho en extenderse por todos los territorios de la Corona, y más tarde por toda España y su imperio, tras la unificación de reinos de los Reyes Católicos y la conquista de América. El belén se convierte así en un instrumento esencial para la transmisión de la fe en el imperio, que la Iglesia ha apoyado siempre, dado su potencial para expresar el Misterio sacro y el nacimiento de Jesús, y transmitir de esta manera el mensaje cristiano junto a un profundo sentimiento de identidad filial. Recomiendo en este punto echarle un vistazo al siguiente artículo de Aleteia, donde se recoge la tradición belenística en América, y la importante función que aún conserva de amalgama social: América Latina y sus pesebras asombrosos. Durante el siglo XVII, la instalación de belenes trasciende de las iglesias a los hogares, principalmente nobles, y son representados con figuras que se transmiten entre generaciones, y van ampliándose cada año. Así, de la representación teatral se pasa a la instalación de belenes realizados con diferentes materiales, que en cada territorio van tomando sus propias formas y características, según los materiales, gusto y saber hacer de los artesanos y escultores, pero que por lo general se sustancian en el barro cocido y la policromía, diferenciándose así de los italianos que se realizaban principalmente en tallas de madera. Aparecen menciones al belén, por ejemplo en los testamentos de Isabel La católica, donde se describen las figuras que la reina lega a sus hijas, o en el de Lope de vega, quien le deja a su hija un belén hecho con figuras de cera. Actualmente se conservan importantes piezas históricas, como las del belén del marqués de Riquelme realizadas por Salzillo, el belén Napolitano del Museo de esculturas de Valladolid, o el belén del Príncipe (en la foto) que pertenece a Patrimonio Nacional, realizado durante el reinado de Carlos III, que manda construir en palacio una sala especial para su instalación, encargando a imagineros valencianos y murcianos la realización de figuras en diferentes tamaños con objeto de lograr un efecto de perspectiva al ser colocadas en diferentes planos escénicos. Con esta introducción en la corte, las figuras populares, que hasta entonces solían representar a las diferentes clases sociales, oficios, costumbres y vestimentas de cada pueblo, junto a los personajes bíblicos a quienes acompañaban, comienzan a adquirir maneras más refinadas y de gran calidad artística, propias de la corte ilustrada. Pero la tradición se generaliza en los hogares españoles a mediados del S.XIX, cuando se introduce la producción en serie de pequeñas figuras de barro de escasa factura realizadas en moldes, a menudo sin cocer y pintadas con coloridos vistosos. Granada, Murcia, Olot o Barcelona, comienzan a producir este tipo de figuras económicas, que se distribuyen en las tiendas de imaginería religiosa, pero especialmente en los mercadillos navideños, donde cada año se congregaban los aficionados y se presentaban las novedades de esta industria artesanal. Son conocidos este tipo de mercadillos que aún perduran, como el famoso de la Plaza Mayor de Madrid, o muchos otros que se siguen emplazando en nuestros días por toda la geografía, y aún hoy conservan esta tradición. De otro lado, las figuras de mayor calidad, hechas por encargo, seguían realizándose aunque solo podían ser adquiridas por las clases pudientes e instituciones, dado su elevado valor. Hoy esto no ha cambiado mucho, pudiendo alcanzar una figura de este tipo, desde algunos cientos hasta varios miles de euros en el mercado, en función del artista y las técnicas empleadas. Como dato curioso y orientativo respecto al valor de este tipo de figuras, puedo mencionar la hermosa y valiosa colección de un amigo personal, que también es belenista y lleva instalando belenes parroquiales y coleccionando figuras, desde hace más de treinta años. Actualmente posee una colección privada valorada en varias decenas de miles de euros, con obras de los más importantes imagineros actuales que ha ido adquiriendo con el paso de los años, con el loable objetivo de lograr que sus belenes llenasen las iglesias por Navidad. En la foto puede verse la escena de la Adoración de Los Magos, del belén que ha construido e instalado este año en su parroquia, con esculturas del prestigioso imaginero toledano José Luis Mayo. Dentro del belenismo, existen diferentes escuelas que se han ido desarrollando a lo largo de los siglos, en función de los materiales, formas y policromías empleadas, como la valenciana o la murciana, por destacar las más artísticas. Otra escuela importante desde comienzos del S.XX es la catalana, por su inclinación a dotar la indumentaria de sus figuras de un estilo hebreo mucho más riguroso con los cánones históricos, aunque también ha aportado figuras populares como la del Caganet, que ya es un clásico siempre polémico en muchos belenes españoles y europeos. Cabe también mencionar, que no todo lo importante en los belenes, son las figuras que lo componen. Como en el primer belén de San Francisco, el escenario es igualmente importante, y dentro del mundo de la imaginería y la artesanía belenísticas, no faltan autenticos maestros en el arte de construir y representar escenarios que alberguen las figuras del belen. Madera, barro, escayola, corcho, poliestireno... la cantidad de materiales con los que se elabora un belén puede ser enorme, como la dedicación que los aficionados y profesionales pueden llegar a prestarle, pero sobre todo importa la pericia del artesano a la hora de tratarlos para imitar o imaginar los lugares y materiales reales que fundamentan cada escena de la Navidad. Desde montañas y ríos hasta casas, palacios, plazas, fuentes o el mismísimo Portal de Belén. Al contrario de lo que ocurre con las figuras, por lo general, las escenas suelen recrearse nuevas cada año, siendo a menudo esto, motivo de encuentro familiar o de amigos, que ya sea para montar el belén de la parroquia, el familiar o algún otro, tienen en esta costumbre un hermoso motivo de convivencia. Como decía al comienzo, esta semana he estado en la región de Murcia visitando belenes. Concretamente en Lorca y en Totana, dos bellas localidades que aún conservan muy arraigado este arte y tradición, y en donde existe un importante núcleo de artesanos que continúan dando vida y forma tradicional a la Navidad, con su obra. A continuación os dejo unas pocas imágenes de los dos belenes que mas me han gustado de ambas ciudades. Estas imágenes son del Belén Monumental Municipal de Lorca, instalado en el palacio de Guevara de la localidad, por la Asociación de Belenistas de Lorca. Destaca la monumentalidad de sus construcciones y el detalle fino de sus acabados. Este a continuación, es otro belén de cuarenta metros cuadrados, que resulta impresionante tambien por la talla, la cantidad de detalles que lo componen y la gran factura de sus figuras y acabados. Pertenece al ayuntamiento de Totana y esta instalado en la sala de exposiciones Gregorio Cebrían, por la Agrupación Amigos del Belén Venta de los Pinos. El autor es Francisco Javier Carrillo, un reconocido belenista de la localidad, que cuenta en su haber con varios premios nacionales, regionales y locales, y que igual realiza su propias figuras como los escenarios. El belén también cuenta con figuras del aún más conocido imaginero, afincado en Madrid, José Luis Mayo Lebrija, quien es posiblemente uno de los más importantes y reconocidos del actual panorama español. Estuvimos más de tres horas contemplando y addmirando esta auténtica obra maestra, a la que las imágenes no le pueden hacer justicia. Absolutamente recomendable visitar si pasaís por esta hermosa ciudad murciana. Escena de la Anunciación del ángel Gabriel a la Virgen María Escena que representa el pasaje bíblico de la Huída a Egipto de la Sagrada Familia Escena de la anunciación a los pastores del nacimiento del Niño Dios Detalle de las figuras de los pastores Detalle del coro de ángeles que anuncia a los pastores el nacimiento del Niño Jesús Pequeña panorámica que reune varias escenas Detalle de un padre junto a su hijo dirigiéndose al Portal para adorar al Niño Detalle de una de las casas que dan forma a la composición Detalle de unos imaginados habitantes de Belén, conversando sobre el sagrado acontecimiento Escena que representa lo que podría haber sido, un momento cualquiera en la vida privada de la Sagrada Familia Escena de la Caravana de los Reyes de Oriente dirigiéndose a Belén Detalle de unos pajes dándole de comer a uno de los camellos de la caravana real. Séquito del Rey Baltasar en la caravana real, rodeado de pajes y heraldos Detalle de la figura del Rey baltasar montado sobre un elefante Panorámica del Portal de Belén, con la Sagrada Familia al fondo y los pastores adorando al Niño Detalle del Portal de Belén (premio a quién encuentre el buho que vigila la escena) Detalle de la sagrada familia recibiendo los presentes de los pastores Aunque podríamos llenar páginas y páginas con comentarios y fotografías, de estos u otros belenes, sirva esta pequeña muestra para rendir tributo a todas esas personas que se afanan en mantener viva una de nuestras tradiciones más hermosas, y que mejores y más humildes frutos ha cosechado a lo largo de la historia de la evangelización española. Y por supuesto, para rendir homenaje a quién fue y sigue siendo la semilla y el verdadero protagonista de estas venerables fechas y sus tradiciones. El Niño Dios nacido en Belén. FELIZ NAVIDAD A TODOS, AMIGOS. Y QUE EL AMOR DEL NIÑO DIOS ENCARNADO EN BELÉN, SE ENCARNE TAMBIÉN EN VUESTROS HOGARES Y FAMILIAS ESTA NAVIDAD Y TODOS LOS DÍAS DE VUESTRAS VIDAS. Esta publicación ha sido promocionada como contenido independiente
  12. Español

    Santa Natividad

    Felices fiestas a todos, amigos. Y bendiciones para el nuevo año.
  13. Español

    cultura La tradición del Belén - Feliz Navidad

    Muchas gracias Vanu. Espero que hayas podido venirte a disfrutar de la familia y que las fiestas estén siendo amables. Y que el año nuevo te traiga lo mejor, a ti y a todos los amigos del foro.
  14. Español

    La tradición del Belén - Feliz Navidad

    Recientemente publicaba un hilo sobre oficios perdidos y tradiciones artesanales en España, y hoy quisera retomar ese mismo tema, pero con nombre propio. Se trata de los imagineros belenistas. Esta semana he estado visitando la región de Murcia, una tierra donde aún pervive, como en todo el Levante español y pese a la presión de las modas navideñas venidas de fuera, una importante tradición belenística a la que quisiera hacer un pequeño homenaje con este hilo. La imaginería es una especialidad de arte escultórico y representación plástica de temas religiosos, por lo general de tipo realista y con finalidad catequética, devocional, litúrgica o procesional, que en nuestro país ha dado grandes artistas a lo largo de la historia, que han desarrollado su obra en torno a las celebraciones de la Navidad y la Semana Santa, y que en estas fechas vuelven a llenar iglesias, lugares públicos e infinidad de hogares, con sus recreaciones belenísticas. El origen más remoto de este tipo de representaciones plásticas de la Natividad del Señor, aparece reflejado de forma pictórica ya en los primeros siglos del Cristianismo, según se desprende de los frescos encontrados en las catacumbas romanas de Santa Priscila, siendo el más antiguo de entre los que se conocen, el de la Capella Greca de principios del S.II. Siglos después, se atribuye a la orden de los Caballeros Templarios, la extensión por Europa de la devoción al nacimiento de Jesús, que llevó aparejada diversas formas de representación artística en los diferentes lugares donde se iba asentando la tradición, si bien, a lo largo de los siglos no han faltado de manera continuada este tipo de representaciones, como demuestran los frescos en la catacumba de San Pedro y San Marcelino del S.III, en la catacumba de Domitila del S.IV, o en la mismísima construcción de un oratorio con forma similar a la Cueva de Belén, en la basílica de Santa María la Mayor en Roma durante el S.VIII. Estas representaciones de la Natividad van sucediéndose a lo largo de los siglos, y en el periodo románico toman como tema principal, el Nacimiento de Jesús y la Adoración de los Pastores y los Magos. En el siglo X, la liturgia católica se sirve de la representación del Pesebre para catequizar, y en el periodo gótico se representan labrados y relieves en los púlpitos de las catedrales, donde aparece el Niño Jesús en las rodillas de la Virgen María, bendiciendo a los magos. Durante el Renacimiento, el Niño Jesús suele representarse jugando con los corderos o acariciando la cabeza del buey, mientras que en el barroco aparecen formas más elaboradas y fastuosas, que por lo general apelan al contenido místico y simbólico del Nacimiento de Cristo. Pero es a partir del siglo VIII, que se generalizan las representaciones teatrales de la Natividad por toda Europa, inicialmente en el interior de iglesias y conventos, aunque posteriormente también en el ámbito civil por muchas plazas públicas de ciudades y pueblos, cosa esta que llegó a degenerar hacia formas paganizadas del drama litúrgico, viéndose así la Iglesia obligada a condenarlo en el Concilio de Treviri, durante el pontificado del Papa Inocencio III, que en el año 1207 prohibió las representaciones teatrales en las iglesias. No obstante todo lo anterior, el origen del belén, tal y como lo hoy conocemos, según nos dice San Buenaventura, surge en la recreación de la Natividad que en 1223 realizó San Francisco de Asís en Greccio, Italia. A su regreso de una peregrinación a Tierra Santa, el santo solicitó una dispensa al Papa Honorio III, respecto de la prohibición de las representaciones religiosas, y así escenificó en una cueva de las montañas de Asís, que había junto a una cabaña de pastores, un pesebre con paja donde colocó un buey y una mula. El Santo de Asís celebró de esta forma la Misa del Gallo, junto a los fieles y pastores que acudieron al toque de las campanas, evocando de esta manera el nacimiento y adoración del Niño en la Eucaristía, y siendo esta la puerta que abrió una de las tradiciones más bellas y extendidas de la cristiandad, que ha caracterizado en gran medida la Navidad hispana. Respecto de aquel acontecimiento, no faltan los relatos y tradiciones piadosas que narran la aparición del Niño Jesús en aquel primer pesebre franciscano, si bien el santo no incluyó en su Nacimiento a ningún actor, siendo aquel Belén una forma especial que tuvo San Francisco de representar el ceremonial litúrgico de la Navidad, centrado en la palabra y la Eucaristía. A partir de entonces, esta nueva forma de representación inanimada, se extendió primero por las iglesias italianas y posteriormente por toda Europa, con la instalación de belenes como los famosos de Andrea della Robia en el Duomo de Valterra, o el que posiblemente sea el más antiguo que se conserva, el de San Giovanni Carbonara en la cartuja de San Martino en Nápoles, que cuenta con figuras de madera de mediados del siglo XIV (en la foto). Durante el barroco después, el belén adquirió su forma definitiva con el auge de la escultura y la incorporación de los espacios escénicos y los detalles, que le llevaron a introducirse en las casas señoriales primero y posteriormente en las de la burguesía y clases populares. Se conoce que en España, la tradición belenística nos llega desde el Reino de Nápoles, con Franciscanos y Clarisas, primero al Reino de Valencia, dado que el de Valencia era el principal puerto peninsular de la Corona de Aragón en aquella época. Aunque no tardó mucho en extenderse por todos los territorios de la Corona, y más tarde por toda España y su imperio, tras la unificación de reinos de los Reyes Católicos y la conquista de América. El belén se convierte así en un instrumento esencial para la transmisión de la fe en el imperio, que la Iglesia ha apoyado siempre, dado su potencial para expresar el Misterio sacro y el nacimiento de Jesús, y transmitir de esta manera el mensaje cristiano junto a un profundo sentimiento de identidad filial. Recomiendo en este punto echarle un vistazo al siguiente artículo de Aleteia, donde se recoge la tradición belenística en América, y la importante función que aún conserva de amalgama social: América Latina y sus pesebras asombrosos. Durante el siglo XVII, la instalación de belenes trasciende de las iglesias a los hogares, principalmente nobles, y son representados con figuras que se transmiten entre generaciones, y van ampliándose cada año. Así, de la representación teatral se pasa a la instalación de belenes realizados con diferentes materiales, que en cada territorio van tomando sus propias formas y características, según los materiales, gusto y saber hacer de los artesanos y escultores, pero que por lo general se sustancian en el barro cocido y la policromía, diferenciándose así de los italianos que se realizaban principalmente en tallas de madera. Aparecen menciones al belén, por ejemplo en los testamentos de Isabel La católica, donde se describen las figuras que la reina lega a sus hijas, o en el de Lope de vega, quien le deja a su hija un belén hecho con figuras de cera. Actualmente se conservan importantes piezas históricas, como las del belén del marqués de Riquelme realizadas por Salzillo, el belén Napolitano del Museo de esculturas de Valladolid, o el belén del Príncipe (en la foto) que pertenece a Patrimonio Nacional, realizado durante el reinado de Carlos III, que manda construir en palacio una sala especial para su instalación, encargando a imagineros valencianos y murcianos la realización de figuras en diferentes tamaños con objeto de lograr un efecto de perspectiva al ser colocadas en diferentes planos escénicos. Con esta introducción en la corte, las figuras populares, que hasta entonces solían representar a las diferentes clases sociales, oficios, costumbres y vestimentas de cada pueblo, junto a los personajes bíblicos a quienes acompañaban, comienzan a adquirir maneras más refinadas y de gran calidad artística, propias de la corte ilustrada. Pero la tradición se generaliza en los hogares españoles a mediados del S.XIX, cuando se introduce la producción en serie de pequeñas figuras de barro de escasa factura realizadas en moldes, a menudo sin cocer y pintadas con coloridos vistosos. Granada, Murcia, Olot o Barcelona, comienzan a producir este tipo de figuras económicas, que se distribuyen en las tiendas de imaginería religiosa, pero especialmente en los mercadillos navideños, donde cada año se congregaban los aficionados y se presentaban las novedades de esta industria artesanal. Son conocidos este tipo de mercadillos que aún perduran, como el famoso de la Plaza Mayor de Madrid, o muchos otros que se siguen emplazando en nuestros días por toda la geografía, y aún hoy conservan esta tradición. De otro lado, las figuras de mayor calidad, hechas por encargo, seguían realizándose aunque solo podían ser adquiridas por las clases pudientes e instituciones, dado su elevado valor. Hoy esto no ha cambiado mucho, pudiendo alcanzar una figura de este tipo, desde algunos cientos hasta varios miles de euros en el mercado, en función del artista y las técnicas empleadas. Como dato curioso y orientativo respecto al valor de este tipo de figuras, puedo mencionar la hermosa y valiosa colección de un amigo personal, que también es belenista y lleva instalando belenes parroquiales y coleccionando figuras, desde hace más de treinta años. Actualmente posee una colección privada valorada en varias decenas de miles de euros, con obras de los más importantes imagineros actuales que ha ido adquiriendo con el paso de los años, con el loable objetivo de lograr que sus belenes llenasen las iglesias por Navidad. En la foto puede verse la escena de la Adoración de Los Magos, del belén que ha construido e instalado este año en su parroquia, con esculturas del prestigioso imaginero toledano José Luis Mayo. Dentro del belenismo, existen diferentes escuelas que se han ido desarrollando a lo largo de los siglos, en función de los materiales, formas y policromías empleadas, como la valenciana o la murciana, por destacar las más artísticas. Otra escuela importante desde comienzos del S.XX es la catalana, por su inclinación a dotar la indumentaria de sus figuras de un estilo hebreo mucho más riguroso con los cánones históricos, aunque también ha aportado figuras populares como la del Caganet, que ya es un clásico siempre polémico en muchos belenes españoles y europeos. Cabe también mencionar, que no todo lo importante en los belenes, son las figuras que lo componen. Como en el primer belén de San Francisco, el escenario es igualmente importante, y dentro del mundo de la imaginería y la artesanía belenísticas, no faltan autenticos maestros en el arte de construir y representar escenarios que alberguen las figuras del belen. Madera, barro, escayola, corcho, poliestireno... la cantidad de materiales con los que se elabora un belén puede ser enorme, como la dedicación que los aficionados y profesionales pueden llegar a prestarle, pero sobre todo importa la pericia del artesano a la hora de tratarlos para imitar o imaginar los lugares y materiales reales que fundamentan cada escena de la Navidad. Desde montañas y ríos hasta casas, palacios, plazas, fuentes o el mismísimo Portal de Belén. Al contrario de lo que ocurre con las figuras, por lo general, las escenas suelen recrearse nuevas cada año, siendo a menudo esto, motivo de encuentro familiar o de amigos, que ya sea para montar el belén de la parroquia, el familiar o algún otro, tienen en esta costumbre un hermoso motivo de convivencia. Como decía al comienzo, esta semana he estado en la región de Murcia visitando belenes. Concretamente en Lorca y en Totana, dos bellas localidades que aún conservan muy arraigado este arte y tradición, y en donde existe un importante núcleo de artesanos que continúan dando vida y forma tradicional a la Navidad, con su obra. A continuación os dejo unas pocas imágenes de los dos belenes que mas me han gustado de ambas ciudades. Estas imágenes son del Belén Monumental Municipal de Lorca, instalado en el palacio de Guevara de la localidad, por la Asociación de Belenistas de Lorca. Destaca la monumentalidad de sus construcciones y el detalle fino de sus acabados. Este a continuación, es otro belén de cuarenta metros cuadrados, que resulta impresionante tambien por la talla, la cantidad de detalles que lo componen y la gran factura de sus figuras y acabados. Pertenece al ayuntamiento de Totana y esta instalado en la sala de exposiciones Gregorio Cebrían, por la Agrupación Amigos del Belén Venta de los Pinos. El autor es Francisco Javier Carrillo, un reconocido belenista de la localidad, que cuenta en su haber con varios premios nacionales, regionales y locales, y que igual realiza su propias figuras como los escenarios. El belén también cuenta con figuras del aún más conocido imaginero, afincado en Madrid, José Luis Mayo Lebrija, quien es posiblemente uno de los más importantes y reconocidos del actual panorama español. Estuvimos más de tres horas contemplando y addmirando esta auténtica obra maestra, a la que las imágenes no le pueden hacer justicia. Absolutamente recomendable visitar si pasaís por esta hermosa ciudad murciana. Escena de la Anunciación del ángel Gabriel a la Virgen María Escena que representa el pasaje bíblico de la Huída a Egipto de la Sagrada Familia Escena de la anunciación a los pastores del nacimiento del Niño Dios Detalle de las figuras de los pastores Detalle del coro de ángeles que anuncia a los pastores el nacimiento del Niño Jesús Pequeña panorámica que reune varias escenas Detalle de un padre junto a su hijo dirigiéndose al Portal para adorar al Niño Detalle de una de las casas que dan forma a la composición Detalle de unos imaginados habitantes de Belén, conversando sobre el sagrado acontecimiento Escena que representa lo que podría haber sido, un momento cualquiera en la vida privada de la Sagrada Familia Escena de la Caravana de los Reyes de Oriente dirigiéndose a Belén Detalle de unos pajes dándole de comer a uno de los camellos de la caravana real. Séquito del Rey Baltasar en la caravana real, rodeado de pajes y heraldos Detalle de la figura del Rey baltasar montado sobre un elefante Panorámica del Portal de Belén, con la Sagrada Familia al fondo y los pastores adorando al Niño Detalle del Portal de Belén (premio a quién encuentre el buho que vigila la escena) Detalle de la sagrada familia recibiendo los presentes de los pastores Aunque podríamos llenar páginas y páginas con comentarios y fotografías, de estos u otros belenes, sirva esta pequeña muestra para rendir tributo a todas esas personas que se afanan en mantener viva una de nuestras tradiciones más hermosas, y que mejores y más humildes frutos ha cosechado a lo largo de la historia de la evangelización española. Y por supuesto, para rendir homenaje a quién fue y sigue siendo la semilla y el verdadero protagonista de estas venerables fechas y sus tradiciones. El Niño Dios nacido en Belén. FELIZ NAVIDAD A TODOS, AMIGOS. Y QUE EL AMOR DEL NIÑO DIOS ENCARNADO EN BELÉN, SE ENCARNE TAMBIÉN EN VUESTROS HOGARES Y FAMILIAS ESTA NAVIDAD Y TODOS LOS DÍAS DE VUESTRAS VIDAS.
  15. Español

    iglesia Anécdotas de las vidas de los santos.

    Gran trabajo el que hacéis, Icthys. Muchas gracias por compartirlo con todos nosotros.
  16. Español

    cultura La tradición del Belén - Feliz Navidad

    Gracias a ti por tu comentario y por valorar el noble trabajo de esta gente, que como bien dices, rinden culto a Dios con el trabajo de sus manos. Me sumo también a tu oración: que la contemplación del belén sea también para todos una ayuda para penetrar de manera más profunda en el misterio de la Navidad. Feliz Pascua de Navidad.
  17. Español

    Sobre las vacunas del coronavirus

    En cierto modo voy a darte en parte la razón en esto, aunque muy probablemente, tú no vas a compartir mis motivos. Pienso que es cierto que los gobiernos también están jugando, al igual que hacen los antivacunas, a infundir el terror en la sociedad. Probablemente con el objetivo de obligar a la gente a vacunarse, y eso no está bien porque divide a la sociedad. Pero esto (y aquí es donde seguramente tú yo divergimos), ocurre porque los propios gobiernos han perdido la autoridad moral que les permitiría obligar por ley a vacunar a toda la población. Un verdadero gobierno fuerte y ocupado en el bien común, podría y debería haber obligado a todos a vacunarse, como ha venido siendo habitual en la historia, y habría invertido también lo imposible en desarrollar sus propias vacunas y métodos de contención de la enfermedad, en solitario o en colaboración con otros estados, en lugar de fiar a los mercados y a la democracia, la salud de la nación. De esa forma, seguramente ahora no sería necesario recurrir al miedo o a la segregación social para lograr que la gente se vacune. Pero claro, como llevan décadas corrompiendo, destruyendo y privatizando las instituciones públicas, ya sea para utilizarlas en su beneficio como para quedarse con el bien de todos (izquierda y derecha), ahora están presos de su falta de medios públicos y autoridad, y necesitan recurrir a estrategias como las descritas, o peor aún, azuzar movimientos como el de los antivacunas, que refuerzan el sentimiento ultra liberal en la sociedad, y a la larga permiten seguir privatizando y ahorrando presupuesto público que posibilite pagar menos impuestos a los que más beneficio obtienen de la sociedad. Y en cuanto a la desconfianza en las cifras y estadísticas oficiales, en cierta medida también estoy de acuerdo contigo, por los motivos señalados. Lo que no entiendo ni comparto en absoluto, es que los mismos que, al menos aquí en España, dicen no fiarse de las estadísticas actuales, son los mismos que ayer tampoco se fiaban de las estadísticas de fallecidos y afectados por la pandemia durante los tiempos duros, seguramente con el objetivo de debilitar aún más los gobiernos, argumentando que la enfermedad era muchísimo más grave de lo que se nos estaba diciendo. ¿Qué ocurre, que ahora es al contrario y la pandemia se ha vuelto mucho menos grave de lo que se nos cuenta? Entonces va a ser que las vacunas son más efectivas de lo que se dice... Así que sí, comparto que las estadísticas puedan estar manejadas al gusto y capricho de unos y otros, pero esto es igualmente reprochable, tanto a gobiernos como a opositores.
  18. A mí también me parece adecuada la propuesta de David, e igualmente veo correcta la división que plantea, aunque me gustaría incidir en la idea de que, más que señalar a nadie en concreto, lo importante es hacer visibles los intereses que se esconden tras esos sujetos o grupos de presión, pues no se trata tanto de tomar parte por nadie en la contienda, sino de destapar los motivos que la hacen posible, ya que en la Iglesia no debieran existir divisiones y confrontaciones. Tan peligroso puede ser el fuego enemigo como el amigo, y me consta que hay gente que defiende al Papa, no tanto por coincidir con su enseñanza o permanecer en comunión con Roma, como por alinearse en una determinada ideología, que virtualmente puede verse favorecida, o al menos no tan señalada, por sus palabras. El Papa representa la unidad de la Iglesia peregrina, y esa unidad es la que entiendo debe defenderse, hoy con este Papa como ayer con sus antecesores.
  19. Recientemente, le he llegado escuchar personalmente a un sacerdote, decir auténticas barbaridades contra el Papa Francisco. Cosas impropias de una persona consagrada, que por prudencia y respeto no repetiré, pues las entiendo como consecuencias de la campaña envenenada y política que existe contra el pontífice. No obstante, quedé preocupado porque es una persona a quién conozco y aprecio desde hace mucho, y no esperaba esa deriva. Pero sobre todo porque en la conversación salió que su única fuente de información para opinar como lo hace, son los rumores y chismes inter eclesiales e Infovaticana. Hasta el punto de confesar no querer saber nada de lo que se publique en páginas oficiales como Vatican.news o webs similares no afectas a la contienda, desde donde resultan fácilmente desmentibles muchos de los bulos que circulan atacando al Santo padre. Hasta este punto lamentable de intoxicación hemos llegado, por lo que sobre todo os ruego que pidamos por estas personas, además de por el Papa. Aunque quizás sería también conveniente ir destapando la basura que se esconde tras ese nido de "víboras intereconómicas" y semejantes, que están envenenándolo todo y echando a perder a tanta buena gente, pues me consta que este no es un caso único sino que responde a una corriente cada vez más amplia dentro de la propia Iglesia. Así que, todo lo que sea información comprobable y contrastable, que evidencie los oscuros intereses que hay tras esta campaña, entiendo que podríamos y deberíamos recogerlo, no sé si en este hilo o en otro dedicado, pero de manera que pueda ayudar de algún modo también a que muchos abran los ojos. ¿Os parece conveniente?
  20. Está muy bien que te hagas eco de este artículo de Socci. Ciertamente llegó a ser bastante crítico con el Papa, cosa que posiblemente ayudaría a arrastrar a algunos hacia el sector contestatario, con lo que se agradece que ahora rectifique y lo haga también en público pues, de igual manera puede ayudar a reflexionar a quienes se encuentren en ese sector, cada vez más vehemente contra el Papa y en definitiva, y esto es lo que verdaderamente importa, contra la comunión de la Iglesia.
  21. Español

    Sobre las vacunas del coronavirus

    Sí, básicamente estoy de acuerdo. Creo que pensamos más o menos de manera similar. Si hice esa mención al documento del Consejo Pontificio Justicia y Paz, no fue sino para evidenciar que la pretensión de un gobierno mundial, o dicho de otro modo, de un nuevo orden global, no es ajena tampoco a la Iglesia. Otra cosa diferente sería establecer cuándo y cómo debería darse ese gobierno, cosa que yo tampoco veo viable actualmente, dadas las circunstancias. Es más, pienso que antes de que llegue ese momento, aún tenemos que atravesar un periodo mucho más oscuro y terrible que el presente, posiblemente como consecuencia del advenimiento de algún líder o forma de gobierno mundial, que con la excusa de reorganizarlo todo, quizás por un agravamiento de la crisis o por el estallido de alguna guerra o conflicto mundial, trate de dirigir al mundo hacia algún tipo de nuevo paradigma, según sus propios intereses o caprichos. Y será como consecuencia de todo el mal que eso genere, que surgirá entonces la necesidad global de un verdadero gobierno justo para todos y conforme a las indicaciones de la Iglesia. No obstante, si pensamos que tras la Resurrección del Señor, Pedro y Pablo predicaron y fueron martirizados en Roma, y que como consecuencia de ello se estableció allí una comunidad de fieles, que culminaría con la cristianización del imperio, podemos entender que en nuestros días, la Iglesia predique también con la vista puesta en el corazón del mundo moderno, situándose como entonces a la espera de ese posible futuro en el que el mundo finalmente necesite que se recristianice todo. A mí no me parece mal que la Iglesia publique esa clase de documentos como el que hemos citado, pues orientan hacia lo que debiera ser un orden justo, y eso es más que nunca necesario. Y aún sabiendo que eso hoy va a ser mayormente despreciado, o mucho peor, incluso mal utilizado como excusa para justificar algún tipo de pretensión anticristiana, la esperanza me lleva a creer también que, algún día el mundo necesitará, entenderá y aceptará ese orden y justicia, y la Iglesia estará ahí para orientarlo. Tal y como se hacen ver o se sitúan las demás naciones frente a las pretensiones imperialistas de las grandes potencias, la Iglesia también necesita dar a conocer su enseñanza y situarse estratégicamente en el mundo, para cuándo llegue el momento en que sea necesaria su orientación. Y no dudo que ese momento llegará algún día. En resumen. Creo que llegará un día en el que se establezca un orden y gobierno mundial que someterá a todas las naciones, y esto posiblemente será lo que conocemos como el gobierno del anticristo. Pero creo también que tras ese periodo oscuro, llegará igualmente un día en el que será Cristo quien reine en el mundo. No sé si esto lo veremos nosotros o nuestros descendientes, pero algún día ocurrirá como está escrito, y para que ocurra la Iglesia necesita mantener su posición en el mundo, aunque eso signifique incluso el martirio. Los cristianos no debemos tener miedo a que eso ocurra, ni huir tratando de evitarlo. Recordemos lo que Jesús le dijo a Pedro cuando este se negó a aceptar la suerte que les esperaba. Jesús se dirigió a Jerusalén, a pesar de saber lo que eso suponía, y lo mismo hicieron luego los apóstoles en Roma, o tantos otros santos en la historia, y gracias a ello es que hoy tenemos una Iglesia y un camino para la salvación del mundo.
  22. Español

    Sobre las vacunas del coronavirus

    Coincido en gran medida con tu comentario, Icthys, y si me los permitís, voy a a tratar de compartiros mi opinión general sobre este asunto, Sobre todo hay que entender que, la pretensión de un gobierno mundial, y por tanto, el hecho de que existan planes para lograrlo, no es algo nuevo ni debería alarmarnos. Dicha pretensión ha sido una constante, presente en la mayoría de los imperios, desde que tenemos memoria. Desde la antigüedad hasta nuestros días, cualquiera que haya sido la forma en cómo se hayan organizado o extendido los diferentes imperios que han existido, todos han coincido en la ambición de extender su propio orden por todo el mundo conocido para ellos en cada momento, aunque cada cual haya albergado sus propios motivos. Sin ir más lejos, tras el matrimonio de los Reyes Católicos y el descubrimiento del continente americano, el propio imperio español fue la primera muestra de orden global de la historia moderna, que afectó no solo a los pueblos vasallos de la Corona Católica, sino también a muchos otros pueblos independientes, aunque unidos o ligados a través de la fe religiosa, la política, la cultura, el comercio, la moneda o la economía. Algo que enseguida fue tratado de imitar, reproducir o incluso evitar, cada uno a su modo, por los siguientes imperios europeos que le sucedieron, hasta el colapso total de todos ellos tras los dos grandes guerras durante el pasado siglo. Momento en el que impuso el nuevo orden mundial en el que ahora vivimos. Desde entonces y hasta ahora, esa ha sido nuevamente la pretensión que ha motivado la mayor parte de la geopolítica internacional ocurrida durante y después del periodo de la guerra fría. Actualmente, por ejemplo, resulta bastante evidente que existe una tensión internacional, devenida de la pretensión por parte de EEUU, Rusia o China, de mantener o establecer un orden mundial que cada una de estas potencias quiere liderar, y en donde el resto de naciones o grupos de naciones e intereses, tratan de asegurarse un lugar privilegiado. Y en esta pretensión, tan humana y antigua como actual, no falta tampoco la concurrencia de individuos y grupos particulares. Multimillonarios que extienden su imperio a través de las redes, lobbies de poder que influyen en la política y economía de las naciones, asociaciones de intereses compartidos que concursan en favor de alguna opción, etc. En ese marco podríamos encontrar, por citar algún ejemplo relevante, a la masonería y su proyecto de edificación del tercer templo de Salomón, pues simbólica y efectivamente, el proyecto de la masonería rivaliza con el proyecto Cristiano, en la medida que el templo del Espíritu Santo, en el orden cristiano, somos los fieles, mientras que la masonería pretende albergar "otro espíritu" en dicho templo, es decir, en nosotros y nuestro mundo. No es poca cosa esto, aunque haya a quienes no les parezca relevante o incluso lo tomen medio a broma, pues para tal tarea de dominación, no se necesitan innumerables ejércitos como antaño, sino a personas adeptas, iniciadas e instruidas en el proyecto, estratégicamente situadas en puntos claves de la sociedad. Se trata en definitiva de la pugna por establecer un espíritu universal y alternativo que oriente el sentido de vida de las personas, así como un orden moral y causal alternativo al cristiano. Pero volviendo al tema, la propia Iglesia Católica se ha manifestado respecto a la necesidad de un gobierno mundial, y ha señalado cuáles serían las características que dicha institución debería tener, según su magisterio. Es más, si nos retrotraemos al Génesis, ya vemos como existe un mandato divino de dominar la tierra, y más tardíamente, en las palabras de Jesús podemos encontrar esa misma finalidad, subyacente en la misión universal de evangelizar el orbe: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.» (Mt. 28, 18-20). Como puede verse, en la entrega de la misión hay una autoridad global, un gobernante global, un orden global y una finalidad global, que no son otros que el reinado de Cristo y la salvación del hombre. Visto todo esto, aunque muy resumidamente, podemos observar que, en efecto, la pretensión de un nuevo orden mundial no es sin embargo algo nuevo, ni tampoco tiene por qué ser algo malo, sino que ha sido una constante necesaria a lo largo de toda la historia. Y que realmente, lo que debería alarmarnos ahora no es su existencia, sino las diferentes formas y orientaciones que va tomando esa pretensión o deseo en nuestros días. Si entendemos que vivimos en un mundo nuevo creado en gran medida por Cristo, es decir, en un nuevo orden mundial de pensamiento y relaciones personales y entre pueblos, diferente al del mundo antiguo y causado por el acontecimiento de la venida, muerte y resurrección del Señor, al que podemos definir como civilización actual, en la que la fe y la confianza son pilares esenciales, y entendemos también que existen planes para derribar ese orden y establecer "un orden diferente", enseguida podremos deducir que, todo intento por romper la unidad de las gentes, sus relaciones o la confianza mutua y en las instituciones que garantizan la unidad, por más imperfectas que estas sean, puede responder a dicho proyecto alternativo de una nueva civilización, en este caso anticristiana. Eso es una realidad evidente como bien has comentado: "aborto, contracepción, homosexualismo, promiscuidad sexual, retraso de la incorporación al mercado laboral, ataque a la familia natural, etc." Todo ello cosas que se enmarcan en el contexto de un ataque paulatino y en suma brutal, a las bases sobre las que se asienta nuestra civilización, con objeto de propiciar su derrumbe, necesario y previo a la edificación de esa nueva antropología que dé paso a una nueva civilización, o como algunos lo denominan, Nuevo Orden Mundial. Y en ese mismo ataque debe entenderse, que el enemigo busque causar el mayor número de bajas posibles entre las filas de su contrario, ya sea a través de esos métodos como de otros similares que diezmen poco a poco la población, pues de otro modo no sería realizable su proyecto. Los viejos ejércitos de conquista tienen ahora la forma de partidos, ideologías y corrientes de opinión, que a través de la mecánica de las democracias liberales y de los medios de comunicación social, van conquistando el intelecto de los votantes, quienes una vez dominados, legitiman ideas, gobiernos y leyes que vienen a sumarse a su propia destrucción cultural y humana. Tal es así que, la misma ideología malthusiana puede entenderse en ese orden, pues en definitiva, la idea de que en el mundo sobra gente, no responde sino a la pretensión de diezmar a aquellos que potencialmente puedan suponer un estorbo a los intereses de los nuevos dominadores. Es decir, sobran los que no son míos. Y en este sentido puede entenderse también, movimientos como el de los antivacunas, quienes de manera bastante ingenua y seguramente también, inocente en su mayoría, estarían contribuyendo a extender la extraña idea de que no es necesario protegerse ante una pandemia que consideran ficticia, pese a que haya causado ya millones de víctimas y daños incalculables. Una pandemia que posiblemente (aunque esto solo sea una sospecha), hayan permitido aquellos mismos que ahora azuzan contra los remedios, negocio mediante. En definitiva y tras echar la vista atrás hacia lo que ha sido la historia del mundo, y ver también en qué contexto mundial nos encontramos, personalmente creo que existen muchas posibilidades de que, todo esto de la pandemia y los antivacunas, tenga su origen en esa guerra por el dominio de la voluntad mundial, e igualmente en ese mismo contexto puedan circunscribirse muchas de las medidas de control social que encuentran su justificación en la pandemia o en dichos movimientos. A fin de cuentas, de lo que se trata es de dominar la voluntad, y para ello es necesario anular la memoria y tergiversar el entendimiento, pues memoria, entendimiento y voluntad son las potencias del alma y por tanto los objetivos a conquistar En resumen, tal y como Nerón hizo con Roma y los cristianos, si quieres construir un mundo nuevo, antes tienes que destruir el anterior y culpar a otro. Aquel emperador incendió Roma para construir una nueva a su medida, y culpó de ello a los pobres cristianos que trataban de apagar el incendio, para evitar que el pueblo se le rebelase. Y posiblemente hoy, los "nerones" de nuestro tiempo hayan permitido la extensión de esta pandemia, y ahora culpabilicen a quienes tratan de evitarla para impedir ser acusados. Esto es, primero permiten que se extienda la enfermedad y más tarde les venden la solución, pero al mismo tiempo extienden la idea de que no es necesaria, y así logran avanzar en mayores métodos de dominación social mientras diezman cualquier disidencia, que queda así desprotegida ante la enfermedad o aislada de la comunidad. Y ante ello los católicos no podemos más que advertir el ataque del lobo, y rogar porque la unidad que aún fundamenta al rebaño no se rompa, ni ninguna oveja quede apartada y desprotegida. Porque cuidado, el enemigo no es el rebaño que trata de protegerse, sino los lobos que tratan de apartar a las ovejas del rebaño.
  23. Español

    iglesia La Inmaculada Concepción. Aspectos básicos.

    Pues te agradezco sinceramente el comentario. Es un gusto compartir contigo. Muchas gracias.
  24. Un hallazgo de agradecer, desde luego. He estado viendo otros videos suyos, como el que tiene dándole una respuesta a un profesor, entiendo que de historia y amigo de la Leyenda Negra, y la verdad es que es un gustazo escucharle. Qué agilidad y que manera de argumentar más bien estructurada y documentada. Si no se tuerce, o lo tuercen, y perdura en el empeño, este chico tiene toda la pinta de dar bastante que hablar y para bien, a medio y largo plazo. De hecho ya lo está haciendo y la prueba somos nosotros.
  25. Español

    Sobre las vacunas del coronavirus

    Efectivamente. Todo se basa en la confianza, tan es así que la propia sociedad no podría existir como tal sin el concurso de la confianza pública. No pretendo decir que en este mundo todos seamos santos y, por tanto, podamos confiar ingenuamente en todo y todos, pero existen unos mínimos que son necesarios preservar, de lo contrario, el caos y la destrucción están como lobos al acecho, esperando en la puerta. Y en este caso, por más que quisiéramos una realidad distinta, e independientemente de cuál sea la causa, nos enfrentamos a una pandemia que en solo dos años ha causado ya varios millones de muertes, y ha puesto al borde de la quiebra a infinidad de familias, empresas e incluso naciones, por lo que, más que nunca necesitamos mantener la cohesión social y la confianza en las autoridades, sobre todo en las sanitarias que son las mejor preparadas para el hacer frente a la enfermedad. Y en el caso de detectar una mala praxis, pues puede y debe denunciarse, pero lo que no se puede hacer es acusar sin fundamentos demostrables, a miles y miles de personas que trabajan en la sanidad y en otros ámbitos para frenar la pandemia y sus efectos, de estar todos conspirados en una mentira global farmacéutica. No me parece lógico, ni sensato, ni mucho menos sano. Que podría haberse gestionado mejor no lo pongo en duda. Yo mismo he sido crítico con muchos aspectos de la gestión, especialmente la política, pero bueno, lo que tenemos es lo que hay y siempre será mejor que no tener nada, porque todo salte por los aires a causa de una revolución devenida por la pérdida de la confianza. Además, hay que tener en cuenta que, tratándose de una enfermedad nueva, es lógico que haya tropiezos y equivocaciones, pues nadie sabe cómo evoluciona el virus o se le detiene, hasta que no se le estudia a fondo. Entiéndeme, yo no puedo saber cuántas personas realmente han muerto por COVID, pero sí te puedo decir que en este último año, han muerto al menos tres personas cercanas de mi entorno y varias más han estado muy graves ingresadas, a punto de morir, además de otras muchas que han pasado la enfermedad aunque sin tanta gravedad, y todo ello en un pueblo relativamente pequeño, cosa que no es la tónica general de cualquier otro año. Y sé también que, desde que comenzamos a vacunarnos, las noticias de gente enferma o fallecimientos han dejado de ser una constante, por lo que para mí, sí que existe la pandemia y la vacuna está dando un buen resultado. Y esto me lo confirma el caso de una de esas personas que conozco, que ha estado enferma. Es un amigo cercano desde hace más de treinta años, que trabaja en urgencias del hospital, y nos cuenta que no tiene ni punto de comparación lo que había allí hace un año con lo que hay ahora. Es más, él mismo se contagió en su trabajo, estando ya vacunado, y la carga viral que presentaba su analítica, era altísima, semejante a la que tenía la gente que entra en UCI, sin embargo, a él apenas le ocasionó algo de malestar y un poco de fiebre un par de días. ¿Debería suponer que la vacuna no ha tenido ninguna influencia en eso? Él está convencido de que le ha salvado la vida, porque ha visto en primera línea los efectos del virus cuando no había nada que lo frenase, pero gracias a Dios, y a la vacuna, él no ha tenido que vivirlos. Así que yo no puedo más que creerle, y además sería absurdo por mi parte no hacerlo, o contradecirle con teorías conspirativas, dada su propia experiencia vital. Como te dije anteriormente, yo no sé de medicina ni virología y presumo que tú tampoco, como la inmensa mayoría de las personas. Pero te hago una pregunta basándonos en esta realidad: Si nosotros no sabemos de medicina, ni virología, ni pandemias, pero tampoco podemos confiar en los expertos ni en las autoridades, entonces ¿qué nos queda? ¿En quién podríamos confiar; en lo que diga el algoritmo de Google, en los videos de YouTube, en los comentarios y corrientes de opinión de las RRSS...? No sé a ti, pero a mí me parece un poco suicida esa postura, además de carente de lógica. Como te decía al comienzo, necesitamos confiar. Por lo demás y llegados a este punto, pienso que esto es un debate de fe más que otra cosa, pues ninguno de nosotros tenemos los conocimientos y capacidad suficientes como para discutir sobre virología o medicina, y por tanto nuestra postura se basa en un creer previo de lo que alguien nos haya dicho o nosotros hayamos experimentado, así es que no voy a entrar a discutir los motivos de cada uno para vacunarse o no u otras cuestiones. Simplemente pedir con insistencia que no perdamos la confianza, pues es lo único, además de la fuerza bruta, que puede mantener unida la sociedad.
×