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Hispanorromano

Reestructuración administrativa de España

¿Cómo estructurarías España?  

7 miembros han votado

  1. 1. ¿Cómo estructurarías España?

    • 4 niveles (Estado central, comunidades autónomas, diputaciones provinciales, municipios)
      0
    • 3 niveles (Estado central, comunidades autónomas, municipios)
      0
    • 3 niveles (Estado central, provincias, municipios)
    • 3 niveles (Estado central, comarcas o cualquier otra entidad diferente de la provincia, municipios)
    • 2 niveles (Estado central, municipios)
    • Otra opción (especificar por escrito)


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En otros hilos hablábamos sobre el problema separatista en España. Creo que estábamos de acuerdo en que el modelo autonómico no favorece una solución del problema. Ahora bien, ¿cómo reestructuraríamos España?

Se me ocurren varias posibilidades, que incluyo en una encuesta por si queréis votar:

  • 4 niveles (Estado central, comunidades autónomas, diputaciones provinciales, municipios)
  • 3 niveles (Estado central, comunidades autónomas, municipios)
  • 3 niveles (Estado central, provincias, municipios)
  • 3 niveles (Estado central, comarcas o cualquier otra entidad diferente de la provincia, municipios)
  • 2 niveles (Estado central, municipios)

Mi opción ideal sería la que he marcado en verde: Estado central, comarcas o cualquier otra entidad diferente de la provincia, municipios.

Ahora bien, la opción que he marcado en amarillo también me parece aceptable (lo mismo pero basado en provincias). Y hasta puede necesaria esta opción para salir del paso, pues de otro modo nos enfrascaríamos ya de partida en interminables disputas identitarias que podrían dar al traste con el proyecto.

La opción que he marcado en rojo me parece con diferencia la más peligrosa. Yo creo que sería la última puntilla a España, pues entonces las comunidades autónomas se erigirían en verdaderas naciones. Curiosamente, hace tiempo Ciudadanos defendía esta opción con el pretexto de ahorrar. Pero la comunidad autónoma, al estar basada en fronteras históricas de reinos, es un polvorín identitario, mientras que a nivel administrativo es muy poco operativa, pues está muy lejos del ciudadano. Tiene mucho más sentido eliminar las comunidades autónomas y quedarse con las diputaciones provinciales.

Copio un texto leído en Twitter que me ha parecido bastante acertado, aunque posiblemente tiene algún aspecto problemático:

Cita

¿Cómo acabar con el problema de las Comunidades Autónomas? Muy fácil, haciéndolas desaparecer. Pero como no es un tema fácil, he aquí hilo explicativo de los pasos a seguir.

Una simple estrategia: doble trasvase de competencias, hacia arriba (Estado central) y hacia abajo (provincia/comarca/municipio). Hacia arriba es sencillo y no requiere mayor explicación. Las competencias importantes y estratégicas deben ser de ámbito nacional (del Estado). Esto es: Defensa, Sanidad, Educación, Interior etc. Otro tipo de competencias menores se pueden ceder hacia abajo. Pero no a las taifas autonómicas, creando grupos de poder regionales que, en favor de sus intereses, azuzan el diferencialismo y la separación.

Darle poder a las 17 CC.AA. es feudalizar España. Todos los señores regionales quieren su sanidad, su educación distinta y diferenciada, su policía,... y al final, en décadas, esto crea diferencialismos que la gente palpa en el día a día. Se crean Estados regionales. Una CCAA tiene la suficiente masa poblacional y el suficiente territorio para ser considerada una nación viable. Por eso el trasvase hacia abajo ha de ser hacia entidades menores, sin masa crítica que las pueda hacer viables e independientes: provincia, comarca o municipio.

Vaciando de contenido a los Estados regionales (CCAA) haces fuerte al Estado central en temas donde las economías de escala son un gran aliado, y acercas a la población el resto de competencias, pues el área municipal o comarcal es más cercana al ciudadano que la regional. Es una estrategia ganadora que, al principio, encontrará una gran oposición entre las élites regionales (sobre todo vascas y catalanas) pero que la codicia comarcal y municipal del resto hará de fuerza de empuje que liquide las CCAA.

Para que esto triunfe sería conveniente definir el modelo territorial. La fusión de municipios es vital para darles una masa crítica suficiente que les permita organizar recursos. La doble pinza Estado-Ayuntamientos establece una nueva fuerza centrípeta que se retroalimenta. El Estado no es nada sin sus municipios, pero los ayuntamientos no son nada sin la fuerza del Estado central, al contrario que acontece con las autonomías, que por su propia inercia compiten con el Estado central, relegando a España a una lucha intestina muy perjudicial.

Si el Estado establece el modelo educativo y lingüístico, da exactamente igual que una comarca posea su Hacienda propia, pues lo único que hará será gestionar recursos económicos, sin siquiera pensar en organizar un ente nacional, completamente inviable en esas magnitudes.

https://twitter.com/geopolitikmp/status/946002621600497664

Nota: el autor es identitario y rusófilo, pero en los últimos tiempos criticó la injerencia rusa en Cataluña, lo que le valió ser despreciado por sus antiguos camaradas. Aunque el hombre sigue aquejado de parecidos vicios, parece que por lo menos antepone el interés de España al de otras naciones.

¿Qué os parece ese breve texto? ¿Os parece demasiado "jacobino" o demasiado centralista? ¿Compartís la solución?

También podéis votar en la encuesta, aunque se agradecería que os explayéis.

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Lo que me parece más urgente es devolver muchas de las competencias de las Autonomías al Estado Central. Educación, Sanidad, Fuerzas de Seguridad y demás deben organizarse de manera unitaria. Eso no significa, por ejemplo, que la Educación tenga que ser la misma en todos lados, pero sí que las líneas fundamentales deben ser organizadas por un único Estado. También me parece muy necesario unificar las fuerzas policiales para hacer frente al peligro terrorista, cada vez más peliagudo por factores que constituirían otro debate.

Por lo demás, comparto bastante el mensaje del twittero geopolitikmp. Es el diagnóstico que siempre he hecho. Dos grandes problemas trae el Régimen Autonómico: La disolución de la conciencia nacional y el crecimiento del separatismo. En otro plano de menor importancia, supone un desfalco económico y un caos administrativo muy severo.

En conclusión, yo contemplaría la existencia de, esencialmente, un Estado central y municipios. A partir de aquí sería razonable que se tejieran pequeñas redes de municipios por criterios de funcionalidad, pero mi opinión es que no debe haber entidades intermedias demasiado poderosas entre los municipios y el Estado. Es un planteamiento centralista, pero mi opinión del centralismo no es negativa (ni positiva) en sí misma, simplemente creo que en algunas circunstancias conviene ser centralista y en otras serlo menos. El problema es si sería viable adelgazar tanto los eslabones entre Estado y municipios.

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Pues la de 2 niveles (Estado central, municipios) es una opción que no había contemplado, pero puede tener bastante sentido. La Monarquía española en el fondo se organizaba así, ¿no?

Tienes razón en que el centralismo a priori no es malo ni bueno. En algunas cosas conviene centralizar y en otras no. En algunas cosas es imprescindible centralizar. Siempre me ha parecido un error eso de contraponer centralismo con separatismo, como si fueran malignos en la misma medida. No, el separatismo es mucho peor y, sinceramente, a estas alturas no creo que sea una reacción al excesivo centralismo.

La fórmula ni separatistas ni separadores me parece correcta. Hay algunos despreciadores de Cataluña que en el fondo no se diferencian mucho de los separatistas y que, de hecho, ven bien que Cataluña se separe.

La fórmula ni separatistas ni centralistas, que he escuchado en estos últimos días, me parece un grave error. No puede haber equidistancia entre ambos términos. El separatismo es una ruptura total de algo que debería estar unido, el mal absoluto; el centralismo es una tendencia de gobierno que se puede dar en diversos grados y que en principio no tiene por qué ser mala, aunque puede serlo en algunos casos. No están en el mismo plano. Otra cosa es que se dijese ni regionalistas ni centralistas.

Por cierto, en los últimos meses he descubierto un nuevo tipo de separatista. Amigo que se ha hecho racista y rusófilo a raíz de leer Burbuja en estos últimos años. Dice que no le importa que Cataluña se separe y que hasta lo ve bien (aunque procura comedirse porque sabe que le voy a regañar). Que las naciones no son importantes; que sólo importa la raza y la lucha contra demonio islámico. Que, puesto que España es una mierda gobernada por corruptos y al servicio de la OTAN, da igual que desaparezca. Que, total, da igual porque vamos a poder seguir viajando a Cataluña y al resto de sitios. Que no va a perjudicar a nuestro bolsillo. Que lo que necesitamos lo compramos en Amazon o en los chinos. Así que no hay preocuparse. Que, además, todo lo que perjudique a la UE es bueno, porque UE=islam. No es el clásico comportamiento del separador sino algo que ya incide de pleno en el separatismo. Auspiciado en este caso por potencias extranjeras que tienen colonizado el foro Burbuja con sus noticias falsas y sus consignas destructivas.

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Pues gente como tú amigo parece haber sucumbido a la propaganda rusófila, aunque teniendo novia polaca resultaría algo contradictorio.

Pero en otros casos lo que les hace falta es desmitificarles películas con informaciones acerca de la realidad islámica rusa y la verdadera política interior putiniana al respecto.

La realidad rusa no sólo es multirracial sino multicultural. Lo único que venden diferenciado es una especie de reservismo espiritual, que además de "ecuménico" es falso. La realidad social rusa es bastante más cruda de lo que le venden a estos incautos.

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Un tema interesante que lo va a ser aún más conforme se avance en el proceso postelectoral catalán.

Yo he marcado en la encuesta otra opción, aunque en realidad, y después de haberlo hecho, he vuelto a releer y he visto que la opción que considero más conveniente, de alguna forma ya estaba recogida. Mis disculpas.

Pienso que el mejor modelo serían tres niveles: Municipios, provincias y estado central, pero que a su vez habría que reestructurar los municipios de forma que se evitara tener la enorme cantidad de minimunicipios que hoy tenemos. Un modelo territorial donde los municipios comprendiesen lo que hoy son las comarcas, que a su vez se conformarían en diputaciones y estas nos representasen directamente en el parlamento, sería a mi entender lo más idóneo.

El gran problema que tenemos es la enorme y anquilosada cantidad de administraciones, que además de generar un gasto gigantesco, que debe ser sostenido mediante emisión de deuda, y suponer enormes trabas administrativas para los ciudadanos, son a su vez nidos de cortesanos y señores pugnando por obtener poder y beneficio sobre los gobernados.

Autonomías fuera; coincido con vosotros en que son las nuevas taifas que están destruyendo la unidad política de la nación y arruinando la caja y la confianza pública. Mancomunidades de pequeños municipios reconvertidas en grandes municipios, y finalmente diputaciones fuertes donde dichos municipios pudiesen organizarse y gestionar los asuntos comunes. Lo que no tiene sentido es encontrar, como hay en numerosos territorios de gran población, municipios cuya frontera con los municipios vecinos son una simple calle en la que los números impares son de un pueblo y los pares del pueblo vecino, es decir a uno y otro lado de la calle. Simplemente es absurdo.

De esta forma se eliminaban las comunidades y las mancomunidades, dos administraciones, que de alguna forma son parches que se han ido poniendo tras las subsiguientes reestructuraciones qrealizadas en los últimos siglos, y que generan más problemas que beneficios.

Tiene que haber un equilibrio entre estado central y diputaciones, pues se corre el riesgo de que las más pequeñas sean menospreciadas en favor de las mayores o de aquellas que producen mayor riqueza. Y tiene que haberlo entre municipios por el mismo motivo.

Un modelo centralizado donde un estado poderoso pueda ejercer un mal dominio sobre municipios y diputaciones pequeñas supone un grave riesgo de desequilibrios y corruptelas a nivel central, y lo mismo ocurre a la inversa con los pequeños territorios.

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El problema no es sólo qué niveles de administración, pero para no desviar me quedaría con tres niveles, cargándonos las comunidades autónomas, ese modo de aspirantes a miniestado asociado leydelembudista.

Nadie impediría, por otra parte, acuerdos entre provincias para cuestiones específicas de interés común (lengua y demás especificidades a cuidar) que no justifican un aparato paraestatal como el existente, jacobinista de proximidad.

Lo mismo que nadie impediría mancomunidades entre municipios no coprovinciales.

Nada que no haya existido ya en otros tiempos (hermandades, mancomunidades, etc.).

Esta cuestión, por otra parte, es recurrente en casi todos los pensadores tradicionalistas.

 

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A ver si encuentro tiempo para reflejar mis opiniones con textos de algunos autores Montañeses (aparte de grandes como Vázquez de Mella) que me atrajeron hacia el tradicionalismo y que van en la línea de los tres niveles en verde. Aunque sean desconocidos creo que sus aportaciones son interesantísimas, independientemente de que como dice Hispanorromano, sea absurdo y obsoleto pretender reproducir la foto fija de las estructuras de otros tiempos sin tener en cuenta que el propio sistema era dinámico y se iba readaptando a medida que surgían nuevas necesidades. Sería estúpido ignorar que desde los dos siglos que hace, más o menos, del colapso de las antiguas estructuras, se han producido fenómenos como la despoblación rural y la hipertrofia urbana concentrada en varios puntos y no darle a ese hecho el peso que se merece... de hecho, la misma ley electoral actual nos lleva a serias contradicciones.

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Coincido en gran medida con todo lo que habéis expresado. Además, me alegra saber que mi planteamiento inicial no lo consideráis "liberal", "jacobino", "centralista" o "antitradicional", que son algunas de las cosas que he escuchado cuando he formulado planteamientos similares en otros sitios.

Sería muy interesante cualquier texto de autores antiguos que aborde el tema. Pienso que en los próximos años va a ser un asunto fundamental. Nadie está contento con la actual articulación administrativa de España y la gente de bien es más o menos consciente de que el Estado autonómico ha llevado a este desastre, pero por lo general no se plantea un modelo alternativo. Ni siquiera los denominados "patriotas" lo tienen claro. Como probablemente la próxima legislatura se va a centrar en este asunto, sería bueno ir discutiéndolo para ver qué alternativas se pueden plantear. Quizá sea la oportunidad que los "patriotas" estaban esperando, pero me temo que están a otras cosas.

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Es que, amigo Hispanorromano, lo que actualmente tenemos es un muy liberal sistema autonómico, que no deja ser un neojacobinismo multipolar caciquil.

No hace mucho que de Prada a rescatado las casi milimétricas predicciones de Vázquez de Mella en la segunda década del siglo pasado. Es como si los liberales tuvieran sus obras como libro de cabecera y se dedicaran a invertir sus recomendaciones para hacer cumplir los peores presagios. Visto con esa perspectiva, el cambio del nombre de su plaza para dársela a la de un activista por la sodomía parece como una especie de descabello final.

Y, ojo, porque el reproche que algunos oportunistas de la ignorancia del común e incluso de los más formados en estos temas de que el regionalismo tradicionalista vendría a ser un espoleador del separatismo que éste no tiene previsto... pues se equivocan. Lo tienen bien presente la mayor parte de todos ellos. Hasta tal punto de que tenían bien definida la diferencia entre lo que es autonomía (real) y lo que es el despotismo de cercanías en que se había de convertir el centralismo autonómico.

El mismo Vázquez de Mella criticó fuertemente el modelo de autonomía concedido a Cuba y, desde luego, tenía bien claros los peligros separatistas regionales.

"Extraña libertad la que da autonomías a los separatistas y niega los fueros a los españoles"

J.A. Primo de Rivera se expresa en similares términos respecto a lo razonable de la concesión de autonomía (regional) bajo la premisa de lealtad.

Partamos pues de la base de estos dos principios:

1- Que lo que actualmente tenemos, el llamado estado de las autonomías, es un modelo policentralista, que añade al ya problemático monocentralista de corte liberal la lacra centrífuga tendente a la disgregación territorial.

    

Cita

Si pudiera darse un descuajamiento del Estado actual en varias autonomías, el problema centralista volvería a darse en cada una de ellas. La Autonomía separada con relación a lo que existía, ¿afirmaría y establecería una jerarquía social, el municipio autárquico, las comarcas libres? Podéis estar seguros de que, por ejemplo, una Cataluña formando Estado aparte no se habría descentralizado más que con relación al Estado de que se había separado: dentro del nuevo surgiría una concentración de poder nueva que aplastaría dentro de sí el principio autonomista. (...) Se trataría sólo de una siembra de centralismos en todo análogos a aquel de que se partió. (Obras completas de Vázquez de Mella, Tomo 26 dedicado al Regionalismo)

2- Que una autonomía real, inspirada además en la tradición política española, no sólo no es problemático sino deseable, previa CONDICIÓN DE LEALTAD.

Cita

"Cada provincia abunda en su seso e por esto las leyes y ordenanzas quieren ser conformes a las provincias y no pueden ser iguales ni disponer d una forma para todas las tierras"                           (siglo XVI, procuradores a Cortes en Valladolid)

 

Creo que en estos dos puntos estaremos más o menos todos de acuerdo. Ahora bien, lo que nos falta es el precedente histórico de cómo pasar de un modelo autonómico policentralista a un verdadero modelo autonómico en el que ya contamos con amplias zonas en las que ha proliferado la deslealtad de importantes oligarquías regionales y además tenemos añadida, además del fenómeno de superpoblación urbana que precisaría de nuevas fórmulas, la variable importantísima de la globalización, por la cual una región rebelde pero bien organizada puede llegar a desvincular su economía de la del resto de España. No sería el caso probablemente de Cataluña pero sí podría serlo el de alguna o algunas de las vascongadas.

Y si admitimos, como tenemos grandísima variedad de testimonios en los últimos dos siglos, de los destrozos logrados por el centralismo unitario, habría que evitar volver sobre los mismos pasos en el clásico movimiento pendular al que parece condenada España. No creo que se pueda ni deba volver a aquel lugar. 

La alternativa, creo, sólo puede ser una autonomía inspirada en la tradición política española, que tiene un importantísimo sesgo municipalista. Por supuesto, SIN VOLVER A COMETER EL ERROR DE CREAR UN TERCER TIPO DE JACOBINISMO, ESTA VEZ MUNICIPAL CACIQUIL, de cuyos efectos perversos nos han dejado sobrada muestra las concejalías urbanísticas en la pasada burbuja inmobiliaria.

Para ello me gustaría comentar en lo sucesivo algunas fórmulas tomadas de pensadores tradicionalistas que a su vez fueron tomadas, retomadas o reinterpretadas del acerco histórico español.

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Bueno, pues voy a apoyarme en una de las desconocidas firmas Montañesas para abordar el tema. Se trata del peculiar clérigo Mateo Escagedo, coetáneo del mencionado Vázquez de Mella.

Y, precisamente, porque lima alguna de las asperezas que me incomodan de éste en sus planteamientos autonomistas (excesivamente condescendientes con el autonomismo vascongado y catalán, un vicio demasiado enquistado en diversos sectores entre los que se encuentran bastantes carlistas que, en mi opinión, deberían hace mucho tiempo haber agarrado ese toro por los cuernos pues ese exceso de condescendencia, quizás por ser aquellas zonas un feudo de sus correligionarios, no deja de ser una forma de injusticia que a la larga no puede otra cosa que viciar la armonía del conjunto nacional... este tema quizás sería objeto de otro apartado).

El caso es que de la obra de Mateo Escagedo extraigo algunas ideas:

 

-Los niveles de gobierno serían concejo abierto, municipio, provincia y Poder Central. (Saca de la ecuación las antiguas grandes regiones, producto de los avatares históricas de la Reconquista y elimina así el riesgo de expansión del germen separatista que ya había asomado la patita en aquellos años en territorios con aspiraciones de mini estado).

-Deslinde claro y perfecto entre lo que es atribución del pueblo, del municipio, de la provincia o región y del Estado, siendo esos tres conceptos sean complementarios y sin solape. (eliminada del sistema así la horrorosa duplicidad que padecemos actualmente, que además de conflictos, provoca gastos e ineficiencias escandalosas).

- El Poder Central legisla  y los niveles intermedios administran según las atribuciones de cada nivel, exceptuando ciertos elementos de ineludible administración por parte del Estado (ejército, diplomacia, aduanas, comunicaciones, etc). El concejo, municipio y provincia pueden, no obstante proponer legislación particular pero la sanción es atribución exclusiva del Estado.

- Los cargos electos son de hecho procuradores sujetos a mandato imperativo y sometidos a residencia. Deben ineludiblemente rendir cuentas de su actividad representativa, que es la misma que paga sus gastos. (eliminamos del mapa toda la camarilla de paniaguados, redes clientelares, presupuestos henchidos, despilfarros varios, puertas giratorias, impunidad ante la prevaricación, etc.).

- En las Cámaras  habrá representación de clases sociales. (esto es usual en el tradicionalismo, que rechaza la idea de la relación directa individuo-Estado, sino que considera entidades intermedias a través de las que el individuo entra en sociedad)

- El Parlamento Nacional sólo trata temas nacionales, ni municipales ni provinciales o regionales (ya me contaréis qué pintan grupos de presión territorial y bisagra, tipo Coalición Canaria, PNV, ERC, etc., en asuntos que conciernen a toda la Nación).

Este señor basa sus ideas en los sistemas de gobierno tradicionales españoles, de eficacia testada por la Historia además en los momentos más apoteósicos de la misma. Y además se apoya argumentalmente en la analogía con la forma de gobierno de la institución más exitosa desde hace dos milenios, la Iglesia Católica. 

En resumen, diría que la principal diferencia con los carlistas sería esta:

Cita

" Es más, no creo sea conveniente reorganizar las antiguas regiones como lo estuvieron en el siglo xvi, porque no en vano pasa el tiempo; y hoy así organizadas, como quieren los catalanes, serían un peligro para la unidad de la patria, dadas las innobles ambiciones que luego saldrían a la superficie. En vez de reorganizarse España por regiones debe reorganizarse por provincias, pero con tan amplia autonomía y libertad como tuvieron en los antiguos reinos y regiones." (Mateo Escagedo, 1919).

Como curiosidad, deja constancia de estas ideas en el pueblecito de Caviedes donde es párroco y en el mismo año que las anteriormente expuestas de Vázquez de Mella.

Como véis, ambos tienen plena actualidad, con detalles de Escagedo que se alinean perfectamente con lo planteado en este hilo que, nada menos, nos darían una herramienta descentralizada que puentearía la vocación centrífuga adquirida por las comunidades autónomas, desactivando el separatismo desde el propio principio de autogobierno. ¿Qué más le podemos pedir, sin entrar en los detalles?

PD: desconozco si las ideas de este señor se pueden encuadrar en alguna escuela de pensamiento en su tiempo y bebe de otros autores -quizás no- pero el caso es que no alcanzo a imaginar una mejor alternativa.

 

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No quisiera que cayera este hilo en el olvido. Quizás debamos comentar un poco más la cuestión de los tres niveles administrativos.

 

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Gracias, don Fernandito. Es un tema importante que yo creo que conviene ir abordando. Me pareció muy interesante lo que publicaste sobre Mateo Escagedo. También lo que que planteas sobre la "excesiva condescendencia" de los carlistas. También creo que les falta agarrar el toro por los cuernos. Es algo en lo que vengo pensando últimamente. Pero no querría tampoco molestar a los amigos carlistas.

La provincias no son la forma ideal de división territorial, pues son demasiado grandes. Lo ideal sería una división más pequeña y que a ser posible tuviera cierta raigambre tradicional. Cuanto más grandes las divisiones administrativas, más peligro para cohesión nacional.  A lo mejor el protegido tiene razón en que bastan dos niveles -Estado central y municipios- para gestionar esto.

SI sabéis de libros que traten sobre el tema (divisiones administrativas desde el punto de vista ideal y desde el punto de vista histórico), os agradecería la referencia. También me interesan libros que aborden de manera específica el problema separatista catalán y sus raíces históricas. Más que nada quiero averiguar de dónde surge el descontento catalán con el proyecto español. No sé si tenéis alguna teoría al respecto, aunque eso sería mejor tratarlo en un hilo específico.

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Discrepo contigo en lo de que sean demasiado grandes. Además es imposible desligarse del hecho real que, independientemente del sistema político-administrativo del momento, hay una red conformada en base a la estructura capital de provincia con su correspondiente "hinterland".

Se puede intentar descentralizar provincialmente, de hecho esta es una tensión  clásica desde que se produjo la división actual de provincias que rige. O, dicho de otra forma, si se considera la estructuración como la propone Escagedo se diluiría bastante este efecto.

Aunque se que pueda resultar poco motivador el ponerse a leer algo de alguien desconocido, sin renombre ni rimbonbancia en la historiografía pero... échale un vistazo, lo mismo te sorprende y entona en la línea que te gusta. No son más de noventa páginas que se dejan de leer bastante bien:

http://bibliotecadigital.jcyl.es/es/catalogo_imagenes/grupo.cmd?path=10065258&posicion=1

Desconozco si este señor, que suele ser acusado de "integrista", bebía de fuentes ideológicas reseñables a través de otras firmas, de hecho fue coetáneo de Vázquez de Mella. Pero intuyo que se inspiró básicamente a partir de la tradición del Régimen Tradicional español y/o la estructura de la misma Iglesia, a la que considera la organización más perfecta constituída por personas.

PD: cuando hablo de provincias,  no tiene por qué coincidir con las hijas del régimen liberal que tenemos, pero sí entidades superiores al municipio que desde mi punto de vista son ineludible, se dan de forma casi natural.

 

 

 

 

 

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hace 2 minutos, don Fernandito dijo:

Discrepo contigo en lo de que sean demasiado grandes. Además es imposible desligarse del hecho real que, independientemente del sistema político-administrativo del momento, hay una red conformada en base a la estructura capital de provincia con su correspondiente "hinterland".

En el fondo estoy bastante de acuerdo. Por el momento sería mejor aprovechar la red conformada por las provincias, pues meterse a crear otra red no es lo más oportuno en un momento de peligro. Lo del tamaño lo decía porque me da la impresión de que un tamaño menor de las divisiones administrativas sería más eficiente y crearía menos resentimientos identitarios. Pero de momento es mejor trabajar con lo que hay.

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Se sale un poco del tema, pero quisiera comentar un artículo de Javier Barraycoa en La Gaceta. Señalo en negrita algunas frases que me chirrían:

Cita

TRIBUNA

El problema

Opinión / 24 enero, 2018

Javier Barraycoa

En 1934, Francisco Cambó en un discurso parlamentario avisaba: “no os hagáis ilusiones. Pasará este parlamento, desaparecerán todos los partidos que están aquí representados, caerán regímenes, y el hecho vivo de Cataluña subsistirá”. Sus tonos proféticos parecen cumplirse viendo la situación actual de España. Todos intuimos que hay un problema político grave, pero pocos saben definirlo con claridad y mucho menos divisar la solución. Desde esta misma tribuna, hace meses decíamos que no existe un problema catalán, sino un problema español. Y esta es la primera perspectiva en la que hay que posicionarse para salirse del embrollo en que estamos metidos.

Decía un sabio sacerdote ya fallecido, el Padre Orlandis, que en realidad en España hay dos problemas: el catalanismo y el anticatalanismo. Son problemas tan imbricados que acaban siendo uno solo que se retroalimenta y así no para de crecer. Los que no solo hemos asistido, sino promovido y organizado decenas de manifestaciones con miles de catalanes defendiendo la españolidad de Cataluña, hemos sentido el temor de experimentar lo que la historia nos enseña: que los entusiasmos repentinos se apagan con facilidad o, peor, se pueden desbocar y dejar de cumplir su fin. Ciertas pasiones, bien lo enseñaba Aristóteles, pudiendo ser virtudes también se pueden desordenar transformándose en vicios. Y la virtud del patriotismo, desordenada, puede engendrar monstruos. De hecho, una de esas deformidades es el nacionalismo. Y todo nacionalismo necesita crear un antinacionalismo para subsistir. Y el antinacionalismo, una vez toma conciencia de sí mismo, debe acrecentar la imagen esterotipada del nacionalismo que combate, pues esa ha sido su razón de nacer y existir. Todo se reduce, como hemos intentado argumentar, a la pérdida del sentido de Patria y patriotismo. Curiosamente, los salvapatrias constitucionalistas, casi nunca pronuncian la expresión Patria en sus discursos, y les encantan términos como Estado o legalidad.

Cuando la respuesta, ante 35 años de opresión nacionalista, eclosiona en Cataluña como lo ha hecho en los últimos meses, podemos tener un problema: el nacimiento de un anticatalanismo como mero anticatalanismo. Sé que nos adentramos en ámbitos difusos y difícilmente comprensibles para muchos, pero hemos de recorrer estos senderos de la reflexión. Mercadear con el patriotismo español sin querer entrar en el conocimiento de la catalanidad, su profunda significación y aportación al genio español, nos parece un peligro de dimensiones inimaginables. Frente al nacionalismo catalanista sólo se puede argüir con catalanidad. Y entendiendo como catalanidad la penetración en las raíces y la tradición de este Principado hasta descubrirla como la existencia de una fusión de almas entre pueblos que, sin negarse unos a otros, tampoco tienen sentido los otros sin los unos.

Una confrontación con el nacionalismo catalán en un plano meramente reactivo, sin ningún profundizar en ningún contenido real, excepto la exaltación sentimental, nos puede desahogar temporalmente pero nunca solucionar el “problema”. No podemos reducir la lucha del nacionalismo a una disputa cuantitativa sobre quién tiene más votos o más banderas colgadas en los balcones. Eso es caer en su trampa. ¿Por qué sino reclaman un referéndum los nacionalistas, sino para cuantificar los sentimientos y utilizarlos como arma política? Y mucho menos podemos reducir este combate a un pulso sobre quién tiene más fuerza para imponer una legalidad o desobedecerla, dejando por el camino corazones resentidos en ambos bandos que se perpetuarán durante generaciones.

La cuestión nacionalista es mucho más abisal y abarca las profundidades del alma de los pueblos. Porque el “problema” no consiste en confrontar dos formas de nacionalismo que operan con los mismos resortes psicológicos aunque usen banderas e himnos diferentes. Ni siquiera se trata de solucionar -como cacofónicamente afirman algunos- un “encaje” de Cataluña en España, cómo si ésta fuera un puzle a montar; o un ensamblado de comunidades autónomas que ha de reajustarse cada cierto tiempo. El nacionalismo dejará de tener razón de existir y desaparecerá en la historia cuando España se reconcilie consigo misma. Hemos afirmado muchas veces que el nacionalismo se fundamenta en un relato que ha sabido tramar hábilmente entre estereotipos, idealizaciones, rencores y frustraciones. Pero no podemos caer en el error de querer construir artificialmente un relato identitario español para oponerlo al catalanista. Si lo hacemos, el nacionalismo ha vencido.

El aliado del nacionalismo catalán es el anticatalanismo. Y el verdadero enemigo del nacionalismo catalán es la “catalanidad”, entendida ésta como parte de la esencia de una España reconciliada consigo misma. Si hay nacionalismo es porque España está enferma y con ella sus pueblos. ¿Y qué significa esta reconciliación con la propia esencia? Descubrir -no como retórica, sino como realidad- la riqueza de la diversidad en la unidad. Y para ello ni siquiera hacen falta autonomías, ni estructuras de Estado, ni artificiales hechos diferenciales. Bastaría que España se mire, y admire, en su riqueza de personalidades, caracteres, costumbres e historia, para que esa absurda dialéctica catalanismo-anticatalanismo desaparezca. Los nacionalistas y los anticatalanistas tienen un denominador común: son españoles frustrados porque no saber dar razón de su ser. Y ambos necesitan representar y estereotipar un “problema” para subsistir en la vacuidad de una realidad de la que se les escapa el sentido. Cuando España deje de ser sinónimo de Estado, para ser entendida y querida como Patria, el nacionalismo desaparecerá.

https://gaceta.es/opinion/el-problema-barraycoa-tribuna-20180124-0700/

Entiendo que Barraycoa ama a España y está movido por las mejores intenciones, pero hay algunas cosas que no me acaban de cuadrar en este discurso. Señalo algunas discrepancias:

  • No creo que se pueda equiparar nacionalismo con antinacionalismo, catalanismo con anticatalanismo. Sería malo que fuesen anticatalanes, pero no veo problema en que sean anticatalanistas. 
  • No entiendo por qué a los "separatistas" se les llama "catalanistas".
  • Los que denomina "anticatalanistas" no han hablado de prohibir el catalán ni han quemado banderas catalanas. De hecho, las manifestaciones "anticatalanistas" suelen estar plagadas de señeras en perfecta convivencia con la bandera española. En cambio, los anticatalanistas denigran el castellano y queman banderas españolas. No me parece que sean equiparables ambos bandos. No creo que haya un nacionalismo españolista, pero de haberlo no sería equiparable al nacionalismo separatista. Y no me parece que el anticatalanismo o el nacionalismo español expliquen el separatismo.
  • No creo que la única repuesta posible al separatismo sea la exaltación de las peculiaridades catalanas. Entiendo que la respuesta no debe ser anticatalana jamás, pero hasta ahora la vía de exaltar esas peculiaridades sólo ha conducido a más separatismo. Cuando al menos la mitad de la población no se siente unida a España sería un error ahondar en esos rasgos diferenciales o proponer más autogobierno.
  • De acuerdo en que existe un "problema español", pero también existe un "problema catalán". España está enferma, pero Cataluña también padece esa enfermedad y, además, tiene otras dolencias que pueden complicar dicha enfermedad. Cuanto antes lo asuman los catalanes, antes le podrán poner remedio.
  • No creo que el separatismo desaparezca por adoptar una política catalanista o "anti-anticatalanista". Y es peligroso decir que el nacionalismo catalán es una reacción a la enfermedad de España y que se arreglará cuando las cosas marchen bien en Madrid.

No sé cómo lo veis. ¿Os chirrían también algunas frases de Barraycoa o me paso de suspicaz y tal vez de "jacobino"? Quizá no es el hilo más apropiado para hablar sobre esto, pero pensé que sería interesante conocer vuestra opinión.

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    • Por Hispanorromano
      Como esta noticia va a pasar inadvertida en las redes sociales, en la prensa mayoritaria y en el ruedo político nacional, la traslado al foro:
      ------------------------------------------
      INVESTIGACIÓN JUDICIAL
      Mensaje a Puigdemont: "Situación complicada en Moscú"
      Las conversaciones del 'expresident' con su entorno en 2020 reflejan la voluntad de no molestar a Rusia con temas como Navalny, Snowden y Bielorrusia
      El juez investiga la conexión de dirigentes del 'procés' con un supuesto espía ruso

      El abogado Gonzalo Boye, en una foto de archivo. / Marta Fernández Jara (Europa Press)
      J. G. Albalat Barcelona 02 de septiembre del 2021. 
      "Situación complicada en Moscú ahora mismo". Este mensaje fue enviado por Josep Lluís Alay a Carles Puigdemont, al que identifica como “K”, el 23 de agosto de 2020, según un informe de la Guardia Civil que forma parte de la investigación de los contactos con Rusia de dirigentes del 'procés', y al que tenido acceso EL PERIÓDICO. En las conversaciones localizadas en el teléfono móvil de Alay, entonces jefe de la oficina del 'expresident', con diferentes personas de su entorno queda patente la voluntad reiterada de estos líderes independentistas de no hacer declaraciones que pudiesen molestar al Gobierno de Vladimir Putin.
      En concreto, Alay le espeta a Puigdemont: "Tenemos un triángulo complicado: Lukashenko-Navalny-Snowden". Se refería, respectivamente, al autoritario presidente prorruso de Bielorrusia, al abogado y líder de la oposición a Putin que sufrió un envenenamiento en 2020 y está actualmente encarcelado, y del exempleado de inteligencia de EEUU que filtró información clasificada como alto secreto y a quien Rusia concedió asilo. "Recomiendo de momento que no digas nada de Navalny. Nada está claro y creo que es mejor esperar y ver si ha habido un envenenamiento o si es eso de donde ha venido”, prosigue.
       
      A través de la mensajería instantánea, Alay dialoga con Gonzalo Boye, abogado de Puigdemont, sobre la necesidad de no pronunciarse acerca de asuntos delicados para Rusia, como el apoyo del 'expresident' pidiendo el indulto para Snowden. "La carta de Snowden del 'president' ha sido una apuesta muy arriesgada, en mi opinión”, explica Alay a Boye el 20 de agosto de 2020. El abogado contesta: "Pero es a USA, no a Rusia". El jefe de la oficina de Puigdemont replica: "Sabes que soy pro-Snowden, pero es como Navalny; hay que ir con cuidado con los tiempos".
      Declaraciones contraproducentes
      Aleksei Navalny fue condenado y encarcelado a principios de este año por violar los términos de una sentencia por fraude en 2014. Alay sostiene en esa misma conversación: "Pero si apostamos en público al Kremlin, hagámoslo de verdad", para luego apostillar: "Nada de Navalny", ante la posibilidad de que Puigdemont pudiese hacer un tuit a su favor. El abogado le pide que le deje claro al líder de Junts la necesidad de guardar silencio. "Dile ya", le pide Boye. Alay responde: "Le he hecho la reflexión [a Puigdemont] que el momento en Moscú es muy complicado con ese endemoniado triángulo para Putin".
       
      El letrado y Alay lamentan en otra conversación (del 14 de septiembre de 2020) el tuit de Puigdemont en el que daba la bienvenida al Parlamento Europeo a unos opositores de Bielorrusia. "Tendremos que decirle a los rusos que esto es solo para despistar", le dice Boye. "Es que llevamos mala racha", responde Alay. El abogado insiste: "Sí, pero tenemos que construir un buen relato sobre esto para los amigos".
      "Hay que evitar Navalny, sin duda"
      Esa extrema precaución en los asuntos relacionados con Rusia vuelve a aparecer cuando los dos hablan de las preguntas que un periodista ruso, al que califican como "suyo", le pudo hacer a Puigdemont en una entrevista. "Pacto preguntas y evito Navalny quizás", dice Alay a Boye, que responde: "Hay que evitar Navalny, sin duda". El abogado fija las líneas por el que debe transcurrir el encuentro entre el periodista y el 'expresident'.
       
       
      En los mensajes hallados en su móvil, Alay también celebra el nombramiento de Evgeny Primakov, miembro del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal, como jefe como de la Agencia Federal para los Asuntos de Colaboración con la Comunidad de Estados Independientes. "Algunos dicen que tiene más poder que el ministro de Exteriores", comenta el jefe de la oficina de Puigdemont, que, además, comparte un pantallazo de un intercambio de mensajes con Primakov en que le comunica que un diario catalán va a publicar un artículo sobre Rusia que espera "que vaya a contribuir a mostrar la situación como un todo, también desde la perspectiva rusa". Primakov le responde: "Grandes noticias y gran trabajo; 'thank you very very much'".
      Boye ha afirmado a este diario que esos comentarios con Alay son "simples análisis de situación geopolítica y de diferentes alternativas", a la vez que ha negado que su intención fuera hacer recomendaciones al líder de JxCat. "Puigdemont actúa como a él considera", sentenció.
      El mafioso ruso
      La Guardia Civil ha entregado un segundo informe al juez sobre el móvil de Alay que se centra en una conversación mantenida entre Boye y el mismo jefe de la oficina de Puigdemont en el que este último asegura al letrado que Zakhar Kalashov "es un yacid" (una antigua religión del Kurdistán Norte). A partir de ahí, ambos mantienen una conversación sobre este jefe de la mafia ruso-georgiana condenado en España por blanquear fondos obtenidos con sus actividades delictivas. Incluso, Alay envía a Boye una foto de este personaje en una playa de Dubai junto con otras personas.
      El abogado expone lo siguiente al jefe de la oficina de Puigdemont: "A través de Gómez de Liaño [abogado] y pagando mucho, mucho dinero, consiguen que la sentencia sea justo algo menos de la mitad impuesta por la que le dejan en libertad mientras recurre... ese era el trato. A las pocas semanas, llega una nueva orden de extradición y le vuelven a meter preso y termina extraditándole con lo que K. queda jodido y Gómez de Liaño y su socio judicial ganan mucho dinero y se lo quitan de en medio" [sic]
      Mensaje a Puigdemont: "Situación complicada en Moscú"
    • Por Hispanorromano
      Leyendo un libro reciente sobre la formación de la nación española, encuentro unas referencias al P. Feijoo que me han parecido de gran provecho en relación con el problema separatista en Cataluña. El P. Feijoo advierte contra toda pasión nacional irracional o desordenada, pero se refiere muy especialmente al particularismo regional, que él denomina paisanismo, cuando se pone por encima de la patria española. Considera que este amor a la patria chica es especialmente propicio para dividir los ánimos y fomentar la revuelta contra el soberano, con lo que conviene meterlo en cintura o será germen de guerras civiles. Cito el párrafo del P Feijoo y señalo en negrita los pasajes a los que más me adhiero:
      Concuerdo con la visión del P. Feijoo. Ninguna pasión desordenada es buena, pero el amor a la patria chica propende al desorden y puede resultar especialmente dañino para la república, por ser germen seguro de discordias.
      Ahora bien, no tengo claro si esta visión resultaría ortodoxa para los carlistas. Es posible que la consideren un poco jacobina, pues, en lo que siempre me ha parecido entender de ellos, consideran que no hay posible contradicción entre la patria grande y la patria chica, con lo que todo afecto por esta última siempre será beneficioso.
      ¿Qué os parece lo que dice el P. Feijoo? ¿Le veis alguna pega a su planteamiento? ¿Os parece una concepción excesivamente moderna de España?
    • Por Hispanorromano
      En el estupendo hilo de Vanu Gómez sobre el patriotismo español, leía esta opinión de El guerrillero:
      Mi opinión es muy similar a la de El guerrillero. En el Ayuntamiento de Barcelona había dos opciones, o la roja Colau o las ratas separatistas de ERC. En este contexto tan particular, me parece lo más urgente impedir el gobierno separatista, con lo que la opción menos mala para España sería la Colau, pese a que también tenga veleidades raras en cuanto a la independencia de Cataluña. El denostado Valls ha apoyado a Colau, en lo que me ha parecido un gesto de responsabilidad y de patriotismo desacostumbrado en nuestros políticos. Pero parece que el gesto de Valls no ha gustado a Ciudadanos, que ha anunciado que se separa de Valls. Un conocido columnista ha alabado el gesto de Valls y ha criticado la postura infantil de Ciudadanos:
      Nunca llegarás a presidente
      Si a los de Ciudadanos no les ha gustado el gesto, mejor ni preguntar a los de VOX. En este tema no entiendo la postura de Ciudadanos ni la de VOX y me parece de una irresponsabilidad monstruosa, de las que incapacitan para gobernar un país.
      Abro el hilo para sondear vuestra opinión. Como decía, en este tema coincido con lo que ha expresado El guerrillero. Pero quisiera consultar vuestra opinión no sea que se me esté escapando algo, y por otra parte, creo que es una discusión de actualidad interesante, que también entra en el terreno de la estrategia a seguir con el separatismo catalán.
      Los separatistas abuchearon y tiraron una botella a Colau en su proclamación:
      Tensión entre independentistas y comunes en Sant Jaume: "La Colau es un fraude"
      Parece, pues, que están molestos con la jugada y la ven como un retroceso para sus intereses. ¿Este odio irracional de los separatistas podría servir para "nacionalizar" a la izquierda? Es otro debate interesante. De momento, la Colau parece que ha dicho que no retirará los lazos amarillos, con lo que esa nacionalización se antoja lejana.
    • Por Gerión
      Una interesante ponencia de Jesús Laínz, ensayista, sobre el "Pasado, presente y futuro del separatismo catalán". 
       
      El vídeo es largo pero el grueso de la ponencia e ideas dura los primeros 50 minutos. Especialmente recomendable, por lo repugnante, es la colección de citas racistas y supremacistas que aporta a partir del minuto 30. Básicamente dibuja varias fases. 
      1. Constatación del triunfo económico catalán. En torno a 1840, Barcelona es una ciudad industrializada junto con sus alrededores, el resto de España no. Balmes hace notar esta distinción, subrayando que el centro del país no tiene la vitalidad económica que sí tiene la periferia.
      2. Cataluña como la región "más española de España". Entre 1840 y 1898, la Cataluña colonialista fue la región más implicada en la industria y el comercio colonial con Cuba y Filipinas. Fue también la región más belicista, más antiseparatista, la que más alentó el reclutamiento para someter las rebeliones cubanas. En la despedida a los voluntarios catalanes embarcándose a Cuba, hay enfervorecidas muestras de apoyo a España y una multitud de banderas de España, contra los separatistas (cubanos). La prensa catalana se queja de que el Arco de Triunfo de recepción de las tropas que viajan a Cuba no es "lo bastante español", porque se parece a la Puerta de Alcalá madrileña, "que es italiana". Obtuvo además importantes protecciones económicas que fomentaron su industria textil, hasta el punto de propiciar el que los Estados Unidos (con importante industria algodonera e intereses en Cuba, pero alejados con aranceles) dieran el paso de atacar a España.
      3. Comienzo de la fase del odio. Tras el desastre del 1898 y la pérdida de Cuba tras el ataque americano, hay un giro de 180 grados: sólo siete días después de la última batalla, los periódicos describen a Cataluña como "anclada a un barco que se hunde". Hasta entonces, el catalanismo era mínimo. Los payeses no se tomaban en serio a los catalanistas, sólo una persona por comarca se interesaba. Pero comienza la agitación antiespañola en los 1900. Hacen suya la Leyenda Negra de la vieja propaganda retomada por los EEUU en la guerra. Empiezan a afirmar que "los catalanes y los vascos" no tienen nada que ver con lo ocurrido en América (cuando en realidad, España acababa de ser el último país en abolir la esclavitud por los intereses de las plantaciones de los industriales catalanes).
      4. Supremacismo racial. En el primer tercio del XX, Pompeyo Gener y otros empiezan a asegurar que los catalanes son racialmente superiores a los españoles. El argumento es múltiple: los catalanes son arios, europeos, germánicos, francos, "en el camino del Superhombre", frente a los semíticos españoles, donde sólo se adivina "la cruel bestia africana". Aseguran que la altitud, la bioquímica y los aires de la Meseta, por su baja presión y la rareza de algunos elementos, impiden el desarrollo del cerebro. Daniel Cardona afirma que "un cráneo de Ávila jamás será como un cráneo del valle de Vic". Aparece un editorial en el 1926 que recomienda a las catalanas que no mezclen su sangre con los castellanos/españoles, por "impurificar la raza catalana". Se consideran "anticatalanas" dichas uniones.
      5. Supremacismo lingüístico. Tras la caída de la Alemania nazi, el argumento racial se deja de lado y se vira a un discurso centrado en la lengua. Ahora, catalán es quien habla la lengua catalana. Se toma toda la ingeniería romántica de que una lengua es el constituyente básico de una nación. 
      6. Apoyo del socialismo. En torno a 1970. La izquierda española, enferma de Leyenda Negra, comulga con el nacionalismo catalán, empieza a trasladar su discurso de proletarios oprimidos y burgueses opresores, a un discurso de "naciones oprimidas" y "naciones opresoras". Los socialistas se hacen antinacionalistas españoles, pronacionalistas catalanes y federalistas, cambian el nombre del comité estatal de  "Comité Nacional" a "Comité Federal".
      7. Viraje al nacionalismo cívico. Surge en torno a 1990-2000, les sirve para integrar a los charnegos. Constituye la etapa posmoderna del nacionalismo catalán. Ahora es catalán "quien se siente catalán", dejando de lado el origen biológico e incluso la lengua. Por tanto, un catalán de sangre y habla catalana, pero que no es nacionalista, es "menos catalán" que un charnego o incluso que los "nou catalans" (pakistaníes, magrebíes) que se adhieran al nacionalismo catalán.
      8. "La pela" o nacionalismo económico. Es la última vuelta de tuerca, y vuelve a los orígenes. Nos encontramos en una fase en la que se intenta decir a la gente que aunque no sean catalanes de sangre, ni se sientan catalanes, ni hablen catalán, "les conviene" apoyar la independencia porque les va a rentar económicamente a su bolsillo (su negocio, inversión, etc.). Hasta tal punto, que se pone el ejemplo de Irlanda, que abandona el fomento del gaélico justo cuando se independiza, por el interés económico del uso de la lengua inglesa.
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    • https://www.mundorepubliqueto.com/2020/05/01/no-todo-lo-que-brilla-es-oro/

      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





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    • La libertad sexual conduce al colapso de la cultura en tres generaciones (J. D. Unwin)
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    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
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    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
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    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
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