Geopolica.ru (la página de Dugin) ha publicado un artículo de Jean Meyer sobre el complotismo antijesuítico. Jean Meyer es un historiador serio, aunque un tanto sesgado a favor de la iglesia ortodoxa. El artículo habla sobre las teorías de la conspiración que ponen a los jesuitas a la cabeza del complot. Parece que uno de los orígenes de esta teoría del complot es Rusia y por ello el artículo se centra en ese país, pero también menciona a otros países europeos, como Francia, donde la izquierda y la derecha se unen contra los jesuitas. El artículo está bastante embrollado y a veces no se distinguen las citas del propio texto, pero aborda cuestiones muy interesantes que procuro marcar en negrita. Al final comento un par de cosas.
Jean Meyer cita la obra "El judío errante", del progresista francés Eugene Sue, como ejemplo de la literatura antijesuítica. Está demostrado que "Los Protocolos de los Sabios de Sion" se inspiraron en esa obra.
Pero aparte de los párrafos que están copiados de esa novelucha anticlerical de Sue, en los Protocolos también se menciona despectivamente a los jesuitas en un párrafo:
Es claro que menciona a los jesuitas como los grandes conspiradores después de los judíos. No se entiende cómo se les pasó este detalle a algunos católicos de la época. A día de hoy se sabe que los Protocolos fueron una intoxicación de la Ojrana rusa probablemente pergeñada por Madame Glinka, de la Sociedad Teosófica, que viene a ser la matriz espiritual del gnosticismo duguiniano. Curiosa esta confluencia que parece haber entre gnosticismo, complotismo y organizaciones secretas vinculadas al Estado ruso. Y curioso también la estrecha vinculación que parece haber entre el complotismo antisemita y el complotismo antijesuítico.
En cuanto a la Monita Secreta, la falsificación de la que desciende casi toda la literatura antijesuitica, nos dice el articulista que fue publicada en Cracovia por Hieronim Zahorowski. La Metapedia dice lo siguiente sobre Hieronim Zahorowski:
No sé de dónde saca la Metapedia este texto, pero he podido comprobar por algún estudio académico serio que, efectivamente, los Zahorowski eran una familia ortodoxa, lo que no excluye que entrasen en escuelas jesuitas por el prestigio que éstas tenían. De nuevo, parece que los fraudes complotistas nos lleven a gente del partido ruso, en este caso en Polonia, aunque el falsificador también contó con la ayuda de una familia protestante.
Un tema apasionante para investigar lo de este Zahorowski. En los libros que abordan estos temas sólo he encontrado referencias muy escuetas a este personaje. Pero más interesantes me parecen las conexiones que parece haber entre el complotismo antisemita y el complotismo antijesuitico, inventado este ultimo por los enemigos de la fe católica y de España, pues consideran al jesuita la quintaesencia de la Contrarreforma católica impulsada por España.