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Hispanorromano

Sobre la acusación al Papa Francisco de encubrir a pederastas (Viganó, etc.)

Publicaciones recomendadas

Este artículo es el único en español que explica la cuestión con claridad, aunque no estoy de acuerdo con algunos aspectos del enfoque:

Cita

Hechos y omisiones en el documento de Viganò contra Francisco

Lectura detenida del informe del ex nuncio que pide la renuncia del Pontífice y de sus contradictorias conclusiones
 
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Día 2 de mayo de 2012 (bajo Benedicto XVI), el nuncio Viganò participa en la entrega de un premio al "sancionado" cardenal "McCarrick (foto del blog del cardenal Sean O'Malley)

 
Pubblicato il 28/08/2018
Ultima modifica il 28/08/2018 alle ore 14:31
ANDREA TORNIELLI
 
Ciudad DEL VATICANO

«Creo que el comunicado de Viganò habla por sí solo, y ustedes tienen madurez profesional para sacar conclusiones». Con estas palabras, dirigidas a los periodistas durante el vuelo de vuelta a Roma desde Irlanda, Francisco invitó a leer el informe de 11 páginas divulgado por el ex nuncio apostólico en Estados Unidos, Carlo Maria Viganò, que pide la renuncia del Papa acusándolo de haber encubierto al cardenal estadounidense de 83 años Theodore McCarrick, emérito de Washington, que habría tenido relaciones homosexuales con seminaristas adultos y sacerdotes. Hay que comenzar leyendo atentamente el texto, analizándolo, separando los hechos citados de las opiniones e interpretaciones. Y, sobre todo, de las omisiones. 

La operación anti-Bergoglio  

La clamorosa decisión del diplomático vaticano de violar el juramento de fidelidad al Papa y el secreto profesional representa el enésimo ataque contra Francisco desplegado organizadamente por los mismos ambientes que hace un año trataron de llegar a una especie de “impeachment” doctrinal, después de la publicación de la Exhortación “Amoris laetitia”. Aquella estrategia no funcionó. Viganò es, efectivamente, uno de los que firmaron la llamada “Profesión”, en la que se dice que el Papa Bergoglio es un divulgador del divorcio, y tiene muy buenas conexiones en los ambientes conservadores tanto en Estados Unidos como en el Vaticano. No es simplemente el desahogo de un hombre de la Iglesia cansado de la suciedad que ha visto a su alrededor, sino una operación bien calibrada que trata de presionar al Pontífice para que renuncie. Lo demuestran tanto el momento como la participación de la misma red mediática internacional que desde hace años está propagando (a menudo sirviéndose de anónimos) las instancias de quienes pretenden cambiar el resultado del Cónclave de 2013. Y lo demuestran los mismos testimonios escritos en diferentes blogs por los periodistas que publicaron el “dossier” Viganò: en primera fila, como siempre, en la defensa de la familia tradicional, sin preocuparse por lanzar la “bomba” precisamente el día en el que Francisco concluía con una gran misa el Encuentro Internacional de las Familias. 

La denuncia de 2000  

Antes que nada, pues, los hechos, presumiendo que cuanto afirma Viganò sea verdadero. El 22 de noviembre de 2000, el fraile dominico Boniface Ramsey escribió al nuncio apostólico en Estados Unidos, Gabriel Montalvo, para informarle sobre los rumores que ha escuchado según los cuales McCarrick había «compartido la cama con seminaristas». Un día antes, el 21 de noviembre, Juan Pablo II nombró a McCarrick arzobispo de Washington. Viganò anota que esta señalación enviada por el nuncio a la Secretaría de Estado, guiada por el entonces cardenal Angelo Sodano, no tuvo ningún eco. Hay que recordar que la primera denuncia que llega a la nunciatura y de allí al Vaticano es inmediatamente posterior al nombramiento en Washington. Podríamos preguntarnos por qué, si estos rumores sobre McCarrick eran tan conocidos e insistentes, no frenaron el nombramiento como auxiliar en Nueva York (en 1977, al final del Pontificado de Pablo VI), el nombramiento como obispo de Metuchen (en 1981, a comienzos del Pontificado de Juan Pablo II), el paso a la archidiócesis de Newark (en 1986, con Papa Wojtyla), la promoción a Washington (2000) y la creación cardenalicia (2001). 

Sodano, el culpable de todo 

Un año después de su promoción a Washington, pues, Wojtyla incluyó a McCarrick en el Colegio cardenalicio. En su informe Viganò descarga (sin ningún indicio) la “culpa” del nombramiento sobre Sodano, explicando que el Papa en esa época ya estaba enfermo y casi era incapaz de razonar o de gobernar la Iglesia. Quien tenga presentes las cosas vaticanas sabe que no es verdad, por lo menos no lo era en el año 2000: Juan Pablo II habría vivido otros cinco años. Y sabe también que, en ese entonces, en el “entourage” wojtyliano que se ocupaba de los nombramientos estaban el secretario particular del Papa Stanislaw Dziwisz (nombre omitido por Viganò) y el Sustituto de la Secretaría de Estado y después prefecto de los obispos, Giovanni Battista Re (a quien Viganò menciona, pero para absolverlo de toda sospecha. ¿Esa primera indicación, sin denunciantes que asumieran responsabilidades en primera persona, tal vez fue considerada no confiable? ¿O el poder (también financiero) de McCarrick fue capaz de abrir puertas vaticanas que debían permanecer cerradas? Se pueden tener dudas sobre su nombramiento en Washington, pero ¿por qué nunca nadie consideró que era oportuno investigar antes de elevarlo a la púrpura un año más tarde? ¿Sodano no le pasó la denuncia al Papa? ¿Por qué el nuncio, si estaba tan seguro de los abusos cometidos contra seminaristas y sacerdotes (adultos), no insistió ni pidió una audiencia con Juan Pablo II? 

Las “sanciones” de Benedicto XVI 

En 2006 llegan nuevas acusaciones, cuando el Papa ya era Benedicto. Su Secretario de Estado era Tarcisio Bertone. Esta vez entra al escenario un ex sacerdote y abusador de menores: Gregory Littleton, que envía al nuncio en Estados Unidos (entonces monseñor Pietro Sambi) un texto en el que narra haber sufrido abusos sexuales por parte de McCarrick (ya cuando era mayor de edad). Viganò prepara un apunte para los superiores, que no responden. Vale la pena recordar que en ese momento McCarrick ya estaba jubilado: el nuevo Papa, Benedicto XVI, aceptó su renuncia el 16 de mayo, que había sido presentada un año antes, el 7 de julio de 2005, por razones de edad. Si los rumores y las denuncias eran tan conocidos, ¿por qué no se aceptó la renuncia de McCarrick inmediatamente, cuando cumplió 75 años? En 2008 circularon nuevas acusaciones sobre los comportamientos inadecuados de McCarrick y nuevamente Viganò escribe que envió a sus superiores otro apunte. Sin embargo, parece que esta vez algo se mueve, aunque con los tiempos no tan veloces de la burocracia vaticana. Habría intervenido Benedicto XVI con una serie de sanciones en contra del cardenal ya emérito y jubilado. Viganò no es preciso al indicar la fecha de estas sanciones: en ese momento ya no estaba en la Secretaría de Estado, en la que se ocupaba de coordinar el trabajo del personal en las nunciaturas, pues había sido nombrado secretario del Gobernatorado. Entonces, si Viganò afirma un hecho verdadero (y hay que presumir que lo hace) «en 2009 o 2010», Benedicto XVI interviene y ordena a McCarrick que lleve una vida retirada, de oración, y que deje de vivir en el seminario neocatecumenal Redemptoris Mater, inaugurado por él mismo en Washington. 

Restricciones misteriosas  

Esta orden de Benedicto nunca es revelada, sino transmitida de palabra por la Santa Sede al nuncio en Washington (todavía Sambi), para que la comunique al interesado. ¿Indulgencia para un cardenal ya viejo y jubilado, a quien se le quiere ahorrar la sanción pública? ¿O Benedicto XVI consideró que las pruebas no eran suficientes? Si él fue quien decidió las sanciones, tenía que estar bien informado sobre lo que McCarrick había cometido. ¿El Papa Ratzinger sabía, pero consideró suficiente recomendarle al cardenal ya jubilado que permaneciera tranquilo y alejado de la vida pública? Hay que recordar que nadie, nunca, se ha referido (y mucho menos ha denunciado) a abusos sexuales contra menores. Estamos hablando de conductas inapropiadas con adultos, pero que se perfilan como verdaderos abusos, puesto que el obispo era quien invitaba a su cama a los propios seminaristas o a los propios sacerdotes: no existe una situación de paridad, es un abuso de poder clerical. Nunca nadie ha afirmado que al invitar a dormir con él a seminaristas a un paso del sacerdocio o a sacerdotes jóvenes el “tío Ted” (como se hacía llamar McCarrick) hubiera utilizado formas de violencia o amenazas. Podemos preguntarnos: si estos hechos graves eran tan evidentes, ¿por qué no reservar al cardenal una sanción ejemplar y pública, pidiéndole una vida retirado en penitencia? 

¿Nadie vigila?  

Algunas dudas sobre el contenido real de las sanciones son más que lícitas, sobre todo a la luz de lo que sucedió después. El “dosier” de Viganò da a entender que en los últimos tres o cuatro años del Pontificado ratzingeriano McCarrick vivió como un eremita o como un monje de clausura y que solamente después de la elección de Francisco pudo salir de su encierro. Una vez más, hay que atenerse a los hechos documentados. Y la historia es muy diferente, documentada y documentable. Al alcance de todos: basta navegar un poco por la red. Durante los últimos años del Pontificado de Ratzinger, McCarrick no cambió su estilo de vida: es cierto que dejó el seminario en el que vivía, pero celebraba ordenaciones diaconales y sacerdotales al lado de importantes cardenales de la Curia romana, estrechos colaboradores del Papa Ratzinger. Incluso dictaba conferencias. El 16 de enero de 2012 participó, junto con otros obispos estadounidenses en una audiencia de Benedicto XVI en el Vaticano, y su nombre fue indicado en el boletín de la Sala de Prensa de la Santa Sede como uno de los presentes. El 16 de abril de 2012 se encuentra nuevamente con Benedicto XVI en la audiencia de la Fundación Papal y festeja con todos los presentes el cumpleaños del Pontífice. Viaja a Roma en febrero de 2013 para despedirse del Papa que ha ya presentado la renuncia y le estrecha la mano sonriente (todo ello quedó inmortalizado por las cámaras de la TV vaticana). Es evidente que su posición no era considerada tan grave, que los indicios de su culpabilidad no fueron juzgados tan evidentes y que las sanciones no debían ser tan restrictivas. 

También aparece Viganò al lado de McCarrik  

El mismo Viganò, que mientras tanto había sido alejado del Vaticano por decisión de Benedicto XVI, quien le dio la “promoción” a nuncio en Washington, no se veía muy preocupado por la situación. Hay documentos que demuestran su participación en eventos públicos con el purpurado abusador, como concelebraciones en Estados Unidos y la entrega de un premio a McCarrick (el 2 de mayo de 2012, en el Pierre Hotel de Manhattan), ceremonia durante la que Viganò aparece en una foto para nada avergonzado o indignado al lado del viejo cardenal. ¿Por qué, entonces, puesto que tenía el poder de llegar directamente a Benedicto XVI, en calidad de uno de sus representantes en una de las sedes diplomáticas más importantes del mundo, el nuevo nuncio no se rebeló, no actuó, no pidió audiencia, no llamó a respetar las disposiciones restrictivas? 

Involucrar a Francisco 

El actual Papa, verdadero y único blanco de toda la operación, entra al escenario en junio de 2013, pocos meses después de su elección. Recordemos: McCarrick, de más de ochenta años, no participó en el Cónclave, porque era un cardenal jubilado, aunque hiperactivo. Sigue viajando por el mundo, dictando conferencias, presidiendo celebraciones. Viganò va a una audiencia con Francisco. Y es el Papa quien le hace una pregunta sobre McCarrick; Viganò le explica que el cardenal «ha corrompido a generaciones de seminaristas y sacerdotes» y que en el Vaticano hay un informe que lo demuestra. Cuidado: no es Viganò quien, preocupado, saca a relucir el tema. Es el Papa quien le pide un parecer. El nuncio no dice haber entregado a Bergoglio ningún informe sobre el caso ni haber pedido su intervención. Ahora, indignado, Viganò escribe sobre las sanciones de Benedicto XVI, mismas que nadie conoce, pero (presumiendo su existencia) él, como nuncio, no parece haber actuado para que se respetaran. Esa respuesta es todo lo que comunica al Papa. 

¿McCarrick consejero?  

Viganò escribe que el viejo cardenal se habría convertido, en los primeros años del Pontificado de Francisco, en uno de sus consejeros, sobre todo en relación con los nombramientos estadounidenses. No ofrece, por lo menos hasta ahora, ninguna prueba de ello. En cambio, sostiene que (y también en este punto no hay por qué no creerle) que en ese primer encuentro de junio de 2013 el nuevo Papa le habría pedido que «los obispos en Estados Unidos no tienen que estar ideologizados, deben ser pastores». Como en los meses que siguieron también McCarrick hizo una afirmación semejante, hablando con monseñor de la nunciatura (que lo refiere a Viganò), el ex nuncio que pide la renuncia del Pontífice deduce que precisamente McCarrick está detrás de la actitud de Bergoglio frente a la Iglesia estadounidense. Una deducción bastante débil. Es mucho más simple y plausible pensar que Francisco (que conocía a la Iglesia estadounidense) hubiera dicho a diferentes personas con las que se encontraba la frase sobre los obispos que «no deben estar ideologizados», sino que deben ser «pastores». Además, para comprender que este es precisamente uno de los puntos más insistentes de su magisterio sobre el episcopado, basta leer los discursos del Papa, que ya pensaba de esta manera mucho antes del Cónclave de 2013. 

El desmentido del ex embajador 

Una interesante confutación de la teoría de Viganò llegó ayer. La pronunció el ex embajador estadounidense ante la Santa Sede, Miguel Díaz, nombrado en mayo de 2009, quien se dijo sorprendido al haber leído las afirmaciones de Viganò sobre las palabras de Francisco, «porque me acordé inmediatamente de que durante mi primer encuentro con el nuncio Sambi en su residencia de Washington (estamos todavía en el Pontificado de Benedicto XVI, ndr.)», él dijo que «necesitamos obispos estadounidenses que sean menos políticos y más pastorales, no “guerreros culturales”». Ya desde el Pontificado del Papa Ratzinger, la indicación que llegó al nuncio apostólico en Estados Unidos era la de nombrar a obispos pastores y no “guerreros culturales”. Evidentemente, la cuestión del excesivo colateralismo del episcopado estadounidense con ciertas posiciones políticas y un cierto interés unilateral solo en relación con determinadas cuestiones éticas eran percibidos como un problema desde finales del Pontificado ratzingeriano. 

La nueva denuncia  

Pasan cuatro años y medio, y, en 2018, lleva al Vaticano, por primera vez, la noticia de un abuso contra un menor cometido cincuenta años antes por McCarrick, joven sacerdote. Nunca antes había sido presentada la denuncia, nunca antes nadie (según lo afirmado por Viganò) se había referido a posibles abusos de menores en los que estuviera involucrado McCarrick. La diócesis de Nueva York abre rápidamente un procedimiento canónico regular y envía la documentación a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Surgen nuevas noticias, divulgadas por la diócesis de Newark, sobre denuncias de molestias presentadas por seminaristas mayores de edad cuando sucedieron los hechos. Con una decisión que no tiene antecedentes en la historia reciente de la Iglesia, Francisco no solo impone el silencio y la vida retirada a McCarrick (ese silencio y esa vida retirada que antes no se le habían impuesto o que nadie se había encargado de que cumpliera), sino que le quita el birrete cardenalicio. El cardenal emérito de Washington ya no es cardenal, fue “des-cardenalizado”. 

Los hechos y la lógica (al revés) 

No solo hay que preguntarse si lo que cuenta Viganò es cierto (como repiten a modo de mantra los medios de comunicación que piden la cabeza de Francisco). Hay que preguntarse si la secuencia de hechos descrita por Viganò, si sus consideraciones, sus omisiones, sus interpretaciones son razonables y conducen a la atribución real de alguna responsabilidad del Pontífice reinante. De cualquier manera, según los hechos puros y crudos, y presumiendo que cada detalle narrado por el ex nuncio sea verdadero, esto es lo que sucedió. Hay un Papa santo cuyo “entourage” (mucho menos santo) promovió y convirtió en cardenal a un obispo homosexual que abusaba de su poder para llevarse a algunos seminaristas a la cama, aunque no queda claro cuántas comunicaciones directas al respecto haya recibido Juan Pablo II, que en ese entonces todavía estaba en condiciones de tomar decisiones. Y algo tan importante como el nombramiento del arzobispo en Washington no podía tomárselo a la ligera. Hay otro Papa, hoy emérito, Benedicto, que (tal vez) habría ordenado que este cardenal viviera retirado, pero no habría sido capaz de que se respetaran sus órdenes. No habría dicho nada al encontrárselo en el Vaticano en varias ocasiones. Y su nuncio en Estados Unidos (Viganò) no habría tenido ningún problema para aparecer en fotografías a su lado, para concelebrar con él, cenar con él y pronunciar discursos ante su presencia. Y, para concluir, está el Papa Francisco, quien le quitó al cardenal (a pesar de que fuera ya un anciano jubilado desde hacía tiempo) la púrpura después de haberlo reducido al silencio y de haberle prohibido celebrar en público. Pues bien, precisamente de este último es de quien ahora Viganò, indignado, pide la cabeza. Probablemente solo porque Francisco ha “osado” nombrar en los Estados Unidos a algunos obispos menos conservadores con respecto a los que fueron nombrados antes, cuando quienes daban consejos sobre los nombramientos en Estados Unidos eran cardenales como Bernard Law. La instrumentalización en esta operación es evidente, si se reflexiona sobre la sucesión cronológica de los hechos, sin la necesidad de llenar páginas para desacreditar la figura de Viganò. 

Una versión reducida de este artículo fue publicada en la edición de hoy del periódico italiano “La Stampa”. 

http://www.lastampa.it/2018/08/28/vaticaninsider/hechos-y-omisiones-en-el-documento-de-vigan-contra-francisco-UU3zoSxVllfMltnG2FdhTJ/pagina.html

La explicación que dan los agitadores a que McCarrick siguiese apareciendo en actos eclesiásticos con Benedicto XVI y con el propio Viganó es que McCarrick se habría colado en esos actos sin permiso del Vaticano y que Benedicto no podía hacer nada al respecto. La puerilidad del argumento demuestra la mala fe de los acusadores.

Los digitales conservadores informan de varios obispos estadounidenses que se están sumando a la campaña para provocar la renuncia de Francisco. No he podido verificar si exageran estas informaciones. Pero en general se ve claro que una parte de la Iglesia estadounidense -siempre problemática- se está amotinando contra el Papa hispano y jesuita.

Entre los que promueven el motín en España hay carlistas muy destacados de ambas comuniones. Por ejemplo, uno que firma con su nombre y apellidos en los comentarios de Infocatólica y que tiene allí una columna; otro que se presenta en las redes como Embajador en cierto destino que ha terminado por subyugarlo; y -el caso más grave- un dirigente muy aficionado a las Chanzas y a liarse sus propios cigarrillos que llega a pedirle a Trump que retire al embajador estadounidense del Vaticano, demostrando así que todo esto va de ideología y no de religión. Pero la verdadera punta de lanza en España son Infovaticana, del clan Ariza, e Infocatólica, que llevan ya varios años preparando la campaña de acoso y derribo, a la que le dio el pistoletazo de salida Fernández de la Cigoña el mismo día en que fue nombrado Papa el cardenal Bergoglio, siguiendo en esto la inspiración de sus extraños amigos argentinos.

Veo al Papa muy solo. Hasta ahora lo único serio que se ha publicado en español es el artículo de Tornielli que abría este mensaje, una traducción del italiano. Pero no digo que el Papa esté solo para ofrecer una imagen de derrumbe o para deleitarme en los problemas de la Iglesia, sino para animar a los católicos a apoyarlo y a defenderlo de una acusación injusta que busca dañar a la Iglesia. Podemos discutir todo lo que queramos sobre los errores o las novedades problemáticas de Francisco, pero no podemos dar cancha a una acusación falaz y malintencionada de gente que en general es bastante peor que Francisco. La verdad siempre por delante. Si se demuestra con pruebas que Francisco ha protegido a pederastas como alguno de sus antecesores, dejaré de defenderlo, pero hasta ahora no es el caso.

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hace 1 hora, Hispanorromano dijo:

Este artículo es el único en español que explica la cuestión con claridad, aunque no estoy de acuerdo con algunos aspectos del enfoque:

La explicación que dan los agitadores a que McCarrick siguiese apareciendo en actos eclesiásticos con Benedicto XVI y con el propio Viganó es que McCarrick se habría colado en esos actos sin permiso del Vaticano y que Benedicto no podía hacer nada al respecto. La puerilidad del argumento demuestra la mala fe de los acusadores.

Los digitales conservadores informan de varios obispos estadounidenses que se están sumando a la campaña para provocar la renuncia de Francisco. No he podido verificar si exageran estas informaciones. Pero en general se ve claro que una parte de la Iglesia estadounidense -siempre problemática- se está amotinando contra el Papa hispano y jesuita.

Entre los que promueven el motín en España hay carlistas muy destacados de ambas comuniones. Por ejemplo, uno que firma con su nombre y apellidos en los comentarios de Infocatólica y que tiene allí una columna; otro que se presenta en las redes como Embajador en cierto destino que ha terminado por subyugarlo; y -el caso más grave- un dirigente muy aficionado a las Chanzas y a liarse sus propios cigarrillos que llega a pedirle a Trump que retire al embajador estadounidense del Vaticano, demostrando así que todo esto va de ideología y no de religión. Pero la verdadera punta de lanza en España son Infovaticana, del clan Ariza, e Infocatólica, que llevan ya varios años preparando la campaña de acoso y derribo, a la que le dio el pistoletazo de salida Fernández de la Cigoña el mismo día en que fue nombrado Papa el cardenal Bergoglio, siguiendo en esto la inspiración de sus extraños amigos argentinos.

Veo al Papa muy solo. Hasta ahora lo único serio que se ha publicado en español es el artículo de Tornielli que abría este mensaje, una traducción del italiano. Pero no digo que el Papa esté solo para ofrecer una imagen de derrumbe o para deleitarme en los problemas de la Iglesia, sino para animar a los católicos a apoyarlo y a defenderlo de una acusación injusta que busca dañar a la Iglesia. Podemos discutir todo lo que queramos sobre los errores o las novedades problemáticas de Francisco, pero no podemos dar cancha a una acusación falaz y malintencionada de gente que en general es bastante peor que Francisco. La verdad siempre por delante. Si se demuestra con pruebas que Francisco ha protegido a pederastas como alguno de sus antecesores, dejaré de defenderlo, pero hasta ahora no es el caso.

Mis sospechas siempre han ido contra los instigadores de la incesante campana contra el Papa. En cuanto escarvaba un poco siempre encontraba manipulaciones.

No veo por qué en esta ocasión habría de ser diferente.

El apunte de que Francisco le habría quitado la púrpura a McCarrick me parece clave.

En cuanto a esos carlistas y otros supuestos conservadores... qué se puede decir...que no me extraña ya. Después de las salvajadas que leí en un foro que dejé, escandalizado por no ver apenas reacción de los carlistas presentes, este episodio no "desentona".

A ver si en esto del "tradicionalismo" va a haber más un trasfondo de modo de vida y pose que verdadero tradicionalismo.

¿Se estarán entregando a brazos de cismáticos y subversores?

Mala espina.

 

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El “dossier” contra el Papa y la crisis de la Iglesia estadounidense

Algunos obispos de Estados Unidos se solidarizan con el ex nuncio Viganò, que ha pedido la renuncia de Francisco. Gänswein desmiente que Benedicto XVI confirme el informe
 
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Obispos estadounidenses reunidos

Pubblicato il 29/08/2018
ANDREA TORNIELLI
 
Ciudad DEL VATICANO

«Quien ha pensado y llevado a cabo esta operación apostando por derribar a Francisco del trono de Pedro no se dio cuenta de que un ataque de este tipo habría involucrado a sus dos predecesores». Massimo Faggioli, profesor de teología y “Religious Studies” en la Villanova University de Filadelfia, explica de esta manera lo que sucedió durante el fin de semana: la publicación simultánea, por parte de la red mediática anti-papal, del informe del ex nuncio Carlo Maria Viganò. Un documento que concluye con la clamorosa petición de la renuncia del actual Pontífice por haber “encubierto” al anciano cardenal Theodore McCarrick, de conductas inapropiadas con jóvenes sacerdotes y seminaristas, reducido al silencio y expulsado del Colegio cardenalicio por el mismo Francisco en julio de este año, después de la denuncia creíble de un menor que sufrió sus abusos. «La petición de la renuncia –explica Faggioli– demuestra el estado de cierta oposición contra Francisco, en particular en Estados Unidos: la vertiente más conservadora parece tan desesperada que acepta el peligro de dañar la memoria de Juan Pablo II y, sobre todo, de involucrar a Benedicto XVI». 

Viganò y el papel de Ratzinger  

Viganò afirma, efectivamente, que en 2009 o 2010 Benedicto XVI habría sancionado en secreto a McCarrick. Si el nuncio dice la verdad, el Papa Ratzinger habría estado enterado de las acusaciones contra el cardenal, que ya estaba en ese momento jubilado, y habría decidido sancionarlo, pero sin dar noticia sobre estas sanciones o restricciones. Sin embargo, los hechos demuestran que McCarrick, despreciando la presunta sanción, no llevó una vida retirada y viajó tres veces a Roma en trece meses. En el Vaticano se reunió con el Pontífice que lo habría sancionado. Estos encuentros (documentados en los boletines vaticanos) se dieron entre enero y abril de 2012, y en febrero de 2013. Si Benedicto sabía y había sancionado al purpurado estadounidense, las informaciones que había recibido no habrán sido tan evidentes, fundadas y graves como para determinar, por el contrario, una sanción pública. En varias ocasiones, el mismo Viganò, como nuncio en Estados Unidos, se mostró sonriente al lado del presunto abusador “sancionado” McCarrick, sin dejar ver ninguna preocupación ni dar signos de esa indignación que ahora despliega pidiendo la renuncia del primer Papa que ha sancionado duramente al mismo McCarrick. 

Gänswein desmiente

También la red mediática (con sus adeptos italianos y estadounidenses) que ha colaborado con Viganò en la redacción del documento y que lo ha impulsado a publicar sus acusaciones durante el viaje de Francisco a Irlanda, ha buscado el patrocinio de Benedicto XVI. Lo dijo al “New York Times” Timothy Busch, abogado conservador, uno de los administradores de la Eternal Wolrd Television Network (EWTN), que recibió hace dos semanas (además de otros periodistas y exponentes del mundo católico conservador) el “dossier” Viganò. Busch dijo al periódico estadounidense que «los responsables de la publicación le aseguraron personalmente que el Papa emérito, Benedicto XVI, ha confirmado la narración del arzobispo Viganò». Pero esta noticia ha sido desmentida por el secretario particular de Joseph Ratzinger, el arzobispo Georg Gänswein, quien declaró para el periódico italiano “La Stampa”: «Lo afirmo con fuerza: es una falsa noticia, ¡una mentira!», y añadió que el Papa emérito ni ha comentado nada sobre el “dossier” ni lo hará

Terremoto estadounidense 

Mientras tanto, la Iglesia en Estados Unidos está en fermentación. El cardenal Daniel Di Nardo, presidente de la Conferencia Episcopal, espera que las cuestiones planteadas por el informe reciban respuestas e insiste en su petición de una visita apostólica a la Iglesia estadounidense. Llegan también diferentes muestras de aprecio y afecto para Viganò, de alguna manera vinculadas con la petición de investigaciones sobre el informe. Curiosamente, hay una vertiente de pastores estadounidenses que, frente a un ataque tan descarado, desplegado el día en el que Francisco celebraba la Jornada Mundial de las Familias, no consideran oportuno manifestar de ninguna manera su cercanía al Papa, pero, por el contrario, expresan inmediata solidaridad a su acusador, quien pide su renuncia. El arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput, declaró que no estaba al tanto de elementos que le permitieran comentar la veracidad de las acusaciones del ex nuncio, pero le parecía oportuno dejar claro que tiene un juicio positivo sobre la manera en la que ha actuado el nuncio apostólico, «caracterizado por integridad para con la Iglesia». El obispo de Madison, Robert Morlino, expresó su desilusión por la decisión del Papa de no responder, y escepticismo sobre la «capacidad de los medios de comunicación para analizar con madurez profesional» el informe. También quiso externar su aprecio personal por Viganò, afirmando la necesidad de una investigación ante acusaciones «concretas y reales». Thomas Olmsted, obispo de Phoenix, dijo que no tenía ningún conocimiento sobre los hechos, pero describió a Viganò como una persona digna de confianza, por lo que pidió que se investigue sobre sus acusaciones. Lo mismo invoca el obispo de la ciudad tejana de Tyler, Joseph Strickland, quien, hablando «como pastor» a los fieles, afirmó que considera creíbles las acusaciones y ordenó a sus sacerdotes que incluyeran esta declaración en las celebraciones dominicales y que la publicaran en los sitios y perfiles de las redes sociales de las parroquias. 

«Mentalidad para-cismática» 

«Algunos obispos estadounidenses –afirma el profesor Faggioli– parecen tener una mentalidad para-cismática. Para ellos el Papa no existe. Están tan presionados por parte de los laicos y por parte de sus sacerdotes por el escándalo de los abusos que tienen miedo de ser atacados por la calle. Así –continúa el estudioso–, ahora descargan toda responsabilidad sobre el Vaticano para presentarse como los que piden justicia y verdad. Apoyan la petición de Viganò, esperando que dañe a Francisco, pero no se san cuenta de que dañarán más a Juan Pablo II y a Benedicto XVI». 

Este artículo fue publicado en la edición de hoy del periódico italiano “La Stampa”. 

http://www.lastampa.it/2018/08/29/vaticaninsider/el-dossier-contra-el-papa-y-la-crisis-de-la-iglesia-estadounidense-mJzuC9MG0fTKAqBvbdfhcJ/pagina.html

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hace 33 minutos, Hispanorromano dijo:

 

 

«Mentalidad para-cismática» 

«Algunos obispos estadounidenses –afirma el profesor Faggioli– parecen tener una mentalidad para-cismática. Para ellos el Papa no existe. Están tan presionados por parte de los laicos y por parte de sus sacerdotes por el escándalo de los abusos que tienen miedo de ser atacados por la calle. Así –continúa el estudioso–, ahora descargan toda responsabilidad sobre el Vaticano para presentarse como los que piden justicia y verdad. Apoyan la petición de Viganò, esperando que dañe a Francisco, pero no se san cuenta de que dañarán más a Juan Pablo II y a Benedicto XVI». 

Este artículo fue publicado en la edición de hoy del periódico italiano “La Stampa”. 

http://www.lastampa.it/2018/08/29/vaticaninsider/el-dossier-contra-el-papa-y-la-crisis-de-la-iglesia-estadounidense-mJzuC9MG0fTKAqBvbdfhcJ/pagina.html

Atención aquí y tomemos perspectiva porque este esquema se repite. Es la fisura de la que hemos hablado y que está utilizando el contubernio gnóstico-identitario para abrir una brecha en la Iglesia. Esta cantinela de que no hay Papa, o incluso que los Sacramentos desde el CVII no son válidos, vuelve a corearse una y otra vez. Lo interesante del tema, es que los llamados "conservadores" han tomado de los tradicionalistas más trasnochados parte de ese mensaje para atacar al actual Papa, sin darse cuenta o mejor dicho sin importarles de que en esa acción están disparando a todo el equipo de papas post CVII.

En este rencuadre notamos de nuevo el escenario USAno, la famosa derecha alternativa y su movimiento seudorrevolucionario que amenaza desvirtuar cualquier cosa que otrora se denominase "tradicionalismo".  Volvemos a encontrarnos a los mismos lobos.

Si nos trasladamos a España observamos que en todo este contexto ya tenemos al tal Bannon mangoneando en la estrategia de comunicación de su futura sucursal en España, VOX, cuyo cabecilla se expresó ya en términos guerrilleros en el asunto este de la sodomía que afecta a una parte del clero.

Tenemos turbulencias en la Iglesia. Yo tengo clarísimo que aquí estoy del lado del garante de la unidad de la Iglesia, que es el Papa Francisco. Me llamarán papólatra... pero por un ojo me entrará por el otro me saldrá también.

Sds y perdón por el desorden en la exposición.

 

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Desde mi posición, sin tener mucha idea sobre luchas intestinas y disputas varias, me da la impresión que el Papado o en general las altas jerarquías están siguiendo los latidos de la política norteamericana con unos cuantos años de retardo. Lo suyo sería volver a un modelo de pontificados largos y más "neutrales".

Comentar también que en EEUU los católicos están divididos casi al 50% entre votantes de Trump y de los candidatos demócratas.

Editado por Gerión. Motivo:

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hace 15 minutos, Gerión dijo:

Desde mi posición, sin tener mucha idea sobre luchas intestinas y disputas varias, me da la impresión que el Papado o en general las altas jerarquías están siguiendo los latidos de la política norteamericana con unos cuantos años de retardo. Lo suyo sería volver a un modelo de pontificados largos y más "neutrales".

 

Precisamente parece que es eso lo que pretendía Francisco, quitarle carga ideológica a la estrategia de la jerarquía católica en los EE.UU.

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En 29/8/2018 a las 6:45, don Fernandito dijo:

A ver si en esto del "tradicionalismo" va a haber más un trasfondo de modo de vida y pose que verdadero tradicionalismo.

No te quepan dudas, los sepulcros blanqueados siempre han sido una realidad de orden moral dentro y fuera de la Iglesia, que al mismísimo Jesucristo le llevaron hasta la cruz. La lucha de la hipocresía contra la honestidad es una constante de la historia humana, y cuanto más acérrimas e inflexibles son las posiciones que se predican, más sospechosas de hipocresía resultan ser, pues nadie está absolutamente libre de pecado y por tanto nadie puede hacer juicios absolutos sin condenarse a sí mismo. Por eso se dijo «No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con que midáis se os medirá.» (Mat. 7, 1-2) «No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados.» (Luc. 6, 37).

Personalmente y sin formar parte de ese entorno "tradicionalista" en el que ni siquiera me muevo, sí que puedo decir que conozco su transfondo moral pues yo mismo caigo una y otra vez en ese pecado de soberbia que me lleva a juzgar con dureza los hechos de los demás, sin tener en cuenta mis propios errores y defectos. De hecho es una constante en mis confesiones que forma parte de mi lucha interior permanente. Y se trata del mayor pecado del que se derivan todos los demás pues, al final no es otra cosa que ponerse en el lugar de Dios para desde ahí pretender juzgar a los hombres. A Dios gracia Él es mucho más justo y humilde que cualquier hombre y su misericordia vence cualquier pretensión humana. Esa es su victoria y nuestra "única espada".

 

 

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Supongo que habrá hipocresía en cualquier "corriente". Y que se puede ser "tradicionalista" sin ser hipócrita. Yo me refiero a estos casos concreto.

Ahora bien, tema interesante el de la relación entre soberbia y señalar y ser combativo con el error. Daría para hilo propio.

Menudo lío.

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hace 1 hora, don Fernandito dijo:

Supongo que habrá hipocresía en cualquier "corriente". Y que se puede ser "tradicionalista" sin ser hipócrita. Yo me refiero a estos casos concreto.

Ahora bien, tema interesante el de la relación entre soberbia y señalar y ser combativo con el error. Daría para hilo propio.

Menudo lío.

Por supuesto, la hipocresía no es propiedad de ninguna corriente concreta aunque en algunas pueda darse en mayor medida que en otras. Es más una característica de la corrupción que de las ideas, entendida esta, la corrupción, como la actitud que toman quienes se escudan en supuestas virtudes y valores para obrar inmoralmente y esconder así su inmoralidad. Si en el tradicionalismo puede haber gran cantidad de hipocresía no es porque la tradición sea algo malo, sino porque es precisamente donde se hallan los más grandes valores, virtudes e ideales. Es aquello de "quién a buen árbol se arrima..."

La relación entre la soberbia y el combate del error siempre es directa, por eso decíamos el otro día que el buen combate es el que se produce tras discernir y diferenciar el error, de la persona. A eso es a lo que llamamos moralidad, porque de no hacerlo nos adentramos en el campo del error, la soberbia y la hipocresía. Desde luego el tema da para un hilo propio e incluso para un foro si me apuras, ya no solo la soberbia sino en general,  la relación que existe entre la virtud, el pecado, nuestras obras y la realidad que creamos desde dichos principios.

Si te fijas, detrás de toda esta historia de la acusación de Viganó, existe una realidad humana más profunda que se fundamenta en los celos que produce la soberbia, la envidia o la lujuria. Lo que siempre hemos entendido como pecados, y en cambio produce una realidad que afecta a toda la Iglesia y se muestra revestida de deseos de justicia y buen celo.

La astucia siempre fue una de las más notables características del diablo, por eso Jesús dijo aquello de que debíamos "ser astutos como serpientes y mansos como palomas", porque si no bajamos al pozo de nuestros propios pecados no poderemos conocer la astucia de quién los produce, y si no los reconocemos en nosotros mismos y los ponemos también en manos del Espítitu Santo a través del sacramento de la misericordia, tampoco podremos conocer la mansedumbre e inteligencia de Dios para vencerlos y, o bien caeremos prisioneros del enemigo o nos perderemos tratando de entender los motivos menores de las cosas.

Nos movemos por tierras cenagosas a caballo de jinetes celestiales.

 

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Este tema es bien Interesante también, e incluso más incómodo que el de la lenguas.

A mi parecer, la estrategia frente a la estrategia es estar con la Iglesia. Hay que despolitizar nuestra Iglesia. Porque pruebas, no ha aportado este padre, Vigamò.

Los de repente, también hay que demostrarlos. De repente no me callo.. entonces lo intenté.

Entonces estás echándote culpabilidad sobre ti mismo. Cómo ibas a estar callado estos años. Pero más que callado, la Iglesia tendrá unos resortes legales escritos de comunicación. Eso podría ser una prueba. ¿La hay? 

¿De qué estamos hablando entonces sino?

O si la circunstancia personal de un padre le ha impedido a sí mismo, el haber utilizado esos resortes legales escritos de la Iglesia, pues también se tienen que poder demostrar.

A estas alturas todos podemos propagar lo que nos de la real gana. Es lo que parece. Y no porque si los que no creemos al Papa Francisco culpable de lo que se le está acusando en esto de los abusos, nos fuese de tener que costar reconocerlo, pero no se debe propagar sin demostrar.

A mi me gustaba más el Papa emérito. Pero también comprendo que los tiempos de estén Papa actual están agravados. Aunque hay que recordar las televisiones y radios de tiempos del anterior Papa. Quien no le ha visto por las redes modificando su imagen como un demonio, usando frase sobre suyas como si fuese un propagador de ets..

 

El hecho de que consideremos, una parte de los Católicos que necesitamos más ortodoxia para enmendar nuestros errores y ayudar al mundo, aunque grite protestando, con más claridad; no puede ser que pase por acusar o creerse acusaciones, que yo, inglés no se, pero vamos, que hay que demostrar, antes de acusar. 

 

 

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En ReL (Religión en Libertad) estuvieron varios días jugando al despiste, intentando parecer objetivos con un artículo en el que recogían las acusaciones y finalizaban diciendo que el Papa no había querido contestar, dando a entender sibilinamente que no había contestado porque las acusaciones eran ciertas. Pero han terminado por quitarse la careta publicando un artículo calumnioso de George Weigel:

Por qué seguimos, y el Testimonio Viganò - ReL

George Weil fue biógrafo y pelota máximo de Juan Pablo II, aunque removió cielo y tierra para llevarle la contraria en un único punto: la invasión de Irak por EEUU.

Parece que también está metida la cadena EWTN y en general el podrido catolicismo conservador yanqui que pudiéramos calificar de "neocón". Es claramente un ataque de la Iglesia estadounidense, del sector que tiene afinidad con el pederasta Maciel y que llegó a defenderlo.

Por eso os decía que, pese a que se intentan presentarse como contrarios al lobby gay, no es gente que esté preocupada por la infiltración de pederastas en la Iglesia. Al contrario, siempre se han dedicado a encubrirlos y a insultar a las víctimas, como es el caso de Viganó. No han venido a acabar con los pederastas: han venido a taparlos.

Empiezan a sumarse figuras políticas en la órbita del trumpismo. El primero ha sido Pat Buchanan, tan querido de los conservadores españoles:

Former presidential candidate on Viganò testimony: ‘This is a homosexual scandal’ | News | LifeSite

Rosario, le honra que, pese a simpatizar mucho más con el Papa emérito, haya salido en defensa del Papa Francisco. Nobleza obliga. Esta gente ha intentado utilizar a Benedicto diciendo que respalda el testimonio de Viganó, pero su secretario ha salido a desmentirlo.

Son increíbles las intoxicaciones de estos conservadores enloquecidos. Han llegado a decir que la multitud congregada en la basílica de San Pedro aclamaba a Viganó. Ayer mismo ya retomaban su inclinación natural de dar protección a los pederastas criticando la obligación de denunciar a estos criminales a la Justicia. Si alguien quiere estudiar en vivo la calumnia y el fariseísmo, o la subversión progre disfrazada de conservadurismo, no tiene más que seguir al detalle los digitales conservadores en estas últimas semanas.

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En 29/8/2018 a las 21:37, Gerión dijo:

Desde mi posición, sin tener mucha idea sobre luchas intestinas y disputas varias, me da la impresión que el Papado o en general las altas jerarquías están siguiendo los latidos de la política norteamericana con unos cuantos años de retardo. Lo suyo sería volver a un modelo de pontificados largos y más "neutrales".

Comentar también que en EEUU los católicos están divididos casi al 50% entre votantes de Trump y de los candidatos demócratas.

Sin perjuicio de modificar mi opinión conforme se conozcan más datos, te contaré cómo lo veo yo ahora mismo:

Es una rebelión del mundo anglosajón contra el Papa hispano y jesuita.

Un motín organizado por los que toda su vida se han dedicado a tapar a los pederastas para poder seguir tapándolos.

Una venganza de los seguidores del Magno y de Maciel contra el único Papa que está haciendo algo para expulsar de la Iglesia a los pederastas que ellos ampararon.

Un tumulto en el que los progres se hacen pasar por conservadores para acusar a los verdaderos conservadores de 'progres'.

Una lucha de fariseos criptoprotestantes contra católicos errados en algunos puntos pero sinceros.

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Yo tengo la impresión de que Francisco quiere hacer una purga de raíz del vicio pederasta en la Iglesia. Cuanto más se deje pudrir más destructivo será, debe cortarse de raíz.

Ahora bien, siempre con la prudencia de no convertir ese tema en una especie de arma accesible y fácil para aquellos sin escrúpulos que pretendan elimina gente que les incómoda. Así que supongo que estos procesos no pueden ser todo lo rápido que se quisiera, salvo que haya pruebas incontrovertibles.

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Desde luego es un tema muy delicado, especialmente el que ha mencionado Hispanorromano acerca de denunciar a la autoridad civil, a todos aquellos sacerdotes que confiesen haber cometido abusos. Y ojo porque aquí estamos entrando en un terreno muy peligroso y resbaladizo que posiblemente esté detrás de todos estos escándalos.

Desde muchas instancias se está pidiendo a la Iglesia que rompa el sello de la confesión para que los confesos puedan ser denunciados y puestos en manos de la justicia civil. Pero cuidado, porque las instrucciones dadas por el Papa Francisco no dicen eso, sino que hace un llamamiento a la 'tolerancia cero' con los abusadores dentro de la Iglesia, que es bien distinto. Una cosa es denunciar a un confeso y otra muy distinta incapacitarle para seguir obrando sus delitos en el seno de la Iglesia, que es lo que entiendo que el Papa pretende.

El tema es sumamente delicado lo miremos por donde lo miremos porque, por un lado está la necesidad imperiosa de poner en manos de la justicia a aquellos que hayan cometido actos depravados con menores, tanto en justicia para ellos como para sus familias. Y eso es algo lógico y fundamental para todos, pero especialmente para estas personas.

Pero de otro lado, si se produjese esa ruptura del sello que reclaman muchos, se estaría vulnerando el secreto de confesión, algo que es muy grave y que, si bien en este caso podría ser comprensible inicialmente y desde cierto punto de vista humano, una vez rota esa puerta, yo no estoy muy seguro de donde se puede acabar.  Y presumo, esto es una suposición personal, que posiblemente de lo que se trate con el tratamiento que se está haciendo de este tema en muchos medios, sea precisamente eso, que la Iglesia rompa el sello sagrado de la confesión, algo que podría llevar a la caída de la propia Iglesia y a la perdición de innumerables almas.

La tradición dicta que el secreto de confesión es absoluto e inviolable bajo cualquier circunstancia, protegido bajo pena gravísima de excomunión, incluso si de romperlo dependiera una vida humana. Es más, la Iglesia prohíbe a los confesores, incluso cultivar algún recuerdo de las confesiones realizadas ya que, el magisterio enseña que, en el sacramento de la confesión, se produce un diálogo directo entre el pecador arrepentido y Dios, donde el sacerdote simplemente actúa como mero intermediario. En la confesión, el pecador no le habla a otro hombre de sus pecados sino que le habla a Dios y por tanto, se considera que romper esa intimidad supone traicionar el diálogo y la confianza que el confeso tiene con Dios. Se trata de una violación gravísima de la confianza entre la persona arrepentida y Dios. En algunos regímenes totalitarios, ha llegado incluso a costarles la vida a algunos confesores, no haber acatado los mandatos civiles que les obligaban a delatar a los confesos. Ya digo, el tema es delicadísimo y personalmente no tengo un criterio muy bien formado al respecto, salvo lo que conozco del magisterio.

Creo que Francisco obra bien por un lado ya que, trata de limpiar la Iglesia de toda la inmundicia interior, oculta tras los confesionarios, pero, al hacerlo y teniendo en cuenta que los confesionarios son precisamente eso, el lugar donde van a parar las inmundicias de los fieles, puede correr peligro el más vital de los sacramentos para cualquier pecador. Si el Papa ordenase denunciar a la autoridad civil, determinados delitos expuestos en confesión, no sería extraño que, como resultado, muchas personas omitiesen ir a confesarse, si supieran que inmediatemnte después se les iba a denunciar, y eso acarrearía el peligro de su condenación eterna, con lo que al final, la medida podría resultar más perjudicial para algunas almas que lo que existía actualmente. Se trata nada más y nada menos que de preservar la confianza más íntima que una persona pueda depositar en la Iglesia.

Teniendo como tenemos el sacramento de la confesión tan olvidado, posiblemente no tengamos mucha noción de su importancia, tanto para la persona humana que confiesa un quebranto de la moral, como de cara al papel que desempeña la propia Iglesia a través del ministerio del confesor. Es un tema que merecería ser tratado aparte.

Volviendo de nuevo al asunto, quizás, si los confesores aconsejaran a los confesos su entrega en manos de la justicia, como parte de su penitencia, la situación podría resolverse más dignamente pero ya digo, estamos en un estado de cosas muy complejo que exige mucha oración y reflexión por parte de todos los fieles, pero muy especialmente por parte de aquellos que administran el tema porque,  posiblemente se esté obligando a la Iglesia a posicionarse peligrosamente de cara a la sociedad o a cometer el mayor error de su historia.

pensad esto, hay en el mundo dos corazones fundamentales que lo mueven: el de los secretos que guarda la Iglesia y que son la esperanza, el alivio, el renacer y la salvación de infinidad de almas, y el mercado de los oscuros secretos por el que se coacciona y mercadea con innumerables voluntades y vidas y humanas. Muy posiblemente ahora estemos asistiendo inadvertidamente, a uno de los ataques más feroces y peligrosos de este segundo corazón contra el primero, por supuesto, sin que importen, más allá de las apariencias, la vida, la justicia y la salvación de las almas que pueden verse afectadas.

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El secreto de confesión es inviolable. No creo que a nadie se le pase la cabeza algo así, sería un autodisparo a la línea de flotación.

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      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





        • Excelente 25 puntos positivos y de mejora)
      • 32 respuestas
    • La libertad sexual conduce al colapso de la cultura en tres generaciones (J. D. Unwin)
        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
        • Extraordinario (100 puntos positivos y de mejora)
    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
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    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
        • Correcto (3 positivos y 1 punto de mejora)
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