Ayer sábado, la capilla del hospital Virgen de la Salud de Elda, en la comarca del medio Vinalopó, provincia de Alicante, sufrió el ataque incontrolado del odio antirreligioso que cada día se está instalando con mayor fuerza en la sociedad, especialmente en toda esta zona levantina que actualmente gobierna una entente comunitaria de comunistas, socialistas e independentistas. Esta mañana, en la iglesia arciprestal de Monóvar, a la que pertenezco y que es de la que depende la capilla hospitalaria, se ha celebrado una misa y una oración de desagravio por el acto vandálico sufrido ayer, en el que varios individuos indocumentados forzaron el sagrario y extrajeron el copón con las hostias consagradas, que posteriormente arrojaron y pisotearon en la vía publica a la entrada del centro hospitalario. Por supuesto esta noticia no aparece en los medios de comunicación local ni provincial, fuertemente vinculados al ámbito progresista. Vamos progresando.