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elprotegido

Sobre las vacunas del coronavirus

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hace 11 horas, Mundo Republiqueto dijo:

A mi me parece razonable no confiar en ninguna organización mundial o global; ni farmaceutica ni ONG ni mediatica. Además que los que no se vacunen están jugandose el pellejo propio, no imponiendole costos a los demás. 

Yo y otros muchos desconfiamos de esos organismos mundiales y de las farmacéuticas. Sabemos cómo las gastan. Pero que desconfiemos no quiere decir que todo lo que hagan sea incorrecto o vaya con la intención de hacernos daño.

Yo he hablado mucho antes del Covid de una "dictadura sanitaria". Sé que hay una dictadura sanitaria, pero no es precisamente por este tema de las vacunas, sino por otros temas de mucho mayor calado.

Hay que desconfiar también de los que promueven discursos alternativos en estos temas. ¿Por qué y para qué los promueven? ¿Quién se beneficia de que se cuestionen las vacunas en Occidente? ¿Quién sale ganando de estos enfrentamientos civiles? Esas preguntas también hay que hacérselas. Porque la desconfianza, cuando es sana, se aplica a todas las partes, no sólo a una de ellas.

Al tratarse de una enfermedad contagiosa por vía aérea, no es correcto lo de que se juegan sólo el pellejo propio. Precisamente por eso, todas las legislaciones occidentales han contemplado en algún momento la obligatoriedad de determinadas vacunas, mediante mecanismos suaves como el de las "cartillas de vacunación" y otros bastante más expeditivos, como confinamiento obligatorio, multas y penas de cárcel. Como hemos vivido una época en la que casi no había enfermedad infecciosas (en parte por la  aceptación masiva de las vacunas), nos hemos olvidado de todo esto y ahora creemos que exigir una cartilla de vacunación para ciertas actividades es un atentado  intolerable contra la libertad individual. No te quiero contar cómo se resolvían estos temas en la España de Franco o en la Italia de Mussolini, o qué medidas se habrían tomado de haberse dado en aquel entonces un movimiento antivacunas como el actual.

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hace 16 horas, Mundo Republiqueto dijo:

A mi me parece razonable no confiar en ninguna organización mundial o global; ni farmaceutica ni ONG ni mediatica. Además que los que no se vacunen están jugandose el pellejo propio, no imponiendole costos a los demás.

Pero usted sino es indiscreción, está en el conjunto de personas fuertes, no mayores, con solvencia para que todo sea destruido y recomenzar de nuevo?

 Eso son un grupo muy selecto. Creo yo. Si la ONU y Tratados que se han hecho, se retractasen de lo signado, países que en su momento, firmaron para el buen desarrollo de la vida humana con sus derechos.. ¿Cree usted que se salvaría de la quema. Confía usted en los seres humanos "fuertes", como para que a usted y los suyos les cuiden? ¿Será capaz de presenciar lo que el ser humano, que vive en el reino de satanás, y está contaminado; puede y hará con otros seres humanos?. 

Yo no confío en los seres humanos a ese punto. Yo confío en que las personas en nuestra bondad que también tenemos hacemos cosas mejor que buenas. Y en ONU también hay cristianos. Y quien no es, y Dios da bondad. 
 La dualidad que tenemos las personas, hay que ser capa de distinguir el bien del mal. Usted ve mal la ONU, yo no. 
Usted considera que se juegan el pellejo los que no se vacunan. Yo creo que se juegan su propio egoísmo. Que yerran en este caso. Se han equivocado. No pasa nada. Estamos a tiempo de rectificar. El pellejo se lo han jugado esos desinteresados que se han puesto de prueba para las vacunas, antes que nos las pusieran a millones. Para mí Dios está interviniendo en esta peste. Nos da ayudas. 
 Que a mi tampoco me gusta lo que me rodea, pero tengo que ser capaz de darme cuenta por dónde va Dios abriendo oscuridades. 
 No es rebajarse a nada que te pongan una inyección, si eres una persona sana. 
 El uso de esta peste, que están haciendo algunos, hace que sus enemistados se hagan más y más radicales. Las líneas son muy tenues cuando te tropiezas de bruces con un conflicto bélico. No se puede estar en guerra permanente. No acabaremos bien. Y lo que podríamos hacer unos contra otros, es lo más diabólico que se ha hecho en estos siglos pasados, recientes.

 Estoy segura que si reuniésemos a estudiosos y profesionales de la historia. Y les preguntásemos con que reparo, repu, y mala sensación y sabor se quedan cuando tratan la historia. Nos dirían que el siglo XIX. Son conflictos de auténticos retrasados. Diabólico. Cuando había que haber desarrollado la mejoría común, la pobreza sin razón ante la opulencia, la falta de moralidades, las guerras, las torturas.. 

 Ahora mismo, a la América Latina y a nosotros nos están envenenando. Haciéndonos perder el tiempo en estas estupideces como el COVID. Con la de problemas que tenemos. El Atlas Network ese, la izquierda esta mas pensada que un saco patatas. Todo lo que pase y salga será usado para pedrada al veciño. El come carne diario mutuo. Hay que tratar de elevarse sobre todo eso, y intentar ver personas que estén donde estén, tengan aliento bueno. Decía San Pablo que son escogidos de antes de los tiempos. Así que haberlos haylos. Por eso los Cristianos están en todo lugar. Para mejorar este barrio de satanás. 
 Usted perdone la charla. Yo desde luego, no veo ese mal en la vacunación. Y si que veo que el mal, que gusta de entrar en sitio limpio; se arrastra por dónde debería estar despreciado.

 En mi familia hay quien no se ha vacunado ni creen en la vacuna. Yo espero, que superemos el COVID. Porque cuando me toque irme, os las apañéis. No me merezco yo esta peste. Espero que Dios tenga en cuenta a los suyos, y no nos haga pasarlo peor. Que estáis muy equivocados pues si. Sois inconscientes de lo que es la enfermedad. O os dejáis llevar por cualquier cosa. No sois más que un enrolamiento mental, que es posible que os haga sentir más fuertes. Esto tendría que analizarlo un experto en mente no yo. Es vuestra vía de escape a la realidad. Yo la encuentro en Dios y ustedes en hacerse el fortín en posturas defensivas, preservando sus supuestas fuerzas. Pero resulta, que Dios nos ha hecho materia como pueda ser un microorganismo. Podemos sucumbir a él. La diferencia nos la puso en el cerebro y el espíritu. En el momento en que nos creemos superiores, pecamos. Así no es la mejor defensa.

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Pero usted sino es indiscreción, está en el conjunto de personas fuertes, no mayores, con solvencia para que todo sea destruido y recomenzar de nuevo?

No entiendo la pregunta, en ningún lado he defendido que se destruya todo, que además si se destruye no nos corresponde a nosotros sino a Dios.

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Usted considera que se juegan el pellejo los que no se vacunan. Yo creo que se juegan su propio egoísmo.

Egoísta o no, están jugando con sus propias fichas no con fichas ajenas, si las vacunas son buenas no están obteniendo los beneficios y se están arriesgando ellos mismos si no son buenas salieron ganando, esa es la apuesta y como dije juegan con fichas propias.

 

Sinceramente no entiendo el 90% de lo que habla usted @Berenguela

9 hours ago, Hispanorromano said:

Al tratarse de una enfermedad contagiosa por vía aérea, no es correcto lo de que se juegan sólo el pellejo propio. Precisamente por eso, todas las legislaciones occidentales han contemplado en algún momento la obligatoriedad de determinadas vacunas, mediante mecanismos suaves como el de las "cartillas de vacunación" y otros bastante más expeditivos, como confinamiento obligatorio, multas y penas de cárcel. Como hemos vivido una época en la que casi no había enfermedad infecciosas (en parte por la  aceptación masiva de las vacunas), nos hemos olvidado de todo esto y ahora creemos que exigir una cartilla de vacunación para ciertas actividades es un atentado  intolerable contra la libertad individual. No te quiero contar cómo se resolvían estos temas en la España de Franco o en la Italia de Mussolini, o qué medidas se habrían tomado de haberse dado en aquel entonces un movimiento antivacunas como el actual.

¿Cómo que no? Pero si las vacunas y las mascarillas y el distanciamiento y todo lo que se ha implementado funcionan, entonces ¿Como es que el no vacunado pone en riesgo a los demás? Yo jamás he visto que se aplique esta lógica de que una vacuna es para proteger a los demás, se supone que uno se vacuna para estar protegido uno. Además parece ser que el vacunado igual contagia, entonces me parece no hay argumento que justifique medidas tan invasivas. Para colmo ni siquiera se sabe cual es el "final" del tratamiento, no se sabe cuantos refuerzos son o serán, entonces, de nuevo, no veo como es que con tanta incertidumbre y 'debilidad' de la vacuna justifique algún tipo de obligatoriedad o adopción social masiva. Que al menos determinen cual es el tratamiento "definitivo" y ahí se negocia que hacer a nivel político y social.

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hace 3 horas, Mundo Republiqueto dijo:

¿Cómo que no? Pero si las vacunas y las mascarillas y el distanciamiento y todo lo que se ha implementado funcionan, entonces ¿Como es que el no vacunado pone en riesgo a los demás? Yo jamás he visto que se aplique esta lógica de que una vacuna es para proteger a los demás, se supone que uno se vacuna para estar protegido uno. Además parece ser que el vacunado igual contagia, entonces me parece no hay argumento que justifique medidas tan invasivas. Para colmo ni siquiera se sabe cual es el "final" del tratamiento, no se sabe cuantos refuerzos son o serán, entonces, de nuevo, no veo como es que con tanta incertidumbre y 'debilidad' de la vacuna justifique algún tipo de obligatoriedad o adopción social masiva. Que al menos determinen cual es el tratamiento "definitivo" y ahí se negocia que hacer a nivel político y social.

Pero es que el tema de la vacunación nunca ha funcionado así. Ninguna vacuna protege al 100%, ni esta del Covid ni las vacunas para otras enfermedades. Lo que hacen las vacunas es reducir las probabilidades de contagio. Por eso, para el éxito de esa estrategia, es necesario que se vacune la mayor parte de la población. Algunas enfermedades, como la viruela, se erradicaron porque se vacunó todo el mundo y llegó un momento en que el virus dejó de viajar de un lado a otro. Si hubiese habido, por ejemplo, un 10% de población sin vacunar, ese 10% habría servido de reservorio para la viruela y nunca se habría erradicado. Es un simple ejemplo. Es posible que el Covid no pueda erradicarse nunca. Pero el caso es que si hay importantes núcleos de población que no se vacunan, ello repercute en la salud de toda la población, no sólo en la de quienes han elegido libremente no vacunarse. Por esa razón casi todos los gobiernos occidentales hicieron obligatoria la vacunación en un pasado. Se entendió siempre que era un tema que no sólo afectaba a la salud del sujeto individual.

Estoy de acuerdo en que hay una incertidumbre sobre el final de tratamiento que no augura nada bueno. Si hay que andar pinchándose cada tres por cuatro, puede que tampoco sea razonable esa estrategia de contención del virus. No obstante, recuerdo que esto también ocurría con las vacunas antiguas, que requerían de dosis periódicas de refuerzo. O sea, ese aspecto no sería una novedad. Aunque cabe valorar que no sea una buena estrategia si hay que pincharse 3 o 4 veces al año, como están sugiriendo algunos laboratorios, que obviamente también tienen intereses económicos en esto. Al ser una enfermedad nueva, es normal que haya ideas y directrices contradictorias. Veremos cómo evoluciona el asunto.

Volviendo a lo que me comentabas sobre los organismos internacionales, la ONU se pronunció hace tres días en contra de la vacunación obligatoria:

La ONU rechaza la vacunación obligatoria | Público

Y no me consta que la OMS haya respaldado tampoco esa obligatoriedad. En realidad, son algunos Estados nacionales los que están imponiendo voluntariamente esas normas restrictivas y esa obligatoriedad, recuperando así parcelas de soberanía que habían cedido anteriormente a organismos internacionales.

De hecho, lo que sucede en los dos últimos años es un retroceso de la globalización como no se había visto antes. Se cuestiona la "movilidad" que se había consagrado antes como un "derecho"; se cuestiona la libre circulación de personas y mercancías; se cuestiona la dependencia comercial de China y por primera vez se toman medidas para evitarla; se cuestiona el dogma de la maldad intrínseca de las fronteras. La "derecha antiglobalista" debería haber visto este nuevo espíritu como una bendición. Pero, lejos de eso, ha volcado todos sus esfuerzos en reivindicar la movilidad perdida, en llorar porque ahora no sea posible irse de fin de semana a Londres, en criticar a los Estados nacionales que recuperan competencias y ponen trabas a la libre circulación. Qué irónico, ¿no? Al final da la impresión de que su antiglobalismo era de pacotilla, como el de los antiglobalistas de izquierdas que estuvieron de moda unas décadas atrás.

En el "discurso alternativo" sobre las vacunas se alude constantemente a los organismos internacionales, considerados paradigma de maldad. Se les se acusa de imponer las vacunas y los confinamientos con fines perversos. Pero, como puedes ver en esa noticia, en realidad esos organismos internacionales se han pronunciado en contra de la vacunación obligatoria, respaldando así a los del "discurso alternativo". ¿No será que el verdadero oficialismo está en los que se presentan como "alternativos"? ¿Por qué los antivacunas no extraen las conclusiones lógicas de este hecho? Porque si los organismos internacionales están diciendo que la vacuna no debe ser obligatoria, y según los antivacunas esos organismos son la fuente del mal, la conclusión lógica sería asumir que la vacunación obligatoria es buena. Algo no cuadra en el "discurso alternativo".

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hace 4 horas, Mundo Republiqueto dijo:

¿Cómo que no? Pero si las vacunas y las mascarillas y el distanciamiento y todo lo que se ha implementado funcionan, entonces ¿Como es que el no vacunado pone en riesgo a los demás? Yo jamás he visto que se aplique esta lógica de que una vacuna es para proteger a los demás, se supone que uno se vacuna para estar protegido uno. Además parece ser que el vacunado igual contagia, entonces me parece no hay argumento que justifique medidas tan invasivas. Para colmo ni siquiera se sabe cual es el "final" del tratamiento, no se sabe cuantos refuerzos son o serán, entonces, de nuevo, no veo como es que con tanta incertidumbre y 'debilidad' de la vacuna justifique algún tipo de obligatoriedad o adopción social masiva. Que al menos determinen cual es el tratamiento "definitivo" y ahí se negocia que hacer a nivel político y social.

Pido disculpas si entendéis que me entrometo pero, se están poniendo en duda cuestiones, con argumentos a los que no les encuentro mucha lógica. Por ejemplo, si hablamos de la efectividad de las vacunas, basta con comparar el número de hospitalizados y fallecidos que había hace un año en un país como España, con un alto porcentaje de vacunados, y compararlo con el que hay ahora. No hay ni punto de comparación, pese a que la pandemia no haya remitido, y entendiendo que las vacunas es lo único que diferencia la situación pasada con la actual, solo puedo concluir, que las vacunas han tenido una grandísima repercusión positiva a la hora de evitar fallecimientos y cuadros graves.

¿Que las vacunas no han detenido completamente la enfermedad? Pues sí, pero casi ninguna vacuna lo hace frente al resto de enfermedades. Las vacunas, por lo general, lo que hacen es generar defensas que evitan fallecimientos y cuadros graves, aunque la enfermedad se haga presente. Ocurre lo mismo con la de la gripe y tantas otras. No sé qué clase de esperanzas se habrá puesto en las vacunas, como para que ahora se digan estas cosas, pero a poco que uno hubiera seguido las informaciones que se iban dando, durante los meses que se hicieron los estudios, ya se sabía que las vacunas no iban a evitar la enfermedad, sino a suavizarla. Desde abril o mayo del 2020, ya se venía advirtiendo que esta enfermedad había llegado para quedarse y que en el futuro sería como la gripe, es decir, recurrente cada año dadas sus características.

En cuanto al sentido de la vacunación, la verdad es que yo no entiendo de medicina, por lo que poco podría hablar de virus y vacunas, pero una cosa tengo clara. Cuando uno se previene contra una enfermedad, o se pone en tratamiento frente a alguna, no lo hace solo por su propio bien sino por el bien de todos. Lo hace sobre todo para evitar sacrificios y sufrimientos a los demás, que le cuidan, y también para evitar ser un vector de contagio que afecte a otros. Desde muy niño tengo el recuerdo de que cuando me ponía enfermo por algo, mi madre no me dejaba ir al colegio o jugar con mis hermanos o mis amigos, para que no contagiase a nadie más. Y recuerdo también que cuando no hacía caso a lo que el médico o mis mayores me decían, recibía una reprimenda porque con mi actitud, podría estar retrasando mi curación, haciendo sufrir así a los demás. Esa suposición de que uno se vacuna (o se medica) sobre todo para estar así mismo protegido, discúlpenme pero no la comparto, y además me parece una actitud bastante egoísta.

Yo me he vacunado, principalmente para ayudar a detener la pandemia, y consecuentemente para defenderme yo también de enfermar. Y digo más, sin tener ni idea de lo que la vacuna podría causar, los que se juegan el pellejo tanto o más que aquellos que no se vacunan, son los que si nos vacunamos, pues tratándose de una vacuna experimental cuyas consecuencias últimas se desconocen, somos nosotros quienes nos la jugamos y no los que van de héroes para que no se note su falta de agallas y empatía para sacrificarse por los demás. Héroes son sobre todo quienes se sometieron a experimentación durante meses, como cobayas, para sacar una vacuna para el bien de todos. O quienes se jugaron el tipo en los hospitales y centros públicos para ayudar a los demás, asumiendo el coste que todo esto les podía suponer.

Pero hablemos de la imposición de costes ¿Quién los impone , aquellos que se vacunan y hacen lo que se les pide, asumiendo el posible coste de sus sacrificios aún sin tener claras las consecuencias de todo ello, porque convienen en que al obrar así procuran el bien de todos, o aquellos otros que por desconfianza, miedo o rebelión se niegan a hacerlo, aún sabiendo que obrando así puede que la enfermedad no se suavice?

El mundo al revés. Todo lo que tradicionalmente ha sido bueno y valioso, ahora es malo y reprochable, como la confianza, el sacrificio, el amor al prójimo... o el bien común, que es como el amor al prójimo pero elevado a lo público.

Yo no sé que costes habré asumido por seguir todas las recomendaciones y normas surgidas a causa de la pandemia. De momento solo conozco los económicos, y no han sido leves. Pero además, si mañana resulta que, como consecuencia de vacunarme, cojo una enfermedad y me muero, o me quedo mal, pues que así sea. Al menos tendré a conciencia en paz de que ha sido por una buena causa, porque creí que al vacunarme obraba como Dios manda. Tal y como ha sido siempre, pues no es la primera vez que me vacuno o medico, ni supongo que será la última (negocios farmacéuticos aparte), ya que desde que tengo memoria, siempre he confiado en los demás: sanitarios, médicos, autoridades, etc. Eso sin tener en cuenta que las primeras vacunas que recuerdo, de crío y adolescente, eran obligatorias y nadie protestaba porque fuese así. De hecho, por ese motivo hace décadas que en nuestras sociedades, se han eliminado o controlado multitud de epidemias y enfermedades que antes diezmaban a las poblaciones.

Como daban a entender los escritos raciales y eugenésicos que se han publicado anteriormente ¿no será que hay a quienes les interesa que no nos vacunemos, por considerar que en este planeta sobra gente, y esa gente resulta que somos nosotros?

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https://www.niusdiario.es/sociedad/sanidad/cientificos-espanoles-que-le-pisan-los-talones-a-omicron-esta-no-sera-ultima-mutacion-ya-hemos-detectado-dos-tipos-de-la-variante-entrevista-sonia-vazquez-moron-virologa-delta-predominante-fin-pandemia_18_3248449333.html?amp=true
 

Vamos a fijarnos por ejemplo en la foto. Y leer la entrevista. Yo ahí veo gente joven. Con su aspecto profesional. Un equipo. ¿Qué puede hacer pensar que esas personas van a participar en un contubernio vacunero por dinero, arriesgando a sus familias? 
 Y qué dicen en la entrevista: Que muta mucho ese virus. Lo compara en eso a otros virus. Pero si sabemos que esos organismos hacen eso. Trope mil variantes. Son así. Es lo que hay. También la concepción, embarazo, parto que de repente un bebé sabe respirar como los que estamos fuera del utero en líquido. Y mil ejemplos más, de cosas alucinantes. Más que sorprendentes. 
 Puede que no estuviésemos fijándonos en detalles. Y cuando una de esas cosas sorprendentes nos ataca a nosotros, tratamos de defendernos, y en un estado de desconocimiento del adversario, la primera defensa inflamada, nos haya dado fuerza. Pero el conocimiento es un arma. Si el virus nos ataca con su arma de mutación, por qué no vamos nosotros a utilizar el conocimiento. 
 Es que se ha llevado vidas de personas jóvenes, sanas. Ha dejado secuelas físicas que vamos a pagar todos. Y económicas, laborales. 
 Hay quienes embarran este tema, por sacar réditos políticos y de poder. 
 La nueva variante esta, tal vez, si la pueden sujetar, no haga tanto destrozo. Aunque parece que no ha hecho estragos, sino que la mutación va de que es altamente más contagiosa.

 Una cosa que me llama la atención, es que, este virus es probable que haya hecho más contención carnal fuera de el ámbito habitual Pudiera ser. Ahí lo dejo, los católicos entienden.

 También, que necesitamos que pase tiempo, a ver el ser este cómo sigue. Que por cierto, vi el otro día que pudiese haber una posible vacuna del vih. Ha avanzado la ciencia bastante estos últimos años en cuanto a defenderse de los virus.

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On 12/11/2021 at 5:09 PM, Hispanorromano said:

Pero es que el tema de la vacunación nunca ha funcionado así. Ninguna vacuna protege al 100%, ni esta del Covid ni las vacunas para otras enfermedades. Lo que hacen las vacunas es reducir las probabilidades de contagio. Por eso, para el éxito de esa estrategia, es necesario que se vacune la mayor parte de la población. Algunas enfermedades, como la viruela, se erradicaron porque se vacunó todo el mundo y llegó un momento en que el virus dejó de viajar de un lado a otro. Si hubiese habido, por ejemplo, un 10% de población sin vacunar, ese 10% habría servido de reservorio para la viruela y nunca se habría erradicado. Es un simple ejemplo. Es posible que el Covid no pueda erradicarse nunca. Pero el caso es que si hay importantes núcleos de población que no se vacunan, ello repercute en la salud de toda la población, no sólo en la de quienes han elegido libremente no vacunarse. Por esa razón casi todos los gobiernos occidentales hicieron obligatoria la vacunación en un pasado. Se entendió siempre que era un tema que no sólo afectaba a la salud del sujeto individual.

Pero es que el tema con estas vacunas en particular no es que tengan un % de fallo en generar inmunidad, es que no la generan para nada, están diseñadas para tratar la severidad de los síntomas al atacar el gancho de proteína del virus, entonces no es una vacuna "inmunizante" que tiene un % de fallo, es que por diseño no inmuniza.

 

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En el "discurso alternativo" sobre las vacunas se alude constantemente a los organismos internacionales, considerados paradigma de maldad. Se les se acusa de imponer las vacunas y los confinamientos con fines perversos. Pero, como puedes ver en esa noticia, en realidad esos organismos internacionales se han pronunciado en contra de la vacunación obligatoria, respaldando así a los del "discurso alternativo". ¿No será que el verdadero oficialismo está en los que se presentan como "alternativos"? ¿Por qué los antivacunas no extraen las conclusiones lógicas de este hecho? Porque si los organismos internacionales están diciendo que la vacuna no debe ser obligatoria, y según los antivacunas esos organismos son la fuente del mal, la conclusión lógica sería asumir que la vacunación obligatoria es buena. Algo no cuadra en el "discurso alternativo".

Si yo entiendo y por eso es que hay que rechazar también grandes narrativas conspiranoicas de ese estilo, justamente mi argumento no es de "conspiración globalista" sino de desconfianza total a las instituciones tanto globales como nacionales que han demostrado no estar a la altura de una crisis real. Por ejemplo a mi no me queda duda que mi gobierno, el Peruano, no tiene ni la más remota idea de que hacer o no hacer respecto al tema del COVID, ponen restricciones totalmente irracionales y las ponen por ponerlas, porque son unos incompetentes.

Editado por Mundo Republiqueto. Motivo:

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On 12/11/2021 at 5:35 PM, Español said:

Pido disculpas si entendéis que me entrometo pero, se están poniendo en duda cuestiones, con argumentos a los que no les encuentro mucha lógica. Por ejemplo, si hablamos de la efectividad de las vacunas, basta con comparar el número de hospitalizados y fallecidos que había hace un año en un país como España, con un alto porcentaje de vacunados, y compararlo con el que hay ahora. No hay ni punto de comparación, pese a que la pandemia no haya remitido, y entendiendo que las vacunas es lo único que diferencia la situación pasada con la actual, solo puedo concluir, que las vacunas han tenido una grandísima repercusión positiva a la hora de evitar fallecimientos y cuadros graves.

 

Pero es que de nuevo, esto está basado en confiar en las cifras en que las medidas y cifras se llevan bien y que además lo único que cambió fueron las vacunas, a mi no me consta absolutamente nada de esto y si me guío por las cifras sin dudarlas pues las muertes y hospitalizaciones ya venían en descenso desde hace rato porque el virus y sus vectores de ataque así como tratamiento se han entendido mejor. Yo repito: el tema es la falta de confianza total en las autoridades que aunque las vacunas sean buenas, la comunidad de "expertos" lo que han hecho es embarrarla estos dos últimos años.

 

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Pero hablemos de la imposición de costes ¿Quién los impone , aquellos que se vacunan y hacen lo que se les pide, asumiendo el posible coste de sus sacrificios aún sin tener claras las consecuencias de todo ello, porque convienen en que al obrar así procuran el bien de todos, o aquellos otros que por desconfianza, miedo o rebelión se niegan a hacerlo, aún sabiendo que obrando así puede que la enfermedad no se suavice?

El mundo al revés. Todo lo que tradicionalmente ha sido bueno y valioso, ahora es malo y reprochable, como la confianza, el sacrificio, el amor al prójimo... o el bien común, que es como el amor al prójimo pero elevado a lo público.

Dudo muchísimo que los que han ido a vacunarse lo hagan para "ayudar a otros" (no digo que tú no, hablo en general), lo que he visto más bien es un miedo horrible a la muerte y al virus y la gente saltando a la primera promesa de salvación que les han dado, los hechos heroícos no se hacen exactamente "en masa" y menos aupados por las instituciones de poder secular, desde corporaciones farmaceuticas hasta mediaticas. Es un poco exagerado el decir que la gente se ha "expuesto" a sabiendas a una vacuna experimental disque por "salvar a los demás", lo han hecho bajo la lógica individualista de salvarse ellos y ahora que van tras los no vacunados un vector de ataque es el pintar a los vacunados como abnegados heroícos y a los no vacunados como egoístas destructores de la sociedad.

Recordemos que las autoridades no han considerado ni una sola alternativa a las vacunas. No han considerado medicinas ni tratamientos, por ejemplo hasta esta fecha sigue sin haber "datos concluyentes" de cosas como la efectictividad de la ivermectina o la hidroxicloroquina que no digo que funcionen sino que como es posible que dos años después no haya un estudio "definitivo" del tema diciendo que si o que no. No han habido reconsideraciones a los temas que causan las comorbilidades que aumentan el riesgo de complicaciones y demás, nada de esto se ha dado, por incompetencia, corrupción o malicia.

El que se quiera vacunar que se vacune que lo más probable es que no le suceda nada malo, pero no podemos pretender que dudar no ya de estas vacunas sino de las NOVEDADES en si y más bajo este ambiente de colapso total de la legitimidad de las autoridades al haberse mostrado totalmente incompetentes ante una crisis real es algo que sea inherentemente reprochable o que esté más allá de toda justificación o racionalidad. Al menos que determinen cual es el tratamiento o cantidad de vacunas definitivas antes de andar de mirando de soslayo a los que aún no quieren vacunarse.

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Efectivamente. Todo se basa en la confianza, tan es así que la propia sociedad no podría existir como tal sin el concurso de la confianza pública. No pretendo decir que en este mundo todos seamos santos y, por tanto, podamos confiar ingenuamente en todo y todos, pero existen unos mínimos que son necesarios preservar, de lo contrario, el caos y la destrucción están como lobos al acecho, esperando en la puerta. Y en este caso, por más que quisiéramos una realidad distinta, e independientemente de cuál sea la causa, nos enfrentamos a una pandemia que en solo dos años ha causado ya varios millones de muertes, y ha puesto al borde de la quiebra a infinidad de familias, empresas e incluso naciones, por lo que, más que nunca necesitamos mantener la cohesión social y la confianza en las autoridades, sobre todo en las sanitarias que son las mejor preparadas para el hacer frente a la enfermedad.

Y en el caso de detectar una mala praxis, pues puede y debe denunciarse, pero lo que no se puede hacer es acusar sin fundamentos demostrables, a miles y miles de personas que trabajan en la sanidad y en otros ámbitos para frenar la pandemia y sus efectos, de estar todos conspirados en una mentira global farmacéutica. No me parece lógico, ni sensato, ni mucho menos sano.

Que podría haberse gestionado mejor no lo pongo en duda. Yo mismo he sido crítico con muchos aspectos de la gestión, especialmente la política, pero bueno, lo que tenemos es lo que hay y siempre será mejor que no tener nada, porque todo salte por los aires a causa de una revolución devenida por la pérdida de la confianza. Además, hay que tener en cuenta que, tratándose de una enfermedad nueva, es lógico que haya tropiezos y equivocaciones, pues nadie sabe cómo evoluciona el virus o se le detiene, hasta que no se le estudia a fondo.

Entiéndeme, yo no puedo saber cuántas personas realmente han muerto por COVID, pero sí te puedo decir que en este último año, han muerto al menos tres personas cercanas de mi entorno y varias más han estado muy graves ingresadas, a punto de morir, además de otras muchas que han pasado la enfermedad aunque sin tanta gravedad, y todo ello en un pueblo relativamente pequeño, cosa que no es la tónica general de cualquier otro año. Y sé también que, desde que comenzamos a vacunarnos, las noticias de gente enferma o fallecimientos han dejado de ser una constante, por lo que para mí, sí que existe la pandemia y la vacuna está dando un buen resultado.

Y esto me lo confirma el caso de una de esas personas que conozco, que ha estado enferma. Es un amigo cercano desde hace más de treinta años, que trabaja en urgencias del hospital, y nos cuenta que no tiene ni punto de comparación lo que había allí hace un año con lo que hay ahora. Es más, él mismo se contagió en su trabajo, estando ya vacunado, y la carga viral que presentaba su analítica, era altísima, semejante a la que tenía la gente que entra en UCI, sin embargo, a él apenas le ocasionó algo de malestar y un poco de fiebre un par de días. ¿Debería suponer que la vacuna no ha tenido ninguna influencia en eso? Él está convencido de que le ha salvado la vida, porque ha visto en primera línea los efectos del virus cuando no había nada que lo frenase, pero gracias a Dios, y a la vacuna, él no ha tenido que vivirlos. Así que yo no puedo más que creerle, y además sería absurdo por mi parte no hacerlo, o contradecirle con teorías conspirativas, dada su propia experiencia vital.

Como te dije anteriormente, yo no sé de medicina ni virología y presumo que tú tampoco, como la inmensa mayoría de las personas. Pero te hago una pregunta basándonos en esta realidad: Si nosotros no sabemos de medicina, ni virología, ni pandemias, pero tampoco podemos confiar en los expertos ni en las autoridades, entonces ¿qué nos queda? ¿En quién podríamos confiar; en lo que diga el algoritmo de Google, en los videos de YouTube, en los comentarios y corrientes de opinión de las RRSS...? No sé a ti, pero a mí me parece un poco suicida esa postura, además de carente de lógica. Como te decía al comienzo, necesitamos confiar.

Por lo demás y llegados a este punto, pienso que esto es un debate de fe más que otra cosa, pues ninguno de nosotros tenemos los conocimientos y capacidad suficientes como para discutir sobre virología o medicina, y por tanto nuestra postura se basa en un creer previo de lo que alguien nos haya dicho o nosotros hayamos experimentado,  así es que no voy a entrar a discutir los motivos de cada uno para vacunarse o no u otras cuestiones. Simplemente pedir con insistencia que no perdamos la confianza, pues es lo único, además de la fuerza bruta, que puede mantener unida la sociedad.

 

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19 hours ago, Español said:

Entiéndeme, yo no puedo saber cuántas personas realmente han muerto por COVID, pero sí te puedo decir que en este último año, han muerto al menos tres personas cercanas de mi entorno y varias más han estado muy graves ingresadas, a punto de morir, además de otras muchas que han pasado la enfermedad aunque sin tanta gravedad, y todo ello en un pueblo relativamente pequeño, cosa que no es la tónica general de cualquier otro año. Y sé también que, desde que comenzamos a vacunarnos, las noticias de gente enferma o fallecimientos han dejado de ser una constante, por lo que para mí, sí que existe la pandemia y la vacuna está dando un buen resultado.

 

No por supuesto que te entiendo, de hecho la evidencia anecdotica en estos casos de falta de confianza institucional es invaluable. Una persona que haya visto como el virus destruye su circulo social tiene toda la informacion y justificacion necesaria para querer vacunarse.

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No me gusta dar bandazos, pero quisiera compartir una ligera sospecha (y repito que es ligera): 

Yo creo que sí que existe un plan para el gobierno mundial, anulador de la independencia de las naciones y pieza fundamental para transformar la sociedad. Un plan o varios planes. Creo que existe ese plan porque me resulta palpable que se intenta imponer una determinada visión del mundo y, sobre todo, del hombre. Es decir, una nueva antropología, profundamente deshumanizadora. A ese fin se dirigen grandes esfuerzos por parte de instituciones en todos los niveles (local, autonómico, nacional, continental, mundial). Y creo también que las mentes que dirigen ese movimiento uniformador son malthusianas. No hay más que ver cómo impulsan todo lo que conlleve una disminución de la población: aborto, contracepción, homosexualismo, promiscuidad sexual, retraso de la incorporación al mercado laboral, ataque a la familia natural, etc.

Estas personas buscan un paraíso en la Tierra. Pero cuidado con su filantropía, que no considera a la persona en su unicidad. Es decir, no se trata de que tú eres valioso, único, distinto, original, irrepetible, y por eso mismo digno de ser defendido en tu dignidad personal. Se trata de que "la Humanidad", como concepto colectivo, mejore. Por ejemplo: es mejor que no existan enfermedades, y una forma de reducirlas es la eugenesia. Sí, morirá mucha gente (sobre todo antes de nacer), pero la humanidad entendida como un todo mejorará. Habrá victimas pero, como decía Hegel, esas víctimas son "florecillas pisoteadas al borde del camino". Y no se puede dejar de avanzar en el camino por unas florecillas.

En este sentido, parece consecuente que estas mentes malthusianas provoquen primero un virus y después una vacuna o mortal o esterilizante. Pero... creo que eso es:

Primero, inviable. Cuando hablo con amigos antivacunas, suelo darles el siguiente argumento: las vacunas están producidas por múltiples laboratorios, con diferentes dueños y de diferentes nacionalidades. Hay vacunas belgas, estadounidenses, británicas, rusas, chinas... Intervienen miles de personas en los procesos de investigación, producción y difusión. ¿Es creíble que tantísima gente y tan heterogénea se ponga de acuerdo (y además en secreto) para semejante conspiración? 

Segundo, no eficiente. ¿No sería mucho más fácil que producir una cara vacuna que aún no ha recibido la mayor parte de la población mundial recurrir a otros medios? Por ejemplo, introducir parásitos en la cadena alimentaria. O envenenar las reservas de agua. 

Entonces, a donde quiero llegar es a lo siguiente (esta es mi ligera sospecha): ¿Y si el movimiento antivacunas es una creación de los que aspiran a la gobernanza mundial? Por una razón: para desacreditar a los opositores. ¿Y por qué es un descrédito? Pues por lo flacos que suelen ser los argumentos que esgrimen los antivacunas. Cuando yo he escuchado o leído a, por ejemplo, Fernando López Mirones, me he sorprendido de lo burda que es su manipulación. ¡Qué manejo más torpe de las estadísticas! O ¡qué mal queda este hombre cuando se pone a leer los informes de los laboratorios productores de las vacunas! ¿Se cree que los demás nunca hemos leído el prospecto de una medicación? Cualquier prospecto contiene advertencias sobre los efectos secundarios. Casi todos los medicamentos pueden tener algún efecto secundario grave o muy grave. Incluso un paracetamol. Si yo cojo un prospecto de cualquier medicina, digo solemnemente a un auditorio "esto lo dice el propio laboratorio" y empiezo a leer con tono alarmista la parte más temible del prospecto, lo que estoy haciendo es manipular una información que, si consta ahí, es precisamente para que, en caso de que aparezcan los efectos, se conozca su posible causa.

Por eso me da la impresión de que los antivacunas están haciendo el papel de tontos útiles.

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Coincido en gran medida con tu comentario, Icthys, y si me lo permitís, voy a a tratar de compartiros mi opinión general sobre este asunto, por si sirve de algo.

Sobre todo hay que entender que, la pretensión de un gobierno mundial, y por tanto, el hecho de que existan planes para lograrlo, no es algo nuevo ni debería alarmarnos. Dicha pretensión ha sido una constante, presente en la mayoría de los imperios, desde que tenemos memoria.

Desde la antigüedad hasta nuestros días, cualquiera que haya sido la forma en cómo se hayan organizado o extendido los diferentes imperios que han existido, todos han coincido en la ambición de extender su propio orden por todo el mundo conocido para ellos en cada momento, aunque cada cual haya albergado sus propios motivos.

Sin ir más lejos, tras el matrimonio de los Reyes Católicos y el descubrimiento del continente americano, el propio imperio español fue la primera muestra de orden global de la historia moderna, que afectó no solo a los pueblos vasallos de la Corona Católica, sino también a muchos otros pueblos independientes, aunque unidos o ligados a través de la fe religiosa, la política, la cultura, el comercio, la moneda o la economía. Algo que enseguida fue tratado de imitar,  reproducir o incluso evitar, cada uno a su modo, por los siguientes imperios europeos que le sucedieron, hasta el colapso total de todos ellos tras los dos grandes guerras durante el pasado siglo. Momento en el que impuso el nuevo orden mundial en el que ahora vivimos.

Desde entonces y hasta ahora, esa ha sido nuevamente la pretensión que ha motivado la mayor parte de la geopolítica internacional ocurrida durante y después del periodo de la guerra fría. Actualmente, por ejemplo, resulta bastante evidente que existe una tensión internacional, devenida de la pretensión por parte de EEUU, Rusia o China, de mantener o establecer un orden mundial que cada una de estas potencias quiere liderar, y en donde el resto de naciones o grupos de naciones e intereses, tratan de asegurarse un lugar privilegiado.

Y en esta pretensión, tan humana y antigua como actual, no falta tampoco la concurrencia de individuos y grupos particulares. Multimillonarios que extienden su imperio a través de las redes, lobbies de poder que influyen en la política y economía de las naciones, asociaciones de intereses compartidos que concursan en favor de alguna opción, etc.

En ese marco podríamos encontrar, por citar algún ejemplo relevante, a la masonería y su proyecto de edificación del tercer templo de Salomón, pues simbólica y efectivamente, el proyecto de la masonería rivaliza con el proyecto Cristiano, en la medida que el templo del Espíritu Santo, en el orden cristiano, somos los fieles, mientras que la masonería pretende albergar "otro espíritu" en dicho templo, es decir, en nosotros y nuestro mundo.

No es poca cosa esto, aunque haya a quienes no les parezca relevante o incluso lo tomen medio a broma, pues para tal tarea de dominación, no se necesitan innumerables ejércitos como antaño, sino a personas adeptas, iniciadas e instruidas en el proyecto, estratégicamente situadas en puntos claves de la sociedad. Se trata en definitiva de la pugna por establecer un espíritu universal y alternativo que oriente el sentido de vida de las personas, así como un orden moral y causal alternativo al cristiano.

Pero volviendo al tema, la propia Iglesia Católica se ha manifestado respecto a la necesidad de un gobierno mundial, y ha señalado cuáles serían las características que dicha institución debería tener, según su magisterio. Es más, si nos retrotraemos al Génesis, ya vemos como existe un mandato divino de dominar la tierra, y más tardíamente, en las palabras de Jesús podemos encontrar esa misma finalidad, subyacente en la misión universal de evangelizar el orbe:  «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.» (Mt. 28, 18-20). Como puede verse, en la entrega de la misión hay una autoridad global, un gobernante global, un orden global y una finalidad global, que no son otros que el reinado de Cristo y la salvación del hombre.

Visto todo esto, aunque muy resumidamente, podemos observar que, en efecto, la pretensión de un nuevo orden mundial no es sin embargo algo nuevo, ni tampoco tiene por qué ser algo malo, sino que ha sido una constante necesaria a lo largo de toda la historia. Y que realmente, lo que debería alarmarnos ahora no es su existencia, sino las diferentes formas y orientaciones que va tomando esa pretensión o deseo en nuestros días.

Si entendemos que vivimos en un mundo nuevo creado en gran medida por Cristo, es decir, en un nuevo orden mundial de pensamiento y relaciones personales y entre pueblos, diferente al del mundo antiguo y causado por el acontecimiento de la venida, muerte y resurrección del Señor, al que podemos definir como civilización actual, en la que la fe y la confianza son pilares esenciales, y entendemos también que existen planes para derribar ese orden y establecer "un orden diferente", enseguida podremos deducir que, todo intento por romper la unidad de las gentes, sus relaciones o la confianza mutua y en las instituciones que garantizan la unidad, por más imperfectas que estas sean, puede responder a dicho proyecto alternativo de una nueva civilización, en este caso anticristiana.

Eso es una realidad evidente como bien has comentado: "aborto, contracepción, homosexualismo, promiscuidad sexual, retraso de la incorporación al mercado laboral, ataque a la familia natural, etc." Todo ello cosas que se enmarcan en el contexto de un ataque paulatino y en suma brutal, a las bases sobre las que se asienta nuestra civilización, con objeto de propiciar su derrumbe, necesario y previo a la edificación de esa nueva antropología que dé paso a una nueva civilización, o como algunos lo denominan, Nuevo Orden Mundial. Y en ese mismo ataque debe entenderse, que el enemigo busque causar el mayor número de bajas posibles entre las filas de su contrario, ya sea a través de esos métodos como de otros similares que diezmen poco a poco la población, pues de otro modo no sería realizable su proyecto.

Los viejos ejércitos de conquista tienen ahora la forma de partidos, ideologías y corrientes de opinión, que a través de la mecánica de las democracias liberales y de los medios de comunicación social, van conquistando el intelecto de los votantes, quienes una vez dominados, legitiman ideas, gobiernos y leyes que vienen a sumarse a su propia destrucción cultural y humana. Tanto es así que, la misma ideología maltusiana puede entenderse en ese orden, pues en definitiva, la idea de que en el mundo sobra gente, no responde sino a la pretensión de diezmar a aquellos que potencialmente puedan suponer un estorbo a los intereses de los nuevos dominadores. Es decir, sobran los que no son míos.

Y en este sentido puede entenderse también, movimientos como el de los antivacunas, quienes de manera bastante ingenua y seguramente también, inocente en su mayoría, estarían contribuyendo a extender la extraña idea de que no es necesario protegerse ante una pandemia que consideran ficticia, pese a que haya causado ya millones de víctimas y daños incalculables. Una pandemia que posiblemente (aunque esto solo sea una sospecha), hayan permitido aquellos mismos que ahora azuzan contra los remedios, negocio mediante.

En definitiva y tras echar la vista atrás hacia lo que ha sido la historia del mundo, y ver también en qué contexto mundial nos encontramos, personalmente creo que existen muchas posibilidades de que, todo esto de la pandemia y los antivacunas, tenga en buena parte su origen en esa guerra por el dominio de la voluntad mundial, e igualmente en ese mismo contexto puedan circunscribirse muchas de las medidas de control social que encuentran su justificación en la pandemia, o en los efectos adversos que generan dichos movimientos rebeldes. A fin de cuentas, de lo que se trata es de sembrar el caos para dominar la voluntad, y en ese sentido tanto vale una cosa como su contraria.

A los antivacunas les rogaría que no olvidasen las pandemias históricas que han diezmado al mundo, que en su mayoría se han resuelto mediante vacunas. Es decir, que no anulen la memoria pues, esta anulación impide entender el momento presente y así proyectar adecuadamente el futuro. Piensen que, en cualquier proyecto de dominación humana, los objetivos últimos a conquistar siempre son las potencias del alma, y estas no son otras que la memoria el entendimiento y la voluntad, pues falseando la historia se tergiversa la realidad y se reorienta el futuro. Y a los provacunas les pediría también que no olviden, que los otros no son el enemigo, sino las víctimas, pues el enemigo no es aquel que huye sino quien intenta dividirnos y apartarnos a todos de la realidad y de la común unidad.

En resumen, tal y como Nerón hizo con Roma y los cristianos, si quieres construir un mundo nuevo, antes tienes que destruir el anterior y culpar a otro. Aquel emperador incendió Roma para construir una nueva a su medida, y culpó de ello a los pobres cristianos que trataban de apagar el incendio, para evitar que el pueblo se le rebelase. Y posiblemente hoy, los "nerones" de nuestro tiempo hayan permitido la extensión de esta pandemia, y ahora culpabilicen a quienes tratan de evitarla o de huir, para impedir ser acusados. Esto es, primero permiten que se extienda la enfermedad y más tarde les ofrecen la solución, pero al mismo tiempo extienden la idea de que no es necesaria, y así logran avanzar en mayores métodos de dominación social mientras diezman cualquier disidencia, que queda así desprotegida ante la enfermedad o aislada de la comunidad. 

Y ante ello los católicos no podemos más que advertir el ataque del lobo, y rogar porque la unidad que aún fundamenta al rebaño no se rompa, ni ninguna oveja quede apartada y desprotegida. Porque cuidado, el enemigo no es el rebaño que trata de protegerse, sino los lobos que tratan de apartar a las ovejas del rebaño.

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hace 23 horas, Español dijo:

Pero volviendo al tema, la propia Iglesia Católica se ha manifestado respecto a la necesidad de un gobierno mundial, y ha señalado cuáles serían las características que dicha institución debería tener, según su magisterio. Es más, si nos retrotraemos al Génesis, ya vemos como existe un mandato divino de dominar la tierra, y más tardíamente, en las palabras de Jesús podemos encontrar esa misma finalidad, subyacente en la misión universal de evangelizar el orbe:  «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado.

Sí, lo entiendo, pero sólo un apunte: Yo también considero necesaria, por ejemplo, una profunda reforma constitucional en España. Muy muy necesaria. Sin embargo, estoy completamente en contra de que se inicie el proceso en el momento actual, por la sencilla razón de que esa reforma, viendo cómo está el patio, sólo va a suponer cambios a peor.

¿Precisamente cuando el demonio tiene dominadas a las principales instituciones del planeta, tanto a nivel internacional como continental, nacional, local... vamos a promover un gobierno mundial? ¿No es más lógico en el momento presente intentar crear "oasis de civilización" en las naciones en las que ello sea posible? Dada la tendencia del globalismo actual, ¿no sería más lógico aparcar esos planes de gobernanza mundial y de momento defender la preservación de las identidades nacionales? Para España, tengo claro que prefiero la mayor independencia posible de todos esos engendros supranacionales de los que desafortunadamente dependemos.

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hace 2 horas, ICTHYS dijo:

Sí, lo entiendo, pero sólo un apunte: Yo también considero necesaria, por ejemplo, una profunda reforma constitucional en España. Muy muy necesaria. Sin embargo, estoy completamente en contra de que se inicie el proceso en el momento actual, por la sencilla razón de que esa reforma, viendo cómo está el patio, sólo va a suponer cambios a peor.

¿Precisamente cuando el demonio tiene dominadas a las principales instituciones del planeta, tanto a nivel internacional como continental, nacional, local... vamos a promover un gobierno mundial? ¿No es más lógico en el momento presente intentar crear "oasis de civilización" en las naciones en las que ello sea posible? Dada la tendencia del globalismo actual, ¿no sería más lógico aparcar esos planes de gobernanza mundial y de momento defender la preservación de las identidades nacionales? Para España, tengo claro que prefiero la mayor independencia posible de todos esos engendros supranacionales de los que desafortunadamente dependemos.

Sí, básicamente estoy de acuerdo. Creo que pensamos más o menos de manera similar. Si hice esa mención al documento del Consejo Pontificio Justicia y Paz, no fue sino para evidenciar que la pretensión de un gobierno mundial, o dicho de otro modo, de un nuevo orden global, no es ajena tampoco a la Iglesia. Otra cosa diferente sería establecer cuándo y cómo debería darse ese gobierno, cosa que yo tampoco veo viable actualmente, dadas las circunstancias.

Es más, pienso que antes de que llegue ese momento, aún tenemos que atravesar un periodo mucho más oscuro y terrible que el presente, posiblemente como consecuencia del advenimiento de algún líder o forma de gobierno mundial, que con la excusa de reorganizarlo todo, quizás por un agravamiento de la crisis o por el estallido de alguna guerra o conflicto mundial, trate de dirigir al mundo hacia algún tipo de nuevo paradigma, según sus propios intereses o caprichos. Y será como consecuencia de todo el mal que eso genere, que surgirá entonces la necesidad global de un verdadero gobierno justo para todos y conforme a las indicaciones de la Iglesia.

No obstante, si pensamos que tras la Resurrección del Señor, Pedro y Pablo predicaron y fueron martirizados en Roma, y que como consecuencia de ello se estableció allí una comunidad de fieles, que culminaría con la cristianización del imperio, podemos entender que en nuestros días, la Iglesia predique también con la vista puesta en el corazón del mundo moderno, situándose como entonces a la espera de ese posible futuro en el que el mundo finalmente necesite que se recristianice todo.

A mí no me parece mal que la Iglesia publique esa clase de documentos como el que hemos citado, pues orientan hacia lo que debiera ser un orden justo, y eso es más que nunca necesario.  Y aún sabiendo que eso hoy va a ser mayormente despreciado, o mucho peor, incluso mal utilizado como excusa para justificar algún tipo de pretensión anticristiana, la esperanza me lleva a creer también que, algún día el mundo necesitará, entenderá y aceptará ese orden y justicia, y la Iglesia estará ahí para orientarlo.

Tal y como se hacen ver o se sitúan las demás naciones frente a las pretensiones imperialistas de las grandes potencias, la Iglesia también necesita dar a conocer su enseñanza y situarse estratégicamente en el mundo, para cuándo llegue el momento en que sea necesaria su orientación. Y no dudo que ese momento llegará algún día.

En resumen. Creo que llegará un día en el que se establezca un orden y gobierno mundial que someterá a todas las naciones, y esto posiblemente será lo que conocemos como el gobierno del anticristo. Pero creo también que tras ese periodo oscuro, llegará igualmente un día en el que será Cristo quien reine en el mundo.

No sé si esto lo veremos nosotros o nuestros descendientes, pero algún día ocurrirá como está escrito, y para que ocurra la Iglesia necesita mantener su posición en el mundo, aunque eso signifique incluso el martirio. Los cristianos no debemos tener miedo a que eso ocurra, ni huir tratando de evitarlo. Recordemos lo que Jesús le dijo a Pedro cuando este se negó a aceptar la suerte que les esperaba. Jesús se dirigió a Jerusalén, a pesar de saber lo que eso suponía, y lo mismo hicieron luego los apóstoles en Roma, o tantos otros santos en la historia, y gracias a ello es que hoy tenemos una Iglesia y un camino para la salvación del mundo.

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Visitante DaniViana

Basta ya

17 diciembre, 2021

Escribo desde hace diez años en Expansión con entera libertad. Sin embargo, ayer, en el último minuto y de modo injustificable, Expansión censuró y retiró este artículo que iba a publicarse hoy. Lamento que un periódico como Expansión censure un artículo cuyas fuentes son, entre otros, The Lancet (una de las tres publicaciones médicas más prestigiosas del mundo), artículos de reconocidos epidemiólogos en el Wall Street Journal (el periódico económico más importante del mundo), comunicados del JCVI británico y del Ministerio de Sanidad de Japón y datos oficiales del Ministerio de Sanidad español.

 

Basta ya

 

Esta locura debe acabar. El programa de vacunación masiva con vacunas y terapias genéticas en gran medida experimentales para combatir una enfermedad que cursa leve para la inmensa mayoría de la población se está convirtiendo en un escándalo de salud pública, y su extensión a niños y adolescentes sanos es simplemente inmoral. Contrariamente a lo que repite la histeria colectiva creada por el contubernio político-mediático-farmacéutico, la vacunación a estas edades no protege a los niños de nada, pues para ellos el covid es levísimo, ni protege a sus padres o abuelos, pues los contagios de niño a adulto son inhabituales[1] y, sobre todo, caramba, porque estas vacunas no impiden ni el contagio ni la transmisión[2], como estamos viendo. En cambio, exponen innecesariamente a los niños a potenciales efectos adversos a corto plazo que aun poco probables pueden ser serios, como la miocarditis (“con cuadro clínico atípico y de pronóstico incierto a medio plazo”, según el JCVI británico[3]), y a la incertidumbre de efectos secundarios desconocidos a largo plazo. ¿Cómo calificarían ustedes a una sociedad que pone en riesgo la salud de los niños para que algunos adultos duerman más tranquilos? Por tanto, recomiendo a los padres que, antes de tomar una decisión que será irrevocable, se lo piensen mucho y no se dejen arrastrar por razones equivocadas como la presión social, sino valorando exclusivamente los riesgos y beneficios para sus hijos, que no pueden defenderse ni opinar por sí mismos. Asimismo, si sus pediatras recomiendan vacunarse exíjanles la firma de la correspondiente receta para que asuman su responsabilidad.

Una miríada de estudios y datos epidemiológicos recientes confirman que las vacunas y terapias genéticas no impiden ni el contagio ni la transmisión del covid y que su eficacia para reducir la gravedad se ha reducido mucho. De ahí la sorpresiva tercera dosis, inoculada en estado de pánico por Israel ante la evidencia del fiasco vacunal y promovida de tapadillo en España para intentar disimular dicho fiasco. Hace poco nos decían que dos dosis y un 70% de inmunidad de rebaño acabarían con la epidemia. Ahora son tres o cuatro dosis (¡en pocos meses!) y un 95%. Vaya tomadura de pelo.

El desmedido afán de lucro de las empresas farmacéuticas, la incalificable campaña de terror mediática y oscuros intereses políticos propiciaron desde un principio que el foco se pusiera en reducir el número de contagios y no el de muertes, algo absurdo en una enfermedad que cursa leve para la mayoría. Acto seguido se torpedeó sistemáticamente la aparición de tratamientos baratos y prometedores dirigidos sólo a los enfermos de riesgo y se hizo creer a la opinión pública que la única esperanza eran unas lucrativas vacunas poco testadas y dirigidas a toda la población. Una vez vacunada la población de riesgo era imprudente y estéril continuar vacunando indiscriminadamente, pero nos dijeron que las vacunas pararían la epidemia y nos devolverían a la normalidad. “Primero les encerramos, luego les asustamos y finalmente les vacunamos a todos”, fue la consigna. Pues bien, la falacia se ha topado con la realidad. Las altas tasas de vacunación no están frenando los contagios. En septiembre, un estudio realizado en 68 países observó que, al contrario de lo esperado, “las zonas con mayor porcentaje de población totalmente vacunada tenían más casos de COVID-19 por cada millón de habitantes[4]”. En este sentido, según otro estudio publicado en The Lancet Infectious Diseases, los vacunados que enferman de covid parecen ser ligeramente más contagiosos que los no vacunados, con una carga viral similar[5]. Para más inri, otro artículo científico ponía de manifiesto que “la aparición y frecuencia de nuevas variantes resistentes a las vacunas está fuertemente correlacionada con las tasas de vacunación[6]”, es decir, que a mayor porcentaje de vacunados, más variantes. Y según un estudio sueco publicado como pre-print en The Lancet, Pfizer y Astrazeneca (85% de las vacunas administradas en España) no tienen “ninguna eficacia” para prevenir la infección de covid pocos meses después de su inoculación, y su eficacia para reducir la gravedad y muerte ha caído hasta un “indetectable” 42% seis meses después de vacunarse[7]. No olviden que todos estos datos son anteriores a la llegada de la famosa variante Omicron, convertida en chivo expiatorio del fiasco vacunal. Quizá por ello, según el Ministerio de Sanidad actualmente en España el 71% de los hospitalizados y el 80% de los muertos por covid mayores de 60 años son personas perfectamente vacunadas[8]. La evidencia comienza a ser abrumadora. Así, un recientísimo artículo en The Lancet con datos de varios países ha denunciado “la gran negligencia” de las autoridades sanitarias al negar tal evidencia[9] en una cínica huida hacia adelante. En Alemania “seis de cada diez casos sintomáticos de COVID-19 de mayores de 60 son personas totalmente vacunadas [ya son siete de cada diez], proporcionando una clara evidencia de la creciente relevancia de los vacunados como posible fuente de transmisión”. En el Reino Unido, nueve de cada diez nuevos casos de COVID-19 entre mayores de 60 años “se produjeron entre los totalmente vacunados”, y una semana antes “la tasa de casos de COVID-19 por 100.000 había sido mayor entre el subgrupo de vacunados que en el de no vacunados” de 30 años o más. Y en Israel un brote hospitalario cuya fuente había sido un paciente vacunado tuvo como resultado que “catorce pacientes totalmente vacunados enfermaron gravemente o murieron, mientras que los dos pacientes no vacunados desarrollaron una enfermedad leve”. The Lancet concluye: “Es una gran negligencia ignorar a la población vacunada como una fuente de transmisión posible y relevante”. Estos datos desmontan por completo el paripé del pasaporte covid, la persecución de los no vacunados y los programas de vacunación infantil.

El carácter voluntario-obligatorio de estas vacunas en Europa ha vulnerado principios médicos y éticos. No así en Japón, donde el Ministerio de Sanidad deja claro que la vacuna COVID-19 “no es obligatoria ni forzosa, sino que sólo se realizará con el consentimiento de la persona a vacunar tras la información facilitada”. Y añade: “Le rogamos que se vacune por decisión propia, comprendiendo tanto la eficacia como el riesgo de efectos secundarios; no se administrará ninguna vacuna sin dicho consentimiento, y por favor, no obligue a nadie en su lugar de trabajo o a los que le rodean a vacunarse, y no discrimine a los que no se han vacunado[10]”.  Y aquí, ¿dónde están los consentimientos informados? ¿Qué médico ha firmado nada? ¿Dónde queda el respeto a los no vacunados en este ambiente de histeria y fascismo sanitario? En España algunos sátrapas regionales, repanchingados en sus palacetes feudales, imponen a sus siervos la presentación de un salvoconducto para entrar en un hospital o tomarse una cerveza, y da igual que semejante atropello se base en una superstición, pues el vacunado transmite el virus exactamente igual (o más) que el no vacunado. ¿Y qué decir de la Sala del Tribunal Supremo (con la numantina excepción de un voto particular) que se ha prestado a esto autorizando el pasaporte covid con contradicciones que causan rubor?

Repito: esta locura debe acabar. Ha llegado el momento de exigir a los responsables políticos que digan la verdad a la población sobre las limitaciones de eficacia y seguridad de estas vacunas y que detengan la campaña infantil. Para los niños sanos esta vacuna tiene muchos más riesgos que beneficios y, como dice el inmunólogo norteamericano Robert Malone, coinventor de la tecnología de las vacunas ARN mensajero, “la razón que le están dando para vacunar a su hijo es mentira: sus hijos no presentan peligro alguno para sus padres o abuelos[11]”. Yo aún diría más. No es deber de los niños proteger a los adultos, pero sí es deber de los padres proteger a sus hijos.

 

Fernando del Pino Calvo-Sotelo

www.fpcs.es

 

[1] The Case Against Covid Tests for the Young and Healthy – WSJ

[2] Caza de brujas vacunal – Fernando del Pino Calvo-Sotelo (fpcs.es)

[3] JCVI statement on COVID-19 vaccination of children aged 12 to 15 years: 3 September 2021 – GOV.UK (www.gov.uk)

[4] Increases in COVID-19 are unrelated to levels of vaccination across 68 countries and 2947 counties in the United States | SpringerLink

[5] Community transmission and viral load kinetics of the SARS-CoV-2 delta (B.1.617.2) variant in vaccinated and unvaccinated individuals in the UK: a prospective, longitudinal, cohort study – The Lancet Infectious Diseases

[6] Mechanisms of SARS-CoV-2 Evolution Revealing Vaccine-Resistant Mutations in Europe and America | The Journal of Physical Chemistry Letters (acs.org)

[7] Effectiveness of Covid-19 Vaccination Against Risk of Symptomatic Infection, Hospitalization, and Death Up to 9 Months: A Swedish Total-Population Cohort Study by Peter Nordström, Marcel Ballin, Anna Nordström :: SSRN

[8] Actualizacion_524_COVID-19.pdf (mscbs.gob.es)

[9] The epidemiological relevance of the COVID-19-vaccinated population is increasing – The Lancet Regional Health – Europe

[10] COVID-19 Vaccines | Ministry of Health, Labour and Welfare, Japan|厚生労働省 (mhlw.go.jp)

[11] Between the Forceps and the Stone (substack.com)

En 16/12/2021 a las 0:23, Español dijo:

 

Como te dije anteriormente, yo no sé de medicina ni virología y presumo que tú tampoco, como la inmensa mayoría de las personas. Pero te hago una pregunta basándonos en esta realidad: Si nosotros no sabemos de medicina, ni virología, ni pandemias, pero tampoco podemos confiar en los expertos ni en las autoridades, entonces ¿qué nos queda? ¿En quién podríamos confiar; en lo que diga el algoritmo de Google, en los videos de YouTube, en los comentarios y corrientes de opinión de las RRSS...? No sé a ti, pero a mí me parece un poco suicida esa postura, además de carente de lógica. Como te decía al comienzo, necesitamos confiar.

 

Pueden confiar en el sentido común y en otros expertos aparte de los oficialistas. A mi tambien me parece suicida desconfiar de quienes no le digan lo que quiere oir.

Buenas tardes

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      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





        • Excelente 25 puntos positivos y de mejora)
      • 32 respuestas
    • La libertad sexual conduce al colapso de la cultura en tres generaciones (J. D. Unwin)
        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
        • Extraordinario (100 puntos positivos y de mejora)
    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
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    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
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    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
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