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Análisis de los obispos sobre la sociedad española

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Recientemente, la Conferencia Episcopal Española ha presentado el documento "Fieles al envío misionero", donde se hace un análisis de la sociedad y la Iglesia española, y se trazan unas líneas que puedan servir de guía y ayuda para estructurar la pastoral de los obispos y diócesis españolas en los próximos años.

Se trata de un extenso documento en el que se analizan muy diversos factores presentes en la sociedad, y del que me gustaría extraer algunos textos para compartirlos y poder comentarlos, si fueran de vuestro interés, en el foro.

Comienzo con un epígrafe que me parece muy interesante y que por ello, me permitiré citar al completo pues aborda de manera bastante precisa y concreta, a mi parecer, la situación actual de la sociedad española. A ver qué os parece.

Cita

2.   Una mirada al contexto actual de aceleración de las transformaciones en la sociedad española y en la Iglesia. Una sociedad desvinculada

Les contestó: «Al atardecer decís: “Va a hacer buen tiempo, porque el cielo está rojo”.

Y a la mañana: “Hoy lloverá, porque el cielo está rojo oscuro”.

¿Sabéis distinguir el aspecto del cielo y no sois capaces de distinguir

los signos de los tiempos?».

(Mt 16, 2-3)

 

El Informe FOESSA de 20191, impulsado por Cáritas Española, afirma en su diagnóstico conclusivo que nos encontramos en una gran mutación social que tiene como causa profunda una sociedad desvinculada, desordenada e insegura en la que crece la desconfianza y el enfrentamiento. A esta situación se ha llegado a través de un proceso de transformaciones tecnológicas, económicas y culturales que han afectado a múltiples dimensiones de la existencia; alcanza su punto culminante en un intento decidido de transformación antropológica que hace juego con el sistema económico dominante y con una propuesta de estilo de vida y de organización de la convivencia que hagan posible dicha transformación.

La transformación económica ha provocado el paso acelerado por la etapa industrial de la sociedad española, mayoritariamente rural hasta finales de los años cincuenta. Ya no vivimos en una sociedad «fordista», donde el trabajo era monótono pero seguro. La gran mayoría de los actuales jubilados han dejado la vida laboral en la misma empresa o sector donde los habían contratado de jóvenes. Esta transformación se produce además en medio de fuertes crisis sociales y con flujos migratorios extraordinarios. Aparecen nuevas situaciones de pobreza a causa de la soledad, la falta de afecto, de energías físicas, de sentido y perspectivas de futuro y también de fe. La nueva revolución tecnológica, basada en los datos entregados por los usuarios digitales y la inteligencia artificial, hace emerger lo que algunos llaman un capitalismo moralista que no solo regula la producción y el consumo, sino que impone valores y estilos de vida. Otros hablan de capitalismo de la vigilancia, permanente generador de la nueva cultura, en la que la inteligencia artificial se descifra como «voluntad artificial» que encauza los deseos y las tomas de decisión, pues el poseedor de los «datos entregados» tiene acceso a los deseos y pensamientos de la población en cada uno de nosotros. Conoce nuestro perfil, sabe lo que nos falta.

La cultura dominante que ha ido gestándose a lo largo de décadas, es relativista. Para el relativismo no hay valores absolutos ni puede haber juicios universales, ya que todo está en función de la percepción subjetiva de cada uno y de los intereses de los grandes grupos de poder. El nihilismo crece. En consecuencia, se hacen muy difíciles los compromisos estables y la vivencia de la fe. La vida humana queda desarraigada, sin ningún anclaje divino ni verdad absoluta. La norma suprema del comportamiento llega a través del consenso social positivista y todo queda a merced de los intereses de quienes pueden imponer su voluntad. Los más débiles y pobres quedan excluidos y no son tenidos en cuenta. Los jóvenes experimentan un extraño malestar, pero no saben bien por qué. En esta incertidumbre el nuevo imperio digital, que quiere borrar la distinción entre lo verdadero y lo falso, la realidad y la ficción, el bien y el mal, se ofrece como guía que «perfila» nuestro rostro y «calcula» nuestras decisiones.

Los vínculos sociales de todo tipo se debilitan y se sustituyen por el enjambre digital, en expresión de Byung-Chul Han. La comunidad digital es una suma de individualidades aisladas, que se pueden comunicar en la red, pero que nunca llegan a ser un «nosotros». Hay enjambre, pero no pueblo. La suma de individuos no hace comunidad. Los cambios digitales están afectando a todas las capas de nuestra sociedad e imponen el nacimiento de nuevas condiciones laborales, nuevos modelos de vida, nuevas formas de comunicación y relación. En una palabra, un nuevo mundo. El hombre, centro del humanismo moderno, es superado en el «transhumanismo», una nueva especie de hombre «mejorado» que ha de propiciar nuevos modelos familiares, económicos, políticos y de espiritualidad.

Raíz de este proceso transformador: el empobrecimiento espiritual y la pérdida de sentido que lleva a vivir en un nihilismo sin drama. El olvido de Dios, la indiferencia religiosa, la despreocupación por las cuestiones fundamentales sobre el origen y destino trascendente del ser humano, influyen en el comportamiento moral y social de los individuos. Muchos autodenominados creyentes viven y organizan su existencia «como si Dios no existiera». La vivencia religiosa, la fe en Dios, aporta claridad y firmeza a nuestras valoraciones éticas. La vida humana se enriquece con el conocimiento y aceptación de Dios, que es Amor y nos mueve a amar a todas las personas. La experiencia de ser amados por un Dios que es Padre nos conduce a la caridad fraterna y, a la vez, el amor fraterno nos acerca a Dios.

Con el empobrecimiento espiritual va aparejada la pérdida de sentido, que desemboca en el vacío existencial y en el aburrimiento, el no ser capaces de saciar la sed de felicidad a pesar de disponer de más medios y posibilidades que nunca. Ni la acumulación de riquezas ni el consumismo vertiginoso llenarán este vacío profundo. Ante la falta de significado solo queda el deber, impuesto desde fuera por las reglas del sistema económico o autoimpuesto por el afán de progreso personal, o la diversión para apartar la mirada de la nada o el vacío. Toda persona humana es impulsada por su propia naturaleza a buscar la verdad, el sentido de las cosas y, sobre todo, de su propia existencia. Y buscando la verdad nos encontramos con Cristo, Verdad y Vida.

Todo este proceso de transformación no ocurre solo de manera automática como consecuencia de transformaciones tecnológicas y económicas, sino que es impulsado por un intento deliberado de «deconstrucción» o desmontaje, en concreto, de la cosmovisión cristiana. Pareciera que hay un guión bien trazado con calendario y finalidades tremendas. Emerge, teledirigida, una propuesta neopagana que pretende construir una sociedad nueva, para lo cual es preciso «deconstruir». Así asistimos a un constructivismo antropológico en las muy extendidas corrientes ideológicas de género y en la aceptación social del aborto y la eutanasia; un constructivismo histórico y también pedagógico, reforzado con el dominio de la escuela, para lo cual es preciso «deconstruir» pues, como dice Francisco en el n. 13 de FT, «la libertad humana pretende construirlo todo desde cero». Todo ello ocurre de manera indolora, pues la cultura de masas, basada en emociones y sensaciones, está logrando que este proceso de derribo se viva de manera casi indiferente, más aún como un logro de la libertad.

Consecuencia: la desvinculación, la desconfianza y el enfrentamiento. El sociólogo alemán Zygmunt Bauman acuñó la metáfora de la liquidez para describir los tiempos actuales. Hemos pasado de una sociedad moderna que buscaba la solidez en los grandes principios ideológicos y en las grandes causas, a una sociedad posmoderna que es líquida y voluble. Como consecuencia surgen la desvinculación y la desconfianza, la fragmentación de las vidas y la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad individualista de relaciones efímeras en las que no se mantienen ni la lealtad ni el compromiso adquirido. «Tiempos líquidos, sociedad líquida, amor líquido», que desembocan en un hombre líquido que quiere ser simplemente un ciudadano del mundo sin ataduras, ni en el amor ni en la forma de vida. La realidad líquida es continuo movimiento, flujo y búsqueda de nuevas experiencias, pero sin echar raíces en ningún lugar, sin compromiso en el amor ni en el trabajo. Ciudadanos del mundo, pero de ningún lugar concreto. Es la era del consumismo, en la que lo importante no es conservar los objetos mientras son de utilidad, sino renovarlos constantemente. A la vez, la vida líquida angustia a las personas porque no tienen nada fijo y duradero. El mismo Bauman denomina a este período la «gran desvinculación», que supone un enorme desmoronamiento o deshilachamiento de las instituciones que sostenían la creación de valores y bienes públicos. Es la desvinculación respecto del propio cuerpo, de la realidad, del otro y de Dios.

Esta ruptura o debilitamiento de los vínculos genera desconfianza. Se trata, en realidad, de fenómenos que se realimentan mutuamente. La desconfianza está detrás de muchos de las actitudes reactivas que sufrimos hoy en día. Los populismos, los particularismos nacionalistas, el individualismo, los radicalismos de la ideología de género, el fundamentalismo, la xenofobia o la aporofobia se alimentan de la desesperación de quienes han caído en la desconfianza. Una desconfianza que se refiere, primeramente, a la mayoría de las instituciones, pero que también afecta a las relaciones interpersonales de toda índole, al futuro colectivo que nos espera e, incluso, a la confianza en uno mismo.

En este caldo de cultivo, la irrupción de las estrategias mediáticas y políticas basadas en la posverdad no es casual. La defensa de las múltiples identidades desvinculadas, sin un relato compartido, genera el enfrentamiento para afirmar la propia posición. Queda poco espacio para la deliberación democrática, los relatos compartidos e incluso, simplemente, la palabra.

Entre las instituciones afectadas por la desvinculación está la familia y la pertenencia activa a instituciones como la Iglesia.

 

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Muy acertadas las reflexiones de los obispos sobre el fenómeno digital, la liquidez de la sociedad y la falta de un relato compartido. Amplío mi opinión más adelante.

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Yo también voy algo escaso de tiempo, y como quisiera hacer algún comentario a lo aportado y ampliar algunos textos del documento, pero no quiero hacerlo atropelladamente, más adelante trataré también de ampliar el tema.

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Continúo con la cita de los diferentes puntos que aborda el documento de los obispos españoles, igualmente en este caso, tan interesante como el anterior. Se trata del punto donde se aborda la reflexión sobre el estado y transformación de la familia tradicional.

Cita

La transformación de la familia, consecuencia y causa de la aceleración del cambio y su repercusión en la transmisión de la fe

La sociedad española ha sido mayoritariamente rural y agrícola hasta finales de los años cincuenta. La industrialización se va realizando al mismo tiempo que la urbanización, pues aquella provoca un extraordi- nario éxodo del campo a la ciudad. Este cambio afecta a la vida familiar y a la pertenencia eclesial. El proceso se acelera en los años sesenta y setenta y en este fuerte cambio de la vida familiar se acoge la transfor- mación de la sociedad española provocada, al unísono, por la transición económica y política.

Podríamos decir que la crisis familiar, muy vinculada a la evolución del capitalismo industrial y postindustrial, y la creciente secularización se apoyan la una a la otra. Si la secularización influye en el deterioro de la familia llamada tradicional, también parece cierto que la crisis de la misma contribuye, a su vez, a impulsar el declive religioso, pues quiebra una institución básica en la transmisión de la fe y de experien- cias básicas en la configuración de la persona. En la familia se recibe la vida y en ella se inician experiencias elementales e integrales de la vida humana: amar y ser amado, hacer y colaborar, el descanso, la fiesta y el duelo.

En la familia se han encarnado estas dimensiones antropológicas, expresiones de la vida y fuentes del deseo de cumplimiento de una exis- tencia plena y lograda. La transmisión de la fe y la iniciación en la vida cristiana encuentran en el amor esponsal, el don de la vida, el amor incondicional, el trabajo ofrecido y en el descanso del corazón, los reci- pientes adecuados de la Buena Noticia.

El sí para siempre abierto a la vida, como fruto del amor, propuestas del matrimonio cristiano, son la promesa cumplida de la necesidad y del deseo que todos tenemos de amar y de ser amados.

El Estado del Bienestar, cuyos pilares son la educación, la sanidad, los servicios sociales y las pensiones, colabora inicialmente con tareas asumidas por la familia para lograr un desarrollo mayor de todas esas tareas; pero progresivamente va casi sustituyendo a la propia familia o, como dicen algunos, al papel del padre. El trabajo de padre y madre, a veces en distintos municipios, las «nuevas formas familiares», la caída drástica del número de hijos, el significado del «fin de semana» o la creciente pérdida del domingo como día de descanso laboral van debi- litando la familia y disminuyendo de manera extraordinaria sus posibi- lidades de trasmitir la fe y educar en la vida cristiana.

El debilitamiento del vínculo familiar provoca la pérdida de vín- culos sociales, lo que acentúa dicho debilitamiento, pues el elogio de la autonomía individual y la permanente reclamación del derecho a tener derechos entroniza al individuo y hace sospechoso cualquier vínculo. Esta es una propuesta cultural que hace juego con las reglas de producción y consumo del sistema económico vigente en el mun- do. Se ha producido de manera acelerada la desinstitucionalización del matrimonio. Son manifestaciones de esta desinstitucionalización, al menos, las siguientes:

  •  Los divorcios se han multiplicado y cada vez son más fáciles; pensemos en lo que en su día los periodistas llamaron el «divor- cio exprés»;
  • el reconocimiento de las parejas de hecho, unas veces con alguna vinculación y otras veces sin ninguna;
  • la convivencia sin vinculación, ni personal ni social, de muchos jóvenes;
  • el reconocimiento legal del llamado «matrimonio igualitario» entre personas el mismo sexo.

La comprensión y el valor social e institucional del matrimonio en- tre hombre y mujer abierto a la vida, en nuestra tradición cultural, ha ido recibiendo golpe tras golpe hasta convertirlo en algo que apenas tiene relieve decisivo en la vida de las personas. Y si el matrimonio se desinstitucionaliza, ¿qué significa entonces la familia? La banalización de la familia hace que la sociedad sea más vulnerable a intereses polí- ticos o económicos.

La nueva comprensión de la persona y de la familia, inseparable del sistema de producción y consumo, afecta a la vida, los afectos, el trabajo y el descanso. Estas corrientes antropológicas, económicas y políticas prometen una libertad igualitaria, pero generan un malestar que quiere ser satisfecho con más y más derechos, que en nombre de la no discriminación y la igualdad, van haciendo surgir populismos e identidades de todo tipo que quieren saciar la sed que el propio proceso está provocando. En este proyecto «afamiliar» o «desfamiliarizador» de la vida en sociedad convergen:

  • el nuevo capitalismo neoliberal global que redefine la familia como contrato libre y temporal entre individuos;
  • el giro individualista del Estado del Bienestar dirigido a liberar a los individuos de las dependencias que generan los otros;
  • el progresismo cultural (para algunos nueva trinchera del marxis- mo) que pretende la destrucción de vínculos familiares y comu- nitarios elementales desde el «empoderamiento» de individuos y colectivos identitarios diversos.

Por tanto, nos encontramos en una sociedad que va perdiendo pro- gresivamente sus vínculos y precisa rehacerlos e innovarlos para gene- rar ámbitos adecuados para la acogida y desarrollo de las personas y la imprescindible amistad civil para organizar la convivencia. De ahí la importancia de la vida familiar y comunitaria que la Iglesia propone y precisa.

Trataré de citar los diferentes puntos del documento poco a poco,  para dar tiempo a la reflexión y que no se haga pesado de leer a los lectores del foro.

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Español, gracias por traer el documento e irlo desmenuzando poco a poco. Como se trata de un texto muy largo (95 páginas) y no hay tiempo ni a veces posibilidad de leerlo en pantalla, resulta muy útil que extractes y subrayes los párrafos que te parezcan más interesantes.

Los dos párrafos que has citado me han parecido muy acertados. Cito yo ahora el epígrafe 5, en el que se puede ver que no se cortan a la hora de señalar al partido en el poder como uno de los responsables de la división y de la crisis institucional:

Cita

5. La situación política y social en España

Estamos en un momento difícil, no solo por la COVID-19, sino por una situación sociopolítica convulsa. Asistimos a una profunda crisis institucional, en la que algunos grupos políticos quisieran abrir una segunda fase constituyente. No se trata de sacralizar el régimen del 78, pero sí de afirmar que este marco político constitucional ha devuelto a España una estabilidad grande, no lograda durante siglos. La puesta en cuestión de la Constitución, la monarquía, el poder judicial, junto a las fuertes tensiones independentistas en medio de una inédita crisis económica, llenan de preocupación e incertidumbre a la sociedad española. Los enfrentamientos crecen y pareciera que asistimos a un resurgir artificial de «las dos Españas» de tan dramático recuerdo. Abonan esta situación las iniciativas legislativas del Gobierno de coalición sobre la educación, la eutanasia, el aborto, la memoria democrática, el Consejo General del Poder Judicial, que van en la línea del proyecto de deconstrucción antes citado a escala global. El desarrollo de estas iniciativas pone en riesgo la libertad y dificulta la imprescindible unidad, tan necesaria en plena crisis sanitaria y en los albores de una crisis económica de consecuencias sociales impredecibles.

La Iglesia se encuentra situada muchas veces en medio de su misión profética, que le obliga a denunciar los ataques a la libertad y a la justicia, y de su responsabilidad de ser cauce de encuentro y permanente reconciliación para unir las fuerzas de todos a favor del bien común, especialmente en ayuda de los más afectados por la crisis.

Más adelante hablan de las dificultades con las que se encuentra la Iglesia a la hora de hacer llegar su mensaje. Dice que nuestra cultura ha dejado de ser cristiana (por desgracia, es así) y, en consecuencia, las verdades que proclama la Iglesia le suenan a chino o les parecen inaceptables a la mayoría de compatriotas. La cultura audiovisual tiene un importante papel en esta secularización de la sociedad:

Cita

La primera tiene que ver con la cultura ambiental que los españoles vivimos, pues ya no es una cultura inspirada en la fe cristiana. Para muchas personas las verdades cristianas son ahora incomprensibles y las normas morales que brotan del Evangelio se han vuelto inaceptables. Esta dificultad la experimentamos en los propios ambientes eclesiales, parroquias y colegios católicos. Hemos de contar que, también para quienes participan en la catequesis parroquial y la escuela católica, las verdades que intentamos transmitir son de difícil comprensión y la propuesta moral muy difícil de aceptar. Esto conlleva un profundo desafío cultural; la Iglesia, que a lo largo de los siglos ha generado tantísima cultura, hoy observa cómo el cine, el teatro, la música, las series de TV realizan propuestas culturales indiferentes o antitéticas a la cultura cristiana. La comunidad católica española vive inmersa en este proceso cultural y social y experimenta sus consecuencias, tanto en su interior como en el diálogo evangelizador con nuestros conciudadanos.

Como te decía, me parece muy necesaria esta labor de extractar los pasajes más importantes y comentarlos. Es un gran servicio el que realizas. Y no entiendo por qué no están haciendo ese trabajo los digitales católicos, que ni siquiera se han dado por enterados del documento.

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Agradezco tus palabras y coincido contigo en no entender, por qué la mayoría de la prensa supuestamente católica, al menos las grandes cabeceras, prestan más atención a las constantes controversias y disputas que se dan en torno a la Iglesia, que en difundir la propia obra y proyección de ésta, como en este caso es el documento de los obispos españoles.

Puede que sea cosa de ese espíritu de lo diabólico del que hablamos en otro hilo, que también está infiltrado en muchos de estos medios y hace de ellos su altavoz.

hace 6 horas, Hispanorromano dijo:

La cultura audiovisual tiene un importante papel en esta secularización de la sociedad:

Cierto, aunque más que la propia cultura audiovisual, pienso que el problema está en el oligopolio de empresas e inversores que acaparan  las cadenas de promoción y distribución de las nuevas producciones audiovisuales, pues existen muy buenos autores e incluso se realizan excelentes trabajos basados en valores tradicionales, que sin embargo quedan relegados a circuitos reducidos y muy minoritarios.

El hecho de que el cine y la tv estén en manos de ese oligopolio, poco interesado en transmitir dichos valores, sea por interés comercial o por ser parte activa del deconstruccionismo cultural de Occidente, impide que podamos disfrutar de otra oferta diferente que no se base en los nuevos paradigmas anticristianos que van relegando la fe y las buenas costumbres a entornos cada vez más minoritarios. Una vez más, pienso que el problema no son tanto los nuevos medios de comunicación de ideas y conocimiento, sino el uso que se hace de dichas herramientas tecnológicas y la voluntad de los sujetos que las emplean.

Por poner un ejemplo. Hay una constante en la inmensa mayoría de las películas y series que se hacen ahora, y es el hecho de que sus protagonistas suelen representar a familias con padres separados o matrimonios en constante competitividad y disputa. Es como si de repente, estar separado o disputarlo todo con la pareja fuese lo lógico y normal. Un nuevo estereotipo de vida, que obviamente es el inverso al que toda persona aspira y en el mejor de los casos, no representa otra cosa que el fracaso humano. ¿Qué interés hay detrás de que la mayoría de producciones audiovisuales repitan y difundan ese estereotipo, cuando podría hacerse de otra manera? Habrá quienes piensen que eso refleja mejor la realidad actual, que un estereotipo basado en relaciones estables y de compromiso fiel, y por ello la gente se identifica y "consume" dichos productos mejor que otros de carácter tradicional, pero lo cierto es que esa realidad del fracaso por sistema se ha establecido en gran medida, merced a la difusión constante de dicho estereotipo en el cine y la tv.

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    • https://www.mundorepubliqueto.com/2020/05/01/no-todo-lo-que-brilla-es-oro/

      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





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    • La libertad sexual conduce al colapso de la cultura en tres generaciones (J. D. Unwin)
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        • Extraordinario (100 puntos positivos y de mejora)
    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
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    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
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    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
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