El país del mundo con mas esencia española es México

[Hispanorromano 71.070]

Eso afirmaba Carlos Sentís en un artículo que firmó, como corresponsal de ABC en México, en 1948. Y yo creo que llevaba bastante razón, pese a que las relaciones entre México y España siempre han sido tensas. A ver qué opina el amigo @Francisco Rubio. Destaco en negrita los pasajes que encuentro más acertados y de mayor valor.

Cita

ABC EN MÉJICO

De las relaciones con España

Méjico 26. (Crónica de nuestro corresponsal en viaje, recibida por avión.) Uno no tiene otra ambición que la de dar a sus crónicas la máxima nota de sobriedad y precisión.

Desde los países anglosajones, a menudo esto es fácil. Los temas se prestan bastante a ello y el ambiente es una excelente escuela para esta finalidad. Mucho me temo que en Méjico voy a fracasar. El otro día asistí a una reunión de las Cámaras de Industria y Comercio mejicanas, donde estaban congregadas personalidades de la Banca y de los negocios, con el propósito de cambiar unas palabras con un hombre de negocios español. No era precisamente una reunión de poetas ni de sentimentales ni de "colonia española". Pero yo, mientras hablaba el español o mientras hablaban los tres mejicanos que lo hicieron, vi llorar hasta unas quince personas. Quizá fueron más. Yo estaba colocado en un rincón y no dominaba suficientemente toda la audiencia.

Si los hombres de negocios mejicanos se echan a llorar cuando España se evoca con alguna solemnidad, ¿podré yo mantenerme en el tono de sobriedad informativa y podré evitar el lirismo hacia el que, comúnmente, tan poco inclinado soy?

Por lo menos voy a intentarlo. Presentar este problema político no es fácil. Es uno de los más curiosos que existen sobre la faz de la tierra. No sería yo periodista español, y lo mismo hubiese venido aquí para estudiar, sobre el terreno, una de las situaciones políticas y diplomáticas más curiosas que jamás se hayan podido dar.

El país del mundo con mas esencia española es Méjico. Si un día Europa quedase enteramente sumergida, no por el comunismo ruso, sino por el Océano, como una nueva Atlántida, Méjico sería la nueva España. Por su carácter, por sus tierras de meseta y hasta por su alto cielo, en la ciudad de Méjico no se puede vivir sin recordar constantemente a Castilla.

Pero sin necesidad de cataclismos, Méjico es la Nueva España desde el día en que Hernán Cortés la bautizó así.

Y he aquí que, por asuntos trasnochados, Méjico es hoy el único país de entre los que están alejados del comunismo, sin ligazón con España. "Eso tenía que venir", parece que dijo un conocido republicano español, residente en Francia, cuando, hace unas semanas, se abrió la frontera de los Pirineos.

"Eso tenía que venir", se repetirá' cuando se "abra" esta otra frontera diplomática que, en lugar de tornar cuerpo en una cordillera, se materializa en cierto mar que, para España, fue siempre un lazo cordial: el Atlántico.

Los procesos políticos, como las fortunas, siempre van para atrás o para adelante. Nunca son del todo estáticos. El proceso político de la reanudación de relaciones entre Méjico y España marcha, como las estrellas, fatalmente hacia adelante. Las ruedas de este proceso no quieren rodar en el vacío y se engranan, para avanzar, con todo lo que se les echa por delante.

El máximo ejemplo lo tenemos ahora aquí con la presencia de la persona a que aludo. Desde que desembarcó, del avión está repitiendo a diestro y siniestro que él es un mero particular que ha venido a asuntos profesionales y personales. Y, en efecto, no entra en ningún terreno político de este hospitalario país.

Pero esta impecable actitud de "particular" no le evita verse convertido en el quicio sobre el que va girando suavemente la puerta de la reanudación de relaciones.

Habrá, en este proceso político, algún alto en el camino. No habrá, empero, un retroceso. La bola de nieve está en la pendiente y son los mejicanos de pro quienes la empujan. Los hombres de negocios, sin excepción, apuntan al objetivo de la reanudación de relaciones. El banquero Mario Domínguez ha traducido en fórmula concreta el sentir general. Después de hablar, Mario Domínguez tenía los ojos humedecidos. Otro mejicano dijo que él no era hispanista: "En Méjico no hay hispanistas. Hispanistas los hay en Inglaterra, Estados Unidos o Francia. En Méjico no podemos ser "hispanistas porque somos hispánicos."

Oyéndole, recordé algo que he leído recientemente en un libro de Historia. A los mejicanos que no eran de raza aborigen, o sea los blancos, se les llamaba españoles. Pero como de España venían constantemente españoles, los mejicanos, en general, para distinguirlos de sí mismos,  no les llamaban españoles, sino europeos o, en todo caso, "gachupines". En la reunión a que me refiero, rodeados de puros mejicanos, los españoles teníamos un aire de "gachupines", en medio de una concurrencia de auténticos españoles de la gran época. —CARLOS SENTÍS.

ABC, 9 de marzo de 1948, p. 20. [Original en PDF]

[Vanu Gómez 64.181]

Me repito como un mal queso pero es así, dificultar la relación España-México sembrando discordias es el eje central de quienes se oponen a un resurgir hispánico. 

Como siempre digo, será el último eslabón que se consiga soldar. 

Si observáis el cine y televisión mexicana veréis casi la misma bazofia degradante. Los del lado oscuro sí que trabajan juntos... y logran cosas paso a paso.