Por
Español
De todos es conocido el ideal eugenista que permea el proyecto social de la izquierda, e igualmente son conocidas muchas de sus propuestas, que a menudo se presentan como leyes para el control de la natalidad, el aborto o la eutanasia, entre otras. En España concretamente, el tándem de gobierno actual formado por socialistas y comunistas, lleva en su programa para esta legislatura, aprobar una ley de regulación de la Eutanasia y ampliar la legalidad del aborto a las menores de 16 años para que puedan abortar sin el consentimiento paterno.
Sin embargo, y pese a que dichas leyes puedan considerarse que abanderan dicho ideal, su desarrollo no se limita a manifestarse en el mero ámbito de estas dos conocidas cuestiones, sino que impregna además otros aspectos del proyecto social de gobierno, cuestión esta que me lleva a abrir este hilo, con el objeto de identificarlos.
Recientemente el Parlamento Español ha aprobado la nueva ley de educación, LOMLOE, conocida popularmente como Ley Celaá, que viene a modificar la vigente ley de educación española aprobada bajo el gobierno anterior del Partido Popular. La ley Celaá ha sido duramente criticada por diversos motivos y desde diferentes sectores, por minar sustancialmente tres pilares, hasta ahora básicos, de la educación, a saber: la excelencia curricular, la libertad de los padres para elegir el modelo educativo de sus hijos, y la presencia de la educación religiosa en la educación pública.
Uno de los puntos de esta ley que más ha suscitado la crítica de diversos sectores educativos y familiares, es la que se refiere a la atención especializada que hasta ahora se le venía prestando a aquellas familias cuyos hijos sufren graves problemas cognoscitivos o de desarrollo, la llamada educación especial, ya que, la nueva ley aprobada por socialistas, comunistas y nacionalistas (nótese que cito y remarco a estos grupos por su vinculación ideológica con la filosofía social eugenésica que ya hemos desarrollado en otros hilos) prescribe que en el plazo de diez años, y bajo supuestos motivos de integración social, aquellos menores que hasta ahora venían siendo atendidos en centros especializados de educación especial, pasarían a integrarse en los llamados centros ordinarios o escuelas comunes.
Como decía anteriormente, la supuesta motivación de esta medida es la de integrar a dichas personas en la sociedad a través de la escuela, ya que consideran que se les está discriminando al tenerlas aparte en centros especiales, sin embargo, lejos de ser una discriminación, dichos centros cumplen una función importantísima en el desarrollo e integración de estas personas, ya que les permiten contar con todas las ayudas y atenciones especiales que necesitan. Particularmente puedo hacer esta afirmación, ya que tengo una sobrina que nació con parálisis cerebral, y durante la primera etapa de su educación, tuvo que asistir a uno de esos centros, dada la imposibilidad que tenía para poder comunicarse e interactuar con otras personas. Fue a raíz de recibir la atención de unos de esos centros, y de la enconada e incansable lucha que sus padres y familia han llevado para poder facilitarle su desarrollo, salvando los infinitos obstáculos que su discapacidad obligaba, que esta chica hoy puede estar cursando una carrera de magisterio en una universidad pública, ya que afortunadamente, su parálisis solo le afecta a la motricidad manteniéndose inalteradas todas sus facultades mentales. No obstante, sin el concurso de dicho centro y de las numerosas personas que allí trabajan, el desarrollo de sus capacidades para hablar y moverse no se podría haber resuelto y hoy esta chica estaría recluida en su casa, casi como un vegetal y absolutamente dependiente de los demás. Y el caso de esta chica no es ni de lejos el más habitual. Existen numerosísimos caos de niños y niñas que no llegan a alcanzar la capacidad de relacionarse con normalidad con sus semejantes, y se ven obligados de por vida, a necesitar la atención especializada de familia y profesionales.
Pretender que dichas personas sean atendidas en una escuela normal es, además de una estupidez, una irresponsabilidad, que me atrevo a calificar de criminal. Y hago esta afirmación entroncando con el tema de la eugenesía porque en el fondo, pienso que esta decisión política tiene más de medida eugenésica a largo plazo, que de verdadera ley de atención y educación a personas con necesidades especiales.
Es algo que he pensado desde que conocí la intención de desviar los recursos y matrículas de estas escuelas, a las escuelas ordinarias, con la supuesta intención de integrar a estos niños, porque lo que en el fondo se oculta en esta ley es que, al cabo de unos años, conforme estas personas vayan siendo trasladadas a los colegios ordinarios y comiencen a generarse problemas de falta de atención especial, inadaptación, o acoso de otros menores que pueden ver en estas personas, a pequeños monstruos (no nos engañemos por que los niños son como son), aquellas familias a las que se plantee la posibilidad de tener un hijo así, y con las otras herramientas que el mismo gobierno que ha dictado esta ley, va a poner en sus manos, esto es, aborto y eutanasia, poco a poco irán determinando que estas personas vayan desapareciendo, bien porque sus familias decidan «no tenerlos» o «acabar con su sufrimiento».
Otro de los aspectos eugenésicos de esta nueva ley, es el hecho de que se quiera acabar con el concierto educativo, cosa que sin duda puede acabar por determinar dos clases sociales absolutamente diferenciadas e injustas, esto es, aquella pequeña clase con posibles económicos que reciba una educación privada de calidad, con recursos y sujeta a un correcto orden moral, y aquella otra basta población que se vea obligada a cursar su periodo educativo bajo la norma moral de la izquierda. Dos clases que si en la realidad ya existen, con esta nueva ley podrán acentuarse aún más diferenciando al rico del pobre, a la mano de obra de la élite social, o mucho más definitivamente claro desde un punto de vista eugenésico, al válido del no válido.
Como contrapeso para la implantación de dicha filosofía en la realidad de nuestras familias, la propia ley educativa determina que toda educación religiosa, esto es, aquella que contiene el orden moral que obliga a atender al prójimo según sus necesidades, y no según las necesidades o requerimientos del Estado, desaparezca. Y por supuesto, que desaparezca también la libertad de los padres (sin posibles económicos) para educar a su hijos en los valores necesarios como para formar personas con dicho criterio moral y capacidad de decisión.
¿Qué pensáis vosotros? ¿Veis también en estas medidas un perverso trasfondo eugenésico del que no se habla? y si es así, ¿en qué otras leyes y medidas podríamos encontrar inserta esta filosofía, la cual a mi juicio está ordenando poco a poco nuestra sociedad?
Y ya de paso ¿Qué os parece que desde la oposición política, casi toda la crítica se base en la afectación que va a suponer al sector educativo privado, la pérdida de los conciertos? que no digo que no sea importante pero, no me parece que sea el mal mayor.