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Hispanorromano

sociedad Todos somos modernos

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Creo que merece la pena rescatar y comentar este texto que dejó un lector anónimo de un blog tradicionalista católico:

Cita

Hay que acabar con estos sofismas sobre la “modernidad”; con esta deformación ideologica de meterle la etiqueta de “moderno” a lo que despreciamos o no nos simpatiza, reduciendo todo a esquemas maniqueamente puritanos; hay que librarse de esta tara congénita de juzgar la “realidad” que nos toca vivir como si viviéramos en Plutón y estuviéramos exentos de los mismos males que fustigamos.

No hay cosa más “moderna” que la presunción de empantanarse en temas graves de alta teología, tratados como si fueran disputas de verduleros en la puerta de la verdulería: el del “mal metafísico” en la misa de Pablo VI y la “la bondad ontica” de la misa Tridentina, por ejemplo. Y con todo el respeto que me merece el autor del comentario. Pero es necesario para destacar cómo estas taras nos inhabilitan para captar lo “evidente”, de lo que habla el post.

Lo evidente, para que resulte tal en el espíritu humano, requiere un presupuesto indispensable: la humildad y la actitud de “asombro” frente la realidad tal cual es. Y así se nos volvería evidente que la FSSPX, por ejemplo, es tan moderna como el Opus o cualquier otra construcción comunitaria contemporánea. Simplemente, porque las mismas están conformadas por hombres que por mentalidad, cultura y espíritu son “modernos”. Y así, la “bondad óntica” de la misa Tridentina más todo el bagaje preconciliar no salvó a la FSSPX de la pedofilia.

Esta es una premisa que muchos preferirían ignorar, e ignoran de facto: todos somos modernos; todos estamos inficionados del denostado virus de la modernidad, al tiempo que disfrutamos de sus beneficios, como por ejemplo, el opinar de cualquier cosa, con pretendida autoridad y sin pagar las consecuencias, detrás de un teclado. Si viviéramos en el medioevo, seguramente se acabarían los Savonarolas digitales, incluyendo a quien escribe.

Cansa leer las presunciones de pretendidos “hombres medievales”. Esta manía de “extemporalidad voluntaria” que afecta al mundo tradi es fragua de todas las esquizofrénias paranoides esterilizantes.

En la “modernidad” nacimos y existimos; modernos somos; y tan moderno es Lefebvre como Bugnini. La clave de la realidad no está en estos esquemas dialécticos (propios de la mentalidad moderna) con que tantos tradis tratan de explicar la realidad y que, de paso, aplauden hasta con las orejas.

El tema es si la santidad y el buen sentido católico en el pensar y en el obrar tienen lugar en este mundo que nos toca vivir. Si la respuesta es si, luego hay una modernidad cristiana posible y es un mandato, no una opción, el concretarla: no se enciende una vela para ponerla debajo la mesa, ni se da el talento para enterrarlo. Si la respuesta es no y la “modernidad”, entendida como la cultura y el mundo que nos ha tocado en suerte vivir es intrínsecamente perversa, el autismo cátaro se hace presente: crecerán, entonces, como enanos de jardín (ya lo venimos viendo), miles de iniciativas escapistas marcadas por la tara del idealismo y la ficción de vivir una realidad que ya no existe más y no volverá a existir. Pero esto es acedia y no virtud.

El problema no es la misa, como se decía en otro comentario.

El problema somos nosotros que somos más modernos de lo que nos imaginamos.

http://caminante-wanderer.blogspot.com/2020/06/la-carta-de-vigano.html?showComment=1592408315304#c8206547476692716205

Creo que tiene razón en varias cuestiones.

Aunque rechacemos algunos aspectos de la modernidad, todos somos modernos en cierta medida. Los que presumen de estar al margen de la modernidad con frecuencia son tan modernos como los otros y en algunos casos puede que sean más modernos.

El contraste entre esa pureza antimoderna que invocan algunos y la realidad ofrece numerosos ejemplos desternillantes: curas sin sotana que sacuden al Papa Francisco por moderno, mujeres tradicionalistas con minifalda que sin embargo consideran el velo un complemento chic, impugnadores de la misa moderna que terminan por no ir a ninguna misa y prefieren dedicar el domingo a las habituales sesiones de onanismo en internet, fieros guerreros contra el mundo moderno que lucen tatuajes y argollas y que se dedican profesionalmente al porno, acérrimos críticos del Concilio Vaticano II que hacen gala de su homosexualidad en internet, personas que claman contra el aborto sólo si el que lo practica no es de su tribu ideológica, lefebvristas fanáticos que consideran sagradas e intocables las peores innovaciones en materia familiar de Pablo VI, tradicionalistas antimasónicos que se entregan al gnosticismo con escasa vergüenza, furibundos antiliberales que creen que la religión y la sexualidad son un asunto privado, sedicentes reaccionarios que sacralizan la libertad de expresión y que no reconocen más  autoridad que sus propias apetencias, que por lo general cambian al son de las modas en internet.

Los ejemplos son inagotables. Pero lo importante es que se atisba en muchos antimodernos un perfecto acople con el siglo (además, en sus manifestaciones más perversas) y un espíritu subversivo muy similar al de los anarquistas. La invocación a lo tradicional no pasa de ser un grito romántico o una elección estética sin ninguna concreción en la vida real. Al final es una especie de juego de rol, una forma de jugar a las tribus en el ámbito urbano de las muchas que ofrece el capitalismo sin Dios.

Así que cuidado con los que se presentan como "antimodernos" y con los que sólo muestran apego a las formas externas de la tradición, aunque por lo general también adulteran y convierten en un esperpento esas formas externas. Ni en ese aspecto externo son capaces de ser tradicionales. Pero en particular muchísimo cuidado con los que utilizan expresiones contradictorias como "revuelta contra el mundo moderno", que están sacadas de Giulio Evola, un gnóstico demoníaco que decía que el cristianismo destruyó el "mundo tradicional", es decir, la pederastia y otras costumbres precristianas que le resultaban gratas a dicho "pensador". El peor espíritu subversivo adora vestirse con ropajes tradicionales, quizá porque así camufla mejor sus intenciones.

Pero no quiero terminar mi escrito con una diatriba contra otras personas, lo que sería quizá un tanto moderno. Reconozco que yo también he incorporado algunos aspectos poco tradicionales a mi vida que intento moderar: excesiva dependencia de internet, poca vida familiar, tendencia a opinar de demasiadas cosas, cierto desprecio por la autoridad junto con una tendencia a glorificar a los rebeldes, ausencia de práctica religiosa durante algunas temporadas, ideologización de cuestiones políticas, sociales y religiosas en las que no debería entrar la ideología. Entre muchas.

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Pues sí, fastidia reconocerlo pero creo que casi todos podemos reconocernos en alguno de los vicios y pecados que se mencionan en el texto.

El gran dilema lo veo en encontrar la distancia adecuada entre el no juzgar y el callar/otorgar.

Se puede uno callar cuando ve que alguien va directo al despennadero, aún a sabiendas de que uno no lo hace mucho mejor ni está mucho más lejos?

O sería un acto de soberbia e hipocresía?

Supongo que el ajuste venga dado por la misericordia. 

Probablemente en ocasiones lo misericorde sea hablar o reprender. No lo se, aquí es donde yo ya no me atrevo a hilar más ideas  porque solo puedría meter la gamba en asuntos teológicos. 

 

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Excelente tema, muy bien tratado.

En efecto, yo también pienso que, en realidad todos somos modernos en la medida que, aunque aspiremos al otro mundo, vivimos en este. Y sería absurdo pretender que no formamos parte de él o que vivimos en una isla ajena a la realidad que nos rodea.

Muy a menudo encontramos comentarios, como los que ha traído Hispanorromano, de personas que denostan la modernidad desde alguna posicición ciertamente moderna, pues todo, tanto cuanto nos rodea como cuanto nos alienta cada día, está presente en el mundo moderno, del cual nadie se puede abstraer, salvo raras excepciones que no representan la generalidad.

Por tanto, quizás el problema no sea tanto el de ser modernos, como el de santificar la modernidad. A fin de cuentas ese fue siempre el verdadero reto del catolicismo, y no tanto el de pertenecer a este o aquel grupo. Santificar el mundo en que vivimos, sea moderno o esté anclado en otros siglos.

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No me considero modernista pero tampoco tradicionalista, y creo que esa es la postura correcta, me explico: Rechazo todas las degeneraciones y perversiones de la modernidad: El ateísmo, el modernismo religioso, el hedonismo, la pornografía, de la impudicia, el vicio que se promueve por todas partes, el ocultismo, el aislamiento y un largo etcétera, esto lo habéis tratado mucho mejor que yo por lo que tampoco considero necesario extenderme mucho. Yo no soy santo ni estoy libre de pecado, eso también hay que reconocerlo, pero trato de llegar a ello, es mi ideal.

Ahora bien, no todo lo moderno lo considero malo, cosas que me gustan de la modernidad:

La literatura: Si tuviera que decir mis obras preferidas la mayoría serían del siglo XIX en adelante, no todas, pero sí la mayoría. Este punto ya es más subjetivo, pero bueno es mi opinión.

El progreso científico y tecnológico: Hay tradicionalistas que lo consideran algo malo y quieren volver literalmente a la Edad Media, pero no es mi caso. El conocimiento también lo considero algo bueno y este ha ido aumentando.

La educación de la población y acceso a la misma: No hay mucho que decir aquí, es una obviedad que la alfabetización y posibilidades de acceder al conocimiento y la cultura de la población ha ido en aumento desde el siglo XIX.

 La movilidad social: Otra obviedad de la que ya hablé en su momento.

Y poco más, yo trato de separar lo bueno de lo malo de la modernidad, por eso rechazo lo malo de la misma pero no todo, porque no todo es malo.

Luego hay temas en los que no me posiciono porque no sé de ellos, por ejemplo el tema de la liturgia, no condeno las misas modernas pero tampoco diría que las prefiero a las antiguas, simplemente no sé cuál es mejor y no me meteré en lo que decidan las autoridades. 

Edit: Por lo que veo al comentarista le respondieron que una cosa es la modernidad y otra el modernismo, que ellos lo que condenan es el modernismo, es decir los principios filosóficos y teológicos que condenaron los Papás en el pasado, no la modernidad en el sentido cronológico de todo lo que ha surgido desde entonces.

Vale, ya he leído el artículo y veo que es el típico blog sedevacantista contrario al CV II. Yo no sé mucho del tema pero mi posición se basa en Mt 16, 18

"Y yo te digo a ti que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré yo mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella"

Si la Iglesia lleva décadas en manos del mal y no podemos fiarnos ni de la letra de los documentos conciliares ni del catecismo, entonces Jesús mintió y las puertas del infierno prevalecieron. Ya no hay ningún criterio que seguir y dependemos de lo que diga el grupo tradi de turno, que acabarán como los protestantes, con 20.000 iglesias diferentes.

Editado por Isaac Peral. Motivo:

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a ver, que me temo que ya está pasando con el término "tradicionalista" algo similar a con el término "liberal", que se va extendiendo la confusión.

en cuanto a doctrina católica yo eludiría el término "tradicionalista", pues se es o no se es católico, y como tal seguidor de la Santa Tradición... es decir, quien no la siga está directamente fuera, puer eso no cabe hablar de católicos "tradicionalistas" vs el resto.

el término que se presta a confusión hoy en día entre muchos es el de "tradicionalista político" que para embrollar aún más se entremezcla con lo mencionado anteriormente pues algunos tradicionalistas políticos han caído en aquel error, hasta el punto de que algunos no tienen empacho en querer desautorizar a los papas, obispos, sacerdotes, validez de ciertos sacramentos, etc, cuando no caen directamente en el cisma.

en este sentido, el de los tradicionalistas políticos, sí que me interesaría saber cómo es eso que ves en algunos de ellos un rechazo del progreso técnico, me sorprende la verdad, pues dentro de ese sistema de ideas no conozco nada contra dicho progreso técnico.

si uno se va a sus principales pensadores ve que a lo que ellos le llaman tradición no cabe tan acusación, por ejemplo aquí un cita de uno de dichos pensadore, Vázquez de Mella--> "la tradición es el progreso hereditario" , "no cabe progreso sin tradición. ni tradición verdadera sin progreso".

es importante no caer en este tipo de prejuicios, un tradicionalista (político) no tiene sentido que se oponga a la técnica ni al progreso cientifico-tecnológico, todo lo contrario.

 

 

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hace 2 horas, Vanu Gómez dijo:

a ver, que me temo que ya está pasando con el término "tradicionalista" algo similar a con el término "liberal", que se va extendiendo la confusión.

en cuanto a doctrina católica yo eludiría el término "tradicionalista", pues se es o no se es católico, y como tal seguidor de la Santa Tradición... es decir, quien no la siga está directamente fuera, puer eso no cabe hablar de católicos "tradicionalistas" vs el resto.

el término que se presta a confusión hoy en día entre muchos es el de "tradicionalista político" que para embrollar aún más se entremezcla con lo mencionado anteriormente pues algunos tradicionalistas políticos han caído en aquel error, hasta el punto de que algunos no tienen empacho en querer desautorizar a los papas, obispos, sacerdotes, validez de ciertos sacramentos, etc, cuando no caen directamente en el cisma.

en este sentido, el de los tradicionalistas políticos, sí que me interesaría saber cómo es eso que ves en algunos de ellos un rechazo del progreso técnico, me sorprende la verdad, pues dentro de ese sistema de ideas no conozco nada contra dicho progreso técnico.

si uno se va a sus principales pensadores ve que a lo que ellos le llaman tradición no cabe tan acusación, por ejemplo aquí un cita de uno de dichos pensadore, Vázquez de Mella--> "la tradición es el progreso hereditario" , "no cabe progreso sin tradición. ni tradición verdadera sin progreso".

es importante no caer en este tipo de prejuicios, un tradicionalista (político) no tiene sentido que se oponga a la técnica ni al progreso cientifico-tecnológico, todo lo contrario.

 

 

Me refería al político, sí, se es católico o no, exacto, pero los que reniegan del CV II, los sedevacantistas y demás también se denominan "tradicionalistas".  

Yo me baso en lo que leo en artículos publicados en determinadas webs católicas como adelantelafe,   en foros como hispanismo.org, etcétera. Admito que no he leído a autores tradicionalistas, pero creo que leyendo los artículos que publican los tradicionalistas actuales uno se hace una idea de lo que defienden, o al menos a lo se defiende hoy en día bajo esa etiqueta.

Por ejemplo este artículo:

http://hispanismo.org/politica-y-sociedad/7671-el-mito-ilustrado-del-progreso.html

Básicamente es una defensa de las tesis de René Guenon sobre el tema, que por cierto, René Guenon era un ocultista que creía que todas las religiones son iguales en esencia, que se hizo pasar por católico cuándo estaba en Francia y fingió convertirse al islam tras irse a Egipto, cambiándose el nombre a Abd al-Wâhid Yahya, pero por alguna razón este personaje se ha convertido en un referente para cierto sector del tradicionalismo (supuestamente) católico. Pero bueno, el caso es que ahí tienes una defensa de sus tesis sobre el progreso, el progreso material es una consecuencia de la caída espiritual, cuanto más baja espiritualmente sea una sociedad más progresará materialmente. 

No me acuerdo ahora dónde pero también he visto a  bastante gente defender que el pecado original fue el origen de la ciencia y la técnica, eso no tiene sentido porque el fruto del árbol del bien y del mal alude a cuestiones morales, Adán y Eva tras comerlo no salen haciendo integrales o inventando cosas sino viendo que están desnudos, cosa que antes no les importaba, es decir una cuestión moral. Sí lo recuerdo lo pongo.

Otro: 

https://hispanismo.org/politica-y-sociedad/23906-el-hombre-masa-tecnocracia-y-desarraigo.html

Para ser justos dice algunas cosas interesantes y tiene razón al mencionar algunos problemas de nuestra época, pero el fondo del mensaje es el mismo: Rechazo de la Revolución Industrial, de las ciudades, los habitantes de las ciudades son desarraigados por no tener los vínculos que les unen a la tierra, etcétera.

Otro:

http://hispanismo.org/naturaleza/23146-naturaleza-y-tradicionalismo.html

Vale, aquí tienen razón en parte, es cierto progreso ha de ser racional y tener en cuenta el medioambiente y los recursos naturales, y que el consumismo es el mal y nos hemos dejado llevar por la vorágine consumista, todo eso es cierto, yo estoy a favor de vivir más austeramente, diferenciando lo útil y beneficioso de lo accesorio, pero ellos lo utilizan para llevarlo a su dirección y oponerse a la Revolución Industrial y los cambios que trajo, varios de ellos positivos e incluso necesarios para lograr cosas como el acceso de la mayoría de la población a la cultura y el conocimiento, esto enlaza con otro de mis puntos pero es uno de los motivos de mi defensa del progreso, tengamos en cuenta que sin la imprenta primero y la brutal mejora de condiciones materiales tras la Revolución Industrial sería imposible lograr eso. Primero porque se necesita la infraestructura para llevarlo a todos sitios, y segundo porque un crío que ha de estar trabajando en el campo desde muy pequeño porque sus padres sencillamente no pueden permitirse mantenerlo ya me dirás cómo va a acceder a la misma.

 Hay más pero todos vienen a decir lo mismo, así que creo que con comentar un par ya se entiende. 

No todos piensan así, pues también hay artículos hablando de cómo reindustrializar España, o gente criticando a artículos del tipo de los que he puesto, por eso dije algunos tradicionalistas, no todos.

En los otros temas que he ido mencionando es igual, por ejemplo en lo de la ciencia y el Génesis, en hispanismo.org es cierto que hay un tal Valmadian que se dedica a refutar a todos los que vienen en esa línea, así que ahí no es el pensamiento dominante, pero lo es en otros sitios tradicionalistas, por ejemplo en adelantelafe:

https://adelantelafe.com/que-edad-tiene-la-tierra-2/

https://adelantelafe.com/la-gran-mentira-cosmologica/

Hay más pero con esto se ve esa línea.

Luego, el punto artístico, yo he puesto el ejemplo de la literatura pero se extiende a todas las artes, como por ejemplo los que nos dicen que la decadencia de las mismas comienza con Renacimiento:

http://hispanismo.org/cultura-general/16468-el-renacimiento.html

También algunos lo llevan aún más allá y nos sueltan que la decadencia de La Cristiandad es por culpa del Renacimiento, por ejemplo en infocatolica:

https://www.infocatolica.com/blog/reforma.php/1207210204-186-final-de-la-cristiandad-f

https://www.infocatolica.com/blog/mirada.php/1610090216-150

Es verdad que el Cisma Protestante se da al final de Renacimiento, y también que apareció una minoría atea, el comentario de Juan Pablo II lo interpreto en esa dirección, pero el fondo de los artículos que he puesto va mucho más allá de eso y es una crítica a la época en sí, no solo a esa minoría o a Lutero, estos contraponen una Edad Media utópica y bucólica frente al Renacimiento entendido como la rebelión contra eso, eso no solo no es cierto sino que El Imperio Español se forjó en esa época y fue defensor de los valores renacentistas, y además importantes artistas de la época como por ejemplo Miguel Ángel, fueron los protegidos de los Papas de la época.

Nuevamente, no todos piensan así, hay artículos en infocatolica hablando bien del Renacimiento, e incluso en los artículos que he puesto hay gente contradiciendolo en los comentarios, pero es una corriente que existe y es la que yo critico.

Y por último, sobre la movilidad social, si tú divides la sociedad en estamentos más o menos inamovibles, en los que cambiar de uno a otro solo se da en circunstancias excepcionales, y además esos estamentos limitan los oficios que se pueden ejercer, la posibilidad de optar va determinados cargos públicos, etcétera, estaremos de acuerdo en que poca movilidad social hay ahí, y la defensa de dicho modelo va implícita en la defensa carlista del Antiguo Régimen. Esto solo se aplica a carlistas, los falangistas por ejemplo no entrarían en este punto, si es que se les puede considerar tradicionalistas. Igual que otros que no tengan la vuelta al Antiguo Régimen tal cual era entre sus propuestas, tampoco entran aquí los defensores de las versiones modernas del mismo, como por ejemplo el Segundo Imperio Alemán, que técnicamente sería Antiguo Régimen, pero los estamentos solo se limitaron al ejército, te ves los oficiales y casi todos eran nobles, pero al resto de ámbitos de la sociedad no se aplicaba. Tampoco entrarían los que pretendiese recuperar algunos elementos de esa época pero no todos.

Editado por Isaac Peral. Motivo:

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está bien la recopilación que haces, ahora bien... como digo estamos mezclando cuestiones de los llamados "tradicionalistas" en cuestión religiosa y el tradicionalismo político.

entre estos últimos no existe el rechazo que mencionas hacia el progreso técnico sino lo contrario, ni en lo doctrinal ni en su realización actual,  de hecho los últimos reductos del tradicionalismo político está conformado por urbanitas de elevada formación moderna (en lo personal creo que esta es una de las causas de su decadencia, pues han perdido una fuente de savia que originalmente tenían y ya perdieron).

que las grandes ciudades son más propicias al descontrol creo que tú mismo lo has reconocido implícitamente cuando hemos tratado el tema de la inmigración, te veo bastante covnencido de que en nuestro país van a haber disturbios similares a los raciales de estados unidos recientemente.

en cuanto al tema estamental, tengo que decirlo, y en lo tocante a Espanna... no se puede decir que un buen día amaneció y de repente unos tíos establecieron una sociedad estamental.

en este asunto yo tengo una percepción particular y es que creo que una sociedad debería tener un reflejo estamental, en el sentido original--> meritocrático y orgánico.

si nos remontamos a los siglos de la invasión islámica y posteriores de Reconquista, no puede tener sentido que en las  nuevas sociedades que iban surgiendo hacia el sur pudieran tener el mismo reconocimiento los que se resistieron a aquellos que se sometieron... el sistema nobiliario espannol se fundamentó ahí.

lo que no veo bien es la fosilización en forma de privilegio indefinido de la descendencia, pues va precisamente contra la meritocracia el que alguien con título heredado pero sin obra que lo respalde pueda seguir ostentando ciertas consideraciones.

en mi forma de ver, es precisamente esa fosilización y rigidez estamental lo que es antitradicional (las famosas tres o cuatro generaciones de las que hablaba la Biblia)

si alguien cree que es injusto que el hijo sea en parte beneficiado por el mérito o logro paterno... le emplazo a que renuncie a su herencia el día que le llegue y a quien creea que puede vivir de las rentas porque hace 10 generaciones un antepasado hizo una gesta pues está equivocado, lo que tiene que hacer es reportar méritos propios no títulos heredados.

me temo que, en esta ocasión, el punto medio es el de la virtud.

PD: Como curiosidad comento mi evolución respecto a esta cuestión y es que el espanto que me produjo en su día este falsotradicionalismo en lo religioso y el ver que está entreverado con sectores del tradicionalismo político espannol es lo que me ha ido distanciando en identificación con él, aunque cuando leo a sus pensadores -Vazquez de Mella, principalmente, aunque también otros como Fal Conde o a mi paisano Marcial Solana, entre otros- pues he de decir que no me veo más cerca de ninguna otra corriente doctrinaria política que de esa, si bien es verdad que he ido tomando una cierta distancia con el asunto del determinismo de los reinos, en mi opinión ya superados al menos en buena medida una vez que se unificaron las Coronas y reinos correspondientes.

 

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hace 1 hora, Vanu Gómez dijo:

está bien la recopilación que haces, ahora bien... como digo estamos mezclando cuestiones de los llamados "tradicionalistas" en cuestión religiosa y el tradicionalismo político.

entre estos no existe el rechazo que mencionas hacia el progreso técnico sino lo contrario, de hecho los últimos reductos del tradicionalismo político está conformado por urbanitas de elevada formación (en lo personal creo que esta es una de las causas de su decadencia).

que las grandes ciudades son más propicias al descontrol creo que tú mismo lo has reconocido implícitamente cuando hemos tratado el tema de la inmigración, te veo bastante covnencido de que en nuestro país van a haber disturbios similares a los raciales de estados unidos recientemente.

en cuanto al tema estamental, tengo que decirlo, y en lo tocante a Espanna... no se puede decir que un buen día amaneció y de repente unos tíos establecieron una sociedad estamental.

en este asunto yo tengo una percepción particular y es que creo que una sociedad debería tener un reflejo estamental, en el sentido original--> meritocrático.

si nos remontamos a los siglos de la invasión islámica y posteriores de Reconquista, no puede tener sentido que en las  nuevas sociedades que iban surgiendo hacia el sur pudieran tener el mismo reconocimiento los que se resistieron a aquellos que se sometieron... el sistema nobiliario espannol se fundamentó ahí.

lo que no veo bien es la fosilización en forma de privilegio indefinido de la descendencia, pues va precisamente contra la meritocracia el que alguien con título heredado pero sin obra que lo respalde pueda seguir ostentando ciertas consideraciones.

en mi forma de ver, es precisamente esa fosilización y rigidez estamental lo que es antitradicional (las famosas tres o cuatro generaciones de las que hablaba la Biblia)

si alguien cree que es injusto que el hijo sea en parte beneficiado por el mérito o logro paterno... le emplazo a que renuncie a su herencia el día que le llegue y a quien creea que puede vivir de las rentas porque hace 10 generaciones un antepasado hizo una gesta pues está equivocado, lo que tiene que hacer es reportar méritos propios no títulos heredados.

me temo que, en esta ocasión, el punto medio es el de la virtud.

 

¿Puedes recomendar alguna lectura de los tradicionalistas políticos a los que te refieres sobre estos temas?  No pido tanto un autor como obras específicas en las que se traten las cuestiones que he soltado. 

El modelo urbano ha de ser revisado, yo estoy de acuerdo, estoy a favor de la repoblación de pueblos abandonados y que se descongestionen  las grandes urbes, pero aún así las ciudades y la población urbana son buenas y necesarias en su justa medida. Fuera de eso yp la gran ventaja que le veo a la ciudad es su mayor acceso a la cultura y el conocimiento, pero eso entre una buena red de colegios y un buen sistema de transporte público para acceder a la ciudad cuando sea necesario se podría solucionar, y Google, eBay y Amazon también ayudan, claro. Así como becas universitarias para buenos expedientes de gente con como dinero, aunque eso ya existe a día de hoy, eso sería un modelo razonable. Aquí defiendo el término medio, ni ruralismo ni urbanización excesiva y congestionamiento de las grandes urbes.

Tiene sentido recompensar de alguna manera al que hace un acto heroico o una gran contribución al país. Pero una cosa es eso y otra es dividir a la sociedad de esa manera, dando tantos privilegios a unos y además extenderlo a perpetuidad.

¿La herencia? Bueno, el dinero y las propiedades se pueden perder si no se trabaja ni se invierte, además cualquiera puede ganar dinero si logra un buen trabajo o una empresa que funciona bien, incluso le puede comprar las propiedades heredadas al anterior si está de acuerdo, o superarle en dinero, no es algo tan limitado ni mucho menos. 

Los títulos nobiliarios siguen existiendo solo que ahora solo tienen privilegios protocolarios, antes la gente con título copaba los cargos oficiales en el ejército, los cargos diplomáticos, las cortes, buena parte de los cargos públicos, estaban exentos del pago de impuestos -Carlos III intentó cambiar esto último sin éxito-, tenían tribunales y cárceles especiales. 

Ahora bien, si se trata de darle una  exención fiscal y reconocimiento protocolario durante 3 generaciones a aquellos que han realizado actos heroicos o aportado mucho al país podría ser aceptable pero no el que tengan todos los privilegios nombrados y que encima tras 23 generaciones se siga igual. Más que por lo que reciben unos por lo que limita eso a los otros. La exención fiscal -o en su defecto una compensación económica- durante 3 generaciones sería algo razonable. Y limitado a esas generaciones, porque si sigues igual tras 23 generaciones al final lo que hay es una sociedad de castas pero más suave.

Si incluso hoy, que de cara a la galería se niega, se dan bastantes casos de enchufe en determinadas oposiciones -famosas son las del Cuerpo Diplomático- te puedes imaginar como sería en la época cuando ni se negaba, cuándo era lo normal.

Editado por Isaac Peral. Motivo:

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hace 47 minutos, Isaac Peral dijo:

¿Puedes recomendar alguna lectura de los tradicionalistas políticos a los que te refieres sobre estos temas?  No pido tanto un autor como obras específicas en las que se traten las cuestiones que he soltado. 

El modelo urbano ha de ser revisado, yo estoy de acuerdo, estoy a favor de la repoblación de pueblos abandonados y que se descongestionen  las grandes urbes, pero aún así las ciudades y la población urbana son buenas y necesarias en su justa medida. Y aún así debería existir la opción de elegir si prefieres un ámbito u otro. Yo la gran ventaja que le veo a la ciudad es su mayor acceso a la cultura y el conocimiento, pero eso entre una buena red de colegios y un buen sistema de transporte público para acceder a la ciudad cuando sea necesario se podría solucionar, y Google, eBay y Amazon también ayudan, claro.

Tiene sentido recompensar de alguna manera al que hace un acto heroico o una gran contribución al país. Pero una cosa es eso y otra es dividir a la sociedad de esa manera, dando tantos privilegios a unos y además extenderlo a perpetuidad.

¿La herencia? Bueno, el dinero y las propiedades se pueden perder si no se trabaja ni se invierte, además cualquiera puede ganar dinero si logra un buen trabajo o una empresa que funciona bien, incluso le puede comprar las propiedades heredadas al anterior si está de acuerdo, o superarle en dinero, no es algo tan limitado ni mucho menos. 

Los títulos nobiliarios siguen existiendo solo que ahora solo tienen privilegios protocolarios, antes la gente con título copaba los cargos oficiales en el ejército, los cargos diplomáticos, las cortes, buena parte de los cargos públicos, estaban exentos del pago de impuestos -Carlos III intentó cambiar esto último sin éxito-, tenían tribunales y cárceles especiales. 

Ahora bien, si se trata de darle una  exención fiscal y reconocimiento protocolario durante 3 generaciones a aquellos que han realizado actos heroicos o aportado mucho al país podría ser aceptable pero no el que tengan todos los privilegios nombrados y que encima tras 23 generaciones se siga igual. Más que por lo que reciben unos por lo que limita eso a los otros. La exención fiscal -o en su defecto una compensación económica- durante 3 generaciones sería algo razonable. Y limitado a esas generaciones, porque si sigues igual tras 23 generaciones al final lo que hay es una sociedad de castas pero más suave.

Si incluso hoy, que de cada a la galería se niega, se dan bastantes casos de enchufe en determinadas oposiciones -famosas son las del Cuerpo Diplomático- te puedes imaginar como sería en la época cuando ni se negaba, cuándo estaba bien visto. 

no se puede ver la historia espannola de forma monolítica, aquí abajo te pongo una confirmación arqueológica de que la realidad social rígida imperial de la que nos hablan tantos libros es falsa, y hemos de pensar que esto fue así prácticamente desde los levantamientos del siglo VIII en el norte peninsular y que no debió dejar de ser así al menos en el frente de avance.

así que una importante flexibilidad sí que la hubo aunque con el paso del tiempo, allá donde se fue alcanzando estabilidad hubo una tendencia a fosilizar estructuras y linajes.

https://www.abc.es/cultura/abci-mujeres-mestizos-amuletos-arqueologos-rompen-mitos-sobre-elite-inicio-imperio-espanol-202005100152_noticia.html

Cita

Donde solo debía haber «mala gente» de la elite blanca (o sea, españoles rabiosos) resulta que aquello está lleno de mulatas que se supone que ricas y de mestizos cargados de plata (del Perú).

Primera conclusión: ese imperio español que retratan tan estático y represor tenía una espectacular movilidad social. También geográfica.

 

Sobre los textos que pides, buf, el tipo tiene unas obras completas de 30  volúmenes -de lo que se ha rescatado de cara al público porque sus manuscritos personales fueron arrasados en tiempos republicanos-  ha sido uno de los pensadores espannoles más importantes del siglo pasado pero su nombre ha quedado relegado, en Madrid le quitaron el nombre de una plaza para dedicarla a Zerolo, tú que eres de Madrid lo sabrás

https://www.amazon.de/completas-Excelentísimo-Volúmenes-completa-volúmenes/dp/B001V90FKO

hacer una selección sería un atrevimiento por mi parte, ahí abajo tienes solo 5 de ellos, te recomiendo ir al Volumen V y en las últimas páginas tienes un índice temático con los asuntos tratados en cada tomo y así puedes ir seleccionando los que te interesen especialmente, en red lamentablemente creo que solo son accesibles estos que te pongo, luego tienes la alternativa del último enlace que te pongo, ese ya obra de Gambra acerca del propio Mella.


 http://carlismo.es/wp-content/uploads/2015/08/obrasvazquezmella-tomoI.pdf.
 http://carlismo.es/wp-content/uploads/2016/09/MELLA-II.pdf.
 http://carlismo.es/wp-content/uploads/2016/09/MELLA-III.pdf.
http://carlismo.es/wp-content/uploads/2016/09/MELLA-IV.pdf.

https://carlismo.es/wp-content/uploads/2018/06/MELLA-V.pdf

 

https://archive.org/details/elidealdeespanalostresdogmasnacionalesdomjuanvazquezdemella1915

 

Este quizás te pueda valer como "resumen",  la visión que de él hace Gambra, donde puedes acceder a textos importantes.

https://archive.org/details/vazquez-de-mella-textos-de-doctrina-politica

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Yo soy falangista y soy crítico con el progreso técnico, pero no en cuanto tal progreso sino en la medida que esas novedades técnicas no llevan ningún rumbo o, si lo llevan, no es precisamente un rumbo compatible con la religión y con la dignidad humana. Incluso puede darse el caso de que ese progreso técnico, al no tener ningún límite moral, lleve a la disolución de nuestras sociedades, por caminos que ya empiezan a atisbarse. También soy crítico con la creencia de que todo lo nuevo, por ser nuevo, es mejor que lo antiguo, que entiendo que es la base del progresismo y que sería el reverso de la creencia errónea de que todo lo moderno, por ser moderno, es malo mientras que todo lo antiguo sería bueno.

En el tradicionalismo político español, que yo sepa, no ha habido grandes críticas a la técnica moderna ni al concepto de progreso que se fija sólo en el aspecto técnico y material sin tener en cuenta si promueve también el progreso moral y religioso. Incluso en algunos casos se ha dado un entusiasmo desmedido con las nuevas tecnologías, a mi juicio. Cito como ejemplo una conferencia de Federico Wilhelmsen que publicó el blog de Javier Garisoain, máximo dirigente de la CTC. En la conferencia, este carlista estadounidense reconoce que la técnica mecánica del siglo XIX desbarató el tipo de sociedad que defendían los carlistas, pero en cambio hace un encendido canto a la nueva era de la electrónica, que considera preñada de posibilidades para el carlismo y para la cristiandad. Saluda el teléfono, la televisión y el ordenador como avances técnicos muy positivos que impulsarán un retorno a las tradiciones y a la descentralización. Con todos los respetos para este profesor, me parecen de una ingenuidad brutal esos planteamientos, pues de hecho esos avances han producido una mayor centralización. Pero lo cito aquí como ejemplo de que la crítica a la técnica moderna no es una cuestión propia del tradicionalismo político sino de la filosofía en general y con importantes repercursiones sociales, políticas y religiosas (ha habido pensadores de todas las tendencias políticas que han cuestionado la tecnolatría).

Cita

Un mensaje del profesor Federico Wilhelmsen para los carlistas el siglo XXI

 
fdwilhelmsen.jpg
Acaba de llegar a mis manos este texto luminoso. Se trata de una conferencia pronunciada en los años 70 (¡hace 40 años!) por el filósofo norteamericano -y carlista convencido- Federico Wilhelmsen. Está recogida con otros textos del autor en un folleto titulado: "Cristo Rey, Libertad, Carlismo". Si eres un carlista del siglo XXI esto es para tí. Si no todavía no eres carlista... piénsatelo.



Somos pocos pero distinguidos. Y porque somos pocos voy a hablar con Vds. de una manera menos académica de lo que yo pensaba hablar… Creo que es significativo y aún simbólico que en un grupo de unos jefes de requetés haya tres extranjeros, bueno –hay dos- porque me considero a mí mismo un requeté más debido a mi colaboración tan larga y mi amistad tan profunda con Don José Arturo Márquez de Prado. Pero haciendo hincapié en el hecho de que el señor Brad Evans y el Doctor Warren Carroll, ambos norteamericanos están con nosotros, me gustaría enfocar mi primera charla sobre unos aspectos del mundo moderno, o más bien dicho, el mundo post-moderno dentro del cual estamos viviendo. En el pasado el carlismo siempre tenía a su lado y hasta en las trincheras a voluntarios extranjeros pero esos voluntarios habían venido a España para luchar en pro de un ideario legitimista y católico netamente español. Hoy en día la lucha contra-revolucionaria es internacional en sí misma y por eso la batalla no puede ser estrechamente nacional sino universal –y cuando digo universal quiero decir casi trascendental. Pero esta internacionalización de la lucha por Dios y por la dignidad del hombre no solamente ha crecido debido al carácter internacional del enemigo. Esto claro que sí, es verdad, pero esta lucha se impone también debido a un cambio enorme en las estructuras técnicas que domina el mundo de hoy.

En pocas palabras voy a expresar mi tesis. Mientras que la técnica del siglo pasado obraba en contra del carlismo la técnica de hoy puede obrar en favor del carlismo con tal de que el carlismo tenga la imaginación y la inteligencia necesarias para aprovechar de este momento histórico. El siglo 19 y la primera mitad del siglo 20 han sido dominados por un proceso científico y tecnológico cuyo centro dinámico operaba en contra del carlismo. El pasado, en el sentido de que el carlismo levantaba una bandera en favor de una serie de valores amenazados no solamente por los enemigos políticos de la cristiandad sino también por el mismo desarrollo científico y técnico de aquel entonces.

El carlismo defendía a las Españas, una sociedad descentralizada y autogobernada por fueros arraigados en cada provincia y reino de la patria hispánica. Pero el siglo 19 hasta muy recientemente, el siglo 20 de hecho eran tiempos de una centralización feroz. Podemos trazar esta centralización histórica notando que su nacimiento se debía a la revolución técnica de Guttemberg en el siglo 15 lo cual hizo posible la distribución rápida de libros y por tanto de órdenes y ordenanzas que manaban de un centro. Europa empezaba a gobernarse desde centros políticos capitales. Todo esto hizo que la antigua estructura política y social empezara a desparecer, poco a poco, primeramente en Francia luego en las Alemanias, y últimamente en España. Pero la centralización política –hecho posible por ese medio nuevo de comunicación, la imprenta-, hizo una alianza casi inconsciente, con la revolución tecnológica que llegó, un poco más tarde en el continente europeo. Me refiero naturalmente a la revolución industrial. Esta revolución más importante quizá, que cualquier otra revolución en la historia del hombre, destrozó la antigua base de una política descentralizadora. Fueros en un sentido político exigen una base técnica y económica que hace posible la libertad pregonada por los fueros. De otra forma los fueros son nada más que una bandera y un mito romántico. Por mucho que hablemos de los fueros, toda nuestra dedicación queda en el aire a menos que el autogobierno de una región o de una provincia se mantenga sobre una base económica que ofrezca cierta independencia económica y técnica a dicha región. Ahora bien –la tradición de las libertades concretas y forales luego defendida por el carlismo tenía esa base antes de la revolución industrial. Pero la revolución industrial centralizaba el trabajo a través de fábricas enormes localizadas en ciudades grandes cuyo poder económico era tan grande que era capaz de destruir la antigua libertad económica de las regiones y provincias y aldeas de toda la cristiandad.

Puesto que esta revolución técnica estaba en las manos de una nueva clase económica cuya política llegó a ser el liberalismo clásico del siglo pasado, el capitalismo, podemos decir que la nueva política se apoderaba de la nueva técnica. También podemos decir que la nueva política era la cara política de esta misma tecnología. Por defender los fueros y las libertades concretas de la tradición cristiana católica, el carlismo en realidad era una fuerza reaccionaria –en este sentido del término: reaccionaba en contra de un mundo nuevo cuyos postulados tecnológicos estaban en contra de la base económica y tecnológica de dichos principios. En esto Carlos Marx tuvo razón: el mundo nuevo industrializado estaba destrozando las bases económicas de la antigua cristiandad.

Se puede decir que el carlismo era el último abanderado de un mundo ya muriendo –de un mundo descentralizado, autogobernado por sus propias instituciones y marcado por una serie de libertades concretas que no tenían sentido en el mundo nuevo de la mecanización- un mundo gris, feo, uniforme, y totalmente carente de belleza y de gracia.

Pero no hay nada necesario en la historia. La historia no se desarrolla a través de la evolución. Aunque hay procesos evolucionarios en el ser –por ejemplo, en la vida biológica- la historia como tal historia consiste no en la evolución sino más bien en una serie de saltos que no tienen relación entre sí. El vapor no es un barco de vela en escala grande. El vapor no es un paso evolucionado en la historia del hombre y del mar. El vapor no tiene nada que ver con el barco de vela –es una cosa totalmente y completamente diferente cuyo principio técnico no tiene nada que ver con la técnica anterior. Estoy tratando de decir que lo moderno –en este caso el vapor-, no apareció en la historia a través de un proceso evolucionario. Era nuevo sin ningún precedente. En términos aristotélicos no era la actualización de una potencia pre-existente.

Ahora bien. La técnica moderna –no la postmoderna- era marcada por una tendencia dinámica que necesariamente centralizaba todo a través de una atomización de lo pre-existente. La máquina centraliza gracias a un poder enorme de atomizar todo lo que la misma máquina absorbe dentro de sí misma. La sociedad creada en la imagen de la máquina hace lo mismo. Atomiza la sociedad antigua con sus libertades y fueros y así centraliza todo en un orden político que es un espejo de una máquina. Así es el capitalismo liberal y así es la técnica que hizo posible esta misma política. Si no hubiera aparecido en la historia una técnica no mecanizada, el carlismo hubiera sido nada más que una reacción gloriosa pero reacción sí en contra de un mundo nuevo.

Alguien aquí podría acusarme de ser marxista por haber arraigado lo político en lo económico si no tomara en cuenta el hecho de que el marxismo tiene una teoría evolucionista de la técnica y yo no la tengo. Creo que mi ejemplo sencillo del vapor y del barco de vela por lo menos es un bosquejo de a dónde voy.

Ambas políticas, la marxista y la liberal, se basan en la convicción de que la mecanización es una ley del ser, que la mecanización y una mecanización aún más intensiva, es una regla arraigada en la misma marcha de la historia del hombre. Pero algo pasaba en este siglo cuyas raíces ya existían en el siglo pasado –la aparición de una técnica nueva que no tiene nada que ver, absolutamente nada que ver, con la mecánica. Me refiero, claro que si, a la técnica electrónica. La electrónica –por un dinamismo interior cuya estructura no puedo explorar en esta conferencia; esto exigiría una conferencia mucho más detallada y filosófica que quiero dar- descentralizada- voy a poner unos ejemplos. Cuando pongo una conferencia telefónica –de larga distancia como dicen los mexicanos-, no solamente el concepto sino la misma realidad de un centro- desaparece. No hay ningún centro geométrico que forme la medida de todo lo que lo rodea. El teléfono permite que un jefe de estado gobierne desde un yate o desde su finca. No hace falta que esté en una capital. El teléfono por sí mismo ha hecho anacrónico el concepto liberal y marxista según el cual una sociedad tiene que ser gobernada desde un centro. El teléfono es la venganza de Carlos V –un hombre que nunca gobernaba desde ningún centro, pero mientras que Carlos V tenía que pasar su vida viajando por sus varios reinos, un Carlos V de hoy podría hacer lo mismo desde cualquier sitio geográfico. El espacio y el tiempo han sido abolidos por la técnica electrónica. Esta abolición ha destrozado, no la realidad –claro que sí- pero sí ha anulado la base técnica de una política de centralización. Lo que he dicho del teléfono podría decir también de la televisión y de la computadora. Una base central del mundo moderno era la universidad estatal. Es universidad se basaba en bibliotecas enormes y la universidad, en realidad, era un centro físico que guardaba un concentración de libros y esta concentración encarnaba la sabiduría y la ciencia de la sociedad. Ahora no: toda la información que existe en una universidad, la más grande que hay hoy en día puede encajarse en una computadora de tamaño de una maleta. La misma educación va hacia una descentralización hasta ahora ni siquiera imaginada por el hombre. El concepto de un poder grande se hace anacrónico también. Cualquier gamberro capaz de apoderarse de un submarino nuclear podría hacer el chantaje a todo el mundo –no importa donde esté.

El mundo del mañana, post-moderno, el mundo del siglo XXI, buscará a la fuerza de nuevas maneras de autogobernarse. Esto no quiere decir que todo lo moderno va a desaparecer. Nada desaparece en la historia. Todo permanece. Estamos en un monasterio del siglo XII 1 y la faz del siglo XX continuará existiendo en el siglo XXI pero tal y como el siglo XX no está gobernado por el siglo XII, el siglo XXI no estará gobernado por el XX. ¿Pero dónde hay una doctrina que siempre ha pregonado una descentralización del poder y una pluralidad de autoridades? ¿Dónde hay una doctrina que siempre rechazaba la doctrina determinista según la cual las condiciones del siglo XIX eran leyes inmutables de la existencia histórica humana? ¿Dónde hay una postura política que niega que el hombre sea nada más que una pieza dentro de una máquina? ¿Dónde hay una enseñanza que pregone una libertad concreta absuelta de un poder central? Ahora bien –el ejército del gran rey Carlista, Carlos V, nunca pudo entrar en Madrid. Llegó hasta el Parque Retiro, y nada más. Pero mañana no hace falta llegar a un centro político geográfico porque no habrá ningún centro. Estamos entrando en una nueva edad media pero una edad media totalmente nueva y por lo tanto no una repetición de lo pasado.

De momento en esta conferencia, no me dedico al aspecto católico y religioso del carlismo. Me dedico al carlismo como respuesta a una situación técnica nueva. Ahora bien –otra doctrina política podría llenar el vacío que se produce hoy gracias a las condiciones electrónicas. Pero, tal doctrina no existe. El marxismo es una postura totalmente muerta en los EEUU, pero tiene mucho empuje aquí y en Sur-América y en el tercer mundo2. El marxismo tiene carisma pero un carisma que se basa en una mirada hacia una situación pasada. Voy a poner otro ejemplo: el sistema parlamentario puede existir solamente cuando hay mucho tiempo para dialogar. El mundo post-moderno no tendrá tanto tiempo porque las condiciones eléctricas han abolido el tiempo como dimensión significativa en la vida política.

Si el carlismo era reacción y reacción en un sentido sano de la palabra en el siglo pasado, el socialismo y el marxismo y el capitalismo representan las fuerzas de la reacción en el mundo de hoy. Esto no quiere decir que han perdido su poder. Un león herido y muriendo es casi más feroz y peligroso que un león pacíficamente andando por la jungla. Pero un carlismo sin la imaginación de coger este momento histórico, un momento idóneo por la instauración de su ideario, sería un carlismo también destinado a desparecer como un sueño bonito, como un lirismo histórico y romántico. Y esto tenemos que evitar.

---

1 La conferencia formaba parte de un curso que se impartía en el Monasterio de La Oliva en Carcastillo (Navarra) http://monasteriodelaoliva.org/

2 Hay que tener en cuenta que Federico Wilhemmsen, era norteamericano y que la conferencia se impartió a mediados de los años 70.

El blog de Javier Garisoain: Un mensaje del profesor Federico Wilhelmsen para los carlistas el siglo XXI

 

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Que el detalle no nos impida ver el conjunto. 

Tarados hipermedievalistas los tenemos, y ahí tenemos al nacionalismo catalán para demostrarlo, pero el problema principal en nuestros días y ahí es donde se debe enfocar la Gran Crítica, son los tarados hipermodernos. La pura razón nos hace ver que los que abanderan la Modernidad y los que escupen contra la Tradición, son los que suelen traer la Maldad. Una y otra vez, sin pausa. Otra cosa es que se luche para arrebatarles esa bandera, que en un momento dado se consiga, pero la cosa a día de hoy es así. 

Así, por mi parte, la Modernidad en el foco, directos contra ella, y perdonando sin problemas a compañeros de batalla que se dejen llevar por la natural inercia en el combate.

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Lo miraré, sé lo de Zerolo pero no soy de Madrid, no sé qué te  llevó a tal idea, pero soy de Cartagena.

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hace 12 horas, Hispanorromano dijo:

Yo soy falangista y soy crítico con el progreso técnico, pero no en cuanto tal progreso sino en la medida que esas novedades técnicas no llevan ningún rumbo o, si lo llevan, no es precisamente un rumbo compatible con la religión y con la dignidad humana. Incluso puede darse el caso de que ese progreso técnico, al no tener ningún límite moral, lleve a la disolución de nuestras sociedades, por caminos que ya empiezan a atisbarse. También soy crítico con la creencia de que todo lo nuevo, por ser nuevo, es mejor que lo antiguo, que entiendo que es la base del progresismo y que sería el reverso de la creencia errónea de que todo lo moderno, por ser moderno, es malo mientras que todo lo antiguo sería bueno.

En el tradicionalismo político español, que yo sepa, no ha habido grandes críticas a la técnica moderna ni al concepto de progreso que se fija sólo en el aspecto técnico y material sin tener en cuenta si promueve también el progreso moral y religioso. Incluso en algunos casos se ha dado un entusiasmo desmedido con las nuevas tecnologías, a mi juicio. Cito como ejemplo una conferencia de Federico Wilhelmsen que publicó el blog de Javier Garisoain, máximo dirigente de la CTC. En la conferencia, este carlista estadounidense reconoce que la técnica mecánica del siglo XIX desbarató el tipo de sociedad que defendían los carlistas, pero en cambio hace un encendido canto a la nueva era de la electrónica, que considera preñada de posibilidades para el carlismo y para la cristiandad. Saluda el teléfono, la televisión y el ordenador como avances técnicos muy positivos que impulsarán un retorno a las tradiciones y a la descentralización. Con todos los respetos para este profesor, me parecen de una ingenuidad brutal esos planteamientos, pues de hecho esos avances han producido una mayor centralización. Pero lo cito aquí como ejemplo de que la crítica a la técnica moderna no es una cuestión propia del tradicionalismo político sino de la filosofía en general y con importantes repercursiones sociales, políticas y religiosas (ha habido pensadores de todas las tendencias políticas que han cuestionado la tecnolatría).

 

Ya, pero yo me los imaginaba más emparentados con el neoludismo y cosas por el estilo.

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hace 3 horas, Isaac Peral dijo:

Lo miraré, sé lo de Zerolo pero no soy de Madrid, no sé qué te  llevó a tal idea, pero soy de Cartagena.

Caramba, eso es una especie de identificación inmediata de megaurbe con aquella ciudad... una falsa asociación.

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hace 4 horas, Vanu Gómez dijo:

Caramba, eso es una especie de identificación inmediata de megaurbe con aquella ciudad... una falsa asociación.

A ver, yo no dije que viviera en una megaurbe, yo cuando hablaba de ciudades pensaba en las ciudades pequeñas y medianas, luego salió el tema de las megaurbes, que es lo que asociais más a la ciudad. Es una ciudad que está sobre los 200.000, o sea una ciudad mediana.

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    • Por Latino I
      Fuente: https://www.lavozdeasturias.es/noticia/opinion/2022/03/11/iglesia-abusos-tiempos-guerra/00031647024072652295398.htm
      Leo con bastante frecuencia artículos como el que enlazo, ya que me parecen muy representativos del tipo de crítica a la Iglesia que se hace actualmente desde muchos ámbitos de la sociedad. En particular, lo que me parece más representativo en el artículo es el juicio que al autor merece el tema de la culpa en los cristianos, una emoción "negativa", según él. Junto con esta culpa, también tenemos que mencionar el "miedo" como elemento esencial de la fe cristiana, al menos de la fe que el autor atribuye a los dogmas promulgados por las jerarquías eclesiásticas. El autor parece dar por sentado que , en primer lugar, el sentimiento de culpa es esencialmente negativo para los humanos y, segundo, que este "sentimiento" se traduce en una "emoción negativa" que experimentamos los cristianos. Me pregunto si estas dos opiniones no serán más que prejuicios, ya que ni la culpa tiene por qué ser algo negativo (como se suele sostener hoy de forma, a mi juicio, acrítica), ni tampoco los cristianos que creemos en la gracia vivimos atemorizados y esclavizados por dichas culpas. 
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      Fuente original: https://www.lavozdeasturias.es/noticia/opinion/2022/03/11/iglesia-abusos-tiempos-guerra/00031647024072652295398.htm
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      En el nuevo paradigma social en el que vivimos, en este siglo XXI, dominado por la omnipresencia de las comunicaciones digitales y las redes sociales, las personas nos hemos convertido poco a poco en mercancía para las corporaciones detrás de dichas redes, como también para los usuarios de las propias redes. Cada cuenta de usuario es un valor, y a su vez, una mercancía.
      Hoy pueden encontrarse miles de páginas web donde se venden seguidores, likes, etc, con objeto de alimentar las cuentas de usuario de las empresas y particulares que se promocionan en redes. Si uno tiene, por ejemplo, una pequeña empresa de viajes, por unos pocos euros puede comprarse mil, dos mil o diez mil seguidores orgánicos en Twitter, Instagram o Facebook, por citar las más conocidas, que le asegurarán miles de likes o comentarios, lo que a su vez atraerá la atención de una mayor cantidad de público, potencialmente interesado este sí, en adquirir los viajes que ofrezca dicha empresa.
      Otro ejemplo frecuente es el de los comunicadores sociales. Para una institución pública, un agente social, un político, un periodista o un medio informativo, cuanto mayor sea el número de seguidores que tenga, mayor es la importancia y alcance de sus comunicaciones, y por tanto, más repercusión social alcanza. De ahí que incluso en estos casos, sea frecuente el uso de bots o cuentas falsas, programadas para interactuar con las publicaciones del emisor, pues a mayor número de seguidores, mayor es también el interés que despierta el comunicador y el efecto marea que genera en la sociedad.
      En el ámbito de las redes sociales en sí mismas, ocurre algo similar. Cuanto mayor sea el número de usuarios e interacciones que se producen en una red, mayor es la cantidad de información que puede extraerse de dicha actividad, por parte de los gestores y propietarios de la red, que luego es utilizada para realizar estudios sociales, de mercado, etc. Una información que luego es vendida a empresas e instituciones interesadas en disponer de esa información, o es usada por la propia red para implementar estrategias de mercado y en definitiva lograr un mayor dominio sobre la voluntad de sus usuarios. De igual manera, cuanto mayor es la presencia y actividad de una red en una determinada región geográfica, mayor es también el valor en bolsa de la empresa titular de la red.
      En definitiva, no resulta difícil entender que siendo así las cosas, las personas nos hayamos convertido, en el nuevo mundo digital, en vulgar moneda y mercancía con la que comerciar. "He comprado diez mil seguidores" ó "esta red vale mil millones de seguidores frente a la otra que solo vale quinientos". Y aquí es donde el tema enlaza con lo que comentábamos antes acerca de la inflación, pues si a mayor cantidad de dinero en los mercados, mayor es el riesgo de inflación, igualmente, a mayor cantidad de personas en las redes, menor será el valor de su dignidad y relaciones.  
      Hace décadas, para un pequeño comerciante de provincias, disponer de una pequeña cartera de clientes podía asegurarle mantener su actividad, empresa y puestos de trabajo. Una hoja parroquial podía mantenerse con unas pocas decenas de suscriptores; un diario local, sobrevivir con unos pocos cientos o miles de lectores, y una publicación oficial, no necesitaba apenas publicidad, pues sus usuarios estaban restringidos a los pocos profesionales o funcionarios locales interesados en su contenido. Hoy, todo eso no vale casi nada. Frente a la marea global de las comunicaciones y el comercio, todas esas actividades han pasado a ser despreciables, casi por la mayoría de sus antiguos usuarios. Muchas de esas empresas han tenido que cerrar y despedir a sus trabajadores, o en el mejor de los casos hipotecarse o vender su labor e identidad a grandes franquicias, con la consecuente pérdida de empleo, emprendimiento y riqueza humana que eso supone. Y lo que se mantiene, lo hace mayormente gracias a ayudas y subvenciones, que a la postre castigan al contribuyente y obligan al interesado a sumarse a los dictados del fenómeno globalizador. Por otra parte, el valor de los bienes y servicios que estos profesionales y empresas producían y ofrecían, ha disminuido considerablemente, disminuyendo así su propio valor profesional.  
      En mi caso por ejemplo, en los años noventa, en casa podíamos pasar el mes holgadamente con lo que recibía de realizar un reportaje gráfico para alguna publicación. Actualmente, hay veces que tienes que regalar las imágenes, solo para evitar que prescindan de ti en el futuro, pues no falta material gratuito y abundante en las redes, aunque sea de peor calidad. Y cuando lo pagan, no tienes ni para pasar la semana,  a pesar de que la calidad y el esfuerzo se hayan multiplicado exponencialmente con respecto al de aquellos años, por la aparición de las nuevas tecnologías.
      Pero esa devaluación ocurre de manera similar en el ámbito de las redes. Cuando Internet comenzó a ser popular, una pequeña web o foro con algunos cientos de seguidores, tenía un valor determinado capaz de trasladar a la sociedad una serie de inquietudes, valores o ideas, y aunque en algunos casos fuesen cuestionables, también eran rebatibles. Se competía en calidad más que en cantidad. Sin embargo, hoy todo eso resulta despreciable frente a la mil millonaria multitud que abunda en las grandes redes sociales y se mueve por ellas como cardúmenes. Un pequeño foro como este, por ejemplo, hoy apenas tiene repercusión ni importancia social y si la tuviera, en términos cuantitativos resulta despreciable, resultando de esta manera despreciable también, el trabajo o el empeño en el quehacer que sus promotores hayan puesto para llevarlo adelante, por más nobles que sean los fines.
      Lo que cuenta ahora, en definitiva, es la cantidad, pero como esta es inflacionaria, a medida que pasa el tiempo y las redes se hacen cada vez más grandes e influyentes, el valor de las personas en las redes, y de las pequeñas cosas valiosas que hace la gente, dentro o fuera de las redes, disminuye o se hace más y más efímero e insignificante.
      Esta dinámica tiene a su vez su repercusión en la vida real, pues no obstante, la realidad virtual no deja de ser un espejo donde nos miramos o reflejamos lo que llevamos en nuestro interior. Esto puede observarse muy bien en la política, por ejemplo, donde cada vez parece importar menos el desprecio por la dignidad de las personas y la mentira generalizada de la que hacen gala los políticos. ¿Para qué ser honesto si a fin de cuentas todo es efímero y desechable? ¿Para qué mirar por el bien común si revaluar lo mío va primero?
      Pero, qué decir de las empresas, ahí tenemos a muchas especulando con el valor de las cosas, sin importarles siquiera si las gentes van a poder acceder a ellas, aunque sean esenciales. O qué mencionar igualmente del trato que reciben muchos trabajadores, donde a pesar de las innumerables leyes laborales existentes, su valor como personas está cada vez más devaluado, asemejándose así a piezas o máquinas sustituibles. Por no hablar del que reciben los consumidores, sobre los que se opera como el pescador de altura opera con las redes de arrastre en el fondo del océano, sin importar mucho su condición y situación humana, pues lo importante es arrastrarlos a la cubierta del beneficio inversor.
      La globalización tiene estas cosas, que no solo afecta a la economía y las relaciones entre naciones, sino que también diluye en ese inmenso mercado el propio valor de las personas. Ante todo esto, el liberalismo propone esa suerte de individualismo, donde el que más tiene es el que más vale y, por tanto, la persona nunca deja de ser un valor de cambio subordinado al mercado, pero el socialismo intenta resolver el problema sancionando leyes e imponiendo obligaciones, que acaban devaluando aún más a las personas como individuos.
      Por eso, la pregunta que finalmente me hago es la siguiente: Al igual que ocurre en economía, además de elevar la calidad de nuestros actos ¿no sería también una solución eficiente, el empezar a tomar políticas restrictivas, en lo que respecta a nuestras relaciones políticas, sociales y por supuesto virtuales, de manera que comenzase a revaluarse y apreciarse nuestro valor como personas? ¿Qué otra solución le veis a este fenómeno?
    • Por Español
      Abro este hilo dedicado a un canal de YouTube, que quisiera compartir con todos pues me parece que recoge una de las mejores colecciones documentales en abierto, sobre cultura y tradiciones olvidadas o casi desaparecidas en España.
      El canal lo dirige el conocido fotógrafo y realizador documental Eugenio Monesma Moliner, el cual le ha dado su nombre. Don Eugenio es director de la productora Pyrene PV, en el Alto Aragón, y es miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis, en Zaragoza. Durante más de cuarenta años, ha realizado diversos trabajos y producciones para la televisión, y en su canal de YouTube lleva recopilando desde hace poco menos de un año, muchos de sus documentales, que son una delicia y un verdadero tesoro nacional a mi juicio. Actualmente posee la que quizás sea una de las mejores colecciones documentales de España sobre cultura tradicional: costumbres, oficios, tradiciones, fiestas, gastronomía...
      Si os gusta el tema, os sugiero y recomiendo encarecidamente que le deis un vistazo a su canal, pues en él se encuentran auténticas perlas de nuestra cultura popular, que posiblemente en muchos caso ya, reflejen el último vestigio vivo de la vieja y tradicional España.
      Como comentario último, destacar lo mucho que me ha llamado la atención, los innumerables comentarios de agradecimiento procedentes de América, que reciben sus videos, de personas que ven reflejados en estos videos el origen a su vez de muchas de sus costumbres en aquel continente. La raíz de sus ancestros. Sin pretenderlo, puede que este hombre con su trabajo, esté haciendo más por unir puentes entre la península y el continente, que muchos de los supuestos nuevos hispanistas que suelen utilizar otras vías más políticas, divisivas y agresivas.
      Dejo como presentación un ejemplo de lo que se puede encontrar en su canal, junto al enlace al mismo.
      Canal: Eugenio Monesma
       
    • Por Español
      Supongo que a estas alturas todos conocéis ya lo que está ocurriendo en la isla de La palma, con el estallido de un nuevo volcán que está arrasando la parte oeste de la isla.
      Personalmente y por motivos que no vienen al caso, llevo siguiendo de cerca este evento desde hace varios días, cuando comenzaron a producirse los primeros terremotos que acabaron dando paso al volcán. Y hay una constante que he venido observando desde el comienzo, que me gustaría comentar con vosotros, para ver si es una mala apreciación mía o realmente está ocurriendo lo que percibo.
      Se trata de la percepción de una gran indiferencia hacia el aspecto humano de esta tragedia, que comenzó entre la comunidad científica, al comienzo alegremente emocionada por la posibilidad de ser testigos de una erupción, y que ahora se ha trasladado al conjunto de la sociedad, que viene siguiendo las noticias, retransmisiones e imágenes en directo de la erupción con gran jolgorio, como si la pérdida de tantos bienes y el sufrimiento de centenares de familias, no tuviera la menor importancia. La emoción del espectáculo y la asepsia científica, parece que priman sobre todo.
      !ALUCINANTE! ¡ESPECTACULAR! ¡MARAVILLOSO...! Son algunos de los calificativos que más abundan por las redes. Incluso alguna ministra se ha llegado a pronunciar de manera semejante. Comparativamente, pocos comentarios en cambio se ven, apiadándose por la gente que está sufriendo la tragedia. En los chats de los canales de Youtube que están retransmitiendo en directo la erupción, mediante la señal que ofrece la televisión canaria, parece que se reúna cualquier cosa menos un grupo de personas siendo testigos de una tragedia.
      De otro lado: !Wow!, ¡genial", "volcan de tipo tal", "erupción de clase cual", "metros por segundo", "bomba de lava", "piroclastos..." La comunidad científica se me antoja en muchos momentos, más un grupo de elefantes que acaba de descubrir un abrevadero, que una comunidad de hombres sabios ocupada en prevenir tragedias y salvar vidas.
      Cierto es que las imágenes y el evento en sí pueden resultar espectaculares e interesantes dada su dimensión natural, pero pienso que es mucho más importante cuidar la dimensión humana, ya que si esta llegase algún día a perderse, lo del volcán iba a ser un juego de niños comparado con la tragedia que nosotros mismos podríamos causar.
      Y luego está la soberbia de quién cree tener dominio sobre todo. En la reunión técnica que mantuvieron las autoridades y científicos el sábado por la tarde con los vecinos de la zona, se les decía que no se preocupasen, pues tendrían tiempo suficiente para evacuar, ya que ellos "lo tenían todo controlado". El mismo domingo, una hora antes de estallar, les aseguraban que estuvieran tranquilos pues de momento no iba a pasar nada, en un exceso de engreimiento científico que minutos después se derrumbó cuando el volcán estalló. A muy pocos he oído pedir disculpas o reconocer que se equivocaron en sus cálculos. Al contrario, por todas partes oigo decir que gracias a la ciencia no ha habido desgracias personales, cuando hasta ayer noche, bien entrada la madrugada, aún había bomberos, guardias civiles y vecinos poniendo en riesgo sus vidas para evacuar a gente que no había tenido tiempo de ponerse a salvo, y todavía hoy ha habido brigadas poniendo a salvo a los animales domésticos y ganado de las casas afectadas, que poco después han sido engullidas por la lava.
      Toda esa gente sí que ha evitado desgracias y no tanto la comunidad científica, demasiado ocupada en presumir de conocimientos ante las cámaras o imprimir su nombre al pie de algún artículo científico con el que pasar a la posteridad. Pero con todo se equivocaron en sus cálculos, en cuanto al lugar, dimensión y momento de la erupción, y al final acertaron lo mismo que cualquier lugareño sin formación, que la semana anterior ya advertían, sin tener formación científica, que iba a haber una erupción inminente dados los terremotos que sentían y lo que habían aprendido de sus ancestros por otras erupciones del pasado. Demasiada soberbia y relumbrón científico para tan poco resultado práctico. Un poco más de humildad no vendría mal y haría más digna la profesión científica.
      Todo esto por no mencionar los arribistas políticos que lo mismo les vale un volcán que un inmigrante o una violación, para cargar sus anzuelos envenenados y pescar votos. O aún peor, los chalados de turno que no pierden tiempo en utilizar cualquier evento catastrófico para sembrar sus teorías disparatadas, y que por desgracia encuentran todas las puertas abiertas y acaban así sembrando el miedo y la ignorancia entre la gente. Hay miles de americanos que viven en las costas atlánticas, aterrados pensando que este volcán puede producir un mega tsunami que les arrase, por una estúpida teoría que algunos medios se han prestado en reproducir, haciéndose eco de una patraña diseñada por un científico británico financiado por un grupo de aseguradoras y patrocinado por la BBC, que hace algunos años lanzó esa teoría, vaya usted a saber con qué propósito. En esos chats que antes mencionaba de YouTube, hay casi más brasileños que españoles, siguiendo los acontecimientos muy preocupados por la posibilidad de esa supuesta catástrofe.
      No sé, no pretendo con este hilo denunciar a nadie ni hacer tampoco ninguna crítica contra ningún colectivo en concreto. Sé que en todas partes hay gente para todo, y que cada cual hace lo que puede, quiere y sabe, unos bien y otros no tan bien. Además, resulta evidente que la magnitud de esta tragedia supera cualquier medida humana, pero me parece que el tratamiento que se le está dando a esta tragedia, tanto en los medios y redes sociales por parte de una inmensa mayoría, como por la propia comunidad científica (o quizás habría que hablar de sus divulgadores) tiene una excesiva componente cientifista e inhumana, que dice mucho de la sociedad infantil, nihilista, caprichosa, indiferente, descreída y egoísta en la que vivimos. El morbo siempre ha existido y estos sucesos suelen producirlo, pero en este caso pienso que ya no es tanto cosa del morbo, sino de pura indiferencia humana ante la tragedia y sufrimiento del prójimo, cosa que me parece muy preocupante y ha dado pie a compartiros esta reflexión.
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    • https://www.mundorepubliqueto.com/2020/05/01/no-todo-lo-que-brilla-es-oro/

      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





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    • La libertad sexual conduce al colapso de la cultura en tres generaciones (J. D. Unwin)
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    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
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    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
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    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
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