Saltar al contenido
Vanu Gómez

"Los españoles en América". Texto imprescindible de don Ramiro de Maeztu.

Publicaciones recomendadas

Recomiendo aplicarle la óptica pragmática a la idea de "estudiar el secreto de las instituciones prósperas y desentrañar sus principios". Es perfectamente posible abandonar el derrotismo y aprender de los principios que otros emplearon con éxito.

En realidad, la ruptura definitiva de España con América no se dio con las independencias sino con el corte del flujo de las últimas cadenas de comerciantes españoles en aquellas tierras. Si bien aquella constituyó el punto que marcó el que como nación política apartásemos nuestros ojos a otro lado, sobre el terreno esto no terminó por consumarse hasta más o menos los años sesenta del pasado siglo, en que aún todavía se mantenían algunos flujos.

Recomiendo leer este artículo una y otra vez porque creo que uno de los grandes errores de España ha sido abandonar este frente, quizás porque nuestros dirigentes proceden del extracto aludido por el autor en el artículo, de esa clase española "más culta pero menos educada".

Atención a esto, porque uno de los grandes problemas velados de la despoblación rural en nuestro país es que ha hecho desaparecer de un plumazo ese semillero de "gente inculta pero educada", que es probablemente la mayor carencia que tendremos al abordar la misión de recuperar España. Los cultos siguen careciendo de buena educación, y los hijos de los que eran solo educados ahora son más cultos pero fueron rebajándole grados a la educación de sus mayores, pasando a engrosar la masa de cultos, con cierta educación pero sin pedigrí. que es el perfil mayoritario de los modernos emigrantes españoles en Europa, los jóvenes a los que Felipe González entusiasmó con el ideal europeo mientras él hacía sus Américas particulares, muy dudosas ellas.

Me atrevo a sentenciar que el único gran éxito empresarial español de nuestros tiempos, no surgido de la acumulación estatal del monopolio del régiment anterior y posterior privatización al gusto de la élite de pedigrí,  -me refiero al éxito de Inditex-  procede de un entorno de aquella mentalidad. Es falso que España carezca de tradición empresarial y comercial.

Bueno, para no hacer muy duro el tostón paso a poner el texto... una vez más:

Cita

Los españoles de América

Es curioso que la revolución actual de Cuba haya anunciado la adopción de medidas contra los comerciantes españoles. No será la primera vez que una revolución americana persiga a nuestros compatriotas. Tampoco será la última. El comercio español en América es una de las cosas más florecientes del nuevo mundo, y las revoluciones suelen ser enemigas de las instituciones que prosperan. Tampoco son afectas a las órdenes religiosas, que en América suelen estar constituidas por españoles, y que también progresan lo bastante para afilar los dientes de la envidia. Si la gobernación de los pueblos hispánicos estuviera dirigida por pensadores políticos de altura, lo que se haría es estudiar con toda diligencia el secreto de las instituciones prósperas y desentrañar sus principios, a fin de aplicarlos y adoptarlos a las otras: al ejército y a la enseñanza pública, al régimen de la propiedad territorial y al de la dirección del Estado. El lector puede estar seguro de que no hay en América instituciones de estructura más sólida que el pequeño comercio español y las congregaciones religiosas. El día en que el espíritu de conservación de nuestra América se sobreponga al instinto revolucionario, no cesarán las prensas de estampar libros que estudien uno y otras.

Entre tanto estoy cierto de que la clase más indefensa de la tierra, en punto a buena fama, la constituyen los comerciantes españoles de América. En España no se acuerdan de ellos más que sus familiares, beneficiados por sus giros. Lo que aquí suele [114] preocuparnos, y no mucho, es el comercio español con América, que es cosa bien distinta, y que no ofrece porvenir muy seguro, porque España nunca pudo competir en los países americanos con los grandes países manufactureros, y mucho menos podrá hacerlo cuando estos pueblos se ven derrotados por la competencia japonesa, que es una de las razones de que todos tiendan actualmente a la «autarquía» o economía cerrada. De otra parte, los vinos y las frutas que España puede exportar en gran escala se producen cada día en América en mayores cantidades. Tampoco los hispanoamericanos pueden simpatizar demasiado con el patriotismo español de nuestros compatriotas establecidos en sus territorios, porque preferirían que se nacionalizaran en ellos y renunciaran para siempre al sueño de acumular un pequeño capital, que les permita regresar a su patria. Y los españoles educados que emigran a América tampoco suelen ser amigos de nuestros comerciantes, porque no les perdonan que progresen más que ellos, a pesar de su mayor cultura, y esta es una de las maravillas que nadie suele explicarse satisfactoriamente, a pesar de que no hay cosa más fácil de entender.

Es hecho sorprendente que en América prosperen más, salvo excepciones, los españoles procedentes de aldeas que los que van al nuevo mundo de nuestras ciudades, y más los menos educados que los cultos.

En parte se acierta cuando ello se atribuye a que los campesinos están acostumbrados a mayores privaciones y soportan mejor la vida de trabajo y de ahorro, indispensable en los primeros años, como base de posible prosperidad ulterior. Digo en parte, porque una buena educación debe enseñar, sobre todo, a sufrir, como lo enseñaba la de nuestros hidalgos del siglo XVI, con sus diez o doce horas diarias de latín en los primeros años, a las que seguían otras tantas de ejercicio con las armas, en los años de juventud. Entonces no era frecuente que los palurdos prosperasen más que los hidalgos, ni que realizaran más proezas que éstos. Al contrario, la epopeya española en América es obra casi exclusiva de los hidalgos y de los misioneros, que eran también hombres educados. Sólo que la educación de aquel tiempo era buena. Se inspiraba en los mismos principios, por los cuales se alaba generalmente en Alemania la influencia del antiguo servicio militar obligatorio para endurecimiento de los cuerpos y [115] disciplina de las almas, y como preparatorio para la lucha por la vida. La educación actual, en cambio, es radicalmente mala, porque no enseña a sufrir, sino a gozar. La ventaja que tienen nuestros emigrantes campesinos sobre los urbanos y educados, consiste principalmente en no haberla recibido. El indiano Quirós, de la Sinfonía Pastoral, de Palacio Valdés, se encuentra con que su hija, criada en medio de todos los lujos, es tan endeble, que puede enfermar de tisis cualquier día. La medicina que necesita y que la cura es la pobreza y el trabajo. Tan extraño remedio no se le había ocurrido jamás a su buen padre. Era, sin embargo, el mismo sistema educativo que él había recibido en su aldea y al que debió en América el éxito y la fortuna.

Pero además ocurre que aquellas provincias que dan el mayor contingente emigratorio: Galicia, Asturias, la Montaña, las Vascongadas, León, Burgos y Soria, no son países sin cultura. No lo serían aunque no se cuidaran, como lo hacen, de la enseñanza popular, ni aunque fueran totalmente analfabetos, porque la Iglesia, las costumbres y el refranero popular se bastarían para mantener un tipo de civilización muy superior al que producen, por punto general, las escuelas laicas y la prensa barata.

Es curioso, al efecto, que España no fue país de alta cultura sino cuando carecía de Ministerio y de presupuesto de Instrucción Pública. Pero si los hijos de las regiones y clases sociales menos afectadas por las nuevas ideas son los que se desenvuelven con más éxito en América, la razón no es solamente la negativa de ser las menos contaminadas de los falsos valores de la modernidad, sino la positiva de conservar, por eso mismo, con mayor pureza, los principios de vida de la España tradicional histórica. Mientras la educación moderna, con su carácter enciclopédico en los grados primarios y secundario y especializado en el superior, no parece proponerse otro objeto que desplegar ante los ojos admirados del alumno los productos de la cultura, con lo que no forma sino almas apocadas, que necesitarán la sopa boba del Estado para no morir de hambre, la educación antigua se empeñaba en obtener de cada hombre el rendimiento máximo. Parece que sus principios se conservaran vivos en nuestro pueblo campesino, y que por ello han organizado de tal modo sus comercios los españoles de América, que pueden esperar de cada dependiente el esfuerzo mayor y más perseverante de que es capaz. [115]

La perfecta compenetración de intereses y de espíritu entre el principal y sus empleados, que caracteriza al sistema comanditario del comercio español en América, y que es el secreto de su éxito, se obtiene mediante la confianza que tiene cada dependiente de que, si muestra actividad e inteligencia en su trabajo, llegará día en que se le interesará en el negocio, y otro en que su mismo principal le ayudará a establecerse por su cuenta, con lo cual le será posible el ascenso a una clase social superior a la suya. El que empieza barriendo una tienda a los trece o catorce años de edad, puede concebir la esperanza de ser dependiente de mostrador antes de los veinte, y habilitado antes de los treinta, y socio industrial antes de los cuarenta, y patrono algo después. En el fondo no se trata sino de la aplicación al comercio del antiguo sistema gremial, con su jerarquía de aprendices, oficiales y maestros, en la que sólo llegaba a la suprema dignidad de su arte quien hubiera producido una obra maestra, sin la cual no se le permitía dar trabajo a otros hombres o desempeñar cargo alguno en el gremio o cofradía de su oficio. Pero entonces se le abrían las dignidades de la ciudad. Si el albañil o carpintero, podía encargarse de la construcción de alguna abadía o catedral, y aún llegar a ser miembro de la real casa, en calidad de maestro de obras del Rey, era porque la Edad Media, que fue una edad cristiana, fundaba sus instituciones en la necesidad que tiene el hombre de que no se le muera la esperanza, virtud que no subsiste tampoco sin la base de la fe y sin el remate de la caridad, pero que se alimentaba con la persuasión de que mejoraría la posición de cada operario, según la excelencia de sus obras, lo que explica, de otra parte, que fueran tan maravillosos los edificios de aquella época.

En el fondo, el principio que anima al comercio español en América es el mismo que constituía la quinta esencia de nuestro Siglo de Oro: la firme creencia en la posibilidad de salvación de todos los hombres de la tierra. Se trata de proveer a cada uno de la coyuntura que le permitan alzar su posición en el mundo. Con ello no se dice que habrán de aprovecharla todos, porque muchos son los llamados y pocos los elegidos. Lo que se hace es aplicar a las cosas de tejas abajo la parábola del padre Diego Laínez en el Concilio de Trento. Se concede a cuantos aspiran a vencer en el torneo un caballo magnífico y armas excelentes, [117] ya que la gracia de Dios es asequible a todos, pero después se espera que cada candidato luchará desesperadamente por el triunfo. También ha de poner toda su alma el dependiente que aspire a ganarse la confianza de su principal. Ha de cifrar sus ilusiones en la prosperidad del negocio. Pero cuenta con la esperanza firme de mejorar de posición, al cabo de su largo esfuerzo, y el español de alma previsora prefiere optar a un premio que valga la pena, aunque solo lo obtenga después de muchos años, con lo que sacrifica el día de hoy al de mañana, que ocuparse en uno de esos grandes comercios extranjeros de América, donde probablemente se le pagará mejor con menos trabajo, pero donde no tiene la menor esperanza de que se le llegue a interesar en el negocio, por lo que renuncia a sacrificar el porvenir al día de hoy.

Con el señuelo del ascenso futuro a cada empleado logra el comercio español de América la perfecta identificación del principal y los dependientes, que es lo que le permite afrontar con buen ánimo la concurrencia de otros comerciantes y los malos tiempos. Es un comercio que carece de capitales iniciales propios y que trabaja a crédito y, sin embargo, prospera y se difunde, hasta en competencia con el de los chinos, que viven con nada, y con los sirios, descendientes de los fenicios de Sidón y Tiro y aptos como ellos para el tráfico. En el Centro de Almaceneros, de Buenos Aires, hube de preguntar si prosperaban los españoles en el comercio de comestibles al por menor, que es lo que se llaman «almacenes» en la Argentina, y me encontré con la sorpresa de que hace cincuenta años dominaban el ramo los italianos en la capital, pero que han tenido que ceder el puesto a los españoles. Y es que los italianos no han podido lograr identificar los intereses de los principales con los de los dependientes, porque no aciertan a desprenderse de sus comercios, en beneficio de sus empleados, tan fácilmente como los españoles, sino que los suelen conservar hasta última hora, y entonces son sus hijos los que los heredan.

En los pequeños comercios españoles vive el principal con sus dependientes en una relación de intimidad que no es obstáculo para que se mantengan escrupulosamente los respetos debidos a la jerarquía y a la edad. En los malos tiempos se reducen y encogen los gastos. En el campo de Cuba el principal y sus dependientes suelen tender el catre en el mostrador y vivir en la tienda, [118] comen juntos, trabajan todos dieciocho horas al día y ello todo el año, domingos inclusive, porque la molienda no suele interrumpirse en los ingenios ni en los días festivos, y apenas si tienen ocasión de visitar la villa una o dos veces al año. Por eso cuando los americanos entraron en Cuba a raíz de la guerra de 1898 e intentaron abrir toda clase de establecimientos, no tardaron en batirse en retirada ante la competencia del comercio español, que se contentaba con menores beneficios y conocía mejor a sus clientes, para negarles o concederles crédito. Y es que los norteamericanos se habían enfrentado con un principio espiritual superior al suyo. Ellos lo fiaban todo al mayor capital y a la posibilidad de pagar a la dependencia con mayores salarios. El comercio español, en cambio, se basaba en principios de solidaridad y de justicia y en la virtud de la esperanza.

Es verdad que al sistema comanditario del comercio español pueden oponérseles consideraciones de orden familiar, que le han creado muchos enemigos en los países de América. El español cree justo que la tienda pase al dependiente que más se ha interesado en su prosperidad, con lo cual es posible que se perjudiquen los hijos del principal. En muchos casos no hay tal perjuicio, porque esos hijos suelen preferir las carreras liberales al comercio y son pocos los padres que se deciden a hacer sufrir a sus hijos los trabajos y penalidades que implica la profesión de tendero en sus grados inferiores. De otra parte, hay que considerar que los dependientes no se hubieran sacrificado tantos años por la tienda, pudiendo acaso ganar mejores sueldos en otra ocupación, sino con la mira de que no se les defraude en su esperanza de llegar algún día a habilitados y socios industriales. En todo caso, el orgullo de los comerciantes españoles de América consiste en facilitar el avance de sus antiguos dependientes y entre las colectividades españolas alcanza mayor fama el que ha dado medio de establecerse por su cuenta al mayor número de dependientes. Hay casos de hombres que, por haber pasado del comercio al detalle al comercio al por mayor y haber vivido tiempos prósperos, han podido establecer a veinte y aun a treinta dependientes antiguos, y estos próceres gozan en nuestras colectividades de una aureola que envidiarían nuestros grandes de España. [119]

En cierto modo es explicable que los Gobiernos criollos procuren evitar este desarrollo del comercio español con toda clase de medidas, como el cierre dominical de los comercios, la imposición de horas de descanso para la dependencia y aún la obligación a los patronos de emplear a dependientes del país, por lo menos en cierta proporción. Hay países de América donde la pobreza ha resuelto el problema, porque los principales se ven obligados a emplear a sus hijos en la tienda casi desde su infancia, con lo que los comercios pasan, naturalmente, a manos suyas. El problema no surge sino donde la prosperidad es suficiente para evitar a los hijos los trabajos más duros, y no sería justo privar de su recompensa al dependiente que apechuga con ellos. Los antiguos gremios solían resolverlo con los años de aprendizaje, en que el hijo del maestro salía a correr tierras, y a aprender el oficio bajo la disciplina de otros maestros; años de correrías y de amores, los «Wanderjahre», que cantan todavía los poetas de Alemania. Es posible que toda la América española se empobrezca a tal punto, que desaparezca la cuestión. Pero con ello no perderá su validez el principio en que se inspiran nuestros comerciantes. Las almas bajas rinden su mayor esfuerzo por un estímulo inmediato, pero las almas superiores prefieren sacrificar el presente al porvenir. Todas las instituciones deberían organizarse de tal modo, que las dignidades supremas correspondieran a los sacrificios más perseverantes, para que todos los hombres puedan esperar que, si se esfuerzan por lograrla, les aguarda, como premio de sus trabajos, una vejez honrosa y respetada. Y no es pequeña maravilla esta de que, en pleno siglo XX, el principio central de la Hispanidad: la fe en el hombre, la confianza en que pueda salvarse, si se esfuerza con energía y perseverancia en ello, actúe con el mismo éxito entre la prosaica economía del comercio americano, que entre los graves teólogos del Concilio de Trento.

Ramiro de Maeztu

 


Esta publicación ha sido promocionada como contenido independiente

Compartir esta publicación


Enlace a la publicación
Compartir en otros sitios

Lo que dice es interesante, efectivamente, Amancio Ortega es uno de esos trabajadores sin cultura a los que se refiere.

Estoy de acuerdo con lo que dice en parte, pero considero que no es aplicable a los estudios de ciencias duras, ingenierías ya establecidas, medicina, enfermería y derecho. Lo que dice se aplica sobretodo a carreras de humanidades y la mayoría de ciencias sociales, las cuales la mayoría tienen nula aplicación laboral, algunos se salvan haciéndose profesores pero el resto han perdido años clave de su vida tontamente, les hubiera salido más a cuenta aprender un oficio. Es mejor estar trabajando desde los 13 que estar dedicandote a estudiar algo a lo que no le vas a sacar utilidad, el chaval que hace una fp y se pone a trabajar aprender un oficio, gana experiencia y se hace mejor en lo suyo, y podrá conseguir buenos trabajos o emprender, el que estudia una carrera sin aplicación laboral no tiene ni experiencia ni formación para realizar nada que no sea dar clases, para lo que hacen falta 4.

Sin embargo un matemático, un físico, un ingeniero, un médico, no van a tener demasiados problemas a la hora de buscarse la vida y prosperar, y un graduado en derecho, además del oficio de la abogacía, tiene todo el abanico de oposiciones de élite: Juez, Abogado del Estado, Inspector de Trabajo-Hacienda, etcétera.

Luego habla de la oportunidad de ascenso en el comercio, lo que asocia a los gremios y a la Edad Media, bueno, esto ya lo hablamos en BBJ, sí, es cierto que en los gremios se ascendía: aprendiz oficial y maestro, pudiendo el maestro ocupar cargos en el gremio y establecerse por su cuenta, pero estos no creo que representen al habitante medio de la época, estos eran un fenómeno urbano, por tanto limitados a una minoría de la población -pues la mayoría era rural-, algunos ejercían en las aldeas pero los gremios estaban en las ciudades. Dudo mucho que un campesino tuviera la posibilidad de ascesos en su trabajo, si era acomodado seguramente lo seguiría siendo, si era pobre igual y si era siervo de la gleba igual.

Los gremios eran, junto con el ejército y el comercio, una de las formas tradicionales de ascender socialmente.

Pero sí, tener esa posibilidad suele empujar a trabajar más y mejor, estoy de acuerdo en eso.

Editado por Isaac Peral. Motivo:

Compartir esta publicación


Enlace a la publicación
Compartir en otros sitios
hace 43 minutos, Isaac Peral dijo:

Lo que dice es interesante, efectivamente, Amancio Ortega es uno de esos trabajadores no educados a los que se refiere.

Estoy de acuerdo con lo que dice en parte, pero considero que no es aplicable a los estudios de ciencias duras, ingenierías ya establecidas, medicina, enfermería y derecho. Lo que dice se aplica sobretodo a carreras de humanidades y la mayoría de ciencias sociales, las cuales la mayoría tienen nula aplicación laboral, algunos se salvan haciéndose profesores pero el resto han perdido años clave de su vida tontamente, les hubiera salido más a cuenta aprender un oficio.

Sin embargo un matemático, un físico, un ingeniero, un médico, no van a tener demasiados problemas a la hora de buscarse la vida y prosperar, y un graduado en derecho, además del oficio de la abogacía, tiene todo el abanico de oposiciones de élite: Juez, Abogado del Estado, Inspector de Trabajo-Hacienda, etcétera.

Luego habla de la oportunidad de ascenso en el comercio, lo que asocia a los gremios y a la Edad Media, bueno, esto ya lo hablamos en BBJ, sí, es cierto que en los gremios se ascendía: aprendiz oficial y maestro, pudiendo el maestro ocupar cargos en el gremio y establecerse por su cuenta, pero estos no creo que representen al habitante medio de la época, estos eran un fenómeno urbano, por tanto limitados a una minoría de la población -pues la mayoría era rural-, algunos ejercían en las aldeas pero los gremios estaban en las ciudades. Dudo mucho que un campesino tuviera la posibilidad de ascesos en su trabajo, si era acomodado seguramente lo seguiría siendo, si era pobre igual y si era siervo de la gleba igual.

Los gremios eran, junto con el ejército y el comercio, una de las formas tradicionales de ascender socialmente.

A ver, hay una cuestión social a tener en cuenta, y es el acceso a estudios universitarios propiciado en tiempos de Felipe -aunque con el anteúltimo jefe de Estado ya se había dado un salto- por lo que la mayor parte de la gente cultivada de hoy en día proceden de familias de esa Espanna más educada que culta a la que se refería don Ramiro.

Es a los que yo me refiero que son bastante más cultos aunque algo menos educados que sus mayores. En todo ese magma ha habido mucho de todo, entre ellos mucho estudiante de carrera técnica que con un poco de esfuerzo se ha trabajado una cierta posición al margen del mundillo del enchufismo de la Espanna culta pero no tan educada de otros tiempos. Como nuestro tejido empresarial no da para tanto, pues buena parte de este contingente también ha optado bien por opositar o bien por emigrar. Las cifras las desconozco pero perfectamente para las ramas de ciencias podrían andar por un 5-4-1, es decir, directamente a pecho descubierto sin enchufe a lo que se pueda Vs. opositar Vs. emigrar. No incluyo ahí a parados y carreras de humanidades aunque está habiendo una tendencia a salir entre los licenciados en filología hispánica por motivos obvios.

En general ha sido gente relativamente esforzada y más bien responsable, a veces muy quemada con los cultos-sin-educar, que quizás podríamos llegar a identificar con esta palabra que se ha puesto de moda, los "cayetanos", antes les decían "borjamaris", etc.

Esto ha dado como resultado que en comparación con otros países del mundo Occidental el funcionariado espannol tiene en general un nivel bastante superior a la media, en general hay gente bastante buena en ciertos sectores funcionariales, esto es indiscutible.

Independientemente de eso, y este asunto ya lo tratamos en este foro, no conviene despreciar tanto las humanidades como se suele estilar entre mucho ingeniero, especialmente cuando aún son jóvenes y sin tanta experiencia.

Y para volver un poco al tema. Tengo la sensación de que ese perfil de gente  va a empezar a no ser tan abundante tras el fenómeno de que lo que ha venido pasando con esos espannolitos con carrera que se lanzaron a pecho descubierto al mundo de la empresa espannola es que la frustración y quemada a cambio de un menor rendimiento económico y social de lo esperado haya retraído a las generaciones que les vienen detrás a seguir el mismo camino de esfuerzo y hostión contra el muro laboral espannol.

Espero no haber divagado mucho, a ver qué opináis...

Compartir esta publicación


Enlace a la publicación
Compartir en otros sitios
hace 34 minutos, Vanu Gómez dijo:

A ver, hay una cuestión social a tener en cuenta, y es el acceso a estudios universitarios propiciado en tiempos de Felipe -aunque con el anteúltimo jefe de Estado ya se había dado un salto- por lo que la mayor parte de la gente cultivada de hoy en día proceden de familias de esa Espanna más educada que culta a la que se refería don Ramiro.

Es a los que yo me refiero que son bastante más cultos aunque algo menos educados que sus mayores. En todo ese magma ha habido mucho de todo, entre ellos mucho estudiante de carrera técnica que con un poco de esfuerzo se ha trabajado una cierta posición al margen del mundillo del enchufismo de la Espanna culta pero no tan educada de otros tiempos. Como nuestro tejido empresarial no da para tanto, pues buena parte de este contingente también ha optado bien por opositar o bien por emigrar. Las cifras las desconozco pero perfectamente para las ramas de ciencias podrían andar por un 5-4-1, es decir, directamente a pecho descubierto sin enchufe a lo que se pueda Vs. opositar Vs. emigrar. No incluyo ahí a parados y carreras de humanidades aunque está habiendo una tendencia a salir entre los licenciados en filología hispánica por motivos obvios.

En general ha sido gente relativamente esforzada y más bien responsable, a veces muy quemada con los cultos-sin-educar, que quizás podríamos llegar a identificar con esta palabra que se ha puesto de moda, los "cayetanos", antes les decían "borjamaris", etc.

Esto ha dado como resultado que en comparación con otros países del mundo Occidental el funcionariado espannol tiene en general un nivel bastante superior a la media, en general hay gente bastante buena en ciertos sectores funcionariales, esto es indiscutible.

Independientemente de eso, y este asunto ya lo tratamos en este foro, no conviene despreciar tanto las humanidades como se suele estilar entre mucho ingeniero, especialmente cuando aún son jóvenes y sin tanta experiencia.

Y para volver un poco al tema. Tengo la sensación de que ese perfil de gente  va a empezar a no ser tan abundante tras el fenómeno de que lo que ha venido pasando con esos espannolitos con carrera que se lanzaron a pecho descubierto al mundo de la empresa espannola es que la frustración y quemada a cambio de un menor rendimiento económico y social de lo esperado haya retraído a las generaciones que les vienen detrás a seguir el mismo camino de esfuerzo y hostión contra el muro laboral espannol.

Espero no haber divagado mucho, a ver qué opináis...

No es eso, no las desprecio, luego lo comento en el hilo de los ingenieros.

Entiendo lo que quieres decir, algunos sí hemos recibido una educación más tradicional pero en general es tal como dices. 

Sí y no, los de ahora no tenemos la ingenuidas de los de los 80, sabemos cómo está el mercado español y por donde podemos tirar más o menos, pero no he visto esa reticencia a formarse y lanzarse, buena parte de mis compañeros lo hemos hecho/estamos haciendo, habrá que ver las próximas generaciones.

Compartir esta publicación


Enlace a la publicación
Compartir en otros sitios
hace 19 horas, Isaac Peral dijo:

No es eso, no las desprecio, luego lo comento en el hilo de los ingenieros.

Entiendo lo que quieres decir, algunos sí hemos recibido una educación más tradicional pero en general es tal como dices. 

Sí y no, los de ahora no tenemos la ingenuidas de los de los 80, sabemos cómo está el mercado español y por donde podemos tirar más o menos, pero no he visto esa reticencia a formarse y lanzarse, buena parte de mis compañeros lo hemos hecho/estamos haciendo, habrá que ver las próximas generaciones.

entre los dos factores, disminución poblacional de jóvenes más el efecto desánimo creo que ya hay una bajada bastante importante en cifras... ahora bien, quizás los que lo hagan estén mejor motivados o con mayor vocación.

.

Compartir esta publicación


Enlace a la publicación
Compartir en otros sitios

Crear una cuenta o conectarse para comentar

Tiene que ser miembro para dejar un comentario

Crear una cuenta

Regístrese y participe en la comunidad. ¡Es gratis!

Registrar una nueva cuenta

Conectar

¿Ya tiene una cuenta? Conéctese.

Conectar ahora

  • Corazón Español es una comunidad de foros fundada en octubre de 2017, orientada a promover la concordia y el bien común desde la perspectiva universal de la cultura y la tradición hispano católica. El registro de una cuenta personal es público y gratuito, y permite participar en los foros generales, crear comunidades de foros, y disfrutar de diferentes servicios de acuerdo con las normas de participación. Regístrese ahora si aún no tiene su cuenta de usuario.

    Corazón Español

  • Temas relevantes

    • https://www.mundorepubliqueto.com/2020/05/01/no-todo-lo-que-brilla-es-oro/

      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





        • Excelente 25 puntos positivos y de mejora)
      • 32 respuestas
    • La libertad sexual conduce al colapso de la cultura en tres generaciones (J. D. Unwin)
        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
        • Extraordinario (100 puntos positivos y de mejora)
    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
        • Me gusta (5 positivos y 3 puntos de mejora)
        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
        • Correcto (3 positivos y 1 punto de mejora)
        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
      • 105 respuestas
  • Navegando aquí recientemente

    No hay usuarios registrados viendo esta página.

  • Quién está conectado (Ver lista completa)

    • Chrome(11)
    • Googlebot(2)
×