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El forastero

"Maestros sin autoridad" de JM de Prada

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Me parecía un tema interesante a tratar, pues los profesores son unos de los pilares fundamentales de la educación.Dejo este artículo e invito a comentar cuáles creéis que son los principales problemas del sistema  educativo  y si este es uno de ellos.

El artículo:

 Nuestros modernos pedabobos, perdón (pedagogos) han impuesto la figura del maestro sin autoridad; para lo cual tuvieron primero que desprestigiar y connotar peyorativamente el concepto de ‘autoridad’. Nuestra época ha logrado modelar las conciencias imponiendo que refutan la realidad; y uno de esos espejismos –quizá el más eficaz– consiste en negar el significado originario de las palabras, sustituyéndolo por un conglomerado de hojarascas ideológicas. Así, por ejemplo, de una persona investida de autoridad no decimos que sea una persona ‘autorizada’, sino ‘autoritaria’, que es tanto como decir que es impositiva, despótica, incluso arbitraria en el ejercicio de su autoridad. Cualquiera que trate hoy de reivindicar la genuina ‘autoridad’ del maestro se convierte automáticamente en sospechoso de profesar nostalgias fascistoides.

Auctoritas, en latín, es una palabra derivada del supino del verbo augere, que significa ‘acrecentar’, ‘hacer crecer’. Una persona dotada de autoridad –esto es, una persona autorizada– es aquella que nos hace crecer, que es capaz de revelarnos la realidad, ensanchando nuestra experiencia vital y los límites de nuestro conocimiento. No existe educación posible sin experiencia de autoridad: el maestro despierta en el discípulo un estímulo que lo ayuda a crecer, provoca en él una conciencia de sus limitaciones y lo acicatea en la búsqueda del conocimiento. Naturalmente, para que ese estímulo se produzca, el maestro debe ser una persona que provoque en el discípulo admiración y respeto, una persona que el discípulo reconozca como digna de emulación.

No existe un oficio tan enaltecedor como el de maestro. Y, sin embargo, es frecuente hallar entre los maestros a muchas personas desalentadas, consumidas por un sentimiento de esterilidad. Los maestros han sido despojados de su autoridad, que es tanto como si hubiesen sido despojados de su misión, puesto que la autoridad es la aportación propiamente humana del proceso educativo: no puede existir transmisión de conocimiento cuando no se reconoce autoridad en quien lo transmite. Pero nuestra época pretende que el alumno sea maestro de sí mismo, que juzgue la realidad conforme a impresiones propias, que no pueden ser sino juicios contingentes, cuando les falta el cimiento de la autoridad. Y al maestro despojado de autoridad, en condiciones laborales cada vez más precarias, se lo quiere convertir en una especie de coach o animador sociocultural, una suerte de ‘orientador’ encargado de la formación ‘transversal y psicoafectiva’ del alumno, tal como recomiendan las ordenanzas de la UNESCO: «Al cambiar la imagen del maestro –leemos en una de ellas–, de considerarlo como fuente e impartidor de conocimientos a verlo como organizador y mediador del encuentro de aprendizaje, aparecen nuevas competencias que deberán ser los componentes de la nueva función docente». De este modo, la figura del maestro pasa a ser irrelevante, sus juicios devienen tan contingentes como los de cualquier otra persona, dejan de ser los juicios de alguien que nos ayuda a crecer, de alguien que ensancha nuestra perspectiva vital. Y así, inevitablemente, el maestro deviene prescindible.

Sólo quien ha sido enriquecido por una experiencia de autoridad puede alcanzar una madurez que le permita afrontar y juzgar la realidad de forma crítica. Y es que, para ser críticos, primero necesitamos un criterio. La autoridad nos proporciona ese criterio; y es adhiriéndonos a ese criterio como luego podremos rectificarlo, completarlo, exponerlo a controversia, incluso combatirlo. Pero, al faltar la autoridad, falta el criterio; y sin criterio cualquier desarrollo de la personalidad se convierte en una carrera alocada y sin norte que nos aboca a la confusión y nos hace más permeables a las modas de cada época, a la contingencia de lo perecedero. Allá donde no hay maestros con autoridad, la transmisión de conocimientos queda aparcada, o incluso impedida; y la escuela se convierte en una especie de taller para formar ‘emprendedores’ flexibles y adaptables, entrenados en diversas ‘competencias’, ‘destrezas’ y ‘habilidades’ técnicas y emocionales que faciliten su encaje en el mercado laboral. Personas que nunca podrán ser maestros de nadie, porque antes no fueron discípulos. Sólo restableciendo la autoridad del maestro devolveremos la salud a nuestra educación. Pero para que la autoridad del maestro pueda restablecerse tendremos primero que aceptar que la primera autoridad son los padres. A los padres corresponde la responsabilidad primordial de hacer crecer a sus hijos; cuando dimiten de ella, todo el edificio educativo se erige sobre cimientos de arena

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Menudo tema, hace meses hablé con un amigo que lleva un año o así haciendo sustituciones en institutos. Básicamente lo que sobreentiendo es que se le ha retirado la autoridad a los profesores de diferentes formas y, como consecuencia, el principal factor que influye a la hora de que se preste atención y respeto es externo a él, básicamente el tandem centro+familia.

Se estaría abriendo una brecha tremenda entre unos centros y otros en base a esto.

Yo estudié en colegios, instituto y uni pública pero, desgraciadamente, la situación parece haber cambiado y de ser padre en España tendría que plantearme si querría lo mismo para mi descendencia. Siento decirlo, no me gusta nada que así sea, pues creo que es fundamental una buena educación pública.

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hace 2 minutos, Vanu Gómez dijo:

Menudo tema, hace meses hablé con un amigo que lleva un año o así dando clases en un insti. Básicamente lo que sobreentiendo es que se le ha retirado la autoridad a los profesores de diferentes formas y, como consecuencia, el principal factor que influye a la hora de que se preste atención y respeto es externo a él, básicamente el tandem centro+familia.

Se estaría abriendo una brecha tremenda entre unos centros y otros en base a esto.

Yo estudié en colegios, instituto y uni pública pero, desgraciadamente, la situación parece haber cambiado y de ser padre en España tendría que plantearme si querría lo mismo para mi descendencia. Siento decirlo, no me gusta nada que así sea, pues creo que es fundamental una buena educación pública.

Tienes razón, y el hecho de que el uno de los principales factores que influya en que se preste atención sea la familia hace que haya grandes diferencias entre alumnos cuyas familias se interesen o no en los estudios de sus hijos

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hace 1 minuto, El forastero dijo:

Tienes razón, y el hecho de que el uno de los principales factores que influya en que se preste atención sea la familia hace que haya grandes diferencias entre alumnos cuyas familias se interesen o no en los estudios de sus hijos

justo a eso me refería, aunque lo escribí un poco embrollado, disculpa, lo que quería decir es que allá donde hay familias con un ascendiente sobre los hijos y a su vez esas familias tienen un respeto por el profesorado se produce una sinergia que produce unos resultados muy superiores al de la media del resto de centros... donde falta una autoridad, la otra o en el peor de los casos las dos.

entonces se produce un efecto super desnivelador, lamentablemente... finalmente se va perfilando una sociedad con una minoría cada vez mejor formada y una mayoría cada vez más simple, tremendo... en plena (supuesta) democracia.

el fenómeno me parece muy preocupante y parece tender a modelos bastante típicos en los países anglos.

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En cuanto a la autoridad del maestro, no creo que haya mucha diferencia entre la privada y la pública. No la había antes, cuando en la privada todavía te soltaban un capón y te ponían a escribir una frase de rodillas, conque ahora será peor.

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hace 3 horas, Vanu Gómez dijo:

justo a eso me refería, aunque lo escribí un poco embrollado, disculpa, lo que quería decir es que allá donde hay familias con un ascendiente sobre los hijos y a su vez esas familias tienen un respeto por el profesorado se produce una sinergia que produce unos resultados muy superiores al de la media del resto de centros... donde falta una autoridad, la otra o en el peor de los casos las dos.

entonces se produce un efecto super desnivelador, lamentablemente... finalmente se va perfilando una sociedad con una minoría cada vez mejor formada y una mayoría cada vez más simple, tremendo... en plena (supuesta) democracia.

el fenómeno me parece muy preocupante y parece tender a modelos bastante típicos en los países anglos.

Pues si. En España se nota mucho en las desigualdades de concertada/pública. La mayoría de los padres que van a la concertada buscan un ambiente donde las otras familias estén implicadas en la educación de sus hijos, mientras que en la pública hay que aceptar a todo el mundo y lo más nefasto, obligar a todos los chicos a estar hasta los 16 años si o si, aunque no deseen estar ahí. 

Hablando con amigos psicólogos o maestros siempre me inciden en que la pública debe "rescatar" a los alumnos de familias sin interés. Por ejemplo, en un centro de especial desempeño de mayoría de etnia gitana, las familias cobran unos 150€ al mes por llevar a sus hijos a la ESO, en un plan contra el absentismo escolar. La gran mayoría de estos chicos en clase son muy conflictivos, y lo peor, no dejan dar clase a los pocos alumnos de esos barrios humildes que de verdad desean estudiar. 

Cuando se llama la atención a las familias los padres les dicen lo que les enseñan no les va a servir para ayudar a la familia recogiendo chatarra o en el mercadillo, con discusiones porque para los padres tener a los hijos hasta los 16 es opresión. Si la volvían a liar todo lo anterior te lo recuerdan y te ofrecen negociar que no vayan al instituto sin ponerles falta para que no molesten en el instituto y ellos tener la paga y tenerlos para trabajar en casa.

Por temas como este las familias que se preocupan por la educación de sus hijos huyen de los colegios públicos, y el gran drama viene de las familias que no pueden permitirse un colegio concertado o privado (porque los concertados tienen su impuesto revolucionario para expulsar a los pobres) pero desean una educación buena para sus hijos, que reciben una educación de mala calidad y en un ambiente tóxico. 

Yo entiendo que esos niños no tienen culpa de haber nacido en unas familias tan irresponsables y deben recibir ayuda, pero que también debería haber mecanismos que protejan a ese otro tipo de familias humildes que desean una buena educación para sus hijos pero al final son los más perjudicados.   

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Le pérdida de autoridad del maestro es común a la pública y a la privada. En el momento que se cuestiona la autoridad del maestro, lo mismo que la de los padres, y se prohíben los castigos físicos, a los docentes les quedan pocas herramientas para poner un poco de disciplina. Si son muy buenos en lo suyo y consiguen enganchar a una gran parte de la clase, quizá consigan hacerse respetar. Pero no es frecuente.

La privada la veo mejor para la etapa de primaria, en la que es vital que el niño aprenda a rezar junto con algunos rudimentos religiosos. En la secundaria superior y en la educación universitaria, no tengo nada claro que la privada sea preferible a la pública. En la pública los profesores suelen tener mejor nivel, aunque hay de todo.

Indisciplina y jóvenes problemáticos también los hay en la privada. En la pública hay centros buenos y malos. Aunque para los buenos hay lista de espera.

En este hilo se tocaban algunos problemas del sistema educativo, pero es verdad que faltaba el tema de la autoridad, que quizá es la raíz de muchos males.

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hace 4 horas, Hispanorromano dijo:

Le pérdida de autoridad del maestro es común a la pública y a la privada. En el momento que se cuestiona la autoridad del maestro, lo mismo que la de los padres, y se prohíben los castigos físicos, a los docentes les quedan pocas herramientas para poner un poco de disciplina. Si son muy buenos en lo suyo y consiguen enganchar a una gran parte de la clase, quizá consigan hacerse respetar. Pero no es frecuente.

La privada la veo mejor para la etapa de primaria, en la que es vital que el niño aprenda a rezar junto con algunos rudimentos religiosos. En la secundaria superior y en la educación universitaria, no tengo nada claro que la privada sea preferible a la pública. En la pública los profesores suelen tener mejor nivel, aunque hay de todo.

Indisciplina y jóvenes problemáticos también los hay en la privada. En la pública hay centros buenos y malos. Aunque para los buenos hay lista de espera.

En este hilo se tocaban algunos problemas del sistema educativo, pero es verdad que faltaba el tema de la autoridad, que quizá es la raíz de muchos males.

por lo que le entendí a este hombre, dado que el sistema le ha retirado al profesor autoridad, los pocos que la tienen, les viene dada externamente a través del prestigio del centro y del ascendiente de padres sobre hijos.

el resto sería un erial donde no hay forma de que una manzana podrida emponzoñe al resto.

dice que lo único que medio le ha valido es ponerse a cara de perro los primeros días, largar gente de clase y actuar antes de que los clásicos cabecillas establezcan su mini imperio en las clases, que era lo que pasaba al principio cuando venía de profe buen rollo.

me pareció muy metafórico...para un país o cualquier comunidad humana, aunque fastidie.

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Los maestros de hoy son los progres de ayer. Es una generalización por supuesto pero no creo equivocarme mucho. En ese proceso de desautorización han contribuido y contribuyen los que entonces fueron alumnos y hoy son maestros.

¿Recuerdan aquel eslogan que decía: prohibido prohibir nada?. Pues muchos de los maestros actuales pintarían esa frase en sus institutos, escuelas o facultades. Y si no lo hicieron les pareció gracioso, ocurrente, chisposo... como a casi todos. 

Me gusta observar esta crítica a los excesos de nuestro tiempo desde la "óptica del cansancio" por la cual se podrían explicar, al menos en parte, la deriva que han llegado a tomar tantas cosas. Si miran groso modo las etapas precedentes desde el humanismo renacentista, cada "movimiento" del pensamiento agota o destruye al anterior. El espíritu humano según se va alejando de lo transcendente, se cansa cada vez más deprisa de los estados anteriores y de su influencia en el momento actual. Es como una carrera hacia ninguna parte que no acaba de encontrar sentido objetivo en nada de lo que esa carrera va encontrando por el camino y así, ocurrencia tras ocurrencia, a veces aprovechada y otras veces promovidas por filósofos y creadores, se van creando nuevas formas de estar y de pensar a cada momento más livianas sin que ello implique que sus efectos no sean devastadores. Cuanta menor sea la energía aportada a un sistema, con más rapidez tiende al caos. Un mundo de "materia" y una inteligencia que persiste en confundirse con ella, es un mundo al que se le priva de la sustancia "externa" que pone coto a la entropía...

El problema ya no es en sí que a ciertos sectores se les haya descabalgado de cualquier forma de autoridad. El problema es que todos tenemos a un pequeño dictador sentado sobre nuestras cabezas que no sabrá lo que quiere pero sabe de sobra lo que no quiere y si hay algo que detesta es perder su dominio "personal". 

Niños, padres, profesores, sociedad en su conjunto... comparte el difícil equilibrio entre tanto tirano sentado encima de cada uno de nosotros. La autoridad final, la última que nos quedaría para conservar, sería precisamente aquella que por su naturaleza desprecia cualquier otro modo de autoridad que no sea la suya.

Vamos directos al caos y eso supondrá un cambio de "época" o el fin de los tiempos. La oferta político-social que pretenda colarse en este sistema, deberá por un lado hacer casi un juramento de adhesión a los principios del "movimiento", mientra por otro va anunciando la necesidad que tenemos de autocontrol y como éste fuera imposible alcanzar en un mundo "de iguales", muchos acabarán prefiriendo más seguridad a cambio de libertad... De una libertad extraña, pues se trataría de ver en qué medida ese tiranuelo que opera en cada uno, está dispuesto en realidad a callarse un poco...

Me cuesta ver en futuro distinto del más de lo mismo tirando a peor, por la mera reorganización de la sociedad que de manera pacífica y democrática revierta tantos pasos como se han dado precisamente con esos dos programas mentales que nos han traído hasta aquí. Si ha de haber un cambio de paradigma se producirá en medio de un caos tan insoportable que obligue al tiranuelo personal a plantearse una retirada sensata...

El comentario de Prada lo veo en la línea de ese populismo que le dice al pueblo cosas que ya sabe, o al menos intuye, sin hacerle partícipe -culpable en lo que le toca- del estado de cosas, lo que le lleva a anhelar curar su salud sin percatarse que él es precisamente el portador del virus infeccioso. 

Una palabra muy de moda es "integral" y al caso se refiere a tratar de manera integral las cosas del niño, del joven, del adulto y del anciano. A mi me suena a impostura de primer grado pues se ha procurado por todos los medios -con gran aceptación por la inmensa mayoría- de desintegrarlo todo: alma-cuerpo, individuo-sociedad, yo-vosotros... son realidades que hasta no hace mucho tiempo estaban más o menos integradas y como esa integración no fuera perfecta, pues se destruyó. Y ahora nos vienen de nuevo con eso de integrar que más parece pretender abarcan tanto como para tener la coartada de no conseguirlo. Es como derribar una casa y luego de estar un tiempo a la intemperie se propusiera recuperar su integridad haciendo cada uno lo que mejor sabe, sea colocar tejas, alicatar baños, construir la cimentación... todos al mismo tiempo. Ah, y sin olvidar las instalaciones ni los electrodomésticos o el niño encerrado en su habitación virtual escuchando su murga preferida.

Empiezo a pensar que no existiría mejor modelo a imitar que el de la Iglesia; seguir sus pasos, poco a poco, recuperando "filosóficamente" la integridad del ser humano en el pensamiento individual y colectivo. Sin ese cimiento casi imposible de imaginar siquiera en este mundo que vivimos, lo demás serán palos de ciego y ocurrencias de pensadores y analistas confinados en la estrechez de lo políticamente correcto. Esta nueva "inquisición", contraria a la verdadera, no vendrá a conservar logros verdaderos sino a imposibilitar que se destruya precisamente el origen de nuestro fracaso.

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sí que es verdad que el gremio lleva mucho tiempo afectado de progresismo, el caso es que ahora sufren en sus carnes el problema de bajas por depresión, ansiedad, etc...

parece que detrás de la palabra libertad a veces se esconden ciertos problemas.

la verdad, como padre que un día me gustaría ser y ya padrino y tío de varios sobrinos, es algo que me viene preocupando en especial últimamente.

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hace 36 minutos, BGA dijo:

Los maestros de hoy son los progres de ayer. Es una generalización por supuesto pero no creo equivocarme mucho. En ese proceso de desautorización han contribuido y contribuyen los que entonces fueron alumnos y hoy son maestros.

¿Recuerdan aquel eslogan que decía: prohibido prohibir nada?. Pues muchos de los maestros actuales pintarían esa frase en sus institutos, escuelas o facultades. Y si no lo hicieron les pareció gracioso, ocurrente, chisposo... como a casi todos. 

Me gusta observar esta crítica a los excesos de nuestro tiempo desde la "óptica del cansancio" por la cual se podrían explicar, al menos en parte, la deriva que han llegado a tomar tantas cosas. Si miran groso modo las etapas precedentes desde el humanismo renacentista, cada "movimiento" del pensamiento agota o destruye al anterior. El espíritu humano según se va alejando de lo transcendente, se cansa cada vez más deprisa de los estados anteriores y de su influencia en el momento actual. Es como una carrera hacia ninguna parte que no acaba de encontrar sentido objetivo en nada de lo que esa carrera va encontrando por el camino y así, ocurrencia tras ocurrencia, a veces aprovechada y otras veces promovidas por filósofos y creadores, se van creando nuevas formas de estar y de pensar a cada momento más livianas sin que ello implique que sus efectos no sean devastadores. Cuanta menor sea la energía aportada a un sistema, con más rapidez tiende al caos. Un mundo de "materia" y una inteligencia que persiste en confundirse con ella, es un mundo al que se le priva de la sustancia "externa" que pone coto a la entropía...

El problema ya no es en sí que a ciertos sectores se les haya descabalgado de cualquier forma de autoridad. El problema es que todos tenemos a un pequeño dictador sentado sobre nuestras cabezas que no sabrá lo que quiere pero sabe de sobra lo que no quiere y si hay algo que detesta es perder su dominio "personal". 

Niños, padres, profesores, sociedad en su conjunto... comparte el difícil equilibrio entre tanto tirano sentado encima de cada uno de nosotros. La autoridad final, la última que nos quedaría para conservar, sería precisamente aquella que por su naturaleza desprecia cualquier otro modo de autoridad que no sea la suya.

Vamos directos al caos y eso supondrá un cambio de "época" o el fin de los tiempos. La oferta político-social que pretenda colarse en este sistema, deberá por un lado hacer casi un juramento de adhesión a los principios del "movimiento", mientra por otro va anunciando la necesidad que tenemos de autocontrol y como éste fuera imposible alcanzar en un mundo "de iguales", muchos acabarán prefiriendo más seguridad a cambio de libertad... De una libertad extraña, pues se trataría de ver en qué medida ese tiranuelo que opera en cada uno, está dispuesto en realidad a callarse un poco...

Me cuesta ver en futuro distinto del más de lo mismo tirando a peor, por la mera reorganización de la sociedad que de manera pacífica y democrática revierta tantos pasos como se han dado precisamente con esos dos programas mentales que nos han traído hasta aquí. Si ha de haber un cambio de paradigma se producirá en medio de un caos tan insoportable que obligue al tiranuelo personal a plantearse una retirada sensata...

El comentario de Prada lo veo en la línea de ese populismo que le dice al pueblo cosas que ya sabe, o al menos intuye, sin hacerle partícipe -culpable en lo que le toca- del estado de cosas, lo que le lleva a anhelar curar su salud sin percatarse que él es precisamente el portador del virus infeccioso. 

Una palabra muy de moda es "integral" y al caso se refiere a tratar de manera integral las cosas del niño, del joven, del adulto y del anciano. A mi me suena a impostura de primer grado pues se ha procurado por todos los medios -con gran aceptación por la inmensa mayoría- de desintegrarlo todo: alma-cuerpo, individuo-sociedad, yo-vosotros... son realidades que hasta no hace mucho tiempo estaban más o menos integradas y como esa integración no fuera perfecta, pues se destruyó. Y ahora nos vienen de nuevo con eso de integrar que más parece pretender abarcan tanto como para tener la coartada de no conseguirlo. Es como derribar una casa y luego de estar un tiempo a la intemperie se propusiera recuperar su integridad haciendo cada uno lo que mejor sabe, sea colocar tejas, alicatar baños, construir la cimentación... todos al mismo tiempo. Ah, y sin olvidar las instalaciones ni los electrodomésticos o el niño encerrado en su habitación virtual escuchando su murga preferida.

Empiezo a pensar que no existiría mejor modelo a imitar que el de la Iglesia; seguir sus pasos, poco a poco, recuperando "filosóficamente" la integridad del ser humano en el pensamiento individual y colectivo. Sin ese cimiento casi imposible de imaginar siquiera en este mundo que vivimos, lo demás serán palos de ciego y ocurrencias de pensadores y analistas confinados en la estrechez de lo políticamente correcto. Esta nueva "inquisición", contraria a la verdadera, no vendrá a conservar logros verdaderos sino a imposibilitar que se destruya precisamente el origen de nuestro fracaso.

Como bien dices llevamos un pequeño dictador en la cabeza, pero que no sabe lo que quiere y si lo que no quiere.Y es la escuela uno de esos lugares donde se tiene que poner unos límites a ese dictadorcillo. Si no se controla mínimamente a ese pequeño dictador se crean alumnos que se niegan a hacer aquello que no en ese momento no les guste o apetezca obviando sus consecuencias y que al no saber que es aquello que quieren acaban cayendo en la moda de turno

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hace 1 minuto, El forastero dijo:

Como bien dices llevamos un pequeño dictador en la cabeza, pero que no sabe lo que quiere y si lo que no quiere.Y es la escuela uno de esos lugares donde se tiene que poner unos límites a ese dictadorcillo. Si no se controla mínimamente a ese pequeño dictador se crean alumnos que se niegan a hacer aquello que no en ese momento no les guste o apetezca obviando sus consecuencias y que al no saber que es aquello que quieren acaban cayendo en la moda de turno

El problema es que ese tiranuelo también lo llevan encima los enseñantes y antes preferirán sufrir los efectos de su error que reconocerlos en persona tratando de hacer algo al respecto. Ser progre implica necesariamente verse a uno mismo en la misión de arreglar el mundo "desde" uno mismo proyectando sus anhelos según su idiosincrasia personal que no tienen muchas dudas ha de ser la mejor dado el fracaso de otros que quisieron hacer lo mismo. Luego vienen las ansiedades y la necesidad de culpar a los demás.

Son parte del problema -en absoluto los culpables principales- pero no lo entienden así. Piensan que de natural el ser humano es un dechado de virtudes olvidadas o "desvirtuadas" por sistemas autoritarios conducentes al pensamiento único, tan nefasto para el desarrollo de esas potencialidades desde niños.

Quizás tenga que ver esa rebeldía cultural en contra del sentido de culpabilidad-judeocristiano. Este es otro de los memes fundamentales del mundo moderno. Parecería que vendría a combatir esos sentimientos de culpabilidad asociados a la Religión pero lo que ha conseguido es eliminarlos del todo. Sentirse culpable es vivir en el pasado y la felicidad es cosa de aquí y ahora. No obstante ese sentimiento, que ya no está sometido a la conciencia personal, lo está ahora a la conciencia "social" y se expresa en la culpabilidad nuestra de ser poco sensibles con la madre naturaleza y toda la morralla ideológica que medra entorno suyo. Pasamos de "dialogar" con un Dios personal, a hacerlo con una entidad suprema impersonal... Vamos, que cada cual establece un diálogo consigo mismo como poniéndose delante de un espejo. Desde ahí, el diálogo resultante está sometido estrictamente al criterio de cada uno que encuentra en los criterios compartidos -del todo incompletos ante la plenitud de la vida humana- la razón de ser de adherirse a las ideologías y desde ellas desplegar toda nuestra potencialidad sin percatarnos -o no queriendo mirar tan afondo el asunto- de los abismos existenciales de cada ser humano respecto a la ideología que creen les define mejor.

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Aunque no de forma directa, creo que este otro artículo que ha publicado el escritor, está también relacionado tangencialmente con lo que se ha venido hablando en este hilo ya que, si bien la falta de autoridad en las escuelas, está propiciando un estado generacional determinado, lo que denuncia De Prada en el siguiente artículo, no se entiende sin la anuencia de dicho estado de cosas en la educación.

Cita

Corrupción universitaria

Sospecho que la olla podrida que en estos días ha destapado ABC sólo es la puntita de la cúpside del promontorio de un iceberg de magnitudes colosales

Juan Manuel de Prada

 

 

Actualizado:

Nunca nos cansaremos de repetir que la corrupción que padecemos es la consecuencia natural de una política que ha abjurado de su misión primordial, que no es otra sino la protección de los bienes morales. En una época donde el asesinato del inocente, la opresión del pobre, la inversión del orden natural y la defraudación del jornal del trabajador (lo que en los catecismos antañones se llamaban «pecados que claman al cielo») se convierten en estandartes democráticos, amparados y jaleados por leyes inicuas, resulta natural que surjan gentes sin escrúpulos que se dedican a la rapiña y al saqueo de nuestros bienes materiales, en volandas de las ambiciones desmedidas y el ansia de honores y riquezas. Y seguirán apareciendo bajo expresiones cada vez más aberrantes y descaradas, mientras no tengamos gobernantes que restauren los bienes morales que han sido escarnecidos y vilipendiados.

En estos días, ABC ha destapado un escalofriante caso de corrupción universitaria, con expedición de doctorados de pacotilla, tribunales de Monipodio y producción en cadena de tesis clonadas. Entre sus beneficiarios se contó el ínclito doctor Sánchez, elegido por la plutocracia para regir los destinos de los españoles durante los próximos años. Ya nos advertía Torres Villarroel contra quienes se gradúan con nocturnidad, «entre gallos y medianoche, y comprando la borla incurren en una simonía civil de las muchas que se cometen en la Corte, adonde vienen a recuas los mulos cargados de panzas de doctores, licenciados y bachilleres». Hoy ya no bastaría con una recua de mulos para cargar con los titulillos de chichinabo que expiden las universidades españolas, convertidas en un cortijo donde una patulea de urracas y polillas del erario público consiguen sin esfuerzo los honores académicos que los aureolen de prestigio ante las masas cretinizadas.

Fue Felipe González, ese gran prohombre del capitalismo de amiguetes, quien amparó la proliferación de universidades de chichinabo, supuestamente para favorecer nuestro sistema educativo con aportaciones de la «iniciativa privada». Todas las universidades que entonces surgieron como champiñones sobre un mantillo de putrefacción son chiringuitos que, en el mejor de los casos, se aprovechan de las pretensiones de los papás ricachos que rabiaban porque sus hijitos ceporros no podían acceder a las universidades de mayor ringorrango; y, en casos aún peores, lavaderos con fachada respetable de los contubernios financieros más mugrientos. Y, para legitimar toda esta cochambre, vino como pintiparado el malhadado Plan de Bolonia, que envileció para siempre los estudios universitarios y convirtió las universidades, antaño templos del saber, en grimosas escuelas de coaching, viveros de analfabetos funcionales y vendedores de crecepelos; a la vez que arbitró métodos de promoción completamente opacos, donde el amiguismo, la prevaricación y el cambalache imponen sus reglas.

Sospecho que la olla podrida que en estos días ha destapado ABC sólo es la puntita de la cúpside del promontorio de un iceberg de magnitudes colosales. Pero, mucho más bochornosa que la actitud de la universidad implicada en el escándalo, es la complicidad vergonzante de las universidades no implicadas, que callan como profesionales del amor mercenario, en un repulsivo pacto de silencio mafioso, tal vez porque guardan trapos tan sucios como los que este periódico ha expuesto al público escrutinio. Su silencio solidario nos vuelve a dejar claro que la corrupción del sistema es endémica. Y seguirá siéndolo mientras no se restauren los bienes morales.

 

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hace 1 hora, Español dijo:

Aunque no de forma directa, creo que este otro artículo que ha publicado el escritor, está también relacionado tangencialmente con lo que se ha venido hablando en este hilo ya que, si bien la falta de autoridad en las escuelas, está propiciando un estado generacional determinado, lo que denuncia De Prada en el siguiente artículo, no se entiende sin la anuencia de dicho estado de cosas en la educación.

 

Buen artículo, comparto la idea de que los políticos deben proteger los bienes morales. También creo que la proliferación de estos falsos títulos  entre nuestra clase política y la situación de la universidad en España son temas interesantes ha tratar.

Personalmente creo que la corrupción en la universidad, además de la falta de autoridad, es una corrupción económica, a base de sobornos y favores, que al final es causada por una corrupción moral.

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      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





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    • La libertad sexual conduce al colapso de la cultura en tres generaciones (J. D. Unwin)
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    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
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    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
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    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
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