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Vanu Gómez

Ante la inminencia de los supercomputadores, inteligencia artificial, energía accesible, avances robóticos... ¿a qué aferrarse contra el perversión Silvocapitalista de aniquilar a los "sobrantes" del sistema productivo?

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La soberbia o vanidad de muchos de los que de momento siguen formando parte de ese sector de la Humanidad aún necesaria para el funcionamiento de la maquinaria al servicio de la lógica "silvocapitalista" (*) les hace perder la perspectiva del problema y caer fácilmente en las garras de la mentalidad tramposa malthusiana.

En el hilo de la despoblación rural hemos visto cómo hay un sector en que el hecho se ha consumado, en el campo hoy día pervive solo un pequeño porcentaje de personas que manejan con maquinaria lo que en otros tiempos necesitaba de muchas personas. La producción, en buena parte, no ha acusado brutales descensos pero en cambio las comunidades prácticamente han desaparecido, apenas hay familias, niños, etc... y van quedando básicamente solterones con su novia la maquinaria. El resto de población ha evacuado a otros lugares donde les/nos ha ido llevando esta lógica porque aún hay demanda de "productores humanos".

Pero... es como la huída de la propia sombra, tan rápido como te mueves tú se mueve ella, quizás en estos temas con cierto tiempo de demora. Pero se intuye, se ve venir.

Hemos visto por la historia que el marxismo o el anarquismo fueron respuestas destructivas en su día pero que lograron atraer a los golpeados por la misma lógica en otros tiempos. 

Hoy como ayer, parece que la respuesta solo puede encontrarse donde siempre estuvo. La Doctrina Social de la Iglesia respondió al desafío de la época y, seguro, que irá abarcando las nuevas escalaciones del mismo problema.

 

(*) acabo de inventarme el palabro para acortar la expresión "capitalismo salvaje".

(*) acepto alternativas para el título, al que reconozco que es un paquete.

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Haciendo un recorrido por las "soluciones". Lo veo como un ajuste entre piezas, un eje (el hombre) y el hueco (maquinismo). A día de hoy el hueco está desajustado, ha habido una progresión maquinista. Por lo que tendríamos tres soluciones:

1. Regresión maquinista (reducir las máquinas): desde el ludismo (destruir las máquinas) al anarquismo (destruir las estructuras de poder que generan esas máquinas), al neorruralismo. Se interprenetra también con la siguiente regresión en el primitivismo (reducir hombres y máquinas hasta un estado civilizacional basal). Problemas: las sociedades que no se sometan a la regresión maquinista someterán al resto a través de la tecnología militar y "sociomilitar". En el campo hispánico metería aquí al "que inventen ellos" de Unamuno, no queremos inventos que nos desvirtúen, aunque claro que tiene otras lecturas. 

2. Regresión humanista (reducir los humanos): es la posición en la que se sitúa el NWO con el antinatalismo, básicamente un genocidio de guante blanco utilizando el feminismo, el animalismo y el ecologismo reduciendo la capacidad reproductora de las familias separando a los hombres de las mujeres y poniendo por encima a los animales y el medio ambiente. También metería aquí al socialismo, al comunismo y a la decisión última de la Renta Básica Universal, que anula el trabajo del hombre y lo convierte en dependiente de las máquinas o de sus propietarios. El paisaje último es el del estancamiento.

3. Progresión humanista (aumentar la necesidad humana). Entiendo que es la única postura realmente defendible y consiste en hacer necesarios a los humanos en el entorno tecnológico en el que se esté o incluso ponerlos por delante, de tal forma que las máquinas queden atrás. Se puede entender de dos formas, la negativa y la positiva. La negativa es la de crear trabajos ficticios y realmente innecesarios como es gran parte del sector servicios o de la capa funcionarial y burocrática actual.  La positiva es plantear necesidades para las que se necesite el talento y la creatividad humana y la potencia de las máquinas. El infinito deseo y ambición del hombre son el reservorio del cual sacaríamos esas necesidades. El sector servicios es esto mismo. Se habla de sectores cuaternario y quinario. 

El mundo actual ya está aplicando una mezcla de las tres soluciones (solución de pasado, presente y futuro si se quiere) dependiendo del sector y el campo.

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Si me lo permitís, quisiera aprovechar para citar aquí el cuarto punto del capítulo quinto de la encíclica Laudato Si, pues creo que atiende al interés del tema:

Cita

IV. Política y economía en diálogo para la plenitud humana

189. La política no debe someterse a la economía y ésta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana. La salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de revisar y reformar el entero sistema, reafirma un dominio absoluto de las finanzas que no tiene futuro y que sólo podrá generar nuevas crisis después de una larga, costosa y aparente curación. La crisis financiera de 2007-2008 era la ocasión para el desarrollo de una nueva economía más atenta a los principios éticos y para una nueva regulación de la actividad financiera especulativa y de la riqueza ficticia. Pero no hubo una reacción que llevara a repensar los criterios obsoletos que siguen rigiendo al mundo. La producción no es siempre racional, y suele estar atada a variables económicas que fijan a los productos un valor que no coincide con su valor real. Eso lleva muchas veces a una sobreproducción de algunas mercancías, con un impacto ambiental innecesario, que al mismo tiempo perjudica a muchas economías regionales[133]. La burbuja financiera también suele ser una burbuja productiva. En definitiva, lo que no se afronta con energía es el problema de la economía real, la que hace posible que se diversifique y mejore la producción, que las empresas funcionen adecuadamente, que las pequeñas y medianas empresas se desarrollen y creen empleo.

190. En este contexto, siempre hay que recordar que «la protección ambiental no puede asegurarse sólo en base al cálculo financiero de costos y beneficios. El ambiente es uno de esos bienes que los mecanismos del mercado no son capaces de defender o de promover adecuadamente»[134]. Una vez más, conviene evitar una concepción mágica del mercado, que tiende a pensar que los problemas se resuelven sólo con el crecimiento de los beneficios de las empresas o de los individuos. ¿Es realista esperar que quien se obsesiona por el máximo beneficio se detenga a pensar en los efectos ambientales que dejará a las próximas generaciones? Dentro del esquema del rédito no hay lugar para pensar en los ritmos de la naturaleza, en sus tiempos de degradación y de regeneración, y en la complejidad de los ecosistemas, que pueden ser gravemente alterados por la intervención humana. Además, cuando se habla de biodiversidad, a lo sumo se piensa en ella como un depósito de recursos económicos que podría ser explotado, pero no se considera seriamente el valor real de las cosas, su significado para las personas y las culturas, los intereses y necesidades de los pobres.

191. Cuando se plantean estas cuestiones, algunos reaccionan acusando a los demás de pretender detener irracionalmente el progreso y el desarrollo humano. Pero tenemos que convencernos de que desacelerar un determinado ritmo de producción y de consumo puede dar lugar a otro modo de progreso y desarrollo. Los esfuerzos para un uso sostenible de los recursos naturales no son un gasto inútil, sino una inversión que podrá ofrecer otros beneficios económicos a medio plazo. Si no tenemos estrechez de miras, podemos descubrir que la diversificación de una producción más innovativa y con menor impacto ambiental, puede ser muy rentable. Se trata de abrir camino a oportunidades diferentes, que no implican detener la creatividad humana y su sueño de progreso, sino orientar esa energía con cauces nuevos.

192. Por ejemplo, un camino de desarrollo productivo más creativo y mejor orientado podría corregir el hecho de que haya una inversión tecnológica excesiva para el consumo y poca para resolver problemas pendientes de la humanidad; podría generar formas inteligentes y rentables de reutilización, refuncionalización y reciclado; podría mejorar la eficiencia energética de las ciudades. La diversificación productiva da amplísimas posibilidades a la inteligencia humana para crear e innovar, a la vez que protege el ambiente y crea más fuentes de trabajo. Esta sería una creatividad capaz de hacer florecer nuevamente la nobleza del ser humano, porque es más digno usar la inteligencia, con audacia y responsabilidad, para encontrar formas de desarrollo sostenible y equitativo, en el marco de una noción más amplia de lo que es la calidad de vida. En cambio, es más indigno, superficial y menos creativo insistir en crear formas de expolio de la naturaleza sólo para ofrecer nuevas posibilidades de consumo y de rédito inmediato.

193. De todos modos, si en algunos casos el desarrollo sostenible implicará nuevas formas de crecer, en otros casos, frente al crecimiento voraz e irresponsable que se produjo durante muchas décadas, hay que pensar también en detener un poco la marcha, en poner algunos límites racionales e incluso en volver atrás antes que sea tarde. Sabemos que es insostenible el comportamiento de aquellos que consumen y destruyen más y más, mientras otros todavía no pueden vivir de acuerdo con su dignidad humana. Por eso ha llegado la hora de aceptar cierto decrecimiento en algunas partes del mundo aportando recursos para que se pueda crecer sanamente en otras partes. Decía Benedicto XVI que «es necesario que las sociedades tecnológicamente avanzadas estén dispuestas a favorecer comportamientos caracterizados por la sobriedad, disminuyendo el propio consumo de energía y mejorando las condiciones de su uso»[135].

194. Para que surjan nuevos modelos de progreso, necesitamos «cambiar el modelo de desarrollo global»[136], lo cual implica reflexionar responsablemente «sobre el sentido de la economía y su finalidad, para corregir sus disfunciones y distorsiones»[137]. No basta conciliar, en un término medio, el cuidado de la naturaleza con la renta financiera, o la preservación del ambiente con el progreso. En este tema los términos medios son sólo una pequeña demora en el derrumbe. Simplemente se trata de redefinir el progreso. Un desarrollo tecnológico y económico que no deja un mundo mejor y una calidad de vida integralmente superior no puede considerarse progreso. Por otra parte, muchas veces la calidad real de la vida de las personas disminuye –por el deterioro del ambiente, la baja calidad de los mismos productos alimenticios o el agotamiento de algunos recursos– en el contexto de un crecimiento de la economía. En este marco, el discurso del crecimiento sostenible suele convertirse en un recurso diversivo y exculpatorio que absorbe valores del discurso ecologista dentro de la lógica de las finanzas y de la tecnocracia, y la responsabilidad social y ambiental de las empresas suele reducirse a una serie de acciones de marketing e imagen.

195. El principio de maximización de la ganancia, que tiende a aislarse de toda otra consideración, es una distorsión conceptual de la economía: si aumenta la producción, interesa poco que se produzca a costa de los recursos futuros o de la salud del ambiente; si la tala de un bosque aumenta la producción, nadie mide en ese cálculo la pérdida que implica desertificar un territorio, dañar la biodiversidad o aumentar la contaminación. Es decir, las empresas obtienen ganancias calculando y pagando una parte ínfima de los costos. Sólo podría considerarse ético un comportamiento en el cual «los costes económicos y sociales que se derivan del uso de los recursos ambientales comunes se reconozcan de manera transparente y sean sufragados totalmente por aquellos que se benefician, y no por otros o por las futuras generaciones»[138].La racionalidad instrumental, que sólo aporta un análisis estático de la realidad en función de necesidades actuales, está presente tanto cuando quien asigna los recursos es el mercado como cuando lo hace un Estado planificador.

196. ¿Qué ocurre con la política? Recordemos el principio de subsidiariedad, que otorga libertad para el desarrollo de las capacidades presentes en todos los niveles, pero al mismo tiempo exige más responsabilidad por el bien común a quien tiene más poder. Es verdad que hoy algunos sectores económicos ejercen más poder que los mismos Estados. Pero no se puede justificar una economía sin política, que sería incapaz de propiciar otra lógica que rija los diversos aspectos de la crisis actual. La lógica que no permite prever una preocupación sincera por el ambiente es la misma que vuelve imprevisible una preocupación por integrar a los más frágiles, porque «en el vigente modelo “exitista” y “privatista” no parece tener sentido invertir para que los lentos, débiles o menos dotados puedan abrirse camino en la vida»[139].

197. Necesitamos una política que piense con visión amplia, y que lleve adelante un replanteo integral, incorporando en un diálogo interdisciplinario los diversos aspectos de la crisis. Muchas veces la misma política es responsable de su propio descrédito, por la corrupción y por la falta de buenas políticas públicas. Si el Estado no cumple su rol en una región, algunos grupos económicos pueden aparecer como benefactores y detentar el poder real, sintiéndose autorizados a no cumplir ciertas normas, hasta dar lugar a diversas formas de criminalidad organizada, trata de personas, narcotráfico y violencia muy difíciles de erradicar. Si la política no es capaz de romper una lógica perversa, y también queda subsumida en discursos empobrecidos, seguiremos sin afrontar los grandes problemas de la humanidad. Una estrategia de cambio real exige repensar la totalidad de los procesos, ya que no basta con incluir consideraciones ecológicas superficiales mientras no se cuestione la lógica subyacente en la cultura actual. Una sana política debería ser capaz de asumir este desafío.

198. La política y la economía tienden a culparse mutuamente por lo que se refiere a la pobreza y a la degradación del ambiente. Pero lo que se espera es que reconozcan sus propios errores y encuentren formas de interacción orientadas al bien común. Mientras unos se desesperan sólo por el rédito económico y otros se obsesionan sólo por conservar o acrecentar el poder, lo que tenemos son guerras o acuerdos espurios donde lo que menos interesa a las dos partes es preservar el ambiente y cuidar a los más débiles. Aquí también vale que «la unidad es superior al conflicto»[140].

 

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hace 3 horas, Gerión dijo:

Haciendo un recorrido por las "soluciones". Lo veo como un ajuste entre piezas, un eje (el hombre) y el hueco (maquinismo). A día de hoy el hueco está desajustado, ha habido una progresión maquinista. Por lo que tendríamos tres soluciones:

1. Regresión maquinista (reducir las máquinas): desde el ludismo (destruir las máquinas) al anarquismo (destruir las estructuras de poder que generan esas máquinas), al neorruralismo. Se interprenetra también con la siguiente regresión en el primitivismo (reducir hombres y máquinas hasta un estado civilizacional basal). Problemas: las sociedades que no se sometan a la regresión maquinista someterán al resto a través de la tecnología militar y "sociomilitar". En el campo hispánico metería aquí al "que inventen ellos" de Unamuno, no queremos inventos que nos desvirtúen, aunque claro que tiene otras lecturas. 

2. Regresión humanista (reducir los humanos): es la posición en la que se sitúa el NWO con el antinatalismo, básicamente un genocidio de guante blanco utilizando el feminismo, el animalismo y el ecologismo reduciendo la capacidad reproductora de las familias separando a los hombres de las mujeres y poniendo por encima a los animales y el medio ambiente. También metería aquí al socialismo, al comunismo y a la decisión última de la Renta Básica Universal, que anula el trabajo del hombre y lo convierte en dependiente de las máquinas o de sus propietarios. El paisaje último es el del estancamiento.

3. Progresión humanista (aumentar la necesidad humana). Entiendo que es la única postura realmente defendible y consiste en hacer necesarios a los humanos en el entorno tecnológico en el que se esté o incluso ponerlos por delante, de tal forma que las máquinas queden atrás. Se puede entender de dos formas, la negativa y la positiva. La negativa es la de crear trabajos ficticios y realmente innecesarios como es gran parte del sector servicios o de la capa funcionarial y burocrática actual.  La positiva es plantear necesidades para las que se necesite el talento y la creatividad humana y la potencia de las máquinas. El infinito deseo y ambición del hombre son el reservorio del cual sacaríamos esas necesidades. El sector servicios es esto mismo. Se habla de sectores cuaternario y quinario. 

El mundo actual ya está aplicando una mezcla de las tres soluciones (solución de pasado, presente y futuro si se quiere) dependiendo del sector y el campo.

Ninguna de las tres me convence. De hecho, el punto 3 que nos propones como solución defendible está aceptando implícitamente el planeteamiento "utilitarista". Como que apuntala la idea de que la existencia del ser humano se hubiera de sustentar en "hacer necesarios a los humanos"... Hacer necesarios? Para quién?

Desde una perspectiva humanista cristiana -que me corrija alguien con mejor formación teológica- esto es un error. El hombre no tiene que justificar el ser "necesario en ningún entorno tecnológico", económico, etc. El hombre tiene como causa original de su existencia el AMOR del PADRE. Su existencia no tiene que rendirle cuentas a ninguna utilidad. Ni aunque la teconología eliminara de cuajo su utilidad económica.

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hace 6 minutos, Vanu Gómez dijo:

Ninguna de las tres me convence. De hecho, el punto 3 que nos propones como solución defendible está aceptando implícitamente el planeteamiento "utilitarista". Como que apuntala la idea de que la existencia del ser humano se hubiera de sustentar en "hacer necesarios a los humanos"... Hacer necesarios? Para quién?

Desde una perspectiva humanista cristiana -que me corrija alguien con mejor formación teológica- esto es un error. El hombre no tiene que justificar el ser "necesario en ningún entorno tecnológico", económico, etc. El hombre tiene como causa original de su existencia el AMOR del PADRE. Su existencia no tiene que rendirle cuentas a ninguna utilidad. Ni aunque la teconología eliminara de cuajo su utilidad económica.

Creo que se entiende perfectamente el despliegue de lo que planteo. Lo del utilitarismo en tus textos me lo tomo ya como el "facha" de los progres, el comodín. No hay mayor utilitarismo que el que está ejerciendo el Imperio progresista sobre el cuerpo católico.

 

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hace 2 minutos, Gerión dijo:

Creo que se entiende perfectamente el despliegue de lo que planteo. Lo del utilitarismo en tus textos me lo tomo ya como el "facha" de los progres, el comodín. No hay mayor utilitarismo que el que está ejerciendo el Imperio progresista sobre el cuerpo católico.

 

bueno, por siacaso, yo tengo que decirlo, digo yo que estés de acuerdo en lo que digo, no hay ninguna necesidad de justificar tal existencia, partiendo de esa base todo se puede hablar.

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Muy interesante el tema planteado. El maquinismo prescinde del hombre y con frecuencia pone el hombre a trabajar para la máquina en lugar de hacer que ésta le sirva. Creo que la solución a esto sólo la puede dar la doctrina católica, que pone en el centro al hombre pero siempre sujeto a Dios. La dirección de la sociedad deberían marcarla la teología y tal vez la filosofía, nunca la ciencia o la técnica, que se ocupan de los medios pero no de los fines. Aunque el fin sea bueno, no son válidos todos los medios.

De monstruosidades como el internet de las cosas se derivan terribles consecuencias para la humanidad. Pero también se derivan consecuencias funestas para la patria (para la idea de patria y para nuestra patria concreta que es España). Hay que tener en cuenta que no hablamos de todas las máquinas. Hablamos de unas máquinas muy particulares que sólo se diseñan y construyen en EEUU y China. Si nuestra sociedad se hace a tal punto dependiente de esas máquinas, estará también subyugada por completo a esas dos naciones que hasta ahora tienen el monopolio de esas máquinas. Sería preferible no depender tanto de esas máquinas en tanto no las podamos construir.

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hace 5 horas, Hispanorromano dijo:

Muy interesante el tema planteado. El maquinismo prescinde del hombre y con frecuencia pone el hombre a trabajar para la máquina en lugar de hacer que ésta le sirva. Creo que la solución a esto sólo la puede dar la doctrina católica, que pone en el centro al hombre pero siempre sujeto a Dios. La dirección de la sociedad deberían marcarla la teología y tal vez la filosofía, nunca la ciencia o la técnica, que se ocupan de los medios pero no de los fines. Aunque el fin sea bueno, no son válidos todos los medios.

De monstruosidades como el internet de las cosas se derivan terribles consecuencias para la humanidad. Pero también se derivan consecuencias funestas para la patria (para la idea de patria y para nuestra patria concreta que es España). Hay que tener en cuenta que no hablamos de todas las máquinas. Hablamos de unas máquinas muy particulares que sólo se diseñan y construyen en EEUU y China. Si nuestra sociedad se hace a tal punto dependiente de esas máquinas, estará también subyugada por completo a esas dos naciones que hasta ahora tienen el monopolio de esas máquinas. Sería preferible no depender tanto de esas máquinas en tanto no las podamos construir.

 

Se criticaba a la España del régimen tradicional de ocuparse más de teología que de los temas materiales, ciencia, tecnología, etc. Aún negando la mayor, el hecho de tener planteamientos teológicos -lo cual en el plano material implica largo plazo también, que es la clave para una trayectoria sólida y sostenible- firmes le permitió lograr lo que lograr y extender su peramanencia en el tiempo durante siglos. Sin contar de la "inercia" que disfrutamos aún dos siglos después de lo sembrado entonces (eso que llamamos Hispanidad y aún sigue de alguna forma latente).

Si como dices invertimos el orden de las cosas podemos poner en peligro toda la lógica derivada del orden de valores --> sujeto-Diosmediante/finalidad/medios... llevándonos al sinsentido de que los medios acaben aniquilando al sujeto solo porque se ha invertido la finalidad de los mismos. Y la finalidad de los mismos no es determinada de otro sitio que no sea el sistema moral. Intentar eliminar a Dios del sistema solo puede llevar al desastre.

Resumiendo, y volviendo con el comentario que le hice el otro día a Gerión-->  la vida y existencia humana no se justifica por ser o no necesaria en el sistema productivo.

El sistema productivo está para servir al hombre y a la Humanidad. El medio ambiente, así mismo, ha de ser conservado más no dejar de ser "enseñoreado" por el ser humano... El malthusianismo viene a ser la misma idea, en vez de aplicada a máquinas, aplicada al medio ambiente, es decir, la "conservación" del planeta por encima de la prioridad humana.

Bueno, lo he puesto de forma un poco desordenada pero creo que se entiende.

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    • https://www.mundorepubliqueto.com/2020/05/01/no-todo-lo-que-brilla-es-oro/

      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
      • 32 respuestas
    • La libertad sexual conduce al colapso de la cultura en tres generaciones (J. D. Unwin)
        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
        • Extraordinario (100 puntos positivos y de mejora)
    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
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    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
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