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Hispanorromano

Un artículo del Coronel Pakez que someto a vuestra opinión

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hace 6 horas, elprotegido dijo:

Sí, la verdad es que el separatismo no surge de la nada: Hay "algo raro" que subyace en el carácter catalán y que no encontramos en otras regiones españolas más históricamente vinculadas a Castilla. Interesante sería desmenuzar esto.

A pesar de que no somos lo mismo, me veo obligado a reconocer que, en este aspecto concreto, Baleares es más similar a Cataluña de lo que uno desearía. Ahora hay fuga, a niveles preocupantes, de médicos y otro personal cualificado porque les ha dado por exigir un nivel C de catalán. Lo curioso es que mucha gente, a priori no sólo separatistas, aplaude con las orejas una medida que sólo les perjudica por todos los costados. Sin embargo, está ese reflejo casi ancestral de ponerse nervioso y desconfiar de los "forasters", poniendo siempre un grado de separación... que nos da la explicación de semejante comportamiento irracional.

Dios sabe la razón, pero jamás he podido comprender esta marca distintiva inscrita en el carácter de mis paisanos.

Creo que aquí hay un equívoco, y es lo que quise decir en mis anteriores mensajes. Es completamente natural que haya una distinción de carácter lingüístico. Me consta que en las Vascongadas y en Cataluña era así (supongo que en Galicia, Valencia, etc, hubiera algo similar) y la palabra "castellano" hacía referencia a ello. Pongo solo como ejemplo la madre  guipuzcoana  de un amigo, la lengua materna de ella es el vascuence y su familia le llamaba la "castellana" ya que tras casarse marchó fuera, su lengua habitual de vida se volvió esa y solo hablaba vascuence cuando llamaba por telefono a padres o hermanos... o estaba a solas con la familia o gente de su zona.

Pero es que eso es perfectamente natural, nada del otro mundo. Es el factor nacionalista el que ha distorsionado esto y ha conseguido trasladar esa distinción lingüística a otra dimensión. Uno de los pasos de ese proceso es lo de "trucar" la palabra de "castellano" a "español". Esto lo logró el movimiento de Arana en las Vascongadas y lo han logrado los nacionalistas también en Cataluña.

Ese era el sentido de mi comentario a Javier. No tengo problema en rectificar lo que digo si alguien me demuestra, por ejemplo, que en el siglo XVIII, o mismamente a principios del XIX en Cataluña alguien le llamaba "España"/ "españoles" (o "espanyols", se sobreentiende) para referirse a territorios de los que se excluían a sí mismos. Hoy ya es un hecho e incluso "no separatistas" lo hacen.  Han conseguido manipular el hecho de la denominación lingüística a la de identificación político-identitaria.

¿imagina alguien de forma natural decir cosas como "la influencia social y cultural de Cataluña sobre Gerona" o de "Alemania sobre Sajonia"? Pues en España tenemos esto extendido ya en ciertas regiones, hablar de "España" y "españoles" para referirse a territorios y gentes de las que así, implícitamente, te estás autoexcluyendo... son "otros".

Al final, por la misma lógica, surgen inevitablemente expresiones como "el conflicto entre España y Cataluña" que también se han contagiado a la prensa extranjera.

Esa expresión constituye ya en sí misma la mejor Propaganda internacional que se le pueda hacer a la idea de que, efectivamente, Cataluña no sería España. El proceso, de esta forma, fluye sencillamente a través del lenguaje, sin necesidad de argumentar más. Por ese camino, el desenlace se acabará por hacer inevitable... si necesidad de grandes algaradas.

Los separatistas van ganando la batalla del lenguaje.

PD: el amigo valenciano nos podrá comentar cómo era la situación en su tierra respecto al empleo de la distinción castellano/valenciano y su evolución entre cada vez más gente a la distinción español/valenciano, no solo a nivel lingüístico sino político identitario/nacional... me costaría creer que le escuchase algún día a sus abuelos valencianoparlantes llamarle "España" a otros territorios y "españoles" a los que no hablaban valenciano, mucho me costaría.

 

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Elprotegido, 

Los catalanes no son más "raros" que los andaluces, los gallegos o los vascos. 

La realidad, es que históricamente el "castellano" y especialmente los de "villa y corte", han gozado de hegemonía en todo el territorio a través del sistema funcionarial y de la élite política y económica. Su preponderancia cultural ha sido tal (quiero suponer desde que España es un estado moderno a la francesa) que a día de hoy se ha homogeneizado lo que significa ser español, relegando a localismos y regionalismos "paleto de pueblo" a otras maneras de serlo. Esto es un empobrecimiento y sobre todo es visto como una amenaza por los más recalcitrantes. Y esto se aplica de la misma manera en Vic que en Vitigudino. 

En mi modesta opinión, el "procés" es la reacción del pueblo catalán a la siguiente vuelta de tuerca del proceso de globalización, en un momento en que advierte que España está sumida en esa misma crisis de identidad y que está perdiendo su influencia cultural en favor de la cultura anglosajona. 

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hace 8 horas, Hispanorromano dijo:

Como comenté, veo aspectos positivos en el escrito del Coronel Pakez, como su defensa de la Hispanidad y de la misión católica de España. España debe recuperar esa misión y eso por sí solo solucionará muchas de nuestras angustias.

Sin embargo, veo varios problemas en la argumentación del Coronel Pakez. Para empezar, da la impresión de que si España no es católica o no cumple su misión en el mundo —como es el caso en la actualidad— ya no merece la pena pelear por su unidad. Me parece que esto es erróneo. La unidad y la integridad de la patria siguen siendo un bien al que se debe aspirar aunque los ciudadanos o el Estado hayan dejado de ser católicos. Si dos personas se casan por la Iglesia, pero con el paso de los años el marido deja de ir a misa y la mujer pierde la fe, sigue siendo preferible que el matrimonio continúe unido en lugar de disolverlo. Ese matrimonio tiene más posibilidades de recuperar la fe si sigue unido, lo mismo que España tiene más posibilidades de recuperar la fe católica si permanece unida.

También parece deducirse de la argumentación de Pakez que no tiene mucha importancia que Cataluña se separe de España si por otra parte tampoco nos preocupamos de la América española. Veo aquí una lógica booleana del todo o nada que conduce a la destrucción de las personas y de las patrias. Lo ideal sería que los españoles nos preocupásemos de Cataluña y de Hispanoamérica, pero si un porcentaje de españoles por desgracia ignora a esta última, tampoco tenemos por qué ceder en lo de Cataluña. En vez del autodestructivo todo o nada es preferible un enfoque gradual, de ir dando pequeños pasos para recuperar nuestra grandeza anterior. Si por una parte sería bueno que España se volcase en empresas exteriores (como me he hartado de decir) para evitar las tensiones internas, lo contrario no funciona; es decir, porque nos despreocupemos de Cataluña no va España a recuperar su misión hispánica y católica en el mundo. Al contrario, si perdemos Cataluña los puertorriqueños que todavía estaban interesados reunificarse con España dejarán de estarlo. Porque nadie quiere unirse a una nación que se está descomponiendo.

En el trasfondo del discurso de Pakez percibo una visión hiperidealista que no creo que case demasiado con la doctrina católica. Por ejemplo, cuando afirma que "España es eterna e indestructible". Como España es eterna e indestructible —parece decir— despreocupémonos de lo que pueda suceder en Cataluña, pues de todas formas España seguirá viva eternamente. Pero no es verdad que España sea eterna e indestructible. No hay ninguna nación eterna. Algunas naciones pueden dejar huella en la historia, pero todas las naciones tienen un final y de todas formas esa huella histórica se acaba perdiendo. La única nación eterna es la Celestial. Las naciones no dejan de ser construcciones humanas y terrenales (quizá la más importante de esas construcciones y de las pocas por las que merece la pena morir), por lo que no tiene ningún sentido que un católico las considere eternas. Aspiramos a que España dure el máximo tiempo posible, para que así pueda cumplir su misión, pero sabemos que no puede ser eterna. Y como sabemos que ni España ni ninguna otra nación es eterna, tenemos que pelear día a día por su existencia y no podemos permitirnos aflojar por un segundo. España durará lo que Dios disponga, pero nosotros no conocemos sus planes y tenemos que poner de nuestra parte para que siga viva.

Yo sí creo que España es indestructible, aunque su conformación estatal sí lo sea. De hecho, esa España estuvo existiendo antes de los reyes católicos, antes de los decretos de nueva planta y antes de la conformación del estado liberal moderno en el s. XIX.

Y por qué pienso que esto es así? Porque vinculo la idea de España al de la misión católica. Y como sabemos que incluso en los tiempos de la gran apostasía siempre va a haber una minoría más o menos numerosa de fieles, por tanto, la idea de España es indestructible mientras hayan gente "ibérica" y católica.

Que la desmembración del estado es posible... sí, que sería un desastre para todos... también. Pero ni siquiera en esas circunstancias se iba a terminar España, ni en lo político (aunque solo fueran  territorios de la actual Cantabria, Burgos,  Asturias... con su atávica fidelidad cuasi irreductible) ni en la unidad de destino misionero católico (pues las huellas de España en el mundo son imborrables, casi cada metro cuadrado del mundo habitado nos lo volvería a recordar). Los renegados o pródigos de España podrán llevar un día la bandera tribal pero los católicos no podrían seguir siéndolo sin encontrar una gran contradicción y tal pesar por las consecuencias que el arrepentimiento sería un sentimiento fortísimo.

Volviendo al suelo... claro que hay que amarrar la unidad nacional (si hay que meter entre rejas a medio Govern para evitar el extremo pues se hace pero no estoy en nada de acuerdo con las medidas que mencionaba Gerión). Eso no impide reconocer la jerarquía que menciona el tal señor Pakez. Recuperado el sentido centrípeto, todo el sistema tendería a reagregarse.

En cuanto a lo que escribe javier, tampoco entro en gran discusión, simplemente los que llevamos viviendo X años fuera de España sabemos que no existe tal diferencia cultural entre catalanes, vascos o lo que sea con el resto de españoles, no es que sea pequeña sino que es NULA. Lo único que existe es diferentes lenguas en que se expresa la misma, exacta e idéntica cultura (más allá de cuestiones folclóricas). El resto es una brecha mental introducida de forma ideológica y política entorno a la lengua local y los sentimientos adosados a ella con el fin de establecer un feudo de poder frente a la concentración de poder en las estructuras de poder sitas en Madrid.

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El procés no es la reacción catalana en contra del proceso globalizador, sino su incorporación fanática al mismo. No es casualidad que surjan tensiones en las zonas más vinculadas al núcleo europeo mientras Andalucía mantiene su lealtad, formando un perfecto gradiente donde hasta los socialistas andaluces son tradicionales, y sin embargo los núcleos pirenaicos son pasto de las más feroces iniciativas del NWO, con mahometanos ondeando la ikurriña y la estelada día sí, día también.

Es una manipulación nacionalista decir que la Corte ha sido anticatalana cuando todo el Imperio español desde sus mismísimos orígenes se configuró asumiendo plenamente la geopolítica aragonesa, siendo Fernando el Católico el primer «catalán de Madrid» (sé que ni una, ni otra, pero para que se entienda) obligando a todos los reinos y en especial a Castilla a enemistarse con Francia (su aliada medieval histórica), haciendo que el Imperio en Europa se manifestase por Italia, esfera aragonesa por antonomasia, y se desplegase por Austria y Alemania, todo para contener a Francia.

Es decir, el mismísimo carácter Habsburgo del imperio español, y diría algo más, del carácter católico, al entrar por Italia y someter al Papa, es obra catalana a través de España.

Las consecuencias de esta gigantesca «catalanada» son las que son, la enemistad de España con toda Europa, su unión inquebrantable con el Papado, y la salida de Francia del sistema, por segundona, en última instancia renegando de sí misma y trayendo la Revolución. Sin la «catalanada», España hubiera sido algo más parecido a Portugal o Inglaterra, volcada completamente a Ultramar, y siendo Francia la paladina de la Cristiandad como lo fue con Carlomagno.

Se ve lo manipulada que  está esta idea de «la Corte» donde el interés catalán es algo secundario, cuando toda la historia imperial, y todos los destinos, de los castellanos incluidos, derivan de ello.

Todo esto no es algo malo, ocurrió como debía ocurrir. Cataluña per se no puede constituir un imperio global, sólo puede imaginar la paletada de Els Paisos, así que ha de adscribirse a uno. Con España, fue ella quien lo configuró como pilar constitutivo, Fernando e Isabel. Con Europa o Francia es una región más de 300.

Y no me meto en el esplendor barcelonés en época borbónica, entre textiles, plantaciones cubanas y SEATs, que ha sido tratado ya en muchos otros sitios. España se centraliza como Estado liberal pero Cataluña tiene la «suerte» de albergar la primera ciudad liberal durante siglos, y ahora la segunda: la espléndida Barcelona españolista, punta de lanza de España. Que no estamos hablando de la pobre Meseta castellana, o el Cuadrante Noroeste, que esos sí han sufrido por las mecánicas modernas.

Cataluña ha disfrutado por partida doble de España, tanto en una época como en la otra.

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Me parece demasiado simplificador y poco acertado el resumen histórico que haces de Aragón, Gerión. Incluso permeado de cierto encono anticatalán, que es si cabe igual de pernicioso para España como pueda serlo el independentismo, pues ambas posturas no dejan de ser de alguna forma antiespañolas, por lo que tienen de contrarias a la unidad fraternal de los españoles.

La historia de España no puede entenderse sin entender también la historia e intereses de las diferentes casas reales que han gobernado los reinos hispánicos. Fernando el Católico no es el primer Aragonés de Castilla. El rey Fernando era un Trastamara como su prima Isabel de Castilla, nieto y sobrina-nieta ambos de Fernando I de Aragón. Ellos simplemente formalizan una unión dinástica que ya era una realidad de facto desde varias generaciones atrás.

La corona castellana comienza a tener intereses en la de Aragón con Enrique II,  hijo bastardo del rey de Castilla Alfonso XI, que luchó contra su hermanastro Pedro I "el Cruel" para defender la corona de Aragón en la primera guerra civil castellana que Pedro había extendido contra la corona aragonesa. Pero no es hasta el compromiso de Caspe que, el nieto de Enrique II, Fernando I, regente de Castilla, es nombrado Rey de Aragón. Desde entonces ambos reinos estuvieron unidos y orientados bajo los intereses de los Trastamara, que finalmente unifican los Reyes Católicos bajo una misma Corona, que posteriormente ostentan los Habsburgo primero y los Borbones después.

Es en los intereses y desencuentros de esas familias donde hay que buscar los orígenes y el sentido de las cosas que tuvo la historia, y repasándola puede decirse que, desde el mismísimo entronque de Castilla con Aragón, e incluso antes con las incursiones de Alfonso VII de Castilla en tierras aragonesas conquistadas a los musulmanes, ya surgen las primeras rivalidades e intentos de anteponer los intereses de la realeza castellana a la aragonesa, cosa que desde entonces siempre ha sido una realidad latente de forma más o menos visible.

Lo la "gigantesca catalanada" no se sostiene históricamente, ni siquiera como eufemismo. Es sin duda otro fruto del propagandismo catalanista que en el S.XIX acuñó el falso título de "Corona Catalano-Aragonesa". Cataluña, o mejor dicho, el Condado de Barcelona, aún con su importancia por la unión dinástica entre Ramón Berenguer y la Reina Petronila, ni siquiera llegó a ser un reino de la Corona Aragonesa como pudieran serlo sin embargo la propia Aragón, Mallorca, Valencia, Sicilia, Cerdeña, Córcega o la muy importante para la historia española y europea, Nápoles.

Tampoco la unión de España y el Papado se produce como consecuencia de que Cataluña sometiera a Roma, por Dios. Ya en el origen del Reino de Aragón, éste se constituye al amparo de la Santa Sede y bajo promesa de fidelidad al Papa, de quién toma los colores vaticanos de la época, heredados a su vez de los del senado romano, que continúan hoy presentes en las señeras de los territorios que otrora fueran parte de la Corona. La historia de Aragón, y por extensión España, como bastión de la cristiandad en el Mediterráneo y la de Roma como corazón de la misma, siempre han estado íntimamente ligadas permitiendo en gran medida que el Islam no pudiera extenderse como deseaba o que Francia no sometiera a su voluntad a la Iglesia Romana. Si la de Castilla es una de las historias más hermosas de propagación de la cristiandad, la de Aragón lo es a su vez de su valerosa defensa, a pesar de los episodios oscuros que pueda haber en el conjunto.

Todo ello es España, somos nosotros y deberíamos amarlo y defenderlo unido como si de nuestra propia vida se tratara pues, hacerlo es defender nuestra memoria, nuestro entendimiento de las cosas y nuestra voluntad de vida en común-unidad, es decir, nuestra alma.

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hace 9 horas, Vanu Gómez dijo:

PD: el amigo valenciano nos podrá comentar cómo era la situación en su tierra respecto al empleo de la distinción castellano/valenciano y su evolución entre cada vez más gente a la distinción español/valenciano, no solo a nivel lingüístico sino político identitario/nacional... me costaría creer que le escuchase algún día a sus abuelos valencianoparlantes llamarle "España" a otros territorios y "españoles" a los que no hablaban valenciano, mucho me costaría.

No se si te refieres a mi pero como alicantino trataré de responder. La distinción entre valencianos y castellanos era algo común por aquí, especialmente entre la gente valenciano parlante, más habitual cuanto más al norte. Ahora ya no se oye tanto, sobre todo entre la gente joven, pero de niño sí recuerdo oír hablar con cierto desprecio de "los castellanos" a la gente más mayor.

Por la parte norte sigue siendo algo bastante común incluso entre blaveros, que es un tipo de nacionalismo que hay por aquí opuesto al pancatalanista, con lo que no es cosa heredada de este. Los castellanos, lamentablemente siempre han tenido cierta mala fama, cosa que según he podido estudiar, comienza con la guerra de sucesión y se encastilla tras la centralización del estado y la conformación de las provincias. Hay incluso refranes y dichos populares que hacen referencia a ese anticastellanismo que gastan los valencianos viejos. En Xativa aún conservan el retrato de Felipe V colgado del revés en señal de castigo desde aquella época, con que imagina.

Actualmente, al menos en Alicante, esa jerga anticastellana está mutando en otra de corte antivalenciano pues, con la llegada de la democracia y la implantación de las autonomías, Valencia comienza a adquirir un cierto peso de protagonismo y favor como capital autonómica y en detrimento de Alicante, revirtiendo eso en muchas economías. Hay pueblos, como en el que vivo ahora, donde ese favoritismo hacia Valencia ha arruinado a mucha gente obligando a cerrar multitud de fábricas y empresas, en lo que antaño fue una comarca muy boyante y próspera.

Y si a todo eso le sumas la propaganda pancatalanista, al final tienes una sociedad fragmentada en multitud de facciones que nunca prospera ni es capaz de emprender proyecto común alguno, mucho menos enarbolar cierta defensa de la patria. Un caos, vaya.

Al final de todo siempre se encuentra lo mismo, el egoismo de unos y los favoritismos de otros, con la consecuencia del castigo hacia los desfavorecidos que acaba resultando en odio, tal como ocurrió tras aquella guerra entre austracistas y borbones, o mucho más recientemente entre rojos y nacionales sin ir más lejos. Lo peor de esas cosas es que, aunque se acaben solucionando, las consecuencias perduran durante generaciones.

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justo como suponía, Español...que además es lo esperable.

por eso digo que la mudanza que han hecho en Cataluña de "castellano" a "español" es algo del siglo pasado e inducido por manipulación.

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La historia común medieval de los reinos de España estaba entroncada con la catolicidad, como toda Europa. Pero (dejando al lado incluso intentos protorreformistas aragonesistas, como los cátaros), hablo de la Modernidad.

El Imperio Habsburgo en Europa es más un "Aragón hipertrofiado" que una "Castilla hipertrofiada", me refiero al gran esquema de contención geopolítica a Francia, que es una proyección de lo que venía haciendo Aragón durante siglos, unido a la lucha italiana, Nápoles se adscribe a la Corona de Aragón y no a Castilla, Corona que jamás se expandió jurídicamente por territorios europeos ultrapeninsulares. Me parece fundamental para entender qué ha ocurrido con la Historia. Por supuesto que Castilla aportó los soldados, el misticismo, la austeridad ejemplar, la vertebración fundamental, el músculo y el hueso, y mucho seso, pero aquí hablo de la gran idea, el Gaudí geopolítico fue un aragonés, el chispazo, o el arranque inicial como el del motor de un coche, la inercia que llevaban ya desde los intentos de control de Provenza y Occitania se repite en el control de la Lotaringia y Austria que permite la política dinástica. Sin esto, como digo, Francia habría ocupado el papel de Castilla, Aragón simplemente hubiera sido repartida entre ambas, quizás por el Ebro, y la línea comunero-protestante en oposición a cualquier hegemonía continental francocatólica hubiera podido triunfar más por estos lares.

El Imperio borbónico sí es más una Castilla hipertrofiada pero incluso en esta etapa, Barcelona se hace plenamente castellana en tanto que ciudad española, de hecho considero que la Meseta se "descastellaniza" más, por destrucción y desaparición, que Barcelona. Si alguien puede lamentarse de esta época es la pérdida de todo el tejido de ciudades mesetarias que permitía en tiempos un "Hinterland" ibérico industrial, el verdadero pulmón demográfico que permitió el Imperio. Ese legítimo lamento castellano está distorsionado y convertido maliciosamente en el "procés" como lamento catalán, precisamente por esos castellanos obligados a emigrar y a hacerse catalanes. Cataluña ha ganado muchísimo globalmente con la hipertrofia española de Barcelona, sin España hubiera acabado como una Montpellier más.

 

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Ahora ya estoy más de acuerdo con lo que dices, Gerión. Porque históricamente creo que es importante hablar de Aragón y reivindicar su papel en la historia, que de Cataluña, que tan solo fue una parte menor de la otra estructura. MI intención era esa cuando replique a tu anterior exposición.

Por cierto, lo de los Cátaros mejor lo dejamos para otro día porque eso de decir que fue un intento protorreformista aragonés me parece una barbaridad. El catarismo se extendía sobre todo por territorio francés, y la Corona de Aragón, cuyo rey no era Cátaro sino que mantenía juramento de fidelidad al Papa, tan solo los protegió en tanto vasallos que eran de la corona, como también ocurrió en el norte de Italia o en Alemania. Lo que no consintió el rey aragonés fue que el francés, bajo el amparo de Inocencio III, le obligase a exterminar a una parte de su pueblo. Pero de ahí a decir que Aragón intentó un reformismo católico con los cátaros, media un abismo.

 

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En 24/7/2019 a las 10:05, javier dijo:

Elprotegido, 

Los catalanes no son más "raros" que los andaluces, los gallegos o los vascos. 

La realidad, es que históricamente el "castellano" y especialmente los de "villa y corte", han gozado de hegemonía en todo el territorio a través del sistema funcionarial y de la élite política y económica. Su preponderancia cultural ha sido tal (quiero suponer desde que España es un estado moderno a la francesa) que a día de hoy se ha homogeneizado lo que significa ser español, relegando a localismos y regionalismos "paleto de pueblo" a otras maneras de serlo. Esto es un empobrecimiento y sobre todo es visto como una amenaza por los más recalcitrantes. Y esto se aplica de la misma manera en Vic que en Vitigudino. 

En mi modesta opinión, el "procés" es la reacción del pueblo catalán a la siguiente vuelta de tuerca del proceso de globalización, en un momento en que advierte que España está sumida en esa misma crisis de identidad y que está perdiendo su influencia cultural en favor de la cultura anglosajona. 

Yo no considero que en España haya habido nunca un Estado a la francesa, para bien y para mal. De ser así, no padeceríamos todavía a estas alturas los privilegios económicos vasco-navarros ni tendríamos una oligarquía separatista catalana con tanto poder. Eso no significa que yo pida el modelo francés, pues éste acarrea otros problemas que en España no padecemos de manera tan acentuada.

Tampoco veo ninguna hegemonía injusta de lo castellano: Lo que hay desde el siglo XV es una identidad nacional española (que es en lengua española) que se superpone a la identidad regional que pueda tener cada uno. La correspondiente españolidad "local" y la españolidad "universal" deberían convivir en cada uno de los españoles, variando mucho la intensidad de cada vertiente en función del temperamento del individuo en cuestión.

Por otro lado, yo no considero que el procés sea ninguna reacción de los catalanes para preservar sus costumbres, sino el resultado de unas pasiones irracionales e innobles que, desgraciadamente, han anidado en el corazón de muchos catalanes. Durante siglos, la oligarquía separatista catalana se ha dedicado a envilecer a la población de Cataluña, agitando sus peores sentimientos de insolidaridad, mezquindad y egoísmo. De ahí nace, a mi juicio, la situación actual.

Los constantes lloros, el victimismo mezclado con el complejo de superioridad y el recurrir obsesivamente al monotema de la secesión como la supuesta panacea redentora, no ayudan, desgraciadamente, a que en el resto de España se le tenga afecto y compresión a Cataluña.

El problema es que nos quieren hacer creer que las particularidades locales sólo se pueden mantener si hay oligarquías regionales mangoneando, lo que en mi opinión es falso, y así hemos llegado donde estamos.

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      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





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    • La libertad sexual conduce al colapso de la cultura en tres generaciones (J. D. Unwin)
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    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
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    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
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    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
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