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Patriotismo no es identitarismo

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Cada día es más frecuente leer comentarios en redes y foros donde abundan e, ignorante o perversamente, se mezclan los conceptos de patriotismo e identitarismo. Es decir, de alguna manera viene difundiendose la idea de que ser patriota es de alguna forma estar cercano a los nuevos (o no tan nuevos) movimientos identitarios europeos de los que tantas veces hemos hablado ya en estos foros.

Quiero hoy rescatar un artículo de opinión que leí hace algún tiempo y fue publicado originalmente en un blog de veteranos de la OJE en Cataluña, trocha.org.es.

Cita

Patriotismo no es identitarismo

Aliada del multiculturalismo ⎼forma de relativismo cultural y ético⎼ actúa como fuerza arrolladora, y, por imperativo físico, suscita la aparición de otra fuerza contraria, de reacción, que se ha venido en llamar identitarismo, y que se parece, como un huevo a otro huevo, al viejo nacionalismo.

¿Es imprescindible recaer en este, aunque sea bajo la nueva vestidura identitaria, para reafirmar, en nuestro caso, una españolidad que sufre la doble acometida de la Aldea Global despersonalizadora y de la Pequeña Aldea secesionista? Creo que en modo alguno.

En primer lugar, porque el reconocimiento de España como patria es incompatible con un nacionalismo español, creación espuria de un siglo XIX que no contribuyó precisamente a la necesidad apremiante de nacionalizarla y lograr la anhelada síntesis entre tradición y modernidad. Dicho en otros términos, la esencia de España se caracteriza por su apertura a lo universal, no por la cerrazón narcisista en sí misma.

En segundo lugar, porque la tarea en este momento preciso del siglo XXI implica un nuevo giro en la siempre abierta espiral de la historia: la construcción de áreas de convivencia más amplias ⎼Europa e Hispanoamérica en lo referente a nosotros⎼ para hacer frente a los problemas más urgentes y a los peligros más inmediatos, para cuya resolución los Estados nacionales se han quedado claramente cortos e insuficientes. La contestación al mundialismo y al secesionismo estriba en la proyección en lo universal.

Tengo muy claro que ello se corresponde con la identidad real de España y con su necesidad de nacionalizarse. Y también que representa, de acometerse, una profunda rectificación del camino que hemos tomado desde hace décadas, concretamente desde los primeros albores de la Transición, en los que se intentó borra del alma de los españoles su conciencia de tales.

En efecto, todo lo que supusiera mantener y revitalizar esta conciencia pasó al oscuro departamento de lo políticamente incorrecto; a la par, se exaltó hasta lo indecible la sensibilización de la Pequeña Aldea y se aceptó, con humillación, la sumisión al imperio dela mundialización. Como mal menor, se intentó impulsar un inane patriotismo constitucional, cuyos últimos coletazos se están poniendo de manifiesto en la judicialización del problema separatista y en el uso exclusivo de la coartada constitucional como único y último argumento para intentar frenar la disgregación del territorio español.

Este déficit de españolidad se ha mostrado especialmente agudo en el campo de la educación, en el que ha brillado por su ausencia una pedagogía del patriotismo y donde, por el contrario, sí que se han contenido en las aulas, desde hace muchos años, enseñanzas y aprendizajes adversos a él, esos que ahora parecen haber sido descubiertos y escandalizan hipócritamente.

Como dice Gregorio Luri, esas cosas (el patriotismo) dan vergüenza a nuestros pedagogos. Está bien manifestarse orgullosamente español cuando ganamos alguna cosa en el deporte, pero en la vida cotidiana parece que llevamos esta condición con resignación. Algunos quisieran ser otra cosa, incluso cualquier cosa antes que españoles. Otros solo son españoles en la intimidad. La mayoría lo es, pero no ejerce. O ejerce solamente de una manera depresiva.

Desgraciadamente, y dados estos antecedentes, no es extraño que toda expresión de españolidad suene a sospechosa; ni tampoco que, quienes se atrevan a ir a contracorriente, lo hagan con cierta simpatía a los que, entre otros paisajes y paisanajes, lleven sus afirmaciones nacionales hacia el extremismo de los llamados identitarismos. No sería una sorpresa, por lo tanto, que un verdadero patriotismo español, tan necesario, fuera suplantado por alguna forma de identitarismo-nacionalismo, tan contrario, como se ha dicho, a la esencia de España y a las necesidades del mundo actual.

Hacer pedagogía de la identidad de España comprende conocer y asumir toda una historia común, sin exclusiones sectarias, despertar una conciencia crítica hacia un presente imperfecto pero lleno de incógnita y de esperanzas, y sembrar para un futurible en unidad, justicia, libertad y participación en la necesaria comunidad de los pueblos.

Ese es el futurible que deseo para mi generación y para mis descendientes, sin el temor constante a quedar envuelto en la mundialización absorbente, fragmentado por los secesionismos o incapacitado por el identitarismo.

 

Personalmente creo que es cada día más necesario visibilizar esa diferencia entre patriotismo e identitarismo, al punto de hacer ver que, precisamente la afinidad o seguimiento de las ideas que propaga ese identitarismo, pueden ser cualquier cosa menos algo propio de un patriota. En el mejor de los casos quizá el posicionamiento lógico de quién ignora la historia y fundamentación más básica de nuestro ser como españoles, y en el peor traidores al servicio de intereses extranjeros, seguramente todo lo contrario de lo que pretenden creer quienes, de buena fe, simpatizan o militan con  esos movimientos. ¿Qué opináis?

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«Identitario», «socialpatriota», etcétera, son términos que me producen repulsa porque vienen precedidos por una ideología indefinida ajena e inclusive contraria al patriotismo.

Los del mundo patriotero son llanamente sujetos que fascinados por la estética o el discurso del tradicionalismo y de la tercera posición (en nuestro caso nacionalsindicalismo) adoptan proclamas contradictorias, véase que algunos hablan de Tradición a la vez que apoyan al estado israelita «por blanco» y se hacen llamar católicos mientras insultan a S.S Francisco I, son elementos fascistados de derechas, llanamente, que en su mayoría adoptan tales ideas extranjerizantes rechazando las existentes en nuestra patria porque estas van contra los perversos intereses de estos. 

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El artículo me parece bien en líneas generales. Matizaría que el identitarismo es algo diferente del nacionalismo. Evidentemente, el "identitarismo" puede abarcar muchas cosas, desde el nacionalismo catalán, basado principalmente en la lengua, hasta el clásico chauvinismo francés, pasando por el resurgimiento islámico en clave identitaria más que religiosa. Muchas cosas son susceptibles de esgrimirse como "identidad" o como rasgo diferencial. Y en ese aspecto se confunde en muchas ocasiones con el nacionalismo. Pero cuando hablamos de los identitarios de extrema derecha nos referimos a movimientos que centran su reivindicación identitaria casi exclusivamente en la raza, lo que en cierta medida entra en conflicto con el nacionalismo clásico, pues pocas naciones están constituidas por una única raza o etnia. Los identitarios de ese tipo querrían reorganizar las fronteras nacionales en función del ADN o de la cantidad de melanina. Esto lleva el conflicto al interior de las naciones y en el fondo es algo poco nacionalista. Con esto no digo que el nacionalismo sea bueno. Sólo digo que el racismo es mucho peor o --si lo preferís-- que es la variante más peligrosa del nacionalismo. Porque el final lo de "identitario" es una cosa que se han sacado de la manga para evitar decir "racista"; lo mismo que en vez de "arios" prefieren decirse "indoeuropeos" o, mejor, "europeos" a secas, aunque los más avispados llegan a hablar de "cristianos" pese a que secretamente la consideren una "religión de esclavos".

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hace 10 horas, El Español dijo:

Cada día es más frecuente leer comentarios en redes y foros donde abundan e, ignorante o perversamente, se mezclan los conceptos de patriotismo e identitarismo. Es decir, de alguna manera viene difundiendose la idea de que ser patriota es de alguna forma estar cercano a los nuevos (o no tan nuevos) movimientos identitarios europeos de los que tantas veces hemos hablado ya en estos foros.

Quiero hoy rescatar un artículo de opinión que leí hace algún tiempo y fue publicado originalmente en un blog de veteranos de la OJE en Cataluña, trocha.org.es.

Personalmente creo que es cada día más necesario visibilizar esa diferencia entre patriotismo e identitarismo, al punto de hacer ver que, precisamente la afinidad o seguimiento de las ideas que propaga ese identitarismo, pueden ser cualquier cosa menos algo propio de un patriota. En el mejor de los casos quizá el posicionamiento lógico de quién ignora la historia y fundamentación más básica de nuestro ser como españoles, y en el peor traidores al servicio de intereses extranjeros, seguramente todo lo contrario de lo que pretenden creer quienes, de buena fe, simpatizan o militan con  esos movimientos. ¿Qué opináis?

Estimado amigo Español, si observas mi trayectoria detectarás que estoy tan de acuerdo en eso que aplico ese discernimiento radical entre patriotismo e identitarismo, al que llamo indigenismo con toda la intención.

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hace 4 horas, Hispanorromano dijo:

El artículo me parece bien en líneas generales. Matizaría que el identitarismo es algo diferente del nacionalismo. Evidentemente, el "identitarismo" puede abarcar muchas cosas, desde el nacionalismo catalán, basado principalmente en la lengua, hasta el clásico chauvinismo francés, pasando por el resurgimiento islámico en clave identitaria más que religiosa. Muchas cosas son susceptibles de esgrimirse como "identidad" o como rasgo diferencial. Y en ese aspecto se confunde en muchas ocasiones con el nacionalismo. Pero cuando hablamos de los identitarios de extrema derecha nos referimos a movimientos que centran su reivindicación identitaria casi exclusivamente en la raza, lo que en cierta medida entra en conflicto con el nacionalismo clásico, pues pocas naciones están constituidas por una única raza o etnia. Los identitarios de ese tipo querrían reorganizar las fronteras nacionales en función del ADN o de la cantidad de melanina. Esto lleva el conflicto al interior de las naciones y en el fondo es algo poco nacionalista. Con esto no digo que el nacionalismo sea bueno. Sólo digo que el racismo es mucho peor o --si lo preferís-- que es la variante más peligrosa del nacionalismo. Porque el final lo de "identitario" es una cosa que se han sacado de la manga para evitar decir "racista"; lo mismo que en vez de "arios" prefieren decirse "indoeuropeos" o, mejor, "europeos" a secas, aunque los más avispados llegan a hablar de "cristianos" pese a que secretamente la consideren una "religión de esclavos".

Exacto, tiene connotaciones más tribales que el nacionalismo clásico liberal por lo que puede llevar perfectamente a atacar unidades nacionales. A su vez, el nacionalismo liberal presenta huecos en su oposición a este identitarismo, caso por ejemplo de España donde el estado liberal no llegó a imponerse claramente. No sería otra cusa que una especie de identitarismo el nacionalismo regional surgido a finales del XIX y principio del XX entre sectores conservadores de ciertas regiones españolas. En Francia, esas mismas regiones no lograron crear problemas entre otras cosas porque el estado liberal francés sí que estaba mucho mejor consolidado.

Lo que quiero decir con esto es que, en realidad, el identitarismo es una fuente de amenazas directas contra la unidad de España. No solo por su variante más vieja, la regionalseparatista, sino por la incipiente de corte euromulticultural, es decir, basadas en discursos de asociación internacional de tipo racial que, de otro modo, también amenazarían la realidad de España por tendencias a disolver su personalidad en el de las "naciones blancas". En foroputin tenemos individuos que proclaman cosas como "mi patria es la raza blanca", es decir, no es España sino una raza, así a secas--> multiculturalismo racial.

 

 

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hace 8 horas, Hispanorromano dijo:

El artículo me parece bien en líneas generales. Matizaría que el identitarismo es algo diferente del nacionalismo. Evidentemente, el "identitarismo" puede abarcar muchas cosas, desde el nacionalismo catalán, basado principalmente en la lengua, hasta el clásico chauvinismo francés, pasando por el resurgimiento islámico en clave identitaria más que religiosa. Muchas cosas son susceptibles de esgrimirse como "identidad" o como rasgo diferencial. Y en ese aspecto se confunde en muchas ocasiones con el nacionalismo. Pero cuando hablamos de los identitarios de extrema derecha nos referimos a movimientos que centran su reivindicación identitaria casi exclusivamente en la raza, lo que en cierta medida entra en conflicto con el nacionalismo clásico, pues pocas naciones están constituidas por una única raza o etnia. Los identitarios de ese tipo querrían reorganizar las fronteras nacionales en función del ADN o de la cantidad de melanina. Esto lleva el conflicto al interior de las naciones y en el fondo es algo poco nacionalista. Con esto no digo que el nacionalismo sea bueno. Sólo digo que el racismo es mucho peor o --si lo preferís-- que es la variante más peligrosa del nacionalismo. Porque el final lo de "identitario" es una cosa que se han sacado de la manga para evitar decir "racista"; lo mismo que en vez de "arios" prefieren decirse "indoeuropeos" o, mejor, "europeos" a secas, aunque los más avispados llegan a hablar de "cristianos" pese a que secretamente la consideren una "religión de esclavos".

Básicamente entiendo que la diferencia estriba en la idea de trascendencia que esgrimen y sobre la que se basan ambas posturas. Si bien el nacionalismo (el clasico nacionalismo español) ha tenido siempre en sus bases y proyección un diferencial religioso y trascendente que le diferenciaba de muchos nacionalismos europeos, el identitarismo como bien señalas, se basa fundamentalmente en la idea de la raza biológica evolucionada como cultura, es decir, es esencialmente materialista y pagano, recogiendo de la religión, solo los aspectos tradicionalistas que le interesan para fomentar su discurso, aunque prescindiendo del espíritu fundamental que 'trae' dicha 'tradición'.

El identitarismo racial es humana e intrinsecamente injusto y estúpido, porque cada persona, más allá de la raza a la que pertenece, puede tener un nivel de desarrollo del alma y la conciencia diferente, dependiendo del trabajo y la voluntad que haya puesto en su desarrollo, así como de la atracción vital que tenga por lo sagrado, expresado de una u otra forma, de tal manera que guíe su vida. Las razas no son superiores unas a otras, lo son los individuos, y no por su clase social o su nivel cultural, sino por la necesidad de trascendencia que conceden a su vida y a los actos inducidos por el espíritu que acometen en ésta. Por tanto, toda idea de identidad que se ligue a a biología, está más cerca del ser animal que del ser humano y en consecuencia es involutivamente perjudicial para el individuo que las acoge y proyecta.

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Los identitarios se están dedicando estos días a pelearse por qué parte de los involucrados en el conflicto sirio lleva más o menos razón.

Mientras tanto, la unidad de España está en juego ante la inacción de un gobierno pusilánime y la irresponsabilidad desleal de las instituciones de la nación de más peso en la UE.

¿Podemos identificar patriotismo con identitarismo? La respuesta, desde luego en España, es rotundamente NO:

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Como los movimientos de extrema izquierda, que no van a ningún lado pues la "fuerza mayor" es lo que es, los movimientos identitarios, asociados al racismo y al paganismo pero de base cultural protestante, cubren la misma necesidad, a saber, ofrecer desde la "democracia" alternativas redentoras de sí misma o canales de ilusión. Pero esa ilusión, que lo es a efectos políticos, lleva consigo la semilla de la "transformación" de la sociedad, introduciendo elementos políticamente insustanciales pero socialmente muy potentes.

En ambos casos, el identitatismo y pregresismo, tienen la misión de ir moldeando las mentes según el sustrato político de cada uno y su intención, aparte de ser ya visible, es la de converger en una sociedad que mientras se enfrenta según sus principios irrenunciables, va aceptando la normalidad de un modelo que sigue en su lucha por demoler lo que aún queda del viejo régimen.

Si se fijan en lo que suele quedar de nuestras refriegas con los identitarios, es un ataque furibundo al catolicismo y a esa predisposición nuestra de no valorar a los individuos según su raza. Quieren todo esto en estado puro, tal vez con la intención de enfrentar el buenismo progre y el racismo habiendo previamente eliminado posiciones intermedias, que antes de ser el resultado de equidistancias modernas, lo es de una comprensión de la realidad que al parecer "sobra" en la ecuación de lo que nos espera.

ME llama poderosamente la atención toda esta guerra entre "derechistas" y no me refiero al reciente jaleo de "rusistas" y "trumpanos", sino a que parece imposible articular un consenso sobre mínimos que todos podríamos subscribir sin mayor problema. Esta es la razón por la que pienso que todo es una finta de alternativa pero que solo busca la pureza química tanto de la derecha alternativa como del progresismo, repitiendo el modelo centrista de demócratas "cristianos" y socialdemócratas pero por el otro lado del globo, donde se juntan las manifestaciones puras de las "alternativas" de uno y otro signo.

Los partidos que pueden gobernar ya han renunciado al viejo régimen y la oferta alternativa, viene a barrer los últimos polvos, completando así ese nuevo mundo pero no desde el caos como podíamos imaginar, sino poco apoco, hasta la batalla final tras la cual se producirá una síntesis al estilo chino en la que habrá una economía de mercado completamente globalizada -en manos de muy pocos- y un sustrato social que habrá quedado como una buena huerta donde sembrar al fin al nuevo hombre, sin memoria ni ilusiones de otras alternativas y completamente blindado contras los aromas del pasado.

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Muy bueno, BGA.

El identitarismo se ha mostrado claramente como un injerto cuyo objetivo no es otro que continuar en el camino de la segmentación y el enfrentamineto de la ya de por sí discretizada paleta de colores políticos.

Está completamente desentendido de la cuestión básica a corto plazo en España--> su continuidad como nación.

Las energías de esa gente están dedicadas a la lucha de banderías internacional con lo que es imposible focalizarlas sobre algo útil para España.

Los creadores de ese subproducto subversivo han hecho un trabajo letal.

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hace 2 minutos, don Fernandito dijo:

Muy bueno, BGA.

El identitarismo se ha mostrado claramente como un injerto cuyo objetivo no es otro que continuar en el camino de la segmentación y el enfrentamineto de la ya de por sí discretizada paleta de colores políticos.

Está completamente desentendido de la cuestión básica a corto plazo en España--> su continuidad como nación.

Las energías de esa gente están dedicadas a la lucha de banderías internacional con lo que es imposible focalizarlas sobre algo útil para España.

Los creadores de ese subproducto subversivo han hecho un trabajo letal.

Es un trabajo que se ha sincronizado con esta naturaleza humana que busca en la novedad y el cambio, aquello de lo que carece porque ya no sabe buscarlo en las cosas pequeñas y sutiles de la vida. Todo es ruido y ritmo de conga. Vamos por ahí "alegres" porque disfrutamos de una fiesta en la que estamos todos y no queremos ni pensar que algún día perdamos individualmente ese "privilegio".

Digo ésto por minimizar la grandeza del trabajo realizado y entiendo que su mayor éxito ha sido ahondar en nuestra naturaleza oscura, eso que ahora se ha dado en llamar luminosa, alegre, distendida y salerosa... ¿No les suena algo "muy diabólico"?. Si uno piensa en la naturaleza de las tentaciones, encuentra extendida a toda la sociedad, exactamente la misma naturaleza. Estamos haciendo buena parte del trabajo; somos responsables de no querer darnos cuenta que cuando los remos de un lado son más cortos que los del otro, no conseguiremos navegar en línea recta, a menos que lo sepamos y aceptemos que habrá que hacer un esfuerzo adicional, es decir, que deberemos estar despiertos y no dormidos entregados al runrun de una fiesta sin fin de vino y rosas.

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Está muy bien la fórmula Patriotismo no es identitarismo.

Pero dependiendo del contexto al que nos dirijamos (por ejemplo, si nos dirigimos a los identitarios), pienso que sería más efectiva Identitarismo no es patriotismo, aunque en definitiva sean equivalentes.

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Ayer apareció un hilo en Burbuja tratando de redefinir el concepto "hispano" e "Hispanidad", y como siempre la cuestión pivotaba entorno a la raza. Me resulta evidente que se trata de un cambio de estrategia dada la resistencia que están encontrando por nuestra parte, así como por parte de Gerión, con unas ideas excelentes, y están cambiando el foco para atraer hacia sí esos conceptos adobados con el racismo que tan extraño es en nuestras latitudes y cultura. No hay que dejar escapar la ocasión para presionarlos aún más y cerrarles todas la puertas. Son, según lo veo y quizás este poniendo la venda antes que sufrir la herida (sinceramente no lo creo), traidores pagados y agentes que se hacen pasar por españoles. Fíjense que ya están empleando nuestras dudas sobre su nacionalidad somo arma arrojadiza contra nosotros.

Ésto es la guerra y propongo utilizar este medio "privado" para establecer estrategias sin menoscabo de la libertad personal, pero eso sí, pensando en qué medida puede beneficiar o perjudicarnos las cosas que digamos en público.

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Este foro es público y cualquiera puede leer lo que aquí se publica, para la cuestión que planteas quizá sería más conveniente utilizar el fuero coes.org.es

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    • Por Español
      Me parece que algunos confunden la patria con la ideología, y así entienden que lo patriota es ser de derechas o de izquierdas, despreciando a todos aquellos que por ser de otro bando, no los consideran como a paisanos.
      El problema es que la cosa es al revés. Patriota no es quien ama las ideas nacionales y políticas de un grupo de personas que piensan igual a él o votan a un mismo partido, sino el que ama a toda su nación, incluidos aquellos que no piensan como él. Porque la patria es el ser y el estar terrenal de todos y amarla, no es solo envolverse en la bandera o emocionarse con el himno, sino también razonar e intentar comprender el porqué de las miserias del otro, emocionarse y llorar con su desgracia, agradecer cuanto de bueno aporte al bien común y sobre todo, luchar hasta dar tu vida por la de todos. Porque ser patriota es ofrecer tu vida, tus dones, tu memoria, tu inteligencia, tu voluntad para el bien de todos aquellos que comparten contigo la patria que te vio nacer. Y tratar de que a través de tus palabras y tu ejemplo, se unan a esa misma noble causa que debería ser la de todos, en lugar de andar generando conflictos, odios y divisiones que al final acaban destruyendo aquello que más amas: Tu propia vida.
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    • Por Español
      Os paso el enlace a un documental (media hora) que he visto hoy mismo, y que me ha paecido muy interesante. Trata de la presencia y la actividad de la Alt Right en las redes sociales, y forma parte de una serie americana titulada Dark Net, que versa sobre las relaciones surgidas como consecuencia de las nuevas comunicaciones digitales. No es que profundicen mucho los temas pero sí que les dan un recorrido bastate extenso que permite hacerse una buena idea. Van ya por la segunda temporada, y este junto a otro que trata sobre el fenómeno del Bitcoin son los que de momento más me han gustado. A ver que os parece.
       
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      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





        • Excelente 25 puntos positivos y de mejora)
      • 32 respuestas
    • La libertad sexual conduce al colapso de la cultura en tres generaciones (J. D. Unwin)
        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
        • Extraordinario (100 puntos positivos y de mejora)
    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
        • Me gusta (5 positivos y 3 puntos de mejora)
        • Un aplauso (10 positivos y 5 puntos de mejora)
    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
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    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
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