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Hispanorromano

Hispanistas olvidados: Pedro Henríquez Ureña

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Recojo un brillante discurso que pronunció Pedro Henríquez Ureña , dominicano de nacimiento y argentino adoptivo, en el entonces llamado Día de la Raza. Es un encendido una elogio a la obra de España en América. Pero toca otras cuestiones muy interesantes: el sentido del vocablo raza en aquel contexto, la importancia del idioma como vehículo de la tradición, la unidad esencial de los pueblos hispánicos, la gran responsabilidad que tenemos los españoles como continuadores de la tradición romana, la oposición fundamental entre la tradición romana y la germánica, el problema alemán, etcétera. Marco en negrita algunos párrafos que me parecen especialmente inspirados, aunque verdaderamente recomiendo leerlo entero.

Cita
 
“RAZA Y CULTURA”
Pedro Henriquez Ureña
[6 de Enero de 1934]
 
Generosa inspiración la que ha creado esta festividad del Día de la Raza, donde confirmamos, año tras año, la fe en los grandes destinos de los pueblos que forman la comunidad hispánica. Y no menos feliz inspiración la que dedica en homenaje a España este Día de la Raza en la Universidad de la Plata, en cuyo nombre debo hablar, gracias a honradora designación que debo a su distinguido presidente; en homenaje a España, la más antigua de las naciones y la más joven de las repúblicas que forman nuestra comunidad espiritual.
 
No son inútiles estos actos, que el escepticismo tacha de infecundos. El mundo marcha más despacio que el pensamiento generoso. La palabra que difunde pensamientos de futuro, la palabra profética que quiere transmitir su velocidad a los hechos, comienza como voz clamante en el desierto; pero al fin penetra en las ciudades, y entonces, si la profecía no se cumple de inmediato, los oídos desatentos la confunden con los gritos de la feria. Doble esfuerzo, así, el de convencer, junto a los incrédulos, a los creyentes de ayer que se sienten defraudados. Pero la palabra debe seguir abriendo surcos, sembrando esperanzas: la simiente germinará, en momento inesperado tal vez.
 
En pocos años, donde dominaba la indiferencia, la limitación local de toda visión de los problemas humanos, ha crecido y se ha desarrollado la conciencia de nuestra comunidad espiritual, de la unidad esencial de los pueblos hispánicos, la conciencia de “la raza”, denominada así, no ciertamente con exactitud científica, pero sí con impulso de simplificación expresiva.
 
Desde el punto de vista de la ciencia antropológica, bien lejos está de constituir una raza la multicolor muchedumbre de pueblos que hablan nuestra lengua en el mundo, desde los Pirineos hasta los Andes y desde las Baleares y las Canarias hasta las Antillas y hasta las Filipinas. Junto a las gentes del viejo solar ibérico, donde se superponen culturas milenarias, desde las más antiguas del Mediterráneo, ligadas a troncos raciales diversos, están los pueblos indígenas de las dos Américas, cuya inmensa variedad lingüística desaparece bajo la lenta pero segura presión del español; están los descendientes de los africanos a quienes la codicia de sus robadores trajo a sufrir esclavitud o miseria en tierra para ellos extraña y a los descendientes de los europeos a quienes el ansia de libertad o de bienestar trajo en busca de nuevas patrias; hasta el Oriente, cercano o lejano, alberga grupos de habla castellana o envía a las tierras hispánicas sus hombres: a veces, como ocurre con los levantinos, para fundirse rápidamente con nuestras poblaciones.
 
Pero el vocablo raza, a pesar de su flagrante inexactitud, ha adquirido para nosotros valor convencional, que las festividades del 12 de Octubre ayudan a cargar de contenidos de sentimiento y emoción. El Día de la Raza bien podría llamarse el Día de la Cultura Hispánica, porque eso es lo que en suma representa; pero sería inútil proponer semejante sustitución, porque el vocablo cultura, en el significado que hoy tiene dentro del lenguaje técnico de la sociología y de la historia, no despierta en el oyente la resonancia afectiva que la costumbre da al vocablo raza.
 
Lo que une y unifica a esta raza, no real sino ideal, es la comunidad de cultura, determinada de modo principal por la comunidad de idioma. Cada idioma lleva consigo su repertorio de tradiciones, de creencias, de actitudes ante la vida, que perduran sobreponiéndose a cambios, revoluciones y trastornos. Así, el latín ha sido en Occidente el vehículo principal de la tradición romana: la tradición persiste, a través de todas las evoluciones, dondequiera que persistió el latín. Deshecho el Imperio Romano, su idioma se partió en mil pedazos; pero en las lenguas de cultura que se construyeron sobre las ruinas del latín, dominando a la multitud circundante de dialectos rivales, sobrevive la tradición del Lacio, y esas lenguas la han difundido sobre territorios que Roma no sospechó. Pertenecemos al Imperio Romano, decía Sarmiento hablando de estos pueblos de América; pertenecemos a la Romania, a la familia latina, o, como dice la manoseada y discutida fórmula, a la raza latina: otra imagen de raza, no real sino ideal.
 
Frente a la tradición romana, aunque educándose parcialmente en ella, se organizó y creció durante la Edad Media la cultura germánica: cuando alcanza su madurez, vemos cómo se contraponen las dos culturas, cómo los pueblos de lenguas germánicas divergen de los pueblos de lenguas románicas en los modos de concebir y practicar la religión, la filosofía, las artes y las letras, el derecho, la vida familiar, la actividad económica, las actividades técnicas. Y, como para ilustrar y aclarar el caso, Inglaterra, pueblo cuya lengua vive del equilibrio variable entre el vocabulario germánico y el vocabulario latino-románico, se sitúa espiritualmente en la frontera entre el Norte y el Sur: hasta su religión oficial, divorciada de Roma, no es sin embargo un protestantismo; es sólo un catolicismo que protesta.
 
Dentro de la Romania constituimos, los pueblos hispánicos, la más numerosa familia, extendida sobre inmensos territorios, los más vastos que ocupa ninguna lengua, salvo el inglés y el ruso. Y eso nos señala grandes deberes para el porvenir.
 
Como quiera que se conciba la evolución de la humanidad en el futuro próximo, es difícil suponer que desaparezca la red de comunicaciones que hoy la enlaza: apoyándose en ellas, la civilización insistirá en su tendencia unificadora, con las ventajas y desventajas de toda unificación. Esfuerzos se harán para mantener vivas las lenguas locales, y con ellas las tradiciones y costumbres que dan sabor a la existencia regional; pero las grandes lenguas de cultura predominarán. El siglo XIX, que con el romanticismo reanimó las lenguas locales en toda Europa y estimuló su florecimiento literario, dando impulso además a los nacionalismos y regionalismos políticos, con positivismo de h actividad técnica y económica afirmó el predominio de las grandes lenguas centrales. Cien años atrás, en España, como en Francia o en Inglaterra, abundaban los habitantes que desconocían el idioma oficial de la nación; hoy son ya muy raros. En América, donde ni siquiera se ha trabajado nunca para asegurar la persistencia de los centenares de lenguas indígenas que todavía existen, el español las suplantará íntegramente antes de mucho, y los lingüistas tienen ya que apresurarse para recoger sus últimos alientos. Además, las grandes lenguas de cultura se extenderán y persistirán, enriqueciendo su vocabulario, pero esforzándose por no sufrir variación sustancial de formas o de normas: la difusión de la cultura, las semejanzas en la organización de la vida, las relaciones constantes, actuarán contra las variaciones grandes o frecuentes, que son estorbos para la facilidad y la claridad. El latín clásico duró cinco siglos, desde Lucrecio hasta San Agustín, en singular unidad, que da la impresión de la vida inmarcesible; sólo la ruptura de la comunidad política y la sumersión de la cultura, con la caída del Imperio, pudieron partir en pedazos aquella unidad lingüística. Las modernas lenguas de cultura no corren igual peligro, a menos que sobrevenga el cataclismo de la civilización que oímos predecir a los augures de tragedia.
 
No cataclismo, pero sí crisis de civilización, crisis transformadora, es probable que padezcamos; acaso la estamos padeciendo ya. Y para afrontar la crisis necesitamos disciplina, la disciplina de la organización eficaz en la vida pública, la disciplina del esfuerzo bien orientado y constante en la vida individual.
 
Es de uso tachar a España de indisciplina, y de paso a todos los países de América que hablan español; pero Vossler hacía notar, poco tiempo atrás, hablando en Buenos Aires, que España ha dado en el siglo XVI el curioso ejemplo de llevar la disciplina militar a las cosas del espíritu, mientras dejaba a la libre iniciativa del individuo el éxito de las campañas militares: Ignacio de Loyola organiza militarmente la disciplina espiritual de la defensa del catolicismo, mientras Hernán Cortés emprende la conquista de México como hazaña personal.
 
Hoy las cosas son bien distintas: España nos da constantemente ejemplos de esfuerzo disciplinado, particularmente en el orden de la cultura. Pero los conflictos del pasado se explican. La historia de España —o, más exactamente, de toda la Península Ibérica— no es semejante a la de ninguna otra nación de Europa; ninguna otra echó sobre sus hombros carga como la que asumió España desde la Edad Media. No es raro que a veces se rindieran “sus fuerzas fatigadas al abrumante peso”. Su tarea fue siempre doble: organizarse interiormente mientras rechazaba al invasor; colonizar y cristianizar las Américas mientras defendía la unidad religiosa de Europa.
 
La larga lucha contra el moro templó al español, dándole gran dominio de sí; exigiéndole también una fe sin vacilaciones. La tolerancia no podía ser flor de tales cultivos; no se puede ser a la par baluarte y jardín. Pero sí germinaron allí la capacidad de sacrificio, la perseverancia, el desdén de las cosas pequeñas, la generosidad, el sentido de los valores humanos puros, desnudos de todo esplendor adventicio. Y en 1492, cuando la lucha termina, y ganada es Granada, cae entre las manos de España un mundo nuevo.
 
Estamos viviendo todavía las consecuencias del portentoso suceso, el más trascendental de la historia. La consecuencia mayor, aunque tardía, el nuevo aspecto que asumen desde hace cien años las variaciones en el equilibrio del mundo. Y durante esos cien años se ha discutido sin descanso la obra de España en América. En las campañas de independencia de las naciones hispánicas del Nuevo Mundo se juzgó necesario ennegrecer aquella obra. Después, los libros patrióticos de cada república nueva repitieron mecánicamente la propaganda de las campañas de independencia. Cuando, a fines del siglo XIX, hubiera podido alcanzarse la serenidad de juicio, la última campaña se interpuso, la guerra de Cuba. Pero al comenzar el siglo XX la atmósfera se despejó: no había ya guerras que pelear; podríamos mirar y juzgar con claridad y tranquilidad. Rápidamente va cambiando el juicio. No es sólo que se acepte la excusa que generosamente ofrecía a la “virgen del mundo, América inocente”, Quintana, historiador a la vez que poeta: “Crimen fueron del tiempo y no de España”. Es que la conquista y la colonización se ven de modo muy diverso: porque la verdad es que España se volcó entera en el Nuevo Mundo, dándole cuanto tenía. No pudo establecer formas libres de gobierno ni organización económica eficaz, porque ella misma las había perdido; pero dictó leyes justas. No estableció la tolerancia religiosa ni la libertad intelectual, que no poseía; pero fundó escuelas, fundó universidades, para difundir la más alta ciencia de que tenía conocimiento. Y sobre todo, su amplio sentido humano la llevó a convivir y a fundirse con las razas vencidas, formando así estas vastas poblaciones mezcladas, que son el escándalo de todos los snobs de la Tierra, de todos los devotos de la falsa ciencia o de la literatura superficial, pero que para el hombre de mirada honda son el ejemplo vivo de cómo puede resolverse pacíficamente, cristianamente, en la realidad, el conflicto de las diferencias de raza y de origen. Durante el siglo XIX se hizo costumbre afirmar la superioridad de otras naciones sobre España y Portugal como colonizadoras. ¡Como si hubiera superioridad en trasplantar a suelo extraño las condiciones de la vida europea, pero para disfrutarlas el europeo solo, negándoselas o escatimándoselas a los nativos! El siglo XX nos devuelve a la verdad, que ya conocía Liniers cuando en una de sus proclamas de 1806 exhortaba al pueblo de Buenos Aires colonial a rechazar la invasión, para no convertirse en otro tipo muy inferior de colonia. ¡Liniers debía de conocer muchas que aun hoy confirman su juicio! Y ya en nuestros días, William Henry Hudson —el gran argentino inglés, nacido a la mitad del camino que va de Buenos Aires a esta ciudad, más joven que él—, al hablar de aquellas invasiones decía que por fortuna fracasaron en ellas sus antepasados, porque, si hubieran conquistado estas tierras purpúreas, la vida humana habría perdido mucho de su encanto.
 
No: la más humana de las colonizaciones, y por eso la mejor, ha sido la de España y Portugal: es la única que de modo sincero y leal gana para la civilización europea a los pueblos exóticos. No erró por ventura quien dijo que, mientras el germano teme el contacto con los pueblos de escasa civilización, porque él mismo no se siente muy seguro de la suya, antigua de diez siglos apenas, el latino no ve peligro en el contacto porque su cultura es inmemorial y sale siempre vencedora en los encuentros.
 
¡Extraño poder de revivificación el de pueblos como España! Es aquella tierra el más antiguo hogar de cultura en Europa, desde las primitivas que dejaron como testimonio las pinturas rupestres de Altamira y de Pindal hasta las primeras que caben ya en la historia, como la de Tartessos. Y después, la existencia toda de España es, como la del ave fénix, perpetuo arder, consumirse en apariencia y resucitar. Iberos y celtas, fenicios y griegos, romanos y cartagineses: todas las culturas se superponen allí, se entrecruzan, se amoldan al territorio español; sólo la de Roma ejerce influencia indeleble y decisiva, con vigor para vencer después la envolvente de los árabes, en la ocasión única dentro de nuestra era —salvo la excepción insular de Sicilia— en que una porción del Occidente cae bajo el dominio de una cultura oriental. De aquel conflicto sale triunfante en España el espíritu occidental; pero el contacto le deja ventanas abiertas al Oriente, como ajimeces desde donde se oyera el grito de la guitarra morisca.
 
El contacto entre España y América, luego ha dado gradualmente al espíritu español amplitud y vastedad que van en progreso. Nada más humano que la estrechez, porque tiene origen defensivo: cada tribu primitiva se defiende de las vecinas atribuyéndoles magias diabólicas, dignas de exterminio; cada nación moderna se defiende de las demás atribuyéndoles cualidades inhumanas. Es fácil adquirir la fe en nuestra propia superioridad, porque esa fe es recurso de victoria; es difícil, luego, admitir la igualdad o la equivalencia de las aptitudes que existen, en potencia o en acto, en todos los hombres, en todas las naciones o en todas las razas. A esa amplia visión sólo llegan pocos; los unos, por el camino de la ciencia, los otros, por el camino del amor.
 
España, que tanto ha padecido por su antigua intolerancia en el orden del pensamiento, hija de la necesidad defensiva, tuvo en cambio espontánea amplitud humana. Aunque España creó el tipo del hombre señorial, como dice Vossler, y el español más humilde tiene aire de caballero, como dice Belloc, nunca se incubó en España ninguna doctrina de superioridad de razas ni de climas, como las que en nuestra era científica corren, miméticamente disfrazadas de ciencia, como reptiles verdes entre hojas nuevas o insectos pardos entre hojas secas. La amplitud humana del español necesitaba completarse con la amplitud intelectual para crear la imagen depurada del tipo hispánico. A eso aspiran, desde su nacimiento, las repúblicas hispánicas de América. A eso tiende, en el siglo XX, la España nueva.
 
En toda la época moderna el espíritu de amplitud intelectual tuvo que constituir en España la oposición, latente o despierta: sólo fugazmente alcanza el poder en los comienzos del reinado del Emperador, o bajo Carlos III en el siglo XVIII, o, más fugitivamente todavía, en 1812, en 1820, en 1873. Pero en 1898 España hace de su derrota una victoria, renace el fénix, y grado a grado surge el espíritu nuevo de una España más pura y más severa. Si a fines del siglo XIX España parecía a muchos, vista desde América, condenada a irremediable decadencia, mientras el avance de las más prósperas repúblicas cisatiánticas, “joyas humanas del mundo dichoso”, corno dijo Lugones, las aproximaba a la nueva ventura con cada día dorado —ahora, desde hace pocos años, la antigua nación, rejuvenecida, entra en la olimpíada junto a las naciones jóvenes, y ¿por qué no confesarlo? en la mayor parte de las carreras se nos adelanta. Este milagro sólo se explica como fruto de disciplina, de largo ejercicio espiritual practicado en silencio. Pero no hemos de sorprendernos si pensamos en tantos silenciosos reformadores que supieron trabajar sin desmayos, esperar y confiar, como aquel santo laico, Francisco Giner de los Ríos, a quien quizás debe la España nueva más que a ningún otro precursor.
 
España se nos muestra hoy, además, amplia y abierta, más que nunca, para todas las cosas de América. El antiguo recelo ha cedido el lugar a la confianza; la nueva Constitución, al crear la doble nacionalidad, española y americana, aunque desconcierte al antiguo criterio jurídico, place a la buena voluntad.
 
Sobre la buena voluntad se cimenta la obra de confraternidad hispánica. En esta obra debemos todos unir nuestro esfuerzo, para que la comunidad de los pueblos hispánicos haga, de los vastos territorios que domina, la patria de la justicia universal a que aspira la humanidad.
 
* Repertorio Americano, Tomo XXVIII, Año XV, N 665, 6 de enero de 1934.
 

 

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Qué maravilla. Se percibe una sintonía total con Ramiro de Maeztu ¿no?

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hace 1 hora, Da Gugu dijo:

Qué maravilla. Se percibe una sintonía total con Ramiro de Maeztu ¿no?

Sí, la sintonía con Maeztu es total. En los sectores más tradicionales del Hispanismo era predominante  este discurso.

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    • Por Latino I
      Fuentes: https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2008/september/documents/hf_ben-xvi_spe_20080912_parigi-cultura.html
                      Brague, Rémi (2021): Manicomio de verdades: Remedios medievales para la era moderna. Madrid: Encuentro
       
      En otros hilos hemos tratado el asunto de la geopolítica y los bloques que existen hoy en el mundo, y también cómo deben posicionarse los países hispanos ante esta situación. Relacionado con este tema, hemos hablado de la batalla cultural que se puede llevar a cabo desde el mundo hispánico. Me parece que además de considerar de manera estratégica (geopolítica) las opciones que los países hispanos tienen a la hora de formar un "bloque" independiente de los que hoy dominan el mundo, tenemos que partir del concepto de cultura que está en el centro del catolicismo. Y no creo que haya mejor fuente para revisar dicho concepto que el discurso que Benedicto XVI pronunció en el College des Bernardins en París en el año 2008.
      En ese discurso, Ratzinger se refirió al período histórico de derrumbe del Imperio Romano, una época de "confusión en la que nada parecía quedar en pie"; se trataba de un mundo que estaba siendo aniquilado, como el actual. Por aquel entonces, los monjes se retiraban a los monasterios, no con la intención de preservar una cultura o de crear una nueva, sino que lo hacían simplemente para buscar a Dios ("quaerere Deum"). El papa desglosó con maestría y con su característico estilo límpido y bello los elementos que eran inherentes a dicha búsqueda, a saber, el cultivo de la palabra (en la que debemos incluir el canto) y el trabajo. La propia naturaleza de la fe católica, que es a su vez universal, empujaba a los monjes al estudio de la gramática y al trabajo manual.
      Uno de los participantes en aquel encuentro del mundo de la cultura con el papa fue el filósofo de la Sorbona Rémi Brague, que en un reciente volumen titulado "Manicomio de verdades: remedios medievales para la vida moderna", editado por Encuentro, hace un análisis extraordinario del concepto de cultura partiendo de esta conferencia a la que había acudido como oyente. Brague se refiere a la cultura como "subproducto", en la línea de lo que Benedicto XVI hacía en la conferencia, es decir, como el resultado final de un proceso ajeno a la propia cultura: en nuestro caso, la búsqueda de Dios por parte de los monjes.
      Afirma Brague lo siguiente: "El ejemplo que el papa Benedicto sitúa en el foco de su meditación es, como observé al principio, bastante sorprendente: la vida monástica en la Edad Media. Según el papa Benedicto, la intención de los monjes medievales no era, definitivamente, la de crear cultura, ni siquiera la de preservar una cultura anterior. Ahora bien, lo que sucede es que lograron – y de una forma espléndida – algo que no pretendían obtener. En términos históricos, sus actividades culturales fueron asimismo subproductos."
      Retomando la propia naturaleza de la fe católica de los primeros cristianos, y comentando acerca de la nueva relación que se estableció entre los conceptos "fe" y "cultura", escribe Brague que "tanto los judíos como los paganos tenían sistemas de cultura completamente desarrollados, integrados en una sola religión. Pero san Pablo provocó un cambio radical. Separó la cultura de la religión, en contra de la paideia griega y la halaja judía." Esto contrasta claramente con otras culturas de diversos periodos históricos y áreas geográficas, en las que se puede producir una identidad religión-cultura bastante claro. Y esto se demuestra de manera clara cuando nos fijamos en las materializaciones concretas de ciertos "elementos culturales: vemos que existe una moda musulmana, pero no cristiana; lo mismo pasa con la gastronomía, no existe una cocina cristiana. El papa, en su discurso, explicaba esto aludiendo a la universalidad de Dios y de la razón que se encontraban en el centro de las motivaciones de los monjes: para ellos "la fe no pertenecía a las costumbres culturales, diversas según los pueblos, sino al ámbito de la verdad que igualmente tiene en cuenta a todos."
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      Fuente original: https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/speeches/2008/september/documents/hf_ben-xvi_spe_20080912_parigi-cultura.html
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      Copio algunos de los fragmentos de la entrevista, ya que es bastante extensa, y dejo el enlace a la misma aquí, para los que queráis leerla en su integridad.
      Entrevista al completo / Fuente: https://lasoga.org/miguel-ayuso-torres-cuando-uno-ve-la-politica-los-estados-unidos-secundada-la-union-europea-la-impresion-sigue-la-estrategia-del-gobierno-medio-del-caos/
       
      Fuente original: https://lasoga.org/miguel-ayuso-torres-cuando-uno-ve-la-politica-los-estados-unidos-secundada-la-union-europea-la-impresion-sigue-la-estrategia-del-gobierno-medio-del-caos/
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      Esta compatriota habla de agresiones anteriores, pero en el ABC no las explica. Sí lo hace en el periódico Málaga Hoy:
      Si lo leen Vanu y otros foreros que conocen Alemania, estaría bien que comentaran. ¿Creéis que exagera esta compatriota? ¿Es posible que haya ese nivel de odio contra los españoles en la parte oriental de Alemania?
      Yo no creo que exagere, pero me gustaría consultar con vosotros, porque me parece un tema muy grave que estén tratando así a nuestros compatriotas en Alemania.  Es profesora universitaria y empresaria. No da el perfil de "inmigrante pobre" que a lo mejor pudiera motivar la agresión por clasismo y odio a los pobres, sino que sería una cuestión de puro racismo. Es grave también lo que cuenta de que ningún alemán salió a defenderla de los agresores. Y lo de que el partido AfD se está burlando de ella. Y lo de que PEGIDA, que supuestamente estaba solamente contra los musulmanes, también ataca a los españoles. O sea, lo que os comentaba en mensajes anteriores de que el "peligro islámico" es una excusa para hacer más tragable la propaganda y en realidad odian a todos los inmigrantes que perciban como "no blancos". Por descontado, que en BBJ se solidaricen con los agresores y no con nuestra compatriota nos indica lo podrido que está ese ambiente político y lo profundamente antiespañol que puede llegar a ser.
    • Por Hispanorromano
      Ernesto Milá y Laureano Luna explican la verdad del "Plan Kalergi"
      Desde hace una década se ha puesto de moda hablar del "Plan Kalergi" en las derechas. Con este eslogan se quiere dar a entender que hay un plan perfectamente orquestado (por los judíos, según algunos) para acabar con la raza blanca mezclándola a la fuerza con otras razas con más melanina, y que dicho plan fue delineado originalmente por el político e intelectual austriaco Richard Coudenhove-Kalergi.
      Resumiré brevemente lo que pienso de ese "Plan":
      1) Es una absoluta patraña: no existe ni ha existido nunca ningún plan de esas características. La patraña tiene por objeto promover el racismo y poner las bases de una "guerra racial" que haga saltar a Europa por los aires.
      2) El origen de la patraña está perfectamente localizado: procede del neonazi austriaco Gerd Honsik, que escribió un delirante libro en el que le adjudicaba la paternidad de dicho plan a Coudenhove-Kalergi. La obsesión racista de Honsik, junto con su escaso CI, le hizo malinterpretar alguna frase que había escrito Kalergi, y en función de eso se montó toda una teoría de la conspiración que ahora está por todas partes en internet.
      3) Richard Coudenhove-Kalergi era un político bastante afín a la derecha, con cierta simpatía por el fascismo italiano (con cuyo líder se entrevistó y en cuya prensa tenía abierta una tribuna) y muy bien visto por la prensa española del Movimiento, durante el franquismo.
      4) Podríamos hacer el experimento de traer un artículo de Kalergi sobre el tema de la raza blanca y publicarlo, sin decir que es de él, en algún foro, como BBJ, donde creen en ese "Plan". Estoy seguro de que lloverían los aplausos por parte de los racistas de BBJ, por lo que al final, cuando revelásemos quién es el autor del artículo, se producirían grandes carcajadas y el owned del siglo.
      5) Es absolutamente lamentable, e indicativo de la confusión que reina en esta época de internet, que esta teoría pergeñada en los bajos fondos del neonazismo anticristiano y lunático haya pasado rápidamente a toda la derecha y especialmente a sectores católicos, con la inestimable ayuda de Infovaticana, Infocatólica y otros chiringuitos del fariseísmo conservador, que al parecer no entienden que esa absurda teoría de la conspiración, aunque fuese cierta, sería incompatible con la cosmovisión católica.
      Pero como muchos no me van a creer, voy a ceder la palabra a Ernesto Milá y Laureno Luna, dos ideólogos identitarios que, sin embargo, reconocen que todo esto del "Plan Kalergi" es una tremenda patraña urdida por un tramposo o, en el mejor de los casos, por una persona muy limitada.
      ERNESTO MILÁ militó en diversos grupos nacional-revolucionarios del tardofranquismo; de ahí pasó a Fuerza Nueva y finalmente al Frente de la Juventud. Más tarde estuvo en los inicios de Democracia Nacional y de ahí pasó a España 2000, para dedicarse finalmente a la escritura. Introductor en España de Julius Evola, de la Nueva Derecha y del identitarismo. Milá cree que lucha política debería orientarse a combatir la inmigración, excluyendo cualquier otro tema, y considera que el mestizaje degenera la raza blanca. Sin embargo, piensa lo siguiente del Plan Kalergi, en un alarde de honradez que no es frecuente en esos ámbitos:




       
      Ni que decir tiene que a Milá le llamaron de todo por decir eso, de "traidor a la raza blanca" para arriba. Se ha convertido en "políticamente incorrecto" decir que lo del Plan Kalergi es una patraña.
      Bonus sobre Soros:


       
      LAUREANO LUNA fue dirigente de la agrupación neonazi CEDADE. Más tarde participó en la fundación del partido identitario Democracia Nacional, de cuyo manifiesto fundacional fue autor. Dejó la militancia, aunque sigue escribiendo libros y se le ha visto apoyando el Hogar Social Madrid. Como resulta obvio de su currículum, es contrario a la inmigración y al mestizaje. Sin embargo, opina lo siguiente del "Plan Kalergi":

       


      Bonus sobre Rockefeller, "marxismo cultural" y Soros:



       
      Pues en esas estamos. Una delirante teoría, pergeñada por un neonazi de escasas luces y cuya intención racista se ve a las claras, se expande por internet como la pólvora y encuentra acomodo hasta en ambientes católicos, de la mano del infovaticano P. Manuel Guerra. Ningún intelectual católico o de la derecha tradicional se ha dignado rebatir tan estúpida y peligrosa teoría después consultar las fuentes. ¡Si lo he leído en internet será verdad! Han tenido que ser dos identitarios entrados en años los que denuncien discretamente el montaje a pesar de que les beneficia políticamente, alarmados por la dimensión que estaba cobrando el bulo entre sus seguidores. Aunque por desgracia no han tenido mucho éxito: el bulo sigue más vivo que nunca y así seguirá; porque la estructura de internet favorece su propagación, porque la verdad ya no le importa a casi nadie (sobre todo en la derecha) y porque la mayoría prefiere construirse una realidad virtual a la medida.
    • Por Hispanorromano
      Desde hace una década se ha puesto de moda hablar del "Plan Kalergi" en las derechas. Con este eslogan se quiere dar a entender que hay un plan perfectamente orquestado (por los judíos, según algunos) para acabar con la raza blanca mezclándola a la fuerza con otras razas con más melanina, y que dicho plan fue delineado originalmente por el político e intelectual austriaco Richard Coudenhove-Kalergi.
      Resumiré brevemente lo que pienso de ese "Plan":
      1) Es una absoluta patraña: no existe ni ha existido nunca ningún plan de esas características. La patraña tiene por objeto promover el racismo y poner las bases de una "guerra racial" que haga saltar a Europa por los aires.
      2) El origen de la patraña está perfectamente localizado: procede del neonazi austriaco Gerd Honsik, que escribió un delirante libro en el que le adjudicaba la paternidad de dicho plan a Coudenhove-Kalergi. La obsesión racista de Honsik, junto con su escaso CI, le hizo malinterpretar alguna frase que había escrito Kalergi, y en función de eso se montó toda una teoría de la conspiración que ahora está por todas partes en internet.
      3) Richard Coudenhove-Kalergi era un político bastante afín a la derecha, con cierta simpatía por el fascismo italiano (con cuyo líder se entrevistó y en cuya prensa tenía abierta una tribuna) y muy bien visto por la prensa española del Movimiento, durante el franquismo.
      4) Podríamos hacer el experimento de traer un artículo de Kalergi sobre el tema de la raza blanca y publicarlo, sin decir que es de él, en algún foro, como BBJ, donde creen en ese "Plan". Estoy seguro de que lloverían los aplausos por parte de los racistas de BBJ, por lo que al final, cuando revelásemos quién es el autor del artículo, se producirían grandes carcajadas y el owned del siglo.
      5) Es absolutamente lamentable, e indicativo de la confusión que reina en esta época de internet, que esta teoría pergeñada en los bajos fondos del neonazismo anticristiano y lunático haya pasado rápidamente a toda la derecha y especialmente a sectores católicos, con la inestimable ayuda de Infovaticana, Infocatólica y otros chiringuitos del fariseísmo conservador, que al parecer no entienden que esa absurda teoría de la conspiración, aunque fuese cierta, sería incompatible con la cosmovisión católica.
      Pero como muchos no me van a creer, voy a ceder la palabra a Ernesto Milá y Laureno Luna, dos ideólogos identitarios que, sin embargo, reconocen que todo esto del "Plan Kalergi" es una tremenda patraña urdida por un tramposo o, en el mejor de los casos, por una persona muy limitada.
      ERNESTO MILÁ militó en diversos grupos nacional-revolucionarios del tardofranquismo; de ahí pasó a Fuerza Nueva y finalmente al Frente de la Juventud. Más tarde estuvo en los inicios de Democracia Nacional y de ahí pasó a España 2000, para dedicarse finalmente a la escritura. Introductor en España de Julius Evola, de la Nueva Derecha y del identitarismo. Milá cree que lucha política debería orientarse a combatir la inmigración, excluyendo cualquier otro tema, y considera que el mestizaje degenera la raza blanca. Sin embargo, piensa lo siguiente del Plan Kalergi, en un alarde de honradez que no es frecuente en esos ámbitos:




       
      Ni que decir tiene que a Milá le llamaron de todo por decir eso, de "traidor a la raza blanca" para arriba. Se ha convertido en "políticamente incorrecto" decir que lo del Plan Kalergi es una patraña.
      Bonus sobre Soros:


       
      LAUREANO LUNA fue dirigente de la agrupación neonazi CEDADE. Más tarde participó en la fundación del partido identitario Democracia Nacional, de cuyo manifiesto fundacional fue autor. Dejó la militancia, aunque sigue escribiendo libros y se le ha visto apoyando el Hogar Social Madrid. Como resulta obvio de su currículum, es contrario a la inmigración y al mestizaje. Sin embargo, opina lo siguiente del "Plan Kalergi":

       


      Bonus sobre Rockefeller, "marxismo cultural" y Soros:



       
      Pues en esas estamos. Una delirante teoría, pergeñada por un neonazi de escasas luces y cuya intención racista se ve a las claras, se expande por internet como la pólvora y encuentra acomodo hasta en ambientes católicos, de la mano del infovaticano P. Manuel Guerra. Ningún intelectual católico o de la derecha tradicional se ha dignado rebatir tan estúpida y peligrosa teoría después consultar las fuentes. ¡Si lo he leído en internet será verdad! Han tenido que ser dos identitarios entrados en años los que denuncien discretamente el montaje a pesar de que les beneficia políticamente, alarmados por la dimensión que estaba cobrando el bulo entre sus seguidores. Aunque por desgracia no han tenido mucho éxito: el bulo sigue más vivo que nunca y así seguirá; porque la estructura de internet favorece su propagación, porque la verdad ya no le importa a casi nadie (sobre todo en la derecha) y porque la mayoría prefiere construirse una realidad virtual a la medida.

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    • https://www.mundorepubliqueto.com/2020/05/01/no-todo-lo-que-brilla-es-oro/

      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





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    • La libertad sexual conduce al colapso de la cultura en tres generaciones (J. D. Unwin)
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    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
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    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
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    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
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