¿Qué es el Hispanismo?

[Gerión 10.039]

El Hispanismo habla del proyecto global de "Las Españas" o "la Hispanidad", en el cual la nación actual de España es una parte, igual que el resto del Globo.

La intención del Hispanismo es hacer de todos los países una nueva España (hablamos de la Tradición Hispánica), o revincularlos con su pasado hispánico para así dotarles de memoria, identidad y un proyecto para el futuro; igual que la intención de la ideología revolucionaria atea es convertir a todos los países en nuevas Francias; igual que la intención de la ideología angloliberal protestante es convertir todos los países en una suerte de nuevas colonias de corporaciones, millones de vasallos de una nueva "Company" anglosajona en una reedición del imperio británico o el holandés y sus Compañías de Indias.

Con la idea de Tradición Hispánica nos referimos a nuestra España histórica, la de la Tradición grecorromana, patrística, escolástica, racional, idealista, realista y cristiana porque todo va junto (Quijote y Sancho), de la cual ahora mismo no hay representantes institucionales, y a nivel personal, muy pocas personas lo conocen porque este esquema fue derrotado en batalla. Lo que no significa que tengamos que abandonarlo para siempre y entregarnos a los esquemas extranjeros. O al menos, todos debemos ser conscientes, en nuestro actuar y si abandonamos ese proyecto, de esa Renuncia.

Quizás estés más habituado a las otras ideas, la revolucionaria o la angloliberal, la izquierda y la derecha, porque son los esquemas que están actuando ante nuestras narices, actualmente hegemónicos en Occidente, y que llevan actuando dos siglos: extensión de los Derechos Humanos (que empezaron aplicándose sólo a los franceses de la Metrópoli) al resto del mundo y corte de cabezas de todos los que se oponen; extensión de las Corporaciones sobre nuestras vidas, imponiendo un esclavismo y un exterminio efectivos.

Pero aquí se propone un sistema-mundo diferente, precisamente El Nuestro, Nuestro Mundo. Es normal encontrarse de pronto con la idea y no entenderla porque hay que "salir" de ese estado de sometimiento mental a esos otros esquemas extranjeros, y muchas veces ni renta, ni se quiere. Pero entonces cualquier defensa de España (o de cualquier otro país hispano) estará recortada, será parcial, porque sólo podrás defender al país en el seno de un esquema-mundo que no pertenece a nuestra Tradición histórica.

Los otros esquemas son comprensibles dentro del Esquema Hispánico: el esquema ateo es el de la Obra sin Fe (Sancho sin Quijote), el esquema protestante es el de la Fe sin Obra (Quijote sin Sancho). Sólo entendiendo el Esquema Hispánico se puede llegar a un entendimiento universal. El Hispanismo es a la vez de izquierdas y derechas, sin exagerar ninguna, con un sólido sistema de contrapesos, porque la España universal, de la que formaban parte territorios tan dispares como México, Colombia, Argentina, los Países Bajos, Italia, Brasil, Filipinas, California o Florida, fue la Matriz de la que se desgajaron estas piezas, y muchas otras. 
 

[Español 71.112]

Me parece muy bien que se abran este tipo de temas que pongan al día el concepto del Hispanismo, para aquellos que no tengan un conocimiento o contacto cercano con el mismo.

Quizás toda esa descripción podría resumirse, matizarse o extenderse tanto como quisiéramos pero, me ha gustado mucho porque emplea un lenguaje acorde a nuestros tiempos y al discurso socio político que se emplea actualmente, acercando al lector a ese concepto de "lo nuestro", desde el que comienza toda contrucción.

[Vanu Gómez 64.181]

Dado que la entidad o institución que articulaba políticamente aquel complejo sistema colapsó y que no hay ni se vislumbra de lejos que pueda recuperarse, en línea con lo que dicen ya varios autores más lo expresado, por ejemplo, por elprotegido (la próxima potencia hispánica surgirá donde el dinamismo de la nación X lo ponga en juego)... lo que sí es de esperar es que este movimiento magmático -así lo denomina Doña María Elvira- terminará por concretarse en alguna o varias de nuestras naciones de forma acéfala en un principio.

El gran cuestión que se planteará será la reacción del resto,  de las zonas marginales a esos núcleos. ¿Se sumarán o tratarán de boicotearlo? Para mí éste es ahora uno de los principales dilemas.

Hace falta tener mucha pero que mucha altura de miras como para sustraerse a la pulsión nacional. Esta razón es la que a mí siempre me ha mantenido con simpatía hacia la institución monárquica. En su ausencia, solo un liderazgo eclesial podría ocupar esa posición pero tampoco se prestarían las actuales estrategias de la Iglesia a semejante idea.

Cuanto más miro documentación referente a época virreinal más convencido estoy de que las fuerzas centrífugas y disgregadoras de aquellos tiempos siguen vigentes con lo que sin un elemento centrípeto es imposible volver a concertar nada. A eso le achacó el excepticismo de Doña MER y su afirmación de que aquel colapso imperial no tiene vuelta atrás y en lo que hay que pensar es en las nuevas realidades que se irán conformando bajo en insuflo de la regeneración hispánica.