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    • Por Español
      Era el año 40 de nuestra era, cuando Jacobo de Zebedeo, tambien llamado Santiago el Mayor, uno de los discípulos dilectos y más cercanos a Cristo, junto a su hermano Juan y Pedro, recorría la Hispania Romana difundiendo el mensaje de su maestro, tras la Resurrección. Cuenta la tradición que en la noche del 2 de enero, el discípulo se encontraba acampado en la ribera del río Ebro, en las inmediaciones de la ciudad romana de Caesaraugusta, actual Zaragoza, acompañado de un pequeño grupo de seguidores y apenado por la poca repercusión que había tenido su predicación entre las gentes de aquella vieja Hispania romana.
      Según recogen las antiguas crónicas, documentadas en el "códice Moralia sive Expositio in Job", que se conserva en el archivo de la catedral de Zaragoza, y que fijaba en 1297 por escrito la tradición oral de la venida de la Virgen,
      "Santiago el Mayor, hermano de Juan, hijo del Zebedeo, por revelación del Espíritu Santo, recibió un mandato de Cristo para que viniese a España a predicar la palabra de Dios. Él se dirigió inmediatamente a la Virgen, le besó las manos y le pidió con piadosas lágrimas la licencia y bendición. La Virgen le dijo: “Ve, hijo; cumple el precepto de tu Maestro, y por el mismo te ruego que en una ciudad de España, donde convirtieres mayor número de hombres a la fe, edifiques una iglesia en memoria mía, como te mostraré que lo hagas”. Saliendo, pues, Santiago de Jerusalén, anduvo predicando por España, llegando finalmente a la España Menor, que se llama Aragón, en aquella región que se dice Celtiberia, donde está situada Zaragoza, a orillas del río Ebro.
      Aquí predicó Santiago muchos días, logrando convertir para Cristo a ocho hombres. Con ellos se entretenía a diario acerca del reino de Dios, y por la noche se iba a una era cerca del río, donde se echaba en la paja. A los pocos días, estando el Apóstol con los fieles sobredichos, cansados de la oración hacia la media noche, y durmiendo ellos, oyó Santiago voces de ángeles que cantaban: “Ave Maria, gratia plena”. Él, arrodillándose en seguida, vio a la Virgen, madre de Cristo, entre dos coros de millares de ángeles, colocada sobre un pilar de mármol.
      El piísimo semblante de la bienaventurada Virgen María llamó a sí dulcísimamente al santo Apóstol, y le dijo: “He aquí, hijo mío, Santiago, el lugar designado y deputado para mi honor. Mira este pilar en que asiento. Sabe que mi Hijo, tu Maestro, lo ha enviado desde lo alto por mano de los ángeles. Alrededor de este sitio colocarás el altar de la capilla. En este lugar obrará la virtud del Altísimo prodigios y milagros admirables por mi intercesión y reverencia a favor de aquéllos que imploren mi auxilio en sus necesidades. Y el pilar estará en este lugar hasta el fin del mundo, y nunca faltarán en esta ciudad adoradores de Cristo”. Entonces el apóstol Santiago, lleno de alegría, dio innumerables gracias a Cristo y también a su madre. Luego aquel ejército de ángeles, tomando a la Señora de los cielos, la restituyó a Jerusalén y la colocó en su celda. Gozoso el bienaventurado Santiago con tal visión y consolación, empezó inmediatamente a edificar allí la iglesia, ayudándole los que había convertido a la fe."
      El Apóstol Santiago junto a los ocho testigos del prodigio, conocidos como los "varones apostólicos", se apresuraron entonces a edificar el templo que la Virgen les había pedido, siendo esto motivo de muchas conversiones. Pero antes que estuviese terminado, Santiago ordenó presbítero a uno de aquellos primeros discípulos hispanos para el servicio del templo, consagrándolo y dándole el título de "Santa María del Pilar", que llegaría a ser el primer templo mariano del mundo dedicado en honor a la Virgen Santísima, antes de regresar a Judea donde acabaría siendo martirizado por Herodes Agripa I, alrededor del año 44 de nuestra era.
      Finalizada su construcción, se ofició la primera eucaristía en Santa María del Pilar, un día 12 de octubre, motivo por el que en el siglo XVIII, el papa Inocencio XIII estableció este día en el calendario, como conmemorativo de la Virgen del Pilar para toda la cristiandad, si bien durante siglos fue celebrado en El Pilar. La Virgen del Pilar es invocada como refugio de pecadores, consoladora de los afligidos y madre de España.
      Tal día como un doce de octubre, pero del año 1492, el marinero llamado Rodrigo de Triana, que en aquel entonces servía como vigía de la carabela "La Pinta", dio el aviso más esperado durante semanas para la expedición liderada por Cristóbal Colón: ¡¡¡Tierra!!! anunció Rodrigo al divisar el islote Guanahaní, que posteriormente sería bautizado como San Salvador, convirtiéndose así en la primera tierra ganada para la cristiandad en el continente americano. La Madre de España, posiblemente quiso así patrocinar también la mayor gesta de sus hijos en la historia, dando paso a lo que con el concurso de la fe y de los siglos, llegaría a ser la Hispanidad. La mayor comunión de pueblos y naciones del mundo, hermanados por la fe, la lengua y la cultura.
      ¡Viva la Virgen del Pilar!
      ¡Viva España!
      ¡Viva la Hispanidad!
      ...hasta el fin del mundo.

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    • Por Corazón Español
      Era el año 40 de nuestra era, cuando Jacobo de Zebedeo, tambien llamado Santiago el Mayor, uno de los discípulos dilectos y más cercanos a Cristo, junto a su hermano Juan y Pedro, recorría la Hispania Romana difundiendo el mensaje de su maestro, tras la Resurrección. Cuenta la tradición que en la noche del 2 de enero, el discípulo se encontraba acampado en la ribera del río Ebro, en las inmediaciones de la ciudad romana de Caesaraugusta, actual Zaragoza, acompañado de un pequeño grupo de seguidores y apenado por la poca repercusión que había tenido su predicación entre las gentes de aquella vieja Hispania romana.
      Según recogen las antiguas crónicas, documentadas en el "códice Moralia sive Expositio in Job", que se conserva en el archivo de la catedral de Zaragoza, y que fijaba en 1297 por escrito la tradición oral de la venida de la Virgen,
      "Santiago el Mayor, hermano de Juan, hijo del Zebedeo, por revelación del Espíritu Santo, recibió un mandato de Cristo para que viniese a España a predicar la palabra de Dios. Él se dirigió inmediatamente a la Virgen, le besó las manos y le pidió con piadosas lágrimas la licencia y bendición. La Virgen le dijo: “Ve, hijo; cumple el precepto de tu Maestro, y por el mismo te ruego que en una ciudad de España, donde convirtieres mayor número de hombres a la fe, edifiques una iglesia en memoria mía, como te mostraré que lo hagas”. Saliendo, pues, Santiago de Jerusalén, anduvo predicando por España, llegando finalmente a la España Menor, que se llama Aragón, en aquella región que se dice Celtiberia, donde está situada Zaragoza, a orillas del río Ebro.
      Aquí predicó Santiago muchos días, logrando convertir para Cristo a ocho hombres. Con ellos se entretenía a diario acerca del reino de Dios, y por la noche se iba a una era cerca del río, donde se echaba en la paja. A los pocos días, estando el Apóstol con los fieles sobredichos, cansados de la oración hacia la media noche, y durmiendo ellos, oyó Santiago voces de ángeles que cantaban: “Ave Maria, gratia plena”. Él, arrodillándose en seguida, vio a la Virgen, madre de Cristo, entre dos coros de millares de ángeles, colocada sobre un pilar de mármol.
      El piísimo semblante de la bienaventurada Virgen María llamó a sí dulcísimamente al santo Apóstol, y le dijo: “He aquí, hijo mío, Santiago, el lugar designado y deputado para mi honor. Mira este pilar en que asiento. Sabe que mi Hijo, tu Maestro, lo ha enviado desde lo alto por mano de los ángeles. Alrededor de este sitio colocarás el altar de la capilla. En este lugar obrará la virtud del Altísimo prodigios y milagros admirables por mi intercesión y reverencia a favor de aquéllos que imploren mi auxilio en sus necesidades. Y el pilar estará en este lugar hasta el fin del mundo, y nunca faltarán en esta ciudad adoradores de Cristo”. Entonces el apóstol Santiago, lleno de alegría, dio innumerables gracias a Cristo y también a su madre. Luego aquel ejército de ángeles, tomando a la Señora de los cielos, la restituyó a Jerusalén y la colocó en su celda. Gozoso el bienaventurado Santiago con tal visión y consolación, empezó inmediatamente a edificar allí la iglesia, ayudándole los que había convertido a la fe."
      El Apóstol Santiago junto a los ocho testigos del prodigio, conocidos como los "varones apostólicos", se apresuraron entonces a edificar el templo que la Virgen les había pedido, siendo esto motivo de muchas conversiones. Pero antes que estuviese terminado, Santiago ordenó presbítero a uno de aquellos primeros discípulos hispanos para el servicio del templo, consagrándolo y dándole el título de "Santa María del Pilar", que llegaría a ser el primer templo mariano del mundo dedicado en honor a la Virgen Santísima, antes de regresar a Judea donde acabaría siendo martirizado por Herodes Agripa I, alrededor del año 44 de nuestra era.
      Finalizada su construcción, se ofició la primera eucaristía en Santa María del Pilar, un día 12 de octubre, motivo por el que en el siglo XVIII, el papa Inocencio XIII estableció este día en el calendario, como conmemorativo de la Virgen del Pilar para toda la cristiandad, si bien durante siglos fue celebrado en El Pilar. La Virgen del Pilar es invocada como refugio de pecadores, consoladora de los afligidos y madre de España.
      Tal día como un doce de octubre, pero del año 1492, el marinero llamado Rodrigo de Triana, que en aquel entonces servía como vigía de la carabela "La Pinta", dio el aviso más esperado durante semanas para la expedición liderada por Cristóbal Colón: ¡¡¡Tierra!!! anunció Rodrigo al divisar el islote Guanahaní, que posteriormente sería bautizado como San Salvador, convirtiéndose así en la primera tierra ganada para la cristiandad en el continente americano. La Madre de España, posiblemente quiso así patrocinar también la mayor gesta de sus hijos en la historia, dando paso a lo que con el concurso de la fe y de los siglos, llegaría a ser la Hispanidad. La mayor comunión de pueblos y naciones del mundo, hermanados por la fe, la lengua y la cultura.
      ¡Viva la Virgen del Pilar!
      ¡Viva España!
      ¡Viva la Hispanidad!
      ...hasta el fin del mundo.
    • Por Hispanorromano
      Así se titula un artículo recién publicado en el periódico mexicano Milenio. México es el país hispanoamericano con el que España ha tenido relaciones diplomáticas más complicadas, pero como no se cansa de señalar @Vanu Gómez, también es el que tiene mayores potencialidades y el que podría dar un vuelco a la actual situación. Son muchas las personalidades mexicanas que en los últimos tiempos abogan por replantear la visión de México y sus relaciones con España. Y son muchos los que han criticado las actitudes hispanófobas de AMLO, incluso desde las filas de su propio partido. Creo que es de los pocos motivos de esperanza en los últimos tiempos.
    • Por Español
      Os comparto un video que tiene de significativo, no tanto el contenido como la esperanza que representa. Se trata de un grupo de jóvenes militares de varios países de Hispanoamérica y España, que se unen para poner puntos de vista y experiencias en común, bajo un único objetivo como es la reunión de la Hispanidad.
      Iniciativas de base que a veces aportan más esperanza que muchas otras institucionales. Es un placer ver de nuevo a españoles, mexicanos, estadounidenses, guatemaltecos y colombianos, con espíritu de sacrificio todos juntos, compartiendo de nuevo la misma mesa que alguna vez estuvo unida.
    • Por Hispanorromano
      El error histórico de 1898: lucharon más cubanos por España que por su independencia
      Algunos historiadores como John Lawrence Tone afirman que la mayor parte de los soldados que se alistaron en las tropas independentistas, «lo hicieron en el último mes de la contienda, cuando los españoles declararon el alto el fuego»
      Israel Viana
      Actualizado:14/11/2018 20:32h
      «La patria ha sido defendida con honor. La satisfacción del deber cumplido deja nuestras conciencias tranquilas, con solo la amargura de lamentar la pérdida de nuestros queridos compañeros y las desdichas de la patria», escribía el almirante Cervera en el parte de guerra de la batalla naval de Santiago de Cuba. Aquella derrota, acaecida el 3 de julio de 1898, era el episodio final del conflicto en el que España perdió sus últimas colonias de ultramar, tan solo un mes antes de que se firmara el armisticio con Estados Unidos.
      Desde entonces, la Guerra de Cuba ha generado ríos de tinta, con interpretaciones de lo más variopintas y partidistas a uno y otro lado del Atlántico. En la historiografía cubana, por ejemplo, se ha tendido a minimizar, salvo algunas excepciones, el papel de España a causa del escaso uso que ha hecho esta de los archivos españoles. En su literatura de la isla se muestra a todos los oficiales de la península como monstruos y a los hombres que mandaban como instrumentos «desvalidos» de una monarquía casi feudal, como si fueran una masa informe. Y, además, muchos de sus estudiosos retratan a los insurrectos cubanos de una manera unidimensional: todos son heroicos, amigos de los campesinos pobres y de los trabajadores castigados por los españoles, además de, por supuesto, hombres dispuestos a dar su vida por una Cuba independiente. Pero, ¿cuánto hay de cierto en esta imagen transmitida en algunos libros sobre la guerra del 98?
      Si atendemos a las cifras, la más importante en el plano militar es que España realizó, en cuatro años, el segundo mayor desplazamiento de soldados de la historia después del protagonizado por los estadounidenses, en la Segunda Guerra Mundial, para luchar contra los nazis. Hablamos de 200.000 españoles que cruzaron el Atlántico para enfrentarse en Cuba a los 40.000 hombres del Ejército libertador. Pero aquí hay que tener en cuenta lo que apunta John Lawrence Tone en «Guerra y genocidio en Cuba, 1895-1898» (Turner, 2008): la mayor parte de los que se alistaron en las tropas independentistas «lo hicieron en el último mes de la contienda, una vez que los españoles declararon el alto el fuego». Un movimiento el de estos desertores realizado por «mera supervivencia, ante el derrumbe inminente del poder español, puesto que sus familias e intereses estaban en Cuba».
      Entre 60.000 y 80.000 voluntarios
      Fernando J. Padilla, de la Universidad de Bristol, cifra a los desertores en una quinta parte de los voluntarios que lucharon bajo la bandera de España. Cuando se firmó la rendición, el 13 de agosto de 1898, se calcula que este cuerpo estaba formado por 60.000 hombres. Otras fuentes dicen que llegaron a los 80.000. De estos, habrían muerto durante el conflicto cerca de 2.000, de los cuales el 40% eran naturales de Cuba según las listas de fallecidos consultados por este historiador y publicadas por el Ministerio de la Guerra.

      Soldado de la Guerra de Cuba, en 1895- ABC
      Si extrapolamos este porcentaje al total de integrantes de esta milicia, resultaría que unos 32.000 cubanos llevaron el uniforme de los voluntarios y combatieron a favor de seguir manteniendo los lazos con el Gobierno de Madrid. Si a este número sumamos los bomberos «negros», los criollos que se alistaron al Ejército y los más de 30.000 guerrilleros originarios de la isla que lucharon contra los separatistas, se puede concluir con seguridad que, como defiende Tone, entre 1895 y 1898 hubo más cubanos luchando por España que por la independencia.
      Recordemos que los separatistas nunca superaron los 40.000 combatientes, aunque el historiador americano Donald H. Dyal los rebaja hasta los 30.000 en «Historical Dictionary of the Spanish American War» (1996). De ahí que solo empezaran a vislumbrar la posibilidad real de ganar la guerra cuando recibieron el apoyo de Estados Unidos a principios de 1898, tras la falsa acusación del hundimiento del famoso acorazado Maine.
      Voluntarios a favor de España
      Este importante cuerpo de Voluntarios —creado en 1855 para aligerar de carga al Ejército regular y reforzar la defensa de la isla frente a los ataques de Estados Unidos, empeñados estos en anexionarse la isla— tuvo una importancia capital para el devenir de los diferentes episodios de la Guerra de Cuba. A pesar de ello, la atención que han recibido de los historiadores ha sido escasa. En el siglo XIX, autores como José Joaquín Ribó y Luis Otero Pimentel analizaron su papel en la Guerra de los Diez Años (1868-1878) en diferentes obras. «La mayoría son ciudadanos de modesta fortuna, que viven de su profesión o trabajo corporal, del cual depende también la subsistencia de sus familias», escribía este último en 1876, cifrándolos en 18.000 solo en La Habana. En épocas más recientes se han publicado otros estudios, no muchos, sobre el tema, como el de la española María Dolores Domingo (1996) y el de su homóloga cubana Marilú Uralde Cancio (2011).

      Un grupo de médicos extraen una bala máuser a un soldado de San Quintín, en la Guerra de Cuba (1896)- ABC
      De estos últimos trabajos, solo algunos se han replanteado la visión que tradicionalmente se tenía de la milicia de voluntarios y guerrilleros. Entre ellos está el citado John Lawrence Tone, que se ocupó, a mediados de la década pasada, de analizar su papel como defensores de España en la última guerra. En ellos se aporta un punto de vista novedoso: el españolismo más militante en Cuba no fue fenómeno surgido o desarrollado únicamente en las áreas urbanas ni, tampoco, protagonizado exclusivamente por personas llegadas de la Península. Entre los voluntarios había una importante representación de hombres nacidos en Cuba e, incluso, algunos de los llamados «de color» entre ellos. Es decir, negros y mulatos —o «pardos y morenos», según el lenguaje de la época— sin ningún lazo de sangre con España o Europa.
      Baste como ejemplo un dato aportado por Joan Casanovas Codina. Entre los 2.932 voluntarios de Matanzas contabilizados por este historiador catalán, 710 eran cubanos, lo que confirma, efectivamente, que no fueron solo españoles los que combatieron en el Instituto de Voluntarios durante la Guerra de los Diez Años. De la misma forma que otros muchos isleños participaron también en la guerra del 95 del lado de España. Su contribución a este Ejército fue del 25% de los oficiales y el 30% de las tropas aportadas por la Península, Baleares y Canarias, a los que habría que sumar, como defendía Tone, los guerrilleros, criollos y bomberos.
      Las «tropas de color» del Ejército español
      Según estimaba también el historiador militar y biógrafo del capitán general Weyler en 1997, Gabriel Cardona, hubo más de 80.000 cubanos, entre voluntarios y soldados de reemplazo, en el Ejército español. También se alistaron por iniciativa propia a favor de Madrid algunos otros combatientes sin ningún lazo con la península, como una serie de batallones puertorriqueños.

      El acorazado Maine visto por popa, en 1895
      El jefe del imbatido regimiento de caballería Pizarro, el general Figueroa, por ejemplo, era cubano de nacimiento. También lo eran los 30 «bomberos negros» que formaban la escolta de Weyler, con los que el general quiso recuperar la fidelidad que esta raza había mantenido con España en la Guerra de los Diez Años, formando la «unidad de élite de voluntarios de Valmaseda». El mismo capitán general de Cuba entre 1896 y 1897 dedicó una serie de párrafos muy elogiosos en sus memorias, reeditadas en 2004 por la editorial Destino, a estos voluntarios cubanos: «A los pocos días de mi llegada a la isla, fui designado para organizar un batallón y un escuadrón de voluntarios. La recluta se hizo rápidamente, acudiendo a ella un buen número de cubanos blancos y de color, así como algunos extranjeros de diversos países de Europa [...]. Todos estos soldados se batían con gran valor, sin excepción alguna [...]. Era tan intenso el espíritu de ofensiva de aquellos voluntarios, y tanta su fe y confianza en el mando, que ni uno solo flaqueó en el ataque. Su bravura de aquel día me ha dejado imperecedero recuerdo, constituyendo la confirmación más plena del alto concepto que formé entonces de las tropas de color. Justo es consignar que, a mi gratitud y confianza, correspondieron siempre con inquebrantable lealtad».
      Lo que no cuenta Weyler es que, en la parte oriental, durante los años 60 y 70 del siglo XIX, el papel de estos voluntarios no era solo el de proteger a las poblaciones de los cada vez más incipientes ataques de mambises, sino también aterrorizar desde el principio a los partidarios de la independencia para mantener un férreo control de las ciudades.
      Después de la Guerra de los Diez Años, más concretamente entre 1890 y 1893, las principales revistas de temática militar, como «Ejército» y «El Correo Militar», publicaron una serie de artículos donde se proponía convertir a estos voluntarios en una especie de reserva colonial del Ejército, como había ocurrido en Australia, Nueva Zelanda y Argelia, con el objetivo de rebajar la tensión que este cuerpo había mantenido con las autoridades españolas en años anteriores. Esto, sin embargo, no habría cambiado mucho el papel que desempeñaban desde su creación en 1855: reforzar el sistema defensivo de la isla con la ayuda de los civiles. En 1889, también se planteó la posibilidad de otorgarles el voto, pero fue rechazada por las Cortes.
      Los lazos entre los voluntarios y Madrid
      Estos amplió el desencuentro que en otros años se había producido entre estas personas ajenas al Ejército que daban su vida a cambio de nada y el Gobierno español. Hombres que, además, se encontraban con el problema de compaginar la obligada formación militar con sus propios trabajos —los que realmente daban de comer a sus familias— como comerciantes, cocheros o campesinos. Esa marginación política durante el periodo de entreguerras minó la cohesión que debía haber entre los 60.000 voluntarios que había en ese momento y el capitán general que debía dirigirlos. una situación que podría acarrear muchos problemas si tenemos en cuenta que los soldados regulares eran entonces de tan solo 15.000.
      La explosión del Maine en La Habana y la entrada de Estados Unidos en la guerra contra España, en abril de 1898, aceleró el final del conflicto. Durante las ocho semanas que restaron de campaña se incrementaron las deserciones de voluntarios, sobretodo de los naturales de Cuba. Esto convirtió la cifra de cubanos luchando por la independencia en mayor de lo que realmente había sido en los cuatro años anteriores. Y es que, a pesar del tono triunfalista de la prensa española en el verano del 98, pocos se creían ya las posibilidades reales de triunfo de Madrid frente al poderío naval del gigante del norte.
      https://www.abc.es/historia/abci-verdad-incomoda-1898-lucharon-mas-cubanos-espana-independencia-201811120204_noticia.html
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    • https://www.mundorepubliqueto.com/2020/05/01/no-todo-lo-que-brilla-es-oro/

      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





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    • La libertad sexual conduce al colapso de la cultura en tres generaciones (J. D. Unwin)
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    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
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    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
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    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
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