Éxito del artículo de Hispano sobre el peligro alemán. Y reflexión sobre la portada

[Hispanorromano 71.070]

Hago notar que el artículo de Hispano sobre Alemania es ahora mismo el más visitado en portada, con 113 visitas:

Y, si no me equivoco, es también de los más visitados desde que se puso en marcha el sistema de recomendar mensajes individuales.

Mis felicitaciones a Hispano, que, por cierto, hace tiempo que no pasa por aquí. Ojalá vuelva a deleitarnos con sus intervenciones.

También debo pegarme un rapapolvo porque mi reflexión sobre las conspiraciones -que cometí el error de "autorrecomendar" vanidosamente- ha sido de las menos vistas.

En mi opinión el artículo de Hispano ha triunfado por los siguientes motivos:

• Está bien escrito y aporta ideas originales
• Aborda un tema que le interesa a nuestros lectores con una extensión razonable
• Es conciso y no demasiado largo (factor muy importante en internet)

Aprovecho para comentar que, ya que esta sección de recomendaciones es lo que primero ven los lectores, sería bueno que todos recomendarais periódicamente lo que creáis que merece la pena. Hasta ahora casi siempre soy yo el que recomienda y no quiero copar la sección. A veces nos tira para atrás que los mensajes, al seguir una dinámica de foro, se inician con alguna fórmula coloquial (por ejemplo: "tienes razón en lo que comentabas") que los hace poco aptos para el formato de artículo; pero con eliminar estas referencias, habitualmente situadas al principio o al final del mensaje, puede quedar un artículo bastante majo.

Pensemos en qué mensajes pueden adoptar un formato de artículo capaz de interesar a nuestros lectores. Y a la hora de escribir, si nos gustaría que nuestro mensaje pase a esa sección, no abusemos de referencias coloquiales (aunque como decía, bien se pueden recortar en la edición final con tal de que no le resten sentido al mensaje).

¿Qué os parece la idea? No sé si el administrador tiene datos de esa sección en comparación con el foro.

Podéis mover este mensaje al Café si os parece más conveniente.

[Vanu Gómez 64.181]

Necesitamos ir incorporando visiones variadas desde una perspectiva hispánica. A ver si se prodiga más.

[Español 71.112]

Sí, es cierto que salvo las recomendaciones que haces tú, es una sección que tenemos olvidada. Podemos incluso publicar directamente en portada y sin embargo la tenemos abandonada. Deberíamos hacer un esfuerzo -me incluyo el primero-, por ir armando de contenidos esa parte de la web ya que ofrece la primera imagen a quien acceda de primeras al sitio. En general, quienes ya conocen la web van directamente a los foros pero quién viene de nuevo, su primera impresión va a depender de lo que vea en la portada.

[BGA 2.900]

Cuando G. Bueno diferenciaba entre sociedades civilizadas y organizadas, creo que se refería como ejemplo de las segundas a las del norte europeo y sus áreas de influencia fuera de Europa. Según entiendo esta diferencia, lo organizado es aquello que no aspira a crecer en todos los aspectos de la vida, materiales y espirituales, sin en los más sobresalientes de ambos campos desde un punto de vista pragmático. Por el contrario, la civilización la entiendo como una apertura a la totalidad que no está obsesionada por el rendimiento a corto plazo y que vuelca su interés en la comprensión, asimilación y culturización de "todo".

Es sencillo caer en la cuenta, desde este punto de vista, quién ha de llegar antes a la "cumbre", como también quién aspira a cotas más elevadas...

Un mundo obsesionado con el éxito, de clara inspiración protestante, siempre tendrá en el pragmatismo su razón de ser vital. Pero ocurre, como en todo proceso de síntesis, que la decisión de adoptar alguno de los elementos de la civilización en detrimento de otros, se produce siempre en unas circunstancias históricas concretas y por tanto muy subjetivas, de modo que lo que se puede considerar "basura" porque parece no aporta nada sustancioso, acaba marcando la diferencia entre lo verdadero temporalmente y la verdad sutil de las cosas que es atemporal.

No importan los desatinos de esas sociedades organizadas si tras su fracaso y el daño ocasionado por su preeminencia histórica, vuelven a remontar el vuelo, como si en el fondo, una fe puesta en algún destino manifiesto, estuviera pugnando por concretarse siempre, inasequible a sus fracasos y teniendo siempre sobre la mesa el retrato de su mejor perfil...

La vía del pragmatismo, cuando su éxito la impulsa a renacer constantemente en sus principios cerrados y poco o nada dispuesta a ir creciendo abriéndose e integrando, es una vía muerta desde el punto de vista de la civilización. Una mente atrapada en principios de materialidad complementada con principios de idealidad salvífica... no puede ser ni debe ser la directriz global.

Fe y Razón adquieren de nuevo su legítimo protagonismo que no es otro que el de ir de la mano como un todo. Cuando la razón descarta a la Fe y cuando la Fe descarta a la razón, la realidad se desdobla produciendo el monstruo de lo común frente a lo individual y viceversa, de la ética de los negocios, frente a la ética privada; de lo que cada uno puede hacer frente a lo que todos debemos hacer como organización humana. Todo ello supone una fisura en nuestra civilización que, apenas restañada por el hechizo del éxito material, se desmorona al mínimo temblor que, precisamente por su interpretación parcial de las cosas, lo genera regularmente en una sucesión de crísis y periodos de bonanza.

El mundo necesita del Mediterráneo como contrapeso de la cultura, que tiende, al parecer irremediablemente, a buscar constantemente el hecho identitario, aquello que pone de manifiesto la diferencia y de lo que se espera obtener un privilegio inasequible al resto de culturas y de humanos. Una mentalidad "Católica", Universal, integradora, segura de sus mimbres pero curiosa de otras realidades culturales originadas por el hombre de otras latitudes sometido a  otras circunstancias, debería ser la "idea" o como algunos prefieren denominar, las coordenadas o el origen de coordenadas de nuestro pensar y actuar en la realidad del mundo.

En éste punto me pregunto ¿cómo habríamos de llegar a envidar tanto otros modos de hacer cuando tenemos ante nuestros ojos el recuerdo de una potencia hecha movimiento y un futuro que está clamando por poner de nuevo en movimiento la potencia de nuestro pensamiento hispano?.

Comprender nuestra civilización nos abre los ojos a nuestra realidad y a otras realidades, y no busca el enfrentamiento que procura la reparación de antiguas y actuales humillaciones, sino que lo supera, pues al fin y al cabo, qué otra cosa puede ser el enfrentamiento sino el temor a quedarse atrás o a perder la delantera?.

[Vanu Gómez 64.181]

hace 59 minutos, BGA dijo:

Cuando G. Bueno diferenciaba entre sociedades civilizadas y organizadas, creo que se refería como ejemplo de las segundas a las del norte europeo y sus áreas de influencia fuera de Europa. Según entiendo esta diferencia, lo organizado es aquello que no aspira a crecer en todos los aspectos de la vida, materiales y espirituales, sin en los más sobresalientes de ambos campos desde un punto de vista pragmático. Por el contrario, la civilización la entiendo como una apertura a la totalidad que no está obsesionada por el rendimiento a corto plazo y que vuelca su interés en la comprensión, asimilación y culturización de "todo".

Es sencillo caer en la cuenta, desde este punto de vista, quién ha de llegar antes a la "cumbre", como también quién aspira a cotas más elevadas...

Un mundo obsesionado con el éxito, de clara inspiración protestante, siempre tendrá en el pragmatismo su razón de ser vital. Pero ocurre, como en todo proceso de síntesis, que la decisión de adoptar alguno de los elementos de la civilización en detrimento de otros, se produce siempre en unas circunstancias históricas concretas y por tanto muy subjetivas, de modo que lo que se puede considerar "basura" porque parece no aporta nada sustancioso, acaba marcando la diferencia entre lo verdadero temporalmente y la verdad sutil de las cosas que es atemporal.

No importan los desatinos de esas sociedades organizadas si tras su fracaso y el daño ocasionado por su preeminencia histórica, vuelven a remontar el vuelo, como si en el fondo, una fe puesta en algún destino manifiesto, estuviera pugnando por concretarse siempre, inasequible a sus fracasos y teniendo siempre sobre la mesa el retrato de su mejor perfil...

La vía del pragmatismo, cuando su éxito la impulsa a renacer constantemente en sus principios cerrados y poco o nada dispuesta a ir creciendo abriéndose e integrando, es una vía muerta desde el punto de vista de la civilización. Una mente atrapada en principios de materialidad complementada con principios de idealidad salvífica... no puede ser ni debe ser la directriz global.

Fe y Razón adquieren de nuevo su legítimo protagonismo que no es otro que el de ir de la mano como un todo. Cuando la razón descarta a la Fe y cuando la Fe descarta a la razón, la realidad se desdobla produciendo el monstruo de lo común frente a lo individual y viceversa, de la ética de los negocios, frente a la ética privada; de lo que cada uno puede hacer frente a lo que todos debemos hacer como organización humana. Todo ello supone una fisura en nuestra civilización que, apenas restañada por el hechizo del éxito material, se desmorona al mínimo temblor que, precisamente por su interpretación parcial de las cosas, lo genera regularmente en una sucesión de crísis y periodos de bonanza.

El mundo necesita del Mediterráneo como contrapeso de la cultura, que tiende, al parecer irremediablemente, a buscar constantemente el hecho identitario, aquello que pone de manifiesto la diferencia y de lo que se espera obtener un privilegio inasequible al resto de culturas y de humanos. Una mentalidad "Católica", Universal, integradora, segura de sus mimbres pero curiosa de otras realidades culturales originadas por el hombre de otras latitudes sometido a  otras circunstancias, debería ser la "idea" o como algunos prefieren denominar, las coordenadas o el origen de coordenadas de nuestro pensar y actuar en la realidad del mundo.

En éste punto me pregunto ¿cómo habríamos de llegar a envidar tanto otros modos de hacer cuando tenemos ante nuestros ojos el recuerdo de una potencia hecha movimiento y un futuro que está clamando por poner de nuevo en movimiento la potencia de nuestro pensamiento hispano?.

Comprender nuestra civilización nos abre los ojos a nuestra realidad y a otras realidades, y no busca el enfrentamiento que procura la reparación de antiguas y actuales humillaciones, sino que lo supera, pues al fin y al cabo, qué otra cosa puede ser el enfrentamiento sino el temor a quedarse atrás o a perder la delantera?.

Existe una obsesiva insistencia desde multiples ámbitos por convertirnos en una de esas sociedades "organizadas" que mencionas. Dentro del identitarismo va implícita la necesidad de desvincularnos de nuestro compromiso hispánico, vinculado a nuestra condición de sociedad civilizada y de herencia civilizadora para hacer de nosotros una especie de émulos de la organización que supuestamente es el elemento identificativo de las sociedades (centro/norte) europeas.

Este tema, aunque con otras palabras, ya lo aborda R. de Maeztu en su "Defensa de la Hispanidad".