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China y el pensamiento chino, por Gustavo Bueno y otros

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Ante el ascenso del gigante chino, conviene tener claros algunos aspectos sobre él para encuadrarlos adecuadamente en cualquier esquema mundo. Apuntes que he tomado:

-Para Elvira Roca, los chinos jamás podrán sustituir a EEUU como pueblo imperial global: no quieren mezclarse. Entiendo que así, a lo sumo, forman una industriosísima y aisladísima nación, y ahí se quedarán, al estilo de una gran Alemania inoperante.

-Para Santiago Armesilla, es el maoísmo, a través del marxismo, que "algo tiene" del cristianismo, el que ha incorporado realmente a China a la Civilización Universal. Por lo que China sí es parte de nuestro Universo y lo es gracias al comunismo, y por tanto gracias al cristianismo.

-Finalmente, traigo esta entrevista que realizaron a Gustavo Bueno en el 2013 sobre China y lo chino, por Iker Izquierdo para Taipei 103 Magazine. No me atrevo a hacer ningún resumen, aquí lo dejo:

https://taipei103magazine.wordpress.com/2013/02/02/conversacion-con-gustavo-bueno-sobre-china-i/

Cita

Conversación con Gustavo Bueno sobre China (I)

Publicado el 2 febrero, 2013 por Iker Izquierdo
 
 
 
 
 
 
 
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  Gustavo Bueno durante un momento de la entrevista en Niembro (Foto: N-Ray Lai) Gustavo Bueno durante un momento de la entrevista en Niembro (Foto: N-Ray Lai)

El nombre de Gustavo Bueno (Santo Domingo de la Calzada, 1924) levanta pasiones encontradas allá donde es mencionado. En los 70 se lo llamaba “domesticador de Marx”; en los 80 y 90 fue el “ateo oficial” de España junto a Gonzalo Puente Ojea, y ya en la última década fue acusado por un parlamentario socialista de haberse pasado a la “filosofía rosa” tras la publicación de su demoledor “Zapatero y el pensamiento Alicia“. Muchos sólo recuerdan por sus apariciones televisivas en programas como “La Clave“, “Tribunal Popular” o “La máquina de la verdad”; y otros lo han olvidado. Pero su sistema, el materialismo filosófico, con el que tritura sin piedad los más variados mitos e ideologías que nos envuelven, goza de una salud de hierro. La prueba está en la miríada de publicaciones que ha generado, no sólo de su propia pluma, sino también de la pluma de los muchos colaboradores y discípulos que ha ido acumulando desde los años 60. Primero desde su cátedra de filosofía en la Universidad de Oviedo y desde el año 1998 desde la Fundación Gustavo Bueno, el filósofo riojano ha ido incubando el materialismo filosófico, que ha generado ya tres oleadas, magníficamente descritas por Sharon Calderón Gordo en su artículo “El Congreso de Murcia y las oleadas de materialismo filosófico“.

Cuando descubrí en serio la obra de Bueno, el cataclismo que se produjo en mi mapa del mundo fue notable, y desde que he ido profundizando mis conocimientos del mismo -aún insuficientes- el mundo ya no es igual. Tampoco lo es la parte que más me concierne: España; y tampoco la otra parte que es el objeto de mi estudio interés y residencia permanente: Asia. Es por ello que cuando comencé este proyecto pequeñito de revista inmediatamente pensé en una entrevista con Gustavo Bueno, haciéndose realidad el pasado 4 de enero.

Aprovechando las vacaciones de Navidad solicité una entrevista. Con la amabilidad que le caracteriza aceptó inmediatamente y nos citamos en su casa de Niembro, muy cerca de Llanes, en la costa oriental de Asturias, norte de España. Llegué en un par de horas desde Castro Urdiales y afortunadamente el clima acompañó. Llegué a la puerta en la que me recibió su hijo y profesor de Historia de la Filosofía Española en la Universidad de Oviedo, Gustavo Bueno Sánchez, quien me condujo al interior de la casona donde se recluye Bueno siempre que tiene oportunidad. El interior es fresco y acogedor. Rodeados de libros y deshumidificadores damos comienzo a la entrevista.

En el año 2009, en uno de las ediciones de Teatro Crítico, dedicaron un programa a la memoria del recién fallecido entonces José María Laso Prieto. Durante el programa comentaron ustedes visicitudes de un viaje a China. ¿Estuvo usted en aquel viaje?

No. Fue Laso con mi mujer y otros amigos. Laso se pasaba el día hablando de China. Fueron en un grupo de gente que venía de Oviedo, Santander, Mallorca. Estuvieron en China y Laso contaba anécdotas muy curiosas que en parte están relatadas en su autobiografía. [De Bilbao a Oviedo pasando por el penal de Burgos, Pentalfa, Oviedo, 2002].

¿Años 70?

Más tarde. En la década de los 80. Ya se había producido el golpe de timón. Cuenta una anécdota muy graciosa en la que durante su viaje en tren descubrieron que en el contrato de viaje no se especificaba que hubiera literas y además habían colocado el equipaje allí. Laso, que era entonces del Comité Central del PCE, se quejó y puso firme a un general que había en ese tren.

¿Cómo es la recepción del maoísmo en España durante los años 60-70?

En Oviedo había un grupo maoísta y a mí incluso me tiraron un bote de pintura por la cabeza, a pesar de que había gran simpatía hacia la Revolución Cultural. Nos llegaban muchos escritos e intentábamos entender aquello. Lo más curioso fue que en la universidad había dos grupos, el de filosofía y el de antropología. Este último lo dirigía Ramón Valdés (por cierto, fallecido hace unos meses). A Valdés lo encontramos en Tapia de Casariego a donde había ido a recluirse y mirar vacas después de haber sido discípulo de Levi-Strauss en Francia. Lo llamamos para una conferencia. La dio y fue magnífica. Lo llevamos a Oviedo y le creamos una cátedra de Antropología. Fuimos muy amigos durante 11 años. Llevamos un seminario de antropología y filosofía con 200 personas que fue un éxito, pero aquello acabó como el rosario de la aurora. Los pro-chinos iban a antropología y los pro-soviéticos a filosofía. Así por las buenas, sin ningún tipo de referencia. El ambiente se fue enrareciendo y las discusiones subieron de tono. Recuerdo que Valdés comenzaba a acusarnos de que los filosófos estábamos prisioneros del mito del huevo, porque hablábamos del ser de Parménides, que tiene forma de huevo. Eso naturalmente no eran más que tonterías pero el asunto se agravó. Vino un grupo maoísta del Partido Comunista Internacional, aunque uno de ellos era un individuo de Mataró, y un día me tiraron un bote de pintura, se armó un lío tremendo, cerrando la Facultad. El chico fue cogido por la policía y estuvo 7 años en Madrid en el Tribunal de Orden Público. Allí coincidió con algunos mineros que me conocían porque habían asistidos a unas charlas que di en las minas sobre Hegel. Claro, que a los mineros les importaba un pimiento Hegel. A ciertos niveles era como la antesala del marxismo. En fin, la recepción del maoísmo fue muy diversa y extraña. De todas maneras, siempre lo vimos como una cosa muy lejana. Yo particularmente no sabía lo que era aquello, y lo sigo sin saber. Las opiniones eran muy cambiantes. Había muchos fanáticos maoístas que me enviaban libros y publicaciones, entre ellas el Libro Rojo y me sorprendía la simplicidad de las cosas que se decían allí. Lo mismo que la Revolución Cultural, que tiene muchas interpretaciones posibles. Realmente habría que haber estado allí dentro para entender qué pasaba allí. Realmente habría ir a China pero yo, la verdad, nunca he querido ir. Para ver la Gran Muralla mejor la veo en televisión. Además, si se va a China es para aprender un poco el idioma, si no no tiene sentido.

La razón para esta entrevista son sobre todo la necesidad de aclarar muchas ideas confusas en las que caen continuamente los expertos y periodistas sobre China y Asia. Sobre todo cuando se ponen a analizar el pensamiento chino.

Yo siempre he tenido un gran recelo sobre el llamado “pensamiento chino”, aunque en tiempos lo estudié bastante. Recuerdo un libro de Paul Masson-Oursel, de los años 20 que era muy bueno [La Philosophie Comparée, Paris, Librarie Félix Alcan, 1923] que era una especia de tratado sistemático de comparación de la filosofía india y china con la griega, haciendo paralelos, etc. Lo leí siendo estudiante y a mi juicio daba una impresión falsa porque introducía la estructura de la historia griega a China, con lo que cual Mencio era el equivalente de Platón y cosas así. Cuando luego te ponías a leer a Mencio te dabas cuenta de que Platón no aparecía por ninguna parte. Y luego está Confucio, que es muy difícil realmente saber lo que es. Desde el punto de vista del pensamiento abstracto, Confucio es practicamente nulo. Da consejos prácticos, útiles, de un administrador o un director de escena.  No he encontrado paralelos con nuestra tradición, más que a lo sumo en consejos de frailes y predicadores tipo “santíguate tres veces antes de salir de casa”; pero desde luego una ausencia completa de pensamiento abstracto. Después viene la geomancia, la cartografía y todo el asunto que trataba Needham en la “La gran titulación”: la idea de Oriente como fuente de la sabiduría. Y eso es algo que nunca he visto. La moda del pensamiento oriental tiene unas raíces bastante anteriores a las del momento presente. El primero que yo recuerdo de esta moda fue Christian Wolff [1679-1754], cuando dijo que la moral de Confucio era superior a la de Cristo. Los jesuítas también contribuyeron a esta moda. Recuerdo que en mis tiempos de estudiante había dos posiciones ante oriente. Una era actitud reverencial: de allí viene todo; o bien, la visión de un pueblo que está todavía en el Neolítico, que no se ha elevado al pensamiento abstracto porque no lo ha necesitado o no lo ha querido. La verdad es que no cabe comparación. Luego viene la Revolución Cultural y el golpe de timón de Deng Xiaoping. Desde aquí no se entendían demasiado bien todos estos virajes. Recuerdo que una de las cosas que más me indignó fue cuando Mao prohibió escuchar a Mozart porque era un compositor burgués. Ahí dije “Adiós” y me desentendí del asunto. Es una majadería de tal calaña que era inaceptable. En cambio, hasta ese momento había estado muy interesado en todo lo que pasaba por allí. Recuerdo que valoramos mucho la decisión de pasarse al alfabeto occidental, que en aquella época decían necesitar para profundizar en los estudios de física. Con eso y con el marxismo conseguían un canal por el que China se incorporaba a la civilización occidental. Luego cambió y siguieron utilizando los caracteres. Aunque en aquellos años recuerdo que insistieron mucho en ello, sobre todo por la influencia soviética. Yo recuerdo que en aquellos años pensaba que era imposible mantener el paso de los desarrollos de la química y de la física sin escritura alfabética, que es un tipo de álgebra. Pero dejaron de insistir en ello.

El tema del idioma ha sido muy debatido.

Sí, a mí no me parece que sea un tema accidental. Nuestra escritura, que viene de los fenicios, supone un álgebra de la cual no tienen noción las escrituras ideográficas. La escritura alfabética supone un análisis del lenguaje a tal nivel que dio lugar a las gramáticas posteriores. Ese nivel no es posible adquirlo con las categorías internas de una escritura ideográfica. De manera que no es accidental para un pensamiento algebraico.

Algún sinólogo ha apuntado que el origen de la escritura china es mágico y el de la nuestra económico, y que por ahí viene la diferencia fundamental.

Es un modo de decirlo pero tan económico o mágico puede ser tanto uno como otro. Por ejemplo, cuando San Cirilo tradujo las primeras cosas a idiomas rúnicos, la impresión que produjo la escritura alfabética a las gentes del norte de Europa era la de una escritura mágica. Yo creo que la clave no está ahí. Hay demasiados mitos de por medio. Otro de esos mitos es el de las matemáticas y el número cero. Algunos dicen que el hecho de que los indios inventaran el cero los ponía a un nivel superior al del pensamiento occidental por aquí el cero no existía. De hecho tuve una discusión tremenda sobre este asunto con Marvin Harris cuando lo invitamos a Oviedo. Creo que es un error de interpretación. Utilizar el cero en ciertas condiciones es síntoma de infantilismo porque es la sustantivación de un huevo. Con los mayas es el mismo rollo: que si los mayas tenían una astronomía más adelantada que la de Ptolomeo, cosa absurda pues para ellos los astros eran mitología pura. Lo que hacían los mayas era medir la duración de los días por sistemas rudimentarios, calcular pacientemente durante años y entonces les salía un calendario empírico, sin teoría alguna, pura mitología. También los mayas tenían el cero. Pero simplemente significaba que en una reunión, cuando faltaba un miembro, se rellenaba con un número, es decir, era simplemente rellenar el hueco de una secuencia. El cero, tal y como lo entendemos nosotros, es un producto abstracto más avanzado, que supone ya un conjunto de operaciones con unos términos previos. Surge en una operación imposible que sólo puede hacerse posible con la introducción del cero. Por ello, el cero es una idea completamente abstracta. Los matemáticos dicen que el cero es el número primero de la serie de los números naturales. ¿Cómo es posible? Lo he discutido con matemáticos que son muy cerriles. El cero no es nada, es la clase vacía. Supone, en la escala de los números naturales, en la operación sustracción; cuando esta es imposible porque el minuendo es mayor que el sustraendo. Entonces para que sea posible la operación 5 – 5 tienes que inventar un número que sea la clase vacía. Pero eso no es nada, es simplemente necesario para hacer posible una conjunción de conjunto disyuntos. Es un mecanismo puramente interno, algebraico. Como esto está ligado a la escritura alfabética, el que no la utiliza está condenado a otro tipo de pensamiento totalmente diferente.

En ningún libro de ningún experto en Oriente he encontrado la clave de la distinción entre la filosofía china o india y la griega. Sin embargo, ya usted en el año 1974, en “La metafísica presocrática” propone que la distinción fundamental es que la filosofía griega nace de la geometría. 

Claro, porque es un tipo de pensamiento abstracto. ¿De qué habla la geometría? De nada. ¿Dónde está el hipercubo o el teorema de Pitágoras? Es un tema totalmente diferente. La tradición occidental ha sido muy castigada, sobre todo por Levi-Strauss y el estructuralismo. El relativismo cultural, en dos palabras. Cada vez creo menos en el mito de la cultura. ¿Qué demonios es la cultura? Un embrollo materiales acumulados a lo largo de la historia por lo que uno deberá referirse a una parte de las culturas. En lo que se refiere a la parte de la geometría no hay comparación posible y por eso hablar de “filosofía de Confucio” me parece un abuso de los términos. Me acusan de etnocentrismo. Muy bien, pues llámelo como quiera.

El Tao o Confucio está muy bien para etnólogos pero con ello no se puede dar ni un paso en el mundo actual.

Exactamente. Yo muchas veces he pedido a alguno que lea a Confucio y que después me cuente lo que dice. Es imposible. El budismo en este sentido es otra cosa diferente. Ha recibido muchas influencias occidentales.

Sí, de hecho al budismo le costó mucho establecerse en China.

Es diferente. Un tipo de pensamiento más proposicional. Pero China es otra historia. Debería saber un poco del idioma para poder penetrar más en el asunto pero he ido por otros derroteros. Aún así, la impresión que me da China, quizás no muy alejada del tópico, es la de un Imperio Central, con miles de millones de individuos, parecido al Imperio Romano. No es un imperio expansivo. El único imperio expansivo que conozco en la antigüedad es el Imperio de Alejandro, que pretendió ser universal porque conocía la esfericidad y dimensiones de la tierra. Tenía una referencia positiva. Sin embargo, los historiadores hablan de imperios universales sin tener ninguna referencia y meten ahí  a los reinos de Ur de Caldea, etc, cuyos reyes se declaraban soberanos universales. ¿Pero qué quiere decir eso? Además, no sobrepasaban los 200 kilómetros a la redonda, entonces ¿qué imperio universal puede ser ese a parte de la fantasía? Solamente los griegos sabían que la tierra era una esfera y tenían una referencia positiva, y por lo tanto el imperio de Alejandro fue el primer imperio que tuvo pretensión de ser universal. El Imperio Romano hasta Constantino tampoco pretendió serlo. Yo he interpretado la estructura del Imperio Romano como la de un imperio finito, cerrado con Roma en el centro, cuyo ortograma es el de que al encontrarse un río, lago o mar a ambos lados tenía que haber romanos. Y después rodeado de bárbaros que nutren al Imperio. Augusto tiene que parar la conquista en Rin, no puede ir más allá. Después de las últimas conquistas de Trajano ya dan paso a la cerrazón de Adriano y sus murallas. Cuando la cosa cambió concretamente fue con el cristianismo, Constantino y Teodosio. “Id y predicad a todas las gentes”. Y además conocían la esfericidad de la Tierra. Después se olvidó, con el famoso mapa del Beato de Liébana. El imperio bizantino pretendió ser universal pero claro, no lo consiguió. Después de eso, el único imperio que ha pretendido ser universal ha sido el Imperio Español. Recuperó el conocimiento de la esfericidad de la Tierra y demostró el teorema de Eratóstenes con Elcano. Pedro Ínsua escribió unos artículos muy bonitos sobre la cuestión del Imperio Español. [Recogidos en forma de libro “Hermes Católico“] También hace poco dio una conferencia magnífica en la Escuela de Filosofía de Oviedo sobre la cuestión del anti-meridiano, en la que cuenta cómo Felipe II, al anexionar Portugal no lo hace por pura rapacidad sino porque según el ortograma imperial incorporando Portugal se hacía lo mismo con la India y se formaba una plataforma para saltar a China, además se dejaba sin efecto el Tratado de Tordesillas. Pedro Ínsua señala que el emblema de Felipe II “el mundo no cabe en tu reino” da la clave del universalismo del Imperio Español y de la seriedad de la Empresa de China. Carlos V vendió las Molucas pero con un contrato para recuperarlas. El problema es que después no tenía dinero para recuperarlas. Ahí estaba el límite. Lo mismo cuando se descubrieron las Marianas y Australia. Felipe IV señaló que aquello era imposible. El límite estaba establecido internamente. En este sentido el Imperio Chino no parece expansivo, aunque parezca que está cambiando: su expansión en EEUU, los chinos que vienen a España y compran terrenos, hacen negocios, etc. Parece un deseo de expansión territorial pero más bien es una cuestión de acumulación de capitales y divisas.

La reciente trama de corrupción es un caso claro. Lavaban dinero y se lo llevaban a China.

(Risas) Sí, ese es un caso claro. (Más risas). Volaban los maletines. En fin, a mí me da la impresión que la filosofía de los chinos es la de seguir siendo chinos. Diferencia total de los imperios que conocemos, los cuales encontraron sus límites de otra manera pues su ortograma era el de que no importaba la raza o la etnia porque este era el imperio universal. Ahí está la diferencia. Es lo de Confucio, seguir siendo chino. Estar instalado en una tradición de idioma, costumbre, rituales, familia, tradiciones, etc. Al márgen del animismo, por otra parte, no veo dónde está la religión en China. [Consultar el porqué de esta tesis en “El animal divino” entre otras obras de G.B. sobre religión]. Había cristianos, bien, pero los mataban a todos.

Bueno, ahora a algunos los tienen en la cárcel.

Recuerdo hace unos años una conmemoración de dos mártires que eran de mi pueblo [Santo Domingo de la Calzada, La Rioja] y que estuvieron por allí. Uno era Jerónimo Hermosilla, al que luego hicieron santo. Y el otro era vasco, Berrioechea. Un día incluso tuve que hablar por televisión por el asunto. Este martirio ocurrió en el s.XIX. También hace poco, en un programa del Canal de Historia, un diplomático español de época de Franco, Cajal, presentó una historia de diplomáticos españoles que fueron a Vietnam. El presidente Johnson le pidió a Franco que enviara tropas allí porque no tenía ningún aliado europeo en la guerra. Franco al parecer se negó. Se acordaba de que los franceses no ayudaron cuando se perdió Filipinas estando ellos instalados en Vietnam. Al final, lo convencieron y envió una compañía sanitaria. Cajal decía que Franco tenía buen olfato político y que el asunto de Vietnam no interesaba.

La Revolución Cultural estaba metida por medio y saqué la impresión de que aquello no estaba nada claro. Hace poco, también en televisión, vi una película china sobre el último emperador. No la de Bertolucci, que es totalmente fantástica. Esta otra presentaba a Pu Yi como un individuo rastrero, depositario de todos los vicios. Pero resulta curioso cómo no lo ejecutan sino que lo mandan a una comunidad remota. Allí los lugareños lo hacen líder (o algo así como presidente  de la comunidad de vecinos) y comienzan a presentarle respeto. Es algo muy curioso y que habría que investigar cómo realmente puede suceder esto. Parece una cuestión psicológica más que política. Funcionaban unas variables psicológicas en época de Mao que no están nada claras.

Hay mucha psicología rara danzando por ahí. Sobre todo en la cuestión de la filosofía china. Cosas incomprensibles. Definiciones vagas. Anne Cheng, en su Historia del Pensamiento Chino dice lo siguiente: “El pensamiento chino no procede tanto de forma lineal o dialética como en espiral”. 

Madre mía, qué profundidad. (Risas)

Y luego dice: “Delimita su tema no de una vez por todas con un conjunto de definiciones sino describiendo a su alrededor círculos cada vez más cerrados. No se trata de un pensamiento indeciso o impreciso sino más bien de una voluntad de profundizar un sentido más que de aclarar un concepto o un objeto de pensamiento”. 

“Profundizar”. ¿Qué es eso de profundizar? Claro que lo de la “espiral” también se las trae. También podría haber dicho “pensamiento en zigzag”. En fin.

Sin embargo, la gente se queda con la boca abierta cuando oye estas metáforas. 

¿Pero qué quiere decir pensamiento lineal? Seguramente estén pensando en el pensamiento hipotético-deductivo que parte de unas premisas y sigue desarrollándose hasta unas conclusiones. Esquema que es falso, porque ni siquiera en Euclides se da. Se ha dicho que el pensamiento griego es como un río que fluye, un discurso lineal. Empiezas con el monismo de los presocráticos. El ápeiron y el arjé. Pero eso no es así. Euclides, al que estudié mucho en su día porque parecía que daba la clave del pensamiento hipotético-deductivo, me di cuenta que en realidad ningún teorema de Euclides es lineal. Estudiando las fases de cada teorema empiezas por una proposición que no es el principio sino el final. Por ejemplo, en el problema “Levanta sobre dos puntos, una recta, y sobre esta levanta un triángulo equilátero”. Esto se dice al principio pero no porque sea un principio de conocimiento sino un principio tecnológico, de funcionamiento. Entonces vas dando los sucesivos pasos y al final, sale otra vez el principio. Entonces todos los teoremas son circulares. Es decir, no es fluvial. No es discurso. El monismo de Parménides tampoco es lineal. Del Ser no hay nada, el acosmismo. No hay linealidad. Fuera del Ser no hay nada. Entonces ¿dónde está la linealidad? Yo creo que estos son esquemas metafóricos que se han establecido precipitadamente para establecer diferencias pero realmente así no se puede hacer nada.

Buscando infructuosamente la referencia a Masson-oursel. (Foto: N-Ray Lai) Buscando infructuosamente la referencia a Masson-oursel. (Foto: N-Ray Lai)

Anne Cheng sigue las definiciones de filosofía que dan Deleuze y Guattari en su libro “Qué es la filosofía”. 

Claro. Así no te enteras. Déjame un poco el libro. (G.B coge el libro). A ver si cita a Masson-oursel. (Consulta el índice de nombres). Pues no lo cita. Es un error garrafal. (Sigue consultado el índice). En fin, si no se tienen unas ideas filosóficas claras te pierdes en los vericuetos tremendos de todo este asunto.

Exactamente, después de familiarizarme con el materialismo filosófico me doy cuanta de que esto es pura filfa.

Es que no es nada. Esto que dice esa señora no es nada. Aunque claro, para terceros qué más da una cosa que otra ¿verdad?

Hasta aquí la primera parte de la entrevista, que duró una hora y media. El fin de semana que viene la segunda parte como regalo de Año Nuevo Chino.

 

 

https://taipei103magazine.wordpress.com/2013/02/10/conversacion-con-gustavo-bueno-sobre-china-y-ii/

 

Cita

Conversación con Gustavo Bueno sobre China (y II)

Publicado el 10 febrero, 2013 por Iker Izquierdo
 
 
 
 
 
 
 
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Donde sigue la entrevista con el maestro…

Un momento de la conversación en el salón de su casa en Niembro (Foto: N-Ray Lai) Un momento de la conversación en el salón de su casa en Niembro (Foto: N-Ray Lai)

Estábamos hablando de la fascinación por la “filosofía oriental”.

Sí, aquí la cuestión central ante la que te enfrentas es la del relativismo cultural. “Es que usted es eurocentrista”. Bueno déjeme de historias. “Es que lo suyo es etnocentrismo”. ¿Etnocentrismo? ¿Pero a qué raza estoy defendiendo? Yo no estoy defendiendo a ninguna raza blanca o lo que sea, sino unos principios abstractos, pero la gente no se entera. En el fondo es psicologismo: “Es que en realidad está usted defendiéndolo aunque no se da cuenta”, etc., y si te descuidas te llaman fascista.

Sí, ese insulto siempre está colgando de sus lenguas. Hay una película que financió el gobierno chino en el año 1997 para conmemorar la retrocesión de Hong Kong. La película trata sobre la primera Guerra del Opio y es un memorial de agravios contra los británicos, que la verdad es que hicieron toda clase de perrerías. En un momento de la película un Lord inglés que se opone a la guerra dice en su discurso que -cito de memoria- “Inglaterra está a punto de destruir una civilización milenaria, cuya filosofía necesitaría de los más grandes filósofos occidentales para poder entender su profundidad”. Relativismo cultural funcionando a toda máquina.

Claro, el que dice esto seguramente ni siquiera ha leído a Aristóteles ni lo ha meditado, porque ni siquiera tiene un nivel de comparación más o menos homologado.

Creo que este es un modelo de propaganda que puede empezar a funcionar a medida que China se haga más fuerte. Y en cierta medida está ya funcionando. La moda de las religiones orientales y de cosas como el yoga, también van por ahí.

Sí, en España la moda empezó cuando se tradujeron cosas como el Ramayana. Luego vino Schopenhauer, es decir, que hubo una cierta tradición. También con el budismo. Recuerdo haber leído en un libro una anécdota sobre un japonés que estaba en Berlín, en época de los nazis, estudiando física nuclear. Entonces hubo un eclipse de sol y el japonés se puso de rodillas a darse palmadas porque pensaba que venía un dragón a comerse el sol. Excuse decir cómo tenía este hombre de averiada la maquinaria. En fin, también recuerdo, cuando era estudiante, los libros de física o química tenían citas iniciales de Goethe u otros por el estilo. Después de la I Guerra Mundial empezaron a poner citas de Laozi, Mencio o proverbios orientales para dignificar el capítulo que venía a continuación. Incluso Stephen Hawking hoy día hace estas cursilerías, creyendo que allí encuentran la sabiduría.

Sí, por ahí va la cosa. De hecho, el año pasado se creó en España la “Cátedra China“, que quiere ser un foro de expertos en China (sinólogos, empresarios, periodistas), presidido por el decano de los empresarios españoles en Chin.a. Me invitaron y me enviaron una especie de presentación que dice lo siguiente: “Logo: hemos incorporado el ideograma de ‘sabio’ y ‘sabiduría’ a la vez. Hay una cita de Confucio que dice, ‘Saber es saber, no saber es no saber. Esto es sabiduría’.

Pero qué cosa más estúpida. Una cosa tautológica. Me resulta extraño que para un empresario que ha tenido que tener una experiencia analítica en su vida profesional esto le pueda resultar profundo.

Después se sigue diciendo más abajo: “Asumimos como guía la sabiduría confuciana junto a la sofía griega”.

Es increíble, y además todos ganando.

Un poco como la anécdota que suele contar usted de Eugenio D’ors.

Sí, la del paisano que entra en el casino del pueblo, ve a dos jugando al ajedrez y les saluda diciendo: “Qué todos ganando ¿eh?”. Es la armonía. Esto se parece un poco a lo que nos contaba Gustavo [Bueno Sánchez] el otro día sobre Ferrater Mora, que fue su centenario; el tema del integracionismo. Todos ganando, integración, la síntesis. (Risas)

Síntesis de oriente y occidente, que decían antes. Tengo una anécdota muy bonita de un catedrático de arte que estuvo en Oviedo, Laínz Alcalá, que era muy conocido y era un tipo muy raro. Ya murió. Me contó que en una recepción con motivo de conmemorar a San Juan de la Cruz, fueron de Madrid a Ávila con el ministerio, y a Alcalá le tocó presentar la situación. Por allí estaba Eugenio D’ors. Entonces, Alcalá, dirigiéndose a él  y ante la fachada de un edificio impresionante le dijo: “¿No es verdad maestro que aquí están confluyendo la sabiduría de oriente y occidente?” Y dijo Eugenio D’ors: “No”. (Risas) Alcalá quedó como sobrecogido y sin respuesta. Pero claro, cada vez que hago este tipo de críticas enseguida vienen con el argumento de psicoanálisis: “Es que en realidad es usted un eurocentrista”. Es que no es así, se trata de hacer un mínimo de análisis como el que podían hacer Platón y Aristóteles contra los sofistas, donde el ingenio y la agudeza de argumentos no encuentra parangón en ningún otra cultura. Porque estos argumentos ingeniosos que se dan, sacados de “Las mil y una noches”, por ejemplo, son bobadas, tonterías, pues son cosas muy concretas. Es otro tipo de pensamiento. Entonces te vienen con el relativismo cultural, señalan una frontera: yo estoy en este cultura y usted en la otra. Es una especie de postulado de autonomía y entonces no hay nada que hablar. Pero de lo que se trata es de romper esa autonomía, la de esas supuestas esferas culturales cerradas, que son un mito.

Y sin embargo funciona a toda máquina. En Taiwán se creó el año pasado por primera vez el Ministerio de Cultura. A mí me hizo mucha gracia. Yo había leído “El mito de la Cultura” y quise saber qué ponían en la declaración de intenciones del ministerio. En fin, la misma filfa que en España. 

Y aquí excuse decir todo el lío que tenemos con las Autonomías. Tiene que ver con el mito de la Cultura. Recuerdo cuando Pujol pidió desmantelar el Museo del Prado y que se repartiesen los cuadros entre las distintas autonomías. Luego cada región celebra su santo. Yo qué sé, en Cantabria está Pereda; pero luego sales de Cantabria y no lo conoce nadie. Luego también hay problemas como el de Suárez, que era de Granada, pero luego estuvo mucho tiempo en Coímbra, y además escribía en latín. Entonces ¿dónde metes a Suárez? ¿Qué más le daba a él?

En Taiwán quieren diferenciarse de China, unos por la cultura y otros por la democracia, los derechos humanos y la libertad, incluso los más pro-chinos, que serían los del Kuomintang.

Claro, como China no reconoce los derechos humanos. ¿Qué entienden allí por democracia?

Lo he clasificado como ‘democracia homologada’. Desde Europa y EEUU se los califica de democracia, con elecciones, parlamento, etc. Pero lo cierto es que cuando uno se mete a analizar el asunto se da cuenta de las mismas cosas que ha estado usted triturando con relación a España: la confusión de las ideas de democracia, libertad, etc. Dicen que en China no hay libertad. Bueno bien, pero no se sabe de qué libertad se está hablando.

Sí, son ideas ambiguas que cada uno las interpreta como le parece, aunque tienen un valor de demarcación muy importante. Delimita que haya o no haya partidos, por ejemplo.

Ian Buruma escribió un libro sobre los disidentes chinos [Bad elements] en el que cuenta la historia de Wei Jinsheng, que abogó por la Quinta Modernización en la época del Muro de la Democracia. Deng Xiaoping lo metió 18 años en la cárcel. A mediados de los 90 salió y se exilió. Buruma lo entrevista y éste le cuenta cómo en la cárcel sobrevivió gracias a una idea psicologista de la libertad. Él se consolaba, contra las burlas de los guardias, diciéndose a sí mismo que el verdaderamente libre era él, porque su mente estaba libre, mientras que los guardias, que estaban al otro lado de las rejas, estaban cautivos de la ideología oficial.

Así no se puede ir a ningún lado. En fin. Recuerdo un libro muy famoso en tiempos, que era una descripción de una sociedad china. El libro era del abogado Miguel Espinosa, “Escuela de Mandarines”. Me la recomendó Tierno Galván. En la novela se describía una sociedad imaginaria y se suponía que algunos personajes tenían su correlato en la España real de los años 70. Espinosa había estado de agregado cultural en Japón, creo, y estaba en contacto con este mundo. Era de Murcia y allí lo tienen en laureles. La novela describe una sociedad en la que todos son becarios. (Risas) Me lo ha sugerido esto de la Quinta Modernización. Entonces, en momento dado de la novela, en un distrito de este imperio inmenso, hay una revolución de becarios porque interpretan un texto de  modo distinto a los demás. Y allí se arma el lío. Era una especie de estilización de lo que se entiende por confucianismo. Una visión interesante.

Cambiando de tema. Usted, a finales de los 90, escribió un libro sobre la pena de muerte que no llegó a publicar.

Sí, inútil completamente.

Me lo ha recordado porque, bueno en China está vigente la pena de muerte, pero también recientemente en Taiwán (donde también hay pena de muerte) ha habido un caso de un asesino que degolló a un niño porque quería ir a la cárcel y comer gratis toda su vida. Aquí el argumento de “que se pudra en la cárcel” queda neutralizado. Aquí los debates también son muy confusos y mediatizados por el asunto de los derechos humanos. Usted siempre ha defendido la pena de muerte.

Sí, y las críticas más fuertes que he recibido han sido de organizaciones de estas internacionales.

Gustavo Bueno Sánchez: Amnistía Internacional

Eso, Amnistía Internacional. Incluso venía a verme un individuo a Oviedo y me escribían cartas que me conminaban a reflexionar. Argumentaban con los derechos humanos. En fin, la impresión que da cuando hay un asesinato y la gente exige eso de que “se pudra en la cárcel” o “que cumpla todas las penas”, en el fondo quieren la pena de muerte pero no se atreven a decirlo. Es un ejemplo típico de una ideología que tiene a la pena de muerte como propia del salvajismo. A mí me llegaron a acusar de medieval, y me lo dijo un cura. Coño, pero si Santo Tomás era medieval. Y luego vino Hegel, etc. El ataque a la pena de muerte empezó en el XVIII con Beccaria pero donde cristalizó el asunto fue en el Juicio de Nuremberg. Se cargaron a los nazis y por muchas vueltas que le dieran, como lo de los crímenes contra la Humanidad que se inventaron, en realidad era la secular venganza del vencedor, porque ¿quiénes eran los Aliados para juzgar en nombre de la Humanidad? Crímenes horrendos bien. Pero siempre ha habido crímenes horrendos. Excuse decir los bombardeos de Dresde o Hamburgo, donde murieron cientos de miles de personas. También son crímenes contra la Humanidad, según esta idea. En fin, los Derechos Humanos es la metafísica más fuerte a la que nos enfrentamos y que bloquea toda posibilidad de debate. Me desinteresé de este asunto precisamente por esto, y porque la única respuesta que recibes es que te llamen “fascista”. Pues que se lo llamen a su tía ¿no? Los derechos humanos se levantan como una bandera tan evidente que es imposible penetrar allí.

Recuerdo cuando los disturbios de Tailandia en el 2008, yo solía viajar mucho al país porque me interesaba mucho lo que pasaba por allí. La gente discutía sobre las personas que habían muerte durante la guerra contra la droga del anterior primer ministro [Thaksin Shinawatra], en la que habían muerto muchas personas sin juicio previo etc. La oposición lo tildó de Crímenes contra la Humanidad. Envié un artículo en inglés a la revista electrónica de la Universidad Nacional de Australia (a los australianos les encanta esto del Sudeste Asiático, pues han visto muchas películas de periodistas que corren aventuras por allí), criticando esta visión y diciendo que en todo caso serían crímenes contra tailandeses en cuanto ciudadanos sujetos a las leyes del país. No me lo quisieron publicar.

Imposible. No se lo pueden publicar. Es un tabú que se ve todas las tertulias televisivas o radiofónicas. Imposible. Recuerdo cuando empecé a hablar de esto a raíz del asesinato de Miguel Ángel Blanco por la ETA. y escribí unos artículos sobre el asunto. Me llamó Concha García Campoy con la mejor voluntad. “Hemos oído que usted defiende la pena de muerte en público”. Y yo le dije: Sí, ¿y qué?. “¿Pero cómo es posible esto? ¡Pero usted es de izquierdas!”. Yo le dije que no sabía qué era eso de las izquierdas o las derechas. “¡Qué horror!” Intenté argumentar pero fue imposible. Y ésta pasaba por ser unas de las de la vanguardia progresista, excuse decir.

Es curioso. Estos días, cuando el gobierno de Taiwán era criticado por algún grupo opositor a la pena de muerte, aunque el gobierno la defiende (y el 76% de la población la defiende), no argumentaban a la contra. Es como si hubiese también un tabú en ellos. Y entonces ponían excusas del tipo: no se preocupen los críticos y los europeos (porque Europa lo criticó), que las ejecuciones siguen escrupulosamente los reglamentos estipulados en la ley.

(Risas) Sí, es el procesalismo. Es ridículo. Lo de los derechos humanos fue una cosa de urgencia que pergeñaron después de la II Guerra Mundial, allí con la mujer de Roosevelt. Aunque ya venía de atrás, de la Revolución Francesa, que es una cosa rara. ¿Por qué la revolución francesa comienza con la declaración de los Derechos del Hombre? Es una cosa interesantísima que nadie ha estudiado porque se da por evidente. Pero no lo es. La prueba es la bronca tremenda que se armó con el Papa Pío VI y Jeremías Bentham. ¿Pero quiénes son los franceses para declarar los derechos humanos? ¿Cuál es su jurisdicción? Esto contrasta con la Constitución de Cádiz, que comienza con un artículo en el que se dice que españoles son los habitantes de ambos hemisferios. Esa es la diferencia entre un imperio real, el español, y los franceses, que se reducían a Europa. Entonces ¿por qué dan los derechos humanos? La crisis vino cuando se dieron cuenta de que no todo el mundo hablaba francés. Se cargaron los patois a base de guillotina para que todo el mundo hablase francés. (Risas). Esto tiene que ver con el deseo de imperialismo de los franceses, que llevó a cabo Napoleón. Es decir, el sistema del nuevo régimen tiene que ser universal para poder sobrevivir. Pero los derechos humanos eran totalmente subjetivos. Sin pies ni cabeza. Y luego ya viene la II Guerra Mundial. Recuerdo haber leído libros de penalistas alemanes, que son como escolásticos decadentes. Una cosa tan pesada, sobre la pena de muerte. Una cosa soporífera aunque se hizo una doctrina y la ONU la sancionó. Se convirtió ya en una política positiva y no en una doctrina filosófica, con pretensión universal. Cosa que era falso pero qué más daba ¿no? Ni los musulmanes, ni los chinos ni los soviéticos lo firmaron, aunque no lo rechazaron. Luego lo medio asimilaron a su manera.

Sí, es esto que ha comentado muchas veces Gustavo [Bueno Sánchez] de la Declaración del Cairo de los Derechos Humanos Islámicos.

Exactamente.

Lo curioso es que en China también tienen su propio congreso de derechos humanos y sus propios expertos. Es curioso que no lo combatan directamente sino que lo acepten y lo asimilen a su manera de ver el mundo.

A mí me da la impresión de que la razón de la ubicuidad de los derechos humanos es la realidad cosmopolita en la que vivimos. Es decir, si antes un inmigrante era un personaje raro que te caía de Pascuas a Ramos, ahora lo ves constantemente en la calle. Entonces tienes que adoptar medidas inmediatamente para ver cómo los tratas. Es una realidad tecnológica. Si tienes un enfermo que te viene de paso, pues bueno, “derecho de gentes”, pero el derecho de gentes de los romanos era una cosa totalmente indeterminada y rara. Si te encuentras a un individuo inmigrante, como situación práctica, pues tienes que tener unas normas para tratarlo. Inmediatamente se complica si hay seguridad social y viendo que derechos tiene, etc., entonces la única cosa a la que te puedes acoger son los derechos humanos, claro. Son además, derechos de mínimos, que luego además empiezan a complicarse y quedar sin fundamento con las llamadas “nuevas generaciones de derechos humanos”.

Ahí está el “Proyecto Gran Simio”. [Interesados pueden ver los dos programas de Teatro Crítico dedicados al asunto I y II; y también la lección de Íñigo Ongay de Felipe en la Escuela de Filosofía de Oviedo, “A 20 años del Proyecto Gran Simio“]

Exacto, el Gran Simio. Había también discusiones ya en el XIX. Había un individuo que defendió como derecho natural fundamental, “derecho natural”, el llamar a la puerta antes de entrar. Coño, para llamar a la puerta primero tiene que haber puerta, entonces ¿qué derecho “natural” es ese? (Muchas risas) Son puras reglas de urbanidad.

Bueno, y ya para terminar la entrevista. El materialismo filosófico se ha objetivado en otras disciplinas. Ha sido utilizado para analizar otros campos o ciencias, como la “Teoría General de la Información“, “la geología“, “la geografía“, entre otras disciplinas. Desde el materialismo filosófico ¿qué cosas relacionadas con China serían interesantes de investigar y a analizar?

Muchas cosas. Es un punto clave. Toda la filosofía de la historia. A China siempre la relaciono con la idea de Imperio. Volviendo a la Humanidad: hablar de imperio universal humano no tiene ni pies ni cabeza. Primero porque la Humanidad no puede dirigirse a sí misma. Lo que llamamos Imperio Universal es siempre desde una parte de la Humanidad que quiere dirigir a las otras. Por eso la idea de Imperio Universal es imposible, ahí está la contradicción. En “España frente a Europa” ya dije que la idea de Imperio es una idea imposible porque es contradictoria con el Estado, al desaparecer el eje cortical [Ver “Primer ensayo sobre las categorías de las ‘Ciencias Políticas‘”]. Las contradicciones del marxismo creo que tienen que ver con esto. Que por otra parte yo siempre las ví. Cuando hablan de los componentes marxistas de nuestro materialismo hay que distinguir muchísimo. Lo que pasa que según el público que tienes utilizas una terminología u otra para adaptarte a ese público. En los años 60 y 70 estábamos suscritos a una revista que se llamaba creo “Soviet Studies”, carísima, traducción de unas revistas filosóficas que se publicaban en la URSS. Era un cosa tan mala que no te lo podías creer. Ahí se veía que aquello, el Diamat, estaba totalmente podrido. Un grado de rudeza excesivo. Partiendo de la idea de que dar sentido positivo a la universalidad es precisamente desde una parte con respecto a las otras partes. Entonces hay que ver cómo China plantea eso. Creo que China, por su demografía y extensión, es un volumen de tal magnitud, organizado y consistente, por lo menos más que hace 50 o 60 años, parece consolidado (hasta que lo esté claro). Pero en todo caso, tengo el esquema de un sistema parecido al Imperio Romano; una esfera que quiere ser sumidero de todas las demás, que todas las demás giren a su alrededor. En cierto modo lo está consiguiendo. Tiene la bomba atómica y su pretensión de Imperio es total. Ahora bien, la cuestión central es donde están los límites y de dónde pueden surgir los límites. Es decir, lo que hay que investigar es la constitución de China como un Imperio, y lo demás son tonterías. No es como un estado democrático y popular, eso son bobadas. Desde el punto de vista antropológico es un Imperio. Cuál es la cabeza de ese imperio, qué tipo de imperio es, cómo se expone desde sus categorías internas. Hay que aplicar un modelo que sirva para analizar lo que desde dentro piensan los chinos sobre estas cuestiones.

Tertulia posterior a la entrevista. Gustavo Bueno Sánchez, Gustavo Bueno y un servidor. (Foto: N-Ray Lai) Tertulia posterior a la entrevista. Gustavo Bueno Sánchez, Gustavo Bueno y un servidor. (Foto: N-Ray Lai)

Hasta aquí la entrevista, que espero algún día pueda volver a repetir.

 

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Me he leído toda la entrevista aunque no voy a entrar en un debate sobre su contenido, pese a que hay numerosos puntos que me han parecido interesantes y otros con los que en principio no estoy de acuerdo, pues se desviaría mucho del tema y además no conozco a fondo la obra de D. Gustavo como para hacer una crítica. Centrándome en que hace referencia a China, solo apuntar que, pese a que también comparto esa idea de verlos como un pueblo encerrado en si mismo cuya ambición exterior sea la de acumular capitales (la idea de la espiral de la que reía el filósofo quizás no sea tan absurda), también es cierto que dado su tamaño y crecimiento, plantean un problema en cuanto al abastecimiento de recursos que necesitan, que afecta a la producción e intercambio internacional de riquezas y, a través de las relaciones comerciales, a la economía y el desarrollo de otras potencias. Se trata, a mi modo de ver, de un sujeto pasivo cuya pasividad afecta a la actividad propia de los demás -el Tao tiene mucho que ver en esa forma de actuar-.

En definitiva, aunque China no tenga una ambición expansionista, en realidad es un actor importante presente en la economía mundial y por tanto muy a tener en cuenta por todos. Además, también está su relación con potencias como Rusia, que sí tiene en cambio ánimo expansionista, y dichas alianzas pueden representar un factor de fuerza importante a la hora de valorar esas otras ambiciones.

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hace 1 hora, El Español dijo:

Me he leído toda la entrevista aunque no voy a entrar en un debate sobre su contenido, pese a que hay numerosos puntos que me han parecido interesantes y otros con los que en principio no estoy de acuerdo, pues se desviaría mucho del tema y además no conozco a fondo la obra de D. Gustavo como para hacer una crítica. Centrándome en que hace referencia a China, solo apuntar que, pese a que también comparto esa idea de verlos como un pueblo encerrado en si mismo cuya ambición exterior sea la de acumular capitales (la idea de la espiral de la que reía el filósofo quizás no sea tan absurda), también es cierto que dado su tamaño y crecimiento, plantean un problema en cuanto al abastecimiento de recursos que necesitan, que afecta a la producción e intercambio internacional de riquezas y, a través de las relaciones comerciales, a la economía y el desarrollo de otras potencias. Se trata, a mi modo de ver, de un sujeto pasivo cuya pasividad afecta a la actividad propia de los demás -el Tao tiene mucho que ver en esa forma de actuar-.

En definitiva, aunque China no tenga una ambición expansionista, en realidad es un actor importante presente en la economía mundial y por tanto muy a tener en cuenta por todos. Además, también está su relación con potencias como Rusia, que sí tiene en cambio ánimo expansionista, y dichas alianzas pueden representar un factor de fuerza importante a la hora de valorar esas otras ambiciones.

Es exactamente esto. China se comporta como una especie de Júpiter en el sistema humano, planeta que no tiene la actividad expansionista de la pequeña Tierra pero ahí está influyendo a todos con su enorme campo gravitatorio.

Hoy día como bien apuntas parece que es la pequeña Rusia (porque es pequeña: menos de 130 millones de habitantes) la que asume el rol de "mahout" del elefante chino. Rusia organiza la geopolítica, la propaganda, la mística y la estrategia, y China pone la masa inercial.

Pero también es muy reseñable que era el mismísimo Imperio español, en su organización internacional entre 1500 y 1800, el que se comportaba en tiempos como el mahout de los chinos. Incluso antes de eso, España, cuando se lanzó al mar, lo hizo por el enorme campo gravitatorio de "las Indias", y "las Indias" eran la India y China. La relación entre el Imperio chino (Ming y Qing) y el Imperio español, y la circulación del real de ocho por el Pacífico, se ha estudiado varias veces, y recuerda a esa asociación sinorrusa. Quizás ese es el marco de trabajo hacia lo chino, y realmente no es nada nuevo sino recuperar el marco de trabajo histórico. Dejo un par de artículos:

 

https://www.elmundo.es/la-aventura-de-la-historia/2014/12/02/547dbb3e22601d1f4c8b4589.html

Cita
 
El Imperio Español y la China de la Dinastía Ming, unidas por la plata
HISTORIA MODERNA / ECONOMÍA GLOBAL La relación de las dos potencias económicas del XVI
JUAN JOSÉ RIVAS MORENOHistoriador

Actualizado: 02/12/2014 17:16 horas

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En 1643, la famosa Batalla de Rocroi, inmortalizada en la memoria de España como el "Ocaso del Imperio", puso fin, supuestamente, a la predominancia militar que España había ostentado en Europa desde Ceriñola, forzando al rey Felipe IV a ratificar el Tratado de Westfalia en 1648, otro de los considerados puntos de inflexión en la historia del poderío español. Curiosamente, apenas un año después de la Batalla de Rocroi, la dinastía Ming perdía el control de Pekín, que fue conquistada por una confederación de tribus Manchúes y Mongolas en 1644. Los Manchúes borrarían todo rastro de la anterior dinastía y crearía su propia dinastía, la dinastía Qing.

¿Puede ser una coincidencia que en la misma década, casi en el mismo año, el imperio español y la China Ming entrasen en una profunda crisis? Hoy día, la respuesta parece negativa: los extremos opuestos de la Tierra, el imperio español y el de China, estaban estrechamente ligados, aunque de una forma un tanto indirecta. Este vínculo económico supuso que acontecimientos que tenían lugar en ambos extremos influenciaran a su opuesto, creando una situación de equilibrio.

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Un año después de la Batalla de Rocroi de 1648, que inmortaliza el oaso del Imperio Español, la dinastía Ming en China perdía el control de Pekín

En las últimas décadas, historiadores ligados al campo de laHistoria Global han propuesto que no sólo la crisis del siglo XVII fue un acontecimiento global, sino que la misma creación del imperio español y la prosperidad económica de China durante el siglo XVI, hechos igualmente paralelos, son el resultado de que ambas zonas estuvieran estrechamente ligadas por un vínculo material, la plata.

El imperio español surgió en China

En 1375, una revuelta de campesinos se extendió por China, terminando con la dinastía Yuan, heredera de los Mongoles de Gengis Khan, y que habían dominado el imperio desde el siglo XIII. La economía de la dinastía Yuan había funcionado de forma relativamente flexible mediante el uso de papel moneda, billetes que autorizaban al portador a recibir la cantidad especificada. Con el crisol de los Yuan, el sistema de papel moneda entró en crisis, y a mediados del siglo XV había perdido prácticamente todo valor.

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China era la principal potencia económica del mundo, con un cuarto de la población mundial

En el zenit de la dinastía Ming, China era la principal potencia económica del mundo, representando a cuarto de la población mundial. La pérdida de valor de los billetes supuso que este enorme porcentaje de la economía global demandase metales preciososcomo forma de garantizar el valor de los productos y la estabilidad de los precios.

Esto supuso que el precio de metales como la plata y oro subieron de forma estratosférica. China era el principal productor de artículos de venta por su alto nivel de productividad y lo barato que era su mano de obra, esto provocó que la balanza de pago mundial se inclinase de forma repentina a favor de China, lo que provocó una salida de metales preciosos hacia Oriente, haciendo la plata cada vez más escasa en Europa.

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Los españoles triunfarían al descubrir América en 1492, y cuando las ricas minas de plata de Zacatecas y el Potosí comenzaron a funcionar en el XVI

En el otro lado del mundo, esta escasez de plata con la que pagar la importación de artículos chinos hizo que gobiernos como el de Portugal o Castilla, financiados por mercaderes de las grandes ciudades-estado italianas, se lanzasen a la búsqueda de fuentes alternativas de metales preciosos. Los portugueses tomaron la delantera siguiendo el rastro del comercio de oro de Guinea, que procedía de las zonas del interior de África, en Mali. El comercio de oro africano parece haber reportado la cantidad de 60,000 ducados de oro anuales al tesoro portugués a principios del siglo XVI, aunque tal cantidad puede ser exagerada. Los españoles triunfarían al descubrir América en 1492, y cuando las ricas minas de plata de Zacatecas y el Potosí comenzaron a funcionar. Hacia finales del siglo XVI, el imperio español producía el 80% del producto más demandado por la mayor economía mundial de la época: plata.

El milagro que pospuso Malthus

El poderío comercial de China permitió a las dinastías Ming y Qing mantener una balanza de pagos positiva con virtualmente todas las regiones comercializadas del mundo al mismo tiempo. Tal éxito se basaba en los altos niveles de producción, que significaban que los productos chinos eran sustancialmente más baratos que los de cualquier otra región.

Tales niveles de producción, a su vez, se sustentaban en dos pilares:la economía agrícola china era increíblemente avanzada tecnológicamente para su época, y el gran número de poblaciónsuponía la existencia de mano de obra incomparablemente barata. Sus productos agrícolas eran increíblemente baratos, lo que hacía posible que la mano de obra china fuera igualmente barata sin crear una crisis social.

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No obstante, en un sistema global en el que la producción tecnológica no era lo suficientemente avanzada para mantener el paso del incremento de la población, la economía China podía haber en "la trampa Malthusiana", el momento crítico en el que la presión poblacional supera los recursos producidos por la agricultura, pero no ocurrió debido a la creación del imperio español.

La Conquista de América supuso la integración del hemisferio occidental dentro del sistema económico mundial. En 1571, la introducción de nuevas técnicas de amalgamamiento de la platamediante el uso de mercurio, y el descubrimiento de vetas de este mineral en Huancavélica, cerca de Potosí, supuso un nuevo récord a la baja del precio de plata mundial, al tiempo que la mayor economía del globo demandaba el mineral de forma desesperada para re-monetizar su sistema comercial.

América inundó el mercado

Los niveles sin precedentes de oferta de plata se habían juntado con niveles, igualmente sin precedentes, de demanda. Esto supuso una división del precio como no ha existido nunca antes. El valor de la plata comparado con el oro en España alcanzó mínimos históricos de 1:12,5 o 1:14 por onza, mientras que en China el precio era de 1:5 a ca. 1:7. Es decir, por la misma cantidad de plata, mercaderes Europeos podían conseguir hasta casi tres veces más oro en China que en Europa.

A pesar de que el comercio de la plata entre América y China estaba - a excepción del Galeón de Manila - dominado por otras potencias europeas como los ingleses o los holandeses, las altas cotizaciones supusieron un nivel de desarrollo elevado. Potosí, en apenas medio siglo, llegó a igualar en población a ciudades como Londres o París. Manila, igualmente, rivalizaba con Barcelona, Marsella o Danzig, con una comunidad española de 7.350 miembros, y cerca de 15.000 mercaderes chinos residentes en una época en la que el Estado da India portugués contaba con apenas 6,000 funcionarios repartidos desde Africa hasta Macao.

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El flujo de plata hacia China (el destino último de aproximadamente el 50% de la plata americana) permitió la monetización de su economía, hasta el punto de que un edicto imperial promulgado en la década de 1570 especificaba el pago de impuestos en plata. La monetización de la economía Ming no fue la única innovación que afectó a China: la introducción de cultivos que requerían un tipo menos productivo de tierra como la patata, o nuevas variedades de arroz americano de doble cosecha, incrementaron la producción agrícola china. Nuevas tierras se pusieron en cultivo, y el rendimiento de los campos se multiplicó.

El intercambio Colombino y el flujo de plata retrasó la regresión Malthusiana, En su lugar, se produjo lo que Mark Elvin llamó una "trampa de alto equilibrio" en el que la expansión económica avanzó de forma paralela con la expansión poblacional durante un largo período de tiempo, permitiendo a la población multiplicarse sin afectar los niveles de vida, y manteniendo así el bajo coste de producción que permitía a China mantener la demanda de plata.

La crisis en España se extendió a China

A mediados del siglo XVII, la diferencia de precios de la plata entre China y España llegaron a igualarse debido a la alta producción de las minas peruanas y mexicanas y el valor del metal comenzó a depreciarse. La respuesta de los grandes empresarios mineros de Iberoamérica fue disminuir la producción con la esperanza de incrementar los precios. Este proceso tuvo lugar en la década de 1630, y afectó el quinto real, el porcentaje destinado al uso del rey en España. Dado que el quinto real era un impuesto de tipo porcentual, la baja producción de las minas - controladas por empresarios privados que podían mediante la producción tratar de influir el precio global - supuso una disminución del quinto, en una época en la que la plata sufría deflación. En resumen, el rey recibía menos plata que, además, valía menos que antes.

 

A mediados del siglo XVII, la diferencia de precios de la plata entre China y España se igualó y el metal se depreció

A mediados del siglo XVII, no sólo España, sino las naciones Europeas que comerciaban entre América-Europa-Asia, se vieron envueltas en una recesión, con la única excepción de las Provincias Unidas de Holanda. España y Austria se vieron obligadas a firmar el Tratado de Westfalia, mientras que Inglaterra sucumbió a una guerra civil. Sorprendentemente, la decisión de los mineros Iberoamericanos no sólo afectó a Europa.

El impuesto sobre la tierra de la dinastía Ming, a diferencia del quinto real, era una cantidad fija. No obstante, la depreciación de la plata afectó al tesoro imperial. El tesoro había acumulado una enorme cantidad del metal precioso, pasando de 2,3 millones de taels (86.250 kg) en 1570, a 23 millones (862 toneladas de plata) en 1642. La acumulación del metal precioso supuso menor diversificación, y la bajada del precio de la plata disminuyó de forma proporcional el poder adquisitivo del tesoro. La crisis fiscal de la dinastía Ming puso en peligro la estabilidad del imperio, que se vio envuelto en una sucesión de luchas internas por el poder y revueltas populares,hasta que en 1644, los Manchues tomaron Pekín e instauraron la dinastía Qing.

El supuesto fin

Las bajas españolas en Rocroi fueron aproximadamente 7.000 hombres entre muertos y capturados. No obstante, trece años después, en 1656 y durante el supuesto fin del poderío español, Don Juan José de Austria causó cerca de 11.000 bajas a un ejército francés ampliamente superior. Igualmente, en 1683, los Qing reconquistaron Taiwan, terminando el proceso de ocupación de China. La dinastía Qing llevaría a cabo una expansión territorial y comercial sin precedentes en el que China alcanzó su zenit como potencia mundial.

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El fin no llegaría para ambos imperios hasta más tarde. En 1834, España perdió sus últimas posesiones en el continente americano, y tan sólo cinco años después, China fue derrotada en la Primera Guerra del Opio, a lo que siguió un largo proceso de decadencia para ambos países.

A medida que las reglas del comercio global cambiaban y la industrialización creaba un nuevo sistema de producción con el que China no podía competir, el monopolio del intercambio mundial cambió de manos. China ya no tenía el dominio de la producción, lo que supuso que el flujo de plata se hiciese menos relevante. A finales del siglo XIX, el proceso llegó a su culmen cuando las mayores potencias comerciales de la época abandonaron el sistema monetario bimetálico plata/oro y adoptaron el estándar de oro.

El mundo dela Edad Moderna había funcionado mediante un sistema de contrapeso de la economía global en la que el Imperio Español, productor de un 80% de la plata mundial, estaba estrechamente, aunque indirectamente, ligado a un cliente fundamental, el imperio Ming. Este sistema de contrapeso hizo posible que tres zonas del mundo entrasen en un triángulo comercial entre Iberoamérica, Europa y Asia, creando el primer sistema económico global basado en la plata.

Malthus, superviviente de la Ilustración

El modelo Malthusiano ha sido una de las pocas teorías de la Ilustración que han logrado sobrevivir más o menos íntegramente a las críticas postmodernistas. Los historiadores actuales dan por bueno el modelo de crecimiento de Malthus aplicado a las economías agrarias pre-industriales, mientras que la cuestión se ha centrado en cómo pasar de un modelo Malthusiano a un modelo de crecimiento sostenido. Según Malthus, - y conforme con los métodos de investigación moderna - una economía agraria entraría en un ciclo de regresión y crisis una vez finalizada su expansión económica, ya que la abundancia de recursos supondría un incremento poblacional que, a su vez, presionaría la base de recursos disponibles.

 

 

 

https://papeldeperiodico.com/2017/07/el-viejo-imperio-chino-un-sabio-entre-dos-jovenes/

 

Cita

El viejo Imperio chino, el mayor ‘aliado’ comercial del Imperio español

 

Jul 24, 2017

 

Si hablamos del siglo XV, todos tenemos conocimiento de la existencia de dos superpotencias, el Imperio español y el Imperio británico, pero ¿eran los únicos señores sobre el vasto globo terráqueo? Para contestar a esta pregunta viajamos hasta Oriente, donde un ‘viejo’ Imperio, el Imperio chino, pervivía desde los tiempos del Imperio romano.

Esta superpotencia (221 a. C. – Revolución de 1911) vio cómo su vasto territorio vivía una sucesión de integraciones y desintegraciones territoriales en armonía con el “ya acostumbrado” cambio de dinastía. Desde finales del siglo X y hasta mediados del siglo XIV “los mongoles se lanzaron a la conquista del Imperio más grande jamás concebido; llegarán hasta Europa oriental, hasta Bagdag, hasta Delhi, hasta Pekín”.

mapa-300x216.gif Imperio Mongol hasta 1368

La sociedad que componía este inmenso territorio sufrió una profunda transformación, pues aparece la clase de los mercaderes, los cuales nunca ejercerían un control directo sobre el centro administrativo. Esta nueva clase social, a diferencia de la burguesía ‘flamenca’ en Europa que se organizaban en comunas, nunca tuvo oportunidad de evolucionar como una burguesía independiente, pues era tal el control que ejercía el Estado sobre la economía que impidió dicha evolución.

¿En qué aspectos advertimos este hecho? Primeramente, en que el Estado se reservaba para sí el privilegio de “las emisiones de moneda o de billetes de banco y era quien mantenía el monopolio de ciertos productos de gran consumo, como el té o la sal”, seguidamente, la ruta de la seda estaba cortada, y la mayor parte del comercio exterior se hacía a través del mar. Con respecto a este último aspecto, ni qué decir que resultaba deficitario pues China importaba más que exportaba, llegando incluso a la prohibición expresa del emperador de la salida de moneda de su territorio, imponiendo un intercambio por trueque.

Políticamente, este gran reino se debatía entre dos ideologías políticas completamente distintas, los conservadores y los reformistas; los primeros seguían fielmente las enseñanzas del pensamiento confuciano, mientras los reformistas deseaban volver al antiguo autoritarismo. Estos, ansiosos por recuperar su idílico pasado, pretendían reducir muchos privilegios, comprometiendo “el equilibrio y la existencia misma” de su amado Imperio. Un arriesgado contraste de ideologías en cuyas “buenas ocasiones” permitió entrever una mejora en la calidad de vida de sus campesinos, mediante la institucionalización de montes de piedad, que no eran otra cosa sino grandes almacenes de grano que evitaban la catastrófica situación que conllevan las, ya cotidianas, hambrunas. Además de esto, se procuró una mejor repartición de tierras según los miembros de las distintas familias, y regular los impuestos atendiendo a similares criterios, una medida, que no siempre fue llevada a cabo, pues en última instancia siempre primaba el bienestar del divino emperador.

Durante el siglo XIII, un siglo dorado dentro de su historia, cobrará gran importancia la filosofía de Confucio, refinándose y estructurándose para conformarse en el famoso pensamiento confuciano que hoy conocemos. Sin embargo, no sólo destacaría por su filosofía, sino por sus “tres grandes descubrimientos”, que dotarían al mundo de una guía encaminada hacia el progreso, como de hecho supusieron en su día: la imprenta, la brújula y la pólvora.

Este dorado siglo daría paso a una de las decadentes etapas del Imperio, pues no tardando un siglo más, concretamente a partir de 1351 tendría lugar el comienzo del fin de la dinastía Song. El desbordamiento del río Amarillo, provocaría que muchas regiones perdiesen sus cosechas dando lugar, cómo no, a grandes hambrunas. Esta difícil situación derivaría en sublevaciones contra el emperador, quien no pudo apaciguar dicha situación, poniendo fin a la autoridad de los mongoles en este vasto territorio y dando lugar una nueva dinastía, la dinastía Ming.

Un gran aliado del Imperio español

Desde el siglo XIII y hasta 1911 el Imperio chino conocería dos dinastías antes de desvanecerse en el recuerdo, la dinastía Ming de origen Han (1368-1644) y la dinastía Qing de origen Manchú (1644-1911) y culpable del “retraso” que padeció China durante el siglo XIX.

Nos centraremos en el final de la dinastía Ming en 1644, cuando Pekín fue conquistada de la mano de los manchúes o dinastía Qing, pues al mismo tiempo, aunque un año antes, el Imperio español perdería su primacía militar en la batalla de Rocroi, obligándole a firmar la Paz de Westfalia. ¿Es casualidad que entre estos sucesos solo haya unos pocos meses de diferencia?

Como anteriormente hemos mencionado, el hundimiento del río Amarillo provocó una gran crisis económica, lo que obligó a la dinastía Ming a buscar soluciones para incentivar la economía. Al otro lado del continente, el Imperio español llenaba sus arcas gracias a las ricas minas Zacatecas y el Potosí, produciendo el 80% del producto más demandado del mundo de entonces: la plata.

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El Imperio español prefería comprar muchos de sus productos en China antes que dentro de Europa, pues su alto nivel de producción hacía que sus productos fuesen sustancialmente más baratos, provocando así que el 50% de la plata americana llenara las arcas del Imperio chino y le permitiera recuperarse de su anterior crisis. Una rentable relación comercial que pronto comenzaría a quebrarse. A mediados del siglo XVII, la alta producción de las minas peruanas y mexicanas, provocó la disminución de la producción de plata (esperando así un incremento de precios, que no sucedió) y la devaluación del precio de dicho metal.

La depreciación de dicho metal provocó una recesión que se dejó sentir tanto en el Imperio español, obligado a firmar la Paz de Westfalia, como en el Imperio inglés, sumido en una guerra civil, como en el Imperio chino, donde el tesoro real había disminuido considerablemente. La reducción del ansiado metal provocó una serie de continuadas revueltas contra el emperador, corriendo este la misma suerte que el último de la anterior dinastía, pues los manchúes le arrebataron el trono imponiendo la dinastía Qing.

El fin de un viejo Imperio

La dinastía Qing remontaría la economía del Imperio llevando a cabo una expansión territorial y comercial mucho mayor que sus antecesores, pues en 1683 su territorio aumentó tras la conquista de Taiwan. El Imperio chino alcanzaba su mayor cénit posicionándose como primera potencia mundial, pero esto sólo era un leve sueño del verdadero destino que aguardaba al Imperio.

Años más tarde, el Imperio español perdería sus amadas posesiones en América, y años posteriores el Imperio chino perdería en la Primera Guerra del Opio, comenzando ambos Imperios una etapa de decadencia que sumiría un gran esplendor en apenas un efímero suspiro.

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El comercio mundial cambiaba sus reglas, la industrialización estaba alcanzando su mayor auge y el Imperio chino se veía incapaz de competir dentro del intercambio comercial en el ámbito mundial, perdiendo su supremacía como primera potencia comercial. El golpe final vino de la mano de las mayores potencias comerciales de finales del siglo XIX, pues cambiaron el sistema monetario binario plata/oro adoptando el estándar de oro, suponiendo el fin del Imperio chino. Un triste final para quien había sido la economía pujante del momento, creando un triángulo económico mundial, junto con Europa e Iberoamérica, basado en la plata.

 

Bibliografía recomendada:

  • LOMBARD, Denys, La China Imperial, BarcelonaIdea Books, 2000, 113 pp.
  • LOEWE, Michael, La China Imperial, Madrid, Revista de Occidente, 1969, 358 pp.

 

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Traigo dos tesis más para esbozar un poco más la Teoría de China.

Un comentario interesante que he visto en BBJ, por "Guillotin":

Cita

Lo vuelvo a escribir, porque creo que no he podido expresar lo que pienso.
Los chinos son el pueblo asiático más parecido a los españoles, ya lo dijo Mateo Ricci, el primer europeo que junto a Diego de Pantoja pudo contactar con ellos en profundidad: "Son más cristianos que nosotros".
Es cierto que con un filipino te sientes más como "en casa", pese a que actualmente, con los que he convivido, que son de los que puedo hablar, son como una caricatura de los gringos. Pero eso te lo puedes encuentrar en Madrid con madrileños de toda la vida.
Pero los chinos que en su mayoria descienden de las doctrinas confucianistas, son lo mas parecido al mundo cristiano catolico que hay por el mundo, solo se diferencian en que unos se basan en la pura razón para la busqueda de la armonia en las relaciones que componen una sociedad. Y los otros, los catolicos, allí donde no alcanza la razon introducen los dogmas de fe, que son incompatibles con los que persiguen la razón.
Pero los dos buscan en comun una convivencia en sociedad lo mas armónica posible.

****

Por lo que parece, el forero remarca el "parecido" de los chinos con el cristianismo en dos preceptos, la Razón y la Armonía. ¿Basta el racionalismo y el armonismo para calificar a los chinos de cristianos? ¿Qué hay del proselitismo y el espíritu evangelizador universal, del que quizás carecen (si no, viviríamos desde hace tiempo en un imperio global chino, dada su potencia demográfica y económica durante siglos)? ¿Es posible que por avatares del desarrollo del pensamiento chino, les hiciera faltos de esa necesaria pata para imponerse sobre el mundo?

***

Otro pensamiento fugaz, esta vez de Santiago Armesilla (en Twitter, no tengo el enlace, lo leí hace unos días), explica que China es un imperio en sí mísmo. Con una nación central, la Han, y 56 naciones añadidas. La concepción de Zhong Guo, Reino del Centro, es más bien Imperio del Centro, entendida así China como Orbe (como planeta aislado) y todo lo que hay más allá, como el Vacío o la Nada. Sería una suerte de "imperialismo sub-universal" que podría explicar ese olvido del Exterior; la frontera final ya no es la Troposfera, sino el Gobi y el Himalaya.

Esta concepción "planetaria" me convence hasta cierto punto, porque le veo parecidos con el concepto de la Cristiandad Menor del segundo imperio español, centrado en América y olvidando Europa (en este caso, por derrota en batalla), y también le veo aplicación en la restauración de un polo de poder hispano: primero se define un subuniverso, luego se extiende el concepto al universo. Quizás, estos planteamientos son un contagio de lo "chino", igual que en tiempos, los hispanos se contagiaron de lo "europeo". Pero la aportación europea y china pueden y deben encuadrarse en el planteamiento de la historia de la comunidad hispánica, aunque no se hagan nucleares.

 

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Bueno en realidad, esa percepción del confucianismo clásico como un sistema moral de valores garantes del orden universal, con grandes semejanzas con el cristianismo, ya lo vieron en su día los primeros misioneros jesuitas quienes, a partir del catecismo de Ricci, lo emplearon para evangelizar China. La idea no es nueva aunque no me consta que el P. Js. Mateo Ricci dijera de los chinos que eran mas cristianos que ellos, eso se me antoja mas bien una licencia del forero autor de ese artículo que un hecho histórico. 

En realidad los jesuitas tuvieron un primer intento de asentamiento en china, basándose en la estrategia de mimetizarse con el budismo, al entender que siendo ésta la filosofía predominante en el vulgo, les sería mas fácil ser aceptados por la gente. En aquella época surge el primer catecismo escrito en chino del P. Ruggieri, anterior a Ricci, que trata de establecer una semejanza entre el "Señor de los cielos" y Dios Padre. Algún tiempo después, esta estrategia es abandonada al entender que se corría el riesgo de acabar confundiendo cristianismo con budismo. Es entonces cuando entra en escena la teoría de Ricci, de acceder a la gente a través de las elites imperiales chinas, cuyo sistema de valores se basaba en el confucianismo.

Es a partir de ahí que surge el conocido "Catecismo Ricci", que se basa en encontrar los paralelismos existentes entre la fe católica y las enseñanzas de los maestros chinos, y que le permitió a la Compañía de Jesús introducirse en la cultura china.

Subo un excelente articulo del profesor D. José Antonio Cervera Jiménez, director de la Revista de estudios de Asia y África, del Colegio de México, que describe muy bien esa estrategia jesuita de introducción en China a través del budismo primero y el confucianismo después. El artículo se titula "La interpretación ricciana del confucianismo" y puede descargarse adjunto.

1749-1749-1-PB.pdf

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hace 7 minutos, El Español dijo:

Bueno en realidad, esa percepción del confucianismo clásico como un sistema moral de valores garantes del orden universal, con grandes semejanzas con el cristianismo, ya lo vieron en su día los primeros misioneros jesuitas quienes, a partir del catecismo de Ricci, lo emplearon para evangelizar China. La idea no es nueva aunque no me consta que el P. Js. Mateo Ricci dijera de los chinos que eran mas cristianos que ellos, eso se me antoja mas bien una licencia del forero autor de ese artículo que un hecho histórico. 

En realidad los jesuitas tuvieron un primer intento de asentamiento en china, basándose en la estrategia de mimetizarse con el budismo, al entender que siendo ésta la filosofía predominante en el vulgo, les sería mas fácil ser aceptados por la gente. En aquella época surge el primer catecismo escrito en chino del P. Ruggieri, anterior a Ricci, que trata de establecer una semejanza entre el "Señor de los cielos" y Dios Padre. Algún tiempo después, esta estrategia es abandonada al entender que se corría el riesgo de acabar confundiendo cristianismo con budismo. Es entonces cuando entra en escena la teoría de Ricci, de acceder a la gente a través de las elites imperiales chinas, cuyo sistema de valores se basaba en el confucianismo.

Es a partir de ahí que surge el conocido "Catecismo Ricci", que se basa en encontrar los paralelismos existentes entre la fe católica y las enseñanzas de los maestros chinos, y que le permitió a la Compañía de Jesús introducirse en la cultura china.

Subo un excelente articulo del profesor D. José Antonio Cervera Jiménez, director de la Revista de estudios de Asia y África, del Colegio de México, que describe muy bien esa estrategia jesuita de introducción en China a través del budismo primero y el confucianismo después. El artículo se titula "La interpretación ricciana del confucianismo" y puede descargarse adjunto.

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Y, ¿qué ocurrió para que no prosperaran los intentos?

¿Es quizá China la visión de un futuro espiritualmente muerto, estacionario, no expansivo, de la especie humana?

Es curioso sin embargo que el budismo acabara entrando por allí. India conquista culturalmente a China, aunque sea a nivel superficial, no constituyente. Y algo parecido ha ocurrido con el maoísmo, que no deja de ser algo occidental. Pero nuevamente, poco constituyente de la realidad china, que parece inmune a estos reflujos.

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Hay que decir también que hay una interesante (por poco comentada) tesis que leí por ahí, de que la relación trina entre el Imperio español, China y la Iglesia a finales del XVI y principios del XVII es algo a remarcar. 

Filipinas se conquista como las Antillas, como plataforma militar para entrar en Tierrafirme y derribar a los imperios continentales nativos. Este derribo y conquista ocurre en América con incas y aztecas, pero no en Asia, la cual, sin embargo, era el verdadero objetivo desde Colón. Este freno del Imperio español ante China puede ser quizás uno de los eventos constitutivos mundiales más importantes de los últimos siglos, puesto que asegura la pervivencia de un modelo no cristiano ocupando una nación enorme.

La tesis añade también que la Iglesia, ante la escalada triunfal del poderío imperial hispano, se posicionó en contra de la idea de conquista imperial de China a la americana, y fomentó una aproximación no militar a través de los jesuitas, de conquista de las almas y no por las armas. Incluso se habla de cierto encontronazo entre la Iglesia y el Imperio en este cénit de poder (Sixto niega a Felipe el título de Emperador de los Católicos), ya que la integración de China en la Monarquía universal habría supuesto un poder titánico para los Reyes de España y la (temida) independencia del Rey de la Tierra sobre el de los Cielos. 

Eventualmente, sin embargo, parece que la tesis de aproximación de la Iglesia no prosperó y China sigue siendo un híbrido sincretista confuciano-budista con sólo ciertos reflujos cristianos-occidentales. ¿La Conquista imperial por las armas hubiera supuesto algo diferente? Nadie lo sabrá. Los protestantes torpedearon la Unidad cristiana y jamás lo veremos. Para el siglo XIX, en el que China efectivamente fue ocupada y despiezada por Occidente, no hubo tampoco ningún intento serio, imperial, total, de evangelización en masa; en parte por la división entre europeos, en parte quizá porque el impulso espiritual había sido desplazado por el comercial, y en parte por esa inmunidad china a la evangelización por occidentales.

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Se me ocurre, por extender estas ideas, que puede hablarse de dos modelos heredados del Imperio español, el modelo americano (conquista antes de evangelización) y el modelo asiático (evangelización antes que conquista).

Que vienen a estar replicados, curiosamente, en las diatribas de la izquierda (revolución frente a reforma, superestructura frente a infraestructura) mostrando a su vez la repetición de las ideas con diferentes sabores.

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Interesante teoría. No obstante, simplificándolo mucho y desde mi punto de vista personal, China ha sido inmune a la evangelización en gran medida, porque su sistema de valores se basa en la tradición de la experiencia propia y para ésta, el Evangelio siempre ha sido la novedad venida de fuera. Algo semejante al par conservadurismo - progresismo occidentales, donde el primero es de natural reacio a las propuestas del segundo.

En cambio el budismo no supuso una novedad en el sentido que nace en esa misma corriente monista de las culturas orientales y por tanto es capaz de recoger y explicar las verdades ya existentes en la tradición del pueblo Chino. 

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hace 21 minutos, Gerión dijo:

Se me ocurre, por extender estas ideas, que puede hablarse de dos modelos heredados del Imperio español, el modelo americano (conquista antes de evangelización) y el modelo asiático (evangelización antes que conquista).

Si entendemos Imperio español como analogía de imperio católico,  desde luego. El problema es que no siempre el Imperio español fue sustancialmente católico,  sobre todo a partir del cambio de dinastía cuándo las ambiciones humanas comienzan a pesar mas que las espirituales y ambas corrientes comienzan a ser divergentes.

Quizás seria más correcto decir que han existido dos modelos de imperio Católico, a la manera de los españoles y a la manera de los papas, todos siempre siervos de un mismo Dios aunque con diferentes formas de enfrentar los retos de la evangelización.

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hace 1 minuto, El Español dijo:

Si entendemos Imperio español como analogía de imperio católico,  desde luego. El problema es que no siempre el Imperio español fue sustancialmente católico,  sobre todo a partir del cambio de dinastía cuándo las ambiciones humanas comienzan a pesar mas que las espirituales y ambas corrientes comienzan a ser divergentes.

Quizás seria más correcto decir que han existido dos modelos de imperio Católico, a la manera de los españoles y a la manera de los papas, todos siempre siervos de un mismo Dios.

Bueno, en este caso el cambio de modelo se produciría antes, en el 1600, cuando las potencias protestantes drenan suficientes recursos como para que la victoria continua militar por todo el planeta no sea ya posible y se tenga que abandonar a la "evangelización no militar" zonas como China, o también Persia (otra historia interesante la de los safávidas y los españoles).

Sigo comentando como lluvia de ideas. Hay en todo este tema chino algo que no me acaba de "encajar", y no soy el único ya que hasta Gustavo Bueno no parece encuadrar bien las filosofías chinas. Puede que en lo cultural estén en un estado más evolucionado desechando el impulso espiritual o al revés, menos trabajado: esta es la teoría "buenista", y es que simplemente carecen de tradición filosófica, de ahí que todo sean reglas de costumbres. Igual que su escritura representa un estado del arte "anterior" a la simbología alfanumérica, puede ocurrir que su estado filosófico, es, realmente, pre-filosófico. Tiene mérito por haberse mantenido tanto tiempo; encajaría con la teoría de estado estacionario. 

Los geodeterministas como Diamond creen que en China, al estar encajonada en una especie de Círculo Fértil sin penínsulas ni islas, no se dio la pluralidad de tendencias y la competencia entre imperios por lo que mantenerse en un estado estacionario fecundo les fue más fácil que en el otro extremo de Eurasia. Volviendo así a la teoría del elefante y el mahout: China como hipercuerpo o masa que deja dominarse y guiarse por otros (mongoles, rusos), quizás un Sol donde en sí no hay vida filosófica, pero que genera un montón de Tierras alrededor que deben a él su impulso (atracción gravitatoria).

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hace 11 horas, Gerión dijo:

Bueno, en este caso el cambio de modelo se produciría antes, en el 1600, cuando las potencias protestantes drenan suficientes recursos como para que la victoria continua militar por todo el planeta no sea ya posible y se tenga que abandonar a la "evangelización no militar" zonas como China, o también Persia (otra historia interesante la de los safávidas y los españoles).

Respecto a lo de la evangelización militar, en parte sí y en parte no. En realidad, y según un artículo académico que he podido leer, del mismo autor que el trabajo anterior que he subido mensajes atrás, el abandono de la vía militar para la conquista de China, tiene que ver más con la férrea oposición que presenta la Compañía de Jesús que con la imposibilidad económica y material de la empresa. Cuando se elaboran los diferentes planes para la conquista de China, incluido alguno de la orden de los Agustinos, los Jesuitas llevaban ya algunas décadas establecidos en la propia China, trabajando en su estrategia evangelizadora basada en el acomodamiento que mencionaba anteriormente. Un intento de conquista militar hubiera supuesto la pérdida de la confianza en la Compañía adquirida ante los chinos, y con ello la de todo el trabajo evangélico realizado hasta entonces. Tan fuerte era la posición de los jesuitas en China, que llegan incluso a convencer al propio Papa Gregorio XIII para que prohibiese bajo pena de excomunión, la entrada en China y Japón de las órdenes mendicantes y de cualquiera otra que no fuese la Compañía de Jesús. De hecho, uno de los planes con más fuerza para conquistar militarmente China, proviene de un jesuita español, Alonso Sánchez, a quién la propia Compañía desautoriza y sabotea para imposibilitar que su plan fuese tenido en cuenta por Felipe II. La casualidad quiso que los planes de Sánchez llegaran a la corte española en el mismo momento que las noticias de la derrota de la Armada Invencible por lo que, cualquier esperanza que aún pudiera quedar para aquella empresa, quedó finalmente perdida.

Aparte de la evangelización, otro de los motivos para la conquista de China era la de hacerse con la hegemonía de la ruta de las especias, en la que hubo inicialmente una gran competencia entre las coronas portuguesa y española. El proyecto portugués pasaba por la ruta africana y el español por la americana. Ante la imposibilidad hasta entonces de encontrar una ruta de retorno desde Asia hasta América, Carlos V decide vender a Portugal sus posesiones en las Molucas, donde se daba el mayor tráfico y producción de especias en áquel entonces, perdiendo así la posibilidad de establecer su hegemonía comercial. Es a partir de entonces cuando la vía Filipina pasa a cobrar una importancia mayor como base de entrada en el continente asiático para España. Sin embargo, con la unificación portuguesa a manos de Felipe II, esa competencia deja de tener tanta relevancia y el propio establecimiento portugués en Macao, además de los puertos filipinos, se hacen suficientes para las pretensiones de la Corona.

Finalmente y no obstante todo, los objetivos del imperio respecto a China acabaron cumpliéndose, que eran posibilitar el comercio con China, cosa que al final se haría efectiva desde Las Filipinas con la ruta del Galeón de Manila, y la evangelización de China que se haría efectiva principalmente a través del trabajo de la Compañía de Jesús.

Subo el apasionante artículo que cito sobre los diferentes planes de conquista de China porque estoy convencido de que te va a encantar:

Cervera, J.A. (2013) Los planes españoles para conquistar China a través de Nueva España y Centroamérica en el siglo XVI.pdf Cuadernos de Inter·c·a·mbio sobre Centroamérica y el Caribe, vol. 10, n. 12, pp. 209-236. ISSN: 1659-4940. Universidad de Costa Rica.

Resumen

Tras el establecimiento de los españoles en las Filipinas en 1565, se consideró a este archipiélago como una etapa intermedia hacia un objetivo mayor: China. Durante las siguientes décadas, hubo varios intentos de embajadas al emperador de la dinastía Ming, así como un claro plan de conquista por las armas cuyo artífice más importante fue el jesuita Alonso Sánchez. Por otra parte, el oidor de la Audiencia de Guatemala Diego García de Palacio, también tenía un plan para llevar tropas a Filipinas y China a través de Honduras, desde Puerto Caballos hasta el golfo de Fonseca, y para apoyar ese plan escribió dos libros considerados actualmente como dos de las primeras obras científico-técnicas publicadas en América. En este artículo, se describen y analizan los distintos planes a partir de documentos de la época y de bibliografía secundaria aparecida recientemente.

 

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Cita

El cero, tal y como lo entendemos nosotros, es un producto abstracto más avanzado, que supone ya un conjunto de operaciones con unos términos previos. Surge en una operación imposible que sólo puede hacerse posible con la introducción del cero. Por ello, el cero es una idea completamente abstracta. Los matemáticos dicen que el cero es el número primero de la serie de los números naturales. ¿Cómo es posible? Lo he discutido con matemáticos que son muy cerriles. El cero no es nada, es la clase vacía. Supone, en la escala de los números naturales, en la operación sustracción; cuando esta es imposible porque el minuendo es mayor que el sustraendo. Entonces para que sea posible la operación 5 – 5 tienes que inventar un número que sea la clase vacía. Pero eso no es nada, es simplemente necesario para hacer posible una conjunción de conjunto disyuntos. Es un mecanismo puramente interno, algebraico. Como esto está ligado a la escritura alfabética, el que no la utiliza está condenado a otro tipo de pensamiento totalmente diferente.”

 

Voy a tomar está reflexión de Don Gustavo como punto de partida a una serie de mensajes, en los que trataré de ofrecer una visión, nacida del contacto directo, conocimiento de la lengua y la cultura e propio interés personal, sobre la realidad de China, su pasado, su presente y su futuro.

 

Una realidad sobre la que se ha opinado y se opina a menudo con poco fundamento, como evidencia con este comentario el Señor Bueno.

 

Pues no solo los chinos si utilizan el cero (como clase vacía) sino que además fueron los primeros (que se sepa) en manejar los números negativos con objeto de hacer posibles operaciones donde el minuendo sea mayor que el sustraendo (por hablar como un catedrático). Lo llevan haciendo desde hace 19 siglos, el primer ejemplo de ello data del siglo II d.C, en “Los 9 capítulos sobre el arte de las matemáticas” se ofrece la manera de operar semejantes casos.

 

Por tanto, el cero, no está ligado a la escritura alfabética, y estos padres de la cultura occidental, los griegos, al enfrentarse a la posibilidad de un numero negativo la rechazaron como un absurdo, mientras que los chinos aceptaron que conceptualmente podían existir números menores a 0, demostrando una notable capacidad de abstracción cuando les era necesario.

 

No es detalle menor, ni estoy aquí cogiéndomela con papel de fumar al indicar este comentario de G. Bueno, que me parece ejemplar de un tipo de idea sobre China como cultura absolutamente ajena desde una perspectiva de índole genético-determinista, lo que provoca errores de bulto en las apreciaciones. Una conceptualización, nacida del fenómeno conocido como Orientalismo, que también englobó y aun engloba a España. Me parece imperativo hacer hincapié en dicha coincidencia, tanto como existe la Leyenda Negra, existe el Peligro Amarillo. Ambas naciones han sufrido una historiografía manipulada por nuestros enemigos (a veces comunes) que ha sedimentado una serie de conceptos absolutamente discutibles, sino directamente falsos.

 

Pasemos a repasar algunos errores de base:

 

En principio, el chino no es una escritura ideográfica, sino silábica en gran medida.

 

Tomemos como ejemplo el carácter (simplificado como ) cuyo significado es 10.000. ¿Podemos ver la representación gráfica de 10.000 en él? No. Ni tampoco los chinos, pues este carácter aparece en el sistema adivinatorio sobre el que se desarrolló la escritura china como representación del bicho que llamamos escorpión.

 

Se da la casualidad que la pronunciación de este carácter era idéntica a la de la palabra 10.000, con lo que lo que un principio significaba escorpión paso a significar 10.000, 万 se convirtió en un carácter no ideográfico sino fonético, idéntico en base a "b", ¨r" o "i", la única diferencia es que nuestro alfabeto representa letras, el suyo silabas. Por si alguien se lo pregunta, el bicho que fue en origen representado como paso a representarse como 蝎子, palabra donde se evidencia de nuevo el componente fonético desarrollado por el silabario chino. Dicho nombre, Xiezi, se representa con dos caracteres, pues cada carácter indefectiblemente solo expresa una silaba. Si los caracteres chinos fueran meramente ideogramas, nada les impediría, en buena lógica, contener dos, cinco o veinte silabas.

Lejos de ser la excepción, la norma en el chino es la palabra bisilábica, representadas por dos caracteres. De acuerdo con los símbolos oraculares ya mencionados, ojo es (mu) pero ni este carácter ni este sonido se utilizan ya para referirnos a los ojos, a los que llamamos 眼睛 (yanjing), quedando reservado para expresiones como 目前 (muqian, literalmente, delante ojo(s), en la práctica, en el momento presente). El sol, que en origen se representó como , se convirtió en 太阳, luna de pasó a 月亮, cara de a 脸蛋,perro de a 狗子, etc. Por contraste, tenemos algunos simbolos como (persona), (mujer), (grande) donde se apreciar su carácter meramente ideográfico, pero son absoluta minoría frente a los caracteres de base fonética.

 

Por supuesto, dentro de esta evolución lingüística hacen su aparición signos que no representan gráficamente ningún concepto tangible, haciendo posible una formulación gramatical y que son prueba de un trabajo de abstracción lingüística: (de), (ser), (no ser), (equivaler/hacer), (carecer), (estar), (en/a), (por), (partícula perfectiva), (partícula imperfectiva), (posibilidad/dirección), etc.

 

Esto difiere bastante de la verdad asumida de que los chinos se comunican con dibujitos, el chino es a grandes rasgos una lengua como otra cualquiera, expresada con un silabario singular por su extensión. Ha habido intentos de introducción de sistemas alfabéticos como el pinyin en China continental o el bopomofo en la isla de Taiwan, pero ni uno ni otro se han popularizado. En cualquier caso, por mucho que lean por ahí, de primera mano puedo asegurar que para los chinos su sistema de escritura es perfectamente apropiado, no necesitando de otro en ningún momento de su vida adulta.

 

Seré claro, el afamado sinólogo Victor Mair (de languagelog.com) afirma sin sonrojo que los chinos  prefieren del inglés en sus comunicaciones personales, tan fácil es desbaratar esta afirmación como dirigir a cualquiera a la red social Weibo, donde millones de usuarios se comunican por escrito sin la necesidad de una sola palabra en dicha lengua.  

 

El chino no ha desarrollado una gramática tan sistemática como la del español pero ha desarrollado una gramática, que en algunos sentidos es más compleja que la de nuestra lengua, por ejemplo 非,无,未,不,没, 否,隔, todos representan diferentes variaciones de no. ¿Para que necesita una cultura sin interés por la abstracción y la concreción desarrollar tantas maneras de expresar no?

 

Esto nos lleva a la siguiente presuposición, la dialéctica no se desarrolla en China. Yo he llegado a leer que la dialéctica no aparece en China porque como todos servían al emperador no hacía falta discutir… ignorando que la filosofía china nace durante el periodo que se conoce como Reinos en Guerra, donde cada señor feudal contrata como consejero a alguno de los representantes de las muchas escuelas filosóficas que se ganaban la vida con tal menester.

 

Por supuesto esta rama del saber se desarrolla en China, como no podía ser de otra manera en tales condiciones. , que significa precisamente dialéctica, es la base del sistema lógico de Mozi.

 

Pasemos a ver la más famosa de sus aplicaciones prácticas, la discusión sobre si un caballo blanco es o no es un caballo.

 

Entiendo qué para el poco versado en la cultura china, su aparente concepto de la lógica resulta chocante, acostumbrados a “A es A” encontrar pasajes como 为无为 (hacer es no hacer) o 白马非马 (un caballo blanco no es un caballo) pueden tomarse como prueba de una absoluta diferencia conceptual.

 

Todo lo contrario, 白马非马 y su posterior refutación por Mozi, prueban que el interés por la sistematización del conocimiento existió en China tanto como existió en Grecia.

 

Por explicarlo con pocas palabras, un caballo blanco no es un caballo, máxima formulada por la Escuela del Nombre (名派), hace referencia a la no equivalencia de un caballo blanco y un caballo, obviamente esto es cierto, si buscamos un caballo blanco y se nos presenta un caballo (marrón, por ejemplo) no podemos decir que esto es lo que buscamos. La Escuela del Nombre separa ambos conceptos, blanco (color) y caballo (forma), para concluir que un caballo blanco no es equivalente a un caballo, donde el significado de ser es “equivaler a”.

 

Mozi, por su parte introduce un concepto de difícil traducción “” (la dificultad de su traducción se debe a su polisemia: puede significar tanto "o" como "parte" como "otro") dentro de un sistema filosófico basado en la categorización. Por lo que siendo un caballo blanco blancocaballo se debe concluir que un caballo blanco es un caballo y es blanco, estableciendo que el significado de ser es “formar parte del grupo de”. No hace falta mucha imaginación para encontrar un equivalente a A es A en la línea “白马,马也”. Una verdad de perogrullo formulada en el contexto de una discusión sobre cual es el significado de “ser”.

 

Dudo que el señor Gustavo Bueno haya leído nunca sobre este episodio en particular, dado que Mozi no ha sido traducido salvo en contadas ocasiones a lengua occidental, en mi opinión porque carece de la posibilidad a la grandilocuencia orientalista del Daodejing o las Analectas de Confucio. No lo encontraran traducido al español y su única traducción a una lengua que puedo suponer maneje el señor Bueno es al alemán, una traducción marxistoide que no se tomó la molestia de traducir correctamente los capítulos dedicados a la dialéctica, ya que no le resultaba de ningún provecho hacerlo para vender a puerta fría sus delirios revolucionarios excusándose en la traducción de uno de los clásicos de la filosofía china.

 

Y cuidado, porque el hecho de haberse traducido profusamente no significa en absoluto que el Daodejing o las Analectas se hayan traducido bien, se pueden leer bastantes traducciones de cualquiera de estas dos obras y no haber leído nada ni por asomo similar al contenido original. Esto creo que es importantísimo para hacerse una idea cabal de China, empezar por presuponer que todo lo que le han contado es una irrisoria imitación de la realidad.

 

Lo que es obvio (los hechos lo demuestran) es que el desarrollo del pensamiento científico viene siendo mayor en occidente que en China, yo interpreto que es el confucianismo el causante de ello, pero la explicación de por qué esto es así y otros temas de interés como la relación histórica entre España y China, si China es o no una cultura expansiva y las perspectivas de futuro las dejó para otro momento, si es que esto que ya he escrito les resulta de algún interés.


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      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





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    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
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    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
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    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
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