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Vanu Gómez

Repoblación de los pueblos de la España vacía.

Publicaciones recomendadas

hace 3 minutos, don Fernandito dijo:

Diferimos de raíz en esto. Seguro que estas divergencias son positivas para el futuro interés del foro, para el que la monocromía no es positiva.

Reticulados versus Polarizados. Suena interesante, ¿no?

Saludos.

Yo creo que una buena retícula hace posible que existan unos buenos polos. La misma Norteamérica está trufada de ciudades medias, mira el Midwest o todo el Rust Belt y Nueva Inglaterra, está llena de preciosas ciudades de no más de 200 mil habitantes. Y además, tienes la megalópolis Bosh-Wash proyectando como un ultra-motor toda la cultura al mundo.

Creo que Castilla, el Plata y Oeste brasileño y las Sierras iberoamericanas podrían dar ese tejido de ciudades medias. Y junto a ellas, tres giga polos, una megalópolis Buenos Aires-Sao Paulo, otra en el DF, y otra en Madcelona. 

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hace 1 minuto, Gerión dijo:

Yo creo que una buena retícula hace posible que existan unos buenos polos. La misma Norteamérica está trufada de ciudades medias, mira el Midwest o todo el Rust Belt y Nueva Inglaterra, está llena de preciosas ciudades de no más de 200 mil habitantes. Y además, tienes la megalópolis Bosh-Wash proyectando como un ultra-motor toda la cultura al mundo.

Creo que Castilla, el Plata y Oeste brasileño y las Sierras iberoamericanas podrían dar ese tejido de ciudades medias. Y junto a ellas, tres giga polos, una megalópolis Buenos Aires-Sao Paulo, otra en el DF, y otra en Madcelona. 

Pues ahí te voy. Pero en España todos vemos que el proceso es de atoramiento en los dos núcleos mencionados más un par de ciudades o tres más.

Es lo que veo insano. Más aún en los tiempos de la cibernética que permiten aliviar algunos excesos innecesarios.

 

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hace 18 minutos, don Fernandito dijo:

Pues ahí te voy. Pero en España todos vemos que el proceso es de atoramiento en los dos núcleos mencionados más un par de ciudades o tres más.

Es lo que veo insano. Más aún en los tiempos de la cibernética que permiten aliviar algunos excesos innecesarios.

 

Creo que el tema es más bien de vitalidad demográfica. ¿Cuántos habitantes permite una España trabajando su sector primario al máximo de su capacidad? No lo sé. Quizá 60 y pico millones. Pon esos 20 millones de más en una serie de poblaciones y ciudades potentes pero pequeñas, de 200 mil máximo pero también muchas más pequeñas, en el eje de Santander a Algeciras, dejamos la megalópolis de Madcelona como está e incluso un pelín más grande, y lo tienes.

Para Iberoamérica creo que podríamos ser algo más ambiciosos, perfectamente creo que el agro suramericano puede dar de comer a 900 o 1000 millones y plantaríamos una "China en el Plata". De hecho a día de hoy China come de lo producido en Suramérica... Es un tema que quiero investigar.

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Cuando habláis de megalópolis no alcanzo a entender realmente a qué os referís ni por qué estimáis que pueda ser algo bueno. Para mi es como hablar de los gigantes míticos de la antigüedad que dominaban a los hombres antes del diluvio. Un mito de la antigüedad, presente no solo en el ámbito bíblico, que sin embargo puede que contenga mucha realidad conceptual actual. Pienso que, al menos en el contexto de nuestra cultura, cualquier ciudad con varios cientos de miles de habitantes, comienza a quedar materialmente fuera de la realidad del ser humano. Todo proyecto humano que separe al hombre de su naturaleza, pienso que es intrínsecamente negativo para su desarrollo y ese tipo de ciudades, no hacen sino eso, separarnos del medio y la naturaleza en el que hemos evolucionado, y por tanto alejarnos de las leyes naturales y la espiritualidad que rigen la condición humana, obligándonos a sobre esfuerzos, labores y desarrollos jurídicos que acaban esclavizando la verdadera naturaleza humana y consecuentemente a la vida en su conjunto.

Soy profundamente contrario a la idea de las megalópolis que se me asemejan a la vieja pretensión de la ciudad del hombre opuesta a la de Dios, y cuyo paralelismo en la naturaleza siempre viene identificado con procesos destructivos.

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Si la megalópolis es un gigante antediluviano, la micrópolis es un duende pagano celtibérico. Países enteramente rurales haberlos haylos pero sencillamente no compiten. Como siempre digo la principal falla del tradicionalismo es que no tiene una teoría de la ciudad. La idea de España se la habrá regalado la izquierda a la derecha, pero la idea de la Ciudad se le está regalando a la izquierda y como digo no es cierta, de Roma a México la Ciudad y el Camino son constituyentes imperiales. Abandonar la Ciudad y echarse al Monte es una característica de la derrota. Desde luego que no pienso en lo hispano como solomonteño, al revés: Ciudad y Monte, por favor. Las dos.

Sobre la naturaleza, quizás aquí todos lo veis antinatural, pero mi propia vida ha tenido mucho que ver con el acero, el queroseno y el cobre y sólo puedo profesar amor, así que así es mi naturaleza (y la de muchos neocarlistas, que son de ciudad). La Ciudad puede ser habitable, sólo hay que saber hacerlo. Y el campo humanizado es tan antinatural para un cavernícola como, supongo, la ciudad para el del campo.

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Implícitamente nos achacas a quienes nos negamos a dejar fenecer el campo el estar por aniquilar la ciudad.

Precisamente señalamos el error que supone dejar hacerlo. Casos como el romano nos señalan que la hipertrofia ciudadana/política acaba haciéndola colapsar.

Y a dónde huye el personal? A otra megapolis? No... precisamente en el interés de la propia ciudad está el no hipertrofiarse.

Nos interesa a todos que se conserven ambos. El camino que llevamos es el del luliputismo del campo, por eso ese es el fenómeno que nos preocupa...pues nos puede abocar a un desastre.

 

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No he sido yo el que hablaba de dilución de nada. Recuerdo que vengo de una región donde la Ciudad ha salvado a España de un campo infestado de nazis.

Por otro lado Alemania no es ejemplo de nada. Destruyeron Viena, la gran ciudad germana y católica al amputarle el imperio. La Kleindeutschland es la Tractoria teutona.

 

Todas las potencias disponen de megalópolis, de bombas nucleares... y de una lengua, una religión, un espacio geopolítico y unos cuantos cientos de millones de habitantes. Alemania es una aldea que vive por la voluntad americana y rusa, los verdaderos imperios.

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En tus respuestas es lo que leo. Esas supuestas salvaciones... no son de la ciudad al campo sino de la propia putrefacción que pestila desde las propias ciudades, podemos empezar por lo más reciente en la propia Barcelona aspirante a centralista de una macroregión mediterránea o de la mismísima debilidad de Madrid que lo ha amparado. En las Vascongadas, la infección nacionalista comenzó por la propia Bilbao. Si la ciudad está podrida, en lugar de liderar sanamente lleva al despeñadero a su territorio asociado. De ahí podemos retrotraernos a la propia debilidad toledana en tiempos visigodos, con su clero colaboracionista y flojo en disciplina doctrinal.

Al campo se tuvo que recluir la pequeña España resistente haciéndose montaraz para poder volver a hacerse fuerte... doscientos años hasta formar un León capitalidad de un reino de cierta relevancia... dos siglos de supervivencia a base de conservar Roma, no en ciudades, sino en toda una red de cenobios rurales... sin poder hablarse de una capitalidad propiamente dicha hasta el siglo XVI pero sí en cambio de una red de pequeñas medianas ciudades muy potente. Resultante es Madrid de una decisión real, lo mismo que la explosión sevillana un reflejo de la misión imperial.

No al revés... Se podrá argumentar lo que se quiera sobre Roma, pero en España la realidad fue inversa. Esa Roma en España no tenía ubicación física en gran urbe central, ni mucho menos un foco, sino que se dispersó físicamente durante siglos y al hacerse fuerte en los diferentes monasterios y villas dió lugar al posterior desarrollo urbano. Es un proceso inverso al que se presupone.

En cuanto a los carlistas, porque no otros son los tradicionalistas, he de decir que mi diagnóstico es precisamente su actual aburguesamiento contradictorio lo que marca su debilidad. No sé qué teoría de la ciudad van a crear...si precisamente su enfermedad radica en el clarísimo aggiornamiento asociado a su reducción a una colección de familias urbanitas hasta la exageración. Han perdido su cordón umbilical con el nervio nacional. Ahora solo tienen cabezapensante, condicionada por la limitación carecer de extremidades. (Si alguno lo lee que se defienda, que quedarse callado es de consentidores)

O el carlismo retoma su dimensión y raigambre rural o muere sin remisión. Eso, como digo, vuelve a no significar quitarle su componente urbano sino recomendarles que recuperen el nervio rural.

Insisto, a medida que España se hipertrofia en atoramiento urbano está cavándose su propia tumba. Tiene que reaccionar YA o YA.

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hace 4 horas, Gerión dijo:

Si la megalópolis es un gigante antediluviano, la micrópolis es un duende pagano celtibérico. Países enteramente rurales haberlos haylos pero sencillamente no compiten. Como siempre digo la principal falla del tradicionalismo es que no tiene una teoría de la ciudad. La idea de España se la habrá regalado la izquierda a la derecha, pero la idea de la Ciudad se le está regalando a la izquierda y como digo no es cierta, de Roma a México la Ciudad y el Camino son constituyentes imperiales. Abandonar la Ciudad y echarse al Monte es una característica de la derrota. Desde luego que no pienso en lo hispano como solomonteño, al revés: Ciudad y Monte, por favor. Las dos.

Sobre la naturaleza, quizás aquí todos lo veis antinatural, pero mi propia vida ha tenido mucho que ver con el acero, el queroseno y el cobre y sólo puedo profesar amor, así que así es mi naturaleza (y la de muchos neocarlistas, que son de ciudad). La Ciudad puede ser habitable, sólo hay que saber hacerlo. Y el campo humanizado es tan antinatural para un cavernícola como, supongo, la ciudad para el del campo.

No sé qué entiendes por micrópolis pero el concepto, tal y como yo lo conozco es el de una ciudad dentro de otra tal cual se configurarían los barrios, gremios o incluso las llamadas tribus urbanas dentro de una gran ciudad. En todo caso si te refieres a los pueblos pequeños, tampoco sé por qué haces esa comparación en el contexto de España pues, basta con ver la extensión de las ciudades españolas para comprobar como nuestro desarrollo urbano nunca ha ido de la mano de las grandes metrópolis sino del aseguramiento de la diversidad y características propias de los núcleos naturales de población, al menos hasta la llegada del absolutismo y posteriormente la industrialización, que han obligado a concentrar el todo en la parte creando esos gigantes que identificaba anteriormente.

Yo no predico que los países deban ser enteramente rurales, lo que digo es que las grandes urbes, por encima de un determinado nivel de habitantes, cercenan el vínculo natural del hombre con su entorno y provocan una realidad artificial sobredimensionada que acaba por artificializar y sobredimensionar al propio ser humano.

No niego que, en el estado actual de cosas, las grandes urbes nos permitan competir con aquellos otros desarrollos (imperios) que actualmente se muestran hegemónicos en el ámbito humano, pero es que la competitividad no es un concepto católico sino protestante, que constituye la base de la actual sociedad individualista en la que cada cual busca su salvación o felicidad personal en competencia con su prójimo. Como es lógico, yo no puedo ser favorable a esa concepción de la vida humana por muy práctica que sea para quebrar la hegemonía protestante ya que, acabaría convirtiéndome en lo que no soy ni quiero ser.

De otro lado, tampoco estoy de acuerdo en que echarse al monte, en el sentido de recuperar los espacios abandonados, sea una señal de derrota. Todo lo contrario, en todo caso sería la derrota de la propia ciudad, incapaz de ofrecer aquello que permite encontrar el sentido de la vida a quienes la abandonan, y que durante milenios ha ofrecido el medio rural junto a las pequeñas ciudades. ¿Qué es la salida del pueblo de Israel de Egipto, en el relato bíblico, sino la manifestación de la derrota de la gran construcción del faraón? O ¿Qué es el mito de Babel sino la manifestación de cómo el hombre pierde su identidad ante el desafío que le supone su propia vanidad intentando alcanzar el cielo? Babel es la gran ciudad, la manifestación de la soberbia humana intentando competir contra su propia dimensión natural, como igualmente Egipto es, en el relato bíblico, la esclavitud que esa soberbia impone a los seres humanos que viven bajo su dominio.

No, no puedo por mi propia naturaleza, ser favorable a esa concepción que no considero siquiera cristiana pues se opone en esencia al mándamiento único de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo, poniendo al hombre a competir contra el hombre por ser Dios, por dominar la tierra. Además, pertenezco a esa clase de hombres que tu denominas "derrotados", por abandonar la ciudad tras cuarenta años de vida en ella. No podría admitir como derrota algo que para mí significa la mayor victoria de mi vida, por haberme permitido conocer a Dios y la realidad de la vida que se oculta más allá de los escritos y las normas de la gran ciudad, y eso que provengo de una ciudad relativamente pequeña de poco más de trescientos mil habitantes, que sin embargo he visto crecer lo suficiente com para advertir la pérdida de identidad que dicho crecimiento conlleva en el sentido común de las gentes.

Insisto en lo que ya he manifestado en otras ocasiones, hay que buscar el punto de equilibrio entre las ciudades y los pueblos ya que son interdependientes los unos de los otros. Pero, tan negativa puede ser la existencia de pueblos semi abandonados por la pérdida de modos de vida, tradiciones y entornos que conlleva, como la de las grandes megalópolis por lo mismo pues, a fin de cuentas son las dos caras de una misma ambición humana, de rechazar la creación para crear así un mundo a su propia imagen y semejanza, es decir, ambas realidades son la consecuencia de la ambición de ser Dios.

No se trata solo de que la ciudad sea habitable, que por supuesto debería serlo, sino de que el propio ser humano lo sea. Quiero decir, para que habite en él, el espíritu que le dota de sentido e identidad; para que more en él la ley natural (la moral) que permite la convivencia, el hombre debe estar conectado con su propia naturaleza y mantener así los vínculos que le significan en la creación ¿Te has parado a pensar si el motivo del materialismo y la falta de fe, no sea precisamente el haber adoptado "una naturaleza de acero, queroseno y cobre" que impide acoger la verdadera naturaleza espiritual del ser?

 


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Por eso muchas veces me he declarado hispanoamericanista, y se me notan los ramalazos panamericanistas antes que españolista o peninsularista (que también). A pesar de que mis raíces estén en Barcelona y Madrid, o mejor dicho, gracias a eso. Si bien es cierto, que la España de la Reconquista fue "reticular", no tanto la América de los imperios indios. Ciudades como México eran colosales para la época. América da la escala, Europa se queda pequeña. Madrid y Barcelona entroncan con la idea de la megalópolis americana por la misma razón. En realidad todas son productos imperiales, o postimperiales. Barcelona es cubana y filipina, andaluza y extremeña antes que interior-catalana, Madrid es multiespañola y multilatina, México es indohispano, Buenos Aires es multieuropeo y con una pizca de hispano. Si pudiera reivindicar un Fuero, reivindico la cosmópolis hispanouniversal.

La Península fue la cuna, América es la madurez. La España peninsular equivale a la pequeña Roma monárquica o la Macedonia de Filipo; las Españas americanas son la Roma triunfante panmediterránea o el Imperio de Alejandro. México, Madrid o Barcelona son nuestras Alejandrías, nuestras Romas tardoimperiales y ahí es donde me encuentro a gusto, donde encuentro mi identidad. Es un tema personal. Como se ve, ni siquiera estoy hablando de competición. Es pura y dura naturaleza urbana, del corazón de un urbanita hispano, constituido, sí, por el queroseno y el cobre tanto como a otros les constituye el Sol del valle.

Pero valoro igualmente el Campo. No he dejado de hacerlo en ningún momento. Creo en el tejido agroindustrial denso y poblado, y no en los desiertos. Simplemente, pongo el acento en lo que creo que falta. En una conversación con progres, a los que les falta la otra pata, me veríais seguramente defendiendo al caballo, al toro y a ese Sol del valle en vez de al Parque zoológico animalista en el que pretenden convertir el campo.

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hace 36 minutos, Gerión dijo:

Por eso muchas veces me he declarado hispanoamericanista, y se me notan los ramalazos panamericanistas antes que españolista o peninsularista (que también). A pesar de que mis raíces estén en Barcelona y Madrid, o mejor dicho, gracias a eso. Si bien es cierto, que la España de la Reconquista fue "reticular", no tanto la América de los imperios indios. Ciudades como México eran colosales para la época. América da la escala, Europa se queda pequeña. Madrid y Barcelona entroncan con la idea de la megalópolis americana por la misma razón. En realidad todas son productos imperiales, o postimperiales. Barcelona es cubana y filipina, andaluza y extremeña antes que interior-catalana, Madrid es multiespañola y multilatina, México es indohispano, Buenos Aires es multieuropeo y con una pizca de hispano. Si pudiera reivindicar un Fuero, reivindico la cosmópolis hispanouniversal.

La Península fue la cuna, América es la madurez. La España peninsular equivale a la pequeña Roma monárquica o la Macedonia de Filipo; las Españas americanas son la Roma triunfante panmediterránea o el Imperio de Alejandro. México, Madrid o Barcelona son nuestras Alejandrías, nuestras Romas tardoimperiales y ahí es donde me encuentro a gusto, donde encuentro mi identidad. Es un tema personal. Como se ve, ni siquiera estoy hablando de competición. Es pura y dura naturaleza urbana, del corazón de un urbanita hispano, constituido, sí, por el queroseno y el cobre tanto como a otros les constituye el Sol del valle.

Pero valoro igualmente el Campo. No he dejado de hacerlo en ningún momento. Creo en el tejido agroindustrial denso y poblado, y no en los desiertos. Simplemente, pongo el acento en lo que creo que falta. En una conversación con progres, a los que les falta la otra pata, me veríais seguramente defendiendo al caballo, al toro y a ese Sol del valle en vez de al Parque zoológico animalista en el que pretenden convertir el campo.

Si por algo se caracterizan los españoles en el nuevo mundo es, junto a su vocación misionera , es por su fiebre pobladora, practicamente no hacen otra cosa que lo que hicieron sus antepasados, fundar poblaciones a donde llegan. La ciudad de México se corresponde con lo que ya era la capital de los mexicas, en cambio el caso de Lima no fue así, pero sí en parte con el de Cuzco o Quito. Las grandes ciudades se coresponden más o menos con las reales audiencias, pero estaban vinculadas con redes de poblamientos españoles e indígenas de vocación tremenda fecundidad. Se ha dicho muchas veces, pero es que no hay parangón posible.

Nadie duda la gran idea del sistema de Reales Audiencias -que también había en España pero evidentemente a otra escala, hablamos de dimensiones incomparables- pero no se puede olvidar que se asentaron sobre una red de poblaciones relativamente tupida y unos sistemas de comunicaciones y correos bastante potentes, como no se cansa de recordarnos Elvira Roca.

Que a todos nos gusta saber que hoy día tenemos a disposición un importante ramillete de ciudades hispánicas que bien coordinada puede hacer las delicias de cualquier persona de mundo. Indudable, y que España tiene dos o tres ciudades con perfil para postularse en esa Liga... pero que no nos desvie esto del sentido de equilibrio. Esa Monarquía era o buscaba ser un concierto que ordenaba desde lo más local a lo más universal. Esta manía dicotómica tiene un punto cuasi determinista maniqueísta. El desequilibrio en cualquiera de las direcciones es fatal, para mi opinión.

PD: temo que no nos lee ningún carlista, con la estopa que les he metido, si hubiera alguno de raza ya habría saltado como un resorte. O no les queda raza o más bien será que no nos lee ni uno en una carambola, jajaja... Por cierto, yo creo que sí tienen una teoría para las ciudades, aunque creo que lo explicarían mejor ellos, no me atrevo a hacer el gamba intentándolo.

 

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Pues fíjate que yo esa figura del neocarlista urbano la valoro muchísimo, casi más que la clásica. La entrega de premios de la CTC a Elvira Roca me sacó una sonrisa por esto mismo.

Sobre lo que comentas, siempre conviene recuperar esa idea tuya que me gustó mucho de la Gradación. Recuperada quizá de lo de Vázquez de Mella y su sentido político democrático, aristocrático y foral, quizá traída de la mera idea de la Santísima Trinidad (que se puede interpretar, a ojos de un tipo como yo como la Santísima Gradación). Pero Gradación yo la entiendo como valoración panescalar o todas las escalas, no sólo en un sentido emergentista, también "sumergentista" si se me permite el palabro (de la aldea extremeña a la ciudad mexicana y de la ciudad mexicana a la ciudad española y de vuelta a la aldea extremeña); en lo político lo que acabo de comentar, en lo filosófico-físico-metafísico la material, la costumbrista, la ideal y religiosa, y en lo territorial es la aldea, la ciudad pequeña y la megalópolis.  No es fácil ser capaz de poner toda la maquinaria a funcionar. La gente suele tirar a valoraciones reduccionistas o extremistas, la Modernidad va de esto, de reducir todo a una escala, la que sea del gusto (nazis-biológica, separatistas-cultural, masonería-ideal...), está por crear la Modernidad panescalar que sería una vuelta a esa Gradación.

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hace 1 hora, Gerión dijo:

Por eso muchas veces me he declarado hispanoamericanista, y se me notan los ramalazos panamericanistas antes que españolista o peninsularista (que también). A pesar de que mis raíces estén en Barcelona y Madrid, o mejor dicho, gracias a eso. Si bien es cierto, que la España de la Reconquista fue "reticular", no tanto la América de los imperios indios. Ciudades como México eran colosales para la época. América da la escala, Europa se queda pequeña. Madrid y Barcelona entroncan con la idea de la megalópolis americana por la misma razón. En realidad todas son productos imperiales, o postimperiales. Barcelona es cubana y filipina, andaluza y extremeña antes que interior-catalana, Madrid es multiespañola y multilatina, México es indohispano, Buenos Aires es multieuropeo y con una pizca de hispano. Si pudiera reivindicar un Fuero, reivindico la cosmópolis hispanouniversal.

La Península fue la cuna, América es la madurez. La España peninsular equivale a la pequeña Roma monárquica o la Macedonia de Filipo; las Españas americanas son la Roma triunfante panmediterránea o el Imperio de Alejandro. México, Madrid o Barcelona son nuestras Alejandrías, nuestras Romas tardoimperiales y ahí es donde me encuentro a gusto, donde encuentro mi identidad. Es un tema personal. Como se ve, ni siquiera estoy hablando de competición. Es pura y dura naturaleza urbana, del corazón de un urbanita hispano, constituido, sí, por el queroseno y el cobre tanto como a otros les constituye el Sol del valle.

Pero valoro igualmente el Campo. No he dejado de hacerlo en ningún momento. Creo en el tejido agroindustrial denso y poblado, y no en los desiertos. Simplemente, pongo el acento en lo que creo que falta. En una conversación con progres, a los que les falta la otra pata, me veríais seguramente defendiendo al caballo, al toro y a ese Sol del valle en vez de al Parque zoológico animalista en el que pretenden convertir el campo.

Pero es que no se trata de elegir entre el sol del valle o el cobre y el acero, sino precisamente lo que hay más allá de ambos, es decir, el espíritu que se manifiesta en la armonía natural de las cosas, en el orden implícito en la creación donde todo está dispuesto para un bien mayor, cosa que en la urbe es más dificil distinguir, tanto más en la medida en que en ésta confluyen más y más intereses contrapuestos.

Cuando hablo de naturaleza no me refiero a los árboles, las montañas y las puestas de sol, todo muy bello y evocador, sino al orden natural reflejo de la ley interior que dota de verdadera identidad al ser humano. Uno puede encontrar cientos, miles de identidades en donde verse reflejado, tanto en el campo como en la ciudad, pero eso no tiene porqué dejar de ser un espejismo que nos prive de nuestra auténtica identidad como hijos de Dios: como seres dependientes de un ser supremo y creador. A eso es a lo que me refiero.

Los diez mandamientos bíblicos, o el mandamiento único del amor no son solo normas de vida de un pueblo o sociedad concretos sino la manifestación expresa de la ley natural que rige la vida y el orden de todo cuanto existe, y que es muy dificil entender cuando el espíritu vive separado de la carne. En el fondo, a mi entender, la gran ciudad no deja de ser la manifestación triunfal y al mismo tiempo fallida de la concepción gnóstica de la vida donde la carne, es decir la naturaleza, supone la prisión del espíritu que le impide conocer la naturaleza última de su ser. El hombre debe separarse de la naturaleza para alcanzar el conocimiento oculto de la iluminación, y así abandona la naturaleza y se interna en su propia ciudad, su mundo.

De hecho, el concepto de la gran ciudad moderna comparte mucho con el gnosticismo. Como en este, el conocimiento oculto de las cosas se halla en las ciudades, en sus universidades y centros de poder a los que solo acceden los elegidos. Mezcla como áquel gran cantidad de doctrinas y conceptos provenientes de todos aquellos flujos diversos que se suman en la ciudad, y que supuestamente desvelan un conocimiento superior y más elevado de la vida. La naturaleza, como el cuerpo, es un lastre que impide la iluminación y en último término la salvación, tal como resulta pretender ser el abandono del mundo rural por la falsa felicidad de los conocimientos y placeres que proporciona la ciudad. Las sociedades más increyentes están en las grandes ciudades, donde a menudo se concibe a Dios como el origen de los males humanos por haber sido motivo de guerras e imposturas, tal como el gnosticismo concibe a Yaveh como culpable del mal por haber realizado la creación del mundo material. También la ciudad está regida por una una enorme jerarquía de seres que la gobiernan, tal cual concibe el gnosticismo la jerarquía de seres que gobiernan lo creado, llegandose incluso a establecer un paralelismo entre el poder soberano de la democracia y la visión gnóstica de la divinidad formada por la multitud de los seres espirituales. Otro paralelismo es la visión negativa de la procreación que, para los gnósticos esclaviza al ser humano en la prisión material del universo impidiéndole su iluminación, y para los urbanitas impidide sencillamente su realización humana, aunque en este caso el rechazo del sexo ha mutado por su utilización, al margen de la procreación, como vía de conocimiento. La ciudad también niega la muerte expiatoria del Hijo de Dios, quien para el urbanita medio solo es el ejemplo de un buen hombre, aunque fácilmente superable por sus propios medios y conocimientos, y que decir tiene que la esperanza de la resurrección, desaparece en la medida que crecen las ciudades y la incertidumbre de la muerte se ve inundada por las explicaciones pseudognósticas que su ciencia ofrece.

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hace 17 minutos, Gerión dijo:

Pues fíjate que yo esa figura del neocarlista urbano la valoro muchísimo, casi más que la clásica. La entrega de premios de la CTC a Elvira Roca me sacó una sonrisa por esto mismo.

Sobre lo que comentas, siempre conviene recuperar esa idea tuya que me gustó mucho de la Gradación. Recuperada quizá de lo de Vázquez de Mella y su sentido político democrático, aristocrático y foral, quizá traída de la mera idea de la Santísima Trinidad (que se puede interpretar, a ojos de un tipo como yo como la Santísima Gradación). Pero Gradación yo la entiendo como valoración panescalar o todas las escalas, más que en un sentido emergentista, también "sumergentista" si se me permite el palabro; en lo político lo que acabo de comentar, en lo filosófico-físico-metafísico la material, la costumbrista, la ideal y religiosa, y en lo territorial es la aldea, la ciudad pequeña y la megalópolis. 

Buff, te ha salido el argentino que llevas dentro... traduce del rioplatense, jaja.

He de reconocer que esa gente de CTC está moviéndose para reconformar un movimiento carlista por reclutamiento de jóvenes católicos (no recuerdo quién había dicho lo de dame un buen católico que yo haré de él un carlista...no sin cierta soberbia). Parece gente bastante sana. Ahora bien, les falta la raza esa que aportó el soldado rural gracias a la cadena de transmisión de la pequeña nobleza pueblerina. Ese fue el secreto del requeté Navarro que tanto empuje dió en determinadas fechas.

Esta suave gente carlista urbana, desde luego que aporta un gran nivel imprescindible... pero mal ejército en el que solo hay mandos altos y medios. Oye, que lo mismo están en un proceso largo de generación de una élite carlista urbana... y no va a quedar la cosa en una especie de nueva tribu urbana con su toquecillo original. Algún sustituto tendrán que encontrar en las clases urbanas más populäres equivalente al músculo que en su día dió la gente de campo.

Digo yo que por algún lado andará el genio que los caracterizara en otros tiempos. Reconozco que a mí también me ha dejado un poco patidifuso el compangueo con la ateísima liberal Dª Elvira, lo mismo que en su día me llamó la atención la condición no sé si hijo o nieto de masón que comentara en cierta ocasión el Señor Barraycoa.

No continué con mi anterior curiosidad por la antropología social de los actuales carlistas pero sospecho que se han ido reconcentrando en círculos o clubs sociales en capitales como Madrid, bien posicionados y quizás sin los ardores guerreros que pudieran comprometer ese bien estar que su buena formación les proporciona. 

Nunca la he perdido pero la tengo algo apagada. A ver si alguien nos puede dar una orientación, igual Hispano los tiene algo más tratados. Por supuesto que no me refiero a los usurpadorzuelos que pretenden hacerles la entrada sino a los patanegra.

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Hubo un tiempo, hace mucho, mucho ? en el que la Ciudad era un nido de católicos (sí, esa Toledo goda también, o la Sevilla de Isidoro, el Santo no el otro), esa Bética urbanizada hasta los topes cristianizándose la primera, y mientras, teníamos a paganos creyendo en mujeres-serpiente en todas las Serranías de los espesísimos bosques del Centro y el Norte. 

Los carlistas urbanos me recuerdan a esos béticos y toledanos. Oye, que a lo mejor hay que irse muy atrás en el tiempo, pero ahí tenemos a Gustavo Bueno diciendo que la idea imperial hispana es descendiente directa del mismísimo Constantino.

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      Una vez más, por aprecio a estos amigos dejo solo el enlace para enviar las visitas a la fuente.

      Solo comento la foto que ponen de un congreso internacional identitari que hubo un México. Ahí se plasma el cáncer que han supuesto y parece que aún sigue suponiendo aquella enfermedad llamada CEDADE. En dicha foto veo al ex-cabecilla de CEDADE, Pedro Varela -uno de esos nazis que se dicen católicos- junto a Salvador Borrego -que si bien no era nazi, de hecho es un mestizo que además se declara hispanista y favorable a la mezcla racial propiciada por la Monarquía Católica,  sí que simpatizó con ellos por una cuestión que quizá un día podamos comentar- uno de los "revisionistas" más importante en lengua española, así como el también mexicano Alberto Villasana, un escritor, analista, publicista, "vaticanista" con gran predicamento entre los católicos mexicanos, abonado totalmente a la errática acusación contra el papa Francisco... posando junto a tipos como David Duke, ex-dirigente del Ku Kux Klan, algo que lo dice todo.

      Si mis rudimentarias habilidades en fisonomía no me fallan, en el grupo hay otro español, supongo que también procedente del mundillo neonazi de CEDADE.

      Imaginemos la corrupción de la idea de Hispanidad que supone semejante injerto, semejante híbrido contra natura.

      Nuestra querido México tiene la más potente dosis de veneno contra la hispanidad, inyectado en sus venas precisamente por ser un país clave en ella. Es el que otrora fuera más próspero,  el más poblado, también fue y en buena parte sigue siendo muy católico, esta en la línea de choque con el mundo anglo y... los enemigos de nuestra Hispanidad no pueden permitir una reconciliación de ese país consigo mismo ni con la misma España, puente clave en la necesaria Reconquista o reconstrucción. Si por un lado está infectado por el identitarismo amerindio -el indigenismo- por el otro la reacción está siendo narcotizada por un identitarismo falsohispanista, falsotradicionalista o como queramos verlo, en el cual CEDADE juega, como vemos, un factor relevante.

      Sin más, dejo ahí otra vez más mi sincera felicitación al autor de ese escrito. Enhorabuena por su clarividencia y fineza, desde luego hace falta tener personalidad para ser capaz de sustraerse a esa falsa polarización con que se está tratando de aniquilar el hispanismo.

       





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    • La libertad sexual conduce al colapso de la cultura en tres generaciones (J. D. Unwin)
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    • Traigo de la hemeroteca un curioso artículo de José Fraga Iribarne publicado en la revista Alférez el 30 de abril de 1947. Temas que aborda: la desastrosa natalidad en Francia; la ya muy tocada natalidad española, especialmente en Cataluña y País Vasco; las causas espirituales de este problema, etc.

      Si rebuscáis en las hemerotecas, hay muchos artículos de parecido tenor, incluso mucho más explícitos y en fechas muy anteriores (finales del s. XIX - principios del s. XX). He traído este porque es breve y no hay que hacer el trabajo de escanear y reconocer los caracteres, que siempre da errores y resulta bastante trabajoso, pues ese trabajo ya lo ha hecho la Fundación Gustavo Bueno.

      Señalo algunos hechos que llaman la atención:

      1) En 1947 la natalidad de Francia ya estaba por los suelos. Ni Plan Kalergi, ni Mayo del 68, ni conspiraciones varias.

      2) Pero España, en 1947 y en pleno auge del catolicismo de posguerra, tampoco estaba muy bien. En particular, estaban francamente mal regiones ricas como el País Vasco y Cataluña. ¿Será casualidad que estas regiones sean hoy en día las que más inmigración reciben?

      3) El autor denuncia que ya en aquel entonces los españoles estaban entregados a una visión hedonística de la existencia, que habían perdido la vocación de servicio y que se habían olvidado de los fines trascendentes. No es, por tanto, una cosa que venga del Régimen del 78 o de la llegada al poder de Zapatero. Las raíces son mucho más profundas.

      4) Señala que el origen de este problema es ético y religioso: se ha perdido la idea de que el matrimonio tiene por fin criar hijos para el Cielo. Pero también se ha perdido la idea del límite: las personas cada vez tienen más necesidades y, a pesar de que las van cubriendo, nunca están satisfechas con su nivel de vida.

      Este artículo antiguo ilumina muchas cuestiones del presente. Y nos ayuda a encontrarle solución a estos problemas que hoy nos golpean todavía con mayor fuerza. Creo que puede ser de gran provecho rescatar estos artículos.
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    • En torno a la posibilidad de que se estén usando las redes sociales artificialmente para encrespar los ánimos, recojo algunas informaciones que no sé sin son importantes o son pequeñas trastadas.

      Recientemente en Madrid se convocó una contramanifestación que acabó con todos los asistentes filiados por la policía. Militantes o simpatizantes de ADÑ denuncian que la convocó inicialmente una asociación fantasma que no había pedido permiso y cuyo fin último podría ser provocar:

      Cabe preguntarles por qué acudieron a una convocatoria fantasma que no tenía permiso. ¿Os dais cuenta de lo fácil que es crear incidentes con un par de mensajes en las redes sociales?

      Un periodista denuncia que se ha puesto en marcha una campaña titulada "Tsunami Español" que pretende implicar a militares españoles y que tiene toda la pinta de ser un bulo de los separatistas o de alguna entidad interesada en fomentar la discordia:

      El militar rojo que tiene columna en RT es uno de los que difunde la intoxicación:

      Si pincháis en el trending topic veréis que mucha gente de derechas ha caído en el engaño.

      Como decía, desconozco la importancia que puedan tener estas intoxicaciones. Pero sí me parece claro que con las redes sociales sale muy barato intoxicar y hasta promover enfrentamientos físicos con unos cuantos mensajes bien dirigidos. En EEUU ya se puso en práctica lo de citar a dos grupos contrarios en el mismo punto para que se produjesen enfrentamientos, que finalmente ocurrieron.
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    • Una teoría sobre las conspiraciones
      ¿A qué se debe el pensamiento conspiracionista que tiene últimamente tanto auge en internet? Este artículo baraja dos causas: la necesidad de tener el control y el afán de distinguirse de la masa.
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