Sí podría plantearse una nacionalidad honoraria panhispánica o iberoamericana, para académicos, emprendedores, o gentes con un perfil de méritos determinado, con ciertas facilidades para el movimiento y el trazado de proyectos, redes, conexiones, etcétera. Un documento de prestigio que tenga atribuciones y ventajas muy estudiadas. Quizás puede darse este documento a todos los nacionales iberoamericanos, pero con un sistema o escala de puntos, y sólo con muchos puntos de méritos consigues los máximos beneficios.
Pero no meter gente a capazos, eso ya se hizo en España en el 1999-2006 y si bien el país lo aguantó hasta cierto punto sin el problema que vemos en Europa (nuevamente, vemos el proyecto contrapuesto de Euramérica contra Euráfrica), no es para nada recomendable. España no metió a sus 300 mil aliados tlaxcaltecas en los pueblos castellanos.
Ocurriría lo contrario, rechazo de la idea hispánica, igual que meter a cien mil guiris borrachos no hace bien a la idea de Europa.
Este tipo de cosas sólo sería planteable en el caso de una igualdad efectiva entre salarios, seguridad, desarrollo, etcétera entre unas zonas y otras de la Hispanidad, lamentablemente estamos lejos de eso.