He estado toda la semana en el núcleo de la movida y alrededores, y además me conozco bastante bien el tema por otras anteriores. Desde luego es cierto que hace falta una mejor gestión del agua y que muchas cosas se podrían haber evitado de haberse resuelto los problemas con anterioridad porque, a pesar de que los "calentólogos" estén ahora disfrutando como enanos, señalando al cambio climático como causa de la tragedia y utilizando la catástrofe para hacer su negocio político, en realidad este tipo de catástrofes son bastantes habituales en esta zona y hay registros escritos de hechos similares y periódicos, al menos desde el siglo XIII. La última de una envergadura similar fue la que vivimos en 1987, porque la pluviometría del clima mediterráneo es así, con lluvias torrenciales seguidas de largos periodos de sequía.
Después de aquella gran inundación, se hicieron unas costosísimas obras de encauzamiento y mejora del cauce del Segura y de las ramblas adyacentes, que durante algunos años han evitado nuevas tragedias, pero es evidente que no han bastado para controlar una avenida de estas magnitudes. Ha llovido torrencialmente durante varios días seguidos, sobre una extensión muy grande de terreno, prácticamente toda la cuenca del Segura. Yo no se si realmente es posible retener toda esa cantidad de agua porque, una vez que el río entra en la vega, todo es llano y no hay posibilidad de embalsarla, y desde el pueblo de Blanca hacia arriba, todo está ya bastante regulado y poblado, con lo que pocas presas más se podrían hacer. Como digo, es una cuestión muy compleja y difícil de evitar cuando se cae literalmente el cielo como ha ocurrido esta semana.
Un ingeniero de caminos me comentaba el otro día que la solución, al menos en el caso de Orihuela, pasaría por desviar el cauce fuera de la población, como hicieron en Valencia y en otros sitios en su día. De todas formas eso también puede fallar porque, gran parte del terreno y pueblos inundados, lo están porque el cauce artificial que se le hizo al río para evitar inundaciones, ha cedido ante la inmensidad de la avenida y, como a excepción de las roturas, el resto del río sigue encauzado mediante paramentos de hormigón, el agua de la inundación no puede volver al cauce original y ahora hay que esperar a que se filtre o evapore, demorando aún más la vuelta a la normalidad. La orografía del terreno en definitiva, es el principal problema.
Otro de los problemas graves que han habido, es el abandono de muchas costumbres y usos rurales. Por ejemplo, tradicionalmente la caña que crece en veredas y cauces, se utilizaba para la agricultura y la construcción. Era toda una industria manufacturera local que mantenía limpio el río pero ahora, con el auge del plástico, ese uso ha sido abandonado y ahora los cauces están hasta arriba de cañas que la riada ha arrancado, taponado luego los pasos estrechos y los puentes, y provocando roturas e inundaciones. Tampoco la administración ha invertido en mantener limpios los cauces como antaño, por la presión de los ecologistas que no quieren que se altere el ecosistema del río, y porque los presupuestos se han destinado a gilipolleces menores que a la larga incrementan las deudas municipales pero no salvan vidas.
De igual forma ocurre con las ramblas y azudes (canales de redistribución del agua para el riego) porque, tras haber entubado buena parte de la distribución del agua para controlar el gasto, se han abandonado y están en gran medida colapsados de maleza, basura, escombros y todo tipo de impedimentos al agua, que han ocasionado tapones e inundación en muchos puntos.
Ni que decir tiene también el hecho de que, en la comarca de la vega baja, sobre todo por la parte de la desembocadura, la presión urbanística es brutal y lo que antaño eran huertas, ramblas y veredas, hoy son urbanizaciones y terrenos asfaltados, que han ayudado aún más a que corriese el agua como si no hubiera un mañana hacia las poblaciones, en lugar de filtrarse en el terreno y acabar en el río como antaño. Por no hablar de las construcciones hechas directamente en las zonas inundables del cauce. En esto el tandem PP-PSOE tiene la mayor parte de la responsabilidad porque, han sido los que principalmente han gestionado el urbanismo de todos esos pueblos durante décadas, que a la postre es una de las zonas con mayor número de casos de corrupción política en los juzgados.
El tema desde luego da para mucho y si bien pienso que es inevitable la inundación cuando llueve de la manera que lo ha hecho en estos días, desde luego las tragedias y las pérdidas humanas y materiales, si que podrían haberse evitado con una mejor gestión administrativa y una revalorización de viejos usos y costumbres que antaño mantenían vivo el río y la cuenca.