Paloma Hernández está relacionada con la Escuela de Oviedo y se nota la influencia de Elvira Roca.
Voy a hacer una crítica de ambos, me lo voy a permitir, a pesar de que con ellos he aprendido más que con otros autores, porque sus errores los arrastran muchos de esta muy deseada y muy querida por mí nueva ola hispanista, que hemos de mejorar y ajustar y por eso escribo esto.
Hay que tener en cuenta que Oviedo y Asturias están, desde hace ya tiempo, consumidos por el marxismo socialista, siendo una especie de Cuba cantábrica. A veces casi parece que la Industria ha sido una desgracia histórica para las mentes de los hombres, igual que el Latifundio, una es la Enfermedad del Norte y otra la del Sur, pero en fin. Sigo.
Toda la Escuela de Oviedo ha mamado así una enorme influencia marxista de la que están aún en proceso de depuración. Gustavo Bueno fue el primero que se dio cuenta del engaño, ante la caída de la URSS. Siguen empleando el término de materialismo filosófico para referirse a ellos mismos, término con evidentes influencias del materialismo dialéctico (Diamat) marxista, una bazofia de filosofía destructiva hasta el corvejón, y diría viendo sus conferencias y escritos que ellos mismos lo saben, pero les cuesta cortar amarras del todo. Siguen estudiando el Diamat horas y horas y revisando viejos textos marxistas, cosa que se podrían ahorrar.
Esto les lleva a establecer un paralelismo entre el imperio soviético y el imperio español, metiéndolos en esa pluralidad que son los "imperios generadores" y quizás un reflujo a partir de aquí es valorar a Rusia. Es parte de su origen. Mi llamamiento aquí, si alguien me lee, es que destruyan ya por completo esa nave de marca soviética, que la quemen. Sólo tiene sentido tener ese "camino" para intentar recuperar a los cubanos y a algunos bolivarianos descarriados que pueden llegar a tener una teoría de la Patria grande. También para nuestros asturianos y nuestros andaluces. Ese camino "sovietohispánico" ha de ser auxiliar, no esencial.
Por el lado de nuestra peculiar Juana de Arco, Elvira Roca, igualmente hay que estudiar su origen. Masónico, ateo, etcétera, todo reconocido por ella misma, origen a pesar del cual ha salido de forma espléndida. Se nota su influencia y regusto por lo francés por su educación, aunque les ponga a parir como debe ser, y su admiración por EEUU y Rusia por su biografía (viajes, trabajar allí, etc.). Creo que hay que aprender a diferenciar biografía o querencias por la Verdad misma. No critico este origen, cada uno tenemos el nuestro, pero sí se deja entrever en algunos "dejes" como el de poner a todos los imperios en el mismo lugar, cosa que es un calco del muy masónico poner a todos los dioses en el mismo sitio. De esta forma el imperio español se degrada al mezclarse con todos lo demás (nuevamente, pluralidad de imperios, mismo fallo que los de Oviedo), y de igual forma el Dios cristiano se degrada al mezclarse con Osiris, Alá y Buda en las logias, haciendo así que destaque en los grados superiores el mismísimo Lucifer.
Le diría algo parecido, la mera idea de Imperio o de conmensura universal es una idea cristiana, surge en tiempos de Roma y es ejercitada globalmente por España y por ninguno más. Todos los demás son depredaciones de aquel intento nuestro. No hay pluralidad de imperios, no hay imperioS y menos depredadores, tampoco hay imperios generadores, sólo hay Un Imperio y es Generador porque no puede ser otra cosa, hay unicidad, la Mona-Arquía-Universal, Único Orden Universal.
Una idea límite, correcto, pero Una, igual que sólo hay un horizonte, y hasta la fecha la única estructura que ha mirado a ese horizonte directamente y además ha caminado más lejos hacia él, es la nuestra. Recordemos que Felipe II señoreaba todas las tierras y mares (se olvida mucho esto de los mares, todos los Océanos se consideraban mares cerrados, mare clausum, propiedad del Rey de España) de ambos hemisferios, sobre las Españas y nominalmente también sobre todo aquello que no fuera cristiano, mientras que su tío Fernando era el Emperador de los cristianos. Entre uno y otro cubrían el 100% del Orbe. Ni un centímetro fuera. No ha habido una doble titulación así desde entonces con ese alcance. El Presidente de EEUU no se ha proclamado Señor de la Conquista de China ni Garante del Océano Pacífico (aunque se ejerza parcialmente este tipo de cosas en la práctica). Al revés, la retórica es de respeto entre naciones y de aguas internacionales.
Esto es así porque todas las naciones modernas surgen del concierto internacional de Westfalia, que precisamente anula la idea de Imperio. No hay Imperio ni habrá hasta que se anule el orden de Westfalia, que está implícito hasta en la Declaración de los DDHH.