Al hilo del excelente artículo de Mundo Republiqueto, comentaba yo que la cúpula nacionalsocialista profesaba un deísmo con injertos de elementos gnósticos, neopaganos y de religiones orientales. Pero hay influencias que olvidé mencionar:
1. La religión monista de Haeckel, aunque en verdad era un materialismo radical al que su enloquecido fundador le dio un aire pseudorreligioso. Copio una breve síntesis:
CitaHan sido varios los estudios que han explorado la dimensión religiosa del nazismo y de su antecedente ideológico inmediato, el movimiento völkisch (traducible por «nacionalismo étnico»), que había nacido en Alemania como reacción a la Revolución francesa y que adquirió un profundo arraigo entre las clases educadas conservadoras tras la unificación nacional de 1871. El objetivo del movimiento völkisch era profundamente antisemita y buscaba la unificación también biológica y racial de los alemanes. Confluyó en él el monismo del biólogo Ernst Haeckel, una especie de «religión de la naturaleza» posteriormente adoptada por el nazismo, en la que el ser humano se diluye en una cadena sin fin de leyes naturales totalmente ajenas a su control y que ocupan el espacio de trascendencia comúnmente reservado a Dios. El monismo cree en una fuerza vital que reside tanto en los organismos vivos como en la materia; Dios pasa a ser la misma naturaleza y deviene así en un ser intramundano, cuya manifestación más elevada es la sangre aria. Se trata de una forma sucedánea de religión que ha renunciado a la trascendencia, pero que, a cambio, cree poder apoyar sus creencias sobre una base científica y, por tanto, supuestamente incontestable. El darwinismo social más extremo forma parte de este conglomerado de ideas absorbidas por el nazismo.
Revista de Libros: «El enigma de los nazis cultos» de Rosa Sala Rose
El otro día vi precisamente una cita de Himmler en la que atacaba al cristianismo por separar el alma del cuerpo, cuando en realidad sólo existía el cuerpo, o sea, la pura materia. Lamentablemente no he sido capaz de volver de encontrar esa cita. Haeckel fundó una Liga Monista que defendía este tipo de ideas. La citada Liga tuvo gran popularidad en Alemania y se metía en toda clase de materias, incluidas la filosofía, la política y la religión.
Por cierto, de Haeckel, el padre de la ecología, y de lo mucho que inspiró al progresismo y a la izquierda hablamos largo y tendido en este hilo.
2. El intento de crear una religión propia. Esto sucedió parcialmente con los Cristianos Alemanes, una rama que consiguieron escindir de la iglesia protestante. Eliminaban el Antiguo Testamento (por cierto, rasgo común con importantes gnósticos como Marción), decían que Jesús era ario, y en general usaban a Jesucristo como mero comparsa de una religión de la raza aria. Pero a algunos les parecía un intento poco ambicioso y querían ir más allá. En realidad era un apaño temporal para ir llegando progresivamente a una religión totalmente nueva en que la que se eliminase definitivamente toda referencia al cristianismo (considerado judío) y que entroncase exclusivamente con el paganismo germánico, donde la raza y el führer estarían en el centro del culto. La cosa no pasó de meras elucubraciones, pero realmente había dirigentes que acariciaban esos disparatados planes en sus ensoberbecidas mentes. En la posguerra, diversos grupos neonazis sistematizaron esas ideas que se habían expresado sobre todo en ámbitos privados y crearon verdaderos cultos religiosos en torno a la figura de Hilter. Por ejemplo, ahora mismo recuerdo a un chalado inglés, a una griega casada con un hindú y a un marine americano, pero seguro que hay más que crearon sectas de este tipo. Como no había continuidad orgánica con los líderes nazis, no podemos atribuir enteramente estos disparates de posguerra al nazismo, pero lo cierto es que partían de desarrollos previos de algunos jerarcas, mientras que organizaciones que presumían de ortodoxas (y, para mayor escarnio, de católicas), como CEDADE, difundían tales planteamientos en sus publicaciones.
En resumen: deísmo (gnosticismo + neopaganismo germánico + hinduismo + monismo + religión propia) que desemboca en ateísmo.
No obstante, hay que tener en cuenta que muchos de los líderes habían sido bautizados en alguna de las iglesias cristianas y que el programa de los años 20 hablaba de un "cristianismo positivo". Aunque esa etiqueta de "positivo" era la argucia perfecta para moldear una religión al propio gusto, tomando del cristianismo sólo lo que les convenía.
Aclaro que ni mucho menos soy un experto en el tema, ya que durante largo tiempo he rehuido los libros serios de esas temáticas por pensar que estaban excesivamente manipulados y porque no me interesaba demasiado el asunto. Así que lo mío es sólo una opinión que será bueno confrontar con un estudio serio y minucioso del tema.
Ahora bien, ¿por qué si los líderes nazis manejaban estas ideas no se tomó conciencia clara en Occidente del carácter no cristiano del nacionalsocialismo? Hombre, lo cierto es que las ideas más delirantes no solían expresarlas en público. Procuraban no soliviantar en exceso a la Iglesia católica y a la protestante, pues sabían que por ahí podían perder la batalla. Pero en los textos dirigidos a las SS las cosas estaban mucho más claras. Y esos textos sólo se conocieron después de la guerra. Aunque ciertamente en los libros de Rosemberg ya estaba claro el tema si alguien entendía el alemán.
Distingo varios periodos en la percepción del peligro pagano latente en la ideología nacionalsocialista por parte de las derechas:
Antes de su llegada al poder.- Varios obispos alemanes señalaron el carácter pagano del nacionalsocialismo y llegaron a lanzar alguna excomunión. Pero esta información llegaba a duras penas a la prensa española. Desde luego, había publicaciones españolas que hablaban ampliamente de la ola neopagana que se vivía en la Alemania de Weimar, aunque no la circunscribían al NSDAP. Era una cosa que flotaba en el ambiente y que afectaba a muchos más partidos y movimientos, no necesariamente de derechas.
De 1933 a 1936.- El inicial pacto con un católico del Zentrum y el Concordato que firmaron nada más llegar al poder hicieron que se olvidaran esas acusaciones de la década anterior, que de todas formas no habían sido muy aireadas. También muchos en las derechas, inclusive en el campo específicamente católico, eran capaces de perdonar esa tara pagana con tal de que sirviese para frenar al comunismo. Pero no faltó gente que avisó de ese carácter pagano del nacionalsocialismo en la prensa carlista y en la prensa falangista. También se denunció en la prensa fascista de Italia, que hasta 1938 veía con muy malos ojos a Alemania. El escritor Eugenio Montes, que participó en la fundación de la Falange, escribió unas crónicas para ABC desde Alemania en las que avisaba sutilmente de ese peligro pagano a los lectores españoles. La Iglesia incluyó en el Index un libro infernal de Rosemberg. Hay que tener en cuenta que en este periodo el nacionalsocialismo no había mostrado todavía su peor cara: no había aprobado todavía las leyes raciales, no había dado vía libre a la eutanasia, no había llevado a cabo grandes matanzas, no se había lanzado a la guerra, no había arrasado la Iglesia polaca y no había tenido los peores enfrentamientos con las autoridades eclesiásticas.
De 1936 a 1945.- Con la Guerra Civil se oscurece un poco la percepción del paganismo. Cuando el peligro son los rojos, no está el cuerpo para hablar de los nazis. Puesto que la España nacional había recibido ayuda militar de la Alemania, se evitó acusarla de pagana en la prensa. Periódicamente se publicaban artículos en los que la Falange y el Régimen rechazaban el racismo, por considerarlo pagano y antiespañol, aunque procurando no señalar directamente a Alemania. Un obispo español escribió una carta en la que denunciaba el carácter pagano del nacionalsocialismo, pero Franco prohibió su difusión, intuyo que para evitar disensiones y problemas internos en momentos complicados para todos. Por los mismos motivos, los lectores de la España nacional tampoco tuvieron acceso a la encíclica Mit Brennender Sorge de 1937. Hay que recordar que para esa fecha los principales dirigentes falangistas habían sido asesinados o encarcelados. A los católicos españoles les faltaba mucha información. Pío XI había preparado una encíclica en la que condenaba explícitamente el racismo (se puede traer al foro si interesa), pero falleció al poco tiempo y Pío XII la guardó en un cajón y relajó durante un par de años las relaciones con las autoridades alemanas por entender que era la mejor táctica para apaciguarlas.
De 1945 a 1975.- Una vez que Alemania es derrotada, se empieza a hablar en la prensa española de los crímenes del régimen nacionalsocialista y de su carácter pagano de forma bastante abierta, incluso por boca del mismo Franco. Aunque también es verdad que no se hace excesivo alarde del tema y la crítica no cae en los típicos excesos pro-Aliados que todos conocemos por lo menos hasta los años 60. Pero también a partir de esos años se empiezan a inyectar, un poco de estrangis, ideas revisionistas procedentes de Europa y de EEUU a través de grupos marginales tipo CEDADE, que fueron bastante más reprimidos por el franquismo que por la subsiguiente democracia. No obstante muchas de esas ideas revisionistas prendieron también en grupos integristas y neofascistas por el vínculo antisemita, sobre todo a partir de la democracia. Enturbian bastante el tema dos autores de la Nueva Derecha que escribieron un best-seller sobre el carácter ocultista del nazismo, exagerando bastante el asunto y con la intención secreta de fomentar ese tipo de ideas más que de censurarlas. Claro, también alguna gente razonable, al leer esos excesos, se preguntaba si no sería parte de la propaganda de guerra. La cosa se lía bastante.
De 1975 a 1996.- Aunque la mayoría de católicos tiene claro que el nazismo es más pagano que cristiano, y que una ideología así no pinta nada en España, CEDADE y otras formaciones de ese estilo llevan a cabo una intensa agitación -con más medios que ningún otro grupo- que siembra dudas importantes en algunos católicos de derechas. Otros grupos callejeros llenan las paredes de España de pintadas neonazis (raro el pueblo o el barrio que no tenía varias). Muchos católicos, por el tema de la División Azul y de cierta vinculación inicial del franquismo con la Alemania nazi, se resisten a creer que pudiesen ser ciertos algunos extremos. En parte porque es lógico pensar que se ha exagerado un tanto el asunto por la propaganda de guerra. También juegan a favor de esas ideas revisionistas y de la tendencia a ocultar el carácter pagano del nacionalsocialismo: un erróneo sentimiento de camaradería, que considera a CEDADE como "uno de los nuestros" sólo porque Alemania ayudó en su día al bando nacional o sólo porque el máximo dirigente de esa formación asegura ser católico; una inmoral tendencia a hacer la vista gorda con los pecados y transgresiones de "los nuestros"; una mentalidad de asedio que llevaba a hacer piña con todos los que se opusieran al comunismo; una tendencia al complotismo para explicar todas las realidades que era típica en ambientes integristas, que además tenían como vínculo un antisemitismo de tintes cada vez menos espirituales que justamente condenaba esa Iglesia posconciliar contra la que se revolvían; el afán de transgredir y de apoyar por sistema todo lo "políticamente incorrecto", todo lo que la sociedad ve con malos ojos o todo lo que epata al burgués, con un espíritu yo diría que importado de la izquierda y de la contracultura del rock.
De 1996 (la llegada de internet a los hogares españoles) hasta hoy.- CEDADE y asociados habían abierto una brecha importante: su lujosa revista, en la que se decía que Hitler era el enviado de Jesucristo, llegaba a más hogares españoles de los que pudiera parecer: conozco más de un caso, incluso en la familia. Pero la verdadera eclosión llega cuando internet entra en los hogares españoles, a partir de 1996. Al poco de conectarme me di cuenta de que los dos grandes temas de internet eran la pornografía y el nazismo. Una impresionante constelación de páginas neonazis, algunas realizadas en Estados Unidos, inundaron la Red española y lograron influir en todo el espectro patriótico y derechista, sobre todo en los muy jóvenes que se acercaban por primera vez a esos temas. Algunas de esas páginas publicaban todo tipo de literatura pagana y ocultista de signo nazi, pero otro grupo de páginas -curiosamente, en algunos casos conchabadas con las anteriores- se dedicaban a negar ese carácter pagano del nacionalsocialismo, asegurando que todo era una conspiración de los Aliados y de los judíos para dejar mal a los pobres nazis. Así cada uno podía "elegir su propia aventura", como decía una conocida colección de libros-basura.
Contribuían al embrollo páginas anticatólicas y laicistas que se dedicaron a recopilar fotos de sacerdotes alemanes saludando brazo en alto a autoridades alemanas. Muchas de estas fotos no eran de sacerdotes católicos o estaban sacadas de contexto, pero como por lo general el público no es capaz de distinguir esas cosas, daba un poco igual. Además, la imagen vence a la razón. Aunque tú sepas que ese sacerdote de la foto no es católico, la imagen penetra en ti y pasa por encima de tu razón y tiene un efecto acumulativo. También contribuyen al embrollo libros como éste, publicado por una editorial comunista, que buscan asociar al nazismo con el cristianismo, y sobre todo con la Iglesia, con las intenciones que todos podemos sospechar. Se reutilizaron antiguas propagandas de CEDADE y mil y una argucias para convencer a los católicos de que Hitler era profundamente católico y de que no había ninguna incompatibilidad entre nazismo/racismo y catolicismo. La idea del "Degrelle católico" juega un papel fundamental en estas propagandas para convencer a los católicos. Aunque esos mismos propagandistas tan interesados en convencer a los católicos difundían por otra parte literatura pagana, ocultista y rabiosamente anticristiana. Sea cual sea tu inclinación, tenemos un producto apropiado para ti.
Cuando llegan las redes sociales y Youtube, el fenómeno, impulsado principlamente desde EEUU aunque con posible origen remoto en otro país, se expande con la rapidez de un virus y alcanza a toda clase de colectivos descontentos con su vida que antes probablemente habrían encontrado refugio en la izquierda: nerds, frikis, pajilleros incels, hikikomoris, fans del anime, ninis, sodomitas, etc. Es un fenómeno con tintes lúdicos ("for the lulz") pero de una risa sarcástica y cruel que acaba cambiando formas de pensar e influyendo en la sociedad. Entre broma y broma la verdad asoma. Con los smartphones el fenómeno pasa también a gente normal, que un día se acuesta pasando de la política o votando al PP, y al día siguiente, después de unas cuantas lecturas apresuradas y algún vídeo de Youtube, se levanta hablando de lo buen tío que era Hilter porque habría evitado el Plan Kalergi/Soros para bajarnos unos cuantos tonos del color de piel y darle paguitas a los moronegros. La cultura conspiracionista que reina en internet favorece el fenómeno, lo mismo que el desmedido afán de lucro de las macrocompañías que lo monopolizan: cada confrontación, cada provocación y cada transgresión generan el tráfico que necesitan para hacerse ricos.
Pero aquí lo importante es que muchos católicos se dejan arrastrar por esta corriente y empiezan a olvidar el carácter pagano del nacionalsocialismo. A veces lo ignoran voluntariamente o lo minimizan en aras de esa "gran cruzada virtual" que tienen planteada contra el islam y contra los progres (a pesar de que ellos mismos defienden ideas progres y utilizan tácticas izquierdistas inmorales). Como en internet lo que menos importa es la verdad, es posible ver a personas tuiteando "¡Viva Cristo Rey!" y a renglón seguido poniendo un sol negro con una cita de Julius Evola, en algunos casos flanqueada por una cruz de San Andrés. Unos lo harán por ignorancia real, otros porque hacen la vista gorda y otros porque ya están instalados en una realidad virtual donde todo es posible al mismo tiempo. Amén de los que están en esto por echarse una risas y sentirse parte de algo, al menos de una tribu. Pues lo importante es la tribu virtual que formas con personas que viven a miles de kilómetros de distancia, no las relaciones reales que tengas con familiares, amigos, vecinos y compatriotas.