Saltar al contenido

Buscar en la comunidad

Mostrando resultados de las etiquetas 'iglesia'.

  • Buscar por etiquetas

    Indique las etiquetas separadas por comas.
  • Buscar por autor

Tipo de contenido


Foros

  • Corazón Español
  • Foros generales
    • Debate de actualidad
    • La España pendiente
    • Memoria de las Españas
    • Café español
    • Información y soporte
  • 'Corazón Montañés', en el subforo 'Temas nuevos'
  • 'English-speaking community', en el subforo 'English-speaking forum'
  • 'Coração Brasileiro e Luso', en el subforo '· Fórum do Brasil e a Lusofonia'
  • 'Corazón Mexicano', en el subforo '· Foro de México'
  • 'Corazón Puertorriqueño', en el subforo 'Foro de Puerto Rico'
  • 'Corazón Argentino', en el subforo '· Foro de Argentina'
  • 'Fuero de las Alemanias.', en el subforo 'Foro Hispano-Alemán'
  • 'Corazón Católico', en el subforo 'Foro Católico'
  • 'Mundo Republiqueto', en el subforo 'Foro de la comunidad MR'
  • 'Corazón Peruano', en el subforo 'Foro del Perú'

Categorías

  • Tribuna de opinión
  • España
  • Europa
  • Hispanoamérica
  • Internacional
  • Historia y patrimonio
  • Política y economía
  • Religión e Iglesia
  • Geopolítica y estrategia
  • Pensamiento y filosofía
  • Ciencia y tecnología
  • Naturaleza y medioambiente
  • Artes y cultura
  • Información web

Categorías

  • Registros

Categorías

  • Hispanidad y mundo contemporáneo
    • Actualidad y mundo contemporáneo
    • El futuro de la Hispanidad
    • Memorias de la Hispanidad
  • Charla y entretenimiento
    • Arte y cultura
    • Ciencia y tecnología
    • Fe y religión
    • Educación y formación
    • Pensamiento y filosofía
    • Naturaleza y medio ambiente
    • Viajes y turismo
    • Música y cine
    • Deportes y espectáculos
    • Datos y curiosidades
  • 'Fuero de las Alemanias.', en el subforo 'Videos'
  • 'Corazón Católico', en el subforo 'Videos'

Encontrar resultados en...

Encontrar resultados que contengan...


Fecha creación

  • Inicio

    Fin


Última actualización

  • Inicio

    Fin


Filtrar por número de...

Se unió

  • Inicio

    Fin


Grupo


Encontrado 34 resultados

  1. Fuente: https://www.lavozdeasturias.es/noticia/opinion/2022/03/11/iglesia-abusos-tiempos-guerra/00031647024072652295398.htm Leo con bastante frecuencia artículos como el que enlazo, ya que me parecen muy representativos del tipo de crítica a la Iglesia que se hace actualmente desde muchos ámbitos de la sociedad. En particular, lo que me parece más representativo en el artículo es el juicio que al autor merece el tema de la culpa en los cristianos, una emoción "negativa", según él. Junto con esta culpa, también tenemos que mencionar el "miedo" como elemento esencial de la fe cristiana, al menos de la fe que el autor atribuye a los dogmas promulgados por las jerarquías eclesiásticas. El autor parece dar por sentado que , en primer lugar, el sentimiento de culpa es esencialmente negativo para los humanos y, segundo, que este "sentimiento" se traduce en una "emoción negativa" que experimentamos los cristianos. Me pregunto si estas dos opiniones no serán más que prejuicios, ya que ni la culpa tiene por qué ser algo negativo (como se suele sostener hoy de forma, a mi juicio, acrítica), ni tampoco los cristianos que creemos en la gracia vivimos atemorizados y esclavizados por dichas culpas. Creo que el artículo es lo suficientemente representativo de muchas críticas a las que hoy se ve sometida la Iglesia, por lo que me parece que puede ser un buen punto de partida para comentar este tipo de prejuicios que abundan hoy en nuestras sociedades occidentales, como el tema de la culpa y el miedo que acabo de mencionar. ¿Qué pensáis vosotros de lo expuesto en el artículo? Subrayo algunas partes que pueden ser jugosas para comentar:
  2. ¡¡1 de enero!! Feliz día de Santa María, Madre de Dios. Desde el Concilio de Éfeso (año 431), quedó claro que la Santísima Virgen es la Theothokos, y hoy lo celebramos. Lo recordamos en este vídeo, que lógicamente trata de la naturaleza divina y humana de Cristo: https://www.youtube.com/watch?v=3VQZUw7O7hs
  3. Comenzamos nueva serie de vídeos en nuestro canal de YouTube sobre anécdotas de las vidas de los santos que contengan alguna enseñanza. El primer capítulo, con enseñanzas sobre la oración. A los catorce años, Santa Teresita de Lisieux tuvo su primer hijo, diecisiete años mayor que ella. Santa Teresita de Lisieux, madre a los catorce años.
  4. Incluyo, por si fuera de interés, y para su análisis y filtrado por quienes tienen más conocimiento, un repositorio de obras de autores católicos, con diversos enfoques. Si puede inducir a la inclusión de ideas erróneas o heréticas, ruego su eliminación: http://www.quenotelacuenten.org/libros-recomendados/ Un cordial saludo
  5. Nos vamos aproximando al día de la Inmaculada Concepción. Este tema, tan estudiado y clarificado por la Iglesia, sigue siendo relativamente desconocido para muchos creyentes. En un par de vídeos, recordamos algunos aspectos fundamentales: Inmaculada Concepción - 1. María, redimida por Cristo.
  6. Hemos iniciado nueva serie en nuestro canal. En esta ocasión, un tema claramente bíblico: los cuatro sentidos de la Escritura. Los cuatro sentidos de la Escritura.
  7. El Papa Francisco ha advertido hoy sobre el peligro de los fundamentalismos en la Iglesia. En su catequesis de esta semana, ha hecho una reflexión sobre la tentación que suponen "los nuevos fundamentalistas", que se encuadran en una vida guiada solo por preceptos y tradiciones, buscando así seguridades en ellos mismos, en lugar de buscar la seguridad de Dios abriéndose a la libertad y a la novedad de su amor, que es el único que puede traer la paz y la alegría a la vida humana. Para evitar esta distorsión de la fe, El Papa ha pedido "volver a lo esencial".
  8. Corazón Español

    12 de octubre - Origen de la Hispanidad

    Era el año 40 de nuestra era, cuando Jacobo de Zebedeo, tambien llamado Santiago el Mayor, uno de los discípulos dilectos y más cercanos a Cristo, junto a su hermano Juan y Pedro, recorría la Hispania Romana difundiendo el mensaje de su maestro, tras la Resurrección. Cuenta la tradición que en la noche del 2 de enero, el discípulo se encontraba acampado en la ribera del río Ebro, en las inmediaciones de la ciudad romana de Caesaraugusta, actual Zaragoza, acompañado de un pequeño grupo de seguidores y apenado por la poca repercusión que había tenido su predicación entre las gentes de aquella vieja Hispania romana. Según recogen las antiguas crónicas, documentadas en el "códice Moralia sive Expositio in Job", que se conserva en el archivo de la catedral de Zaragoza, y que fijaba en 1297 por escrito la tradición oral de la venida de la Virgen, "Santiago el Mayor, hermano de Juan, hijo del Zebedeo, por revelación del Espíritu Santo, recibió un mandato de Cristo para que viniese a España a predicar la palabra de Dios. Él se dirigió inmediatamente a la Virgen, le besó las manos y le pidió con piadosas lágrimas la licencia y bendición. La Virgen le dijo: “Ve, hijo; cumple el precepto de tu Maestro, y por el mismo te ruego que en una ciudad de España, donde convirtieres mayor número de hombres a la fe, edifiques una iglesia en memoria mía, como te mostraré que lo hagas”. Saliendo, pues, Santiago de Jerusalén, anduvo predicando por España, llegando finalmente a la España Menor, que se llama Aragón, en aquella región que se dice Celtiberia, donde está situada Zaragoza, a orillas del río Ebro. Aquí predicó Santiago muchos días, logrando convertir para Cristo a ocho hombres. Con ellos se entretenía a diario acerca del reino de Dios, y por la noche se iba a una era cerca del río, donde se echaba en la paja. A los pocos días, estando el Apóstol con los fieles sobredichos, cansados de la oración hacia la media noche, y durmiendo ellos, oyó Santiago voces de ángeles que cantaban: “Ave Maria, gratia plena”. Él, arrodillándose en seguida, vio a la Virgen, madre de Cristo, entre dos coros de millares de ángeles, colocada sobre un pilar de mármol. El piísimo semblante de la bienaventurada Virgen María llamó a sí dulcísimamente al santo Apóstol, y le dijo: “He aquí, hijo mío, Santiago, el lugar designado y deputado para mi honor. Mira este pilar en que asiento. Sabe que mi Hijo, tu Maestro, lo ha enviado desde lo alto por mano de los ángeles. Alrededor de este sitio colocarás el altar de la capilla. En este lugar obrará la virtud del Altísimo prodigios y milagros admirables por mi intercesión y reverencia a favor de aquéllos que imploren mi auxilio en sus necesidades. Y el pilar estará en este lugar hasta el fin del mundo, y nunca faltarán en esta ciudad adoradores de Cristo”. Entonces el apóstol Santiago, lleno de alegría, dio innumerables gracias a Cristo y también a su madre. Luego aquel ejército de ángeles, tomando a la Señora de los cielos, la restituyó a Jerusalén y la colocó en su celda. Gozoso el bienaventurado Santiago con tal visión y consolación, empezó inmediatamente a edificar allí la iglesia, ayudándole los que había convertido a la fe." El Apóstol Santiago junto a los ocho testigos del prodigio, conocidos como los "varones apostólicos", se apresuraron entonces a edificar el templo que la Virgen les había pedido, siendo esto motivo de muchas conversiones. Pero antes que estuviese terminado, Santiago ordenó presbítero a uno de aquellos primeros discípulos hispanos para el servicio del templo, consagrándolo y dándole el título de "Santa María del Pilar", que llegaría a ser el primer templo mariano del mundo dedicado en honor a la Virgen Santísima, antes de regresar a Judea donde acabaría siendo martirizado por Herodes Agripa I, alrededor del año 44 de nuestra era. Finalizada su construcción, se ofició la primera eucaristía en Santa María del Pilar, un día 12 de octubre, motivo por el que en el siglo XVIII, el papa Inocencio XIII estableció este día en el calendario, como conmemorativo de la Virgen del Pilar para toda la cristiandad, si bien durante siglos fue celebrado en El Pilar. La Virgen del Pilar es invocada como refugio de pecadores, consoladora de los afligidos y madre de España. Tal día como un doce de octubre, pero del año 1492, el marinero llamado Rodrigo de Triana, que en aquel entonces servía como vigía de la carabela "La Pinta", dio el aviso más esperado durante semanas para la expedición liderada por Cristóbal Colón: ¡¡¡Tierra!!! anunció Rodrigo al divisar el islote Guanahaní, que posteriormente sería bautizado como San Salvador, convirtiéndose así en la primera tierra ganada para la cristiandad en el continente americano. La Madre de España, posiblemente quiso así patrocinar también la mayor gesta de sus hijos en la historia, dando paso a lo que con el concurso de la fe y de los siglos, llegaría a ser la Hispanidad. La mayor comunión de pueblos y naciones del mundo, hermanados por la fe, la lengua y la cultura. ¡Viva la Virgen del Pilar! ¡Viva España! ¡Viva la Hispanidad! ...hasta el fin de los tiempos.
  9. Era el año 40 de nuestra era, cuando Jacobo de Zebedeo, tambien llamado Santiago el Mayor, uno de los discípulos dilectos y más cercanos a Cristo, junto a su hermano Juan y Pedro, recorría la Hispania Romana difundiendo el mensaje de su maestro, tras la Resurrección. Cuenta la tradición que en la noche del 2 de enero, el discípulo se encontraba acampado en la ribera del río Ebro, en las inmediaciones de la ciudad romana de Caesaraugusta, actual Zaragoza, acompañado de un pequeño grupo de seguidores y apenado por la poca repercusión que había tenido su predicación entre las gentes de aquella vieja Hispania romana. Según recogen las antiguas crónicas, documentadas en el "códice Moralia sive Expositio in Job", que se conserva en el archivo de la catedral de Zaragoza, y que fijaba en 1297 por escrito la tradición oral de la venida de la Virgen, "Santiago el Mayor, hermano de Juan, hijo del Zebedeo, por revelación del Espíritu Santo, recibió un mandato de Cristo para que viniese a España a predicar la palabra de Dios. Él se dirigió inmediatamente a la Virgen, le besó las manos y le pidió con piadosas lágrimas la licencia y bendición. La Virgen le dijo: “Ve, hijo; cumple el precepto de tu Maestro, y por el mismo te ruego que en una ciudad de España, donde convirtieres mayor número de hombres a la fe, edifiques una iglesia en memoria mía, como te mostraré que lo hagas”. Saliendo, pues, Santiago de Jerusalén, anduvo predicando por España, llegando finalmente a la España Menor, que se llama Aragón, en aquella región que se dice Celtiberia, donde está situada Zaragoza, a orillas del río Ebro. Aquí predicó Santiago muchos días, logrando convertir para Cristo a ocho hombres. Con ellos se entretenía a diario acerca del reino de Dios, y por la noche se iba a una era cerca del río, donde se echaba en la paja. A los pocos días, estando el Apóstol con los fieles sobredichos, cansados de la oración hacia la media noche, y durmiendo ellos, oyó Santiago voces de ángeles que cantaban: “Ave Maria, gratia plena”. Él, arrodillándose en seguida, vio a la Virgen, madre de Cristo, entre dos coros de millares de ángeles, colocada sobre un pilar de mármol. El piísimo semblante de la bienaventurada Virgen María llamó a sí dulcísimamente al santo Apóstol, y le dijo: “He aquí, hijo mío, Santiago, el lugar designado y deputado para mi honor. Mira este pilar en que asiento. Sabe que mi Hijo, tu Maestro, lo ha enviado desde lo alto por mano de los ángeles. Alrededor de este sitio colocarás el altar de la capilla. En este lugar obrará la virtud del Altísimo prodigios y milagros admirables por mi intercesión y reverencia a favor de aquéllos que imploren mi auxilio en sus necesidades. Y el pilar estará en este lugar hasta el fin del mundo, y nunca faltarán en esta ciudad adoradores de Cristo”. Entonces el apóstol Santiago, lleno de alegría, dio innumerables gracias a Cristo y también a su madre. Luego aquel ejército de ángeles, tomando a la Señora de los cielos, la restituyó a Jerusalén y la colocó en su celda. Gozoso el bienaventurado Santiago con tal visión y consolación, empezó inmediatamente a edificar allí la iglesia, ayudándole los que había convertido a la fe." El Apóstol Santiago junto a los ocho testigos del prodigio, conocidos como los "varones apostólicos", se apresuraron entonces a edificar el templo que la Virgen les había pedido, siendo esto motivo de muchas conversiones. Pero antes que estuviese terminado, Santiago ordenó presbítero a uno de aquellos primeros discípulos hispanos para el servicio del templo, consagrándolo y dándole el título de "Santa María del Pilar", que llegaría a ser el primer templo mariano del mundo dedicado en honor a la Virgen Santísima, antes de regresar a Judea donde acabaría siendo martirizado por Herodes Agripa I, alrededor del año 44 de nuestra era. Finalizada su construcción, se ofició la primera eucaristía en Santa María del Pilar, un día 12 de octubre, motivo por el que en el siglo XVIII, el papa Inocencio XIII estableció este día en el calendario, como conmemorativo de la Virgen del Pilar para toda la cristiandad, si bien durante siglos fue celebrado en El Pilar. La Virgen del Pilar es invocada como refugio de pecadores, consoladora de los afligidos y madre de España. Tal día como un doce de octubre, pero del año 1492, el marinero llamado Rodrigo de Triana, que en aquel entonces servía como vigía de la carabela "La Pinta", dio el aviso más esperado durante semanas para la expedición liderada por Cristóbal Colón: ¡¡¡Tierra!!! anunció Rodrigo al divisar el islote Guanahaní, que posteriormente sería bautizado como San Salvador, convirtiéndose así en la primera tierra ganada para la cristiandad en el continente americano. La Madre de España, posiblemente quiso así patrocinar también la mayor gesta de sus hijos en la historia, dando paso a lo que con el concurso de la fe y de los siglos, llegaría a ser la Hispanidad. La mayor comunión de pueblos y naciones del mundo, hermanados por la fe, la lengua y la cultura. ¡Viva la Virgen del Pilar! ¡Viva España! ¡Viva la Hispanidad! ...hasta el fin de los tiempos. Esta publicación ha sido promocionada como contenido independiente
  10. Me han dejado sobrecogido estas declaraciones del Papa, que es perfectamente consciente de lo que traman contra él aunque hasta ahora le había restado importancia. Dejo la noticia (por supuesto, silenciada en todos los "medios católicos") por si queréis comentar vuestra opinión: El Papa Francisco / FABIO FRUSTACI (EFE) Europa Press Roma 21 de septiembre del 2021. 13:56 El papa Francisco ha revelado que tras su operación de colon "algunos le querían muerto" y que sabe que algunos prelados se reunieron para preparar el "cónclave" pensando que su estado de salud era "peor" de lo que se informaba por parte de la oficina de prensa de la Santa Sede. "Estoy todavía vivo, aunque algunos me querían muerto. Sé que ha habido encuentros entre prelados que pensaban que el Papa estaba más grave de lo que se decía. Preparaban el cónclave", aseguró Francisco en un encuentro a puertas cerradas y sin periodistas el pasado 14 de septiembre con los miembros de la Compañía de Jesús durante su viaje a Eslovaquia cuyo contenido ha sido publicado de forma íntegra por la revista de los jesuitas 'La Civiltà cattolica'. El Pontífice advirtió además de que hay una televisión católica que "continuamente habla mal del Papa". A su juicio, personalmente puede merecer ataques e "injurias" porque es "un pecador", pero "la Iglesia no se merece esto". "Es obra del diablo. Se lo he dicho a algunos de ellos", agregó el Papa, que no especificó de qué cadena de televisión estaba hablando. También comentó que "hay clérigos que hacen comentarios malos" sobre su persona y reconoce que a veces le "falta la paciencia, especialmente cuando juzgan sin abrir un diálogo". "Ahí no puedo hacer nada. Yo voy adelante sin entrar en su mundo de ideas falsas o fantasías. Algunos me acusaban de no hablar de la santidad. Que siempre hablo del tema social y que soy un comunista. Y eso que he escrito una encíclica entera sobre la santidad 'Gaudete et Exultate' Yo voy adelante no porque quiera hacer una revolución. Hago lo que siento que tengo que hacer; se necesita mucha paciencia, oración y caridad", señaló. El Papa también expuso los motivos por los cuales ha firmado un documento pontificio que limita la celebración de la misa tridentina con el que además regula las misas en latín, lo que ha causado un escándalo en los sectores tradicionalistas. "Espero que con la decisión de frenar el automatismo del rito antiguo se pueda volver a las verdaderas intenciones de Benedicto XVI y Juan Pablo II. Mi decisión es fruto de una consulta con los obispos del mundo el año pasado", explicó. Por otro lado, también identifica como un mal "buscar en el camino de la rigidez y del clericalismo" soluciones eclesiales al tiempo que define estas dos actitudes como "dos perversiones". Revelación del Papa tras su operación: "Algunos me querían muerto"
  11. El justo no se conforma con obtener el perdón. Hablemos del deber de reparación. Catecismo, 2487: "Toda falta cometida contra la justicia y la verdad entraña el deber de reparación, aunque su autor haya sido perdonado. Cuando es imposible reparar un daño públicamente, es preciso hacerlo en secreto; si el que ha sufrido un perjuicio no puede ser indemnizado directamente, es preciso darle satisfacción moralmente, en nombre de la caridad. Este deber de reparación se refiere también a las faltas cometidas contra la reputación del prójimo. Esta reparación, moral y a veces material, debe apreciarse según la medida del daño causado. Obliga en conciencia". Puede dolerme por el pecado cometido, reconciliarme con el hermano ofendido, confesarme sacramentalmente y recibir la absolución... A pesar de todo ello, se mantiene el deber de reparación. La virtud de la justicia nos lleva a querer reparar el mal causado. Sin embargo, se extiende una versión legalista del perdón. Parece que lo importante es que la pena correspondiente no sea aplicada. Existe, por tanto, una falta de consideración tanto de la purgación como de la reparación. Para algunos cristianos, sólo cuenta ser objeto de misericordia por parte de Dios y, si acaso, también del prójimo. EL DEBER DE REPARACIÓN - 1
  12. Históricamente, la Iglesia nunca ha dejado de hacer un esfuerzo de explicitación de la fe de siempre. Buen ejemplo de ello son los concilios. Su labor teológica no se ha limitado a repetir textos o emblemas antiguos. Siempre ha hecho frente, con mayor o menor fortuna, con mayor o menor rapidez, a los desafíos intelectuales y espirituales de cada época. Ha sabido "bautizar" filosofías y costumbres paganas. Ha sabido, por tanto, aprovechar lo que de bueno podía haber en cada ambiente, cultura y época. "NUEVA TEOLOGÍA" Y TRADICIÓN
  13. La brecha entre el mundo (entendido al modo joánico) y los cristianos es cada vez mayor. ¿Podemos permitirnos ser cobardes ante el gran combate antropológico en que nos encontramos? Una palabra breve sobre una cualidad cristiana de la que no se habla mucho: la parresía.
  14. El Papa: https://press.vatican.va/content/salastampa/es/bollettino/pubblico/2021/07/16/motu.html Y una de las reacciones: https://fsspx.news/es/news-events/news/¿cuáles-serán-las-restricciones-introducidas-en-summorum-pontificum-67458 Ya tenemos más tormentas. Lo peor es la masa fuera De la Iglesia, los interesados, que se frotan las manos con cada una de las disputas. En fin, feliz día de Adveración Carmelita Patria, quedémonos con lo que nos dejan. La Madre con hábito de frayla, su capa y su blanca pureza. Con su Niño Jesús siempre y con sus hijos, nos. Del monte al mar, la Virgen del Carmen va.
  15. El Concilio Vaticano II visto por un falangista: «La crisis está en nosotros» Indagando en una hemeroteca digital, encontré algunos números de la revista SP, quizá la única publicación de nervio falangista durante el franquismo. Creada y dirigida por Rodrigo Royo, falangista formado en el Frente de Juventudes y más tarde voluntario en la División Azul. Rodrigo no formó parte de la Falange fundacional, pero asume en buena medida su espíritu. Se destaca por su antimericanismo y desde el principio presiente que el Régimen de Franco se está disolviendo por su propia voluntad para dar paso a un régimen de tipo occidental. En SP mantiene una actitud crítica con el franquismo y con esa deriva liberal, lo que lleva al cierre, por asfixia, de esa publicación. El artículo que me llamó la atención es de Tomás Salvador, también falangista y divisionario, posteriormente vocal de la Hermandad Nacional de la División Azul. Fue un escritor de cierto éxito y pionero de la novela de ciencia-ficción en España, otro de los olvidados injustamente. El artículo habla sobre el Concilio Vaticano II. Después de hacer un repaso por las vicisitudes de la Iglesia, Tomás Salvador reconoce que la Cristiandad está en una profunda crisis de la que no escapa la Iglesia, pero afirma que la culpa de esta crisis no es de la Iglesia sino nuestra, de los cristianos, por habernos alejado de Dios para entregarnos a los vicios y a las comodidades modernas. ¡Menuda diferencia con las jeremiadas integristas que nunca reconocen ninguna culpa propia! Tomás Salvador reconoce la crisis, pero lejos de echar balones fuera, asume la parte que le toca, aunque quizá sea de los que menos culpa tengan. Pero ésa es la actitud normal en un cristiano, la de analizar los males con honradez, sin soberbia y sin buscar chivos expiatorios, asumiendo la parte de culpa que cada uno tiene. «La crisis está en nosotros» se titula el artículo de Tomás Salvador, y es la pura verdad. Culpar a la Iglesia de la crisis y de los males que afligen a nuestras sociedades, como se ha puesto de moda en algunos sectores católicos tan «puros» como los cátaros, no sólo es una necedad sino que demuestra que esas personas están cada vez más alejadas de la Iglesia de Cristo y con su actitud, entre blasfema y destructiva, tienen una importante responsabilidad en la crisis. Como escritor que cultiva la literatura prospectiva, Tomás Salvador está habituado a barruntar lo que nos puede deparar el futuro y por ello en su artículo, escrito en 1962, anticipa varios de los males que hoy nos golpean con toda su fuerza: el consumismo alienante; la sustitución de la cultura por el entretenimiento; la hipersexualización; la diversión como único horizonte vital; la desaparición de los mediadores, que conduce a un retorno de los brujos y los charlatanes; la proliferación de sucedáneos religiosos, drogas incluidas; el dominio de la propaganda; la aglomeración en urbes-colmena donde no hay lugar para el espíritu, sofocado por las comodidades y por la creciente tecnificación de todos los aspectos de la vida. El artículo es también muy interesante desde esa perspectiva de anticipación. Y si Tomás Salvador puede anticipar esos males no es porque tuviese una bola de cristal sino porque era un fino observador y aquellos males ya estaban de alguna manera presentes en aquella sociedad que algunos creen tan tradicional. Lo que encaja perfectamente con el análisis que hace de la crisis de la Iglesia, tan distinto de los que solemos escuchar y a mi juicio mucho más acertado. Por esa razón traigo este artículo al foro. ———————————————— A LA LUZ DEL CONCILIO VATICANO LA CRISIS ESTA EN NOSOTROS Por TOMÁS SALVADOR A cuatrocientos años de Trento, dos mil quinientos príncipes de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana están reunidos en Concilio. El II Vaticano hace el número veinte de los celebrados por la Iglesia. Veinte en dos mil años de historia, el último hace sesenta y dos años. Los Concilios son algo muy raro en el ritual de nuestra Iglesia. Un tanto curioso me he entretenido en hacer un balance comparativo. Los ocho primeros se celebraron dentro del primer milenio y todos ellos en Oriente: Meca, Constantinopla, Efeso y Caledonia. El siglo que ha presenciado más fue el XIII, igualando la cifra del anterior. Malos tiempos corrían para la unidad de las Iglesias cristianas. Dividida la cristiandad en dos imperios, Oriente y Occidente, la pugna entre los dos por la primacía jerárquica duró varios siglos. Bizancio representa el cesaropapismo, el tópico que ha quedado de «discusiones bizantinas», neofisistas, iconoclastas, nestorianos, focenses, herexiarcas y, finalmente, la bula de excomunión que los legados de Roma depositan sobre el altar mayor de Santa Sofía. El cisma de Oriente costó a la Iglesia cien millones de fieles y, aunque Constantinopla dejó de ser cristiana en 1452, la desunión continúa. En Occidente, la Iglesia continúa su marcha ascendente. La Edad Media representa el triunfo de las comunidades religiosas: el Cluny, el Cister, la Cartuja, las Órdenes mendicantes, grandes vasallos que hacen un gran Señor, el Papado romano. Pero en ello estaba también el peligro. El subjetivismo de Occam, los nominalistas, nuestro Raimundo Lulio, convierten las universidades y los grandes monasterios en brillantes centros de cultura, de discusiones. La Teología se eleva a Arte Magna, pero se olvida la misión, el proselitismo. El pueblo tiene que contentarse con las prédicas de frailes no siempre a la altura de las circunstancias. Cuando el Renacimiento eleva el nuevo Humanismo a la categoría de una religión artística, se hace evidente la necesidad de una Reforma. La piden los espíritus más puros. Pero son Huss, Zwinglio, Lutero y Calvino los que, en vez de reformar, destruyen. Cuando el fraile agustino Martín Lutero fija en la iglesia universitaria de Wittenberg los noventa y cinco puntos de su tesis, el 31 de octubre de 1517, la desunión de los príncipes cristianos, la ambición y el resentimiento la convierten pronto en una autentica revolución moral social y económica. Los príncipes alemanes, deseando la secularización de los bienes religiosos, Enrique VIII aprovechándola para sus fines políticos, Francia y España, indecisos en cuanto a su pugna particular, hacen que prospere el gran cisma de Occidente. Por su parte, Oriente ve llegar otro cisma. La Iglesia Ortodoxa rusa, en 1590, no acepta la primacía del patriarca de Constantinopla y eleva al de Moscú a la categoría de tercera Roma. No es posible resumir aquí dos mil años de Historia. Bástenos conocer estas dos fechas: 1054, cisma de Oriente y 1517, cisma de Occidente. La gran familia cristiana dividida. De ellas, la única que ha conservado la unidad ha sido la Iglesia Romana. La nación de la reforma protestante está dividida en no menos de trescientas sectas, aunque sólo media docena de ellas: luteranos, calvinistas, anglicanos, presbiterianos, baptistas y cuáqueros sean importantes. Los orientales, entre maronitas, grecortodoxos, armeniortodoxos y rusortodoxos, continúan en la misma línea. En resumen, cálculos aproximados vienen a decirnos que existen actualmente en el mundo 500 millones de católicos: 250 millones en Europa, 90 en América del Norte y Central, 110 millones en América del Sur, 30 en Asia, 15 en África y el resto en Oceanía. Ese total de millones representa la sexta parte de la población total de la Tierra. Si a ellos unimos 225 millones de protestantes y 130 de cismáticos griegos, tenemos un total de 855 millones de cristianos, enorme cifra para las estadísticas, pero escasa para nuestro sentir íntimo. Doblamos el número de musulmanes, de hinduistas, de confucionistas y triplicamos el de otras confesiones; pero aún así no conviene olvidar que tras dos mil años de expansión religiosa, únicamente la cuarta parte de la población humana es cristiana. Y cristiana dividida, que es lo más triste. Algunas veces se ha planteado la pregunta, vistas las anteriores cifras, ¿ha fracasado el cristianismo? No. Hemos fracasado nosotros, los cristianos. Otro día hablaremos de ello. Hoy, con la tristeza del que ve escasos sus saberes, hablemos de la emoción que este Concilio suscita en nosotros. Su Santidad ha hablado con una claridad meridiana: estarnos en crisis, la crisis está en nosotros, los cristianos. La sociedad moderna está abocada a la más importante revolución social de toda la Historia y en ella los cristianos no debemos perder el papel preponderante que siempre hemos tenido en los avatares históricos. O nos unimos o deberemos conformarnos con un papel secundario como fuerza moral. ¿Cuáles son los peligros? Juan XXIII los anuncia: el progreso, la técnica, el poder acumulado en pocas manos, el egoísmo, la comodidad, el ateísmo. Hagamos un breve resumen: Los poderes centrales —gobiernos— se están fortaleciendo. En consecuencia, cada vez se tiende más a una minoría ejerciéndose y relevándose en los cargos públicos. El pueblo eleva su nivel de vida, pero se aparta de las creaciones sociales. Vamos de cara a una nueva Edad Media, pero sin vigor espiritual. Vamos al «renacimiento de los brujos» y esto es así porque vamos prescindiendo de la «mediedad», o sea, del equilibrio, del colchón amortiguador entre las altas y las bajas esferas. Tendremos cada vez más comodidades, pero menos espíritu; más códigos o reglamentos para el castigo «a posteriori», pero menos códigos morales para la conducta «a priori». La minoría gobernará a base de diversiones. El pueblo será sobornado, desvirtuado, encenagado en diversiones: la percepción sublimal, la propaganda elevada a categoría de arte; la televisión, los espectáculos, el sexo, el turismo, serán las brújulas del mañana. Una industria colosal, que necesitará colocar sus productos, sumergirá al mundo en una marea de objetos que la propaganda nos hará creer imprescindibles. Nos convertiremos en esclavos de las neveras, automóviles, televisores, viajes a «forfait» y aparatos musicales. Un mundo de compra-lo-todo, disco-maníacos, tele-locos, analfabetos de chistes y libros de dibujos, de ciudades monstruosas que albergarán colmenas de seres defraudados en su espíritu y que buscarán los sucedáneos de las diversiones artificiales, drogas incluidas, se avecina. Esta no es ninguna exageración. Está llegando, lo tenemos encima. Hay ciertamente, un renacimiento de la fe. Las iglesias se llenan de hombres y mujeres jóvenes. Pero también se llenan los estadios, los cines, las salas de baile, los estudios de radio. Y encima, la técnica, los sabios elaborando armas mortales que son acaparadas por los estados, amenazando al contrario..., hasta que el otro las posee a su vez y entonces todo queda pendiente de un cerebro megalomaníaco. Esta es la crisis, como ha visto muy bien Su Santidad: la deshumanización del individuo, la pérdida de sus valores morales. Por eso los que nos llamarnos cristianos debemos estar unidos. La desunión es un escándalo, hermosa palabra que la Iglesia utiliza con frecuencia como sinónimo de dolor, de vergüenza, de pecado. Sí, la Iglesia está firme. Lo que está en crisis es la sociedad, nosotros, los cristianos que vamos siendo sobornados por la propaganda, por la industria que nos incita a comprar de todo, por la comodidad, por los instintos sexuales hábilmente explotados por unos cuantos canallas. Estos son los peligros y para luchar contra ellos es necesaria la unidad de los hermanos cristianos. Nuestra ferviente oración para que el Espíritu Santo ilumine a los príncipes de la Iglesia en su búsqueda de una fórmula noble y justa, ecuménica, en una palabra. SP, n.º 199, 1 de diciembre de 1962, pp. 67-68.
  16. El libro del profeta Jeremías (Jr 17,5-7) nos presenta una imagen de la acedia como apercepción ante el bien. Es decir, como una ceguera, como algo que impide darse cuenta de cuál es el bien de Dios. Esa ceguera nace de poner la confianza en el hombre y en la carne en lugar de ponerla en Dios. Esta actitud es frecuentísima e identificable en situaciones cotidianas, y nos hace perder grandes oportunidades de disfrutar de los bienes mayores. Hemos publicado primero un vídeo introductorio titulado "¿La tristeza es pecado?". Continuamos ahora con este primer vídeo de nuestra serie sobre la acedia diabólica. https://www.youtube.com/watch?v=Oc8CosDFxvU
  17. https://www.burbuja.info/inmobiliaria/threads/invoco-a-los-catolicos-tradicionalistas-y-sedevacantistas.1389231/page-3 Este es un caso bastante extremo, ya no es que le niegue validez a los sacramentos conciliares sino que directamente afirma que ya no existe la Iglesia Católica salvo algún sacerdote suelto y que ya no hay sacramentos, ni se va a misa, ni se confiesa, ni nada de nada. Creo que este planteamiento en el fondo es una muestra de que el sedevacantismo solo lleva a la división en cada vez un mayor número de sectas al estilo protestante. Este hombre tiene toda la pinta de venir de alguna secta sedevacantista de la que se ha separado, y es lógico que pase esto, pues una vez se niega la autoridad papal se llega a negar cualquier autoridad y cada vez se van atomizando más, es previsible que les sigan saliendo escisiones de este estilo cada cuál más pintoresca que la anterior. ¿Qué pensáis vosotros?
  18. Buscando en linea he encontrado ese debate y en serio me parece tremendamente especial y interesante, por que lo cerraron? https://www.corazonespanol.es/forums/temas/1705-que-significa-verdaderamente-ser-cristianos/ Obviamente he leído lo que dijo el administrador pero no comprendo, era un tema de lo que nadie habla con una confrontación asi rica y profunda!!! ¿Si un usuario quiere escribir dudas o ideas que son distintas a la doctrina Católica entonces no puede? ¿A que sirve entonces la sección "debates" ? ¿Uno es obligado a inventar una religion rara por tener dudas y ideas muy diferente de las ideas de la iglesia Católica? ¿Uno no puede ser Católico y luego de tener una confrontación con miembros de otras religiones que lo impulse a buscar explicaciones? ¿Uno no puede ser Católico y desear abrir un debate sobre unos temas calientes luego de unas situaciones o investigaciones que hizo o que le pasó? ¿Uno no puede empezar un debate con privacidad? ¿está obligado a explicar quien es, que le pasó, por que hizo la pregunta, con quien habló, etc etc? ¿Si uno prefiere tocar solo el tema sin hablar de asuntos personales entonces le cierran la discusión?
  19. En efecto. Para no desviar su temática, trasladamos a este nuevo tema la pieza de conversación sobre la Iglesia Católica, ocurrida en el hilo: "Pregunta al lector silente y al registrado que apenas participa. ¿Véis utilidad a este foro?". Para contextualizar el tema. La discusión comenzó a raíz de una pregunta que el usuario Vanu le hizo a Vecka en el hilo señalado anteriormente: Y la respuesta fue la siguiente: Posteriormente se originó la discusión que a continuación trasladamos a este hilo.
  20. La noticia la da Hispanidad.com, de Eulogio López, aunque si se busca una información más neutra se puede acudir a El País: Y luego está la nota de color: en los experimentos trabaja doña Estrella Núñez nada menos que vicerrectora de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), obra de los neocatecomunales y, por tanto, con pedigrí de católica y, encima, presuntamente progre, como los propios kikos. Y todo esto, ¿para qué? Para logra órganos humanos –producidos en monos- para transplantes –en humanos, que no en monos, como creo haber dicho antes-. Izpisúa ya participó en la gran estafa científica del siglo XXI, que en España lideró, cómo no, Zapatero: la utilización de embriones humanos como cobayas de laboratorio. Con ello se destrozaron muchos embriones humanos, provenientes de la FIV. O sea, personas con su código genético individuado, distinto del padre y de la madre, y no se curó ni un resfriado. Los embriones humanos también son ‘los demás’, es decir, son “uno de nosotros” Ahora pretenden crear fábricas de órganos para trasplantes: ¡qué filántropos! ¿Y no sería mejor seguir el curso tradicional de investigación sobre los trasplantes naturales –de hombre a hombre-, que este rocambolesco modelo Izpisúa, mas sofisticado que terapéutico, más complicado que complejo? No se trata de salvar “barreras éticas” sino de considerar las barreras que impone el sentido común y el sentido de las proporciones. No se trata de probar por probar, se pretenda o no recrear el proyecto Centauro de la antigua Unión Soviética. Ya entiendo, quiero entender, que la Católica de Murcia no puede entender tamaña aberración producto del orgullo humano llevado a sus límites. Pero es que ni la moral cristiana ni la ética ‘civil’ responden a la pregunta que se puede hacer sin incurrir en aberración, sino qué debemos y podemos hacer por los demás. Por cierto, los embriones humanos también son ‘los demás’, es decir, son “uno de nosotros”. El cientifismo confunde los términos: no se trata de lo que se puede hacer, sino de lo que se debe hacer… por los demás Por lo demás, los cientifistas modernos, parecen vivir en el espejismo de la Fórmula 1. Ya saben: para convencer a un fabricante de automóviles de que aporte el pastizal que precisa un bólido se le convence de los muchos beneficios que reportará a la fabricación de coches ‘corrientes’ en las grandes cadenas de montaje. Uno de esos argumentos de marketing que todos aceptan y ninguno se cree. Ne vaya ser que en lugar de quimeras de hombre acabemos produciendo delicias de mono. La soberbia invade la ciencia: Juan Carlos Izpisúa produc... No he estudiado la cuestión a fondo aunque a primera vista me parece monstruosa. Pero aquí lo chocante es la presencia de la Universidad privada de los kikos en estos experimentos. Eulogio López se equivoca en una cosa: los kikos no son progres. Son progres en liturgia pero políticamente suelen ser muy conservadores. El famoso juez Serrano de Vox es uno de ellos. Y en Infocatólica hay un kiko que tiene mucha influencia y que hace tiempo cogió al Papa como saco de boxeo. ¿Será por eso que Infocatólica andan publicando artículos neutralistas que parecen blanquear estas tecnologías? Bioético responde a la aprobación de Japón de la investigación híbrida humano-animal - Infocatólica Antes de emitir un juicio definitivo me gustaría escuchar más opiniones.
  21. Como todos sabéis, estos días se está celebrando la cumbre anti abusos en el seno de la Iglesia. Una iniciativa del Papa para tratar de poner freno a los abusos que se han dado en el ámbito eclesial. En todos los medios no se habla casi de otra cosa en cuanto a lo que se refiere a la información religiosa y, pese a que los abusadores no superen el 1 o 1,5% del total del clero, un porcentaje menor que el que existe en el ámbito civil, la imagen que en cambio se está transmitiendo es la de una Iglesia que se parece más a una secta pederasta que a otra cosa. Para colmo de males, el periodista fancés Fréderic Martel, activista gay, acaba de publicar el libro "Sodoma - Poder y escándalo en el Vaticano" que versa sobre una investigación que ha realizado durante los últimos años en el Vaticano y en el que denuncia, citando fuentes internas de la propia Iglesia, que la alta jerarquía romana está compuesta mayoritariamente por homosexuales declarados o encubiertos, que funcionan a modo de aparato de poder en la sombra. Toda una trama de poder e intrigas que sin duda va a dar de nuevo que hablar, aunque en principio no parece que esté en el punto de mira el Papa. Sí que afirma en cambio que tanto éste como los anteriores han sido víctimas de esa trama, llegando a decir que Benedicto se vió obligado a dimitir por las maquinaciones del aparato homosexual. Algo controvertido viniendo de un activista gay. En este maremágnum de noticias, sucesos e informaciones cruzadas, no faltan referencias de quienes tratan de pescar en río revuelto y así por ejemplo, en California se está planteando la obligatoriedad de exigir a los sacerdotes católicos que violen el secreto de confesión y denuncien a los confesos de dichos delitos. Algo que ya se planteó anteriormente en Australia. De otro lado, en la cumbre contra los abusos, el cardenal Reinhard Marx acaba de presentar un informe en el que se denuncia la destrucción e inexistencia de los informes que debían recoger los casos de abuso, poniendo de manifiesto una vez más que el principal problema ha sido el abuso de poder y el oscurantismo dentro de la administración eclesiástica, y proponiendo para remediarlo medidas que pasan inevitablemente por transparentar los procesos judiciales y permitir la rastreabilidad de los abusadores. En esta segunda noticia creo que se proponen medidas que tienen una orientación más acorde con la doctrina y el magisterio pero, como ya comenté en una ocasión, obligar a los sacerdotes a violar el secreto de confesión, sería muy peligroso pues rompería un principio que, si bien en este caso podría ser entendible, en la praxis y con el tiempo podría conducir a una realidad semejante a la del aborto cuando se comenzó a permitir por asegurar la vida de la madre pero con el tiempo se ha convertido en una práctica abominable por la que se aniquilan vidas humanas indiscriminadamente y en muchas ocasiones por puro capricho. Si el sigilo sacramental se rompiese, la reacción lógica sería la pérdida de la confianza en el sacramento de la confesión, que es la base indispensable para la salvación del alma y a fin de cuentas el objetivo primordial de la Iglesia como institución. ¿Cómo lo veis vosotros?
  22. Entrevista a Mons. Ricardo García, obispo de Yauyos, Perú. ZENIT – 28 oct. 2018 José Antonio Varela Vidal - El Sínodo de los Obispos (Nota: Subrayo lo que me parece de mayor interés) Terminado el Sínodo de los Obispos sobre la juventud, no solo queda un documento final, una carta a los jóvenes del mundo y vivos recuerdos… Lo más valioso es que quedará como modelo unas semanas de diálogo, de interpelación mutua entre fieles y pastores y sobre todo, la convicción de que en la Iglesia hay aún muchísimo por hacer. Zenit ofrece a sus lectores una entrevista con el padre sinodal, monseñor Ricardo García García, obispo prelado de Yauyos (Perú). Él llevó a la asamblea su vasta experiencia como presidente de la comisión de pastoral juvenil en su país, y los desafíos en este sector para el país inca. ZENIT: ¿Qué le pareció este Sínodo, donde los jóvenes han participado de lo que se ha llamado la ‘sinodalidad’ de la Iglesia? Mons. Ricardo García: Ha sido interesante escuchar a los jóvenes que han participado, no solamente ahora en la asamblea, sino cuando se hicieron las preguntas en su momento. Ahora uno se pregunta ¿a qué jóvenes queremos llegar? Yo creo que este Sínodo tiene que plantear una apertura hacia la gran mayoría de muchachos, que lamentablemente no están cerca de la Iglesia. Hay que plantearse temas para recuperar esa fuerza de la juventud, porque la verdad de Dios es la verdad de todo el mundo. ZENIT: Se habló mucho de la ‘sinodalidad’… Mons. Ricardo García: La ‘sinodalidad’ me parece importante, porque ha permitido estar, escuchar, no solo desde estos días sino desde atrás. Escuchar, para luego quien tiene que tomar las decisiones, las tome. Recordemos que nuestra Iglesia es jerárquica, y que los sucesores de los apóstoles han estado presentes en este sínodo, asimismo ha habido oyentes que han tenido también la palabra, pero es evidente que la decisión la toman los sucesores de los apóstoles. ZENIT: De los temas que se han tratado, ¿cuál le llamó más la atención? Mons. Ricardo García: Yo creo que fue el cómo llegar a la juventud, el llegar a los jóvenes para recuperarlos, digamos así. Ha sido constante el tema del acompañamiento a los jóvenes de distintas maneras, sean los sacerdotes, religiosas y también se habló de laicos que estén bien formados. Porque un joven que tiene un poco más de formación que sus amigos cercanos, influye en sus vidas. Otro tema que me atañe particularmente desde América Latina, es la importancia de las escuelas y las universidades, porque así como en nuestro continente, y en África y en Europa, hay muchas escuelas de orientación católica. Por ello, hay un llamado a recuperar ese canal de acompañamiento a los jóvenes, pues los colegios religiosos no siempre han dejado una huella, con todo el fruto que podría ser. ZENIT: Muchos dirigentes, sean políticos como empresariales, salen de los colegios de la Iglesia… ¿Cómo se debería enfocar hoy esa formación del futuro ciudadano? Mons. Ricardo García: Habría que ahondar primero a través de la doctrina, con un conocimiento más serio, más estructurado sobre la doctrina de la Iglesia católica, y que responda a los temas morales, familiares, asuntos de la vida cotidiana y también aquellos éticos que tengan que ver con la vida social. Un asunto que ha salido en el sínodo, es la importancia de que los muchachos no se queden en un cuarto cerrado que es la Iglesia, o en la parroquia y los movimientos. No, hay que salir, hay que estar en el mundo y ahí ser sal, ser fermento que mueve y que va canalizando, va orientando a la sociedad. Por ello no solamente se debe llenar la cabeza, también hay que llenar el corazón, dar una imagen de cercanía a Jesucristo. Hay que transmitir con entusiasmo lo que hizo nuestro Señor Jesucristo, para enamorarse de Él y estar dispuesto a comprometer su vida. Si uno se entusiasma con eso, también es mucho mayor la posibilidad de que surjan vocaciones, porque encuentras sentido a la existencia. ZENIT: De hecho durante las últimas décadas en América Latina, se ha trabajado mucho con la juventud, Usted mismo ha sido presidente de la comisión de pastoral juvenil en el Perú. ¿Cuál fue el aporte de Latinoamérica para un trabajo práctico con los jóvenes? Mons. Ricardo García: Yo creo que en América Latina en general, hay como una mayor organización de trabajo con la juventud en ciertas instancias, sea a nivel episcopal, diócesis, movimientos, grupos juveniles. Veo que hay una praxis en el ponerse de acuerdo. Creo que otro aporte es que nuestros jóvenes todavía tienen una reserva importante, que es toda la piedad popular que hay en nuestra tierra. En el Perú, el Papa nos dio un piropo muy hermoso, de que éramos una tierra ‘ensantada’. Hay una piedad en la gente, y si digo Perú también digo Ecuador, Bolivia, México, Colombia, en fin, América Latina tiene esta riqueza que con naturalidad uno puede aún expresar su fe sin complejos, sin asustarse ante el qué dirán. ZENIT: Aunque con una formación que la complemente ¿no? Mons. Ricardo García: La piedad popular es una opción muy válida, pero creo que hay que enriquecerla con mayor formación doctrinal y con un compromiso continuo. Que no sea válido solo la fiesta del santo, con mucho entusiasmo, mucha piedad en ese día, pero al día siguiente me olvido. ZENIT: También se habló en los medios sobre la posibilidad de que la Iglesia pudiera aceptar la homosexualidad. ¿Esto ha sido así? ¿Acaso se puede cambiar algo en este punto? Mons. Ricardo García: Ha sido un tema que se ha tocado en la asamblea, y el consenso casi general ha sido recordar la educación y las enseñanzas habituales de la Iglesia. La moral no cambia. Lo que sí hace falta es explicar bien las cosas, el ¿por qué? de los asuntos. No basta quedarse en señalar el sexto mandamiento o decir que el noveno dice esto, y se acabó. Ha sido un pedido de la asamblea, para que se mencione expresamente el porqué de las exigencias morales que tiene la fe cristiana. Sobre el tema de la homosexualidad, se ha dicho que hay que acompañar a las personas que tienen esa situación; acompañarlas, no rechazarlas. No es que se esté aceptando una situación moralmente incorrecta. A las personas hay que darles una luz, pues no se trata de bajarles las exigencias de la fe cristiana, sino hacerles ver el porqué de las cosas, y darles fuerza para que salgan adelante. ZENIT: También vemos que se habló de los abusos, y uno de los temas del sínodo era el discernimiento vocacional ¿Cómo mejorar el discernimiento vocacional y la selección de los candidatos al sacerdocio para evitar problemas? Mons. Ricardo García: En el tema de los abusos, es evidente que el sentir no es igual en todas las partes del mundo. Yo creo que si se pone un termómetro y se va a Estados Unidos, se va a otros sitios de Europa o a Chile, la temperatura es más alta. Pero si nos vamos a otros lugares del mundo, no es un tema que se convierta en “el tema”, ni mucho menos. Tampoco generalicemos un asunto que puede ser propio de cada país. Pero junto con eso, diríamos que el discernimiento vocacional no solamente es para ser sacerdote o ser religioso o religiosa, sino que la vocación es más amplia, parte de algo común para todos que es el bautismo. Se habla bastante de las vocaciones laicales, algunos con consagración otros sin consagración, pero hay una vocación laical. ZENIT: ¿Y cómo seleccionar mejor a los candidatos al sacerdocio? Mons. Ricardo García: Para la selección de los candidatos al sacerdocio, no basta que sea un chico piadoso y punto. Tiene que tener unas condiciones y virtudes humanas que permitan construir lo sobrenatural sobre lo humano. Así se puede construir las virtudes para el trabajo, el orden, la sinceridad, la lealtad, la audacia, la castidad, que es una virtud importante. El desprendimiento también de los bienes, en el sentido de que para muchos jóvenes su ideal es ser un profesional. Me parece muy bien, pero a veces se centra en eso el éxito, pero muchos no se han planteado la posibilidad de entregar su vida a otros asuntos, diríamos así, más trascendentes, y si Dios llama, hay que ir entonces por allí. A algunos Dios les pide más, y uno tiene que estar dispuesto a lo que Dios pida. Pero para llegar a esa situación hay que tener un poco de vida espiritual, un trato con Dios, la gracia de Dios, la acción del Espíritu Santo sobre nosotros. ZENIT: De los temas tratados se ha hablado de algunos descuidos, casi un mea culpa en el trabajo con los jóvenes… ¿Qué se podría corregir a corto plazo? Mons. Ricardo García: Un tema que ha salido es la falta de disponibilidad de los sacerdotes para atender a los jóvenes, pues a veces tienen muchas cosas, mucho trabajo. No creo que se pueda resolver a corto plazo, pero por lo menos sí es una llamada a la actitud de intentar algo en ese tema. Luego también hubo una llamada a los obispos a que apostemos por la juventud, aunque no solamente pensando en una forma teórica, sino destinando medios, incluso de tipo económicos. Hay que apoyar los encuentros, las actividades, las publicaciones, aunque esto suponga gasto. Luego debemos contar más con los jóvenes en ciertas tareas, decisiones, organización… ZENIT: Y la necesidad de la formación… Mons. Ricardo García: Hay que formar a los jóvenes para que actúen con libertad, esto es, formarse bien en la mente y el corazón para que ellos tomen sus decisiones a nivel político, laboral o lo que sea, pero con conocimiento de causa. Creo que es muy importante también lo que dije antes, los jóvenes están más allá, están en la universidad, en el café, en el deporte y tantos otros lugares. Y esos también son un sitio para el encuentro con Dios, esto es lo que hay que rescatar. ZENIT: En el Perú ahora mismo hay una problemática fuerte sobre la corrupción que ha llegado a muchos sectores, incluso el Papa lo advirtió al hablar sobre los presidentes con denuncias o presos… ¿Qué se puede hacer para evitar que esto se institucionalice y llegue a ser como una mafia organizada? Mons. Ricardo García: Creo que los obispos del Perú tienen que hacer un llamado a la responsabilidad, pero con la prudencia de no ponerse en uno u otro partido, o un color u otro color, porque aquí lamentablemente todos tienen rabo de paja, y me refiero a casi todos los políticos. Entonces hay que andar con mucha precaución, porque lo que es una realidad es que hay un enfrentamiento, una venganza de uno a otro, una situación muy desagradable que está desuniendo al país. A corto plazo, hay que llamar a una pacificación, tender puentes, intentar que haya un poco de concordancia en las cosas. Luego a mediano y largo plazo, llamar a la juventud a que se comprometa con las acciones políticas, que son parte del laicado, pues hay una ausencia de políticos que inspiren confianza y transparencia de vida. Una fe que no se manifiesta en lo social, es una fe que está limitada. Debemos animar a los jóvenes para que se involucren en la vida política, bien preparados y muy calificados.
  23. Con motivo de la próxima festividad del Corpus Christi, Día de la Caridad, que este año se celebra el 3 de junio con el lema «Compromiso social y caridad transformadora», los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, han hecho público un mensaje en el que invitan a «desenmascarar la injusticia por medio de la denuncia profética, socorrer al necesitado mediante la asistencia y colaborar en la organización de estructuras más justas por medio de la transformación social». Mensaje con motivo de la festividad del Corpus Christi, Día de la Caridad 2018 “Compromiso social y caridad transformadora” La Solemnidad del Corpus Christi nos invita a contemplar y celebrar el gran don de la presencia real de Cristo vivo entre nosotros en su cuerpo entregado y en su sangre derramada para la vida del mundo.1 De manera muy especial, es una llamada a entrar en el misterio de la Eucaristía para configurarnos con él. Este misterio, en palabras de Benedicto XVI, “se convierte en el factor renovador de la historia y de todo el cosmos [pues], en efecto, la institución de la Eucaristía muestra cómo aquella muerte, de por sí violenta y absurda, se ha transformado en Jesús en un supremo acto de amor y de liberación definitiva del mal para la humanidad”.2 A la luz de este misterio de amor renovador, liberador y transformador, que es la Eucaristía, invitamos a todos los cristianos, en particular a cuantos trabajáis en la acción caritativa y social, a un compromiso que sea liberador, que contribuya a mejorar el mundo y que impulse a todos los bautizados a vivir la caridad en las relación con los hermanos y en la transformación de las estructuras sociales. Tu compromiso mejora el mundo Transformados interiormente por la contemplación del amor incondicional de Jesucristo, que entrega su vida para liberarnos del mal y hacernos pasar de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida, queremos recordar a todos y cada uno de los cristianos, así como a los hombres y mujeres de buena voluntad que quieran escucharnos, el mensaje de la campaña institucional de Cáritas: “Tu compromiso mejora el mundo”.3 Somos conscientes de que, hoy, no está de moda hablar del compromiso. Es más, para muchos, en esta cultura de lo virtual, de lo inmediato y pasajero, la preocupación por los demás se considera como algo trasnochado. Sin embargo, el compromiso en favor de los más débiles y por la transformación del mundo, es la más noble expresión de nuestra dignidad, de nuestra responsabilidad y solidaridad. Para los cristianos, el compromiso caritativo y social, el ser con los demás y totalmente entregado a ellos, camina en paralelo con nuestra configuración con Cristo. Se trata de un compromiso que nace de la fe en la Trinidad. Los cristianos creemos en un Dios, que es Padre, que ama incondicionalmente a cada uno de sus hijos y les confiere la misma dignidad; un Dios Hijo que entrega su vida para liberarnos del pecado y de las esclavitudes cotidianas, haciéndonos pasar de la muerte a la vida; un Dios Espíritu que alienta el amor que habita en cada ser humano y nos hace vivir la comunión con todos, tejiendo redes de fraternidad y de solidaridad al estilo de Jesús, que “no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por todos”(Mt 20,28). Desde esta configuración con Cristo, os proponemos un cuádruple compromiso: 1. Vivir con los ojos y el corazón abiertos a los que sufren: Hemos de abrir los ojos y el corazón a todo el dolor, pobreza, marginación y exclusión que hay junto a nosotros. Convivimos con una cultura que ignora, que excluye, oculta y silencia los rostros del sufrimiento y la pobreza. Sin embargo, no podemos ignorarlos. Como dice el papa Francisco, “la pobreza nos desafía todos los días con sus muchas caras marcadas por el dolor, la marginación, la opresión (…), el tráfico de personas y la esclavitud, el exilio, la miseria y la migración forzosa”.4 Este desafío resulta “cruel”, cuando constatamos que estas situaciones no son el fruto de la casualidad, sino la consecuencia de la injusticia social, de la miseria moral, de la codicia de unos pocos y de la indiferencia generalizada de muchos. 2. Cultivar un corazón compasivo: La multiplicación y la complejidad de los problemas pueden saturar nuestra atención y endurecer nuestro corazón. Frente a la tentación de la indiferencia y del individualismo, los cristianos debemos cultivar la compasión y la misericordia, que son como la protesta silenciosa contra el sufrimiento y el paso imprescindible para la solidaridad. 3. Ser capaces de ir contracorriente: Esta invitación al compromiso no es algo superficial o periférico. Pone en juego dimensiones tan hondas como la propia libertad. En la vida, podemos seguir la corriente de quienes permanecen instalados en los intereses personales y pasajeros o podemos vivir como personas comprometidas al estilo de Jesús, actuando contracorriente y poniendo los medios para que los intereses económicos no estén nunca por encima de la dignidad de los seres humanos y del bien común. 4. Ser sujeto comunitario y transformador: Los cristianos estamos llamados a ser agentes de transformación de la sociedad y del mundo, pero esto sólo es posible desde el ejercicio de un compromiso comunitario, vivido como vocación al servicio de los demás. Esto quiere decir que hemos de poner todos los medios a nuestro alcance para la creación de comunidades, que sean signo y sacramento del amor de Dios. Comunidades capaces de compartir y poner al servicio de los hermanos los bienes materiales, el tiempo, el trabajo, la disponibilidad y la propia existencia. Comunidades capaces de poner a la persona en el centro de su mirada, palabra y acción. La caridad es transformadora Para todos aquellos que trabajan en el ámbito de la acción caritativa y social de la Iglesia, este compromiso transformador se hace todavía más urgente al tomar conciencia de la fuerza transformadora de la caridad. La doctrina social de la Iglesia habla permanentemente de ella. Recordemos un texto antológico del papa Francisco: «La Iglesia, guiada por el Evangelio de la misericordia y por el amor al hombre, escucha el clamor por la justicia y quiere responde a él con todas sus fuerzas. En este marco se comprende el pedido de Jesús a sus discípulos: “¡Dadles vosotros de comer!” (Mc 6,37) lo cual implica tanto la cooperación para resolver las causas estructurales de la pobreza y para promover el desarrollo integral de los pobres como los gestos más simples y cotidianos de solidaridad ante las miserias muy concretas que encontramos» (EG, nº 188). De acuerdo con estas enseñanzas del Santo Padre, podemos concluir que la acción caritativa no es mera asistencia. La caridad, además de ofrecer los gestos más simples y cotidianos de solidaridad, promueve el desarrollo integral de los pobres y coopera a la solución de las causas estructurales de la pobreza. Los obispos españoles también hemos insistido en esta dimensión transformadora de la actividad caritativa y hemos manifestado que «nuestra caridad no puede ser meramente paliativa, debe ser preventiva, curativa y propositiva. La voz del Señor nos llama a orientar toda nuestra vida y nuestra acción desde la realidad transformadora del reino de Dios».5 Esto implica desenmascarar la injusticia por medio de la denuncia profética, socorrer al necesitado mediante la asistencia y colaborar en la organización de estructuras más justas por medio de la transformación social. Pidamos al Espíritu una mística social transformadora En la plegaria eucarística hay dos momentos especialmente significativos en los que se manifiesta la fuerza transformadora de la Eucaristía. Son las dos “epíclesis” o invocaciones al Espíritu Santo que hacemos en la celebración eucarística. En la primera pedimos al Padre que envíe su Espíritu para que el pan y el vino se conviertan en el cuerpo y la sangre del Señor. En la segunda, invocamos la acción del Espíritu sobre la comunidad eclesial para que sea una sola cosa en Cristo y haga así posible la salvación de los que participan de ella. En ambas epíclesis los cristianos expresamos el dinamismo transformador que encarna la celebración eucarística y descubrimos la necesidad de ser instrumentos de renovación del cosmos y de la humanidad, desde la comunión con Cristo. Pidamos, hoy, al Espíritu Santo que esta mística social y transformadora de la Eucaristía nos ayude a comprometernos en la transformación del mundo y en la promoción de una caridad transformadora en todas nuestras organizaciones caritativas y sociales. Sabemos que la tarea no es fácil, pero la caridad no está para dejar las cosas como están ni consiste en hacer lo que siempre se ha hecho en el campo social. La caridad denuncia la injusticia y promueve el desarrollo humano integral, nos impulsa a la conversión de nuestros criterios y actitudes, de nuestra manera de pensar y de actuar, para colaborar con el Señor en el acompañamiento a las personas y en la transformación de las estructuras que generan pobreza, discriminación y desigualdad. Comisión Episcopal de Pastoral Social Notas: 1 Cfr Jn 6,48-58. 2 BENEDICTO XVI, Exhortación Apostólica Sacramentum caritatis, nº 10. 3 CARITAS ESPAÑOLA, Campaña Institucional 2017-2018, Tu compromiso mejora el mundo, Madrid, 2017. 4 Mensaje en la Jornada Mundial de los Pobres, nº 5, 2017. 5 CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Iglesia, servidora de los pobres, nº 42, Madrid, 2015
  24. Os dejo una conferencia del catedrático Luis Suárez Fernández sobre la historia del catolicismo en España, donde se centra en dilucidar qué elementos han enriquecido mutuamente, tanto a la Iglesia católica como a la propia España. Si no habéis tenido oportunidad de verla anteriormente, os la recomiendo, está impartida con un lenguaje sencillo y abundante en detalles y datos de valor que permiten enriquecer nuestro conocimiento patrio.
  25. El Santo Padre Francisco ha hecho pública esta semana su Exhortación apostólica titulada 'Gaudete et Exsultate' (Alegraos y regocijaos), donde hace un llamamiento a la santidad de todos los católicos. El documento, en el que se referencian muchas realidades de los primeros siglos del cristianismo que siguen estando muy presentes en los tiempos actuales, pretende renovar de forma llana y humilde el llamado a la santidad al que todos los católicos estamos implicados, y del que cada vez, por desgracia, estamos más apartados. Merece la pena leerlo, por supuesto sin detenerse tanto en las formas como en el fondo del mensaje. INTRODUCCIÓN A LA EXHORTACIÓN APOSTÓLI CAGAUDETE ET EXSULTATE DEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE EL LLAMADO A LA SANTIDAD EN EL MUNDO ACTUAL 1. «Alegraos y regocijaos» (Mt 5,12), dice Jesús a los que son perseguidos o humillados por su causa. El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados. Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada. En realidad, desde las primeras páginas de la Biblia está presente, de diversas maneras, el llamado a la santidad. Así se lo proponía el Señor a Abraham: «Camina en mi presencia y sé perfecto» (Gn 17,1). 2. No es de esperar aquí un tratado sobre la santidad, con tantas definiciones y distinciones que podrían enriquecer este importante tema, o con análisis que podrían hacerse acerca de los medios de santificación. Mi humilde objetivo es hacer resonar una vez más el llamado a la santidad, procurando encarnarlo en el contexto actual, con sus riesgos, desafíos y oportunidades. Porque a cada uno de nosotros el Señor nos eligió «para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor» (Ef 1,4). El documento completo puede leerse y descargarse en este enlace.
×